SUS CORREOS MUESTRAN QUE ASESORES DE LA MONEDA PARTICIPARON EN LA REDACCIÓN DE INFORMES SOBRE CASOS POSITIVOS
Actual jefa de Planificación Sanitaria del Minsal también declaró que se rebajaba cifra diaria de contagiados
08.10.2020
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SUS CORREOS MUESTRAN QUE ASESORES DE LA MONEDA PARTICIPARON EN LA REDACCIÓN DE INFORMES SOBRE CASOS POSITIVOS
08.10.2020
Johanna Acevedo aseguró a la Fiscalía que en los informes epidemiológicos preparados por especialistas del Minsal la cifra de contagiados debía “ajustarse” para calzar con las comunicadas a diario por el ex ministro Mañalich, cuyo gabinete llevaba un conteo paralelo. Su versión cuadra con lo declarado por la ex epidemióloga del ministerio, Andrea Albagli, quien aseguró que desde el gabinete del Mañalich pidieron manipular cifras. CIPER tuvo acceso a correos de Johanna Acevedo que indican que asesores de la Presidencia participaron en la elaboración de informes con el registro que llevaban los especialistas del ministerio.
El 29 de abril de 2020 la jefa de la División de Planificación Sanitaria del Ministerio de Salud (Diplas), Johanna Acevedo, envió un e-mail al gabinete del entonces ministro Jaime Mañalich. En el mensaje advirtió que existía una diferencia relevante entre la cifra de contagiados con Covid que el jefe de la cartera difundía a diario y los contabilizados por el equipo del ministerio encargado oficialmente de llevar el registro de casos positivos.
A esa fecha, coexistían dos mecanismos para contar a los contagiados: uno que llevaba el gabinete de Mañalich y otro que estaba en manos del Departamento de Epidemiología del ministerio, área bajo responsabilidad de Johanna Acevedo. Hasta ese momento, las diferencias entre las dos fórmulas no eran relevantes, según la declaración que la funcionaria prestó ante los fiscales que investigan la gestión de las autoridades para enfrentar la pandemia. Pero ese miércoles 29 de abril la diferencia se empinó hasta los 90 casos. Y eso le llamó la atención.
En el correo electrónico, al que CIPER tuvo acceso, Acevedo le dice a la entonces jefa de gabinete de Mañalich, Itziar Linazasoro: “Dejo en copia los casos total de Epivigila (software del Minsal donde se registran los contagios reportados por médicos y las seremi) de ayer, que sumaban 90 casos más que los reportados hoy am”. La subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, estaba copiada entre los destinatarios del correo.
Ese 29 de abril la diferencia se concentró en la Región Metropolitana: en Epivigila habían 9.060 casos confirmados, mientras que Mañalich había informado al país durante esa mañana que la cifra llegaba a 8.869, según registra el documento adjunto al correo electrónico revisado por CIPER.
La información levantada por los funcionarios subordinados de Johanna Acevedo era recogida desde Epivigila y desde las bases de datos de los laboratorios que reportaban exámenes PCR positivos. En paralelo, el conteo que hacía el gabinete de Mañalich no se basaba en soportes técnicos de ese tipo, al menos según lo que declaró Acevedo. “Prefiero que le pregunten a ellos cómo ejecutaban la recolección (de datos)”, le respondió a los fiscales cuando le preguntaron.
Hacia fines de abril los resultados entre uno y otro conteo comenzaron a ser cada vez más divergentes.
En la extensa declaración que prestó ante los fiscales (la que publicó T13 hace un par de semanas), Johanna Acevedo indicó que los datos de los informes epidemiológicos, que entregan información detallada sobre el avance de la pandemia en el país, debían ajustarse a las cifras que manejaba el gabinete de Mañalich:
“Hasta el día 19 de mayo ella (la jefa de gabinete de Mañalich, Itziar Linazasoro) hacía el informe público y me lo mandaba a mí, y yo tenía que verificar que estuviera ok, y ajustar los datos de los informes epidemiológicos a lo que ella anunciaba”, declaró.
