EN CUARENTENA DECENAS DE ASISTENTES AL FUNERAL Y PERSONAL DEL HOSPITAL DE TALCA
Víctima más joven del coronavirus: en la muerte de Fabiola Machuca fallaron todos los protocolos
11.04.2020
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EN CUARENTENA DECENAS DE ASISTENTES AL FUNERAL Y PERSONAL DEL HOSPITAL DE TALCA
11.04.2020
Durante su paso por el Hospital de Talca y luego en su velorio y funeral en Romeral (Maule) no se tomaron resguardos. Nadie sabía que era portadora a pesar de que el 25 de marzo la joven había sido derivada a un centro médico de Curicó por sospecha de Covid-19, pero su caso no cumplía con el protocolo y no le hicieron el examen. Dos semanas después falleció en el Hospital de Talca, donde fue tratada por síntomas de leucemia, debido a una insuficiencia respiratoria aguda. El test se tomó recién tras su deceso. Su familia, el personal médico que la atendió y asistentes a su funeral son monitoreados.
El certificado de defunción señala las 20:30 del martes 7 de abril como la hora exacta en la que Fabiola Machuca Barrera falleció. Fabiola tenía 21 años y residía en Romeral (Región del Maule). El mismo documento establece que la causa inmediata de su deceso fue una insuficiencia respiratoria aguda, y que las causas originarias fueron una hemorragia alveolar masiva (sangrado pulmonar) y un síndrome linfoproliferativo (leucemia). Hasta ese momento, el equipo de salud que la atendió en el Hospital de Talca no sabía que Fabiola estaba contagiada con Covid-19.
Tampoco lo sabían los funcionarios de la morgue del centro asistencial que entregaron su cuerpo. Ni los empleados de la funeraria de Romeral que lo recibieron. Ni los familiares que organizaron su velorio y funeral. Ni las cerca de 60 personas que acompañaron a la familia. Nadie tomó precauciones y ahora el pequeño pueblo cercano a Curicó vive en la incertidumbre por decenas de personas que podrían estar contagiadas. En el caso de Fabiola, todos los protocolos para tratar pacientes bajo sospecha de ser portadores de Covid-19 fallaron.
Un turno completo de la unidad de oncología del Hospital de Talca entró en cuarentena, porque los médicos, enfermeros y técnicos que la trataron durante su hospitalización de siete días tampoco usaron elementos de protección. Lo mismo ocurrió con algunos miembros del personal de Cuidados Intensivos. Como no tenían información, no se aplicaron los protocolos. Funcionarios del hospital que conversaron con CIPER reconocieron que es “un problema grave” el que nunca se hubiera sospechado que estaba contagiada por Covid-19 “a pesar de que parte de sus síntomas así lo indicaban”.
Nadie sabía que la muchacha (hasta ahora la víctima más joven del coronavirus en el país) era positiva, a pesar de que las sospechas sobre su contagio habían quedado claras cuando el 25 de marzo el Cesfam de Romeral la derivó por síntomas que indicaban la probable presencia del virus al Servicio de Atención Primaria de Urgencia (SAR) de Aguas Negras, en Curicó. Los protocolos del Ministerio de Salud vigentes ese día indicaban que no debía tomársele el examen, porque no había estado en contacto con ningún contagiado. Así que la devolvieron a su casa, recetándole paracetamol.
Dos semanas después, Fabiola falleció.
La joven ingresó al Hospital de Talca debido a que su condición de salud empeoraba. Allí le detectaron un tipo de leucemia aguda y fulminante. La noticia devastó a su familia. Pero mientras era atendida nadie recordó que inicialmente había consultado por un posible contagio de Covid-19. En el hospital decidieron aplicarle el test post mortem gracias a la sugerencia de la doctora Catherine Concha, directora del Departamento de Salud de Romeral, quien desde un principio sospechó que Fabiola podía estar contagiada. El examen analizó muestras biológicas que el hospital mantenía en su poder. Lo hizo cuando el cuerpo de la joven ya estaba siendo velado en su casa, en la Población Bellavista de Romeral, y decenas de personas acompañaban a su familia.
Pasadas las diez de la noche del miércoles 7 de abril desde el Hospital de Talca le informaron a la familia el deceso de Fabiola. Cuatro horas después su cuerpo era entregado por el equipo de la morgue del hospital a Gabriel Godoy, dueño de la funeraria de Romeral que se hizo cargo del sepelio. Godoy indicó a CIPER que ninguno de los encargados de entregarle el cadáver -el jefe de Anatomía Patológica y el técnico de la morgue-, utilizaron algún elemento de protección en ese proceso. Él tampoco.
– Estaban sin mascarillas, sin guantes. Y me entregaron el cuerpo sin ningún problema, envuelto en una sábana.
El velorio de Fabiola comenzó temprano el miércoles 8 de abril en la casa de su familia. Su hermana, Andrea, confirmó a CIPER que ninguna autoridad sanitaria le avisó a sus cercanos que estaban analizando muestras biológicas de la joven para determinar si estaba contagiada por Covid-19.
