ERA INVESTIGADO DESDE SEPTIEMBRE POR NEXOS CON UNA BANDA DE LA CALERA
La conexión narco del concejal RN detenido por saqueos
20.12.2019
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ERA INVESTIGADO DESDE SEPTIEMBRE POR NEXOS CON UNA BANDA DE LA CALERA
20.12.2019
El concejal de La Calera Karim Chahuán está en la mira de la Fiscalía por ilícitos mucho más graves que participar en un saqueo a fines de octubre. Desde septiembre la policía tenía interceptado su teléfono por prestar colaboración a una banda de narcotraficantes que también ejecutaron asaltos y robos. Informes de la PDI indican que facilitó autos para cometer delitos, los que provenían de la automotora que él administraba y que es controlada por una sociedad de su padre, el ex alcalde y actual CORE Roberto Chahuán. También es indagado por la desaparición de videos de seguridad que registraron a miembros de la misma banda en un tiroteo.
El 5 de diciembre pasado El Mercurio perfiló al concejal Karim Chahuán como un “empresario de autos, impulsivo y apasionado por los deportes”. Esa descripción amable de una autoridad política que actualmente cumple prisión preventiva por el delito de robo en lugar no habitado (el saqueo al mall de La Calera), no concuerda con los antecedentes que el Ministerio Público ha acumulado sobre él: desde septiembre pasado su teléfono estaba interceptado –así se comprobó su participación en el saqueo– debido a su colaboración con miembros de una banda narco. Se le investiga por facilitar vehículos –de la automotora que él administra– para cometer delitos e, incluso, porque le pidieron que aprovechara su condición de concejal para borrar grabaciones de seguridad que inculpaban a miembros de la banda.
La descripción de Karim Chahuán que hizo El Mercurio ni siquiera concuerda con la que tienen en su familia. Algunos de sus parientes cercanos –que hablaron con CIPER bajo la reserva de sus nombres– cuentan que desde la adolescencia se ha rodeado de “malas juntas” y que no ha podido encontrar la brújula: “Fue a buenos colegios y su papá lo consintió en todo. Tiene 30 años y hasta hace dos casi nunca había trabajado”, comentan miembros de su círculo cercano, quienes no entienden la razón de su vinculación con bandas delictivas. “No tenía necesidad de hacerlo”, dicen. Pero lo hizo.
Su nexo con ese mundo, señalan, pudo profundizarse por su adicción al consumo de drogas, pero, después de que se sometió a un tratamiento, muchos pensaron que había dejado atrás esos ambientes. Su carrera política como dirigente local de RN ayudaba a forjar esa imagen. La conexión del concejal calerano con traficantes es un nuevo caso de penetración del narco en el mundo político municipal, un fenómeno que comenzó a adquirir notoriedad hace dos años con las revelaciones sobre los vínculos del PS de San Ramón, y particularmente del alcalde de esa comuna, Miguel Ángel Aguilera, con un narco que estaba contratado en esa municipalidad (vea el reportaje de CIPER “La historia del alcalde de San Ramón con el narco que hundió su carrera política”).
Desde marzo pasado que la Fiscalía investiga a una banda de La Calera por distintos delitos. El primero de ellos fue el robo de una camioneta en Zapallar. Esa camioneta la utilizaron para asaltar una oficina de Agrosuper y otra del local de comida rápida Papa Johns. El avance de la indagatoria llevó a nuevos ilícitos. ¿El más grave? Tráfico de drogas.
La mayor parte de esa banda ya está imputada por el Ministerio Público y varios cumplen prisión preventiva. Según la indagatoria de la Fiscalía algunos de sus miembros son: Leonardo Gómez Méndez (el “Leo”), Cristofer Guzmán Lobos (el “Picho”), Nayeli Gómez Méndez, John Villalobos Zamora, Escarlet Baquedano Araya y Verónica Zamora Cataldo. Todos imputados por delitos que van desde el robo con intimidación, robo en lugar habitado y no habitado, tráfico ilícito de drogas y tenencia y porte de armas.
Las interceptaciones telefónicas al grupo guiaron a la Policía de Investigaciones (PDI) hasta el concejal Karim Chahuán. Se le acusa de colaborar con la banda, la que cometió algunos de los atracos con indumentaria de detectives de la PDI. Así ocurrió en el asalto a una casa de la población René Pianovic, de la comuna de Hijuelas: la víctima declaró que el 28 de julio pasado escuchó un fuerte ruido en la puerta de la cocina y que cuando se giró vio de frente a un tipo de unos 25 años vestido con chaqueta negra y con una placa colgando de su cuello. En su mano tenía empuñada una pistola con la que la amenazaba, al tiempo que le gritaba: “¡Investigaciones! Tenemos detenido a tu marido, tú sabes en las hueás que anda, ¡así que pásame la plata!”.