Entonces, los fiscales le preguntaron si el contenido de los informes epidemiológicos debía limitarse a la información difundida por el ministro. Ella respondió:
“Sí, tenían que ser consistentes con lo reportado por la autoridad. Yo señalaba que siempre informé todo a la autoridad, en lo interno, pero los informes epidemiológicos publicados tenían que ser consistentes con la información que el ministro anunciaba en la cuenta pública”.
Este testimonio de la jefa de Diplas está en la misma línea de la declaración de la ex jefa de Enfermedades No Transmisibles del Minsal, la epidemióloga Andrea Albagli, difundida por CIPER el miércoles 7 (vea el reportaje “Covid: el testimonio y los correos de la ex epidemióloga del Minsal que acusa al gabinete de Mañalich de manipular datos”). Andrea Albagli declaró a los fiscales que el 24 de abril desde el gabinete de ministro Jaime Mañalich le pidieron manipular la base de datos de personas contagiadas, para que las cifras de los informes epidemiológicos coincidieran con los reportes públicos que hacía el ministro.
Luego de publicado el reportaje de CIPER donde se reveló el testimonio de Andrea Albagli, el abogado de Mañalich, Gabriel Zaliasnik, señaló al diario La Segunda que presentarán una querella en contra de la epidemióloga. “Las afirmaciones son completamente falsas. Es muy peligroso usar al Ministerio Público para plantar evidencias y testimonios falsos”. El abogado no se refirió al otro testimonio que apunta en la misma dirección del de Albagli: el de la actual jefa de la Diplas, Johanna Acevedo.
CIPER contactó al ex ministro Jaime Mañalich para conocer su versión frente a estas declaraciones, pero declinó responder, argumentando que “lo que corresponde es entregar una versión primero en el ámbito de los tribunales”.
En todo caso, el pasado 5 de octubre Mañalich habló con T13 sobre el conteo de personas contagiadas mediante el sistema de Epivigila: “El sistema en un principio fue capaz de manejar volúmenes pequeños de información, el brote en Punta Arenas, Osorno o Temuco (…). Ese sistema informático tiene un punto muy frágil. Nosotros, a mediados de mayo, me parece, le pedimos al contralor que hiciera una auditoría sobre el sistema Epivigila. Su informe salió los primeros días de junio y él redescribe las falencias que nosotros conocimos de ese sistema”. El ex ministro dijo que ante eso, ya en abril tuvieron que “suplir la información, no poniendo un sistema paralelo, sino que contando con Epivigila” y sumando, por ejemplo, los resultados de exámenes PCR reportados por los laboratorios.
Esa explicación de Mañalich choca con lo declarado por la jefa de la Diplas.
En la entrevista televisiva el ex ministro agregó que no recordaba haber recibido un mail de Johanna Acevedo notificándole diferencias entre los contagiados contados por Epidemiología y los registrados por su gabinete. “Lo que sí recuerdo es que nosotros a ella (Johanna Acevedo) le dijimos ‘muchas gracias por sus servicios, vaya a este puesto ahora, pero ahora el señor Araos (Rafael Araos que reemplazó a Acevedo en el Departamento de Epidemiología) va a ofrecernos un programa de mejoría de lo que estamos haciendo y vamos a tomar lo que él nos sugiera’”.
Lo que no dijo el ex ministro en esa entrevista, fue que Johanna Acevedo fue ascendida a la Dirección de Planificación Sanitaria, por lo que se transformó en la jefa de Araos, quien, por lo demás, ratificó parte de lo señalado por Acevedo antes los fiscales cuando fue su turno de declarar.
Según declaró Johanna Acevedo, el 19 de mayo se puso fin a la contabilidad paralela que llevaba la jefa de gabinete de Mañalich y se comenzaron a utilizar para el reporte público los datos que comunicaban los expertos del Minsal. Aunque eso no implicó que se transparentara la cifra real de contagiados que llevaba su departamento. Ella lo explicó así a los fiscales:
“La reportería pública seguía ciertos criterios para poder informar un caso. Exigía que la persona estuviera notificada, que estuviera cambiado de estado desde sospechoso a confirmado (en el sistema Epivigila). Esos dos criterios para informar un caso. Además, pedía respaldo de PCR (examen que detecta el virus en el organismo)”.
