MINSAL AÚN NO COMUNICA PLAN PARA ORGANIZAR REEMPLAZOS Y CONTRATACIONES
Crece contagio en personal de salud: hospitales intentan frenar avance del virus entre sus funcionarios
01.04.2020
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MINSAL AÚN NO COMUNICA PLAN PARA ORGANIZAR REEMPLAZOS Y CONTRATACIONES
01.04.2020
Dos turnos que atendían camas críticas (22 funcionarios) entraron en cuarentena en el Hospital del Tórax por contacto con un contagiado de Covid-19. En el Hospital de La Florida 68 funcionarios fueron aislados por la misma causa. Sin un plan central del Minsal para coordinar el reemplazo de los enfermos y contratar sustitutos, los hospitales están resolviendo con lo que tienen a mano: reorganizar sus planillas para contar con turnos de emergencia antes de que el coronavirus alcance el peak. El contagio del personal y la consiguiente merma de los equipos médicos es uno de los factores que generó la alta mortandad en Italia y España.
A fines de la semana pasada, el conteo oficial del Ministerio de Salud (Minsal) registraba 80 casos confirmados de funcionarios de la salud con Covid-19. Atenuar la progresión de esa cifra es un objetivo que marcará la diferencia entre la vida y la muerte para miles de chilenos. Las estadísticas de los países que comenzaron a luchar contra la pandemia antes que nosotros indican que hasta un 20% del personal sanitario será portador de coronavirus. Si la curva de contagios entre los funcionarios chilenos llega a ese techo justo cuando se produzca el peak de la enfermedad a nivel nacional, esa mezcla será letal: no habrá personal suficiente para sostener a los pacientes más graves. Esta dramática coincidencia es uno de los factores que desencadenó la mortandad que ha arrasado a Italia y España.
Por eso, son clave las decisiones que se tomen ahora para “aplanar la curva de contagios” entre médicos, enfermeras y técnicos. Y también para asegurar el reemplazo de turnos completos que deberán partir a la cuarentena cuando uno de sus integrantes dé positivo. Algo que ya pasó en el Hospital de La Florida y en el Instituto Nacional del Tórax. Adoptar estas medidas a tiempo permitirá contar con personal suficiente para atender la avalancha de casos críticos que se espera para las próximas semanas. Y en esa planificación, Chile ya está atrasado.
Recién el pasado viernes 27 de marzo la Subsecretaría de Redes Asistenciales envió a los centros de salud un instructivo que aborda estos temas, pero cuyo contenido es muy general, sin detallar procedimientos precisos para el reemplazo de los funcionarios (vea aquí el Ordinario N°808). En los hechos, ante la ausencia de un protocolo claro, los hospitales están adoptando medidas por iniciativa de sus autoridades internas y con los recursos que tienen a la mano: reordenando el personal y organizando turnos extras que puedan sustituir a los equipos que se vean afectados por un contagio.
Bajo el título “Plan de medidas de contingencia”, el documento fue despachado con evidente tardanza. El instructivo, firmado por el subsecretario Arturo Zúñiga, se difundió al menos diez días después de que el Instituto Nacional del Tórax -recinto de referencia para el coronavirus- tuvo que poner en cuarentena a dos turnos de cuidados intensivos completos (22 funcionarios) porque uno de sus médicos dio positivo en el examen de Covid-19. Y al menos una semana después de que 68 funcionarios del Hospital Dra. Eloísa Díaz (La Florida) entraron en cuarentena por haber atendido pacientes contagiados sin los elementos de protección personal necesarios. Dos turnos íntegros de la urgencia de ese hospital, que atiende a una de las comunas más populosas del país, debieron partir al aislamiento.
Si algo similar a lo que pasó en estos dos centros asistenciales vuelve a suceder en otro hospital en medio del peak de la pandemia y sin un plan claro de reemplazo, los efectos pueden ser devastadores.
