TRES TESTIMONIOS CLAVE NO MENCIONAN QUE LAS VÍCTIMAS FUERON APLASTADAS POR UNA REJA
Informe reservado de Carabineros: testigos presenciales indican que hinchas de Colo-Colo fueron atropellados directamente por carro policial
15.04.2025
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TRES TESTIMONIOS CLAVE NO MENCIONAN QUE LAS VÍCTIMAS FUERON APLASTADAS POR UNA REJA
15.04.2025
CIPER accedió a un informe de Asuntos Internos de Carabineros sobre las muertes de los hinchas colocolinos, de 12 y 18 años, que murieron por la acción de un carro policial, en el contexto de un intento de “avalancha” para ingresar al estadio Monumental. El documento reúne declaraciones de tres testigos presenciales -una policía y dos civiles- que señalan que el vehículo atropelló directamente a las víctimas. Uno de los civiles relató que el carro jamás detuvo su marcha ni pretendió retroceder para esquivar a los fallecidos. La versión de que no hubo atropello, sino que el vehículo pasó sobre una reja que terminó aplastando a las víctimas, surgió de uno de los ocupantes del vehículo en las comunicaciones radiales internas. No hay cámaras corporales ni de carros que hayan grabado los hechos. Dos de los tres ocupantes del vehículo se acogieron al derecho a no declarar. El tercero dijo que iba en la parte posterior y que no se percató de lo ocurrido.
Créditos imagen de portada: Diego Martin / Agencia Uno
En un informe caratulado como reservado, la Subdirección de Asuntos Internos de Carabineros entregó a la fiscalía declaraciones de oficiales y suboficiales, además de civiles, con los primeros testimonios sobre las muertes de Martina Riquelme (18 años) y Mylán Liempi (12). Ambos fallecieron cerca de las 18:10 del pasado jueves 10 de abril, debido al accionar del carro J-1224 de Carabineros, conducido por el sargento Luis Rojas y bajo el mando del capitán William Henríquez, en las inmediaciones del Estadio Monumental un par de horas antes de que se iniciara el partido entre Colo-Colo y Fortaleza por la Copa Libertadores de América.
Aunque se ha dicho que una turba que intentaba ingresar en “avalancha” al estadio derribó una reja de contención (de las conocidas como “vallas papales”) y que el carro policial pasó por encima de esa reja, por lo que esa estructura metálica terminó aplastando a ambas víctimas, las declaraciones de los únicos testigos presenciales del accidente que hasta ahora han sido empadronados por Asuntos Internos -la cabo 1a Jocelyn Soto y los civiles Luis Espinosa y Nicolás Cuevas- indican que el vehículo atropelló directamente a los dos fallecidos, tras chocar las vallas metálicas móviles.
En los testimonios de los tres testigos presenciales no hay alusiones a que la reja metálica aplastó a las víctimas debido a que el carro pasó sobre esas vallas. Recién algunos minutos después del accidente, en las comunicaciones radiales de los carabineros -también registradas en detalle por el informe de Asuntos Internos- comenzó a circular la versión de que el vehículo pasó por encima de una reja, lo que supuestamente habría causado el accidente. La primera persona que habla acerca de esto en las comunicaciones internas, es un agente policial identificado como 28 ALFA quien sería uno de los ocupantes del carro de Carabineros que protagonizó el atropello.
El funcionario 28 ALFA, que no es identificado en el informe con su nombre, comunica lo siguiente:
“Es negativo el atropello, solamente quedaron aplastados por la reja que ellos mismo hicieron ceder debajo del vehículo nuestro”.
Otro funcionario, señalado con la sigla CGEOP, le consulta:
“¿El carro policial no habría pasado sobre los sujetos, no tendría participación alguna sino que cayeron de (la) altura de las rejas?”.
28 ALFA le responde:
“Repito, no, en ningún motivo (sic), en ningún momento fueron atropellados por el vehículo Panhard, lo que sí, cuando los 37 (clave para referirse a “sujetos”), se suben sobre la reja, esta reja inmediatamente cede, cayendo debajo de ella y el vehículo al momento de avanzar pisó la reja en uno de esos extremos procediendo a pisar a los 37”.
Las declaraciones de los dos civiles que sí presenciaron los hechos y que están contenidos en el informe de Carabineros -un vecino del sector y el acompañante de la joven que murió- señalan que el carro avanzó contra el grupo de personas que huían de la acción policial sin detenerse ni realizar alguna maniobra para evitar el accidente.