Debido a ese “criterio administrativo” impuesto por el ex ministro, la diferencia entre los datos internos y los datos públicos, siguió aumentando: “La brecha se generó en sujetos con PCR positivo sin que hayan cambiado el estado (de “sospechoso” a “confirmado” en Epivigila), o PCR positivos no notificados (también en Epivigila)”, agregó Acevedo.
A pesar de que no todos los casos de contagio registrados por el Minsal eran comunicados públicamente por Mañalich, la jefa de la Diplas aseguró que ella mandó todos los días la cifra real al correo de las distintas autoridades del ministerio:
“Para mí era importante dejar una constancia diariamente, incluyendo la información completa, de todos los nuevos contagiados por Covid-19. Entiendo que mi responsabilidad es levantar la información completa a la autoridad”.
Así consta en varios correos electrónicos internos del Minsal a los que CIPER tuvo acceso. Por ejemplo en uno fechado el 26 de mayo a las 15:45, enviado por Johanna Acevedo a Jaime Mañalich, Paula Daza, Itziar Linazasoro y a Rafael Araos. Ese correo tiene adjunto un archivo word donde se especifica el número de casos de contagiados por Covid que no se estaba dando a conocer públicamente, región por región. Para entonces, el total de personas contagiadas en el país desde el comienzo de la pandemia era de 99.302 según el departamento especializado del Minsal, mientras que públicamente solo se reconocían 82.289 (vea aquí esa tabla).
Esa brecha fue ensanchándose hasta superar los 30 mil casos en junio, que fue lo que objetó la Contraloria. Johanna Acevedo señaló a los fiscales que el error no fue de los técnicos del Minsal, sino que de las autoridades políticas: “La Contraloria General de la República dice que hay un déficit en el Departamento de Epidemiología y sus datos, pero la información siempre estuvo disponible y el ministro definió no informarla”.
La jefa de la Diplas indicó en su declaración que el 19 de mayo se terminó el conteo paralelo. Esa fecha coincide con el arribo a Salud de dos enviados desde La Moneda. Aunque Johanna Acevedo no mencionó ese dato, la huella de esos asesores de confianza de la Presidencia aparece en uno de los correos que ella envió a las autoridades del Minsal. En ese mensaje queda en evidencia que los enviados participaban en la elaboración del reporte. El domingo 24 de mayo a las 18:22 la funcionaria mandó su informe diario con el total de nuevos contagiados, pero tres horas y veinte minutos después volvió a enviar el archivo, ahora con el siguiente mensaje: “Se adjunta informe diario elaborado por presidencia con apoyo de EPI”. Entre los destinatarios estaba Pablo Eguiguren, asesor de La Moneda enviado al Minsal.
Por esos días circularon versiones de prensa que apuntaron a que La Moneda tenía “intervenido” el ministerio. Lo que se desprende de este correo es que asesores de Sebastián Piñera participaron en la elaboración de los informes internos del Minsal y que, por lo mismo, estaban al tanto de que a fines de mayo había una brecha entre lo que indicaban esos informes y lo que se comunicaba públicamente. Este es uno de los correos que está siendo requerido por la Fiscalía, ya que está alojado en las casillas institucionales de Jaime Mañalich, Paula Daza y de la jefa de gabinete del ex ministro, Itziar Linazasoro.
Pablo Eguiguren, quien fue de jefe de gabinete del ex ministro José Ramón Valente, es el mismo asesor de Piñera que elaboró un informe, que luego se filtró a la prensa, donde se comparaban las cifras del Covid en Chile y Argentina, tal como en abril informó Revista Capital.
Según los correos de Johanna Acevedo, el informe diario del Minsal del 20 de mayo, también se elaboró en conjunto con asesores de la Presidencia. El e-mail de ese día señala: “Adjunto informe diario parte 1, elaborado en conjunto con presidencia”. Los asesores de La Moneda también figuran mencionados en el informe del día 23 de mayo.