Dos semanas después de ese robo la banda comenzó a ser investigada por tráfico de drogas. Las interceptaciones telefónicas los grabaron cerrando tratos y cobrando cuentas. Se determinó que, entre las sustancias que traficaban, estaba el tussi (la llamada cocaína rosa), marihuana y cocaína. Informes de la PDI entregados a la Fiscalía aseguran que “la banda conformada por Leonardo Gómez Méndez, junto a los imputados investigados, no solo se dedica a la comisión de delitos contra la propiedad, sino que ejecutan delitos de tráfico ilícito de drogas, estableciendo compradores y forma de distribución de la misma, actividad ilícita acompañada del uso de armas de fuego para la comisión de sus delitos”.
Los integrantes de la banda de “falsos PDI” están detenidos desde mediados de septiembre. Poco antes de esos arrestos la policía ya había comenzado a escuchar el celular del concejal Karim Chahuán, porque se comunicaba con los miembros del grupo. Al momento de su detención, el 2 de diciembre último, aún militaba en RN, el mismo partido de su primo en tercer grado, el senador Francisco Chahuán. Y el mismo también de su padre, el ex alcalde de La Calera y actual consejero regional (CORE), Roberto Chahuán Chahuán.
Los actos por los que es investigado el concejal Karim Chahuán, podrían salpicar también a su padre. Roberto Chahuán integra junto a su esposa la sociedad Kakuza Limitada, que es la propietaria del negocio de compraventa de autos “Chahuán Cars”, que era administrado por su hijo concejal. La investigación del Ministerio Público apunta a que desde ese negocio salieron vehículos que fueron utilizados por la banda.
“Karim, toda su vida, ha estado ligado al ámbito administrativo y al prestigio empresarial de su familia”, aseguró el también concejal de La Calera, Patricio Riveros (RN), a El Mercurio, cuando ese diario le preguntó la opinión de su correligionario caído en desgracia.
“No tení ni un brillo, traficante maraco”. Esa fue la frase que detonó el enfrentamiento en el Estadio Nicolás Chahuán Nazzar de La Calera, en la tarde del 24 de agosto de este año. Se la gritó en la cara un choro de la Población Manuel Rodríguez -también llamada Centenario o “el pueblo sin ley”- a Leonardo Gómez (el “Leo”), quien estaba junto a Cristofer Guzmán (el “Picho”). Las tensiones se habían acumulado esa tarde y todo terminó con el “Leo” y el “Picho” golpeando y dando tiros a los del “pueblo”.
Como era esperable, los golpeados juraron venganza. El tráfico de llamadas de esa tarde de Guzmán y Gómez da cuenta del nerviosismo que los gobernaba. No solo querían tener armas y municiones para defenderse de un ataque inminente, sino que estaban preocupados por las cámaras de seguridad del Estadio Municipal.
La banda responsable de los tiros percutados esa tarde en el estadio de La Calera estaba siendo investigada hace meses por la Fiscalía. Todos sus teléfonos estaban intervenidos por la policía y fue el enfrentamiento entre el “Leo” y el “Picho” con “los del pueblo” lo que trajo al concejal Chahuán al escenario.
El 26 de agosto a las 10 de la mañana la hermana del “Leo” y polola del “Picho”, Nayeli, llamó a su padre para comentar lo preocupada que estaba por lo que había pasado en el estadio. Fue esa conversación la que hizo que los ojos de los fiscales se posaran sobre Chahuán. Así lo relata el informe de la PDI que analizó esa llamada:
“El padre del imputado señala que tiene miedo, porque en dicho lugar existirían cámaras de seguridad, a lo cual Nayeli indica que hablaron con una persona de nombre el ‘Karim’, quien vería el tema de las cámaras (…) el padre indica que todo puede pasar desapercibido, por cuanto los del otro bando tiraron fuegos artificiales, pero si fueron captados por las cámaras todo se complicaría, a lo que Nayeli indica que las cámaras del estadio son 360, ‘pero hay que ver qué puede hacer el Karim’”.
