Proyecto de Energías Renovables No Convencionales
Senador Prokurica protagonizó acuerdo clave para destrabar ley que beneficia sus intereses
27.12.2013
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Proyecto de Energías Renovables No Convencionales
27.12.2013
En la declaración de patrimonio que Baldo Prokurica tiene publicada en el sitio web del Senado, el parlamentario por la Región de Atacama y vicepresidente de Renovación Nacional incluye tres departamentos con sus respectivas bodegas y estacionamientos en Reñaca y Santiago, un local comercial y un sitio eriazo en Vallenar y dos parcelas en el Loteo Península Gaviotas, en Freirina. También incluye tres camionetas. El documento no es el que presentó en 2010, cuando asumió su quinto período legislativo, sino que una actualización fechada el 15 de octubre de 2013, donde también declara las mismas tres sociedades que ya reconocía poseer en 2006: Sociedad Agrícola Longomilla Ltda., donde posee el 25% de los derechos; Sociedad Agrícola Konavle Ltda., donde también es dueño de una cuarta parte de la empresa; e Inversiones Cavtat Ltda., donde su participación se alza al 90% del capital.
Generalmente, las declaraciones de patrimonio y de intereses de las autoridades públicas, no permiten conocer el real detalle de los bienes que poseen los declarantes, ya que gran parte de la información clave para ello es de carácter voluntario. Así lo han demostrado distintas investigaciones que CIPER ha realizado durante los últimos seis años respecto a declaraciones de senadores, de alcaldes, de ministros e incluso del Presidente Sebastián Piñera.
En todos los casos revisados por CIPER existen omisiones que impiden a la ciudadanía fiscalizar posibles conflictos de intereses o incluso enriquecimiento ilícito. Esto se debe también a que el formulario que los funcionarios públicos deben rellenar no exige datos importantes, como por ejemplo, a qué se dedican las sociedades que declaran o qué tipo de inversiones tienen. Por eso, la declaración de Prokurica rompe con la generalidad al incluir de forma voluntaria información importante respecto a las actividades de sus sociedades. Información que se agradece para el ejercicio de la transparencia, pero que al mismo tiempo terminó por abrirle al senador un flanco en su contra.
Los cuestionamientos que ahora enfrenta el parlamentario no tienen nada que ver con el conflicto judicial que tiene con el Fisco y que hizo público El Mostrador hace unos días cuando difundió un reportaje sobre Caleta Chañaral de Aceituno, un pequeño pueblo ubicado en Atacama que no pertenece al Fisco ni a sus 200 habitantes, sino que al senador Prokurica y sus hermanos por medio de una de sus sociedades. Tampoco con la imposibilidad para esos pobladores de realizar allí obras de equipamiento o de urbanización, como construir espacios públicos, pavimentar las calles o ampliar el alumbrado. Ni con que no puedan postular a ofertas públicas del Estado o a subsidios que impliquen ser dueño de un terreno. No, las críticas que hoy ha tenido que responder Prokurica tienen que ver con otra cosa: los negocios que tiene una de sus sociedades con empresas energéticas.
El pasado jueves 26 de diciembre, el sitio web Poderopedia publicó una ficha completa sobre Prokurica y sus negocios, dando cuenta de un posible conflicto de interés. Allí se explica que, a través de la Sociedad Agrícola Konavle, el senador es dueño junto a sus hermanos de la “Estancia Chañaral Lote Norte”. Se trata de la misma propiedad en donde se ubica la caleta Chañaral de Aceituno, ubicada en la comuna de Freirina, que es, al mismo tiempo, una de las mejores zonas del país para generar electricidad a partir del viento. De acuerdo a la información voluntaria que el parlamentario incluyó en su última declaración de patrimonio y que recogió Poderopedia, la Agrícola Konavle le arrienda el 14% de la Estancia Chañaral a tres empresas que buscan levantar parques de energía eólica con una inversión total de US$ 1.162 millones.
En su declaración, Prokurica señala que la sociedad que comparte con sus hermanos firmó el primero de los contratos de arrendamiento el 29 de julio de 2010, cuando entregó a la empresa Energy Focus S.A. el derecho a realizar una prospección eólica en su propiedad. Luego hizo el mismo acuerdo con las empresas Aprovechamientos Energéticos S.A. (el 7 de junio de 2011) y Andes Mainstream SpA (el 14 de noviembre de 2011).
Ese último dato que transparenta los intereses de Prokurica, se convirtió en un revés para él, ya que el senador es presidente de la Comisión de Energía de la Cámara Alta y fue uno de los promotores del proyecto de ley presentado en 2006 sobre Energía Eólica (ver Boletín 4508-08); precisamente el mismo proyecto que identificó las zonas donde el viento tiene la fuerza suficiente para producir electricidad, entre ellas Freirina, y que ha generado un buen negocio para el parlamentario.