De la revisión de los correos de Acevedo aparece otro antecedente hasta ahora desconocido: la utilización de cuentas no institucionales para compartir información. En varios de los e-mails revisados por CIPER, la jefa de Diplas le señala a las entonces autoridades del Minsal que les enviaría “por otra vía” bases de datos completas. Esa “otra vía” parece ser la que se menciona en un correo del 19 de mayo, donde le señala al entonces ministro, a la subsecretaria Daza, a la jefa de gabinete de Mañalich y a Pablo Eguiruen, que “enviaré desde mi Gmail las bases de datos de respaldo total de casos confirmados y base de datos completa”.
Las diferencias, según lo declarado por Johanna Acevedo, no solo se produjeron en el registro de los nuevos contagios, sino también en la cantidad de fallecidos. El origen de esta divergencia, de acuerdo con su versión, se debe a que el ex ministro de Salud utilizó un método que no se condecía con el proceso habitual, aunque no detalló cómo se generaba esa información:
“Hubo varias metodologías. La primera de Mañalich generó una brecha con respecto a la reportería que nosotros llevábamos, después se elaboró un sistema diferente de cruzar bases de Registro Civil con laboratorio, pero tampoco corresponde a la forma correcta, porque hay un proceso de recodificación de la causa de muerte que hace DEIS más allá del resultado de PCR, por si esa muerte no es atribuible al Covid”.
El método definitivo se adoptó a mediados de julio, cuando el ministro Paris anunció que se tomaría en cuenta el registro del DEIS para alimentar los reportes diarios. Según Acevedo, esa decisión se tomó luego de una solicitud de la Diplas. Esa fue la segunda vez que esa unidad del ministerio pidió modificar el método de conteo de fallecidos. De acuerdo con la declaración de Acevedo, la primera ocurrió el 5 de mayo, cuando la diferencia entre los reportes era de 30 decesos. “Se hizo una propuesta a través de una minuta”, dijo. Pero no obtuvo respuesta del ministro Mañalich ni de su jefa de gabinete.
Esta petición ignorada surgió luego de que Acevedo se percatara el 3 de mayo, por primera vez, que había una diferencia en los conteos de fallecidos. Pudo haber sucedido con anterioridad, declaró, pero no fue hasta entonces que los números no calzaron con la información que su unidad manejaba: había nueve muertes que el ex ministro y su gabinete no estaban contando. “Cada cierto rato yo decía ‘ojo, llevamos cierta diferencia’, y me decían que lo iban a ver o discutir”, complementó.
¿Se podría haber aplicado el cambio de método a comienzos de mayo, cuando la Diplas lo solicitó por primera vez, y no haber esperado hasta julio?, le preguntaron los fiscales. Así contestó Acevedo:
“Quizás no diario, eso puede haber sido a fines de junio, pero sí teníamos la capacidad de determinar los fallecidos probables por Covid-19 desde mayo. También tenía que ver con los criterios del Ministerio en ese momento sobre casos fallecidos. Ahí hubo varios anuncios confusos. El Ministro dijo en puntos de prensa de fallecidos con Covid-19, por Covid-19, y fue poco claro en la metodología, que estaba bastante definida por la OMS”, respondió.
Además, afirmó que los datos sobre fallecidos informados a la opinión pública los “llevaba directamente el ministro y la jefa de gabinete”, y que la información emanada desde el departamento de Epidemiología del Minsal, que cruzaba semanalmente sus datos con los fallecidos que registraba el DEIS, siempre estuvieron a disposición de ambos. “Hicimos presente las inconsistencias entre los fallecidos reales y el reporte público, pero no obtuvimos respuesta”, concluyó la jefa de la Diplas.
