La Fundación Ciudadanía Inteligente aplicó el “Semáforo autoritario” a los programas y las declaraciones hechas por Boric y Kast entre el 23 de agosto (cuando inscribieron sus candidaturas) y el 10 de diciembre. Utilizando la metodología de Steven Levitsky y Daniel Ziblatt, autores del reconocido estudio “Cómo mueren las democracias” (2018), detectaron que en el periodo estudiado el abanderado de Apruebo Dignidad presentó cuatro intervenciones calificadas como “parcialmente autoritarias” y una “marginalmente autoritaria”. Kast, en tanto, registró 20 intervenciones “autoritarias”, nueve “parcialmente autoritarias” y cuatro “marginalmente autoritarias”. Los resultados, señala el informe, muestran que Kast “levanta más alertas en torno a la posibilidad de estar frente a un líder potencialmente autocrático”.
Vea la base de datos del estudio realizado por Ciudadanía Inteligente.
Vea la entrevista concedida a CIPER por Steven Levitsky, uno de los autores del método aplicado en este estudio: “Me preocupa Kast y su poco compromiso con la democracia”.
INTRODUCCIÓN
La democracia liberal en el mundo está enfrentando enormes amenazas por parte de liderazgos que, una vez en el poder, corroen las condiciones para su adecuado funcionamiento. La cooptación de órganos electorales y los tribunales de justicia, amenazando las libertades individuales, persecución de opositores, cuestionando la acción de sociedad civil y medios, ignorando otros poderes del Estado, entre otros, son métodos conocidos para inhibir la competencia política y concentrar el poder.
Bajo este punto de vista, el rol de los liderazgos políticos es determinante en los procesos de fortalecimiento o degradación democrática. Son ellos quienes impulsan las medidas que pueden poner en riesgo las condiciones para una democracia plena. En Ciudadanía Inteligente, y cómo lo señala el último informe de Varieties of Democracy, vemos con preocupación la autocratización de democracias consolidadas y los retrocesos en derechos humanos que se observan a nivel global. Estos fenómenos están relacionados con el avance de liderazgos disruptivos, como el de Trump en Estados Unidos, o con el extremismo de Morawiecki en Polonia y Orban en Hungría. A nivel regional también es posible identificar posturas claramente antidemocráticas de líderes tanto de derecha como de izquierda, como las de Chávez y Maduro en Venezuela, de Ortega en Nicaragua, de Bolsonaro en Brasil y, más recientemente, de Bukele en El Salvador y López Obrador en México.
En Ciudadanía Inteligente, como organización apartidista y comprometida con la democracia, nos interpela el incremento de las crisis en las democracias actuales. Estas crisis se manifiestan en el aumento generalizado de la desconfianza hacia los partidos políticos, cuya incapacidad para dar respuesta a las demandas de los electorados ha contribuido al surgimiento de severas crisis de representación. Esto se relaciona con la creciente fragmentación de los sistemas de partidos, el aumento de los sentimientos anti-establishment y/o anti-elite, en donde muchos candidatos antisistema que surgen desde afuera de la política tradicional encuentran una oportunidad para llegar al poder. En diferentes lugares del mundo, observamos líderes que recurren a este tipo de estrategias discursivas autoritarias para ganar el apoyo popular, al tiempo que sientan las bases para una progresiva corrosión democrática.
Esta caracterización no se refiere a una evaluación de la calidad de las políticas públicas, ni a un problema que afecte exclusivamente a un determinado sector político (izquierda o derecha). En principio, cualquier organización política podría mostrar rasgos autoritarios que se oponen a las condiciones de libertad, pluralismo y competitividad que requiere una democracia plena.
En ese sentido, es fundamental que la ciudadanía cuente con elementos para conocer el riesgo que determinadas candidaturas pueden implicar en caso de acceder al poder. Para ello, es fundamental utilizar la evidencia empírica recogida a nivel comparado que permite distinguir entre aquellos liderazgos que pueden significar un riesgo de degradación de la democracia liberal y aquellos que no.
