MINISTERIO DE LA MUJER NO INFORMA CÓMO HAN FUNCIONADO NUEVOS DISPOSITIVOS DE ALERTA
Mascarilla 19: Los vacíos de las políticas para enfrentar el aumento de la violencia contra la mujer en la cuarentena
15.05.2020
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MINISTERIO DE LA MUJER NO INFORMA CÓMO HAN FUNCIONADO NUEVOS DISPOSITIVOS DE ALERTA
15.05.2020
El código “Mascarilla 19” que deben usar las mujeres que sufren violencia doméstica no está funcionando en todas las farmacias. A 20 días de su puesta en marcha, el Ministerio de la Mujer no respondió a CIPER las consultas sobre el balance de la iniciativa, adoptada por el incremento de las agresiones durante el primer mes de las cuarentenas. Ahora que el encierro afectará a 32 comunas y casi 7 millones de personas en la Región Metropolitana, el aumento puede ser mucho más grave. Los otros dispositivos para auxiliar a las mujeres –un teléfono, un whatsapp y un chat– reciben a diario más de 600 llamados y 190 mensajes, pero no se sabe cuántas mujeres han encontrado una solución efectiva a través de estos canales.
“Quiero una mascarilla 19”. La novedosa “clave” que deben usar las mujeres en los mesones de venta de las farmacias para alertar que están sufriendo violencia en el hogar causó furor en la prensa. El mecanismo fue presentado por el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género (Mimeg) el 25 de abril y un racimo de reportajes y notas le dieron una generosa cobertura. Lo que no se ha hecho hasta ahora es entregar un balance del funcionamiento de esta iniciativa, adoptada por la autoridad debido a que en el primer mes de las cuarentenas por Covid-19 aumentaron los casos de mujeres que, obligadas al encierro con sus parejas, estaban siendo agredidas. CIPER lo pidió al Mimeg y no recibió respuesta.
Por eso, fuimos a farmacias y preguntamos por la “mascarilla 19”. Esta fue la respuesta tipo:
-No, señorita, ni 19 ni de ningún tipo nos quedan.
Nadie simuló una venta y pidió datos como nombre, RUT, teléfono y dirección, para enviar ayuda a la denunciante. Una respuesta desalentadora para aquellas mujeres que de seguro se han armado de todo su valor para recurrir a esta “clave”.
Funcionarias que trabajan en el Mimeg en áreas relacionadas con Violencia Intrafamiliar (VIF) dijeron a CIPER que también han hecho la consulta en farmacias y han obtenido respuestas similares. Agregaron que no han recibido información, al interior del ministerio, sobre qué tipo de ayuda se activa cuando el código “mascarilla 19” sí es procesado correctamente en una farmacia. ¿Se envía a Carabineros al domicilio de la denunciante? ¿Se le facilita auxilio legal? ¿Cuántas mujeres han usado esta vía y, de ellas, cuántas han encontrado una solución efectiva al problema?
Todas estas preguntas fueron hechas por CIPER al Mimeg el pasado 7 de mayo. Desde el Mimeg solo indicaron que el dependiente de la farmacia debe entregar los datos al 1455 (teléfono que proporciona orientación a las mujeres) o a Carabineros, pero en la respuesta de la cartera no quedó claro que la mujer reciba un auxilio concreto.
El único dato duro que obtuvimos es que desde que comenzaron a operar los denominados “canales de información silenciosa” –lanzados junto con la “mascarilla 19”– para que las mujeres pidan ayuda por teléfono, Whatsapp o chat, se reciben diariamente sobre 600 llamadas, 150 whatsapps y 40 mensajes. ¿Cuántas mujeres obtuvieron una solución a través de esos canales? ¿Cuántas realmente confirmaron una denuncia legal o consiguieron alejarse del agresor? Esos datos no fueron entregados. Aunque desde el ministerio indicaron que estos dispositivos solo proporcionan orientación y no son un canal de denuncia, no se sabe si hay un seguimiento posterior para determinar si estas vías realmente originan denuncias o distanciamiento.
