MARIO DESBORDES FUE MENCIONADO POR LA EX MUJER DE UN IMPUTADO
Los nexos entre el secretario general de RN y los involucrados en las coimas por la basura
21.07.2015
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MARIO DESBORDES FUE MENCIONADO POR LA EX MUJER DE UN IMPUTADO
21.07.2015
Más de un mes ha pasado desde que el secretario general de Renovación Nacional, Mario Desbordes, anunció acciones legales contra Paula Díaz, la ex mujer de Marcelo Torres (RN), el concejal de Maipú acusado de haber recibido coimas de la empresa KDM para adjudicarle las licitaciones de la basura, proceso en el que también están imputados los alcaldes de Maipú, Christian Vittori (DC), y de Cerro Navia, Luis Plaza (RN). La abogada Díaz declaró ante la Fiscalía que Desbordes es una de las personas que recibió dineros de parte de su ex marido. Ese testimonio fue difundido por La Segunda del viernes 12 de junio pasado. El lunes siguiente, el mismo vespertino publicó una carta de Desbordes en la que anunciaba que llevaría a Paula Díaz a los tribunales y a La Segunda al Consejo de Ética de los Medios de Comunicación.
En su carta, Desbordes sostuvo que la publicación de las declaraciones de la ex mujer de Marcelo Torres le provocó un “enorme daño”. De allí su urgencia por distanciarse de una investigación que incluye los delitos de soborno, cohecho y lavado de activos. Sin embargo, ni la querella contra Paula Díaz ni la denuncia contra La Segunda se han materializado. Desbordes dijo a CIPER que sus abogados le aconsejaron no querellarse contra la mujer por lo menos hasta que se cierre el juicio por las coimas de la basura. Sobre la acción contra La Segunda, Desbordes insistió en que la presentaría, pero al menos hasta mediados de la semana pasada aún no había novedades en ese frente tampoco.
En todo caso, el secretario general de RN no ha sido citado a declarar en la investigación de las coimas de la basura y, de acuerdo a personas que han conocido detalles del proceso, hasta el momento no se han encontrado evidencias que lo comprometan. De todos modos, la acusación de Paula Díaz lo dañó al vincularlo con los principales actores de un escándalo de corrupción, empañando su imagen como uno de los dirigentes de la alianza opositora que ha adquirido un ascendente protagonismo público.
Porque entre Mario Desbordes y algunos de los acusados hay un vínculo estrecho, político y de amistad. Ese nexo se afianzó en la época en que Desbordes pretendía convertirse en diputado por el Distrito 18 (Cerro Navia, Lo Prado y Quinta Normal), representando a Renovación Nacional, y fue jefe de gabinete del alcalde de Cerro Navia, Luis Plaza, dirigente del mismo partido. Entonces compartió labores junto al principal imputado en la causa de la basura: Marcelo Torres, quien por esos días era el administrador municipal de esa comuna y, al mismo tiempo, concejal RN por Maipú. Desbordes se integró en 2008 a ese grupo político liderado por Plaza.
Militantes y ex miembros de RN, tanto de Maipú como de Cerro Navia, aseguraron a CIPER que Mario Desbordes ha sido el principal sostén de la carrera política del alcalde Plaza y del grupo que le ha dado respaldo al edil y que ahora se ve enfrentado a la justicia. Ese grupo está conformado, entre otros, por cuatro de los imputados por la fiscal Tania Mora: Marcelo Torres; el ex concejal de Maipú, Carlos Richter; la administradora municipal de Cerro Navia, Marcela Morales, y el director jurídico de la misma comuna, Óscar Lantadilla. A ellos se agrega Gonzalo Torres, quien es jefe de gabinete del alcalde Plaza, hermano del imputado concejal Marcelo Torres y amigo de Mario Desbordes.
