CONOCE LO ÚLTIMO DE LA DISCUSIÓN CONSTITUCIONAL EN "LABOT CONSTITUYENTE":
🤖 La difícil construcción de una casa común
20.08.2021
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CONOCE LO ÚLTIMO DE LA DISCUSIÓN CONSTITUCIONAL EN "LABOT CONSTITUYENTE":
20.08.2021
Durante las últimas siete semanas te he ido contando los avances de la Convención Constitucional (CC) y te habrás dado cuenta de que el reglamento es un tema clave, pues es el requisito previo para que comience a discutirse el contenido de la nueva Constitución. Hoy por fin puedo anunciarte que está lista una primera parte del borrador de las reglas que regirán el trabajo de la Convención.
Calma, que es recién un primer paso. La Comisión de Reglamento deberá debatir la próxima semana las propuestas elaboradas por las subcomisiones y luego, durante la primera quincena de septiembre, el pleno comenzará a discutir y votar el articulado. Pero lo ocurrido en los últimos días es importante, pues se abordaron y zanjaron en primera instancia algunos de los asuntos que marcarán el avance constituyente de los próximos meses.
Por primera vez se sometió a voto el requisito de los dos tercios para aprobar las normas constitucionales. La actual Constitución, al fijar las normas de la Convención, estableció que ésta “deberá aprobar las normas y el reglamento de votación de las mismas por un quórum de dos tercios de sus miembros en ejercicio”. Antes de que se eligieran los convencionales, algunos temían que este requisito otorgara a la derecha un poder de veto que impidiera redactar una Constitución significativamente distinta a la actual.
Como ninguna fuerza obtuvo un tercio de la Convención, la resistencia bajó, pero aún hay grupos importantes que se oponen a respetar ese quórum supramayoritario. Tras meses de discusiones políticas, recién este miércoles se midieron fuerzas en la subcomisión de normas: 6 convencionales ratificaron el quorum (de Chile Vamos, Democracia Cristiana, Frente Amplio y Colectivo Socialista), mientras que 5 se opusieron (del Partido Comunista, Lista del Pueblo, Movimientos Sociales, Pueblos Originarios). Estos últimos habían propuesto que el quórum fuera de cuatro séptimos (89 convencionales en vez de 103).
Este es solo es un primer paso y debe ser refrendado por la Comisión de Reglamento y luego por el pleno de la CC. Si en última instancia gana la idea de omitir los dos tercios, lo previsible es que la derecha recurra a la Corte Suprema porque se estaría violando la norma constitucional.
Un detalle importante es que una de las demandas públicas de la derecha ha sido que la redacción final de la Constitución debe aprobarse por dos tercios, lo que es refutado por la oposición, que argumenta que eso no está en la reforma constitucional que rige a la CC, que únicamente contempla un plebiscito de salida. El reglamento aprobado por la subcomisión sólo establece que se aprobará cada norma por dos tercios, omitiendo una votación general por ese quórum.
Quienes se oponen a ese quórum, propusieron que se sometieran a plebiscito las iniciativas que no alcanzaran los dos tercios de respaldo, siempre y cuando fuesen aprobadas por la mayoría de los convencionales presentes en una votación. Pero esta idea también fue rechazada. En cambio, se aprobó que si no se alcanza el quórum, la norma regrese a la comisión, que podrá volver a presentarla al pleno. Si por segunda vez no consigue los dos tercios, se descartará definitivamente.
De hecho, un argumento de quienes se oponen a los dos tercios es que hay temas relevantes que pueden quedar fuera de la Constitución, lo que obligaría a legislar en el Congreso. Más abajo puedes ver el debate que se dio en la comisión, a ratos intenso pero muy interesante.
Es un quórum muy exigente, pero no imposible de alcanzar. Con ese quórum se eligieron la presidencia y vicepresidencia de la mesa, por ejemplo, y la carta en favor de los presos del estallido también superó ese umbral. De confirmarse, la regla de los dos tercios exigirá a los convencionales deliberar, negociar y ceder.
En un debate que se extendió hasta pasadas las 1 AM del miércoles, se aprobó la creación de 7 comisiones temáticas, que deberán preparar las propuestas de normas para presentarlas al pleno. No fue fácil acordar los temas que abordará cada una e intuyo que el fraseo de sus nombres y contenidos será tema de debate en las siguientes etapas de tramitación. También se creó una Comisión de Armonización, cuyo objetivo es asegurar que el texto final sea coherente.
