CIPER ACADÉMICO / OPINIÓN
Cómo el actual manejo de la pandemia podría enfrentarnos a un escenario igual o peor que el del invierno pasado
21.01.2021
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CIPER ACADÉMICO / OPINIÓN
21.01.2021
Contrario a lo que ha sostenido el gobierno, esta columna demuestra que no estamos ante un rebrote de la pandemia y que las cifras están lejos de ser alentadoras. Revisando el número de casos, positividad, niveles de hospitalización y fallecidos, y comparando con el escenario que enfrentábamos el año pasado, la autora sostiene que es urgente tomar medidas drásticas para evitar repetir la historia.
La autora es periodista y cursa un Magister en Ciencias de la Comunicación con especialización en Comunicación Pública en la USACH. Este artículo fue escrito en colaboración con Ricardo Baeza Yates, PhD Computer Science e investigador senior del Instituto Milenio Fundamentos de los Datos y Rafael González, físico y académico de la Universidad Mayor, quienes apoyaron la revisión de datos.
“Estamos experimentando un rebrote”, dijo el presidente Sebastián Piñera el pasado 15 de enero en el Encuentro Nacional de Empresarios (ENADE), refiriéndose a los negativos índices de Covid-19 en Chile, tras señalar que el país venía de cinco meses de “constante mejoría”. Lo mismo indicó, al día siguiente, el ministro de Salud, Enrique Paris. En una entrevista en radio El Conquistador, el ministro reafirmó que Chile se encontraba “ante un rebrote”, advirtiendo la posibilidad de retroceder a cuarentena en la Región Metropolitana. De inmediato, reconocidos expertos y expertas en salud pública, datos y epidemiología, reaccionaron afirmando que lo dicho por ambas autoridades no era real, pues nunca hemos eliminado la circulación viral; esto, sumado a un preocupante aumento de casos, podría estar enfrentándonos a un escenario igual o peor que el vivido durante el pasado invierno.
Para verificar si lo dicho por el Gobierno es o no efectivo, debemos aclarar primero qué es un rebrote. Según la Presidenta de la Sociedad de Microbiología de Chile, Claudia Saavedra, para la OMS, un “brote epidémico es una clasificación usada para denominar la aparición repentina de una enfermedad, debido a una infección, en un lugar específico y momento determinado (…) Entonces un rebrote sería una enfermedad que vuelve a surgir en la población”.
La epidemióloga y académica Muriel Ramírez señala que “sería rebrote si el primer brote hubiera estado totalmente controlado, ojalá cero casos, por un tiempo, al menos dos semanas”. Añade que sería un rebrote epidémico “cuando vuelven a aparecer casos desde cero”.
Para el experto en datos e Investigador de la Northeastern University, Ricardo Baeza Yates, son tres los índices en los que debemos fijarnos para evaluar cuánto disminuyó el brote tras su máxima agudización en junio pasado. Ellos son: positividad (número de casos nuevos cada día, dividido por el número de test aplicados ese día); ocupación de camas UCI y personas fallecidas. Especialmente los dos últimos, pues la positividad podría ser manipulada o verse alterada, por ejemplo, en una búsqueda activa de casos en grupos menos expuestos al contagio o un repentino y considerable aumento del testeo por motivos laborales de grandes empresas, en personas con bajas probabilidades de estar infectadas.
Nunca hemos eliminado la circulación viral y las cifras revisadas señalan que no hemos estado ni cerca de aquello
Como podemos observar en el sitio https://www.gob.cl/coronavirus/cifrasoficiales, los pacientes hospitalizados en la UCI llegaron a su número más alto el día 28 de junio (en la Figura 1 se destaca el día 27, pero en el sitio web es posible revisar la cifra diaria), con 2129 camas ocupadas. Tras esa fecha, este valor descendió hasta 627, el 17 de diciembre. Esa es la cifra más baja que hemos tenido de pacientes hospitalizados en cuidados intensivos, desde el pasado invierno, hasta hoy, cuando vemos un aumento de un 83% con un total de 1150 pacientes Covid-19 en UCI, lo que sumado al total de pacientes hospitalizados, corresponde al 91% de las camas disponibles.
Figura 1
Una tendencia similar arroja la cifra de fallecidos confirmados en las mismas fechas, con un aumento del 60% (Figura 2). El gráfico muestra que según datos del Departamento de Estadísticas e Información, DEIS, el mayor número de muertes por Covid-19 se produjo a mediados del sexto mes. El 13 de junio se registraron 195 fallecidos y el día 16 el cálculo arroja 175 fallecidos diarios, usando un promedio centrado de siete días (tres días antes y después de la fecha señalada).
