OCURRIÓ A FINES DEL GOBIERNO DE PIÑERA. FILTRACIÓN REVELA MONITOREO DE LA MONEDA A CANDIDATOS PRESIDENCIALES
Hackeo a correos del Ministerio de Justicia expone datos sensibles de menores del Sename y de casos de familia
30.09.2022
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OCURRIÓ A FINES DEL GOBIERNO DE PIÑERA. FILTRACIÓN REVELA MONITOREO DE LA MONEDA A CANDIDATOS PRESIDENCIALES
30.09.2022
Más de 384 mil correos electrónicos de funcionarios del Ministerio de Justicia, incluyendo mensajes enviados y recibidos por la casilla institucional del exministro Hernán Larraín, fueron hackeados entre noviembre de 2021 y enero de 2022. Los emails están fechados entre agosto y noviembre de 2021. La intervención expuso datos reservados de niños y niñas del Servicio Nacional de Menores, como nombres, RUT, diagnósticos de salud y vulneraciones que han sufrido. También hay antecedentes de casos de familia, como mediaciones y violencia doméstica. Además, la filtración contiene informes hechos por la Segpres en los que se monitoreaban actividades públicas de los candidatos a la Presidencia.
El hackeo de cuentas oficiales de correo electrónico de funcionarios del Ministerio de Justicia dejó expuestos datos sensibles de niños y niñas atendidos por el Servicio Nacional de Menores (Sename), tales como nombres, RUT, diagnósticos de salud, abusos que han sufrido, datos de sus familiares y la condición de vulnerabilidad que enfrentaban. La filtración también contiene antecedentes de casos de violencia doméstica y de otras causas de familia. Además, reveló la existencia de informes hechos en 2021 por la Secretaría General de la Presidencia (Segpres) en los que se monitoreaba a los candidatos a La Moneda. Esas minutas incluían aspectos como la denuncia por acoso contra el entonces diputado Gabriel Boric y la tensión en la derecha por el apoyo a Sebastián Sichel o José Antonio Kast.
La intervención se produjo entre noviembre de 2021 y enero de 2022. Los mensajes expuestos están fechados entre agosto y noviembre del año pasado. Entre estos últimos figuran más de 300 mails enviados y recibidos por la cuenta oficial del entonces ministro de Justicia, Hernán Larraín. El exsecretario de Estado reconoció a CIPER que el gobierno sabía de la filtración. Pero hasta ahora -y aunque en las últimas semanas el hackeo a servidores del Estado ha protagonizado la agenda noticiosa- ninguna exautoridad del segundo período de Sebastián Piñera había querido recordar que esa administración sufrió la extracción de 384.397 mensajes de correos oficiales del Ministerio de Justicia. Son 62,1 gigabytes de información.
Cuando CIPER le consultó al exministro Hernán Larraín por esta situación, su respuesta fue escueta: “No tengo nada que decir al respecto. Solo recuerdo que hubo un hackeo, efectivamente. Me parece que a comienzos de febrero. Y de él se hizo cargo la Segpres. Con ellos debe hablar”.
Según la respuesta inicial de Larraín, la filtración habría ocurrido a inicios de febrero de este año. Pero eso no es exacto. CIPER tuvo acceso a la base de datos que contiene los más de 384 mil emails a inicios de enero pasado, y durante los últimos nueve meses ha revisado la información contenida en las casillas intervenidas.
En una segunda respuesta, Larraín explicó que el gobierno no le dio mayor importancia al tema: “Por lo que he indagado ahora, pues no recuerdo bien el caso, puedo haber estado de vacaciones cuando ocurrió, no fue un hackeo propiamente tal y no se le dio mayor importancia. Solo hubo comunicación con Segpres por el tema. No recuerdo si hablamos de esto con la administración entrante”.
Aunque el exministro sostiene que no fue un hackeo, la extracción y exposición de la información se la adjudicó el grupo Anonymous, que ya ha realizado intervenciones de este tipo sobre servidores de entidades públicas. Y, tal como ha ocurrido con otros hackeos, los datos fueron dispuestos en la plataforma DDO Secrets. La captura de los datos habría ocurrido en algún momento entre noviembre de 2021 y enero de 2022.
CIPER intentó comunicarse con el exministro Juan José Ossa, quien encabezaba la Segpres cuando ocurrió el hackeo, pero no está en Chile y hasta el cierre de este reportaje no pudo ser contactado. Algunos de sus exasesores señalaron que la Segpres de entonces no tuvo conocimiento de un hackeo y que “estos temas siempre se derivan al Ministerio del Interior”.
En el Ministerio de Justicia, liderado ahora por la ministra Marcela Ríos, señalaron a CIPER que no estaban informados del hackeo: “Durante el traspaso de información de la administración anterior a la actual, jamás se notificó la existencia de un ciberataque a nuestro Ministerio”, indica la respuesta oficial enviada por esa cartera.