Para facilitar esta reflexión y, asumiendo un marco de análisis objetivo, desde Ciudadanía Inteligente hemos desarrollado el siguiente informe para entregar información a los y las electores en el contexto de la elección presidencial de Chile 2021.
MARCO TEÓRICO
Este estudio utiliza el marco teórico elaborado por Steven Levitsky y Daniel Ziblatt (2018)[1] que busca entender cómo las democracias colapsan por la vía electoral, socavando sus propios fundamentos democráticos. El marco teórico de los autores contiene indicadores que fueron tomados del trabajo de Juan Linz (1978) sobre el quiebre de los regímenes democráticos. Linz (1926-2013), fue un politólogo español que dedicó su vida al estudio del colapso de las democracias europeas en las décadas del ’20 y ’30 y de las de América Latina en los años ‘60 y ‘70.
El trabajo de Levitsky y Ziblatt desarrolla cuatro señales de alarma de comportamiento autoritario. Estos indicadores sirven para evaluar el comportamiento de liderazgos políticos y detectar a un autócrata en potencia y predecir el comportamiento antidemocrático que han tenido, por ejemplo, los gobiernos de Trump (que efectivamente intentó un autogolpe fallido), Bolsonaro, Bukele y López Obrador. La operacionalización de estos cuatro indicadores de comportamiento autoritario, permite analizar a cualquier candidato de acuerdo a una serie de respuestas para cada dimensión:
- Rechazo (o bajo compromiso) con las reglas del juego democrático.
- Negación de la legitimidad de los oponentes políticos.
- Tolerancia o promoción de la violencia.
- Predisposición para coartar libertades civiles de los oponentes, incluida la prensa.
El presente estudio tiene como objetivo aplicar el marco teórico desarrollado por Levitsky y Ziblatt (2018) para identificar señales que indiquen que estamos en presencia de un liderazgo autoritario que puede poner en riesgo la vida democrática una vez electo. En el siglo XXI, vemos con preocupación creciente que las democracias son amenazadas internamente, a partir de la transformación de sus mismas instituciones y reglas del juego
José Antonio Kast y Gabriel Boric
En base al marco teórico desarrollado por los autores en su libro Cómo Mueren las Democracias, construimos una herramienta para levantar alertas sobre comportamientos autoritarios en liderazgos políticos (poniendo sobre todo atención a figuras de alta relevancia e influencia pública y política) en América Latina. En esta ocasión la aplicamos a la segunda vuelta presidencial en Chile, a la cual llegan los dos candidatos que sacaron la mayor cantidad de votos en las elecciones del pasado 21 de noviembre: Gabriel Boric y José Antonio Kast.
El estudio tiene una dimensión objetiva, relativa a la operacionalización de los indicadores y la categorización de los discursos, y una más interpretativa. Esta segunda dimensión observa en dichos y enunciados el camino hacia una creciente polarización social que podría devenir en un clima autoritario, polarizado y violento que puede poner en riesgo, primero, a grupos tradicionalmente excluidos de la sociedad y, en segundo lugar, la vida democrática en general.
Esta herramienta permite también delinear cómo promover un espacio público y político de calidad, con liderazgos a la altura de los desafíos democráticos actuales. Por una parte, los indicadores permiten dar cuenta de comportamientos y/o discursos que figuras políticas pueden utilizar (sistemáticamente o no), cuestionando y poniendo en riesgo la vida democrática, y que deben ser evitados, como, por ejemplo: no aceptar o comprometerse con las reglas de juego vigentes, deslegitimar a los adversarios, tolerar o fomentar la violencia política y/o mostrarse dispuesto a restringir las libertades civiles de la oposición, incluidos los medios de comunicación.
En segundo término, la información respecto al comportamiento de líderes políticos y su potencial autoritario para el ejercicio del poder, permite a la ciudadanía conocer con anticipación las características de los candidatos y ejercer el sufragio mejor informada, pudiendo revisar evidencia empírica respecto a las posturas de las candidaturas, basada en una propuesta teórica concreta.
