SEGUIDORES DEL DURO LÍDER HÚNGARO ORBÁN Y DEL ITALIANO SALVINI
En la vía de Bolsonaro: rostros y estrategia del rearme político del ultranacionalismo chileno
27.09.2018
Hoy nuestra principal fuente de financiamiento son nuestros socios. ¡ÚNETE a la Comunidad +CIPER!
SEGUIDORES DEL DURO LÍDER HÚNGARO ORBÁN Y DEL ITALIANO SALVINI
27.09.2018
Con una exitosa estrategia comunicacional, cuyo último hito fueron los rayados en liceos emblemáticos de Santiago, lograron instalar su discurso anti globalización y contra migrantes y homosexuales. CIPER entrevistó a dirigentes y militantes de estos grupos, rastreó sus estructuras y vínculos con policías y militares e identificó dos vertientes: una política que aspira llegar a las elecciones, y otra que reivindica la violencia y los símbolos neonazis. Al tiempo que en Europa y Brasil emerge un ultranacionalismo avasallador, en Chile el Movimiento Social Patriota (MSP), trata de convertirse en la cabeza de una corriente política que pretende disputar el poder.
La madrugada del lunes 24 de septiembre cuatro liceos del centro de Santiago amanecieron con afiches pegados en sus muros. Las extensas tiras de papel llevaban mensajes con gruesos epítetos en contra de los estudiantes de esos establecimientos: “Aquí se forman mariconcitos”, fue el mensaje que dejaron en el Instituto Nacional; “Eres una puta del sistema”, en el Liceo Barros Borgoño; “Flojo ql”, en el Internado Nacional Barros Arana (INBA) y “Encapuchada culia”, en el Liceo 1.
Fue el estreno comunicacional de “Motín Estudiantil”, el brazo juvenil del Movimiento Social Patriota (MSP), un grupo neo-fascista que ha logrado connotación pública a punta de acciones disruptivas. Son los mismos que colgaron muñecos desde un puente de Providencia, pidiendo pena de muerte para los curas pedófilos; y que más tarde armaron barricadas y derramaron sangre y vísceras en la Alameda, para enfrentar a las mujeres feministas que marcharon el 26 de julio a favor del aborto legal.
La reciente irrupción de “Motín Estudiantil” estaría inserta en una estrategia más ambiciosa del movimiento al que pertenecen (MSP), cuyo objetivo es constituirse como referente político. En entrevista con CIPER, el vocero del Movimiento Social Patriota, Pedro Kunstmann, dijo que el MSP tiene a nivel nacional unos 500 militantes y anunció que se presentarán a las elecciones parlamentarias de 2022:
-Efectivamente, nuestro objetivo es transformarnos en una verdadera opción política, distinta a la izquierda corrupta, a la derecha indiferente y que termine llegando a ser gobierno (ver entrevista).
La estrategia estudiantil del MSP recién se inicia. Hasta ahora, no tiene presencia como colectivo en las dos organizaciones de estudiantes secundarios: ACES y Cones (así lo afirmaron a CIPER sus dirigentes).
Los afiches pegados en los liceos de Santiago es la última aparición pública de grupos de ultraderecha, con nombres nuevos pero con raíces antiguas. De todos ellos, el MSP ha sido el que ha logrado mayor impacto. Se reúnen principalmente en gimnasios y los une un discurso anti inmigrantes, anti aborto y anti homosexuales. Agitan la bandera patriota y su batalla es contra la conspiración “globalista” que busca destruir la familia, la patria y el bien común. Acusan a la ONU, los medios, los empresarios, la izquierda y la mayoría de los partidos políticos de ser parte de esa conspiración. Son muy eficientes a la hora de utilizar noticias falsas para difundir sus posiciones ultra nacionalistas.