En la mayoría de los hospitales que recibieron las consultas de CIPER, se informó que antes de que la subsecretaría enviara esa primera comunicación, ya habían suspendido todas las cirugías electivas y consultas de especialidades para reorganizar sus planillas internas. En hospitales como el de Temuco y el de La Florida, indicaron que han convertido en una suerte de “banca de suplentes” a los funcionarios liberados de los servicios ambulatorios. De esa forma, con menos carga de trabajo, ese personal permanece más tiempo en sus casas, evitando el “tránsito hospitalario” que lo expone al contagio y a la espera del llamado a cumplir turnos en sustitución de personal que eventualmente dé positivo para Covid-19.
En algunos hospitales, como el del Tórax o el Carlos Van Buren (Valparaíso), decidieron organizar sus turnos en grupos “diferidos” que no tienen contacto entre sí: mientras unos atienden, otros permanecen libres. Así, si uno de los equipos sufre un contagio, el hospital cuenta con “refuerzos” para reemplazarlo por completo.
Otra fórmula ha sido convocar a los médicos que se habían acogido al beneficio de no hacer turnos porque ya cumplieron 25 años trabajando en el sistema público. En general, la respuesta y disposición de esos profesionales ha sido muy positiva. Y permitirá a los hospitales contar con médicos de vasta trayectoria en Cuidados Intensivos (donde se atiende a los pacientes en estado crítico por Covid-19) para dirigir al personal con menos experiencia que está siendo capacitado de manera urgente para que pueda integrarse a los nuevos turnos y que, en general, proviene de Cuidados Intermedios.
Un conteo informal del Colegio Médico (recogido a través de sus presidentes regionales y otros representantes) indica que hasta este lunes 30 de marzo solo entre los doctores había 27 positivos a nivel nacional y otros 112 en cuarentena. Aunque son cifras que están en permanente actualización, sirven como referencia y alerta para monitorear el momento en que se requieran refuerzos por la pérdida masiva de personal de salud. Estas cifras, según médicos consultados por CIPER, podrían ser conservadoras, ya que el registro no incluye a los profesionales que trabajan en clínicas privadas, ni en recintos asistenciales de las Fuerzas Armadas y Carabineros.
El 7 de marzo pasado se publicó el decreto del Ministerio de Salud que, en el marco de la emergencia por Covid-19, otorga a las subsecretarías de Salud y de Redes Asistenciales facultades para contratar y trasladar profesionales, disponer de trabajos extraordinarios para el personal de salud y recontratar a ex funcionarios. No obstante, aún no baja una directriz de la autoridad central que ordene sin lugar a interpretaciones cuándo y cómo se procederá a la contratación de reemplazantes. Esta es la principal razón por la que los hospitales han priorizado reordenar sus propios equipos.
La doctora Natalia Henríquez, presidenta del Regional Santiago del Colegio Médico, indicó a CIPER que “hasta el momento no hay instrucción de reemplazo, entonces se ha ido definiendo con las personas que ya hay en los hospitales. Se han cerrado las consultas y cirugías ambulatorias, dejando solo las más urgentes y de pacientes oncológicos. El resto de los médicos y personal de apoyo se ha dedicado a la atención de sala de hospitalizados para suplir las ausencias”.
La Mesa Social que dialoga con el Ministerio de Salud para definir estrategias frente a la emergencia, ha pedido una actitud más proactiva de la autoridad en esta materia. En la minuta de la sesión que reunió a la mesa este martes 31 de marzo se adjuntó un documento titulado “Abordaje de Recursos Humanos Sanitario en contexto COVID 19”. En ese anexo se recomendó, entre otras medidas, “categorizar” al personal de la red de salud, para saber con cuántos recursos humanos especializados en cuidados intensivos cuenta el país. Y, al mismo tiempo, calcular cuántos funcionarios con experiencia en atención de pacientes críticos o crónicos u otras especialidades pueden atender “turnos de llamada” o capacitarse. La minuta también pide categorizar al personal que puede ser redestinado “a labores administrativas, atención a distancia u orientación a la población”) (vea aquí la minuta de la mesa y el documento adjunto).