NOTAS METODOLÓGICAS
- Los indicadores presentados en el estudio se basan en el trabajo de Levitsky y Ziblatt, Cómo Mueren las Democracias, editado en el 2018.
- La información recolectada se basa en declaraciones públicas y en los programas de gobierno de las dos candidaturas que pasaron a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Chile 2021: Gabriel Boric y José Antonio Kast. Para elaborar este informe se revisaron fuentes primarias y datos secundarios en prensa. Se tuvieron en cuenta un total de seis debates presidenciales, tres programas completos de gobierno, tres discursos de campaña, tres encuentros con la sociedad civil, ocho entrevistas en prensa, y un video subido directamente por uno de los candidatos a sus redes sociales. Además, se consideraron también un total de 2.312 tweets de las cuentas oficiales de los candidatos.
- El marco temporal está delimitado por el inicio de las campañas electorales oficiales a la presidencia: desde el 23 de agosto, fecha desde la cual ambos son candidatos oficiales a la presidencia, hasta el viernes 10 de diciembre de 2021. Sabiendo que ambos candidatos han ejercido como diputados de la República antes de convertirse en presidenciables, sería posible revisar sus intervenciones más atrás en el tiempo. Sin embargo, al convertirse formalmente en los abanderados de sus espacios políticos, sus dichos, comportamientos y actitudes pasan a cobrar mayor protagonismo en la opinión pública, y en este caso presentan una instancia crucial para evaluar el tipo de liderazgo que el futuro presidente podría tener al asumir su cargo.
- El estudio evalúa el potencial comportamiento autoritario de los liderazgos políticos, por ende, toma como referencia los dichos y afirmaciones de personas individuales (en este caso, candidatos a la segunda vuelta presidencial) y no las de otros representantes de sus partidos o conglomerados políticos afines o que les dan su respaldo (la unidad de análisis es el candidato).
- La base de datos del análisis incluye cuatro elementos:
- La operacionalización de los indicadores desarrollados por Levitsky y Ziblatt (2018) y la categorización de los dichos y enunciados de cada candidato en el marco de esta operacionalización.
- 38 observaciones clasificadas.
- Una justificación de la calificación de cada una de las declaraciones analizadas.
- Un listado con todas las fuentes analizadas.
INDICADORES
Los cuatro indicadores generales sobre los cuáles se evalúan comportamientos discursivos y programáticos de los candidatos vienen directamente del trabajo teórico de Levitsky y Ziblatt (2018, pp.23). Los indicadores específicos también surgen del mismo trabajo teórico como preguntas dentro de cada indicador general, y son utilizadas para categorizar las intervenciones observadas.
1. Rechazo (o bajo compromiso) con las reglas del juego democrático:
a) Rechazo a la Constitución o expresión de voluntad de no acatarla.
b) Sugerencia de adopción de medidas antidemocráticas como cancelar elecciones, incumplir o suspender la Constitución, prohibir determinadas organizaciones o restringir los derechos políticos o civiles básicos.
c) Sugerencia de utilizar (o promover el uso de) medidas extraconstitucionales para cambiar el gobierno como: golpes militares, insurrecciones violentas o manifestaciones masivas destinadas a forzar un cambio en el gobierno.
d) Cuestionamiento de la legitimidad de las elecciones.
2. Negación de la legitimidad de los oponentes políticos:
a) Descripción de sus rivales como subversivos o contrarios al orden constitucional establecido.
b) Ataque a sus rivales como amenaza existencial a la seguridad nacional o para el modo de vida imperante.
c) Ataques a rivales de otros partidos como delincuentes cuyo supuesto incumplimiento de la ley (o potencial para incumplirla) los descalifica para participar de manera plena en la esfera política.
d) ¿Sugieren de manera infundada que sus rivales son espías extranjeros que trabajan secretamente en alianza con (o a sueldo de) un gobierno extranjero, normalmente de un país enemigo?