En medio de la ola de vulneraciones a servidores de organismos del Estado –340 gigabytes hurtados al Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas y un ataque al Poder Judicial-, en el Ministerio de Justicia agregaron que han realizado acciones para prevenir una situación similar:
“A propósito del ciberataque del que fue víctima el Poder Judicial, iniciamos un análisis de los sistemas informáticos del Ministerio de Justicia. Ante nuestro requerimiento, el Centro de Respuesta a Incidentes de Ciberseguridad (Csirt) del Ministerio del Interior, nos alertó de la posibilidad de haber sido víctimas de delitos informáticos. En función de eso hemos desarrollado las acciones necesarias para mitigar los efectos del incidente y procederemos a contratar a una empresa especializada que nos ayude a identificar los riesgos de nuestros sistemas informáticos. Además, hemos realizado una denuncia que investigue los posibles delitos informáticos y recogimos las recomendaciones que nos hicieron los expertos”, indica la repuesta de la secretaría de Estado. La denuncia fue presentada ante la Fiscalía Centro Norte.
Entre los correos hackeados, aparecen mensajes provenientes de funcionarios del Sename. Algunos de ellos incluyen documentos con informes internos sobre centros dependientes de ese servicio y balances sobre la migración hacia Mejor Niñez (como se denomina ahora al sistema de protección de menores en situación de vulnerabilidad). En esos antecedentes figuran datos sensibles protegidos por ley, como la identidad y el RUT de niños, niñas y adolescentes dependientes de centros del Servicio Nacional de Menores.
En algunos de los mensajes aparecen informes que revelan diagnósticos de salud de residentes en centros del Sename y otros datos sensibles levantados durante visitas aleatorias a esos lugares. Al menos uno de ellos contiene información en extremo sensible sobre la salud de una niña, a la que se le identifica con nombre y RUT, además de entregar detalles de su situación judicial. Asimismo, quedaron expuestos los datos de niños, niñas y adolescentes que, en el contexto de la pandemia, estaban a la espera de recibir atención médica.
Otro caso con información sensible es una denuncia por supuestas irregularidades en un proceso de evaluación de un Centro de Diagnóstico Ambulatorio (DAM), el que incluye detalles de un caso de violencia intrafamiliar, materia que es protegida en la justicia de familia. Hay también varios emails que contienen notificaciones para sesiones de mediación familiar y un mensaje generado automáticamente desde las casillas de funcionarios de esa misma área que expone datos de las partes que intervienen en el proceso y de sus abogados: nombres, RUT, teléfonos y direcciones de correo electrónico.
Además, los correos revelan intercambios de mensajes entre funcionarios del Sename y del Ministerio de Justicia para agilizar y finalizar sumarios abiertos a personas del Servicio Nacional de Menores. En otros registros se incluyen datos personales de funcionarios bajo sumario, como nombre, RUT y los antecedentes del caso.
Entre los correos electrónicos hackeados aparecen diversos mensajes provenientes del área de estudios de la Segpres. En ellos se resume la agenda en terreno de los exministros del gobierno de Sebastián Piñera, la pauta de los trámites legislativos e hitos de la contingencia que vivía el ex Presidente de la República, los que incluyen apreciaciones políticas.
En estas minutas diarias figuran reportes sobre las actividades de los candidatos a las elecciones presidenciales del año pasado, sus agendas de campaña y los temas que los afectaban. Estos correos eran enviados al ministro Hernán Larraín y a los secretarios regionales ministeriales de Justicia.
Un ejemplo es el reporte del 11 de noviembre -a diez días de la primera vuelta-, el que se refería a la situación del entonces diputado Gabriel Boric de la siguiente manera: “Se mantiene latente en redes denuncia de acoso. Declara ser inocente y está a la espera de que se resuelvan las investigaciones”.
Un correo del 23 de septiembre de 2021, que fue enviado a la casilla de Larraín, hace referencia al primer debate presidencial, destacando de ese foro el posicionamiento de los candidatos frente al cuarto retiro de fondos previsionales, una “pugna entre Provoste y Boric” e “intentos de la oposición por generar tensión en CHV (Chile Vamos).
En ese correo sobre el debate presidencial, se apunta que “el diputado Boric se mostró reticente a responder tras ser impugnado, por ejemplo, al apoyar a frentistas y posición sobre la violencia”; “Boric fue emplazado por tensión en gobernabilidad considerando la posición del PC en su coalición”; “intentos desde la oposición por generar tensiones en CHV (Chile Vamos) por candidato Sichel de centro e independiente y candidatura de republicanos, de derecha. Especialmente Boric buscó instalar tensión al interior de los partidos de CHV”.
El mismo informe menciona que en el debate se difundieron “algunas críticas infundadas hacia el Gobierno de supuesta tardanza en la entrega de ayudas sociales en pandemia, supuestas violaciones a DD.HH. tras el estallido y emplazamientos para que se pida perdón, haya reparación, además de instalar deuda en materia de salud, listas de espera”.
CIPER intentó consultar a exfuncionarios de las Segpres sobre las razones para confeccionar informes de este tipo, pero hasta el cierre de este reportaje no hubo respuestas.
* Nota de la redacción: a propósito de este reportaje, revise aquí la carta del ex ministro Hernán Larraín y la respuesta de CIPER.