LA ACTRIZ MARÍA PAZ GRANDJEAN RECIBIÓ UNA MUNICIÓN “SUPER SOCK” EN SU CARA
Disparo a actriz durante la revuelta: las mentiras y omisiones que tienen a generales del alto mando de Carabineros en la mira de la Fiscalía
20.10.2022
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LA ACTRIZ MARÍA PAZ GRANDJEAN RECIBIÓ UNA MUNICIÓN “SUPER SOCK” EN SU CARA
20.10.2022
El actual general director de Carabineros, Ricardo Yáñez, durante la madrugada del 18 de octubre de 2019 instruyó a los carabineros de Fuerzas Especiales que ese día salieron a enfrentar las protestas. Quién estaba al mando de esa tropa, el capitán Tomás Rodríguez, fue quien le disparó a la cara a la actriz María Paz Grandjean, provocándole heridas graves. En el proceso penal el recién ratificado jefe de Orden y Seguridad de la institución, Enrique Monrás, entregó un informe asegurando que no había uniformados en la esquina donde se produjo la agresión. Lo que era mentira. En otra causa, donde figura como imputado, el general Yáñez se ha excusado tres veces de declarar ante la Fiscalía.
A las 05:30 del 18 de octubre de 2019, el entonces director de Orden y Seguridad de Carabineros, Ricardo Yáñez Reveco, estaba en la Prefectura de Fuerzas Especiales, en la calle San Isidro a pocas cuadras de la Alameda, en Santiago. Allí entregó instrucciones a los efectivos policiales sobre cómo actuar frente a las protestas estudiantiles que desde hace una semana se habían masificado en las estaciones del Metro.
El rol de Yáñez durante las protestas del estallido fue el de guiar la estrategia policial para controlar el orden público. Por esa razón está en la mira de la Fiscalía, la que lo investiga por su eventual responsabilidad de mando en los abusos policiales producidos durante la represión de las protestas.
Ese mismo 18 de octubre la actriz María Paz Grandjean fue una de las primeras víctimas de la represión policial. A las 20:00 estaba saliendo del Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM) porque se había suspendido la función de la obra donde actuaba, cuando en la Alameda recibió una munición “super sock” de Carabineros en su rostro. Ese proyectil es una bolsa de kevlar rellena de cientos de perdigones de plomo. El disparo le quemó y le desfiguró la cara temporalmente, y hasta el día de hoy ella acusa que tiene secuelas.
El autor del disparo fue el capitán Tomás Rodríguez Soriano, a quien una primera investigación administrativa de Carabineros liberó de toda culpa.
En la investigación penal, que corría en paralelo, Carabineros no había aportado antecedentes relevantes. De hecho, en septiembre de 2020 le hicieron llegar a la fiscal que investiga la causa, Ximena Chong, dos informes que descartaban la presencia policial en la esquina donde la actriz recibió el impacto del “super sock”.
Esos informes estaban firmados por el ex general Enrique Bassaletti y el oficial Enrique Monrás, y aseguraban que a las 20:00 del viernes 18 de octubre de 2019 no había carabineros en la intersección de la Alameda con Ramón Corvalán. Era mentira. Los registros de las cámaras de la Unidad Operativa de Control de Tránsito (UOCT) mostraron al capitán Rodriguez y a su tropa actuando justo a esa hora en ese lugar.
Bassaletti pasó a retiro el año pasado y Monrás acaba de ser ratificado por el gobierno como parte del nuevo alto mando de la institución. Ejercerá como el nuevo general de Orden y Seguridad de Carabineros.
Ese cargo era el que tenía el general Yáñez la madrugada del 18 de octubre de 2019, cuando impartió instrucciones a los efectivos que debían controlar los disturbios callejeros. Frente a él, y al mando de la Prefectura de Fuerzas Especiales, estaba esa mañana el capitán Tomás Rodríguez, el mismo que 14 horas después disparó la munición que impactó en la cara de la actriz María Paz Grandjean.