La alerta por el aumento de violencia intrafamiliar (VIF) se activó en las primeras semanas de marzo pasado. Entonces, las cuarentenas en la Región Metropolitana solo afectaban a siete comunas (Lo Barnechea, Vitacura, Las Condes, Providencia, Santiago, Ñuñoa e Independencia). Un millón y medio de personas debían permanecer en sus hogares y los llamados a los teléfonos de orientación 1455 (del Mimeg) y 149 (de Carabineros) aumentaron. A mediados de abril, por ejemplo, en Providencia habían crecido en un 500%. A fines del mismo mes, el gobierno informaba que las llamadas al 1455 se incrementaron en un 70% en marzo.
La nueva ministra de la Mujer, Macarena Santelices, informó el lunes 11 de mayo que, durante abril, los llamados al teléfono de orientación crecieron en un 63% en relación a marzo. Y los que recibe el 149 (Fono Familia de Carabineros) han tenido un incremento del 119% en el mismo tiempo (aunque un 17% son “pitanzas”).
Ahora, con una cuarentena que a partir de esta noche se extenderá a 38 comunas de la Región Metropolitana -obligando a casi 7 millones de personas a confinarse-, el riesgo es que los llamados sigan aumentando, por lo que urge saber cómo ha funcionado el sistema y qué tipo de soluciones reales ha ofrecido a las denunciantes.
Según la Subsecretaría de Prevención del Delito, un 38% de las mujeres del país son violentadas en el hogar. En lo que va del año, 14 han sido asesinadas por sus parejas y otras 35 estuvieron a punto de serlo. La Fiscalía publicó a principios de abril que “el delito de femicidio mostró un alza significativa de un 250% en los ingresos, que se explica por el aumento de este ilícito en su carácter de frustrado, subiendo de 4 delitos en marzo de 2019 a 18 en marzo de 2020”.
El Fiscal Nacional, Jorge Abbott, indicó en su cuenta pública de este año que las denuncias por violencia intrafamiliar han bajado, pese al aumento del número de llamados a los teléfonos de emergencia. Entre marzo y abril cayeron en un 20% las denuncias por delitos de violencia intrafamiliar, lo que se profundizó en la primera quincena de abril, con una baja del 40%.
Al respecto, Abbott dijo: «La restricción del tránsito libre ha impedido realizar muchas de esas denuncias, lo que hace urgente que las víctimas más vulnerables, como lo son mujeres, niños, niñas y adolescentes, tengan a su disposición canales expeditos para denunciar y recibir protección lo más pronto posible«.
El 25 de abril el Mimeg lanzó iniciativas como parte de su “Plan de contingencia por coronavirus” para “resguardar a cada una de las mujeres de nuestro país que están expuestas durante la cuarentena, ya que, podría aumentar el riesgo de sufrir situaciones de violencia por parte de sus parejas o convivientes”. Una de esas iniciativas fue la “mascarilla 19”. La otra, los “canales de comunicación silenciosa” que funcionan durante las 24 horas de los siete días de la semana: el whatsapp de contacto +56997007000 y el chat 1455, disponible en el sitio del ministerio y del Servicio Nacional de la Mujer (Sernameg).
La subsecretaria de la Mujer y la Equidad de Género (entonces ministra subrogante) Carolina Cuevas, fue quien anunció las estrategias: “Cuál es la invitación y cuál es la estrategia: es tener cada vez más herramientas para que las mujeres puedan escoger, y usar aquella que les acomode más. Aquella que le es posible, la que está más a la mano. Alguna nos va a llamar por teléfono, alguna no va a poder llamar por teléfono porque va a estar confinada en su casa en un espacio pequeño y no va a poder hablar. A lo mejor nos va a poder mandar un chat silencioso. A lo mejor no va a tener ninguna de esas opciones, y va a tener la opción de salir, ir a la farmacia y ahí hacer el contacto y hacer la alerta que necesita hacer”.