3. Tolerancia o promoción de la violencia:
a) Lazos con bandas armadas, con fuerzas paramilitares, con milicias, guerrillas u otras organizaciones violentas ilegales.
b) Patrocinio de ellos mismos o sus aliados de ataques directos a adversarios.
c) Apoyo tácito a la violencia de sus partidarios, negándose a condenarla y penalizarla sin ambigüedades.
d) Elogios a (o negación a condenar) otros actos destacados de violencia política, tanto pasados como acontecidos en otros lugares del mundo.
4. Predisposición para coartar libertades civiles de los oponentes, incluida la prensa.
a) Apoyo a leyes o políticas que restringen las libertades civiles, como ampliar las leyes por libelo o difamación o aprobar leyes que limitan el derecho de manifestación, las críticas al Gobierno o a determinadas organizaciones civiles o políticas.
b) Amenaza de adoptar medidas legales u otras acciones punitivas contra personas críticas pertenecientes a partidos de la oposición, la sociedad civil o los medios de comunicación.
c) Elogios a medidas represivas adoptadas por otros gobiernos, sea en el pasado o en otros lugares del mundo.
INTERVENCIONES PROGRAMÁTICAS Y DISCURSIVAS
Nuestro análisis de evidencia se concentra en revisar la mayor cantidad posible de las intervenciones que tuvieron los dos candidatos que compiten por la presidencia en Chile desde que ambos son oficialmente candidatos presidenciales de Apruebo Dignidad (Gabriel Boric) y del Partido Republicano (José Antonio Kast). El estudio revisa los dos programas de gobierno presentados por Kast y el programa presentado por Boric con sus respectivas modificaciones de cara a la segunda vuelta. También se consideran las intervenciones de los candidatos en cuatro debates televisados por ANATEL y los dos debates radiales de ARCHI, junto con ocho entrevistas de los candidatos en diferentes medios de prensa. Además, se revisaron en detalle dos discursos de campaña de Gabriel Boric y un discurso de campaña de José Antonio Kast, a lo cual se suma un video para redes sociales elaborado por Boric y recogido en prensa. Finalmente, se analizaron en detalle 2.312 tweets que los mismos candidatos escribieron en Twitter durante este período de tiempo.
A partir del estudio y la recopilación de evidencia, se compiló una base de datos que contiene las intervenciones autocráticas de los dos candidatos en el transcurso de la campaña presidencial que responden a alguno de los cuatro indicadores generales de comportamiento autoritario y/o sus indicadores específicos.
Las intervenciones están catalogadas por tipo de aparición, es decir si está incluida dentro del programa de gobierno oficial, si fue una intervención discursiva en un debate, si se recolectó de algún medio de prensa o si fue un mensaje del candidato en Twitter. Además, está especificada la fecha (la intervención debió ocurrir entre el 23 de agosto y el 10 de diciembre), la fuente (con su vínculo directo) y la justificación de por qué esa intervención es considerada un ejemplo de comportamiento autocrático.
RESULTADOS
El análisis general de la evidencia muestra una diferencia significativa entre los dos candidatos en cuanto a sus posturas antidemocráticas y sus comportamientos discursivos autocráticos. Si bien ninguno de los dos viene de los partidos tradicionales de la política chilena, pudiendo responder claramente a la lógica anti-partidista y anti-política que utilizan los populismos autoritarios modernos, los resultados muestran que la postura del candidato Kast frente a la de Boric, de acuerdo a la categorización de sus programas y dichos, es la que levanta más alertas en torno a la posibilidad de estar frente a un líder potencialmente autocrático.
Al evaluar los discursos de Gabriel Boric, la única evidencia de comportamiento autoritario que encontramos se concentra siempre dentro de la misma categoría: la negación de la legitimidad de los adversarios políticos. Esto se manifiesta, por ejemplo, describiendo a su principal rival como contrario al orden establecido, al acusarlo de que su candidatura le haría mal a la democracia, o descalificándolo para participar de la contienda electoral por haber evadido impuestos en paraísos fiscales. En otras intervenciones, Boric también ha acusado a Kast de que su proyecto político representa un retroceso autoritario, enmarcándolo directamente como una amenaza contra el modo de vida imperante, dentro de los indicadores específicos de la categoría general.
