CONOCE LO 脷LTIMO DE LA DISCUSI脫N CONSTITUCIONAL EN "LABOT CONSTITUYENTE":
馃 La ciudadan铆a pone l铆mites a la Convenci贸n
26.11.2021
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CONOCE LO 脷LTIMO DE LA DISCUSI脫N CONSTITUCIONAL EN "LABOT CONSTITUYENTE":
26.11.2021
隆Cu谩ntas cosas pasaron desde mi 煤ltimo correo! Las elecciones del domingo provocaron un peque帽o terremoto dentro de la Convenci贸n Constitucional, que si bien estuvo trabajando intensamente esta semana en la Regi贸n del B铆o B铆o, debi贸 ajustar sus expectativas de futuro.
La posibilidad de que José Antonio Kast gane la segunda vuelta sin duda cambia el escenario, pues durante el próximo gobierno se realizará el plebiscito de salida y, de ratificarse la nueva Constitución, el Presidente será el encargado de la transición e implementación de las nuevas normas. El candidato republicano, quien se impuso en la primera vuelta con el 29% de las preferencias, votó en contra de cambiar la Constitución de 1980 y ha dicho que el trabajo de la Convención hace augurar un mal resultado. “Si el proyecto es malo y yo salgo electo presidente, claramente trabajaré por que en el plebiscito de salida gane el Rechazo”, dijo en octubre.
Pero aún si Kast perdiera y Gabriel Boric fuera el próximo presidente, la conformación del nuevo Congreso –donde en ambas cámaras la izquierda y la derecha quedaron prácticamente igualadas, y todas las fuerzas altamente atomizadas– significó un golpe de realidad para la Convención, donde se esperaba un aumento de parlamentarios favorables al cambio constitucional.
La nueva Constitución entregará grandes lineamientos que luego deberán aterrizarse en leyes adecuatorias para que sean implementados. Un Congreso que no concuerde con los contenidos de la Constitución podría buscar fórmulas para atenuar, obstaculizar o retrasar los cambios. Te pongo un ejemplo: si se establece que los derechos de agua podrán caducarse y no podrán venderse entre privados, eso requiere cambios al Código de Aguas y una forma de atenuar el impacto de la nueva norma constitucional podría ser limitar la capacidad de fiscalizar y sancionar las infracciones.
En todo caso, la redacción del nuevo texto constitucional puede disminuir el margen de acción del gobierno y del Congreso en el resultado, al fijar qué normas son de iniciativa exclusiva del Presidente, excluir los quórums supramayoritarios o limitar el número de materias sujetos a estos, fijar plazos o usar normas transitorias.
Por otro lado, ya conociéndose la integración de ambas cámaras hay un incentivo para los constituyentes a moderar el contenido de las normas que comenzarán a votar en enero. En la práctica, el resultado de la elección del domingo limita el margen de los convencionales.
Ya todos asumen que es prácticamente imposible que se apruebe la reforma constitucional para la realización de un plebiscito dirimente, que pretendía dejar en manos de la ciudadanía la aprobación o rechazo de normas que alcanzaran tres quintos de apoyo en la CC. Eso significa que todas las normas deberán aprobarse por dos tercios, lo que obligará a la búsqueda de acuerdos amplios.
Además, se desvanece la esperanza de una minoría de convencionales que había planteado extender el plazo de trabajo de la nueva Convención, por lo que deberán ajustarse al calendario establecido por la actual Constitución. El cronograma fijado por la mesa, en todo caso, siempre consideró este plazo.
Creo que fue un golpe sobre todo para quienes en los colectivos de izquierda tenían expectativas refundacionales. En la centroizquierda, que hace de bisagra en la Convención, hay varios constituyentes que hacen una autocrítica, pues piensan que la imagen que proyectaron durante el período de instalación, junto a la campaña de desprestigio de la derecha, asustaron a parte del electorado que apoyó el cambio constitucional. La catarsis inicial y la persistencia de las luchas identitarias son miradas ahora como excesos que debieron limitarse.
Las palabras de Fernando Atria en The Clinic reflejan un poco el ánimo de ese sector tras las elecciones: “No se puede asumir, como yo creo que había muchos que lo asumían después del plebiscito de octubre y después de los resultados de mayo, que el proceso constituyente tiene su éxito garantizado”. En todo caso, Atria se mostró optimista respecto a que la próxima Constitución aún puede ser transformadora.