En la misma minuta de la reunión de la Mesa Social se informó que el Minsal está trabajando en conjunto con algunas sociedades científicas en la elaboración de protocolos para el manejo de recursos humanos bajo la crisis y también para organizar los servicios de urgencia. Este último se redacta en colaboración con la Sociedad de Medicina de Urgencia.
La forma en que abordaron los hospitales de La Florida y del Tórax la pérdida de turnos completos, es un buen ejemplo para otros centros asistenciales que están reorganizando a sus equipos.
Cuando el 20 de marzo entraron en cuarentena 68 funcionarios de la urgencia del Hospital de La Florida, esa unidad fue cerrada porque no quedó personal suficiente, algo que no podría ocurrir cuando se alcance el peak de los contagios. Cuando se estabilizaron dos pacientes que estaban en reanimación, todos los funcionarios fueron retirados de la sala y se aseó. Luego, se restableció la atención con el escaso personal que quedó trabajando: tres enfermeros, cuatro técnicos en enfermería y dos auxiliares de apoyo. Solo se podía recibir a los pacientes más graves.
El hospital hoy tiene cerradas varias de sus unidades (como las de servicios ambulatorios, medicina física y toma de muestras, entre otras). El primer piso solo atiende urgencias adultas y pediátricas (comunes y Covid, por separado). Magaly Galaz, presidenta de la Federación de Trabajadores de la Salud (Fenats) de ese recinto, dice que para los nuevos turnos se ha traído personal externo y que no se privilegió reordenar los recursos humanos del mismo hospital.
– El mismo día en que tuvimos que cerrar la urgencia había que redistribuir el personal que estaba en ese momento en el hospital. Eso no se hizo. En una situación crítica pueden disponer de nosotros para que trabajemos en donde se requiera, pero no se hizo. Tampoco hemos definido personal de relevo para que se turnen en la atención.
En el Instituto Nacional del Tórax, 22 funcionarios que atienden camas críticas se fueron en cuarentena a mediados de marzo. Un doctor que estaba contagiado y no lo sabía, trabajó con dos turnos, cuyos integrantes tuvieron que entrar en cuarentena. Durante dos semanas se perdió un tercio del personal destinado a esa unidad, grupo que recién está volviendo en estos días. Para enfrentar la emergencia se reordenaron los turnos con los funcionarios restantes. Como no eran muchos pacientes (y no recibieron más), la tarea no fue pesada.
Con esta experiencia y de cara al aumento explosivo que se espera en pacientes graves por Covid-19, funcionarios del instituto explicaron a CIPER que se están reorganizando los turnos con personal de áreas de atención ambulatoria o de cirugías que se podían suspender. La idea es contar con equipos de reemplazo, pues se espera que las camas críticas aumenten de 15 a 27.
En el Hospital de Temuco hay tres médicos con licencia por coronavirus positivo, otros 12 por contactos con contagiados y 28 en cuarentena preventiva. Según indicaron en el hospital a CIPER, los servicios ambulatorios están suspendidos y se está trabajando con dotación restringida para no exponer a todo el personal al mismo tiempo. Temuco registra uno de los brotes epidémicos más fuertes del país, con 154 contagiados en la ciudad y 15 pacientes conectados a ventilador mecánico en el hospital local al 30 de marzo.
En Valparaíso, el reporte del Colegio Médico registra al menos 13 doctores en cuarentena. Y, según Ignacio de la Torre, presidente de la orden gremial en esa región, la falta de insumos para la protección del personal podría empezar a ser crítica:
– En el Hospital Gustavo Fricke (Viña del Mar) han sido restrictivos en su uso porque aparentemente no tienen stock. Hay un problema en cómo se define quiénes usan las protecciones y quiénes no. Los que atienden pacientes sintomáticos, deberían estar con mascarilla, protector facial, pechera plástica y guantes, que deben desecharse tras cada atención. Como eso requiere una cantidad de insumos importante, hay hospitales que han liberado el uso solo para el trabajo con pacientes con síntomas muy fuertes. Pero si se atiende sin protección a un paciente que no se ve tan mal y resulta que tenía Covid, el riesgo es que esos funcionarios deben irse en cuarentena.
