LA CARTERA, BAJO LA GESTIÓN DE ANDRÉS CHADWICK, LA DISPENSÓ DE PAGAR UNA CAUCIÓN QUE FIRMÓ PARA ESTUDIAR EN ESPAÑA
La deuda por $80 millones que el Ministerio del Interior le perdonó a la esposa del general Mario Rozas
11.04.2022
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LA CARTERA, BAJO LA GESTIÓN DE ANDRÉS CHADWICK, LA DISPENSÓ DE PAGAR UNA CAUCIÓN QUE FIRMÓ PARA ESTUDIAR EN ESPAÑA
11.04.2022
La cónyuge de Mario Rozas, Carola Ahengo, estudió durante un año en España y, como ella era oficial de Carabineros, en ese periodo siguió recibiendo su sueldo. Por ello, debió firmar una caución que la obligaba a mantenerse en la policía durante cinco años tras terminar su diplomado. Pero como después su esposo asumió como general director de Carabineros, renunció para evitar un conflicto de interés. Entonces debía activarse el cobro de los $80 millones de la caución, pero nunca los pagó. Rozas dijo a CIPER que el cobro fue dispensado por un acuerdo con el entonces ministro del Interior, Andrés Chadwick, pero él lo niega.
El 18 de noviembre de 2017 Mario Rozas estaba orgulloso. Ese día presenció como su esposa, la coronel de Carabineros Carola Ahengo, recibió su diploma por haber cursado el Máster en Recursos Humanos en la European Business School. La ceremonia se realizó en una sala del multicine Kinépolis, en el centro de Madrid. Ella, sonriendo, se sacó fotos con el grupo de compañeros con el que desarrolló su proyecto de título.
El proceso de estudios comenzó el 15 de diciembre de 2016 y terminó casi un año después. El periodo coincidió con el año en que Mario Rozas fue el agregado policial de la embajada chilena en España (diciembre de 2016 a diciembre de 2017).
Mientras duraron sus estudios, la coronel Ahengo continuó recibiendo su sueldo en Carabineros, bajo el compromiso de que, una vez titulada, seguiría en la institución al menos por otros cinco años. Para formalizar esa obligación, previo al viaje a Madrid ella firmó una póliza de fianza por permanencia con la Mutualidad de Carabineros. Dentro del mismo documento se estableció que si no se mantenía los cinco años, debía pagar una caución por $80.369.904, y que durante sus estudios tendría dedicación exclusiva. El monto fue fijado el 7 de diciembre de 2016, en un documento firmado por el capitán Fernando Luna Lavín, entonces encargado de presupuestos en Carabineros (vea aquí ese documento). Mario Rozas fue el codeudor solidario de la fianza de permanencia (ver aquí).
Pero, luego de volver de Europa, la coronel Ahengo no permaneció en las filas policiales durante los cinco años comprometidos. En diciembre de 2018 su esposo fue nombrado por el Presidente Sebastián Piñera como general director de Carabineros y ella se desvinculó de la institución, aludiendo a razones de probidad, debido a que habría quedado como subalterna de su cónyuge. En declaraciones a El Mercurio, Rozas señaló: “Se va, lo hace voluntariamente. Y ella siempre me ha apoyado en desmedro de su carrera. Es una mujer muy generosa”.
“Para nosotros fue muy positivo (la dispensación de la deuda), porque, si no, hubiésemos tenido que pagar la caución (de más de $80 millones)”, dijo Mario Rozas a CIPER, cuando le preguntamos por qué su esposa no había cancelado el monto comprometido. Según señaló, fue el ex ministro del Interior, Andrés Chadwick, quien autorizó que esa deuda no se pagara.
En 2019, el entonces general director de Carabineros, Mario Rozas, le dijo a la prensa que el retiro de su esposa era voluntario. Y así lo reiteró a CIPER cuando lo contactamos para este reportaje. Sin embargo, en los registros formales aparece que fue la institución la que le solicitó el retiro a la coronel Ahengo, para evitar conflictos de interés debido al cargo de jefatura máxima de la institución que asumió su esposo. El punto es relevante, porque las cauciones deben ser cobradas cuando los retiros son voluntarios.
El 29 de abril de 2019 la Dirección Nacional de Personal de Carabineros solicitó el retiro temporal de la funcionaria, basándose en “los antecedentes aportados por la Dirección General de Carabineros al Ministerio del Interior” (vea aquí ese documento). Estos indicaban que, tras el ascenso de su esposo, se “afecta el eficaz y correcto ejercicio del mando de la Institución, por cuanto en su calidad de Jefe Superior del Servicio, siempre será la instancia final para el conocimiento de cualquier requerimiento de orden personal, profesional, disciplinario o jerárquico que afecten a su cónyuge”.
