CASOS INVOLUCRAN A LAS FAMILIAS SAUER Y JALAFF, ADEMÁS DE MUNIR HAZBÚN Y SU PAREJA, NATALIA COMPAGNON
Asesores de confianza: los procesos en los que ya se habían cruzado Luis Hermosilla y Leonarda Villalobos
19.11.2023
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CASOS INVOLUCRAN A LAS FAMILIAS SAUER Y JALAFF, ADEMÁS DE MUNIR HAZBÚN Y SU PAREJA, NATALIA COMPAGNON
19.11.2023
Las relaciones entre Leonarda Villalobos y Luis Hermosilla son más profundas de lo que se sabía hasta ahora. El papá de Daniel y Ariel Sauer era amigo del padre de la abogada Villalobos, un fiscalizador del SII destituido en 2013. Y Luis Hermosilla se acercó a miembros de la familia Jalaff -socios y amigos de los Sauer- hace más de 20 años. Asesores de grupos con dinero y poder, ambos participaron en la reunión del 22 de junio cuyo audio, revelado por CIPER, activó una bomba. Tanto Hermosilla como Villalobos asesoraron en 2022 al empresario Munir Hazbún, algunas de cuyas sociedades están envueltas en la trama de las facturas falsas. Y mientras Villalobos asesoraba a Hazbún y a su nueva pareja, Natalia Compagnon, Hermosilla hacía lo mismo con un adversario de la protagonista del caso Caval: el empresario Gonzalo Vial Concha.
Sólo en dos días la Sociedad Educacional del Maule (controladora del Instituto Profesional Valle Central) recibió 20 facturas que están en el núcleo del que ya es el mayor escándalo financiero de los últimos años. Las facturas suman $113 millones y se emitieron entre el 13 y el 14 de marzo pasado desde la sociedad Comercial Textil Ziko Limitada. Textil Ziko es propiedad de las familias Sauer y Topelberg, y la controladora del instituto profesional pertenece a Munir Hazbún, un hombre clave en esta historia.
No son las únicas facturas que complican la posición de Hazbún en las investigaciones abiertas por la fiscalía, Impuestos Internos y la Comisión Para el Mercado Financiero (CMF). Esas facturas están siendo revisadas por la fiscalía como parte de la investigación penal que se abrió luego de que CIPER revelara el audio de una reunión ocurrida el 22 de junio pasado en la oficina de Luis Hermosilla, en Vitacura. En esa cita, el influyente abogado habló del pago de sobornos a funcionarios del SII y de la CMF. Lo hizo junto a la también abogada Leonarda Villalobos y al empresario Daniel Sauer Adlerstein.
El plan que se conversó en esa reunión serviría para aminorar el peligro que acechaba a los Sauer y sus socios, luego de que la CMF detectó movimientos sospechosos en la corredora de bolsa STF, controlada por esa familia. Pero, el plan no sirvió. Hoy las empresas del grupo y sus dueños están siendo investigados por supuestos sobornos a funcionarios públicos. Los otros protagonistas, los abogados Luis Hermosilla y Leonarda Villalobos, despliegan sus estrategias para esquivar una eventual condena.
Las facturas recibidas por la Sociedad Educacional del Maule podrían ser falsas, si es verdad lo que se comentó en la reunión de junio registrada en el audio que, según informó el Diario Financiero, la abogada Villalobos reconoció ante los fiscales que ella grabó. Y a partir de esas facturas se puede jalar una hebra que devela las relaciones de larga data entre los abogados y los empresarios que están al centro de esta historia. El dueño de la empresa que recibió esas 20 facturas es Munir Hazbún Rezuc, quien aparece mencionado 27 veces en el audio de la reunión entre Sauer, Hermosilla y Villalobos.