De la Torre planteó a CIPER que el primer instructivo emitido por la Subsecretaría de Redes Asistenciales el 27 de marzo, “da un paso en la dirección correcta”. Pero sostiene que “falta una instrucción más precisa, un plan maestro para cada región, para que los directores de hospitales no tengan tanto espacio para interpretar”.
– Si pudiéramos retroceder el tiempo al inicio de los contagios en Chile, tendríamos que haber suspendido las cirugías electivas, reorganizado las camas intermedias, dar el alta precoz, transparentar el número y ubicación de camas críticas y ventiladores, dividir los funcionarios de hospitales en grupos a y b, y entregar insumos de protección según niveles establecidos. Hoy, cada hospital lo está determinando de manera independiente, en vez de decir “a partir de tal momento se usan tales medidas”. Ante la ausencia de lineamientos claros y de un liderazgo central, se producen estos problemas-, detalló de la Torre.
El instructivo enviado por el subsecretario Zúñiga a los directores de los servicios de salud del país el 27 de marzo pasado informa el “Plan de medidas de contingencia” y da “líneas de acción inmediata” que se solicita cumplir. Pero no explica cómo reemplazar al personal que haya tenido contacto con contagiados positivo, ni cómo organizar la rotación de los turnos.
El documento plantea medidas que ya han sido adoptadas por la mayoría de los hospitales, como postergar “los procesos clínicos diagnósticos y terapéuticos, no prioritarios ni críticos” y las cirugías electivas “que puedan esperar más de tres meses, sin riesgo de complicación para el paciente”.
Para la atención de urgencia, el instructivo también recomienda una medida que ya ha sido adoptada por muchos hospitales: “generar turnos de refuerzo en todos los estamentos, para dar continuidad a la atención y definir personal extraordinario”. Y también pide que los trabajadores de salud cumplan con lineamientos que ya se aplican a todos los ciudadanos: suspensión de viajes, de reuniones, que el personal que trabaje desde su domicilio cumpla estrictamente la cuarentena y que esté disponible para ser contactados
La minuta de la última reunión de la Mesa Social es bastante más clara respecto de cómo organizar el trabajo frente a la crisis que viene y pide, precisamente, que el Minsal centralice la planificación: “Se vuelve especialmente relevante una planificación centralizada de la redistribución de tareas y horarios para el personal de salud”.
Mirar lo que ocurrió en otros países puede ser útil para proyectar las medidas que se requieren en Chile para proteger al personal sanitario. En febrero, los funcionarios de hospitales chinos reclamaban por mascarillas. Para entonces, en ese país ya había más de 1.700 trabajadores de la salud infectados, y seis de ellos habían muerto.
Según un reportaje del New York Times, en total, “en China más de 3.000 funcionarios se contagiaron de Covid-19. Casi la mitad de ellos, solo en Wuhan. En Italia el personal de salud contagiado duplica al de China, y según reportes oficiales 50 han muerto. En España casi el 14% de los pacientes confirmados de coronavirus son trabajadores de la salud”.
Si no se toman las medidas para contar con personal sano, los hospitales pueden convertirse en focos de contagio. Según una publicación reciente de la revista de la Sociedad de Anestesiólogos de Estados Unidos, un 40% de las infecciones de Covid-19 fueron “presumiblemente infecciones intrahospitalarias” (vea aquí ese documento).
Una publicación de Bloomberg arrojó un dato que podría ser útil también en Chile: los médicos europeos están repitiendo los errores de los doctores en Wuhan. Wu Dong, profesor de gastroenterología en el Hospital del Colegio Médico de la Unión de Pekín, dijo a ese medio que: “Nuestros colegas europeos están contrayendo la enfermedad en su práctica diaria, y la proporción es bastante similar a la situación anterior en Wuhan. Necesitamos proteger a nuestro personal médico«.