Las mismas fuentes dicen que la intervención de Desbordes ante la directiva que encabezaba Carlos Larraín -con quien mantiene una estrecha relación- fue clave para posicionar a Marcelo Torres como la mejor carta de RN para la alcaldía de Maipú en las elecciones de 2012. Desbordes habría conseguido el visto bueno de Larraín a pesar de que circulaba en internet una grabación de audio que comprometía a Marcelo Torres en operaciones irregulares para favorecer al holding KDM en licitaciones de la basura en Maipú. Como consecuencia, el entonces alcalde de Maipú, Alberto Undurraga (DC), había pedido al Ministerio Público que investigara (vea el reportaje publicado por CIPER en enero de 2011 “Contratos millonarios desatan guerra sucia por la recolección de la basura en Maipú»).
Además, ya en 2010 se había conocido el rol clave que había jugado Torres, como administrador municipal de Cerro Navia y concejal de Maipú, en el lobby para que 22 municipios renovaran automáticamente un multimillonario contrato que los amarró con KDM por 32 años (vea el reportaje publicado por CIPER en febrero de 2010 “Negocio de la basura: Cuestionado contrato amarra a KDM con 22 comunas de Santiago hasta 2027”).
Pese a todo ello, Marcelo Torres estuvo a pasos de convertirse en la carta única de la derecha para competir en 2012 por la alcaldía de la comuna más populosa del país: Maipú. Había sido director jurídico de esa municipalidad bajo la gestión del ex alcalde Roberto Sepúlveda (RN), cargo al que se vio obligado a renunciar en 2004 cuando Undurraga les arrebató la alcaldía. Luego, tras las elecciones municipales de 2008, asumió como concejal por la misma comuna. Aunque tenía cierta figuración en la política local, era un desconocido en las ligas mayores de su propio partido. Por eso, fueron Luis Plaza y Mario Desbordes los que avalaron su derecho a competir por la cotizada alcaldía de Maipú.
Pese a los testimonios que dan cuenta de sus vínculos políticos y personales con Marcelo Torres, Desbordes aseguró a CIPER que no promovió su candidatura. “Nunca llegó a determinarse en el partido que él sería el candidato en Maipú, fue un precandidato como muchos otros”, señaló. También dijo que no es cercano a Torres y que su vínculo con los imputados en el juicio por las coimas de la basura se limita a su estrecha amistad con el alcalde Plaza: “Soy amigo de Luis Plaza, con quien he mantenido una relación cercana y le he prestado apoyo político siempre. Espero que él, y todas las personas acusadas en este caso, puedan probar su inocencia”.
Sobre Marcelo Torres, Desbordes aclaró: “No es mi amigo. No tengo una gran relación con él. Lo conozco. Sí soy muy amigo de su hermano, Gonzalo Torres, porque ambos fuimos parte de la directiva regional de RN”. Gonzalo Torres, el actual jefe de gabinete del alcalde Luis Plaza, es también concejal por Colina.
Mario Desbordes nació en Los Andes y creció en La Cisterna. Según una breve biografía publicada en Emol, estudió en colegios públicos y en 1987 ingresó a la Escuela de Carabineros. En 1994, con el grado de teniente, renunció a la carrera policial, tras haber cumplido labores en Talca, primero como jefe de tenencia y luego como edecán de los intendentes regionales. Desbordes dijo a CIPER que trabajó posteriormente como gerente de una filial de Lotería y luego se desempeñó en el área de reinserción laboral de Gendarmería, mientras en paralelo estudiaba Derecho. Se independizó e instaló un negocio de revelados fotográficos en locales de supermercados Líder.
En 2007 su negoció entró en crisis por la irrupción de la foto digital: “Le vendí mis locales a Konica y perdí mi casa por las deudas”, cuenta. Vivía en el sector de Maipo, en la comuna de Buin, donde se convirtió en presidente local de Renovación Nacional. Comenzó a colaborar con Lily Pérez y Carlos Larraín, quienes lo empujaron para que asumiera como presidente regional del partido. Fue entonces cuando RN diseñó un plan para fortalecer su presencia en el Distrito 18. El propio Desbordes cuenta que el plan consistió en que él competiría por la alcaldía de Lo Prado, sabiendo que perdería, pero para elegir uno o dos concejales de RN. Lo mismo haría Luis Plaza en Cerro Navia, aunque él sí tenía posibilidades de ganar. La idea era generar una base fuerte en el distrito y lanzar a Mario Desbordes a diputado en las parlamentarias de 2009.