Cuando analizamos la propuesta de José Antonio Kast a través del marco teórico de los autores, nos encontramos con intervenciones tanto programáticas como discursivas que rápidamente levantan alertas respecto al comportamiento autocrático del liderazgo. Por un lado, comparte con Boric el ataque y la negación de la legitimidad de los adversarios políticos cuando dice que no hay recetas para recuperar la libertad si la izquierda tomara el poder, afirmando que sólo aumentará la desilusión, la frustración, la rabia y la violencia, si es que ganara Apruebo Dignidad. Sin embargo, por otro lado, ha tenido manifestaciones mucho más graves en cuanto a potencial autocrático, como asegurar que debe haber un representante del gobierno en todas las universidades regionales, justificar que el presidente tenga la facultad de invocar estados de excepción más restrictivos, de “ordenar, interceptar, abrir o registrar documentos, toda clase de comunicaciones, incluso también arrestar personas en sus casas o en otros lugares distintos a cárceles”. Estas últimas se pueden catalogar de acuerdo a nuestra investigación como predisposiciones para coartar y/o restringir libertades civiles de los oponentes o de la sociedad civil.
Entre otras intervenciones, Kast ha asegurado la necesidad de cerrar el Instituto Nacional de Derechos Humanos, lo cual se inserta dentro del bajo compromiso con las reglas del juego democrático, al sugerir el desmantelamiento de las instituciones que velan por estos derechos, infringiendo las normas supra-constitucionales de los tratados de derechos humanos a los que Chile ha adherido y que tienen carácter constitucional. Yendo aún más lejos, Kast declaró que: “durante el gobierno de Augusto Pinochet se hicieron elecciones democráticas y no se encerró a opositores”. Esta afirmación, dicha en el contexto de un encuentro con corresponsales de la prensa extranjera, no solamente es una exaltación positiva de la dictadura chilena, sino que se enmarca, además, directamente dentro de los elogios a medidas represivas adoptadas por otros gobiernos en el presente o en el pasado. En esta misma línea, Kast aseguró incluso que, si Pinochet estuviera vivo, seguro votaría por su candidatura, indicando que claramente compartirían una visión generalizada de la política.
El candidato también ha mostrado su apoyo a medidas que podrían restringir las libertades civiles. En particular, su programa original afirma la voluntad de cerrar la sede chilena de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, aduciendo que “esa entidad de carácter académico ha derivado desde hace décadas en el activismo político y en refugio laboral de ex políticos chilenos y extranjeros”. Junto con ello, propone imponer nuevos estándares de transparencia a las ONGs dado que en su opinión “estas organizaciones han creado ámbitos de acción que no están bajo el escrutinio oficial ni ciudadano. Se sabe poco cómo operan en Chile, en particular aquellas con agenda política”, señalando que “deberán someterse a un sistema eficaz de fiscalización de su actuar por medio del Departamento de Personas Jurídicas del Ministerio de Justicia”.
Adicionalmente, señala que “se debe identificar, investigar y sancionar a las Organizaciones No Gubernamentales y entidades de la sociedad civil que están prestando ayuda y orientación a los inmigrantes ilegales para burlar la acción de la justicia y evitar su expulsión del país. Considerar sanciones específicas y la cancelación de la personalidad jurídica a las instituciones y personas naturales que participan de estos procesos irregulares”. Esto, en referencia a organizaciones que prestan apoyo humanitario y dentro del marco legal a personas que llegan a las fronteras del país, constituyendo una amenaza de adoptar medidas legales u otras acciones punitivas contra personas críticas a su agenda.
Por último, propone aumentar los controles sobre organizaciones políticas y organizaciones de la sociedad civil “mediante la designación de un oficial de Cumplimiento, supervisado por un comité ad hoc, quienes tendrán facultades y recursos definidos para este efecto”. Esto constituye, a su vez, otra señal de su disposición a apoyar leyes o políticas que restringen las libertades civiles de determinados actores sociales y políticos.