A mediados de 2022 Munir Hazbún estaba en medio de una guerra judicial con su exesposa. En varias de las causas que se tramitan en los tribunales, fue representado tanto por Luis Hermosilla como por Leonarda Villalobos, y un grupo de abogados que trabajan con ella en la oficina que aún mantiene en la calle Bombero Ossa, en Santiago Centro.
Hazbún es un empresario educacional que en 2019 compró la Hacienda Santa Martina, un exclusivo club en Lo Barnechea al que se accede con membresías que oscilan entre los $7 millones y los $12 millones, además de un pago mensual. También es dueño del Instituto Valle Central, de los colegios Wessex y hoy controla la Universidad de Aconcagua.
En los colegios Wessex (Concepción y Chillán) ha estado asociado con Alberto Sauer Rosenwasser, padre de Daniel y Ariel Sauer, los controladores de Factop y STF, las empresas donde comenzó el escándalo. Según cuentan en el entorno de Munir Hazbún, el padre de los Sauer era muy amigo del papá de la abogada Leonarda Villalobos. Por esa razón, optó por ella y su staff de abogados para que lo representaran en la disputa judicial con su exmujer. Leonarda también lo asesoraba en materias tributarias. A Hermosilla se lo recomendaron en el Grupo Patio, la empresa que estuvo controlada hasta hace poco por la familia Jalaff, socios y amigos de los Sauer, que también participan en ese negocio con un porcentaje minoritario.
Munir Hazbún desde 2021 está emparejado con Natalia Compagnon (exnuera de Michelle Bachelet y protagonista del caso Caval). En 2019, el empresario comenzó a acercarse a la Universidad de Aconcagua con la intención de inyectarle capital. La universidad era controlada por Gonzalo Vial Concha, quien demandó a Compagnon por estafa en el Caso Caval. Esa demanda de Vial la llevó Luis Hermosilla, a quien Sauer dice conocer “hace 10 o 15 años”, según se desprende del audio de la reunión de junio.
Mientras Hazbún, ya emparejado con Natalia Compagnon, allanaba la compra de la Universidad de Aconcagua, el grupo de abogados de Leonarda Villalobos asesoraba a la exnuera de Bachelet en la disputa judicial que comenzó contra el hijo de la mandataria, Sebastián Dávalos, incluido un recurso por violencia intrafamiliar.
Antes de controlar la Universidad de Aconcagua, Munir Hazbún era el dueño de la Universidad Bolivariana. Salió de la propiedad de ese plantel a inicios de 2022, pocas semanas después de que Leonarda Villalobos se titulara de abogada en esa misma universidad, en la que estudió becada. Juan Pablo Hermosilla, abogado de Luis, le dijo a CIPER que Leonarda conoció a su hermano “hace pocos meses”, como asesora tributaria y legal de Hazbún y los Sauer.
En el entorno de Leonarda Villalobos confirman que su padre fue muy amigo del patriarca de los Sauer. “Ellos eran amigos y eso generó que Leonarda desde que los conoció, quisiera siempre ayudarlos y orientarlos”, le dijo a CIPER una persona cercana a la abogada que pidió mantener su identidad en reserva. Según señaló Daniel Sauer a La Segunda, la abogada es asesora tributaria del grupo desde 2016. Esto, aunque ella obtuvo su título recién en 2021.
La historia de cómo Hermosilla llegó a colaborar con los Sauer también tiene que ver con complicidades entre familias. Juan Pablo Hermosilla le dijo al Diario Financiero que todo comenzó con un acercamiento entre los Jalaff y su padre, Nurieldín Hermosilla: “Alrededor del año 2000 mi papá fue abogado de uno de los Jalaff, y de ahí se tomaron mucho cariño. Tanto, que incluso hicieron negocios juntos, como el restaurante Misu, del cual mi padre se salió años después. Lucho ha mantenido una cercana relación con ellos estos años”. La suerte de los Jalaff está en riesgo, porque el mecanismo de facturas falsas en torno a Factop y STF los tiene como protagonistas.
