CIPER ACADÉMICO / CONVENCIÓN CONSTITUYENTE
La Convención Constituyente: consensos y disensos de entrada
01.06.2021
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CIPER ACADÉMICO / CONVENCIÓN CONSTITUYENTE
01.06.2021
Hay un conjunto importante de temas en que la mayoría de los y las constituyentes tienen una mirada compartida. Así se deduce de los datos que expone esta columna y que recogen las opiniones que entregaron a la plataforma Votamos Tod@s. Hay acuerdo en asuntos referidos a la protección de derechos sociales y también en pensar un modelo de desarrollo distinto al actual, “lo que no significa que no se valoren cuestiones como la iniciativa privada o la propiedad”, matizan los autores. Estos datos, que “desmienten algunas caricaturas que suelen hacerse al fragor del debate electoral”, tienen límites: aunque reflejan un alto porcentaje de la actual Convención, las posturas de Chile Vamos y de representantes para escaños reservados indígenas están sub-representadas. Por otra parte, las opiniones vertidas en la encuesta pueden cambiar durante los debates y los constituyentes tienen derecho a hacerlo. “Lo relevante es que esos cambios puedan ser justificados y argumentados con transparencia frente a sus pares y frente al conjunto de la ciudadanía”, escriben los autores.
La plataforma Votamos Tod@s desarrolló una aplicación de “match” constituyente con el fin de permitir que la ciudadanía pudiese encontrar aquellas candidaturas más cercanas a sus posturas. Se trató de un esfuerzo de un conjunto de personas independientes el cual tuvimos la oportunidad de conocer y apoyar en su gestación (www.votamostodos.org). En esencia la plataforma hacía preguntas idénticas que los usuarios (ciudadanxs y candidatxs) debían contestar con un “Si”, “No” o “Paso”.
Un panel de expertos/as discutió y definió este conjunto de frases. Es importante recalcar que se trata de frases buscan discriminar posturas nítidas en temas asociados a derechos sociales, económicos, institucionalidad, diversidad, no discriminación, orgánica institucional, entre otros aspectos. No todos los temas revisten un carácter constitucional, pero a partir de sus respuestas es factible identificar un perfil programático de esas candidaturas y de ahí nuestro interés en mostrar los resultados generales.
A continuación, presentamos las respuestas agregadas de las candidaturas que resultaron electas y que respondieron las preguntas de la aplicación. Se trata de un universo de 104 respuestas, es decir, el 67% del total y que incluyen al 100% de la lista de Independientes No Neutrales, 85,7% de la lista Apruebo Dignidad (Frente Amplio + PC), 85,2% de la lista del Pueblo, 70% de otros independientes, 68% de la lista del Apruebo, 43,2% de la lista de Chile Vamos, y 35,3% de las candidaturas electas indígenas para escaños reservados.
En este sentido, los resultados reflejan un alto porcentaje de la actual Convención, aunque conviene advertir que en las respuestas aparecen sub-representadas las posturas de Chile Vamos y de representantes para escaños reservados indígenas.
Con todo, estimamos que los resultados reflejan interesantes tendencias respecto de lo que podría ser el debate constituyente. Se aprecian altos consensos en materia de derechos sociales, y menores acuerdos en temas orgánico-institucionales. Asimismo, constatamos que se busca revisar el carácter de la iniciativa privada en la Constitución, pero ello no quiere decir que se la quiera eliminar.
Gran parte de los y las constituyentes se muestra muy favorable a garantizar ciertos derechos sociales en la Constitución (pensiones, salud, educación), así como también respecto del acceso libre y gratuito a internet que es concebido como un derecho básico.
Lo mismo respecto de proteger a los artistas y trabajadores de la cultura especialmente en su jubilación. Una gran mayoría considera que se debe procurar la igualdad social incluso a costa de menor crecimiento. Algo menos de acuerdo—aunque todavía mayoritario, se da respecto de garantizar un ingreso mínimo garantizado. Donde existen mayores desacuerdos es respecto de si la igualdad social se debe buscar a costa de los derechos individuales, donde justo la mitad se muestra favorable a dicha opción.
