HASTA LA SEMANA PASADA EL EX SENADOR OCUPÓ UNA OFICINA DEL ABOGADO QUE REPRESENTA INTERESES DE GRANDES EMPRESAS
El constituyente Harboe y el negocio del lobby: su estrecho vínculo con Darío Calderón
01.06.2021
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HASTA LA SEMANA PASADA EL EX SENADOR OCUPÓ UNA OFICINA DEL ABOGADO QUE REPRESENTA INTERESES DE GRANDES EMPRESAS
01.06.2021
El ex senador PPD que fue elegido para la Convención Constitucional, ocupó hasta hace pocos días una oficina del abogado y lobista Darío Calderón. CIPER consultó a Harboe por su relación con Calderón y si las asesorías que presta este último pueden implicar un conflicto de interés para su rol de convencional. Tanto Harboe como Calderón indicaron que no hay vínculos económicos entre ellos. CIPER detectó otra hebra que los une: uno de los abogados y lobistas de Calderón constituyó en febrero pasado una sociedad para Harboe y en esas escrituras el ex senador puso como domicilio la oficina de Calderón. Según el ex senador, usará la sociedad para hacer asesorías: “Por ahora soy abogado y como tal debo vivir de mi profesión”, dijo a CIPER.
El abogado Darío Calderón es asesor de inversionistas y, por sobre todo, lobista. Y uno bien cotizado por las grandes empresas. Pero él prefiere describirse como un “articulador”, un “componedor”, un “mediador”, un actor con habilidad para sentar a la mesa a las partes en conflicto, derretir el hielo y lograr acuerdos.
Ahora, Calderón representa los intereses de empresas concesionarias de autopistas y que empujan proyectos de hospitales, cárceles, infraestructura portuaria y de minería, subestaciones eléctricas, vías férreas y puentes, entre otras obras que requieren el visto bueno de las autoridades. También preside la gremial de los proveedores de la Junaeb y encabeza el Grupo Patio, que maneja centros comerciales y arrienda oficinas. Ha sido de asesor de SQM (Julio Ponce Lerou), casinos Enjoy (de la familia Martínez), Mellafe y Salas (de la familia Platovsky), Corp Group Banking (de Álvaro Saieh, quien fue financista de CIPER hasta 2018) y Latam (de los Cueto).
Felipe Harboe, ex senador del PPD y ahora miembro electo de la Convención Constitucional (distrito 19, Chillán), ocupó hasta hace pocos días una de las oficinas de Calderón, ubicada en el tercer piso de un edificio del sector de Alonso de Córdova. La utilizó por lo menos hasta la semana pasada, la misma en que CIPER le consultó por qué estaba usando esa oficina, cuál era su relación con los intereses que representa Calderón y si esto podría implicar que tuviese que inhabilitarse cuando en la convención se discutan temas que se crucen con esos intereses.
Por Felipe Harboe “solo tengo amistad y respeto desde hace mucho tiempo. Creo que es un político y un hombre bueno, recto, íntegro, que tomó la decisión de ir al servicio público y eso tiene sus costos”, dijo Darío Calderón a CIPER, cuando le preguntamos por su vínculo con el ex senador. Sobre la oficina que en ese momento estaba usando Harboe en su despacho, Calderón apuntó que no hay vínculo comercial entre ellos:
-Cuando tomó la decisión de irse a la Constituyente, le dije “bueno, ¿y qué vas a hacer después?”. “No sé”, me dijo. “Si necesitas un techo, yo te ofrezco algo, sin ninguna sociedad, sin nada”. Es solo prestarle un techo, porque, sino, no tiene oficina donde arrimarse.
El miércoles 26 de mayo, CIPER consultó a la encargada de comunicaciones de Harboe por esta situación y por el eventual conflicto de interés que esto podría implicar. Ella dijo que no había relación comercial entre Harboe y Calderón, que solo le prestaron la oficina y que, por lo mismo, no hay conflictos de interés. Cinco días después, el lunes 31, el ex senador respondió a CIPER por Whatsapp, mensaje en el que anunció que dejaba el despacho de Calderón:
“Por ahora estoy buscando oficina ya que entregué una que me facilitaron por unas semanas y tengo algunas alternativas para integrarme como comunidad de techo a algunas oficinas de abogados, pero aún no decido nada porque, como estamos a modo pandemia, tampoco es tan urgente tener oficina”.