La conclusión de los funcionarios de la PDI que estaban realizando las escuchas fue casi instantánea: “Se puede inferir que el sujeto apodado ‘Karim’ se trataría del concejal de esta comuna, identificado como Karim Chahuán Cerna”, se lee en el informe que enviaron a la Fiscalía.
Cuando los detectives Jamil Ramírez y Carlos Michea llegaron al estadio el 26 de agosto, una funcionaria les dijo que existía un registro audiovisual muy completo que permitía identificar con claridad los rostros de los participantes en la balacera, el vehículo en el cual se movían y que hasta se captaban los disparos efectuados. Las imágenes eran tan claras que se veía nítida la patente del auto en el que huyeron. La funcionaria, Marilú Cortés, les dijo a los policías que no anotó la patente en ese minuto porque salió a supervisar cómo evacuaban a la gente del estadio. Coordinaron una nueva visita para un día después para hacer entrega de los videos.
El 27 de agosto los detectives fueron al estadio a buscar la evidencia, pero algo había pasado. Los videos descritos ya no estaban. Obtuvieron algunas imágenes, pero no las prometidas. El 28 de agosto la funcionaria Marilú Cortés prestó declaración ante la PDI:
“Debo hacer presente que en el interior del estadio estaba la jefa de operaciones, Alejandra Pérez (…) quien cuando ocurrió el hecho manipuló y revisó las cámaras de seguridad en mi presencia, mostrándome una imagen donde se apreciaba claramente que el grupo de personas abordó un vehículo y se dio a la fuga (…) Es importante señalar que, luego de lo anterior, Alejandra se quedó sola manipulando las cámaras de seguridad, desconociendo cuánto tiempo estuvo ahí”.
En ese momento, el concejal Chahuán era presidente de la Comisión de Deportes del municipio. También integraba el Consejo Comunal de Seguridad Pública, donde urgía por mejorar el resguardo a los comerciantes. De hecho, él se presentaba como parte de ese rubro, pues administraba la automotora propiedad de la sociedad constituida por sus padres. La PDI y la Fiscalía también pusieron sus ojos sobre ese negocio.
Una de las conversaciones interceptadas por la PDI confirmó que Karim Chahuán facilitaba autos a miembros de la banda: el 29 de agosto a las 11:26 el “Leo” habló con el concejal y le dijo que estaba preocupado porque Carabineros le había incautado un auto por “un parte grave”, dice la transcripción de las conversaciones captadas por la policía. El mismo informe de la PDI sostiene que ese vehículo pertenecía a la automotora de Chahuán y que el concejal se lo facilitaba de manera frecuente a “Leo”.
Según explicó el “Leo” en esa conversación interceptada, el auto no podía retirarse de los corrales municipales antes del 10 de septiembre, a menos que el propio Chahuán se presentara como su jefe y en calidad de concejal. Lejos de rechazar la solicitud, la autoridad comunal le dijo que “haría las consultas respectivas”.
Ese auto que estaba en corrales municipales de La Calera no podía ser rescatado porque el “Leo” no encontraba los papeles. Su hermana Nayeli le dijo en una de las conversaciones pinchadas que seguramente los documentos estaban “donde el Karim”. Como no tenía ese auto a disposición, el “Leo” sacó otro desde el local de Chahuán Cars, ubicado en el centro de La Calera. Ese otro vehículo era un Alfa Romeo automático que el “Leo” terminó chocando, porque no sabía manejarlo.
Esta historia de autos caros chocados y en corrales municipales tejida a punta de pinchazos telefónicos, le dio las primeras pistas a la policía del rol de Karim Chahuán en la banda de los “falsos PDI”: facilitador de vehículos.
El informe policial concluye que la mayoría de los autos que utilizaba la banda de los “falsos PDI” salían desde Chahuán Cars. Ese dato fue crucial para que el fiscal del Sistema de Análisis Criminal y Focos Investigativos (Sacfi), Felipe González, solicitara al juez de garantía de La Ligua la interceptación del teléfono del concejal Chahuán desde septiembre de 2019. El juez aceptó la petición y Chahuán comenzó a ser escuchado. Fue cosa de tiempo para que lo sorprendieran coordinando un saqueo.
“Está tirao’ el Tottus, culiao. Están las cortinas abiertas y están todos sacando hueás, hermano (…) se están pegando los últimos choreos porque no va a quedar na’. Yo voy para allá, los voy a buscar, porque no puedo aparecer, po’ hueón. Y luego guardamos las hueás”.