Se muestra un alto grado de desacuerdo con la idea de mantener las bases del modelo neoliberal chileno. Sin embargo, aquello no significa eliminar la iniciativa privada o estatizarlo todo. En relación con el modelo económico, se observa un amplísimo acuerdo que la protección del medio ambiente debe privilegiarse respecto del crecimiento económico. También se relativiza el valor de la propiedad privada como una cuestión central en la Constitución. Pero aquí se advierte que no existe un rechazo a la actividad económica de la empresa privada, siempre y cuando entregue beneficios al país. Aquella opción es apoyada mayoritariamente. La idea que la pesca industrial deba ser realizada exclusivamente por el Estado es rechazada mayoritariamente, y más divisiones surgen respecto de la explotación de la minería por el Estado en forma exclusiva. Se acepta también la idea que los trabajadores tengan un rol importante en los directorios de empresas.
Un tema particularmente sensible ha sido el debate sobre los derechos de agua. Al respecto una gran mayoría considera que los derechos de agua deben ser administrados por el Estado y por las comunidades locales. También genera un alto consenso la idea de expropiar los derechos de aguas a los actuales propietarios. El mantenimiento del status quo en esta materia genera un rechazo prácticamente unánime.
Gran parte de los y las constituyentes se muestra muy favorable a garantizar acceso libre y gratuito a internet, que es concebido como un derecho básico, y a proteger a los artistas y trabajadores de la cultura especialmente en su jubilación
En general, existe un apoyo muy rotundo a la idea que la ciudadanía pueda participar de decisiones relevantes para la democracia. También se observa un total acuerdo con los referendos revocatorios. En materia de orgánicas institucionales, se favorece aumentar el control de las autoridades civiles sobre las FF.AA. y de orden, aumentar la autonomía de las regiones, y mantener la autonomía del Banco Central.
Una mayoría significativa apoya la idea que deba reemplazarse la actual policía de Carabineros por una nueva policía. Un grupo todavía mayoritario apoya la idea de contar con un Congreso unicameral.
Donde existe más desacuerdo es respecto de la eliminación del Tribunal Constitucional. Las opiniones se dividen en partes iguales cuando se indica que las funciones del TC deben ser asumidas por la Corte Suprema. Otro tema que suscita divisiones es el equilibro de poderes Ejecutivo-Legislativo. Existe casi unanimidad en reducirle poderes a la Presidencia, pero las opiniones se dividen respecto de transferirle poderes al Congreso. Pareciera ser que en este tema existen mayores dudas de parte de los y las constituyentes.
En relación con el reconocimiento de pueblos originarios, una mayoría de los constituyentes que respondieron la encuesta considera que Chile debe ser un Estado plurinacional, donde viven varias naciones unidas en un solo Estado. Se acepta mayoritariamente que los pueblos indígenas deben tener autonomía política y territorial, aunque existe menos apoyo a la idea que los mapuche tengan una policía comunitaria que se encargue del orden interno de sus comunidades. Es la respuesta que menos fue respondida de todo el cuestionario.
Una gran mayoría considera que se debe procurar la igualdad social incluso a costa de menor crecimiento
Cuando se plantean temas asociados a no discriminación y derechos civiles, se advierte un alto nivel de consensos en temas que se han catalogado como parte de la agenda “liberal” de derechos y que incluyen la libre expresión de las diversas orientaciones sexuales, la crianza de niños por parejas del mismo sexo, la existencia de cuotas para personas con discapacidad, la paridad como principio para entidades públicas y privadas, y el derecho a la eutanasia y el aborto libre.
Existen más divisiones en temas asociados a permitir el derecho a votar de los inmigrantes después de 2 años de residencia, el reconocimiento de la familia como núcleo central de la sociedad y la protección de las tradiciones y la identidad de la nación chilena.
En relación con el proceso constituyente propiamente tal, los y las constituyentes manifestaron altos niveles de acuerdo respecto del derecho de la ciudadanía de participar en los debates de la Constitución y alto respaldo a la transparencia sobre las votaciones de la Convención.