En su carrera, las dos víctimas ya habían sobrepasado las vallas metálicas de contención, encontrándose a una distancia de entre uno y dos metros detrás de esas rejas, cuando Martina tropezó con Mylán. La joven estaba tratando de reincorporarse, apoyando las palmas de sus manos en el pavimento, cuando ambos fueron atropellados por el vehículo de Carabineros. CIPER tuvo a la vista el detalle de esta declaración, pero, por la crudeza del relato, no lo reproducirá.
El informe de Carabineros indica que no hubo cámaras corporales de vehículos policiales que grabaran los hechos y que en el sector no hay cámaras de control de tránsito. También consigna que los dos policías que ocupaban la parte frontal del carro involucrado -el capitán Henríquez y el cabo Rojas- se acogieron al derecho a guardar silencio. El tercer ocupante del vehículo, Andrés Muñoz, sí declaró, pero dijo que por la posición que ocupaba en la parte posterior del carro no se percató de lo ocurrido y que no sintió algún tipo de golpe o ruido atribuible a un accidente.
Según el informe reservado en poder de CIPER, las pesquisas en terreno sobre estos homicidios fueron encabezadas por el teniente Bastián Hernández, acompañado por el sargento Guido Quintequeo y el cabo Francisco López, todos de Asuntos Internos. A ellos se sumaron Hernán Fuentes y la cabo Catalina Fierro, quienes empadronaron a los testigos, en un inicio.
Estadio Monumental (Créditos: Diego Martin / Agencia Uno)
La primera declaración relevante consignada en el informe es la de la cabo 1a Jocelyn Soto Romero, quien sostuvo que, previo a los hechos, unas setenta personas avanzaban hacia el estadio “cantando cánticos alusivos al club Colo Colo, de manera normal”, hasta que un grupo se abalanzó sobre una de las rejas dispuestas en la vía pública para filtrar al público que contaba con su ticket. En ese momento, según la cabo Soto, el carro lanzagases J-1224, a cargo del capitán Henríquez y conducido por el cabo Rojas, procedió a lanzar polvo químico contra las personas. “Y acto seguido el vehículo policial de mi capitán Henríquez atropella a dos personas”, señaló.
El cabo Paulo Tenorio, quien conducía otro carro, el BT-494, no vio el momento del atropello, pero sostuvo que en los segundo previos “el vehículo policial J-1224 (…) avanzó rápidamente por calle Benito Rebolledo en dirección al sur, momento inmediato en que mi cabo 1° Soto me manifestó textualmente ´pasaron por arriba´, a lo cual regresé al lugar donde se encontraban las rejas abiertas, percatándome de una gran cantidad de personas que huía del lugar, viendo en ese momento a dos jóvenes, un hombre y una mujer, acercándome rápidamente al que se veía de menor edad, de sexo masculino, al que le tomé los signos vitales, los que eran bajos”.
El cabo Tenorio señaló en su declaración que, posterior a los hechos, recibió una llamada telefónica del teniente Omar Baquedano y que en ese momento se encontraban “en el lugar mi mayor Sepúlveda Bermúdez y mi comandante Nazar, quien se encontraba a cargo del servicio estadio, a quienes les señalé la dinámica de los hechos que yo había presenciado”.
En su testimonio, la cabo Jocelyn Soto, confirmó que el cabo Tenorio comunicó lo ocurrido: “Ante dicha situación, el cabo Tenorio comunicó vía radial lo que había ocurrido, solicitando una ambulancia”, apuntó.
Luego, la cabo Soto admitió que ni ella ni su acompañante, el cabo Tenorio, llevaban cámaras corporales, como exige la norma. “El que sí portaba era el jefe de sección, el sargento Rubilar, pero no sé si pudo grabar algo de lo ocurrido, debido a que se encontraba en la parte posterior de donde estaban todos los hinchas”, concluyó.
Las declaraciones de estos dos policías fueron complementadas por Luis Espinosa, un vecino de 64 años, quien observó los hechos desde un local comercial de Marathon con Benito Rebolledo, según el reporte de Asuntos Internos.
“Un grupo de 40 a 50 jóvenes botaron una reja de seguridad perimetral (…), en ese mismo acto veo un carro de Carabineros, que conozco como zorrillo, que chocó la reja y aplastó a unos muchachos”, dijo Espinosa
“Sí, señor -insistió este testigo-, el vehículo de Carabineros siempre fue conducido de frente, no realizó ninguna maniobra de retroceso, al momento que pasó el accidente”, insistió.
Nicolás Cuevas estaba junto a Martina y Mylán cuando ambos fueron atropellados, según su testimonio, recogido por Asuntos Internos.