Cuando presentó ese proyecto, Prokurica y sus hermanos ya eran dueños de la “Estancia Chañaral Lote Norte”. Como el predio cumple a cabalidad con los requisitos de cantidad de viento planteados en el proyecto de ley, según indica Poderopedia, el senador “podría haber sabido desde esa fecha que sus terrenos eran aptos para instalar parques eólicos”.
Tras la publicación, tal como señala el portal de Radio Bío Bío, Prokurica emitió un comunicado aclarando que se inhabilitó en cada una de las discusiones de la ley por tener relación con empresas de energía renovable no convencionales. El senador escribió: “A partir de julio de 2010 no participo en ninguna discusión ni análisis de algún proyecto relativo a energías renovables. Tanto es así que para el análisis del proyecto que propicia la ampliación de la matriz energética, me abstuve de participar en su discusión producida al interior de la Comisión”.
Lo que ocurrió en la sesión en sala del 3 de septiembre, cuando el Senado sometió a votación el proyecto de ley para ampliar la matriz energética mediante fuentes renovables no convencionales, prueba en parte lo señalado por Prokurica. Antes de votar, el senador pidió la palabra y se inhabilitó:
“Antes de proceder a votar las modificaciones, deseo dejar constancia de que, de acuerdo a los artículos 5° B de la Ley Orgánica Constitucional del Congreso Nacional y 8° del Reglamento, me voy a inhabilitar para votar este proyecto en razón de que podría tener algún interés en el asunto de que se trata”.
Lo que Prokurica no dijo en esa oportunidad, es que él fue uno de los parlamentarios que suscribieron un acuerdo político con el gobierno para impulsar esa misma ley que fortaleció el negocio de las energías renovables no convencionales (ERNC), beneficiando directamente a generadoras de electricidad eólica como las que han hecho negocios con su sociedad.
A comienzos de junio de 2013, Prokurica participó junto a otros senadores en una negociación con el gobierno para alcanzar un acuerdo transversal encaminado a destrabar en el Congreso dos iniciativas fundamentales del área energética: los proyectos de ley sobre concesiones eléctricas y el de fomento a las ERNC. Por esa razón, cuando Prokurica votó en la sala del Senado a favor de la norma que agiliza el otorgamiento de concesiones eléctricas, en la sesión del 19 de junio de 2013, ya sabía que al impulsar ese proyecto estaba promoviendo, al mismo tiempo, la iniciativa de ley que favorecía a las ERNC.
Sin el voto de los senadores Prokurica, Ximena Rincón ni los hermanos Patricio e Ignacio Walker (todos DC), quienes también se inhabilitaron por tener intereses en conflicto (ver reportaje de CIPER), el 4 de septiembre pasado el Senado despachó en forma unánime la mayor parte de los cambios introducidos por la Cámara de Diputados al proyecto que propicia la ampliación de la matriz energética a un 20% al año 2025.
Prokurica se inhabilitó en esa oportunidad, pero de todas formas ya había participado en votaciones importantes para aprobar legislaciones del área energética y en un acuerdo importantísimo para a la promoción de las ERNC, donde tiene intereses comprometidos.
Consultado por CIPER sobre por qué votó la ley de concesiones eléctricas, a pesar de que el acuerdo alcanzado en junio comprometía la aprobación conjunta de ambos proyectos, el senador señaló que el convenio se refería a varios temas y no sólo a las concesiones eléctricas y las ERNC. Según él, el senador Antonio Horvath (IND) incorporó ese último punto para que los dos proyectos energéticos se tramitaran al mismo tiempo, mientras esa ley estaba en la Cámara de Diputados. Además, asegura que se adhirió al acuerdo porque era parte de la comisión y porque lo que estaban analizando era la ley de concesiones eléctricas y no la de energías renovables. Por eso, dice, cuando la ley de ERNC volvió al Senado, se inhabilitó de votarla.
-Cada vez que se ha discutido en la Comisión de Energía o en la sala un proyecto de ERNC, a partir de 2010, no he votado. En algunos casos me he pareado, en otros no he votado y en varios me he inhabilitado públicamente. Creo que con eso cumplo con lo que la ley me obliga. Cuando alcanzamos el acuerdo, en el Senado estábamos viendo la ley de concesiones. Y fui prudente: le pregunté a la Comisión de Ética si debía abstenerme de participar en el trámite de la ley de concesiones y la respuesta fue que era mi decisión. Si la comisión hubiese tenido claridad sobre este tema, me hubiera dicho que no podía participar del proyecto. Pero como esa ley no es para las ERNC, sino que para todos los tipos de energía, no creo que haya un conflicto -dice.