Sí, hubo una declaración de la mesa directiva con un tono más institucional que las que habíamos visto hasta ahora, en la que felicitan a ambos candidatos y se desmarcan explícitamente de la contingencia electoral. A mí me sorprendió el esfuerzo por mostrarse ecuánimes, sobre todo cuando supe que el único representante de la derecha en la mesa, el UDI Rodrigo Álvarez, no participó de la génesis de la declaración. De alguna forma, el texto acusa el golpe del resultado electoral (puedes leer la declaración acá).
Además hubo una segunda declaración, el miércoles 25, en que la mesa reaccionó a un atentado que tuvo lugar en Curanilahue, en momentos en que la Convención se encontraba sesionando en la Región del Bío Bío. Ahí piden aclarar “el origen de esta y todas las violencias” y dicen que la noticia no los deja indiferentes (ver comunicado).
Para nada. Esta semana la CC hizo su primera salida fuera de Santiago y sesionó tanto en pleno como en comisiones en la región del Bío Bío. También hubo cabildos, reuniones con comunidades e incluso visitaron una cárcel. Estuvieron en Concepción, Coronel, Talcahuano, Lota y Curanilahue, entre muchas otras localidades.
Claro que sí. Las comisiones realizaron audiencias presenciales y por Zoom, tanto de expertos como de ciudadanos de la región. Uno de los temas que se trató fue el de la plurinacionalidad. En la Comisión de Sistema Político, diversos académicos expusieron sobre cómo la estructura del Estado podría implementar este cambio que goza de amplio apoyo entre los convencionales.
Gonzalo Aguilar (U. de Talca) subrayó la importancia de una regla que reconozca la autodeterminación de los pueblos preexistentes, así como asegurar su participación política a través de mecanismos como la asignación de cuotas en el Congreso. Fabián Flores (UDP) agregó que la representación indígena debe ocurrir en todos los niveles, lo que implica también cuotas en las comisiones legislativas y en distintas instituciones de gobierno, además de crear mecanismos especiales como la iniciativa de ley e incluso un freno de ley.
Para Verónica Figueroa Huencho (U. de Chile), se trata de re pensar la democracia, entregando a los pueblos originarios poder real a través del ejercicio de la soberanía, crear instituciones que generen gobernabilidad y considerar la interculturalidad como un principio. Salvador Millaleo (U. de Chile) apuntó a la necesidad de constituir territorios autonómicos y de constitucionalizar la consulta indígena.
Claro que hubo al menos una disidencia. El ex diputado UDI Gonzalo Arenas (USS) dijo reconocer la importancia de los derechos colectivos y el derecho a la autodeterminación, pero se mostró contrario a un Estado plurinacional, pues a su juicio el concepto está ideologizado y genera conflictos.
En paralelo, la Comisión de Sistemas de Justicia –cuyo nombre es plural pues asume que habrá más de un sistema– debatió, entre otros temas, la importancia del pluralismo jurídico. Ahí Jorge Contesse (U. de Rutgers) señaló que los pueblos indígenas tienen derecho a administrar sus propios asuntos y sus espacios de jurisdicción, los que deben coordinarse con la jurisdicción nacional.
Sí, ese era un tema complejo porque hay grupos movilizados que se oponen a la salida política que busca la CC, pero quedó claro que hay otros que pese a su desconfianza en el Estado chileno están esperanzados en el resultado de la nueva Constitución. Me pareció particularmente simbólica la visita que hizo la Comisión de Formas de Estado a la comuna de Alto Bio Bío, una de las más pobres de Chile, con un 86% de población pehuenche y donde la mayoría habla Mapudungún.
Uno de los expositores fue Félix Tranamil, abogado e integrante del Consejo de Lonkos, quien explicó que esperan que su sistema político y de organización sea reconocido en la nueva Constitución. “Aquí no estamos hablando de separatismo, sería impensado tratar de construir un Estado dentro de otro Estado”, dijo, pero es necesario reconocer la autonomía, la autodeterminación y el territorio de los pueblos indígenas. “Depositamos la confianza en la Convención Constitucional”, concluyó.
Su presentación impactó al convencional Harry Jurguensen (RN), quien integra el ala más derechista de la CC. Calificó la visita de “histórica” y le dijo a los dirigentes pehuenche que “cuando hay comunidades que se sienten despojadas, expresan impotencia y dolor, pero también escucho esperanza y una palabra potente, que es conversar, llegar a acuerdo”. Reconoció que nunca había escuchado la definición de Tranamil respecto a que un Estado plurinacional podía ser unitario: “Yo creo que ahí hay un camino claro y preciso para avanzar”. Además, quiso fijar su posición respecto al agua, que en Alto Bío Bío está en manos de las grandes generadoras eléctricas: “El agua no puede ser propiedad privada”, sentenció.