En su relato, señaló a la policía que estaba junto a su hermano menor y Martina tratando de contactar a un revendedor de tickets para comprar los boletos. Entonces, relató, se produjo el intento de “avalancha” y junto a su amiga intentaron evitar la estampida de fanáticos y corrieron por calle Marathon tomados de la mano. En un punto, en medio de los gases lacrimógenos, se soltaron y Martina tropezó con un niño. Era Mylán. Ambos, dijo Nicolás, estaban a más de un metro de las vallas perimetrales.
El joven señaló a los funcionarios de Asuntos Internos que en el momento en que Martina y Mylán intentaban pararse, el carro J-1224 los arrolló directamente. Su relato detalla lo ocurrido de manera pormenorizada y las lesiones que describe debieran ser coherentes con posteriores informes de medicina legal. No menciona que fueron aplastados por una reja.
El equipo de Asuntos Internos también tomó declaración a Martín Cuevas, hermano de Nicolás. El testigo reiteró que la joven fallecida, su hermano Nicolás y él fueron al estadio sin entradas y que pensaban comprar en la reventa. Añadió que, cuando estaban por llegar a la esquina donde esperaban contactar a un revendedor, una turba avanzó hacia el Monumental. En paralelo, según su testimonio, un carro policial arrojó un irritante químico, por lo que se tapó la cara, logrando ver sólo el momento en que el vehículo atropelló a su amiga.
Carabineros fuera del Estadio Monumental el día del partido entre Colo Colo y Fortaleza (Créditos: Diego Martin / Agencia Uno)
Asuntos Internos recuperó y revisó los audios de las comunicaciones por radio de aquel día, en los que se recoge una serie de reportes sobre los hechos.
A las 18:20 horas, casi al momento de los hechos, se informó por radio que “Griffo 15 indica dos lesionados por atropello”.
A las 18:24, un despacho identificado como GAMA 4 indica que el vehículo policial “habría aplastado” a las víctimas. Un policía nominado como CGEOP responde que ha comprendido la situación.
A las 18:25, el agente 28 ALFA, quien dice que estaba dentro del carro J-1224, el vehículo lanzagases involucrado en el accidente, contacta a CGEOP y le señala que no hubo atropello, sino que las víctimas “quedaron aplastadas por la reja”. Esta es la primera alusión a la versión del aplastamiento.
A las 18:28, en un nuevo despacho, se comunicó a las unidades en el lugar que un vehículo policial aplastó una reja “donde había dos sujetos”. Unos segundos después, se confirmó que los agentes policiales en el lugar no portaban cámaras corporales.
A las 19:01, se alertó a todo el personal de servicio en el estadio Monumental que las personas lesionadas estaban fallecidas.
A las 19:59, se reiteró la importancia de que todos los agentes prendieran sus cámaras corporales.
A las 20:27, un nuevo despacho informó que en el lugar de los hechos no existen cámaras de la Unidad Operativa de Control de Tránsito (UOCT).
En el informe de Asuntos Internos hay referencias a grabaciones de los diálogos mantenidos por policías que, apenas ocurridos los hechos, llegaron al lugar.
Por ejemplo, la cámara del sargento Aldo Rubilar grabó una conversación entre una voz femenina que dice: “Pasó el carro por encima”. “Sí, weón”, responde un policía sin identificar.
Luego, otro funcionario, también sin identificar, confirma esa versión: “Yo vi la rueda que pasó por encima”.
Asimismo, en los registros de la cámara que portaba el teniente Omar Baquedano quedó grabado un diálogo entre este oficial y el capitán Williams Henríquez, quien estaba cargo del carro involucrado en el accidente.
“El sandcat (sic) le pasó por arriba (a la víctima), está Monte 6 (clave para describir una persona fallecida)”, dice Baquedano. “No me huei”, responde Henríquez. “Sí, tiene que ir a ver mi capitán. Hay uno que está más o menos y otro Monte 6”, le responde el teniente Baquedano.
En medio de estos hechos, el mismo 10 de abril el capitán Emilio Gutiérrez y el sargento Hernán Fuentes, ambos de Asuntos Internos, tomaron declaración a los tres miembros de Carabineros que estaban en el carro J-1224 aquel día.
En esas circunstancias, el cabo y conductor Luis Rojas y el capitán Williams Henríquez se acogieron a su derecho a guardar silencio para no incriminarse.
En tanto, el cabo Andrés Muñoz precisó que desde el asiento en que estaba, en la parte posterior del carro, no tuvo visión de los hechos. También reconoció que ni él ni el carro policial portaban cámaras, como establece la normativa de Carabineros, y que sólo tenía una el capitán Henríquez.