Según dice Daniel Sauer en el audio de la reunión del 22 de junio, el mecanismo de facturas falsas se utilizó para prestarles dinero a los Jalaff. Hasta hace poco, ellos eran los controladores del Grupo Patio, que administra 158 activos inmobiliarios en cinco países y gestiona inmuebles por US$ 3.200 millones, según El Mostrador.
Entre los socios de Factop creen que Luis Hermosilla participaba en la defensa de las empresas de los Sauer para proteger los intereses de los Jalaff. Uno de los temas que se conversaron en la reunión de junio fue cómo evitar que la utilización de las facturas falsas se hiciera pública. Para ello, necesitaban “controlar” toda la información que saliera del SII, tal como señala Luis Hermosilla en el audio.
El mecanismo para transformar las facturas falsas en dinero operaba así: una empresa emitía una factura a otra sociedad, y luego esta se la vendía a un factoring, así generaba liquidez, y la factura no pagada se diluía en fondos de inversión a costo de los inversionistas. Los Jallaf se beneficiaban porque su situación financiera es delicada. En 2022 se reveló que las deudas del exdirector ejecutivo del Grupo Patio, Antonio Jalaff, ascienden a $28.000 millones.
CIPER se contactó con Munir Hazbún, quien prefirió no responder preguntas para este reportaje. Desde el grupo de abogados de Leonarda Villalobos señalaron que no hablarán públicamente hasta que ella termine de declarar ante la fiscalía. Este lunes 20 de noviembre continuará prestando declaración.
Desde abril de 2022, el empresario Munir Hazbún (58) y su excónyuge, Alejandra Muñoz (55), comenzaron una disputa penal ante dos juzgados de Garantía que dejó al descubierto una intriga familiar que incluía acusaciones de falsificación de firmas, espionajes telefónico con ayuda de hackers y un alto patrimonio en juego. Además, reunió a dos de los tres protagonistas de los audios del Caso Coimas: Luis Hermosilla y Leonarda Villalobos.
Hazbún fue representado y defendido por ambos en las acciones judiciales cruzadas que se interpusieron entre él y la madre de sus tres hijos. Según reflejan los pasos judiciales de esas querellas, ingresadas al 4° y 7° juzgados de Garantía, Hermosilla aparecía como patrocinante o defensor del empresario, pero al cabo de dos a tres meses, renunciaba. Y como si fuera una posta de atletismo, a partir de allí presentaba patrocinio un socio de Leonarda Villalobos, Alejandro Ávila, con quien posee una sociedad (vea reportaje de CIPER: “Las redes políticas de Leonarda: asesores del gobierno y de parlamentarios, vinculados con empresas”.
La secuencia es así:
El 26 de abril de 2022, Alejandra Muñoz se querelló por falsificación de instrumento público contra Munir Hazbún, su cónyuge por 27 años. El 20 de julio de ese mismo año, Luis Hermosilla presentó ante el 7° Juzgado de Garantía el patrocinio para representar a Hazbún en esa causa. Un mes y medio después, el penalista renunció a esa representación y, al día siguiente, ingresó Alejandro Ávila Huerta, abogado socio de Leonarda Villalobos, que también asesora a STF Capital Corredores de Bolsa SpA, de propiedad de Daniel Sauer y su familia (ejerció como gerente de esa empresa).
Lo mismo pasó en el 4° Juzgado de Garantía, donde se tramitan dos causas por presunto espionaje respecto de la familia Hazbún-Muñoz en las que la cónyuge acusa que su exmarido le instaló un GPS en el auto para espiarla y además, con la ayuda de un hacker, revisó su teléfono celular sin su autorización. En ambas causas Luis Hermosilla presentó patrocinio por un mes y medio, y luego Alejandro Ávila tomó los casos.