Antes de la elección de la presidenta y el vicepresidente de la Convención, las distintas fuerzas políticas acordaron informalmente que estos cargos serían rotativos. Ese acuerdo se institucionalizará en el reglamento, cuyo borrador aprobado contempla que estas autoridades estarán en funciones durante seis meses. Eso quiere decir que en enero de 2022 se elegirá una nueva mesa directiva.
Sigue avanzando en las normas que, al igual que las que preparan las otras comisiones, se fusionarán con el reglamento de funcionamiento que te conté más arriba. Esta semana se aprobó la creación de un Comité de Ética externo, cuyos integrantes deberán ser propuestos por la comisión al pleno. Este comité recibirá las denuncias y sancionará las transgresiones a la ética. También se estableció como una falta a la probidad el que los convencionales tengan otros trabajos remunerados, con la excepción de las labores docentes. Además, se aprobaron varios principios, como la “prevención y sanción de discursos de odio y negacionismo”, que ha generado cierto revuelo público.
El artículo aprobado se refiere específicamente a quien “justifique, niegue o minimice, haga apología o glorifique” las violaciones a los derechos humanos ocurridos durante la dictadura, tras el estallido social y contra los pueblos originarios. El debate en la comisión fue álgido, sobre todo después de que la convencional UDI Katherine Montealegre habló de supuestas violaciones a los derechos humanos ocurridas durante el gobierno de Salvador Allende, lo que polarizó la discusión. Pero más allá de ese episodio, el negacionismo se ha transformado en un tema delicado luego del episodio vivido con el ex almirante Jorge Arancibia.
La regulación del negacionismo es algo nuevo en Chile, pues no existe en nuestro ordenamiento jurídico, así como tampoco en el de la mayoría de los países. Por eso sorprendió su inclusión hace algunas semanas en la Comisión de Derechos Humanos, que acordó no recibir en audiencias a personas o instituciones negacionistas. La iniciativa contó con el apoyo de Arancibia, quien en esos días estaba siendo duramente cuestionado por integrar la comisión de DDHH pese a haber participado en la dictadura.
El viernes 13 de agosto el conflicto escaló con la aprobación de un voto político para que Arancibia no pudiera asistir a las audiencias con víctimas de violaciones a los DDHH –el ex almirante incluso amenazó con recurrir a la justicia– y la propuesta de no recibir a un grupo de organizaciones ultra conservadoras. Sin embargo, este lunes los convencionales dieron un giro. La periodista Patricia Politzer (INN), quien no integra esa comisión, asistió para dar un discurso en defensa de la libertad de expresión y el coordinador Roberto Celedón, abogado de DDHH, abogó por “acercarse al otro como hermano y no como enemigo” para reconstruir Chile. Varios convencionales mencionaron la necesidad de construir “una casa común” donde todos quepan. Finalmente se acordó recibir a todas las organizaciones y quienes propusieron marginar a Arancibia reconocieron que no podían hacerlo. Por su parte, él se comprometió a restringir su trabajo a la subcomisión de Marco General, que no tiene entre sus tareas escuchar a las víctimas.
De fondo, tal como ocurrió el día de la instalación de la Convención –cuando hubo convencionales que abandonaron la ceremonia exigiendo el término de la represión y se temió que el proceso naufragara–, la Convención volvió a toparse con sus propios límites. Algo que hasta ahora es su fortaleza.
Diría que sí, pero creo que la forma de enfrentar las diferencias sigue siendo un problema. Por ejemplo, tras la aprobación de los dos tercios los convencionales que perdieron en la votación inmediatamente ocuparon las redes sociales para cuestionar públicamente a quienes aprobaron la iniciativa, incluso usando gráficas con sus fotos. Eso fue duramente criticado este jueves en la Comisión de Comunicaciones, donde el convencional Andrés Cruz (Ind. Lista del Apruebo) cuestionó que desde dentro de la convención haya “un juego de denuncias e inquisición simplemente por pensar distinto”. El vicepresidente Jaime Bassa (FA) se sumó diciendo que pensar distinto “nunca debiera ser objeto de funas”.