En 2008 Desbordes lanzó su candidatura por Lo Prado. Cosechó el 29,03% de los votos, frente al 52,39% de Gonzalo Navarrete (PPD). Estrechó sus lazos con Luis Plaza y conoció a Marcelo Torres. Este último, tras ser desalojado del cargo de director jurídico de Maipú en 2004, había fracasado en una serie de emprendimientos privados. En la misma elección de 2008 volvió al municipio maipucino convertido en concejal, pero el trabajo estable se lo dio el entonces flamante alcalde Plaza, quien lo empleó como administrador municipal. Plaza también contrató a Desbordes como su jefe de gabinete.
Mario Desbordes dijo a CIPER que solo trabajó hasta julio de 2009 en ese cargo. Poco antes, Plaza renunció a su militancia en RN porque el partido había puesto como candidato a diputado por su distrito a Nicolás Monckeberg, desconociendo las aspiraciones de su jefe de gabinete y todo el trabajo previo desplegado por su grupo.
El aterrizaje de Monckeberg en el distrito 18 fue traumático. Primero intentó ser candidato por Santiago Centro, pero el partido le mantuvo el cupo a Alberto Cardemil. Luego, se lanzó por Ñuñoa y Providencia, pero la UDI se opuso porque había puesto en esa zona a uno de sus protegidos, Rodrigo Álvarez, y exigía un compañero de lista menos competitivo. La batahola fue de tal grado, que el entonces senador Pablo Longueira (UDI) renunció al comando presidencial de Sebastián Piñera.
Dirigentes de RN dicen que fue el mismo Piñera, preocupado de no tensionar las relaciones con la UDI en su campaña presidencial, quien le pidió a Nicolás Monckeberg que intentara impedir un doblaje concertacionista en Cerro Navia. La tarea se veía posible precisamente porque Luis Plaza y Mario Desbordes, en la elección municipal del año anterior, habían conseguido meter una cuña en un distrito que por años fue bastión electoral de la familia Girardi (PPD).
Lo que no calcularon ni Piñera ni Monckeberg, fue la feroz contracampaña que organizó Luis Plaza, cuyos partidarios exigían a Desbordes como candidato. Carlos Larraín, entonces presidente de Renovación Nacional, defendió la postulación de Desbordes. Ni la mediación de Piñera solucionó el problema y fue el comité electoral de RN quien dio de dos a tres meses para que Desbordes desplegara una pre-campaña, al cabo de la cual una encuesta definiría al abanderado. Y si bien Desbordes contaba con el respaldo de las bases locales del partido, el único sondeo hasta entonces disponible mostraba que Monckeberg tenía más apoyo de los votantes: sobre 12 puntos, frente a los dos que marcaba Desbordes.
Lanzada la precampaña, Desbordes fue especialmente activo en las redes sociales. En esos días (junio de 2009) creó cuentas en Twitter, Facebook y Flickr. De hecho, el primer mensaje de su Facebook fue una “avivada”: “Última hora: Comité Electoral de RN confirma a Mario Desbordes como candidato a diputado. Corre la voz…”. En Youtube puso varios videos promocionales.
A medida que se acercaba la fecha en que debía definirse el nombre del candidato, el debate fue aumentando de temperatura. El 3 de julio un centenar de seguidores de Luis Plaza llegaron en tres buses hasta la sede de RN, ubicada en la calle Antonio Varas, de Providencia, donde hicieron una manifestación y repartieron panfletos: “No queremos cambiar carne por charqui”, se leía.
