CIPER/THE CONVERSATION
Por qué es buena la propuesta de Trump de entregar 1.000 dólares a los norteamericanos en la crisis del coronavirus
20.03.2020
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20.03.2020
El economista S. Pressman aplaude la propuesta de Trump de entregar el equivalente a 870 mil pesos a cada adulto, durante varios meses, por el fuerte impacto económico que la falta de trabajo causará en las familias en Estados Unidos. Esta columna, publicada en The Conversation US, está en línea con la propuesta de un Ingreso Básico Universal para Chile hecha por J. Rosales y G. Cabaña en una columna en CIPER; y también con la advertencia del economista M. Kremerman quien llamó a ayudar a los más de 3,6 millones de trabajadores chilenos sin contrato que tendrán serios problemas para enfrentar la cuarentena que se aproxima. Hasta ahora el gobierno chileno ha anunciado solo un bono para quienes reciben el subsidio único familiar, quienes suman 2 millones de personas. Pero no ha especificado el monto ni la duración del beneficio.
Ver columna Coronavirus e Ingreso Básico Universal para Chile
Ver entrevista a Marco Kremerman “¿Aguanta usted una cuarentena? Radiografía económica del hogar chileno que se enfrenta al Covid-19”
Traducción de Emilia Guzmán
Gran parte de la economía estadounidense se apaga a medida que Estados Unidos se toma en serio la pandemia del coronavirus. Los negocios y restaurantes del país están vacíos. Las industrias del entretenimiento y la hotelería están en pausa.
Es necesario frenar la transmisión del COVID-19, pero esto tendrá graves consecuencias para la economía y las decenas de millones de trabajadores que dependen de los salarios por hora para comprar comida, medicina y financiar un techo sobre sus cabezas.
La administración de Trump por fin se lo está tomando en serio y le pide al Congreso que apruebe un paquete de estímulo de US$850 mil millones, incluido el envío de cheques de US$1.000 directamente a todos los adultos estadounidenses (unos $870 mil al día de hoy). Algunos legisladores están presionando por cantidades más grandes y durante varios meses.
Estas son buenas noticias. Como macroeconomista especializado en desigualdad de ingresos, sé que pagos directos son justo lo que los estadounidenses de bajos salarios, que de un día para otro se quedaron sin su pago, necesitan para soportar la crisis, que podría durar muchos meses.
A los americanos de bajos ingresos esta crisis los golpea más duramente
A diferencia de la crisis financiera de 2008, esta es una crisis económica que afecta más fuertemente a los estadounidenses de la clase trabajadora y de bajos recursos.
Los profesionales pueden trabajar desde casa. Continuarán recibiendo cheques regularmente y estarán en una buena posición para resistir la tormenta económica creada por el coronavirus. Es probable que los profesionales que pierdan ingresos tengan algunos ahorros para apoyarse hasta que la economía se recupere.
Por otro lado, los meseros, empleados de negocios, empleados de la industria hotelera y otros trabajadores por hora que representan casi el 60% de la fuerza laboral de los Estados Unidos estarán sin trabajo por un tiempo indefinido y dependerán de un programa de seguro de desempleo que es demasiado tacaño.
Además, los estadounidenses de bajos ingresos suelen vivir de cheque en cheque, prácticamente sin ahorros. Una encuesta reciente realizada por la Reserva Federal descubrió que el 40% de los hogares no podían cubrir un gasto inesperado de US$400 (unos $340 mil, aproximadamente).
A este problema se suma la excesiva deuda familiar, que supera los 14 billones. Los hogares altamente endeudados son más vulnerables durante una recesión económica. En mi propia investigación he encontrado que muchos hogares ya sufrían un estrés financiero mucho antes del impacto del coronavirus. Ahora es mucho más probable que incumplan los pagos de los préstamos.
La conclusión entonces es que la gente necesita dinero para sobrevivir.
La economía estadounidense necesita sobre todo que la gente gaste dinero.
El gasto del consumidor representa el 70% de la actividad económica. El gasto ya estaba desacelerándose y disminuirá mucho más ahora que la gente está perdiendo sus trabajos e ingresos.
Igual que el coronavirus, el problema de los hogares en desesperación financiera debe ser contenido antes de que se salga de control. Millones de empleados de negocios y trabajadores de bares y restaurantes que se quedan sin empleo durante varios meses no pueden gastar y no pueden mantener el crecimiento de la economía. Sus gastos son los ingresos de otros, lo que quiere decir que más compañías perderán ventas y más trabajadores perderán sus empleos.
Tampoco podrán pagar sus deudas ya sean hipotecas, préstamos para automóviles o tarjetas de crédito. Cuando muchos consumidores endeudados no pueden pagar sus deudas, instituciones financieras están en riesgo de hundirse, lo que lleva a una verdadera crisis financiera, como parece estar experimentando Italia.
Esto es lo que hace que el pago rápido a los estadounidenses sea tan primordial.
A diferencia de muchas otras formas de estímulo, los Estados Unidos pueden enviar a los ciudadanos $1.000 muy fácilmente y sin demora: la administración de Trump espera hacerlo dentro de un par de semanas. Idealmente lo hará sin preguntas, sin condiciones y durante muchos meses.
Básicamente se trata de una aplicación temporal de lo que propuso el empresario Andrew Yang durante su carrera hacia la presidencia; y no se trata de algo nuevo. Cuando se hace de forma permanente, se conoce como un ingreso básico garantizado, que ha sido propuesto por una variedad de personas, desde liberales como Yang a conservadores como el economista Milton Friedman.
Mientras la gente tiene una necesidad urgente de dinero para simplemente pagar cuentas y comprar alimentos ahora, la garantía básica de ingresos generalmente es presentada como una solución a largo plazo para reducir la pobreza y la desigualdad, así como también para compensar las disminuciones esperadas en el empleo, como resultado de la automatización y de otras tecnologías, en las próximas décadas.
No está claro por cuánto tiempo la Casa Blanca quiere entregar estos cheques pero, en mi opinión, deberían enviarse cada mes hasta que termine la crisis económica, para que las personas puedan pagar el arriendo, servicios públicos y comprar alimentos.
Un cheque por correo es muy importante ahora, pero no suficiente. Los Estados Unidos deberían también ampliar los beneficios de desempleo y otros programas de seguro social. Las pequeñas empresas cuyos clientes han desaparecido necesitaran más apoyo para poder sobrevivir. Y algunas industrias, como aerolíneas, pueden necesitar un rescate.
Pero US$1000 serian un buen pago inicial para ayudar a los estadounidenses que ya están luchando y perdiendo sus empleos.
Este artículo fue publicado originalmente por The Conversation Estados Unidos. Lea aquí el original. CIPER lo difunde en el marco del acuerdo que ambos medios tienen para divulgar investigación académica en formato accesible para todo el público.