Villalobos tenía un rol activo en el equipo de defensa de Hazbún donde también estaba Hermosilla, pero solo una vez se dejó ver ante tribunales en el enjambre de querellas cruzadas con la cónyuge del empresario: el 1 de diciembre de 2022, Leonarda Villalobos presentó una querella en el 7° Juzgado de Garantía a nombre de Munir Hazbún. Esta vez en contra de los abogados de Alejandra Muñoz por supuesta falsificación de instrumento público. Junto a ella también presentó personería su socio Alejandro Ávila y otro equipo de abogados liderados por Ítalo León.
Según relatan desde el entorno de Hazbún, fue la amistad de este último con Alberto Sauer, padre del empresario que aparece en la grabación de audio, lo que habría llevado a que este contratara a la abogada y a gente de su equipo para representarlo en las causas familiares.
Un conocedor de los pormenores de esas causas explica que Hermosilla y Villalobos debieron coordinarse para abordar el devenir de esa batalla judicial entre Hazbún y su exmujer. Desde el equipo de Hazbún reconocen que Hermosilla traspasó la causa al grupo de Villalobos.
Asimismo, Villalobos junto a Alejandra Borda -su amiga y abogada cercana- fueron representantes de Hazbún ante el tribunal de familia donde se tramita el divorcio del empresario con su exmujer.
La asesoría de Villalobos, incluso, fue más allá en la vida personal de Hazbún. Porque según señalan varias fuentes ligadas al entorno del empresario, fue a través suyo que Villalobos también asesoró judicialmente a su actual pareja: Natalia Compagnon (40), la excónyuge de Sebastián Dávalos Bachelet con quien se enfrentó en tribunales de familia por violencia intrafamiliar y en la justicia Civil por la casa que compartían en La Reina.
La abogada de Dávalos, Fabiola Ginekis, confirma que fue en la etapa de negociaciones extrajudiciales cuando se les acercó Leonarda Villalobos a nombre de la nuera de la expresidenta Bachelet para tratar un posible acuerdo: “Efectivamente, tomó contacto con mi persona para determinar la resolución de los problemas legales que podían existir, porque en ese tiempo no había demanda entre mi cliente y su esposa”.
Las negociaciones fueron entre junio y julio de 2022 y quien representó oficialmente a Compagnon, fue Alejandra Borda Silva y un abogado de otro staff: Ilan Eck Falkas.
En el audio de la reunión del 22 de junio, Villalobos lanza duros comentarios sobre Hazbún: dice que le preocupa, que “habla de más” y que no confía en él.
Las palabras de la abogada golpearon al entorno de Hazbún. No solo por la confianza judicial que había entre ambos, y que se reflejaba en que el empresario depositó en ella y en su equipo el destino de sus causas familiares y su situación tributaria, sino porque, además, gracias a una beca otorgada por la Universidad Bolivariana -que por entonces era de propiedad de Hazbún-, Villalobos obtuvo su título de abogada. Según explican conocedores de ese beneficio, la beca cubrió todos sus años de estudios.
El nombre de Luis Hermosilla emergió en otro escándalo político-financiero hace varios años, cuando explotó el Caso Caval en pleno segundo gobierno de Michelle Bachelet. En esa trama, el abogado defendió al empresario Gonzalo Vial Concha, quien se querelló por estafa contra Natalia Compagnon, Sebastián Dávalos y Mauricio Valero.
En síntesis, Vial Concha acusó que fue convencido de que existía un supuesto fraude al interior de Agrosuper –empresa controlada por su padre, Gonzalo Vial Vial—que podría afectar a su propia línea de negocios, liderada por la compañía Graneles del Sur. Para evitarlo, Vial Concha contrató los servicios de expertos informáticos de Caval.
Compagnon jugó un papel preponderante en esa historia: la exesposa de Sebastián Davalos le entregó cerca de 300 correos electrónicos con informaciones que alimentaban sus temores, incluyendo supuestas comunicaciones internas de ejecutivos de Agrosuper que evidenciaban desvíos de dinero a cuentas en paraísos fiscales. Cuando presentó su querella, Vial Concha señaló que muchos de esos emails eran “falsos” o fueron manipulados (vea reportaje de CIPER “El club de asesores que ganó millones alimentando los miedos del empresario Gonzalo Vial Concha”).