Diez días después Nicolás Monckeberg fue agredido en una feria libre y recibió un proyectil en un ojo. Una piedra, dijo él. Un pomelo, dijeron sus detractores. Lo que haya sido, le provocó una lesión permanente que redujo su nivel de visión. Hasta hoy, la relación entre Monckeberg y la dupla Plaza-Desbordes sigue siendo distante.
Entre las personas que en 2009 agredieron a Monckeberg se cuentan dirigentes vecinales y empleados de la Municipalidad de Cerro Navia que el 17 de abril de este año también atacaron a la diputada Cristina Girardi (PPD) y a dos concejales de esa comuna: Judith Rodríguez (PC) y Nicolás Camus (PPD). Los tres estaban en el edificio de la Contraloría General de la República para entregar una carta que reiteraba siete denuncias por irregularidades en la gestión de Luis Plaza que ya habían sido presentadas al órgano fiscalizador y de las cuales no se conocían avances. Hasta ese lugar llegaron en un bus los partidarios del alcalde. Así quedó expuesto en la denuncia, por agresiones, que los afectados presentaron a la Fiscalía Centro Norte:
“Llega hasta el lugar una micro de la cual descienden algunos funcionarios municipales y otros pobladores de la comuna de Cerro Navia, de los cuales podemos identificar a los siguientes: Gabriela Gell, Bernardo Cariceo, Elba Lemus, Marta Montalba, Danae Vera entre otros. Aproximadamente, un total de 40 personas, quienes comenzaron a amenazar diciendo lo siguiente: ‘Te vamos a esperar afuera para pegarte, a vos gueón ladrón te vamos a sacar la cresta, fuera de Cerro Navia, los vamos a eliminar”.
La diputada Cristina Girardi señaló, en la misma denuncia, que también la amenazaron: “A vos te vamos a ir a reventar la casa”, declaró que le dijeron.
Finalmente, en 2009 dos encuestas efectuadas por el Instituto Libertad sellaron el destino de las precandidaturas: Monckeberg marcó cerca de 16 puntos y aventajó a Desbordes, que obtuvo 13. Con esos resultados, Mario Desbordes desistió de su postulación y Luis Plaza oficializó su renuncia al partido en un arresto dramático que duró apenas cinco meses: una vez pasada la elección, con el triunfo de Monckeberg, en diciembre el alcalde puso fin a su pataleta y volvió al partido.
Mario Desbordes no quedó a la vera del camino. Sebastián Piñera lo llamó para integrar “el equipo de avanzada” de su campaña presidencial. Y cuando llegó a La Moneda, puso a Desbordes en el Ministerio de Defensa, como subsecretario de Investigaciones. Ocupó ese puesto el 16 de marzo y el 23 de diciembre lo dejó, porque el cargo se eliminó al traspasar las dependencias de las policías a Interior.
Desbordes asumió entonces como secretario general de Renovación Nacional, cargo que ostenta hasta hoy. Para celebrar su llegada a la directiva nacional del partido, Luis Plaza organizó un evento en el auditorio de la sede de RN, al que asistieron varios alcaldes y concejales.
El círculo de Luis Plaza sufrió otro revés similar cuando se frustró el plan para llevar a Marcelo Torres a la alcaldía de Maipú. Esa operación comenzó a venirse abajo el 7 de noviembre de 2011. Ese día Carabineros llegó hasta la casa que compartían Paula Díaz y Marcelo Torres en el exclusivo condominio El Algarrobal II, de Colina. La policía había recibido una denuncia de agresión intrafamiliar. No era la primera vez que la mujer denunciaba a su cónyuge por el mismo motivo.
En el verano de 2012, cuando la Fiscalía ya investigaba la agresión, Paula Díaz se reunió con Mario Desbordes en la sede de RN de Antonio Varas. Ella ha dicho que fue a verlo porque había una relación de amistad entre ambas familias y que se veían con cierta habitualidad, porque Desbordes vivía en un condominio vecino y era muy amigo de su cuñado, Gonzalo Torres. De hecho, Paula Díaz asegura que la última celebración familiar que organizó en la casa que habitaba con su marido, antes de la agresión, fue la del 18 de septiembre de 2011 y que asistió Mario Desbordes con su familia.