Según informó a CIPER, el préstamo de oficina que le hizo Calderón tenía fecha de término: el 1 de junio. Sobre eventuales conflictos de interés por arrimarse a una oficina dedicada al lobby y asesorías para grandes inversionistas, no se pronunció.
Además, en febrero pasado Felipe Harboe creó una sociedad comercial para operar en el rubro de las asesorías. El ex senador encargó la constitución de esa sociedad a un abogado que trabaja para Calderón. En abril pasado Harboe hizo el trámite notarial para tomar formalmente el control de las acciones de esa sociedad y en esa escritura puso como domicilio las oficinas que tiene Darío Calderón en el edificio de Grupo Patio, en Alonso de Córdova.
En ocasiones, cuando hay disputas entre grupos empresariales, Darío Calderón es el convocado para apagar el fuego. Y cuando el escenario político parece desbordarse hacia zonas incómodas para los grandes inversionistas, también le ha tocado actuar, como lo hizo el 6 de noviembre de 2019. Entonces, las protestas del estallido social ya cumplían 20 días. Esa noche, seis senadores llegaron a la amplia oficina de Calderón en el piso 17 de un edificio del barrio Rosario Norte, conocido como “Sanhattan”. El abogado, que los esperaba con una cena, había sido mandatado por la masonería –agrupación de la que forma parte– para abrir un canal de diálogo entre oficialismo y oposición.
Ese día las protestas se habían concentrado frente al Costanera Center. La sede de la UDI había sido atacada con piedras. En busca de una salida a ese escenario, arribaron a la oficina de Darío Calderón los senadores Jaime Quintana (PPD, entonces presidente de la Cámara Alta), Francisco Huenchumilla (DC), José Miguel Insulza (PS), Ximena Órdenes (PPD), Víctor Pérez (UDI) y Felipe Harboe (PPD).
Calderón y Harboe se conocían desde hace mucho tiempo. Calderón relató a CIPER que comenzó a seguir la carrera política de Harboe desde que este egresó de derecho en la Universidad Central, hace unos 25 años, gracias a la amistad que tenía con su madre (ya fallecida) Jimena Bascuñán Edwards.
Calderón es presidente de Grupo Patio –que maneja malls, strips center y arriendo de oficinas– y que es controlado por la familia Jalaff. Entre sus accionistas también están Paola Luksic, integrantes de la familia Abumohor y Eduardo Elberg. A su vez, Harboe está casado con Katia Trusich, la presidenta de la Cámara Chilena de Centros Comerciales (la gremial de los malls). El propio Darío Calderón hizo esa relación para explicar, en parte, su buena relación con Harboe: “Acuérdate que la Katia es presidenta de la Asociación de Centros Comerciales y yo soy presidente del Grupo Patio. Y el Grupo Patio es uno de los miembros destacados de la asociación y ella es nuestra presidenta”.
La relación de Felipe Harboe con Darío Calderón apareció en el radar de CIPER mientras investigábamos los posibles conflictos de interés de los constituyentes electos (vea el reportaje “Los nexos empresariales, las sociedades comerciales y los derechos de agua de los 155 constituyentes”). En esa búsqueda apareció en el Diario Oficial una sociedad adquirida por el ex senador del PPD hace un mes: Asesorías Puelche SpA.
Creada el 17 de febrero pasado por el abogado Sebastián Pérez Torrejón con un capital inicial de $1 millón, la sociedad tiene como objeto las asesorías “jurídicas, legales, comerciales, financieras y económicas”. La siguiente aparición de Puelche en el Diario Oficial está fechada el 22 de abril, y allí se da cuenta de que ahora el único accionista es Felipe Harboe Bascuñán. La dirección que ingresó en ese trámite notarial es la correspondiente al despacho de Darío Calderón en el edificio del Grupo Patio.
El abogado que originalmente constituyó Asesorías Puelche, Sebastián Pérez, trabaja en el staff de abogados de Calderón, quien lo describe como “su mano derecha”. Harboe dice que lo contrató porque “yo no sé de derecho comercial”.