Desde noviembre de 2020 Ricardo Yáñez es el jefe máximo de Carabineros, cargo al que accedió cuando su antecesor, Mario Rozas, renunció. Pero cuando partió la revuelta de octubre, Yáñez era el encargado de Orden y Seguridad de la institución uniformada. Por eso la madrugada del 18 de ese mes impartió instrucciones a los efectivos de Fuerzas Especiales que saldrían a enfrentar las protestas.
Hay constancia de ese episodio. Esto dice el libro de novedades de la 28° comisaría de Control de Orden Público del 18 de octubre de 2019:
– 05:30 – A la hora anotada se conforma la patrulla, sin novedad, para luego concurrir al gimnasio. En el lugar se forma para entregar la cuenta al general inspector director nacional de Orden y Seguridad, señor Ricardo Yáñez Reveco, quien imparte instrucciones relativas al servicio evasión que se prevé para este día.
Ese libro de novedades está firmado por el capitán Tomás Rodríguez Soriano, quien ese viernes de octubre estuvo como jefe de servicio. 18 meses después, el mismo capitán sería formalizado por ser el autor del disparo de munición “super sock” que impactó en la cara a la actriz María Paz Grandjean a las 20:00 de ese día, cuando explotaron las protestas.
El general Yáñez también figura como imputado ante la justicia. En otra causa, una que indaga la responsabilidad de mando en las vulneraciones a los Derechos Humanos durante la represión de las protestas, y que también comanda la fiscal Ximena Chong.
Yáñez ha sido citado a declarar tres veces en esa causa, y las tres veces ha pospuesto la cita. “Tenemos que ser los primeros llamados a prestar toda la colaboración y la cooperación en la investigación que está llevando adelante la Fiscalía”, señaló el jefe de Carabineros cuando fue llamado a declarar la primera vez, a fines de agosto pasado.
Su declaración ante la fiscal Chong debía producirse el 31 de agosto de este año, pero Yáñez no llegó. La diligencia se pospuso para el 20 de septiembre, pero entonces su defensa volvió a pedir que se fijara una nueva fecha. Según sus abogados, no habían tenido tiempo de revisar la carpeta investigativa. La nueva citación quedó para el 13 de octubre, pero entonces tampoco apareció.
Un día después, el propio general fue ratificado por el gobierno de Gabriel Boric en el nuevo Alto Mando de Carabineros, como máximo representante de la institución. Y al día siguiente recibió otro gesto de apoyo del Ejecutivo: lo visitaron en su oficina los ministros de Economía, Nicolás Grau, y de la Mujer, Antonia Orellana, quienes habían criticado la actuación de Carabineros durante la revuelta.
CIPER tuvo acceso a documentos internos de Carabineros que desnudan las omisiones y las mentiras en la indagatoria judicial sobre el ataque a María Paz Grandjean.
Una de las abogadas querellantes en la causa que indaga la responsabilidad del alto mando, Karinna Fernández -quien acaba de inscribir su candidatura para fiscal nacional-, señaló a CIPER que “existe una falta de colaboración sustancial por parte de las autoridades policiales, pues llama la atención que carabineros del alto mando que han sido citados a declarar en calidad de imputados, como el general Yáñez, y el general en retiro Rozas, no han concurrido a las citaciones por parte de la fiscalía. Eso se opone a la idea de colaboración eficaz que requiere este tipo de delitos”.
CIPER se contactó con Carabineros para saber por qué el general director, Ricardo Yáñez, no ha acudido a entregar su declaración como imputado por delitos de omisión, y por qué el director nacional de Orden y Seguridad, Enrique Monrás, omitió información en el proceso contra el capitán Tomás Rodríguez, quien le disparó a la actriz.
Sin embargo, la institución indicó que no podía referirse a ningún hecho, “ya que se encuentran judicializados”.