El funeral se realizó el jueves 9 de abril en la mañana. La familia seguía sin enterarse del contagio cuando se retiraron del Cementerio Parroquial de Romeral. Recién dos horas después de finalizada la ceremonia Andrea Machuca, la hermana de Fabiola, recibió un llamado de una funcionaria de la Seremi de Salud que le comunicó que un examen había dado positivo por coronavirus.
Ninguna de las 60 personas que asistió al velorio y luego al funeral, según cifras que maneja la Municipalidad de Romeral, tomó alguna precaución. La directora del Departamento de Salud de la comuna, Catherine Concha, indicó que “a ese grupo de personas las tenemos monitoreadas y les hemos indicado que frente a cualquier duda se contacten con nosotros, para que podamos tomar las medidas necesarias”. Agregó que les sugirieron que entraran en cuarentena preventiva.
La doctora Concha señaló que le han tomado el examen a más de 30 personas, particularmente del entorno familiar directo y del equipo médico que trató a Fabiola. Esto fue por iniciativa del municipio. Por “proactividad”, dicen ellos.
A quien no se le ha tomado el test es a Gabriel Godoy, el dueño de la funeraria:
– Yo la maquillé, la arreglé. Manipulé el cadáver, y hasta el día de hoy no me han dicho que debo tomarme el examen. Me ordenaron hacer cuarentena preventiva, y solo si tengo algún síntoma me harán el examen el 15 de abril.
El 25 de marzo fue la primera vez que Fabiola acudió a un centro de salud con síntomas de Covid-19 y no fue sometida al examen. Ese día llegó con fiebre y dolor de garganta al Cesfam de Romeral, desde donde fue derivada al SAR de Aguas Negras.
Según cuenta la cuñada de Fabiola, Daniela Arriagada, en este lugar fue tratada como si tuviera rinofaringitis y se le adminstró paracetamol, sin acceder al examen de detección de coronavirus. ¿El motivo? Para aquella fecha el protocolo del Minsal indicaba que solo las personas que hubiesen tenido contacto directo con un caso confirmado de Covid-19 o que vivieran en una zona donde se perdió la trazabilidad del contagio podían acceder al test (revise ese protocolo aquí).
La directora del Departamento de Salud de Romeral, la doctora Catherine Concha, detalla el circuito que siguió la consulta de la joven: “De acuerdo a la observación clínica que hizo nuestro equipo se definió que era una paciente potencialmente sospechosa y fue derivada, según el protocolo, al SAR de Aguas Negras, que es la cabeza a nivel provincial que está atendiendo y recibiendo a pacientes respiratorios con sospechas de Covid-19. En ese centro la reevalúan y definen que la paciente no cumple con los criterios para ser tomado un examen y la devuelven a Romeral. Queda con algunas indicaciones generales y algunos fármacos”.
Desde ese momento el Departamento de Salud de Romeral inició un monitoreo telefónico, ya que según indica la doctora “nos quedamos con la sensación de no haber terminado con el proceso. Fuimos evaluando su estado día a día. Sus síntomas respiratorios no fueron sugerentes de una evolución compleja, sin embargo, ella unos días después sí presenta un cuadro asociado al ámbito hematológico (problemas en la sangre), hizo unos sangrados gingivales (de la boca), y en ese momento re-consulta en nuestro servicio de urgencia y es evaluada por el equipo clínico y por el odontólogo, quienes definen, dado el cuadro clínico más amplio, que podía existir la posibilidad de que ella estuviera generando un cuadro hematológico”.
Fue ahí que Fabiola fue derivada al Hospital de Curicó, el 31 de marzo. En ese recinto le tomaron exámenes que “claramente dejan de manifiesto que ahí había una situación hematológica que había que confirmar en un centro de mayor complejidad”, señaló la doctora Concha. Entonces la trasladaron al Hospital de Talca.
Ese último traslado fue el miércoles 1 de abril. El Hospital de Talca fue el cuarto centro médico por el que pasó Fabiola. Aquí tampoco fue sometida a un examen PCR para confirmar o descartar el coronavirus.
Las consecuencias de no haber aplicado el examen también podrían afectar el entorno médico que acompañó a Fabiola durante este proceso. Eso dijo a CIPER Gonzalo Morales, paciente con coronavirus internado en el Hospital de Talca, quien lleva 27 días con la enfermedad: «Ella circuló por distintas salas del hospital sin la protección debida, fue atendida por personal sin saber que portaba el virus y no recibió el aislamiento con el que se debe trabajar cada caso de coronavirus”.
El 7 de abril Fabiola falleció.
Su condición solo fue confirmada cuando, después de su deceso, la doctora Catherine Concha le sugirió al Hospital de Talca que sometiera al examen de detección alguna muestra de sangre de la paciente. El examen arrojó positivo y se le avisó a su hermana, Andrea Machuca, que a esa altura ya estaba de vuelta en su casa después del funeral.