Sebastián Pérez Torrejón fue jefe de la Unidad de Asesoría Técnica de la Junaeb entre 2012 y 2015. En 2013 recibió pagos de honorarios por $2,7 millones de una empresa proveedora de alimentos para escolares, por lo que el Consejo de Defensa del Estado se querelló en su contra por negociación incompatible. Ahora trabaja y hace lobby para la oficina de Darío Calderón, quien preside la asociación de proveedores de Junaeb (Nutre Chile) y en los últimos cinco años ha representado los intereses de esas empresas en al menos 27 reuniones con autoridades, según los registros de Infolobby.
El ex senador señaló a CIPER que esta nueva sociedad la utilizará para “poder ejercer mi profesión”. Aunque una vez instalado como convencional recibirá un ingreso de $2,5 millones, indicó que “por ahora soy abogado y como tal debo vivir de mi profesión”. Respecto del tipo de asesorías que realizaría, respondió: “Obviamente nada que sea inhabilitante”.
Harboe agregó que actualmente tiene vigentes “algunas asesorías internacionales en temas de seguridad, datos personales y ciberseguridad”.
En la declaración de patrimonio que presentó al inscribir su candidatura a la convención, anunció que se inhabilitará en discusiones que se topen con las actividades de su cónyuge, la ex subsecretaria de Economía, Katia Trusich. En ese mismo documento las enumeró: presidenta de la Cámara Chilena de Centros Comerciales; directora de Cementos Biobío; directora de Empresa de Servicios Sanitarios de Los Lagos (Essal); integrante del consejo asesor de la Compañía General de Electricidad (CGE) y consejera de Coopeuch. También señaló que ella “está actualmente prestando una asesoría profesional específica a la empresa Pfizer Chile”.
Katia Trusich también ha integrado los círculos de directores de Icare (corporación que agrupa a más de 1.200 empresas) y ha sido directora de la Cámara Chileno Norteamericana de Comercio. También se ha inscrito entre las personas que se ofrecen para representar a las AFP en los directorios de empresas donde se invierten los fondos de los trabajadores.
El fallecido comentarista deportivo Eduardo Bonvallet bautizó a Darío Calderón como el “conde negro”, por sus vínculos con la ANFP y la dirigencia deportiva en los años 90. Ese sobrenombre ayudó a reforzar la fama que hoy lo antecede: un influyente lobista de la política, las empresas y el mundo judicial. Sigiloso y ecléctico, ha sido uno de los asesores empresariales claves provenientes del mundo de la Concertación, junto a otros como Enrique Correa y Eugenio Tironi.
Masón, laguista y durante más de 50 años militante del Partido Radical, Calderón ha hecho carrera en directorios privados y en asesorías a grandes empresarios. Se declara amigo de Julio Ponce Lerou. Según el libro “Ponce Lerou: Pinochet, el litio, las cascadas, las platas políticas”, del periodista Víctor Cofré, solo entre 2010 y 2015 la minera SQM pagó $900 millones por los servicios del abogado.
En ese mismo libro se relatan los otros vínculos empresariales que ha tenido Calderón: casinos Enjoy, Mellafe & Salas, Corp Group Banking, Integramédica, la Federación Rusa en Chile y Latam. En conversación con CIPER, Darío Calderón señaló que debe actualizar su currículum en la web de su estudio de abogados, donde se enumeran esas asesorías históricas (vea esa publicación), porque aseguró desde 2015 no tiene vínculos comerciales con algunas de esas empresas:
-Hace cinco años que no tengo ninguna relación contractual con SQM. Lo pasé muy mal con lo de las platas políticas. Salí de Enjoy, igual como salí de LAN, hace más de cinco años.
Según la plataforma de la Ley de Lobby, además de representar a Nutre Chile, Darío Calderón también registra gestiones en favor de Youtopia Holding (gimnasios) y del Grupo ACS-Dragados Iridium, multinacional española que en 2018 adquirió Abertis, y que en Chile están tras el negocio de las autopistas: Abertis es concesionaria de seis (Del Elqui, Del Sol, Ruta 68, Central, Los Libertadores y Los Andes) y ACS-Dragados de otras dos (Vespucio Norte y tramos de la Ruta 5). El grupo también está tras los proyectos del nuevo paso fronterizo Los Libertadores, la extensión de la Línea 2 del Metro de Santiago, y a lo largo del país han estado en la construcción de hospitales, cárceles, obras portuarias y de minería, subestaciones eléctricas, vías férreas, puentes, y carreteras, entre otros.
