EL FABRICANTE ROCHE, QUE TAMBIÉN PROVEE A CLÍNICAS, NO PUEDE MANTENER ABASTECIMIENTO
Analiza hasta 1.400 test diarios: principal laboratorio público se queda sin insumo para procesar exámenes Covid
14.05.2020
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EL FABRICANTE ROCHE, QUE TAMBIÉN PROVEE A CLÍNICAS, NO PUEDE MANTENER ABASTECIMIENTO
14.05.2020
Aunque el ministro Mañalich informó que la suspensión de exámenes Covid solo afecta a laboratorios privados, el más importante de los centros de análisis de la red pública está al borde de paralizar el procesamiento de esos test. El laboratorio del Hospital Lucio Córdova analiza entre 1.200 y 1.400 test diarios, pero requiere un reactivo que solo fabrica la multinacional Roche -que también provee a centros privados-, la que no puede sostener el abastecimiento ante la alta demanda. En medio del aumento de los contagios, los restantes laboratorios públicos también enfrentan problemas: tienen stock de reactivos limitados y tendrán que absorber la demanda que antes cubría los privados. Responsables de los laboratorios estatales informaron estas dificultades al Minsal y piden que la autoridad ordene dar prioridad a los exámenes de pacientes graves para ahorrar recursos.
El lunes uno de los principales proveedores de los reactivos que sirven para realizar los exámenes que detectan el Covid-19, Roche, alertó a los laboratorios que usan su producto que si la demanda continuaba creciendo, no iban a poder seguir haciendo las entregas. La sostenida alza de estos exámenes en Chile (pasando de un promedio diario de 5 mil a 10 mil desde inicios de mayo), junto con la alta demanda mundial por estos productos, serían factores que provocaron la crisis. El martes 12 de mayo numerosas clínicas y laboratorios privados anunciaron que suspendían la toma del examen PCR.
El miércoles 13 el ministro de Salud, Jaime Mañalich, en el habitual punto de prensa para informar las estadísticas diarias sobre Covid-19, informó que la crisis está radicada exclusivamente en los laboratorios privados, los que tendrían que volver a practicar PCR solo a pacientes sintomáticos (como se hacía antes de que se conocieran el explosivo avance del contagio). El ministro aseguró que los laboratorios de la red pública no tenían problemas de stock y que, incluso, podrían facilitar productos a los privados. No obstante, en la tarde y noche del día anterior –martes 12– los encargados de los principales laboratorios públicos y algunos funcionarios del Minsal se comunicaron a través de un chat y compartieron información que indica que los centros de la red pública también están afectados por la crisis.
El punto más grave es que el principal laboratorio de la red pública, el del Hospital Lucio Córdova, requiere del reactivo que fabrica Roche para procesar los test PCR. Ese centro funciona con análisis automatizados y sus máquinas sólo pueden operar con los insumos que proporciona la multinacional farmacéutica. El laboratorio del Lucio Córdova puede procesar hasta 1.400 test diarios, cerca de un 10% de las muestras que se estaban analizando diariamente a nivel nacional en las últimas semanas, antes de que los laboratorios privados pararan con los exámenes Covid. De esta forma, si la salida de los centros privados implica una disminución del 50% de los exámenes, con la baja del Lucio Córdova podría ser mayor.
El aviso de Roche, la suspensión de los exámenes en los laboratorios privados y los problemas que empiezan a afectar la producción de los centros públicos, llegan en un momento complejo. Fueron el aumento sostenido de laboratorios que pueden procesar el test PCR –en marzo solo era cuatro y hoy son cerca de 70– y el incremento en el número de exámenes diarios, los dos factores que en los últimos días han permitido tener una estadística más fidedigna sobre el agresivo avance de la pandemia que antes no estábamos viendo: la curva de contagios se disparó y la tasa de positividad (el porcentaje de exámenes que arroja positivo respecto del total) alcanzó un 25%. Los exámenes informados el 12 de mayo fueron 10.410, y de ese total 2.660 fueron positivos.