Tanto la Mascarilla 19 como los chats y números de emergencia (149 y 1455) sirven para entregar orientación. Las entre 600 y 700 personas que llaman diariamente al 1455 reciben instrucciones sobre lo que deben hacer si están sufriendo una situación de violencia. Lo mismo los 150 whatsapps y 40 mensajes vía chat que se reciben cada día. A través de esos canales se les preguntan qué les pasa, el tipo de violencia que están viviendo y si tienen personas que las puedan recibir si deben escapar de sus hogares, entre otras cosas. En el caso de la “mascarilla 19”, la idea es que ese contacto con los teléfonos o chats de emergencia -que la mujer no puede hacer- lo haga quien la atienda en la farmacia.
CIPER consultó al Mimeg por el protocolo que se impartió a los dependientes de farmacias. En su respuesta, el departamento de comunicaciones indicó que debíamos remitirnos a la información disponible en el sitio web, que indica que “todas las mujeres que se encuentren en una situación de riesgo o peligro para su integridad física, psicológica y/o sexual, puedan acercarse a su farmacia más cercana y, a través de la palabra clave, el farmacéutico la contactará con el Fono de orientación 1455 y en los casos más graves con Carabineros de Chile”. Según la respuesta, “cada cadena farmacéutica envió a todos sus trabajadores internamente el protocolo (que es lo que aparece en la web) y un vídeo interno para ellos”.
El problema es que, según denuncian trabajadoras del mismo ministerio, esos dispositivos no están funcionando. Según indicaron a CIPER, el primer día en que operó el whatsapp de emergencia había solo dos personas respondiendo los casi mil mensajes que llegaron, lo que llevaba a una demora de aproximadamente media hora para dar una respuesta. Tatiana Hernández, investigadora del Observatorio de Género y Equidad, precisó a CIPER otro problema que se puede presentar: que las mujeres simplemente no tengan acceso a un teléfono.
-Cuando generas un dispositivo que supuestamente intenta que el Estado llegue a las mujeres, se te olvidan todas las mujeres que geográficamente o por un tema de recursos económicos no tienen acceso ni a internet ni a un dispositivo móvil-, señala.
Carolina Farías, secretaria de la Asociación Nacional de Funcionarias/os del Mimeg y sicóloga de la Secretaría Regional Ministerial Metropolitana (Seremi) del Mimeg que trabaja atendiendo víctimas de violencia, agrega que también ocurre que no todas las funcionarias y funcionarios que deben trabajar “de manera remota” por la pandemia tienen a disposición un teléfono o un computador con conectividad adecuada para responder los mensajes.
El caso de la “mascarilla 19” es aún más crítico. Según comentaron a CIPER, diversas agrupaciones feministas fueron a distintas farmacias de cadenas (Ahumada, Salcobrand o Cruz Verde) a pedirla. La respuesta habitual: “No nos quedan”.
Carolina Farías dijo a CIPER que ella también fue a probar a una farmacia en Santiago Centro y de nuevo lo mismo: “No hay”. A su juicio, estas son “campañas publicitarias más que otra cosa, porque no se capacita”. Y explica otros problemas:
-Es una medida que, si bien es buena, tampoco es para todo Chile, porque las mujeres que están en territorios más alejados, que no tienen farmacias en su comuna, ¿qué hacen?
La dirigenta señaló que ella trabaja directamente viendo problemas de violencia en la Región Metropolitana y que ni ella ni otras profesionales que se ocupan directamente del tema han sido convocadas para discutir este tipo de iniciativas. Vesna Madariaga, presidenta de la Asociación Nacional de Funcionarias/os del Mimeg y profesional de la División de Políticas de Igualdad, dijo a CIPER que desconocen cómo fueron diseñadas estas iniciativas, y que no se ha considerado a para ello a quienes trabajan técnicamente en el Ministerio, precisamente, en el tema:
– Desconocemos quiénes están diseñando estas iniciativas, como «la mascarilla 19», y si tienen experiencia y trayectoria. Y en la ejecución, cuando se tienen que implementar por parte de nuestra funcionarias, no se informan internamente en el Ministerio las orientaciones técnicas de ese diseño ni tampoco se cuenta con un protocolo que sea conocido y altamente difundido entre quienes debemos estar cabalmente informadas e informados. Nosotras deberíamos ser las primeras en disponer de un protocolo y no lo tenemos.
CIPER consultó al ministerio quiénes componen el equipo que diseñó estas políticas, pero no hubo respuesta.