Todos estos grupos son los representantes chilenos de un fenómeno mundial: una ultraderecha que renace de la mano de las redes sociales, en tiempos del derrumbe del prestigio de la política, el sistema económico y los medios de comunicación. En un clima de sospecha generalizada, buscan adeptos en foros de internet donde disparan fuerte contra sus enemigos: inmigrantes, gays, feministas, liberales y marxistas. Son la versión siglo 21 de los antiguos seguidores de Mussolini y de Hitler. Y la réplica chilena de Jair Bolsonaro de Brasil, Víctor Orbán de Hungría y Matteo Salvini de Italia.
El discurso más coincidente con sus ideas es el que proclama el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien el 25 de septiembre afirmó ante la Asamblea General de la ONU: “Rechazamos la ideología del globalismo, y abrazamos la doctrina del patriotismo”.
El MSP se formó a fines de 2016, luego de que un grupo de sus fundadores se escindiera de otro movimiento: Acción Identitaria. Uno y otro son como el calco y su copia: patriotas, anti globalización y amantes de las conspiraciones. En su página web, el MSP dice tener células en siete regiones. Usan ese mismo espacio para difundir sus acciones sociales, como la limpieza de basurales y la construcción de casas para perros callejeros. También publican sus reuniones políticas.
El 29 de junio los miembros del MSP se reunieron con el ex diputado Gaspar Rivas, quien en agosto de 2014, siendo aún parlamentario, renunció a RN. En abril de 2016, Rivas se lanzó en el Congreso contra el empresario Andronico Luksic, proclamando que esperaba verlo preso porque era “el máximo delincuente que tenemos por nuestros días”. El entonces diputado finalizó desafiando al empresario: “¡Que se querelle cuando quiera, porque es un hijo de puta!”.
Luksic se querelló y Rivas fue condenado por injurias graves. Ya fuera de la Cámara de Diputados (en 2017 perdió la elección a senador por Valparaíso, obteniendo poco más del 4% de los votos), Gaspar Rivas formó el movimiento Chile Digno, que se inscribe en la misma línea ideológica del MSP.
Estos grupos nacionalistas se definen como anti comunistas y también anti capitalistas. Una mezcla que remite a la línea política fascista iniciada en la Italia de los años 20 y que luego evolucionó en la llamada “tercera posición”.
La reunión del MSP con Gaspar Rivas se desarrolló en el departamento que utiliza ese movimiento como oficina en Santiago centro, en calle Amunategui, a dos cuadras de la Alameda. En esa misma sede, CIPER entrevistó a su vocero, Pedro Kunstmann, quien estuvo acompañado todo el tiempo por Erwin Stock Contesse, el relacionador público del MSP (ver entrevista).
Erwin Stock relató a CIPER que su aprendizaje en relaciones públicas lo hizo como jefe de Comunicaciones de la Academia Superior de Estudios Policiales de la Policía de Investigaciones (PDI), institución a la que perteneció por 30 años. También contó que se fue a retiro en 2012, después de haber hecho gran parte de su carrera en la Brigada de Delitos Económicos (Bridec). Y aseguró haber finalizado su trayectoria con una investigación en contra de sus pares de Pudahuel, que habían formado una red de protección a narcotraficantes. En ella trabajó junto al fiscal Emiliano Arias.
-En 1995 en la PDI me destinaron a Delitos Económicos, y a partir de ahí hice una serie de cursos, en Francia, en Interpol, en servicios secretos… Tengo varias especialidades -señaló a CIPER Erwin Stock.
Aparte del liderazgo que ejercen en el MSP Stock Contesse y el vocero Pedro Kunstmann, en la cúpula del movimiento figuran: Javier Roa (jefe de Propaganda Urbana), Augusto Baquedano (jefe de Redes Sociales) y Leonel León (jefe de Rescate Social). Y en redes sociales aparece Alan Contreras Millán como encargado territorial de La Pintana/Puente Alto y Jorge Morales, en Valparaíso.
El sitio web del MSP fue inscrito en NIC Chile por Rommy Stock, hermana del líder del grupo, Erwin Stock, el 2 de junio de 2017.