El ataque que sufrió la actriz María Paz Grandjean en la tarde del viernes 18 de octubre de 2019 fue uno de los primeros que se registró y viralizó esa jornada. El proyectil “super sock” que la impactó en la cara, aparece en el protocolo de Carabineros como “no letal”, sin embargo sus fabricantes señalan que se trata de una munición “menos letal”. De hecho, en las recientes protestas en Colombia ese proyectil fue el causante de la muerte de un manifestante (vea reportaje de CIPER).
En la investigación judicial que lleva adelante la fiscal Ximena Chong por ese caso, hay registro de informes de Carabineros que omitieron información relevante. A mediados de 2020 la fiscal envió oficios a la policía uniformada para conocer detalles sobre la cantidad de policías que desplegó Carabineros en el lugar de la agresión.
Una de las respuestas venía firmada por el general Enrique Monrás, exjefe de Zona Santiago Oeste y actual director nacional de Orden y Seguridad. Ese documento contenía una mentira. Fechado el 22 de septiembre de 2020, negaba que hubiera funcionarios policiales de su jurisdicción en la esquina de la Alameda con Ramón Corvalán cuando se produjo el ataque a la actriz.
Lo que afirmó Monrás se derrumbó por la evidencia audiovisual que aportó la parte querellante a comienzos de 2021, cuando mostraron imágenes captadas por la Unidad Operativa de Control del Tránsito (UOCT). En ellas se veía claramente que Rodríguez apuntó y disparó a la actriz, y que había más policías secundando al capitán.
La hora de Monrás ante la Fiscalía llegó el 8 de marzo de 2022, cuando prestó declaración en calidad de testigo. En ella, señaló que se desempeñó como jefe de la Zona Santiago Oeste desde octubre de 2018 hasta octubre de 2021. Luego, y hasta su reciente nombramiento como jefe de Orden y Seguridad, actuó como jefe de la Zona Metropolitana.
La Fiscalía le consultó específicamente por la respuesta que envió el 22 de septiembre de 2020, en la que informó que en la intersección de Alameda con Ramón Corvalán no había policías dependientes de su jurisdicción. ¿Por qué entregó información que luego las imágenes desmintieron? Así contestó:
– Ustedes mandaron un correo, que creo que lo recibió la Secretaría de Carabineros (…) Esto se envía a las 5 Prefecturas territoriales, y además a la Prefectura de Radiopatrulla y Prefectura COP (Control de Orden Público). Ellos nos dicen que no encontraron nada. Yo asumo que no hay nada, le informo a mi general, y él a ustedes.
La falsedad de lo que firmó Monrás en el documento remitido a Fiscalía también quedó al descubierto en el sumario que se originó en Carabineros a raíz de este hecho. Allí, los suboficiales que acompañaron al capitán Rodríguez lo ubicaron en el lugar del ataque y lo identificaron como quien disparó el proyectil que impactó en la cara de Grandjean.
Si bien esas declaraciones fueron incluidas en la investigación interna de Carabineros desde un inicio, la primera conclusión que arrojó esa indagatoria fue que no se podía comprobar la denuncia por falta de pruebas. No fue hasta la aparición de imágenes captadas por la UOCT que la institución optó por separarlo de su servicio y enviarlo a Punta Arenas.
En ese lugar Rodríguez se desempeñó como comisario de la 5° Comisaría de Control de Orden Público de Magallanes, lo que le permitía portar un arma de fuego y municiones, y además recibir una asignación por ejercer en una zona extrema. Luego de su formalización, en abril de 2021, quedó con arresto domiciliario nocturno y Carabineros informó que el capitán pasó a trabajar como Administrador de Operaciones hasta que finalice la investigación penal, la que sigue en curso.
Según el primer testimonio de María Paz Grandjean, recogido por el Departamento de Derechos Humanos del Colegio Médico (Colmed), la actriz acudió al GAM por una obra en la que participaba. Como fue suspendida por las protestas que ya eran intensas poco antes de las 20:00 de ese 18 de octubre, optó por irse a su casa.