Ese fue el punto de partida para un vínculo que perduró con los años: Hermosilla no solo tomó la defensa de Vial Concha en el caso, sino que también se ganó la confianza absoluta del empresario, ingresó al directorio de Graneles del Sur y lo asesoró en el reordenamiento de sus deudas.
Hasta hace pocos años, uno de los principales problemas financieros de Vial Concha estaba amarrado a las deudas de la Universidad Aconcagua, de la que fue controlador hasta que en 2020 pasó a manos de Munir Hazbún Rezuc.
Hazbún, actual pareja de Compagnon, conoce bien las oportunidades de negocios que ofrece la educación en Chile: fue propietario de la Universidad Bolivariana –de donde egresó Leonarda Villalobos como abogada—, estuvo detrás de la creación de los colegios Wessex en Concepción y Chillán y es dueño del Instituto Profesional Valle Central. La sociedad a través de la cual controla este establecimiento, Sociedad Educacional del Maule, es la que aparece en la nómina de empresas investigadas por facturas falsas en el Caso Coimas (vea el reportaje de CIPER “Instituto Profesional Valle Central: crisis por millonario reparto de ganancias y pagos a empresas relacionadas”).
El paso a paso de las tratativas que sellaron el traspaso de la Universidad de Aconcagua a Munir Hazbún quedó registrado en los estados financieros de la casa de estudios. La historia partió entre 2017 y 2018, cuando –ya en crisis—se hizo evidente la necesidad de contar con capital fresco a corto plazo para sanear una deuda de $7,5 mil millones y buscar nuevos inversionistas.
Para ello, Concha Vial creó dos fundaciones al alero de dos sociedades que ya controlaba a través de Graneles. Primero apareció Fundación de Capacitación Kasvaa, que nació a partir de Servicios Educacionales del Sur y que permitió el ingreso de $1,5 mil millones. Y luego la Fundación de Promoción y Desarrollo de la Educación Superior (Prodes), un apéndice de Agrícola y Exportadora Tierra Pura, que enteró $6 mil millones.
Hazbún apareció en escena el 25 de marzo de 2020, una vez que se solucionó la urgencia financiera de la Universidad de Aconcagua. Ese día, el empresario firmó un “Convenio Vinculante Toma de Control” con la casa de estudios de Concha Vial. Las partes acordaron que Munir y su primo Skandar Hazbún serían los nuevos propietarios a través de tres sociedades: Inversiones Inmobiliarias Punta del Este SpA, Administradora Educacional del Norte SpA y Administradora Educacional del Sur SpA.
Skandar Hazbún también ha sido representado por el grupo de abogados que trabaja con Leonarda Villalobos, en una causa civil donde la Federación Rusa lo acusó de no pagarle el arriendo de un edificio que funciona como apart hotel en Las Condes.
De acuerdo con lo establecido por los intervinientes, el Convenio de toma de control de la Universidad de Aconcagua es “el único documento vinculante que propone un proceso de integración gradual debidamente planificado a través de un cambio de controlador garantizando el fiel cumplimiento del marco regulatorio que rige en materia de Educación Superior”.
Actualmente, los registros de la Superintendencia de Educación Superior señalan que los dueños de la Universidad de Aconcagua son Munir Hazbún Rezuc, su primo Skandar Hazbún Rezuc, Jaime Duhart Aillón, Fundación Prodes, Fundación Capacitación Buena Tierra y Fundación Desarrollo Nueva Tierra. Y, al menos hasta el 31 de diciembre de 2022, Munir Hazbún figuraba como director de la misma entidad junto con Duhart.