La salida de la institución finalmente se hizo efectiva el 27 de agosto de 2019, según un documento firmado por el entonces ministro del Interior, Andrés Chadwick.
CIPER contactó a Chadwick y le consultó por la versión entregada por Rozas, que apuntó a que fue el ex ministro del Interior quien dispensó a Carola Ahengo del pago de la deuda asumida cuando partió a estudiar a España. Pero el ex ministro del gobierno de Sebastián Piñera desconoció esa versión:
“No tengo ningún acuerdo sobre la materia. Nunca he tenido ningún acuerdo sobre la materia. Y además el ministro del Interior no tiene las facultades o atribuciones en materias como esta. No tengo más antecedentes”, aseguró Chadwick a CIPER.
Donde sí reconocieron la dispensa de la deuda fue en el Ministerio del Interior, cuando en febrero de 2022 CIPER consultó en esa secretaría de Estado por los antecedentes. Desde esa cartera comentaron que fue Interior quien solicitó el retiro temporal de Carola Ahengo, lo que implicaría que ella “no tendría la obligación de cancelar la deuda porque su salida fue por razones ajenas a su voluntad. (…) Si, en cambio, ella hubiese renunciado voluntariamente se ve en la obligación de devolver esos dineros”.
Pero Rozas insiste en que la salida de su esposa de Carabineros fue voluntaria: “Ella presenta su expediente de retiro, de forma voluntaria, por un problema de delicadeza, de conciencia, o ético y de probidad. Ella toma la decisión de retirarse de la institución. (…) Ella no tenía ninguna obligación legal de irse a retiro”, le dijo a CIPER.
Rozas explica que a pesar de la dispensa del gobierno de Piñera que le permitió no pagar la caución, la exfuncionaria de Carabineros sí pagó costos al retirarse: “Renuncia a algunos beneficios económicos (que habría tenido), de haber estado en actividad por 30 años”.
Hasta hoy, Carola Ahengo no ha vuelto a trabajar en Carabineros, pues solo hay registros de que, tras su retiro de la institución, contribuyó como presidenta nacional de la Corporación de Ayuda a la Familia de Carabineros, organización de carácter privado. La póliza de fianza por permanencia que firmó Ahengo la obligaba a permanecer en Carabineros hasta diciembre de 2022, y si eso no ocurría, al pago en diez cuotas de los $80,3 millones.
Mario Rozas asumió la jefatura máxima de Carabineros el 22 de diciembre de 2018, y según ha declarado, tenía la misión de “modernizar” a la institución, la que venía dañada por un cúmulo de escándalos: el mega fraude, los montajes de la Operación Huracán y el asesinato de Camilo Catrillanca, entre otros.
Uno de los puntales de esa “modernización” era reglar la permanencia en la institución de los oficiales que se formaban en las academias de Carabineros. Según le dijo Rozas a CIPER, dentro de los objetivos de su mandato estaba “revisar toda la reglamentación”. Esto, tras percatarse que dentro de la Academia de Ciencias Policiales (Acipol) “se hacían cursos muy caros y no pagaban caución, por lo tanto, terminaban el curso y después se iban a retiro”.
La Acipol es la academia donde se forman los oficiales que luego pueden optar a formar parte del alto mando institucional. Cuando egresan de esa academia, los oficiales logran un grado equivalente al de un ingeniero en el mundo civil.
“Era un poco injusto para la institución invertir tanto. Yo ordeno revisar la reglamentación y era concordante que tenía que haber una caución. Entonces, esa caución se toma y si es que (el oficial) se retira antes de los cinco años, se hace efectiva y tiene que pagarse”, complementó Rozas a CIPER.
Fuentes de la Acipol confirman a CIPER que bajo el mando de Rozas se instauraron las cauciones para quienes estudian en esa academia.
Vía Ley de Transparencia, CIPER accedió al listado de exfuncionarios policiales que deben pagar un monto por haberse retirado de la institución antes de cinco años posterior a su egreso de la Acipol. Según ese registro, tres mayores registran cobros de póliza por este motivo. Cada uno de ellos aparece con una deuda de $20,9 millones. Los tres egresaron de la academia el 29 de diciembre de 2020 y se retiraron de Carabineros entre dos y nueve meses después de esa fecha.
Vea aquí la carta de Andrés Chadwick sobre este reportaje y la respuesta de CIPER