Siguiendo el modelo de los movimientos neo fascistas italianos, el MSP tiene un ala benefactora: “Rescate Social”. Bajo ese alero realizan limpieza de pastizales, entrega de comida a “chilenos” en salas de espera de hospitales (la especificación la ponen ellos); donación de sangre y la instalación de casas para perros en parques.
Esta labor social del MSP los emparenta con movimientos similares en Europa: Casa Pound en Italia (movimiento de extrema derecha que transforma casas desocupadas en sedes sociales) y Hogar Social Madrid, en España.
A nivel internacional, todos estos movimientos nacionalistas son catalogados como “fascismos de tercera vía”. En Chile, el MSP utiliza sus mismas consignas, como “la verdad antes que la paz” (como constató un estudio que aparece en una columna publicada en CIPER y que analizó su estrategia en redes sociales).
Aparte de las otras acciones “sociales” ya descritas, el MSP participa de una casa de acogida para adictos a las drogas. Aunque el vocero de la agrupación, Pedro Kunstmann, niega que exista un vínculo orgánico, sí reconoce que militantes del MSP participan de Casavlx, ubicada en Lonquén. Registros en redes sociales muestran que las personas que participan de las actividades de Casavlx, utilizan los mismos símbolos que el MSP, como la bandera chilena y la estrella de ocho puntas (arraigada en regiones españolas y en la cultura mapuche).
Los organizadores de esa casa de rehabilitación también hacen charlas en colegios. El 25 de junio pasado, por ejemplo, hicieron en el Liceo de Aplicación una exposición contra el uso de drogas ilícitas.
Entre sus militantes, el MSP potencia ciertas disciplinas, como el propósito de una vida sin drogas y con un marcado sello por él acondicionamiento físico. De allí su afán por concurrir a gimnasios, las artes marciales y excursiones periódicas en la Quebrada de Macul.
De hecho, Pedro Kunstmann señaló a CIPER que el movimiento nació en torno a un taller de artes marciales en Macul. Mientras que varios de sus miembros se juntan en el gimnasio “Tierra Indomable”, ubicado al final de la Avenida Grecia, muy cerca de la Universidad Adolfo Ibáñez.
La participación de miembros o ex integrantes de las policías y Fuerzas Armadas en movimientos nacionalistas, no es una rareza ni en Chile ni en otros países y por antigua tradición. Así como Erwin Stock Contesse ejerce hoy un liderazgo en el MSP, otros ex uniformados lo tuvieron en grupos como Patria y Libertad a principios de los años 70.
Lo que sí preocupa y es motivo de indagaciones de inteligencia, es la participación de uniformados y policías activos en estos movimientos. Sobre todo por la experiencia que tienen en el uso de armas de fuego. En Puente Alto aún hay huellas de una violenta banda neonazi que en 2006 golpeaba a punks, travestis y comunistas y en la que participaban carabineros y militares.
La investigación judicial del asesinato del joven punk Tomás Vilches, en el Persa Biobío, en abril de 2006, logró develar la estructura de ese grupo. Y fue en los allanamientos a las casas de los asesinos de Vilches, donde aparecieron pruebas de la participación de miembros de las Fuerzas Armadas en el grupo: un capitán, dos cabos y un soldado dragoneante del Ejército; un cabo reservista de la FACh y dos cabos de Carabineros.
El líder de ese grupo era Esteban González Araneda, más conocido como “Tito Van Damme”. Su nombre reapareció en Puente Alto en julio pasado en un afiche con su rostro que fue pegado en muros del Hospital Sotero del Río. Allí lo señalaban como uno de los fundadores del MSP.
Pedro Kunstmann, vocero de los social patriotas, fue tajante al negar en entrevista con CIPER la vinculación de Esteban González con su organización. Al parecer es cierto: la indagación de CIPER no encontró nexos visibles, más allá de su adscripción a ideas nacionalistas y su afición por las artes marciales.