«Hicimos todo el proceso sin protección. Yo la vestí, estuve al lado de ella, la toqué y abracé con cero protección, solo con una mascarilla, tuve contacto directo. Nunca me dijeron que había sospecha de algo», indica Andrea.
La situación por la que atravesó Fabiola y su familia fue advertida por CIPER el pasado 27 de marzo, en el reportaje “Grave falla: al menos en cuatro regiones se han tomado menos exámenes de Covid-19 que lo instruido por el Minsal”. Allí se detalla cómo han ido cambiando los protocolos emitidos por el Minsal que determinan a quienes se debe hacer el examen de Covid-19 y cómo en algunos hospitales no se habían seguido esas instrucciones, testeando solo a los pacientes que eran hospitalizados porque sus síntomas ya eran graves. Además de generar una subrepresentación de casos, esto quiere decir que muchos portadores del virus con síntomas agudos, pero no graves, podían ser enviados a sus casas sin las precauciones necesarias para evitar un brote epidémico.
Hasta el 22 de marzo el protocolo decía que bastaba que una persona presentara fiebre y otro síntoma asociado a Covid-19, aunque no hubiese estado en una zona de “circulación comunitaria” del virus (donde ya hay muchos casos a los que perdió la trazabilidad), para que se aplicara el test. En ese caso, Fabiola habría calificado para el examen. Pero ella se presentó a la consulta el 25 de marzo y dos días antes las condiciones habían cambiado: el paciente debía haber estado en contacto directo con un caso confirmado de contagio o residir en una zona de “circulación comunitaria”. Por eso, no le hicieron el test.
El ministro de Salud, Jaime Mañalich, fue consultado el sábado 11 de abril por el caso de Fabiola. Recién ese día ella fue incluida en la nómina oficial de personas fallecidas que eran portadoras del virus (casi cuatro días después de su deceso). El ministro aseguró que en el Minsal no hacen la distinción de si la persona fallece por el Covid-19 o por otra enfermedad que los afecte. Refiriéndose puntualmente a lo sucedido con Fabiola, señaló que “en el caso de esta joven mujer, efectivamente al revisar su historia clínica es evidente que ella tenía una enfermedad hematológica de muy mal pronóstico, de la cual probablemente no habría salido adelante”.
Ni la doctora Catherine Concha ni el equipo médico que atendió a Fabiola en el Hospital de Talca, con el que CIPER también conversó, confirmaron ni descartaron que el deceso de Fabiola se haya debido al coronavirus o a su “enfermedad base”. Antes de ser internada en el Hospital de Talca, el 1 de abril, ni Fabiola ni su familia estaban al tanto de que ella tenía leucemia. Lo supieron pocos días antes de que falleciera.
La anamnesis (informe que recoge la historia clínica de un paciente) elaborada por el Hospital de Talca, señala que la joven no tenía “antecedentes patológicos previos”, que fue ingresada el 1 de abril con fiebre y astenia (fatiga general), y a raíz de una hinchazón en su lengua, donde utilizaba un piercing. El mismo informe señala que 48 horas después de que consultó por primera vez en la posta de Romeral (el 25 de marzo), sumó a la fiebre y a la astenia un sangrado en su piel, encías y útero. El diagnóstico inicial en Talca fue “síndrome linfoproliferativo agudo” (leucemia). Si bien en el historial clínico de Fabiola, que CIPER revisó junto a un oncólogo, no se confirma el diagnóstico por leucemia, todos los síntomas apuntan a que la joven sí sufría la enfermedad.
Dos horas y media antes de morir, a las 18:00 del 7 de abril, Fabiola fue ingresada en extrema gravedad a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Talca. Estaba somnolienta, desorientada y con insuficiencia respiratoria. Fue conectada a un ventilador mecánico, pero eso no fue suficiente para salvar su vida.
¿Cuánto influyó en su muerte el que el equipo médico no supiera que estaba infectada por coronavirus? Imposible determinarlo, al menos con los elementos que hoy están sobre la mesa.
Lo que sí está claro, es que la confirmación post mortem de que Fabiola tenía Covid-19 limitó el tiempo de acción para que el municipio de Romeral informara a la familia y al resto de la población. El alcalde, Carlos Vergara, señaló a CIPER: «Aquí se trabajó con poca celeridad. Si yo hubiese esperado que la información bajara desde el Ministerio de Salud hasta el seremi regional y luego a la municipalidad, todo se habría tardado mucho más. Por eso, apenas me enteré decidimos monitorear este posible brote».}
Posterior a la publicación de este reportaje, la municipalidad de Romeral informó que la autoridad sanitaria decidió iniciar un sumario para determinar las eventuales responsabilidades. El municipió señaló además que «las muestras que se tomaron al círculo primario y más cercano a la familia de la paciente fallecida arrojaron negativo. Ya fueron contactados y se les entregó dicha información».