CIPER ACADÉMICO / OPINIÓN
Porqué prohibir los perdigones antidisturbios como método de control de multitudes
29.09.2020
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CIPER ACADÉMICO / OPINIÓN
29.09.2020
Cómo funciona la munición antidisturbios que utilizan las policías en Chile y por qué puede causar ceguera e incluso la muerte, son las preguntas que contesta Álvaro Rodríguez, médico oftalmólogo y autor corresponsal de un artículo que situó a Chile como el país con más casos de traumas oculares del mundo atribuidos a municiones policiales. Aunque Carabineros cambió el tipo de perdigón que dispara, la nueva munición “no garantiza un perfil de seguridad adecuado”, dice el autor. Ello, pues tiene dos riesgos: la munición se dispersa (al ser proyectiles múltiples) y existe la posibilidad de que se genere un estallido ocular incluso si se cumple con la distancia recomendada. Esto puede significar que nuevos casos de traumas oculares ocurran.
Aquí puede leer el artículo publicado en la revista Eye (versión en inglés)
Desde su implementación en la década de los 70’, el uso de proyectiles de impacto cinético (o KIPs por su sigla en inglés de kinetic impact proyectiles), dentro de los cuales se encuentran los comúnmente llamados perdigones antidisturbios, ha aumentado y diversificado a lo largo del mundo1. Recientemente publicamos un artículo que ubicó a Chile como el país con mayor número de traumas oculares producto del impacto de KIPs durante las movilizaciones de 2019 y cuestionamos el grado de seguridad de utilizar este tipo de armamento.2 A pesar de esto, su uso no ha sido prohibido, persistiendo la amenaza a la integridad de las personas, particularmente cuando se usan como método de control de multitudes. Esta columna busca esclarecer las causas científicas que produjeron esa gran cantidad de traumas oculares en Chile y entender por qué es importante prohibir definitivamente el uso de este tipo de munición desde una perspectiva médica y de salud pública.
Los KIPs son considerados como armas menos letales. Es decir, a pesar de su intención de infligir lesiones contusas, pueden generar lesiones graves e incluso la muerte.1 Existen distintos tipos de KIPs, variando en su composición, tamaño y arma que se utiliza para dispararlos. Algunos KIPs pueden dispararse como proyectiles únicos, mientras que otros son disparados como perdigones múltiples, siendo este el tipo de munición empleada en nuestro país.
Durante las movilizaciones de 2019, Carabineros utilizó escopetas 12 mms con cartuchos que contenían 12 perdigones de 8 mms de diámetro cada uno.2 Según la ficha técnica del fabricante, estos debían ser disparados a una distancia de al menos 30 metros apuntando al manifestante de la cintura hacia abajo.3 Sin embargo, el problema radica en que, a pesar de que existen casos documentados de disparos realizados a corta distancia, el cumplir con el protocolo no asegura que el proyectil no impacte en la cabeza y el ojo de una persona.4 Esto ocurre debido a que los perdigones se dispersan en forma de cono (en todas las direcciones) a medida que se alejan de la escopeta. Esto no sólo sería riesgoso para la persona a la cual se está disparando, sino que, al utilizarse en multitudes, es probable que impacten a varias personas a la vez en distintas partes del cuerpo.
El segundo problema tiene que ver con la fuerza con la cual impacta el proyectil. Esta fuerza tiene relación con la energía cinética del perdigón, la cual es directamente proporcional a su masa y velocidad de salida, e inversamente proporcional a su área efectiva, estableciéndose que mientras menor tamaño tenga un proyectil determinado, este poseerá un mayor riesgo de penetrar tejidos.4 Por otra parte, la masa del perdigón tiene relación con su composición, existiendo perdigones endurecidos con elementos metálicos como plomo o acero.5 Conocer las propiedades de los proyectiles empleados es de suma importancia, ya que con estos valores es posible calcular el riesgo de generar un estallido ocular según la distancia a la que se produce el impacto.4
La Academia Americana de Oftalmología, en conocimiento de lo que pasó en Chile, condenó y llamo a poner fin al uso de proyectiles de impacto cinético, dentro de los cuales se encuentran los perdigones antidisturbios.