En paralelo, han comenzado a saturarse las unidades de cuidado intensivo (UCI) de la Región Metropolitana. Según el reporte de la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva (Sochimi) del 12 de mayo, el 90% de las camas UCI de la región están ocupadas.
Con este telón de fondo, el Ministerio de Salud (Minsal) decretó una cuarentena total del Gran Santiago desde el próximo viernes. Estas medidas se adoptan sobre la base de las estadísticas que se obtienen a partir de los exámenes PCR que se practican a diario, por lo que un corte en el proceso que ha permitido aumentar los test puede afectar toda la cadena. Hoy, el 50% de los exámenes se analizan en laboratorios privados y otra parte significativa en el Hospital Lucio Córdova, por lo que podríamos volver a cifras diarias de menos de cinco mil test (la cantidad que se hacía antes de que quedara en evidencia el aumento de los contagios) si solo quedan operando los restantes laboratorios del sector público. Pero si estos últimos también enfrentan problemas, la caída puede ser peor.
En las comunicaciones que intercambiaron los encargados de laboratorios públicos y funcionarios del Minsal en la noche del martes 12, se informó que estos centros de análisis tienen stock suficiente para seguir operando en los próximos días, pero que hay riesgo de que los reactivos comiencen a escasear y que no se repongan a tiempo. Además, se dio por hecho que gran parte de la demanda que era absorbida por el sector privado ahora tendrá que asumirla la red pública.
La conclusión fue que no resulta sostenible seguir realizando un muestreo tan masivo como el que se venía haciendo en los últimos días y que, tal como lo recomendó Mañalich a los laboratorios privados, los del sector público también deben hacer el test solo a los pacientes sintomáticos. En síntesis, le piden al Minsal que señale los casos prioritarios que se deben atender para optimizar el uso de los recursos.
La disminución de exámenes realizados ya se empezó a notar. Si hace una semana 58 laboratorios informaron sus resultados, este martes solo lo hicieron 45. Desde los hospitales también han señalado que los resultados de los exámenes están demorando. Solo el Hospital San José tiene 400 exámenes pendientes de confirmación, la que puede tardar hasta cuatro días.
La demora en la entrega de los exámenes ha influido también en que se pierdan muestras tomadas. El alcalde de Cerro Navia, Mauro Tamayo, denunció que 1.200 exámenes pendientes en la zona occidente de la capital se habrían perdido porque las muestras caducaron. Esa información fue confirmada a CIPER en laboratorios públicos de Santiago, donde señalaron que el laboratorio del Hospital San Juan de Dios se vio sobrepasado por la gran cantidad de muestras a analizar y que debió enviar una parte de ellas a laboratorios de regiones. En ese intertanto, algunas vencieron.
Según señalaron fuentes de varios laboratorios, que pidieron resguardo de identidad porque los servicios de salud no los autorizan a hablar con la prensa, el tiempo máximo de duración de una muestra es de 72 horas.
Los encargados de laboratorios públicos con los que conversó CIPER confirman que desde que comenzó la pandemia este sería el segundo quiebre de stock de reactivos para PCR. El primero ocurrió hace más de un mes, pero no trascendió. Entonces, el Minsal corrigió el problema con prontitud. Algo que ahora también puede suceder, aunque el mercado internacional hoy está mucho más tensionado por la alta demanda y la cantidad de test que se están haciendo en Chile es también mayor.
De hecho, el Minsal cuenta con una reserva de 200 mil kits para toma y análisis de exámenes PCR que fueron donados por la Confederación de la Producción y el Comercio, los que están acopiados en una bodega en Pudahuel. La pregunta es porque no se han compartido esos insumos con los laboratorios privados si la autoridad tiene un manejo centralizado de todos los recursos del país para enfrentar la pandemia (vea reportaje de CIPER “El misterio de los 200 mil kits para detectar Covid-19: ¿por qué se mantienen en una bodega del Minsal?”).