La huella de la familia Sauer también se cruza con la de los Munir en este rubro. El papá de Daniel y Ariel –dueños de Factop y directores de STF Capital–, Alberto Sauer Rosenwasser, fue director de la Universidad Bolivariana y participa en los colegios Wessex, al igual que Juan Hazbún Readi y su hijo Munir Hazbún.
“Compadre, quiero que me des lo máximo que me puedas dar”, dice Luis Hermosilla en el audio de la reunión de junio. Según se advierte en esa conversación, eso es lo que quería pedir al funcionario de Impuestos Internos al que le estarían pagando. La respuesta: “Y él puso como condición, no me hueveen, pónganme primero las 10 lucas que me deben de abril”.
El diálogo sigue con la intención de ocupar a ese funcionario público para regularizar la situación de las empresas de Daniel Sauer.
– Hermosilla: “Y después preguntarle cuánto me sale eso para ver qué puedo regular. ¿Me cachai?”. “
– Sauer: “Aquí vamos a regular todo”.
Acto seguido, Leonarda Villalobos empieza a enumerar las empresas que aparecen comprometidas en la investigación del SII.
– Sauer: “A ver, tírame los 42 RUT, tíramelos”.
– Villalobos: “Sociedad Educacional del Maule”.
– Hermosilla: “Esa es del huevón…”.
– Sauer: “Munir”.
– Hermosilla: “Que es una mierda”.
Esa es la primera vez que en la reunión nombran a Munir Hazbún, 22 minutos después de que comenzara la cita. Luego comentan sobre las sociedades que estarían cuestionadas en la investigación interna del SII. Sauer dice que esto es culpa de una orden que habrían dado en 2022, de que no se emitieran más facturas a sociedades de los Jalaff, justo cuando se hizo público que Antonio Jalaff arrastraba deudas por casi $30 mil millones. Entre las empresas cuestionadas, aparecen algunas que serían propiedad de Hazbún, pero cuyo nombre no aparece en los registros.
– Villalobos: “Enero del 22. Dos facturas a la Sociedad Educacional del Maule. Seis a Pictor, siete a Canopus”.
– Hermosilla: “¿Quién es Pictor?”
– Sauer: “Son de Munir, pero no aparece Munir de dueño. Son de otras personas. Son sociedades que él nos dio donde se las podía hacer (las facturas)”.
– Villalobos: “¿Y quién es Canopus?”.
– Sauer: “Munir. Pictor y Canopus es Munir”.
Según la información alojada en el Diario Oficial, Pictor S.A. se constituyó en 2003 y como sus dueños aparecen Juan Godoy Almirall y Jaime Duhart Aillón, quien actualmente ejerce como rector de la Universidad de Aconcagua, controlada por Hazbún. Canopus S.A. también se creó en 2003. Figuran dos socios: Fazael Youssefi-Vash (estadounidense, presidente de la Fundación Faros) y Manuel López Véliz.
Luego discuten sobre la eventual responsabilidad en el mecanismo de las facturas falsas de Munir Hazbún.
– Sauer: “Si Munir sabe esta huevá, Munir va a ir al Servicio (SII)”.
– Villalobos: “Sí, obvio”.
– Sauer: “Corriendo”.
– Hermosilla: “Te va a meter una querella, huevón”.
– Sauer: “Ahora, el huevón tiene la misma responsabilidad, porque la ha hecho todo el rato, y él me entrega también muchas facturas entre él, ¿Cachai? Entonces el huevón no se va a abrir porque el huevón tiene el poto al aire”.
Debaten sobre la reacción que podría tener Hazbún al enterarse de todo. Leonarda Villalobos dice que él le preocupa. Hermosilla coincide, porque “es tonto”. Y comienza un intercambio. “No es tan tonto”. “Sí, es tonto”. “No, no es tan tonto”. “Es tonto, habla de más”. Sauer cierra la discusión: “Todo OK, habla de más, pero no es tan tonto. Él sabe. Él sabe lo que tiene”.