El llamado ha sido a que las mujeres denuncien y que, si lo necesitan, se salten la cuarentena y el toque de queda y pidan ayuda. La generala de Carabineros y jefa de zona de Prevención y Protección de la Familia, Berta Robles dijo hace algunos días: “Toda mujer que esté siendo víctima de violencia intrafamiliar, no importa si su comuna está en cuarentena, no importa si es horario de toque de queda, si tienen que salir para pedir ayuda, personal de Carabineros las acompañará, las ayudará y les tomará la denuncia”.
Carolina Farías dice que el problema de fondo es que no hay una oferta concreta de apoyo habitacional y económico para la mujer que se decide a denunciar: “Si el ministerio hace una campaña en que le dice a las mujeres ‘rompan la cuarentena, no importa, salgan y denuncien’ y ellas toman la decisión, pero sus casos no son de riesgo vital, ¿qué se hace con ellas cuando no tienen redes de apoyo familiares o comunitarias?… Lo único que el Ministerio les ofrece es la derivación a un centro de la mujer para el apoyo, la contención y la representación jurídica, de ser necesaria. Pero no una solución habitacional. Ahí quedan a la deriva”.
La experta en género Tatiana Hernández explicó a CIPER:
-La mujer que llega a pedir la “mascarilla 19” ya no resiste más, la violencia la desborda. Y creo que hay una mirada súper errada de no comprender que no puedes generar un dispositivo de esa magnitud sin generar condiciones para reforzar la confianza debilitada que hoy tienen las mujeres con la institucionalidad. Si las mujeres no confían en las instituciones es porque no les dan la respuesta con la urgencia que requieren, es porque está en juego su vida. Entonces, cuando tú vas y pides la mascarilla y el farmacéutico te dice ‘no nos queda’, no generaste las condiciones, las capacidades, para que las mujeres puedan pedir ayuda.
La baja efectividad de estas medidas queda graficada en el número de víctimas de violencia intrafamiliar que finalmente presenta una denuncia ante la Fiscalía. El Ministerio Público informó a CIPER que en abril se registraron, a nivel nacional, un 25,6% menos respecto del mismo mes en 2019. Con excepción de algunas regiones (Antofagasta y Atacama), en todo el país las denuncias ante las fiscalías han bajado, especialmente en las de Aysén (de 68 a 45), Maule (de 650 a 455), Metropolitana Occidente (de 1.224 a 750) y Metropolitana Sur (de 1.157 a 687) (vea esa tabla aquí).
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La última medida que ofrece el sistema a las mujeres que enfrentan riesgo crítico o vital son las 43 Casas de Acogida que hay en el país. La dirigenta del Mimeg Vesna Madariaga explica que no son para todas la mujeres, y que se deben cumplir ciertas condiciones para su ingreso: “Puede ser por diferentes vías, lo determina el equipo técnico que atiende el caso desde Sernameg o lo determina el fiscal en el marco de una denuncia, si es que las mujeres no tienen otra red de apoyo, o lugar seguro donde estar. Las casas tienen un perfil restringido, no es de acceso para todas las mujeres. Son para aquellas que están en situación de riesgo grave, riesgo de vida o vital, su nivel de ocupación hoy es cercana al 55% a 60%. Las mujeres que no están en una situación de riesgo grave o de vida y que se encuentran igualmente viviendo violencia, en la actualidad no cuentan con una oferta de protección asociada a su condición, un lugar de protección para salir de sus casas”.
Madariaga agrega que el foco podría estar puesto también en el control del agresor: “En esto se ha avanzado casi nada como Estado y es responsabilidad multisectorial. No es la mujer la que debería salir de su casa, debería mantener el espacio propio con sus hijas o hijos, siendo un lugar de seguridad, protección y desarrollo». Esto, explica la dirigenta, es especialmente urgente debido a lo que indican algunas aproximaciones: «En la ocurrencia de femicidios gran parte de ellos cuenta con denuncias previas y en varios casos con más de una denuncia. Asimismo, un porcentaje no menor de femicidios, cercano al 20%, contaban con medidas cautelares, de protección y alejamiento.