Cuando Esteban González fue condenado a seis años de cárcel por el asesinato de Tomás Vilches (se entregó luego de estar varios meses prófugo), era el encargado del Gimnasio Clan Celta, el que frecuentaban carabineros de la 20° Comisaría (Puente Alto) y soldados del Regimiento de Infantería del Ejército, también de esa comuna. Ese mismo gimnasio fue reinaugurado el 2 de septiembre de 2017 (en Santa Elena 491) y González Araneda, ya libre, reapareció como su maestro.
Al momento de reestrenar el gimnasio de su propiedad, “Tito Van Damme” tenía otro trabajo: jefe en JCA Security, empresa de seguridad cuyos guardias solo cumplen funciones para la Municipalidad de Puente Alto. JCA tiene historial: en 2011 los estudiantes secundarios denunciaron que guardias municipales neonazis los agredieron mientras mantenían tomados liceos en la comuna, y en 2012 el PC acusó a guardias de esa misma empresa de atacarlos con armas de fuego durante la campaña municipal de ese año.
Consultado por CIPER, el dueño de JCA Security, Jorge Cifuentes Almazabal, descartó que sus empleados estuvieran implicados en los ataques a los liceos en 2011 o en la violencia de la campaña municipal de 2012. Sobre la participación de Esteban González Araneda en grupos neonazis, dijo: “Lo están juzgando por algo que ya pasó y le están coartando su libertad de trabajar”.
Pero CIPER ya había hecho una indagación sobre la vinculación de Esteban González Araneda con la empresa de seguridad contratada por la Municipalidad de Puente Alto. Primero, el 1 de agosto, en el municipio aseguraron que no lo conocían. Un día después, informaron que González Araneda había sido desvinculado de JCA Security ese mismo día.
La versión del municipio fue confirmada a CIPER por el dueño de JCA, Jorge Cifuentes, quien relató que desde el municipio le pidieron que lo despidiera, lo que se sumó a otros problemas laborales de “Tito Van Damme”.
González Araneda sigue siendo un neonazi. Registros de redes sociales lo muestran utilizando el “HH” (Heil Hitler) a modo de saludo en grupos. En otros, él ocupa en sus escritos el número “88” (Heil Hitler, debido a la posición de la letra H en el abecedario). En Facebook se le ve en fotografías luciendo una cruz celta colgada a su cuello, la que también aparece tatuada en la cara interior de su antebrazo izquierdo. La misma cruz celta, un símbolo reivindicado por grupos nazis en el mundo, es el logo de su gimnasio: Clan Celta.
El socio de González Araneda en la administración de Clan Celta, es Juan Pablo González Von Jentschyk, con quien también comparte la sociedad Tyr Supply, que se dedica a la venta de implementos deportivos.
A Clan Celta asisten familiares y amigos de la dupla. Entre ellos, Mario Campos Godoy, quien dice pertenecer al grupo nacionalista Acción Identitaria, del que se escindió el MSP a fines de 2016.
Más allá de si actualmente milita, Esteban González genera respeto transversal entre neonazis y patriotas. Un joven que ya no pertenece a esos grupos y que pidió reserva de su identidad, dijo que hace un par de años participó con González en entrenamientos en la Quebrada de Macul y en el Embalse El Yeso (Cajón del Maipo). Y se encontró varias veces con “Tito Van Damme” en una casa del Barrio Brasil, donde integrantes de distintas organizaciones nacionalistas preparaban sus acciones de propaganda y las llamadas “barridas”: golpizas nocturnas a indigentes, punks, homosexuales, travestis, inmigrantes y flaites.
Nada nuevo para “Tito Van Damme”. En 2004 lideraba el grupo White Power, el que fue desbaratado luego de que le propinaran una golpiza a una joven punk. Luego vino el asesinato de Tomás Vilches en 2006 y su condena a seis años. Después de recuperada su libertad, reapareció como jefe de los guardias de seguridad de Puente Alto y en 2017 reinauguró su gimnasio. Ahora la historia se sigue escribiendo.