Uno de los hitos que marcó los últimos días de Mañalich a la cabeza del Minsal sucedió el 7 de junio, cuando informó que se agregarían 653 decesos asociados a Covid-19 al conteo general. Para argumentar esta importante corrección, arguyó que a partir de entonces no tomarían en cuenta la información disponible en Epivigila únicamente, sino que “hemos ido más allá y hemos revisado toda la base de datos de los fallecidos certificados en el Registro Civil y, asimismo, hemos logrado consolidar, en una sola base de datos, todos los laboratorios que en Chile informan exámenes de PCR ya sea positivo, dudosos o negativos”.
Frente a esta explicación, Acevedo indicó ante la Fiscalía que Mañalich mezcló temas que no tienen relación entre sí y que “él estaba al tanto de las diferencias en las cifras con mucha anterioridad, ya que eran reportadas frecuentemente”.
El fiscal Marcelo Carrasco, entonces, le consultó si acaso la diferencia de fallecidos era informada a la Submesa de Datos, encargada de modelar la pandemia, y al Consejo Asesor. La respuesta de Acevedo dejó al descubierto que estos organismos técnicos, claves para modelar las respuestas frente a la pandemia, no estaban recibiendo todos los antecedentes:
“No. Los datos públicos son los que anunciaba el Ministro, en eso teníamos una indicación clara de qué era lo que se podía informar públicamente y compartir con la Submesa de Datos o el Consejo Asesor”.
“Hay un nivel de pobreza y hacinamiento del cual yo no tenía conciencia de la magnitud que tenía”. El 28 de mayo, cuando Santiago llevaba dos semanas de confinamiento, el ministro Mañalich sorprendió con esa declaración. La dijo en un matinal, tras ser consultado por la cantidad de contagios que se estaba presentando en las comunas del sur y poniente de la capital. Sus palabras despertaron críticas inmediatas. Pero ahora, más allá de la polémica, la investigación del Ministerio Público pone en duda si en realidad Mañalich no fue advertido de los mortales efectos que tendría la propagación del virus en las zonas vulnerables de Santiago.
La declaración de la jefa de Diplas indica que ella, además de enviar datos relacionados con los casos activos, incluía indicadores asociados a índices de vulnerabilidad, pobreza y la cantidad de adultos mayores en las comunas. La información la extraía de la encuesta Casen y la enviaba por Excel, acompañada de una minuta en formato Word.
“No es lo mismo que ocurra en Las Condes o en La Pintana, donde hay mayor hacinamiento. Desconozco si ese componente fue parte de las decisiones (…). Esa información la remití desde que empezaron las decisiones de cuarentena, por 3 o 4 semanas, luego no me la pidieron más”, sostuvo.
Información de ese tipo se encuentra en una minuta del 27 de abril elaborada por Johanna Acevedo, con datos sobre casos y tasa de incidencia ajustados a las comunas que entran, salen o mantienen la cuarentena a esa fecha. En ese documento Word se identifica a la subsecretaria Paula Daza como la autoridad que solicitó su elaboración y se informa que los antecedentes serían exhibidos en una “Reunión (de) presidencia”.
A estos datos aportados por Acevedo, se suma la información que entregó la ex epidemióloga del Minsal, Andrea Albagli, sobre la diferencia de letalidad (cantidad de fallecidos respecto del total de contagiados) entre pacientes con cobertura Fonasa e isapre. Según su declaración judicial, Albagli envió un correo electrónico el 22 de junio -cuando Enrique Paris ya encabezaba el Minsal- a Acevedo y al jefe del Departamento de Epidemiología, Rafael Araos, desmenuzando esa diferencia a través de un informe titulado “Análisis fallecidos”. Para su elaboración tomó datos de Epivigila y concluyó, entre otras cosas, lo siguiente:
“Se observa que dentro de la totalidad de casos confirmados, la probabilidad de morir por Covid es un 86% mayor en personas adscritas a Fonasa en comparación con personas adscritas a isapre, ajustando por sexo, edad y presencia de enfermedades crónicas. Si este análisis se limita a la población con Covid confirmado que fue hospitalizada, este parámetro aumenta, y la probabilidad de fallecer por Covid en población Fonasa es más del doble”, señala ese documento al que CIPER tuvo acceso.