Después de 10 años rebrotan robos a cajeros automáticos: bancos dejaron de usar entintado de billetes porque no lo consideran efectivo

Entre 2011 y 2013 se registró una ola de robos a cajeros automáticos. El primer gobierno de Piñera consiguió frenarlos pidiendo a los bancos que reforzaran el anclaje, junto con blindar estructuras y/o usar un sistema de entintado para inutilizar billetes. Una década después estos delitos rebrotan: van 19 casos este año, 14 de ellos en el último mes. Las bandas utilizan oxicorte o explosiones de gas, lo que deja a los ciudadanos expuestos a lesiones traumáticas e incendios, como ocurrió en el barrio Meiggs, donde decenas de locales resultaron calcinados el pasado 29 de septiembre. Fuentes del rubro bancario dijeron a CIPER que el sistema de entintado ya casi no se usa, porque no resultó efectivo. La Subsecretaría de Prevención del Delito, en acuerdo con la industria, acordó adoptar nuevas medidas de seguridad y realizar pruebas de resistencia.

Los robos a cajeros automáticos fueron pan de cada día en los primeros años de la década pasada. Entre 2011 y 2013, el país vivió una verdadera ola de estos delitos. Las bandas los arrancaban de cuajo tirándolos con camionetas de motores potentes, los abrían con oxicorte o, el método más usado, los “reventaban” con explosiones después de saturarlos con gas. El peak ocurrió en 2011. Ese año, según estadísticas de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABIF), se contabilizaron 778 casos. La alarma cundió porque este delito expone a los ciudadanos a explosiones e incendios. Por eso, en 2012 el primer gobierno de Sebastián Piñera estableció normas que obligaron a los bancos a invertir en mayor seguridad para sus cajeros. La medida consiguió poner fin a la ola de ataques.

Ha pasado poco más de una década desde la puesta en marcha de la política que logró detener el problema y el país enfrenta un rebrote de robos a cajeros automáticos. En lo que va de 2024 se han registrado 19 casos, pero solo en el último mes se produjeron 14 de ellos. El último tuvo lugar en la comuna de Quilicura el martes 29 de octubre. Y la alarma vuelve a activarse por el riesgo para la población. El pasado 29 de septiembre, por ejemplo, una banda intentó abrir un dispensador de dinero en el barrio Meiggs (Estación Central) y provocó un incendio que calcinó decenas de locales comerciales.

CIPER intentó averiguar por qué se ha producido este resurgimiento. Consultamos a la Asociación de Bancos si las instituciones financieras siguen aplicando las medidas establecidas en el Decreto 222, de 2012, de la Subsecretaría de Prevención del Delito (vea aquí el decreto). El artículo 12 del decreto señala que adicional al anclaje, los cajeros deberán utilizar una o más de estas medidas de seguridad: empotramiento, blindaje y/o sistema de entintado. Desde la asociación respondieron que continúan con las medidas de anclaje (para evitar robos por arrastre), empotramiento y blindaje (para soportar explosiones de gas). Otra medida, que no era obligatoria, era utilizar un sistema de entintado de billetes, el que se activa en caso de robo, manchando el dinero con pintura. Fuentes del rubro bancario indicaron que este sistema ya casi no se utiliza, porque habría demostrado ser ineficaz.

"LA DELINCUENCIA APRENDE"

El miércoles 16 de octubre, el presidente de la ABIF, José Manuel Mena concurrió hasta la Cámara de Diputados, donde aseguró que la delincuencia tuvo una evolución en el robo a los cajeros. “La delincuencia aprende o modifica conductas y eso es lo que nos ha llevado a estas semanas, a un evento sucesivo que está en el orden de una docena, las cuales fueron exitosos seis”, dijo Mena en la comisión de Seguridad Ciudadana de la cámara.

Actualmente la ABIF ha contabilizado al menos 19 robos con fuerza a cajeros automáticos. Pero, solo en cinco de ellos los delincuentes lograron extraer el dinero. La Fiscalía Nacional difiere de esa cifra y asegura que durante el año se han registrado 24 casos. Uno de los delitos consumados fue el que provocó el incendio en el barrio Meiggs, donde se llevaron alrededor de $80 millones. El subprefecto René Quintanilla, citado por Bio Bío, informó que ese dispensador de dinero no contaba con entintado de billetes. Comerciantes del lugar y Carabineros señalaron a CIPER que el cajero pertenecía al Banco de Chile.

Analizando los casos reportados este año, CIPER constató que los cinco cajeros en los que sí se consumó el delito, eran del Banco de Chile: tres de la Región Metropolitana y los restantes en regiones. Carabineros confirmó que, en los tres casos metropolitanos, los cajeros no contaban con entintado.

CIPER hizo consultas al Banco de Chile por este tema, pero la entidad señaló que por razones de seguridad no respondería, aunque indicó escuetamente que “todos nuestros cajeros cumplen con los estándares de seguridad exigidos por la autoridad”.

ENTINTADO EN DESUSO

Fuentes de la industria bancaria señalaron a CIPER que el sistema de entintado de billetes, que fue presentado como una de las principales novedades entre las medidas que se adoptaron a inicios de la década pasada (vea un nota de prensa del gobierno de la época), ya prácticamente no se utiliza.  porque sería una medida que no mostró ser eficiente y que, además, no está dentro de las medidas obligatorias definidas por la autoridad. Así lo confirma también el gerente general de la Asociación de Bancos, Luis Opazo, quien aseguró que la técnica del entintado fue piloteada por la industria y tuvo varios problemas de efectividad. 

“Por razones operacionales, el entintado se activa con facilidad frente a temblores o cuando los ATMs (abreviatura en inglés de cajero automático) reciben mantención. Frente a eventuales explosiones, los mecanismos no siempre se activan por daños en los sistemas”, explicó Opazo. Añadió que, si los billetes son alcanzado por la tinta, pueden ser limpiados: “Esto, considerando que en Chile el material de los billetes es polímero. Además, si se recorta lo dañado (por la tinta), el Banco Central debe recibir todos aquellos billetes con más del 50% de superficie” aseguró.

La Comisión para el Mercado Financiero (CMF), en su reporte mensual sobre cajeros automáticos, señaló que hasta agosto de 2024 había 7.765 dispensadores de este tipo en el país. De estos, 1.853 son del Banco de Chile (cerca del 23% del total). La Subsecretaría de Prevención del Delito aseguró que, hasta septiembre de este año, el OS-10 de Carabineros había realizado 7.984 inspecciones de cajeros y que en 2023 se hicieron 9.226.

El pasado 23 de octubre, la ABIF y el subsecretario de Prevención del Delito, Eduardo Vergara, informaron que se modificará el Decreto 222, para actualizar las medidas de seguridad. En ese contexto, la autoridad indicó que, en conjunto con la entidad gremial del sector, se realizan pruebas de resistencia, efectividad y operatividad, para que los dispensadores puedan soportar explosiones y otros métodos para abrirlos, a objeto de desincentivar la comisión de estos delitos.