Así fue como Karim Chahuán coordinó el saqueo a las tiendas del principal centro comercial calerano, de acuerdo con el audio que presentó el Ministerio Público en la audiencia de formalización del concejal. Era la 01:02 del 29 de octubre cuando la autoridad comunal se contactó telefónicamente con Francisco Escobar Guzmán (conocido como el “Pelo”) y Leandro Barrera Ogaz (el “Repollo”) para concertar el delito. Ambos eran sus empleados en Chahuán Cars.
Cerca de media hora después, Chahuán, quien daba vueltas alrededor del mall Open La Calera, mientras Escobar robaba poleras, un par de zapatillas, calcetines, jeans, dos teteras y un microondas, volvió a hacer una llamada. Esta vez para ordenar que las cosas fueran guardadas en la parte de atrás de su auto.
Hasta entonces, el concejal proyectaba una imagen de rechazo frente a los saqueos y otros delitos perpetrados en el contexto del estallido social en La Calera, mostrándose preocupado por la seguridad de la comuna. Según publicó el diario regional El Observador, Chahuán prestó dos vehículos a los comerciantes del centro de La Calera para que resguardaran sus locales. Lo mismo hizo con un jeep que entregó a la PDI. El diario también dice que “aportó dinero para unas onces de agradecimiento a Carabineros”.
En la audiencia de control de detención de Chahuán, el 3 de diciembre, el fiscal Felipe González, explicó que el concejal ya estaba siendo escuchado por la PDI por su “participación y vinculación” con la banda investigada por tráfico de drogas y robo. El fiscal González sostuvo que ese nexo se basaba en “la facilitación o la entrega de diversos móviles (autos) que eran utilizados por esta banda criminal para la comisión de estos hechos delictivos”.
El fiscal agregó que el Juzgado de Garantía de La Ligua había autorizado la interceptación del celular del concejal: “Conociendo los antecedentes presentados por el Ministerio Público, el Juzgado de Garantía de La Ligua estima que existen presunciones fundadas (…) respecto de una eventual participación de la persona que utiliza el número +56 9 6124 XXXX, de la compañía Claro, individualizado como Karim Chahuán Cerna, en eventuales actos de tráfico de drogas”.
Los vehículos que el concejal le prestó a la banda investigada pertenecen al stock que mantenía en Chahuán Cars, ubicada en calle Aldunate 515, La Calera. Un informe emitido por la Brigada de Investigación Criminal de la PDI de Quillota el 5 de septiembre, identificó que al menos cuatro vehículos utilizados por miembros de la agrupación estaban en la vitrina de la automotora: un Alfa Romeo automático (chocado por el imputado Leonardo Gómez); un Hyundai modelo Santa Fe color negro, también utilizado por Gómez Méndez; un Kía Cerato azul, patente CYTZ51, usado frecuentemente por Cristofer Guzmán Lobos (“Picho”); y una camioneta Ssanyong patente FHDZ12, utilizada por la banda para un ilícito en el que se harían pasar por funcionarios de la PDI (para ello adquirieron pantalones color beige y poleras azules).
CIPER rastreó el origen de Chahuán Cars a través de bases de datos y en la Municipalidad de La Calera. Los antecedentes indican que la familia Chahuán arrienda el terreno y su respectiva patente comercial a la sucesión de Bernardo Desiderio Pedregal Cordero, quien falleció en 1981. El arrendador del local y administrador de la automotora es la sociedad Empresa Constructora Kakuza Limitada, formada en 2008 por el militante de RN, ex alcalde y actual Consejero Regional (CORE) de La Calera, Roberto Chahuán Chahuán, y Érica Cerna Báez, padres del concejal.
Según información extraída desde el Servicio de Impuestos Internos (SII), esta sociedad familiar mantiene 16 actividades económicas vigentes (construcción de edificios para uso residencial, venta al por menor de vehículos automotores y servicio de producción de obras de teatro, entre otras) y emitió su última factura electrónica en 2019.
Tras el deceso del propietario original del local, la administración del inmueble y de su permiso municipal -para vender repuestos y vehículos- quedó en manos de su viuda y sus hijas. Personas de esta familia -que conversaron con CIPER bajo reserva de identidad- dijeron que son ellas quienes mantienen comunicación con Érica Cerna, madre del concejal, para continuar con el arriendo del terreno y su explotación comercial. Esta última declinó referirse a este tema. Ambas familias están emparentadas, porque una de las nietas de la familia propietaria es pareja de un primo de Karim Chahuán.