Mientras esperaba la micro, la actriz dijo que se percató que un piquete de Fuerzas Especiales golpeó a un estudiante. Junto con las personas que presenciaron ese hecho, gritó para que lo soltaran. Así recordó el momento:
-Tuve miedo, agarré una piedra y después la solté. Carabineros me apuntó a la cabeza, de frente, y pensé que me iba a tirar la bomba a la cabeza. Pude ver el gesto del carabinero al percutar (la escopeta antidisturbios), su cuerpo se echó para atrás, y vi el humo sobre el arma, sentí un golpe en mi cara, me ensordeció, no estoy segura de que me caí, estoy confundida sobre eso. Tenía mucho dolor, tenía miedo, mucho miedo, estaba petrificada. Solo me hizo seguir el camino el terror de quedarme allí (…) estaba muy conmocionada.
La actriz pensó que le había impactado un balín. Lo cierto es que de la escopeta antidisturbios de Rodríguez había salido otro tipo de proyectil, conocido como “super sock”, un tipo de bean bag que, como su nombre lo indica, se asemeja a una bolsita con cientos de proyectiles en su interior. En el protocolo de control del orden público de Carabineros vigente para octubre de 2019, este tipo de munición estaba calificado como “no letal”, pese a que sus fabricantes lo rotulaban como “menos letal”. La diferencia radica en que esta última categoría indica que, si se manipula de forma incorrecta, los bean bag sí pueden causar la muerte de una persona.
María Paz Grandjean fue llevada a la Posta Central y, dentro de sus vagos recuerdos, dice que el médico que la atendió se sorprendió al escuchar que su herida facial fue provocada por un disparo de Carabineros. “Con el correr de las horas nos dimos cuenta que era más común de lo que se podía pensar, porque comenzó a llegar mucha gente con heridas similares diciendo que había sido producto de carabineros que les dispararon apuntando a la cara”, señaló la actriz a CIPER.
La primera investigación administrativa de Carabineros determinó que el capitán Rodríguez le disparó a Grandjean a menos de veinte metros de distancia. Ella calcula que entre su cuerpo y el del uniformado no había más de doce.
Su diagnóstico clínico fue “hematoma malar y mandibular derecho, contusión maseterina, herida región mandibular derecha de 1 cm de diámetro epitelizada”.
La investigación de Carabineros –revisada por CIPER– fue instruida a mediados de 2021 y quedó a cargo de la Fiscalía Administrativa de la Zona Santiago Oeste. Su misión fue determinar si el capitán incurrió en una falta al no dejar constancia de los detalles del procedimiento que terminaría con Grandjean herida en su rostro, y si había algún vínculo entre esa intervención y la investigación llevada adelante por la Fiscalía.
La primera declaración que contiene ese documento es la del propio Rodríguez, entonces ya formalizado en la justicia civil por apremios ilegítimos.
En ella, Rodríguez detalla que llegó al frontis del GAM porque había manifestaciones y que disparó al menos dos veces su escopeta, porque un civil estaba atacando al cabo 1° Milton Soto Escobar. También agregó que portaba una cámara GoPro descargada, por lo que no pudo grabar imágenes.
Consultado por si se enteró de haber causado una lesión debido a sus disparos, contestó: “No mi Capitán, ese día no tomamos conocimiento de que una persona resultara lesionada en esa intersección”. Uno de los puntos débiles de su declaración es que dijo no haber registrado la intervención que realizó en ese lugar. Por norma, los carabineros deben dejar constancia de los lugares a los que acuden, si utilizan su arma, bajo qué pretexto, cuántas veces y cualquier otra información de interés. En esta ocasión, Rodríguez dijo que “solo se dejó una constancia general de los procedimientos del día y de los respectivos consumos (de munición)”.
La siguiente declaración recogida por Carabineros fue la del cabo Soto, quien aportó que Rodríguez ocupó su escopeta antidisturbios “no recuerdo en cuántas ocasiones” en Ramón Corvalán con Alameda. También reafirmó que solo se dejó una “constancia general” del procedimiento realizado en ese punto de la capital, debido a que “estábamos con muy poco tiempo y nos movilizábamos constantemente a diferentes lugares”.
