CONOCE LO 脷LTIMO DE LA DISCUSI脫N CONSTITUCIONAL EN "LABOT CONSTITUYENTE":
馃 Un d铆a hist贸rico
02.07.2021
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CONOCE LO 脷LTIMO DE LA DISCUSI脫N CONSTITUCIONAL EN "LABOT CONSTITUYENTE":
02.07.2021
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Confieso que estoy algo ansiosa con el debut de la Convención Constitucional este domingo 4 de julio en los jardines del ex Congreso Nacional en Santiago. Hoy te voy a contar lo que debes saber antes…
Los y las convencionales han trabajado duro para organizarse. Más de la mitad de ellos participó en reuniones virtuales para definir los detalles de la ceremonia. En esos encuentros por Zoom se pudo ver por primera vez un atisbo de lo que será la dinámica de la Convención, sus puntos de acuerdo y también sus diferencias (aunque hay que considerar que los convencionales de derecha no participaron, pese a ser invitados). Se notó un ánimo para escuchar al resto, llegar a puntos en común y respetar los disensos, pero también cierto caos en el proceso para llegar a acuerdos. En esta cuenta de YouTube puedes ver la transmisión de las reuniones.
Mientras escribo esto, todavía afinaban detalles, pero varios de los 155 ya habían acordado firmar una declaración que demanda la aceleración del proyecto de ley para indultar a los presos del estallido, el retiro de las querellas por Ley de Seguridad del Estado y la desmilitarización de Wallmapu (territorios mapuche). Trabajaban también en una segunda declaración con sus acuerdos respecto a cómo debiese ser la ceremonia de instalación, aunque eso dependerá de la voluntad del gobierno.
De esos encuentros surgieron tensiones con el gobierno. Me pareció relevante la negativa del Ejecutivo a aceptar la solicitud de los representantes de pueblos indígenas de respetar sus tradiciones en la ceremonia, porque se trata del primer choque cultural en un proceso que de manera inédita incorpora a las naciones originarias. Una de las peticiones rechazada fue que la machi Francisca Linconao asistiera junto a su Zugu Machife y su Yancán.
Ellos siempre acompañan en las ceremonias a las y los machi, que son autoridades ancestrales y líderes espirituales mapuche. El Zugu Machife interpreta lo que dice la machi, mientras que el Yancan la ayuda en los asuntos ceremoniales. En un comunicado, los representantes indígenas subrayaron que no son asesores, como parecía entender el gobierno.
La convencional aymara Isabella Mamani pidió facilidades para hacer una Phawa, que es el rito con que su pueblo “pide permiso a la pachamama (madre tierra), tata willka (padre sol), mallkus y t’allas (cerros protectores) y a los ancestros para que el trabajo de la convención sea fructífero y en armonía de todos los pueblos”, según se explicó en un comunicado. La machi Linconao, en tanto, anunció que antes de la instalación oficial realizaría una ceremonia para llegar con newen (fuerza) a la Convención, pero que ésta se realizaría de manera privada por seguridad sanitaria y para evitar sobreexposición mediática.
Para los representantes indígenas era importante que se incorporaran las banderas de los diez pueblos originarios representados en la Convención y no sólo la chilena, pero el gobierno se ha negado. Además, solicitaron que hubiera traducción en las distintas lenguas originarias durante la investidura y las siguientes sesiones de la Convención. Los representantes indígenas consideraron que el gobierno demostraba falta de capacidad de diálogo multicultural y pidieron la renuncia del secretario ejecutivo de la Convención, Francisco Encina. Su figura también ha sido criticada por otros convencionales, en particular por los contratos firmados antes de la instalación. Ya anunciaron que los revisarían.
Aunque no tengo una bola de cristal, puedo adelantarte que tendrá protagonismo. Desde el regreso de la democracia ha habido una creciente demanda por incluir el reconocimiento de los pueblos indígenas en la Constitución, sin que hasta ahora se haya concretado. La nueva Constitución podría ir un poco más allá y declarar que Chile es un Estado plurinacional, lo que puede incluir ciertos grados de autonomía. En Plataforma Contexto analizaron los programas de los 155 constituyentes e identificaron que más del 70% incluye la plurinacionalidad entre los temas que deben estar en la nueva Constitución. Si hilamos más fino, veremos que si bien los representantes de Chile Vamos no lo incluyeron en sus programas, en las otras listas más del 80% lo consideró.
Según los datos recabados por Plataforma Contexto, hay otros cinco temas en que las coincidencias programáticas superan el 70%: el establecimiento de derechos sociales, la equidad de género, la definición de derechos de la niñez, el derecho a una vivienda digna y el derecho a la educación (acá puedes ver el informe completo en pdf).
Tradicionalmente las autoridades chilenas juran o prometen cuando asumen sus cargos. Para los convencionales indígenas es esencial poder hacerlo en sus lenguas, mientras que el resto de los constituyentes ha debatido si debe ser un acto individual o colectivo, aunque el mayor consenso entre los autoconvocados es asumir en nombre “del pueblo de Chile”.
El gobierno buscó la figura más neutral para encabezar el evento y optó por la secretaria relatora del Tribunal Calificador de Elecciones, Carmen Gloria Valladares.