En el caso de los perdigones empleados en 2019, estos eran de un diámetro pequeño (8 mms) con un peso de 0.7 g.3,6 A pesar de que la ficha técnica señalaba que eran de goma, estudios posteriores establecieron que poseían una alta dureza producto de su composición de sólo un 20% de caucho y el 80% restante de otros compuestos tales como plomo, sulfato de bario y silice.3,6,7,8 Estos proyectiles alcanzaban una velocidad de salida de 270 m/s, con una energía cinética de tal magnitud dispersada en un área pequeña, que podían generar un estallido ocular si el ojo era impactado a una distancia de 30, e incluso, 80 metros.4,7,9 Finalmente, por discrepancias de la composición de los perdigones con lo que se indicaba en la ficha técnica, el 19 de noviembre de 2019 se ordena suspender el uso de esta munición como herramienta antidisturbios.3,10
Por otra parte, producto de la cantidad de lesionados durante el estallido social, Carabineros optó por cambiar el tipo de munición empleada: en lugar de utilizar cartuchos de 12 perdigones, usa sólo de 3.11,12 Este tipo de munición era previamente utilizada por la Policía de Investigaciones, ocupando proyectiles de mayor masa (4 g), mayor diámetro (aproximadamente 18 mms) y menor velocidad de salida (162 m/s) que los utilizados previamente por Carabineros.4, 12, 13,14 Según la ficha técnica del fabricante, la distancia de uso recomendado sería de al menos 20 metros.4 No obstante, su problema es similar al de la munición anterior, existiendo el riesgo de generar un estallido ocular si el ojo es impactado a una distancia de hasta 60 metros.4
Es por esto que la actual munición no garantiza un perfil de seguridad adecuado, pues persiste el problema de la dispersión (al ser proyectiles múltiples), y el riesgo de generar lesiones oculares graves. Un ejemplo de ello es el caso de un paciente que consultó a la Unidad de Trauma Ocular del Hospital del Salvador durante el 2020. Se trata de un hombre de 36 años quien, tras recibir el impacto de uno de los proyectiles de mayor diámetro, resultó con un estallido ocular asociado a fractura orbitaria y herida de párpado. Esta persona fue sometida a una cirugía para remover el cuerpo extraño y realizar una evisceración (remover el contenido intraocular) dado la gravedad del daño. Como el proyectil se encontraba dentro de su órbita, se pudo identificar el tipo de munición empleada: era de aproximadamente 18 mms de diámetro.
A lo largo de la historia, se han inventado múltiples tipos de proyectiles y su uso se ha intentado regular a través de organizaciones internacionales. Al respecto, la guía de armas menos letales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) del año 2020 indica que los proyectiles múltiples nunca deben utilizarse debido a su imprecisión y por no cumplir con los principios de necesidad y proporcionalidad.15 Esta misma prohibición se reitera en las guías de Amnistía Internacional en conjunto con Omega Research Foundation (2015) y Physicians For Human Rights en conjunto con International Network of Civil Liberties Organization (2017).5,16
Por otra parte, la guía de la ONU insta a que “los proyectiles deben ser probados y autorizados para garantizar que sean lo suficientemente precisos para golpear un área segura en un objetivo de tamaño humano desde la distancia requerida y sin energía excesiva”, por lo que es necesario contar con estudios científicos que avalen la seguridad de las armas empleadas y en base a los resultados formular los protocolos que regulen su uso, siendo esto aún no especificado en las normas vigentes. 15,17,18,19
Existe otro tipo de armamento que utiliza un único proyectil por cada disparo. Esto evitaría la dispersión y la consecuente imprecisión de los cartuchos con múltiples proyectiles. Este tipo de munición utilizan en países como Francia, Estados Unidos y China y a pesar de ser más seguros, ningún proyectil diseñado hasta la fecha ha estado exento de producir traumas oculares graves: en Francia durante las protestas de chalecos amarillos de 2016-2019 se documentaron 43 casos y en Estados Unidos posterior a la muerte de George Floyd se han reportado al menos 32 casos.20 Es por esto que la Academia Americana de Oftalmología, en conocimiento de lo que pasó en Chile, condenó y llamo a poner fin al uso de KIPs para controlar o dispersar multitudes de manifestantes.21
Cuando se genera un estallido ocular producto del impacto de estos proyectiles, la gran mayoría de los pacientes terminan con ceguera del ojo afectado debido al nivel de daño que se produce. Esto implica, a pesar de tener el otro ojo sano, pérdida de estereopsis (profundidad de campo), campo visual y estabilidad postural.22,23 De igual forma, existe un impacto en la calidad de vida y salud mental de los lesionados, teniendo que acudir a múltiples controles médicos, requerir a una o más cirugías y control de por vida con el riesgo de presentar inflamación intraocular en el ojo sano producto de la lesión en su otro ojo. 24,25
Es por esto que, en base a la evidencia nacional e internacional, el utilizar KIPs como armas de control de multitudes conlleva un alto e inaceptable riesgo para la salud de las personas, por lo que su uso debiese prohibirse antes de que nuevos casos de lesionados vuelvan a ocurrir.