La ex mujer del concejal Torres ha dicho que fue a ver a Desbordes porque tras su separación necesitaba trabajar y él, antes del quiebre familiar, le había ofrecido ayuda para encontrar un empleo. Mario Desbordes dijo a CIPER que en esa cita Paula Díaz le pidió que intercediera ante Marcelo Torres para que se desistiera de una demanda de divorcio que había presentado y para que aceptara los términos de la separación que ella proponía.
Las tratativas para encauzar la separación en términos satisfactorios para ambas partes quedaron pronto sin fondo: a solo siete meses de las elecciones municipales, Marcelo Torres fue formalizado por la agresión. Esa información fue publicada por El Mercurio del 27 de marzo de 2012. Era una nota pequeñísima, una “caluga” en la jerga periodística, pero suficiente para abrirle a su candidatura un boquete bajo la línea de flotación. Lo que más pesó para mandar al tacho la postulación, fue que Torres había basado su anterior campaña a concejal en una iniciativa para proteger a las mujeres agredidas. Con ese antecedente, el breve texto de El Mercurio resultaba lapidario: “La fiscal le imputó haber golpeado a Díaz en ‘forma brutal y reiterada’, incluso desde antes de casarse”.
Una semana después de la publicación, CIPER difundió una entrevista a Paula Díaz que catapultaría la investigación que hoy tiene a su ex marido y a otras 17 personas imputados por cohecho, soborno y lavado de activos: “Mujer de concejal de Maipú dice que en su casa se hicieron reuniones para favorecer a KDM con millonario contrato municipal”.
Además de las coimas de la basura, la indagatoria de la Fiscalía se amplió hasta incluir irregularidades asociadas a licitaciones de infraestructura educacional y deportiva de Cerro Navia, las que beneficiaron principalmente a sociedades del empresario Lorenzo Pérez. Este último es el que aparece en las escuchas telefónicas de la PDI dadas a conocer el lunes 13 de julio por The Clinic. En ellas, Pérez se contacta con el diputado por Estación Central (UDI), Gustavo Hasbún e intenta comunicarse con el alcalde de esa misma comuna, Rodrigo Delgado, cuando postulaba a una licitación de infraestructura deportiva.
Mario Desbordes dijo a CIPER que la precandidatura de Marcelo Torres no sucumbió por las acusaciones de las coimas de la basura que destapó Paula Díaz ni por otras irregularidades imputadas por la Fiscalía. En su opinión, lo que liquidó la opción de Torres fue la denuncia por la agresión a su ex mujer: “Con ese antecedente era imposible una candidatura”, asegura. Por esa razón, dice el secretario general de RN, él no defendió la postulación de Torres y personalmente le ofreció el cupo para la alcaldía de Maipú a Joaquín Lavín León (hijo del ex ministro Joaquín Lavín Infante). Cercanos a Lavín León aseguran que este inicialmente fue contactado por el mismo Desbordes para que ejerciera como generalísimo de la campaña de Marcelo Torres.
Militantes que participaron en 2012 en la derrotada candidatura a alcalde de Lavín León -quien en 2013 consiguió convertirse en diputado por el mismo distrito-, reconocen que Desbordes lo respaldó desde el inicio, pero también aseguran que a poco andar se produjo una situación incómoda, porque el secretario general de RN siguió defendiendo a Marcelo Torres.
A medida que avanzaba la campaña, Lavín supo de las sospechas que apuntaban a los dos concejales de RN -Marcelo Torres y Carlos Richter- como involucrados en irregularidades para favorecer a KDM. El candidato pidió entonces una reunión con Desbordes y Carlos Larraín y les solicitó que el partido no presentara a ninguno de los dos concejales a la reelección. La respuesta fue negativa. Al final, ambos fueron candidatos: Torres logró reelegirse y Richter fracasó en el intento.