Se relativiza el valor de la propiedad privada como una cuestión central en la Constitución. Pero aquí se advierte que no existe un rechazo a la actividad económica de la empresa privada, siempre y cuando entregue beneficios al país
Todas las cuestiones anteriormente descritas tienen que volcarse en texto constitucional el cual, como es sabido puede adoptar muy diversas formas. La pregunta acerca de su extensión y nivel de detalle da cuenta de otra área donde los y las constituyentes electas parecen no tener una opinión claramente mayoritaria. Aun cuando se aprecia un alto número de respuestas que apoyan un texto más bien breve, la dispersión de respuestas en las otras opciones no permite zanjar completamente el punto en esa dirección.
Resultará de interés conocer en su momento los argumentos que puedan esgrimirse para preferir una u otra opción. Detrás de esa opción muchas veces hay, además de razones técnico-jurídicas, una cuestión de confianza o más bien de desconfianza en la forma en que puedan, más adelante, interpretarse el espíritu de los principios consagrados de manera general.
En términos generales se aprecia un conjunto importante de materias en las que, en general, los y las constituyentes tienen una aproximación bastante compartida. Estas se agrupan más bien en las temáticas propias de la protección de derechos sociales y también en el ámbito de un modelo de desarrollo sustantivamente distinto al actual en cuanto al rol del estado y la explotación de los recursos naturales. Lo anterior no significa que no se valoren ciertas cuestiones como la iniciativa privada en la economía o la propiedad. Esto es relevante puesto que reafirma que no parecen existir posiciones extremas sino más bien aquellas que buscan conciliar cambios profundos con mantención de cuestiones básica que son transversalmente valoradas por la ciudadanía. En ese sentido estos datos, una vez más, desmienten algunas caricaturas que suelen hacerse al fragor del debate electoral. A su vez, se anticipa ya que los mayores disensos y tensiones podrán encontrarse en los temas relacionados con las cuestiones institucionales asociadas a lo que algunos llaman, la “sala de máquinas” donde se configura la distribución y manejo del poder en la sociedad; es decir, ni más ni menos que el corazón de un texto constitucional.
Obviamente, un consenso amplio acerca de una declaración de tipo general respecto de un tema cualquiera no elimina el hecho normal y lógico que existan en los y las constituyentes diferencias legítimas relacionadas a la manera específica en que dichos principios generales deben ser efectivamente consagrados en el texto constitucional.
De ahí que esta sea un punto de partida para una deliberación que debe seguir su curso natural de argumentación, debate y síntesis. De igual manera es relevante tener en cuenta que estas posiciones son de alguna manera “disposiciones de entrada” a la conversación. Ellas dan cuenta de una orientación basal pero no tienen por qué verse como posiciones cristalizadas e inmodificables. Es también parte del flujo natural del proceso de deliberación que ellas puedan cambiar precisamente por la dinámica de sopesar argumentos y posiciones contrapuestas. En ese sentido, los y las constituyentes tienen pleno derecho a cambiar de opinión. Lo relevante es que esos cambios puedan ser justificados y argumentados con transparencia frente a sus pares y frente al conjunto de la ciudadanía. Para hacer ese seguimiento será también útil tener como referencia estas opiniones de entrada que aquí se han expuesto.
Este artículo es parte del proyecto CIPER/Académico, una iniciativa de CIPER que busca ser un puente entre la academia y el debate público, cumpliendo con uno de los objetivos fundacionales que inspiran a nuestro medio.
CIPER/Académico es un espacio abierto a toda aquella investigación académica nacional e internacional que busca enriquecer la discusión sobre la realidad social y económica.
Hasta el momento, CIPER Académico recibe aportes de seis centros de estudios: el Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES), el Centro de Estudios Interculturales e Indígenas (CIIR), el Centro de Investigación en Comunicación, Literatura y Observación Social (CICLOS) de la Universidad Diego Portales, el Núcleo Milenio Autoridad y Asimetrías de Poder (NUMAAP), el Centro de Recursos Hídricos para la Agricultura y la Minería (CRHIAM), el Instituto Milenio para la Investigación en Depresión y Personalidad (MIDAP) y la Facultad de Humanidades de la Universidad de Santiago (UsachFAHU).
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