Cuentas de Twitter de los candidatos Gabriel Boric y José Antonio Kast.
Como candidato del Partido Republicano, Kast ha sido sumamente crítico de las posiciones de la izquierda y de su rol en la política chilena en general. En su programa de gobierno esto queda de manifiesto cuando propone sumarse a una “Coordinación Internacional Anti-Radicales de Izquierda con el objetivo de coordinarse con otros gobiernos latinoamericanos para identificar, detener y juzgar a agitadores radicalizados” para prevenir otros eventos como el estallido social de Chile en 2019. En el marco del análisis teórico, esta afirmación indica una vez más la predisposición que muestra el candidato a restringir las libertades civiles de la oposición, bajo la amenaza de adoptar medidas legales u otras acciones punitivas contra personas críticas pertenecientes a partidos opositores o la sociedad civil.
Valorando la objetividad y la realidad del contexto de campaña, es importante tener en cuenta que, entre las elecciones de primera vuelta y las próximas elecciones presidenciales del 19 de diciembre, los candidatos tienen la oportunidad de rediseñar sus estrategias y hacer cambios en sus programas y discursos con el claro objetivo de atraer nuevos votantes. Considerando que uno es el candidato de la izquierda, cuya coalición incluye al Partido Comunista, y el otro es el candidato de un partido de ultraderecha, se entiende que ambos buscarán acercar posiciones hacia el espacio ideológico que no cubren sus candidaturas, esto es la centro-izquierda, el centro y la derecha chilena.
Si bien la centro-izquierda es ideológicamente más cercana a Boric y la derecha es más cercana a Kast, esto no implica que los candidatos no deban moderar sus posturas si quieren atraer votos de espacios contiguos o más alejados. Como consecuencia de estas estrategias electorales, es posible observar ciertas modificaciones programáticas en el contenido oficial del programa de gobierno de Kast, donde varios de sus puntos más autocráticos han sido moderados o eliminados por completo. Sin embargo, dado nuestro marco temporal, incluimos una revisión de ambas versiones, sin dejar de lado las preocupaciones que nos despiertan las propuestas iniciales ya que, a pesar de haberse moderado en lo programático, el candidato no necesariamente lo ha hecho de la misma forma en lo discursivo.
Este informe se complementa con la base de datos donde es posible revisar en detalle cada una de las intervenciones recogidas de los candidatos. En la base se explica también el tema sobre el que trata cada intervención, la categorización de cada dicho o cada punto de los programas revisados de acuerdo a los indicadores teóricos, y la justificación que valida el dato como evidencia de un comportamiento autoritario.
De acuerdo a Levitsky y Ziblatt (2018), este es un momento delicado para la democracia a nivel mundial. La crisis de varios de sus componentes principales como los partidos políticos y la representación, junto con un creciente sentimiento anti-partidario y anti-establishment han fomentado el surgimiento de líderes carismáticos con cualidades democráticas cuestionables. Estos individuos, una vez electos a través de las instituciones tradicionales de los regímenes democráticos, han puesto en jaque a la democracia misma, amenazándola desde adentro.
La degradación de la institucionalidad democrática es producto de decisiones conscientes de liderazgos autocráticos que pueden identificarse de forma temprana a partir de un análisis de comportamientos autoritarios incluso antes de que lleguen a ocupar cargos ejecutivos. Este trabajo pone a prueba los estándares democráticos de los dos candidatos a la presidencia chilena en 2021, evaluándolos según los indicadores de comportamiento autoritario desarrollados por los autores. Este ejercicio permite identificar intervenciones discursivas y programáticas que alertan que en estas elecciones estamos en presencia de un líder con características concretas de un potencial autócrata. En este sentido y de acuerdo a nuestro estudio, podemos afirmar que José Antonio Kast representa una amenaza para la democracia en Chile.
NOTA
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