Luego de Soto, vino el turno de otro Cabo, Félix Leal, quien también declaró que Rodríguez disparó su escopeta en ese lugar y que, según supo, no hubo civiles lesionados producto de su intervención en el centro de Santiago.
Otros tres uniformados entregaron versiones parecidas.
El 19 de julio de 2021 se emitieron las primeras conclusiones. El oficial investigador, teniente Mauricio Zapata Salinas, estableció que “no se puede acreditar” que la policía presente en ese lugar se haya enterado de la lesión de Grandjean en el mismo momento, toda vez que “del hecho en cuestión en ningún momento habría tomado conocimiento (el) personal que intervino en dicho sector”.
“Producto de lo anterior, no se observan hechos constitutivos de falta, por lo que se estima que no existe responsabilidad administrativa respecto de esta situación investigada”, cerró.
En la última página de las conclusiones, el oficial investigador sugirió que “la presente pieza investigativa no debe ser elevada a sumario”.
Esas consideraciones cambiaron rotundamente a partir de septiembre de 2021, cuando el oficial a cargo de la investigación dejó constancia de que accedió a las imágenes de la Unidad Operativa de Control del Tránsito (UOCT) que fueron incluidas en el proceso penal contra Rodríguez, el que corría en paralelo.
Las imágenes de la UOCT no dejaban dudas y reafirmaban lo que ya habían declarado algunos suboficiales en la indagación de la Fiscalía Administrativa de Carabineros: el capitán había disparado y herido a Grandjean en la cara, quien se encontraba a pocos metros de Rodríguez. Incluso captaron el momento exacto en que el uniformado percuta su arma y la actriz gira su cabeza.
El 10 de septiembre de 2021, el mismo carabinero que firmó las conclusiones anteriores declaró que, en vista de las nuevas imágenes, era necesario “nombrar a un nuevo Oficial Investigador de mayor graduación y antigüedad que el capitán Tomás Pablo Rodríguez Soriano, para que continúe con las diligencias”.
El segundo tiempo de esta investigación interna se cerró el 7 de noviembre de 2021. Dos días después, la Fiscalía Administrativa a cargo del caso emanó sus nuevas conclusiones. La más importante: se sugería la “separación del servicio” del acusado.
Fueron varios motivos los que sostuvieron esta sugerencia, firmada por la mayor y fiscal Paula Mella Leiva, y el también mayor Rodrigo Mancilla Puga. Ahora, la investigación acreditó que Rodríguez utilizó su escopeta antidisturbios “un número indeterminado de veces, sin dejar constancia del motivo y fundamento que tuvo, debido a que no dejó registros en la hoja de ruta ni en el libro de población de los niveles de fuerza que empleó”.
Sumado a ello, los investigadores determinaron que Mauricio Rodríguez “tampoco confeccionó acta circunstanciada de consumo de munición”, y que el único registro que existe al respecto, “presenta enmendaduras y correcciones”, lo que impide determinar cuánta y qué tipo de munición se ocupó en ese procedimiento.
A ojos de Mella y Mancilla, todas estas acciones revelaron “graves deficiencias profesionales, trayendo consigo un cuestionamiento en el uso no letal a la institución”. La investigación interna pasó a la siguiente etapa sumaria y, en febrero de 2022, llegó a su fase final.
En ella, se mantuvieron las fallas y omisiones en las que incurrió Rodríguez y la recomendación final de los oficiales investigadores: el capitán que disparó en la cara a María Paz Grandjean debe ser separado del servicio en el que estaba asignado. Fue ahí cuando la institución lo envió como comisario a Punta Arenas.
Entrevistada por CIPER, la actriz resumió todo lo sucedido “como una mezcla de rabia, tristeza y frustración. Pero, además, de poca sorpresa: para mí no es novedad que Carabineros ataque y la justicia no avance. No vivo la sorpresa de eso, sino soy la constatación de aquello”.