Figura 2
A partir de esa fecha, la cifra de muertes asociadas a la enfermedad desciende, alcanzando su punto más bajo los días 11, 12, 13 y 14 de diciembre con 42, 26, 22 y 44 decesos, respectivamente; luego, los días 18 y 19 con 35 y 36 fallecidos registrados, y finalmente, el 29 y 30 de diciembre con 30 y 43 muertes. A partir de entonces, los fallecidos han llegado a 67 el pasado 7 de enero, y se espera que la cifra aumente a medida que el DEIS vaya confirmando nuevos decesos por Covid-19 correspondientes a las últimas semanas.
Las cifras que observamos hoy son similares a las del pasado 24 de mayo, cuando había 1090 camas UCI ocupadas o al 29 de mayo cuando Chile confirmaba el fallecimiento de más de 50 personas diarias (promedio centrado de 7 días). Nunca hemos eliminado la circulación viral y las cifras revisadas señalan que no hemos estado ni cerca de aquello. Incluso, si confiáramos en el número de casos confirmados por día -por una posible aplicación de test sin sesgos conscientes o inconscientes-, las cifras más bajas de contagio registradas son del 11 y 18 de noviembre, 904 y 945, respectivamente; superando siempre los mil casos confirmados el resto del tiempo (Figura 3).
Figura 3
Cuestionar el término “rebrote” dicho por el presidente y la máxima autoridad de la cartera de salud no es un mero ejercicio semántico, es la constatación de la verdadera realidad epidémica en Chile y el peligro que enfrentamos si no se toman medidas drásticas ahora, sin esperar las preocupantes cifras que teníamos a inicios de junio. Evitar esas decisiones puede llevarnos al triste escenario que nos ubicó en el top five de los países con mayor mortalidad, según el informe de la universidad Johns Hopkins publicado en septiembre del 2020 por la BBC (Figura 4), algo que nadie debiera querer repetir.
Figura 4
Cuestionar el término 'rebrote' dicho por el presidente y la máxima autoridad de la cartera de salud no es un mero ejercicio semántico, es la constatación de la verdadera realidad epidémica en Chile y el peligro que enfrentamos si no se toman medidas drásticas
Al anuncio del supuesto “rebrote” dado por la autoridad sanitaria se sumó la advertencia de un posible retroceso a cuarentena en la Región Metropolitana, lo que fue ampliamente difundido por medios de prensa. Sin embargo, la esperada (o temida) medida no llegó. Por el contrario, solo 48 horas después, fin de semana de por medio, el ministro Paris dijo a temprana hora que “las cifras eran alentadoras”.
Si miramos la situación sólo en la Región Metropolitana, concluimos que esta frase también es cuestionable. Según la información oficial, el 20 de enero había 460 camas UCI ocupadas, cifra similar a la informada el 12 de mayo (450), a un día de decretarse la cuarentena total en Santiago y seis comunas aledañas. El promedio de muertes por Covid-19 entre el 1 y 7 de enero fue 28 -incluyendo casos confirmados y sospechosos-, lo que probablemente aumente en los próximos días con nuevos resultados en la investigación de causas de fallecimientos que hace el DEIS. El número nos remonta al 12 de mayo cuando se obtuvo el mismo promedio (Figura 5).
Figura 5
Según el físico y académico de la Universidad Mayor, Rafael González, entre el 10 de diciembre y el 10 de enero la cifra de fallecidos aumentó un 44%, de acuerdo a lo informado en el último reporte liberado por el Departamento de estadísticas e investigación. En la misma fecha, la de pacientes en cuidados intensivos creció un 35%. Sin embargo, entre el 20 de diciembre y 20 de enero, el alza en la ocupación de camas UCI es de 56%.
Es posible observar un aumento más lento respecto de mayo pasado, cuando el de ocupación de camas UCI fue de un 40% de una semana a la siguiente. En la Región Metropolitana, hoy se observa un aumento de un 19% en los últimos siete días (Figura 6). Sin embargo, no podemos olvidar que en aquel entonces se comenzaban a tomar medidas más drásticas que llegaban tarde y no teníamos la circulación de una variante más contagiosa. Además, se tomaban decisiones que no consideraron que el virus se traslada con las personas y que cerrar por comunas, sin detener por completo los viajes entre regiones, no cortaría la cadena de contagio.
Figura 6
Los números indican que una vez más el Gobierno no se está anticipando. Tal como el año pasado, expertas y expertos coinciden en que es mejor avanzar a restricciones muy drásticas aplicadas por poco tiempo, que enfrentarnos a cuarentenas laxas por meses. Parafraseando al académico del Magister de Salud Pública de la USACH, Christian García, estamos ante el Día de la Marmota.
Este artículo es parte del proyecto CIPER/Académico, una iniciativa de CIPER que busca ser un puente entre la academia y el debate público, cumpliendo con uno de los objetivos fundacionales que inspiran a nuestro medio.
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