Aunque el negocio no está inscrito a su nombre, Karim Chahuán era quien administraba y tomaba las decisiones en la automotora. En la audiencia de control de detención de la autoridad comunal, el fiscal González leyó parte de la declaración del “Pelo” Escobar, quien afirmó: “Primero deseo señalar que trabajo en el local de compra (y venta) de vehículos Chahuán Cars, desde hace aproximadamente un año a la fecha actual, en el cual me desempeño como encargado del local. El propietario es Llamal Karim Chahuán Cerna, quien regularmente asiste al lugar”.
CIPER constató en terreno que al interior de la bodega de Aldunate 515 permanecen diez autos (marcas Peugeot, Mercedes Benz, Audi, Dodge y Renault, entre otras) y una moto. Entre los tantos vehículos que pasaron por este local, el concejal dispuso la venta de al menos dos bienes inscritos a nombre de su papá y mamá: una casa rodante marca Ford, modelo Fleetwood Tioga (1991) y comprada por Roberto Chahuán en 2017; y un Renault modelo Fluence Privilege (2015), adquirido por Érica Cerna en 2018.
El 18 de marzo de 2019, pasadas las cuatro de la mañana, un grupo de desconocidos ingresó a una casa particular en Zapallar y robó una camioneta Ford modelo Ranger, color gris.
A las 5:11 del día siguiente, una camioneta con las mismas características protagonizó un “portonazo” en las dependencias de la empresa Agrosuper (comuna de Hijuelas). Según relató el testigo Moisés Toro Santander, bajaron siete personas del vehículo y mientras algunas redujeron al guardia de seguridad, otras se dirigieron directamente a la sala de cajas fuertes, donde lograron extraer una de ellas.
Posteriormente, el 21 de marzo, el parte policial N°568 de la 7° Comisaría de La Calera consignó que una camioneta Ford Ranger, sin patente pero con “barras antivuelco cromadas”, ingresó al Mall Open La Calera, dejó “miguelitos” en el camino, botó la reja perimetral y luego se dirigió a un local de pizzas (Papa Johns). Aunque una patrulla los sorprendió, los delincuentes lograron escapar. Cuatro días después, el 25 de marzo, funcionarios de la Brigada de Investigación Criminal (Bicrim) de la PDI de Viña del Mar encontraron la misma camioneta abandonada en la calle Sol y Mar.
Era el estreno de la banda en los expedientes de la policía. De ahí en adelante para ellos todo fue cuesta abajo.
Estos hechos derivaron en una investigación de la Fiscalía, cuyo primer paso fue obtener información sobre el tráfico de llamadas asociadas a las antenas ubicadas en la ruta que siguió la camioneta desde que fue robada en Zapallar, hasta que apareció en Viña del Mar. Esto permitió identificar los números telefónicos que se repetían en ese trayecto.
Las diligencias escalaron hasta la interceptación telefónica de quienes fueron referenciados en esas ubicaciones. Varios meses después, a mediados de agosto, cuando la indagatoria ya tenía a firme la participación de la banda de “falsos PDI” en atracos a casas y empresas, sus integrantes comenzaron a ser investigados por tráfico de drogas.
La tercera semana de agosto una llamada recibida por uno de los integrantes del grupo reveló que este “blanco de investigación” comercializaba sustancias ilícitas y tenía deudores por ello. El 16 de agosto, el mismo sujeto detalló sus gestiones para “traer droga sintética, correspondiente a ‘Tussi’”, según el informe de las escuchas realizadas por la PDI. Este nombre está asociado a una sustancia conocida como la “cocaína rosada”.
Otra pista sobre tráfico ilícito de drogas fue obtenida por la Fiscalía el 18 de agosto, cuando Leonardo Gómez (“Leo”) fue interceptado telefónicamente mientras conversaba con un tercero no investigado, con quien acordó el pago de $200 mil por una sustancia que intercambiaría a las 18:00 de aquel domingo. Con estos antecedentes sobre la mesa, el Ministerio Público concluyó que existen “sospechas basadas en hechos determinados” que Gómez Méndez y el resto de la banda participan en “actos ilícitos de tráfico de drogas”. Así operaba el grupo de personas asociado a Chahuán.
En todo caso, hay otras aristas de la investigación sobre Karim Chahuán que la policía mantiene bajo reserva. Sus redes con comerciantes caleranos, posibles delitos y sospechas de blanqueo de dinero continúan siendo indagados.
Puedes escuchar esta investigación aquí:
*Audio realizado por CarolinaPereira.de