El Grupo ACS es controlado por Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, del que Calderón se declaró “muy amigo” en una entrevista en The Clinic. El 23 de abril de 2018 dos importantes ejecutivos del grupo -Santiago García Salvador y Salvador Myro-, se reunieron con el entonces ministro de Obras Públicas, Juan Andrés Fontaine. En esa cita estuvieron acompañados por Darío Calderón. La Tercera publicó que el objetivo era explorar el relanzamiento de la cartera de concesiones.
Según registros de lobby, Calderón acompañó a los ejecutivos del Grupo ACS-Dragados al menos en otras tres reuniones: el 24 de octubre de 2018 antes el ministro Fontaine para presentarle a la nueva CEO del grupo, de visita en Chile; el mismo día con Luis Barrios, entonces jefe de inversiones del Ministerio de Salud, con el mismo propósito; y el 27 de marzo de 2019 de nuevo con Fontaine. De esa última cita solo se detalló lo siguiente: “Plan y políticas de Concesiones”.
En una entrevista que le concedió al Diario Financiero el 25 de noviembre de 2019, Darío Calderón reconoció que quería ser candidato a la Constituyente.
Ahora, un año y medio después, le confidenció a CIPER por qué esa candidatura no se concretó:
-No había agua en esa piscina. Precisamente por lo que tú me estás preguntando: por los conflictos de interés que se pudieran generar. Porque, claro, ¿yo qué conflicto de interés podría tener? Soy presidente de la Asociación de Concesionarios de la Junaeb, que tiene contratos con el Estado. Me llaman, además, para operaciones puntuales, en conflictos con los casinos, entre los distintos grupos empresariales. Entonces, cuando evalué las limitaciones que tenía, dije yo no voy”.
Pero, dice que veía en Felipe Harboe un nombre que podía defender en la convención los principios que a él también lo identifican. Eso después de descartar que el ex senador del PPD pudiera competir en la presidencial.
-Yo soy laguista y eso es público. Y estaba viendo como nos estaban crucificando a todos los laguistas. Y pensé “oye, ¿y qué vamos a hacer para adelante? Hay un hombre como este (Harboe), pero es muy joven. ¿Para qué lo vamos a quemar ahora? ‘Entonces, mejor que vaya a la constituyente y desde ahí que defienda los principios del laguismo”. ¿Para qué tirarte a los leones al ir a la presidencia. Eso sería poner la cabeza en la guillotina.
Calderón aseguró a CIPER que Harboe no estuvo en la cena con los senadores que organizó en su oficina el 6 de noviembre de 2019, nueve días antes del acuerdo parlamentario que dio origen al proceso constituyente. Pero varios de los asistentes a la cita recuerdan la presencia del entonces senador del PPD.
Sobre cómo se fraguó esa cita, Darío Calderón recuerda: “Yo tenía ahí un papel que cumplir, porque el gran maestro de la masonería nos pidió que no estuviéramos ajenos a este problema que estaba ocurriendo en el país. Que hiciéramos un aporte y que juntáramos y convocáramos a moros y cristianos. Y eso hicimos”.
En la reunión expuso el analista político Guillermo Holzmann, quien dijo a CIPER que ese encuentro “contribuyó a instalar la idea de que había un riesgo institucional. Cada uno dio su punto de vista y se aportó a tender puentes para un diálogo”.
Otro de los presentes, el senador Víctor Pérez (UDI), relató que el gran maestro de la masonería, Sebastián Jans, quien también estuvo en la cena, “dijo que quería ser un puente para conversar”.
El senador José Miguel Insulza (PS), también confirmó a CIPER que participo en esa reunión, la que también apareció relatada en el libro “Sírvanse conectar”, que lanzó el año pasado el senador Jaime Quintana (PPD). En ese volumen, Quintana narra que los masones estaban interesados en aportar al diálogo y que desde la oficina de Calderón él llamó al entonces ministro del Interior, Gonzalo Blumel, para acordar una visita de los senadores y la masonería a La Moneda. Pero esa cita en Palacio nunca se concretó.