Como recordarás, ha habido varios conflictos entre ellos y otros sectores. Los más duros fueron entre Teresa Marinovic y la machi Francisca Linconao por el uso del Mapudungun, y entre Marcela Cubillos (UDI) y Elisa Loncón por la violencia en Wallmapu. Esa fue una de las razones por las que Hernán Larraín (Evopoli) escribió una carta que busca transmitir a los pueblos originarios que en la derecha también hay convencionales que respetan su cultura y que buscan un acercamiento con ellos para encontrar una solución a la deuda histórica del Estado. La misiva (se puede leer acá) fue firmada por 15 convencionales de Evópoli y Renovación Nacional, pero por ninguno de la UDI. Más allá del tema indígena, el gesto podría abrir la puerta a un reordeanamientos de fuerzas y posibles acercamientos a otros sectores en el futuro.
Ha habido varios movimientos, pero es muy pronto para saber si eso se traduce en realineamientos. Por un lado, ya son 9 los convencionales que renunciaron a La Lista del Pueblo, pero en la mayoría de los casos es una consecuencia de las negociaciones presidenciales y por ahora el grupo sigue siendo un bloque fuerte dentro de la CC. También se creó el Colectivo del Apruebo, al que se unieron varios convencionales que no tenían grupo: Felipe Harboe (PPD), Eduardo Castillo (PPD), Luis Barceló (Ind. PPD), Fuad Chahin (DC), Bessy Gallardo (Ind. PRO), Miguel Ángel Botto (ex-INN) y Rodrigo Logan (Ind). Según Pauta, podría generarse un polo junto a convencionales de centro derecha.
Sí. El viernes pasado te conté que la CC no ocupaba el Palacio Pereira para hacer comisiones porque transmitir vía streaming desde ahí requeriría una millonaria inversión. Para mi sorpresa, a partir del lunes empezaron a sesionar en ese lugar las tres subcomisiones de Reglamento. Hice cortocircuito porque el ministro de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres), Juan José Ossa, había dicho que habilitar cada sala costaba $24 millones y tardaría al menos dos semanas.
Según reporteé, el mismo viernes pasado la mesa de la Convención pidió al nuevo secretario ejecutivo de la Unidad de Secretaría Administrativa de la Convención Constitucional, Matías Cox, –nombrado ese mismo día para reemplazar a la renunciada Catalina Parot– la habilitación de cuatro salas. En modo express, Cox encontró una fórmula mucho más barata (aproximadamente $1 millón por mes) usando unas pantallas y cámaras que ya existían y contratando por trato directo unos kits que permiten conectarlas a Zoom con una calidad de imagen mejorada y con conexión a los micrófonos de los convencionales, los que se obtuvieron con una ampliación del contrato que ya existía para transmitir en el la sede del Congreso en Santiago. Aunque esta solución es de menor calidad que las cámaras robóticas HD con switch remoto que usa en este lugar el proveedor Mediastream, permitió solucionar en un par de días un problema que se arrastraba por semanas.
Cox lleva una semana en el cargo y, a diferencia de sus dos antecesores, hasta ahora no ha protagonizado choques con la Convención.
Plataforma Telar calculó la duración de los discursos e intervenciones de los 149 convencionales que han hecho uso de la palabra en la CC. Al cruzar este dato con la representación de cada grupo en el órgano constitucional, el gráfico muestra que los convencionales de La Lista del Pueblo han intervenido más tiempo que el que les correspondería proporcionalmente considerando el tamaño de su bancada. Lo mismo ocurre con los constituyentes organizados como Movimientos Sociales Constituyentes, el Colectivo Socialista y el Partido Comunista, así como con los independientes.
En cambio, las bancadas de Vamos por Chile, el Frente Amplio, La Lista del Apruebo y el grupo Nueva Constitución, han intervenido menos tiempo que el que les correspondería según su cantidad de convencionales. Este desacople es particularmente notorio para la bancada de derecha. La duración de las intervenciones de los representantes de los pueblos originarios, en cambio, se ajusta más a su representación en el órgano constituyente.
Podcast Constituyen3, conducido por Clara Martner, Pablo Bórquez y Sebastián Infante. Invitado: Fernando Atria. Duración: 69 minutos.
Podcast Constitución con ojos de mujer, conducido por Paula Escobar. Invitada: Pamela Figueroa. Duración: 41 minutos.