1.- Haar RJ, Iacopino V, Ranadive N, Dandu M, Weiser SD. Death, injury and disability from kinetic impact projectiles in crowd-control settings: a systematic review. BMJ Open. 2017;7(12):e018154. Published 2017 Dec 5. doi:10.1136/bmjopen-2017-018154
2.- Rodríguez, Á., Peña, S., Cavieres, I. et al.Ocular trauma by kinetic impact projectiles during civil unrest in Chile. Eye (2020). Disponible aquí. Revisa el siguiente enlace.
3.- Ficha técnica de cartucho antidisturbios, realizada por fabricante empresa TEC Harseim obtenida a través de Decisión Amparo ante el Consejo de Transparencia Rol C281-20.
4.- Reynhout, Scott. Efectos balísticos de perdigones antidisturbios “menos letales” en Chile y su relación con trauma ocular severo”. Revista de Ciencias Médicas. Volumen 45 número 2 año 2020. DOI: Disponible aquí.
5.- Physicians for Human Rights and International Network of Civil Liberties Organizations. (2015). Letalidad encubierta: efectos en la salud del uso de las armas “menos letales” en las protestas. Disponible aquí.
6.- Jorquera P, Palma R. Estudio de perdigón. Informe final (UTO) 15/11/2019. Departamento de Ingeniería Mecánica, Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, Universidad de Chile, 2019. Disponible aquí.
7.- CIPER Chile (2019). Resumen Ejecutivo Nro. 03, ed. Sección Criminalística Iquique. Carabineros de Chile, pp. 1-9. Disponible aquí..
8.- Unidad de Microscopía Electrónica, Universidad Austral. (2019). Informe de la U. Austral confirma que perdigones usados por Carabineros contienen plomo. Disponible aquí.
9.- CIPER Chile (2019). “Ya en 2012 informe de Carabineros advirtió que escopetas antidisturbios provocan lesiones letales y estallido ocular” publicado el 21 de noviembre del 2019. Disponible aquí.
10.- Carabineros de Chile. (2019). Declaración pública del General Director de Carabineros. Santiago, 19 de noviembre de 2019. Disponible aquí.
11.- El Mercurio. (2020). Carabineros cambia munición de escopeta antimotines: baja de 12 a tres perdigones de goma. Publicado el 23 de septiembre del 2020. Disponible aquí.
12.- El Mercurio. (2020). Sumario de Contraloría: Los cambios en el uso de la escopeta antimotines a un año de la crisis social. Publicado el 28 de septiembre del 2020. Disponible aquí.
13.- CNN Chile. (2019). Mario Rozas suspende uso de balines tras peritajes realizados por laboratorio de Carabineros. Publicado el 19 de noviembre del 2019. Disponible aquí.
14.- Companhia Brasileira de Cartuchos. (2012). Informativo Técnico No 38: Cartuchos Para Armas Longas Não Raiadas. Companhia Brasileira de Cartuchos, pp. 1-8. Disponible aquí.
15.- United Nations. (2020). United Nations Human Rights Guidance on Less-Lethal Weapons in Law Enforcement. New York and Geneva, 2020. Disponible aquí.
16.- Amnistía Internacional y Omega Research Foundation. (2015). Impacto sobre los derechos humanos de las armas menos letales y otros tipos de material para hacer cumplir la ley. Disponible aquí.
17.- Carabineros de Chile. (2019). Protocolos para el Mantenimiento del Orden Público. Orden general Núm. 2.635.- Santiago, 01 de marzo de 2019. Disponible aquí.
18.- Carabineros de Chile. (2019). Uso de la Fuerza: Actualiza Instrucciones al respecto. Circular Núm. 1.832.- Santiago, 1 de marzo de 2019. Disponible aquí.
19.- Carabineros de Chile. (2020). Protocolos para el Mantenimiento del Orden Público: actualiza protocolo 2.8. Sobre empleo de escopeta antidisturbios. Orden general Núm. 2.780.- Santiago, 14 de julio de 2020. Disponible aquí.
20.- Chauvin A, Bourges JL, Korobelnik JF, et al. Ocular injuries caused by less-lethal weapons in France. Lancet. 2019;394(10209):1616-1617. doi:10.1016/S0140-6736(19)31807-0
21.- American Academy of Ophthalmology. (2020). Nation’s Ophthalmologists Condemn Use of Rubber Bullets. Disponible aquí.
22.- Ihrig C, Schaefer DP. Acquired Monocular Vision Rehabilitation program. J Rehabil Res Dev. 2007;44(4):593-597. doi:10.1682/jrrd.2006.06.0071
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25.- Arevalo JF, Garcia RA, Al-Dhibi HA, Sanchez JG, Suarez-Tata L. Update on sympathetic ophthalmia. Middle East Afr J Ophthalmol. 2012;19(1):13-21. doi:10.4103/0974-9233.92111
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