Te lo cuento porque quedé con la impresión de que pese a las diferencias políticas e ideológicas, hay puntos de encuentro cuando la gente se escucha. Quizás la Convención necesita hacer más visitas como esta y no menos.
Ellos participan de todas las comisiones, pero además forman parte de aquella que está a cargo de la consulta indígena, la que sufrió un duro quiebre esta semana. Los problemas empezaron el 12 de noviembre, cuando la coordinación presentó una propuesta de documento base para la consulta. Si bien se aprobó, 9 de sus 20 integrantes se abstuvieron, pues no estaban de acuerdo con presentar normas redactadas a la consulta, debido a que consideran que son complejas y limitan la capacidad de incidencia de quienes participan. El documento incluye también algunos aspectos controversiales, como la norma transitoria que decreta el fin de las concesiones mineras (ver documento).
El lunes 22, el grupo encabezado por la convencional rapanui Tiare Aguilera, presentó una contrapropuesta, que convertía las normas en fichas explicativas y proponía hacer preguntas abiertas, de modo de asegurar la incidencia (ver documento). Empezó entonces una discusión aparentemente formal, respecto a si su propuesta era una indicación o no. Se reunieron luego los escaños reservados a solas, intentando llegar a acuerdo.
Al día siguiente, martes 23, hubo una nueva reunión por Zoom en que se propuso fusionar ambos textos, pero los autores de la contrapropuesta insistían en sustituir el texto original. Ahí el tono comenzó a subir. El convencional Wilfredo Bacián (pueblo quechua) se retiró indignado, Isabel Godoy (pueblo colla) insinuó que haría igual la consulta original y la machi Francisca Linconao (pueblo mapuche) se indignó por lo consideró una falta a la palabra empeñada. También se enfrentaron Natividad Llanquileo y Elisa Loncón (ambas mapuche) respecto a si la presidenta de la CC debía abstenerse de opinar sobre el tema en la mesa. El quiebre fue total y esta vez los grupos en disputa están cruzados entre las distintas etnias.
Finalmente, aunque todo indica que los disidentes son mayoría, los coordinadores Margarita Vargas (pueblo kawésqar) y Victorino Antilef (pueblo mapuche) decidieron no votar. Enviaron entonces un oficio a la mesa para que dirimiera la controversia (ver documento), a lo que los disidentes respondieron con su propio oficio, donde explican su postura (ver documento). Aún no hay desenlace, pero los plazos corren y no hay claridad sobre cómo será la consulta indígena.
Nunca faltan. Esta vez el problema fue que nueve convencionales de derecha se ausentaron de sus labores en la Convención para reunirse con un grupo de víctimas de la violencia rural en Cañete. Esto causó mucha molestia entre el resto de sus colegas, pues participaron en una actividad política al margen de la CC cuando debían estar cumpliendo sus obligaciones en el órgano constituyente.
Como siempre, te comparto parte de mi trabajo periodístico. Esta semana publiqué, junto a CIPER, una nueva entrega de la serie de los Pandora Papers, sobre chilenos que tienen sociedades en paraísos fiscales. El protagonista principal es el empresario Alberto Muchnick, pero incluye sociedades de los Saieh, los Abumohor, los Calderón (Ripley), ex futbolistas e incluso uno de los hermanos Parisi:
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Este es el sitio web a través del cual la Convención Constitucional recibirá las propuestas de quienes tengan ideas para ser incluidas en la nueva Constitución. El plazo para presentar las llamadas “iniciativas populares de norma” empezó a correr el 22 de noviembre y se extenderá hasta el 6 de enero de 2022. Para hacerlo, es necesario inscribirse en un registro público, redactar una norma que cumpla con la formalidades del caso y reunir 15 mil firmas. En caso de lograrlo, el pleno de la CC deberá discutir esas propuestas fruto de la participación ciudadana. El proceso está explicado aquí.
En los primeros cuatro días en que estuvo activa la plataforma se presentaron más de 180 iniciativas y ya había más de 700 personas inscritas en el sistema. La próxima semana las iniciativas deben ser validadas y las que cumplan con los requisitos formales serán publicadas para comenzar a reunir firmas.
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