La Constitución establece que deben elegir a las personas que ocuparán la presidencia y la vicepresidencia de la Convención. Para el primer cargo el nombre que más apoyo público ha concitado hasta ahora es el de la convencional mapuche Elisa Loncón. Para el segundo, hay quienes han planteado aprobar un reglamento corto que cree varias vicepresidencias, de modo de tener una directiva más representativa. Luego viene el trabajo más largo, que es escribir el reglamento de la Convención. Ahí se definirán normas que van desde el tiempo y turnos para participar, hasta los quórums (votos requeridos) para tomar decisiones. Como imaginarás, las reglas serán clave para el resultado final.
Las normas que permitieron esta Convención Constitucional pusieron algunos límites, como que el texto final sea aprobado por dos tercios de los convencionales y que la nueva Constitución respete el carácter de República democrática de Chile, reconozca los tratados internacionales suscritos por el país y los fallos judiciales. Parecen pocos límites, pero entre algunos convencionales electos se ha abierto un debate respecto a si pueden o no cambiar esas normas.
Eso sí que no puedo adivinarlo, pero la experiencia internacional dice que pueden ser desde días hasta meses. Si quieres saber más, puedes conversar conmigo y te contaré más detalles:
Conversé con la convencional Cristina Dorador, doctora en Ciencias Naturales y académica, electa con la primera mayoría el distrito 3 (Antofagasta) en la lista del Movimiento Independientes del Norte.
Has propuesto una constitución que tome en cuenta el medio ambiente. ¿Cómo imaginas las bases de una constitución ecológica?
Es parte de la concretización de anhelos que existen en la comunidad. Es este cambio de conciencia o perspectiva respecto al rol del ser humano y al vínculo que tiene con la naturaleza, que es indisoluble: nosotros no podemos existir si no tenemos dónde vivir. Esto se da en un contexto de crisis climática. Si bien sabemos que Chile va a ser uno de los países más afectados, no nos estamos preparando. Las discusiones políticas se quedan en temas muy de corto plazo y hay muy poca reflexión de cómo vemos el país a futuro.
En gran parte eso se debe al exceso de centralismo, que coarta los discursos y los desarrollos locales, y al extractivismo. Porque finalmente ha sido el centro el que ha destinado los territorios para actividades productivas en vez de fomentar el desarrollo propio de las comunidades, incentivando, por ejemplo, el conocimiento, la ciencia, la tecnología, la cultura. Eso también ha sido centralizado: el 70% de la investigación se hace en Santiago.
La constitución ecológica toma todas estas cosas y las agrupa en un principio: el humano y su rol indisoluble con la naturaleza. Y desde ahí provienen una serie de derechos, como, por ejemplo, el derecho a la naturaleza, el derecho humano al agua, el derecho a vivir en un ambiente sano y varios otros más.
Mencionas el hiper centralismo. Aunque los distritos son los mismos para los diputados, da la impresión de que los convencionales tienen un origen y una conciencia más arraigada en las regiones. ¿Cómo se debería reflejar eso en la Constitución?
Lo que pasó en esta elección es que debido a que los partidos políticos y el Parlamento están tan desprestigiados, la gente optó por líderes locales. Muchos de los constituyentes vienen de movimientos sociales con un trabajo de años. Es bien interesante, porque en los círculos de poder o en los medios, de repente decían quiénes son estas personas, de dónde salen, por qué yo no las conocía.
Creo que la lógica política que se va a dar en la Convención va a ser muy distinta al Parlamento, porque nosotros provenimos de ámbitos distintos y la gran mayoría somos independientes sin militancia. Eso quiere decir que no tenemos prácticas políticas tradicionales, que justamente han sido las que han alejado a la gente y no han representado a los territorios en la toma de decisiones.
Kathya Araujo cuestionó en Ciper la tendencia de algunos grupos de independientes de anunciar que van a competir en las elecciones parlamentarias e incluso van a tener candidatos presidenciales. Su argumento es que esto podría deslegitimar de alguna forma el trabajo de la convención, ¿cómo lo ves tú?
Bueno, sí, la gente nos eligió para tener este rol de apoyar la redacción de la Constitución, porque finalmente son las personas las que la van a escribir, y este debe ser el ímpetu de esta Convención, el que todo Chile es Constituyente. Por lo mismo hay un tema electoral no menor.
En mi caso tuve la mayoría regional, 20 mil votos, pero no por eso estamos pensando en crear un partido político para disputar elecciones. A mí no me interesa, fui electa para la constituyente y luego vuelvo a mis labores. Eso es lo interesante de este proceso. Crear grupos políticos, aunque están en todo su derecho, desvirtúa un poco el fin.
Y eso es parte también de cómo se sitúan los movimientos independientes. Probablemente algunos grupos van a tender a parecerse a partidos políticos porque es la institucionalidad que existe. Al contrario, otros vamos a tender más a traspasar las formas en que se hace política en los territorios –con asambleas, movimientos sociales–, hacia la convención. Eso va a ser muy interesante porque son ejercicios democratizadores y también horizontales de poder.
Y respecto a la autonomía de la convención, ¿cuáles dirías que son los límites?
Si es que vamos a escribir una constitución autónoma, tendremos que pensarlo desde esa perspectiva. Es difícil porque estamos acostumbrados a vivir bajo normas y, claro, van a haber reglas mínimas de funcionamiento: la garantía de la democracia y los derechos humanos, y la no intervención en otros poderes, que creo que es el mayor temor que existe. Eso no va a pasar.