¿La cantidad de exámenes que se dejarán de realizar, tras la suspensión anunciada por laboratorios privados, es una amenaza para rastrear la curva de contagios que ha mostrado una agresiva alza en los últimos días? Para responder con precisión, habría que conocer cuántos exámenes tomaba cada uno de estos centros de salud y, de acuerdo con la investigación de CIPER, esa información solo la conocen las propias clínicas y el Minsal. Fuentes de la cartera indicaron que ni siquiera a la Mesa de Datos convocada por el Ministerio de Ciencias, que trabaja modelando la proyección de la pandemia en cada una de las comunas del país, se le ha traspasado esa información.
El proceso de análisis de un examen PCR, el más complejo pero a la vez más fiable para detectar Covid-19, consta de tres partes. La primera es la toma de la muestra, que se logra introduciendo una tórula (una especie de cotonito largo) por la nariz o garganta de la persona, para obtener mucosidad, que es lo que se analiza. Cuando esa muestra ya está en el laboratorio se debe extraer material genético de ella, proceso que se llama “extracción” y que puede ser automático o manual. Cuando es manual, puede tardar tres veces más que si es automatizado.
La tercera fase es la amplificación: multiplicar la muestra genética para hacerla detectable. Para la “extracción” y para la “amplificación” se usan reactivos distintos. Hace un mes hubo un quiebre de stock de reactivos para hacer la extracción de manera automatizada. Entonces el Minsal saltó ese obstáculo adquiriendo reactivos para hacerlo de forma manual, lo que toma más tiempo, pero es igual de efectivo.
Los únicos laboratorios que pudieron seguir haciendo la extracción de forma automatizada fueron los que tenían equipos de Roche, que solo funcionan con un reactivo que entrega esa compañía. En ese grupo se incluyen varios de los laboratorios privados, que tienen equipos de última generación.
El problema ahora es que lo que está escaseando son los reactivos para la “amplificación” del material genético. Esa parte final del análisis se hace siempre con una máquina, la que puede ser “abierta” o “cerrada”. Cuando es abierta, puede funcionar con reactivos de distintos proveedores. Pero cuando es cerrada, solo lo hace con los reactivos de una marca específica. Es lo que habría sucedido con los laboratorios privados, luego de que Roche informara este lunes que no podía seguir proveyéndolos al ritmo que lo venía haciendo.
Por eso los comunicados de las clínicas y centros privados hablaron de un “quiebre de stock” para justificar su decisión de pausar el muestreo. Esa información fue confirmada a CIPER en las centrales telefónicas de atención a usuarios de varias clínicas y centros médicos.
En la Clínica Dávila dijeron que se había suspendido el examen por la “falta de un material que afectó a varias clínicas”; en la Santa María aseguraron que “no tomaremos PCR por unos días por la falta de un reactivo”; en Integramédica apuntaron que “hubo un problema de proveedor a nivel mundial”; y en la red UC Christus agregaron que “no hay stock de un reactivo para procesar los exámenes PCR”.
Todos los centros privados consultados recomendaron asistir a un recinto público para hacerse el examen. Justamente lo que temen los laboratorios de la red estatal.
Jeannette Dabanch es infectóloga del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, y ex presidenta de la Sociedad Chilena de Infectología. Ella señaló a CIPER que actualmente en el Hospital Clínico “todavía tenemos la posibilidad de hacer diagnóstico para el paciente que se hospitaliza, es decir, para el paciente grave. Lo que no podemos seguir ofreciendo es el examen de forma ambulatoria para todo quien lo solicite”.
Dabanch agregó que “el gran proveedor para la mayoría de los hospitales es Roche, en lo que se refiere a biología molecular. Los equipos que se utilizan para hacer el examen están validados para ciertos insumos, y muchos de los equipos están validados para Roche. Pero este es un problema a nivel mundial, porque todos están necesitando de la técnica, y todos necesitan insumos, y los insumos no son ilimitados. Acá en Chile hubo un aumento significativo en el número de personas que solicitaban el examen, una llamada de la autoridad sanitaria a concurrir y solicitar el examen, que está bien porque el pilar es la detección del infectado, para así aislarlo y buscar a sus contactos. Sin embargo, no nos dio el número de insumos con este aumento de casos que hemos tenido al trasladarse la epidemia a áreas más vulnerables. Ha sido un sinnúmero de situaciones que han llevado a que estemos usando más el insumo y con un proveedor que no tiene, probablemente, insumos ilimitados”.