De todos modos Joaquín Lavín León decidió no respaldar ni a Torres ni a Richter. Miembros del equipo de esa campaña dicen que, a su vez, ambos concejales le brindaron apoyo soterradamente al abanderado de la Concertación, Christian Vittori (DC), quien se convirtió en alcalde. Ahora, tanto Vittori como Torres y Richter, están imputados en la investigación que lleva la Fiscalía.
Cuando el candidato de la derecha para la alcaldía de Maipú, Joaquín Lavín León, le negó su apoyo a la campaña a concejal de Marcelo Torres en la elección municipal de 2012, la presidenta comunal de RN, Alicia Lobos, le quitó su respaldo al abanderado oficial del partido. En los círculos políticos locales no causó extrañeza, porque la dirigenta es parte del círculo más estrecho de Torres. Ella trabaja desde octubre de 2010 en la Corporación Municipal de Desarrollo Social de Cerro Navia, la que es dirigida por Marcelo Torres. Está empleada en el área de Salud de la corporación, al igual que el ex concejal de Maipú y también imputado en la investigación de la basura, Carlos Richter (RN).
Además de Alicia Lobos, Carlos Richter y Marcelo Torres, el batallón de dirigentes políticos provenientes de Maipú que se emplearon en Cerro Navia bajo el auspicio del alcalde Luis Plaza, se completó con el nombre del entonces concejal y ahora alcalde de Maipú, Christian Vittori (DC), otro imputado por la Fiscalía.
Vittori y Richter fueron contratados en Cerro Navia cuando la administración de ese municipio la tenía Torres. Ambos trabajaron para la Dirección de Desarrollo Comunal (Dideco), pero el Consejo de Defensa del Estado (CDE) estima que tales trabajos no se realizaron y que el pago de los mismos fue una “sustracción de caudales públicos” (vea el reportaje de CIPER “Las evidencias contra los alcaldes Vittori y Plaza por negocios irregulares en Maipú y Cerro Navia”).
En la Dideco de Cerro Navia trabajan también miembros del círculo de confianza política del alcalde Luis Plaza. Una de ellas es Gabriella Gell, denunciada como una de las personas que agredió en 2009 a Nicolás Monckeberg y a quien se acusa de haber atacado en abril pasado a la diputada Cristina Girardi y a dos concejales de Cerro Navia. En esa última trifulca los denunciantes también reconocieron como agresora a otra empleada de la Dideco: Marta Montalba.
La gestión de Marcelo Torres en Cerro Navia no sólo está bajo la lupa del Ministerio Público. También lo tiene sometido a examen la Superintendencia de Educación. A fines de mayo algunos empleados de la corporación que dirige Torres y que trabajan en el Programa de Integración Escolar (PIE), destinado a niños con necesidades educativas especiales, no recibieron sus remuneraciones. Normalmente estos trabajadores reciben su paga el último día hábil del mes, pero sus remuneraciones de mayo las recibieron recién el 11 de junio. Según los testimonio de los funcionarios municipales, el monto comprometido en el retraso fue de unos $60 millones.
CIPER consultó a la Corporación de Cerro Navia a qué se debió este atraso. La respuesta la entregó el director de Educación de la corporación, Manuel Fallad, quien dijo que “existió un problema de flujo”. La dificultad se produjo, según explicó, porque se acumularon todas las multas pendientes cursadas por la Superintendencia de Educación, las que debieron ser pagadas en mayo, por lo que el dinero de ese mes no alcanzó para cancelar todas las remuneraciones a tiempo. En otras palabras, los fondos del PIE, que solo pueden ser usados en los fines que establece la ley, fueron utilizados para “tapar” otro hoyo de las finanzas de la corporación.
La superintendencia confirmó a CIPER que ha iniciado una investigación formal sobre este punto, la que se inicio por la denuncia de un docente adscrito al programa PIE de Cerro Navia.
Vea la carta enviada por Mario Desbordes y la respuesta de CIPER