Desde Roche respondieron a CIPER que “entendemos la actual situación de alta demanda por test adicionales, la que incluso se multiplicó varias veces durante los últimos días”. No confirmaron el quiebre de stock, pero tampoco lo descartaron. Se limitaron a decir que en las últimas semanas habían cumplido con los requerimientos de sus clientes. Cuando CIPER insistió, respondieron: “No podemos comentar acuerdos que se establecen directamente con los diversos actores de la salud. Debemos honrar estas relaciones de reciprocidad”.
No hay claridad de cuántos laboratorios pueden verse afectados por la escasez de reactivos de Roche. Para tener esa cifra, habría que saber cuántos de ellos, públicos y privados, funcionan con las máquinas automatizadas cerradas de Roche. Hasta ahora, los laboratorios públicos que trabajan con equipos automatizados abiertos, han podido suplir la falta de reactivos comprando a otros proveedores.
Cada uno de los kits con reactivos para procesar el examen de PCR puede rendir para analizar 25 o 250 muestras, dependiendo de la presentación que ofrece cada proveedor. Órdenes de compra revisadas por CIPER en Mercado Público muestran que un kit puede costar cerca de $200 mil.
El Minsal debiera tener la información con el detalle de la situación de cada laboratorio público, ya que cuando se inició la pandemia realizó un catastro de ellos para establecer cuánto personal tenían, con qué capacidad contaban para procesar muestras y qué tipo de equipos utilizaban.
“Suspensión procesamiento de muestras para SARS COV_2 en ISP”. Ese es el asunto de un correo electrónico enviado desde el Departamento de Laboratorio Biomédico del Instituto de Salud Pública (ISP) a diversos centros de análisis de exámenes el pasado lunes 11 de mayo.
El e-mail explica que debido al creciente número de muestras que está recibiendo la institución y a que existen “numerosos establecimientos privados en la RM (Región Metropolitana) que están realizando el examen, solo hasta el día de hoy 11 de mayo recibiremos muestras derivadas desde sus sedes”. La comunicación agrega que a partir del 12 de mayo, las muestras enviadas al ISP serán “rechazadas desde la Sección de Gestión y Toma de Muestras”.
Paralelamente, miembros del Consejo Asesor Covid-19 indicaron a CIPER que, por separado, algunos de ellos fueron alertados sobre la falta de insumos para tomar exámenes PCR en la red privada. Sin embargo, al ser información que obtuvieron por canales informales y no como una comunicación oficial de estos centros, la materia no se abordó como un punto central en las últimas sesiones del consejo ni se mencionó como un peligro que amenazaría la cadena de detección de contagios.
En todo caso, el riesgo de depender de los PCR y la carencia de materiales básicos para su funcionamiento fue tratado hace más de un mes, cuando en su última sesión de marzo el grupo de expertos advirtió que “el acceso a los insumos y reactivos necesarios para desarrollar la técnica, todos producidos en el extranjero, no están garantizados y pueden haber quiebres de stock” (vea la minuta de esa reunión acá).
El lunes 11 de mayo, en cambio, el Consejo Asesor Covid-19 optó por recomendar los pasos a seguir en caso de que los centros de salud no tengan disponibilidad de exámenes y se enfrenten a casos sospechosos de contagio: “Frente a la eventual falta de insumos para realizar los PCR, es necesario instruir a los servicios de salud y la red de atención primaria para que (…) indiquen el aislamiento de casos y cuarentena de contactos en base a criterio clínico-epidemiológico” (vea el resto de las sugerencias en el acta de esa sesión).