COLUMNA DE OPINIÓN
Estudio detecta existencia de “proveedores favoritos” durante “Piñera 1” y “Bachelet 2”
23.01.2020
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COLUMNA DE OPINIÓN
23.01.2020
Esta columna presenta una nueva metodología para examinar el comportamiento riesgoso en el gasto público. Fue desarrollada por el Observatorio Fiscal y consiste en buscar “proveedores favoritos”. Aquí se examinan las compras hechas a “favoritos”, durante los gobiernos de “Piñera 1” ($49.447 millones) y “Bachelet 2” ($61.856 millones). “Esta transversalidad es una señal de alerta en relación a la eficiencia en el uso de los recursos públicos”, escribe el investigador.
Esta columna aplica una metodología nueva para investigar el gasto público e identificar peligros de ineficiencia o corrupción. Consiste en identificar el “riesgo de proveedores favoritos”[1], esto es, proveedores que llegan al inicio de un gobierno, le venden durante todo su periodo (tienen al menos una orden de compra enviada cada año), pero luego desaparecen cuando cambia la administración. Este tipo de comportamiento podría reflejar problemas de “favoritismo” en la elección del proveedor por parte del o los servicios dependientes del Gobierno Central. Esta columna entrega datos comparativos de las compras públicas a proveedores favoritos del primer gobierno de Sebastián Piñera (2010-2014) y el segundo gobierno de Michelle Bachelet (2014-2018).
Para identificar el “riesgo de proveedores favoritos” se utilizó la base de datos de ChileCompra (data-warehouse). El período de estudio comprende diez años, desde 2009[2] a junio 2019[3], y se consideran órdenes de compra en distintos estados: “aceptadas”, “enviadas a proveedor” y “recepcionadas conforme”. Las compras analizadas fueron aquellas realizadas por el Gobierno Central. Es decir, están excluidos de este estudio el Poder Judicial, la Controlaría General, el Ministerio Público y el Congreso[4].
“El total del monto comprado a proveedores favoritos durante el segundo gobierno de Bachelet (2014-2018) fue un 25% mayor que el del primer gobierno de Piñera (2010-2014)”
El primer resultado confirma que han existido proveedores favoritos que venden a un gobierno y luego desaparecen del ámbito público (al menos del Gobierno Central) cuando hay un cambio de coalición política. El fenómeno representa solo un 0,3% del total del monto transado en los diez años analizados. Sin embargo, el presupuesto que se adjudican es relevante: $111.303 millones[5].
En segundo lugar, se confirma que los “proveedores favoritos” se utilizan en ambos períodos, lo que habla de un problema transversal y no exclusivo de una coalición política. Los números indican que la administración Piñera compró $49.447 millones en servicios de proveedores favoritos contra $61.856 millones en el caso de Bachelet. Esta transversalidad es una señal de alerta en relación a la eficiencia en el uso de los recursos públicos.
El monto comprado a proveedores favoritos durante el segundo gobierno de Bachelet fue un 25% mayor que el del primer gobierno de Piñera. La cartera que más adquirió a proveedores favoritos fue el Ministerio de Salud, con $ 30.536 millones. Esto equivale a un 27% del total de las compras a proveedores favoritos registradas en ambos períodos (ver figura 1). De ese total, un 74% fue comprado durante el segundo gobierno Bachelet y un 26% durante el primer gobierno de Piñera.
En segundo lugar, se encuentra el Ministerio de Educación, con $ 17.245 millones. Esto equivale a un 15% del total de las compras. De éstas, un 56% fue comprado durante el segundo gobierno de Bachelet y un 44% durante el primer gobierno de Piñera.
Figura 1: Distribución de recursos comprados a proveedores favoritos por Ministerio del cual dependen las instituciones que realizaron la adquisición, periodo 2009 a junio 2019, montos en millones de pesos 2019.
También se identificaron las instituciones que más se relacionan con proveedores favoritos. En ambos gobiernos, se encontró que eran las siguientes: Dirección de Vialidad del MOP, Carabineros de Chile, SERCOTEC, SAG y SENAME.
Es necesario recordar aquí que los gobiernos pueden hacer compras por tres vías (principalmente): licitaciones públicas, tratos directos y convenio marco[6]. La licitación pública es el mecanismo más competitivo que existe hoy, dado que permite que cualquier empresa pueda realizar ofertas, con el objetivo de poder adjudicar idealmente al oferente óptimo en materia costo-beneficio. Los tratos directos, en cambio, restringen la competencia, y sostienen en consecuencia un mayor riesgo en materia de probidad.
En el caso de los proveedores favoritos, la mayor parte de los recursos se adjudicaron luego de una “Licitación Pública”; pero una parte considerable también fue entregada vía “trato directo”: 30% en el caso del primer gobierno de Piñera y 21% en el caso del segundo gobierno de Bachelet.
“Nuestro estudio confirma que los 'proveedores favoritos' se utilizan en ambos períodos analizados, lo que habla de un problema transversal y no exclusivo de una coalición política. Los números indican que las administraciones de Piñera y Bachelet compraron servicios a proveedores favoritos en una magnitud similar: $49.447 millones se destinaron en el primer gobierno de Sebastián Piñera contra $61.856 millones en el caso de Bachelet”
Ambas cifras están muy por sobre el promedio de compras vía trato directo a proveedores que no son favoritos (entre 2009 y 2019) y que representaron un 19% de las compras totales. Este resultado muestra el siguiente problema: existe una peligrosa limitación a la competencia de mercado, como resultado del “trato directo” con un “proveedor favorito”.
Tabla 1: Compra a proveedores favoritos de cada gobierno por año y modalidad de compra, en millones de pesos 2019.
A la hora de justificar la utilización de tratos directos, se argumentan distintas causales. Por ejemplo: i) que existe solo un proveedor del bien o servicio; (ii) la confianza y seguridad de los proveedores, derivados de su experiencia o (iii) la emergencia, urgencia o imprevisto.
“La cartera que más adquirió a proveedores favoritos fue el ministerio de Salud, con $30.536 millones”
Los resultados del estudio muestran que ambas administraciones entregan razones distintas para utilizar trato directo en la selección de proveedores exclusivos (ver Tablas 2 y 3). En el caso del primer gobierno de Piñera, la principal razón es la inexistencia de otros proveedores. Es decir, por ser un “proveedor único”. El caso del gobierno de Bachelet la justificación es peor: la principal causal es la “confianza en los proveedores”. En ambos casos se denota la existencia de una distorsión en el mercado (no hay competencia si no existen otros proveedores), y la subjetividad de las decisiones que permiten que se repitan estas conductas de compras durante los distintos gobiernos.
Tabla 2: Top 5 de causales con mayor monto adjudicado en tratos directos a proveedores favoritos, periodo 2009 – junio 2019, gobierno Piñera 1, montos en millones de pesos, porcentajes corresponden a fracción sobre el total de la columna.
Tabla 3: Top 5 de causales con mayor monto adjudicado en tratos directos a proveedores favoritos, periodo 2009 – junio 2019, gobierno Bachelet 2, montos en millones de pesos, porcentajes corresponden a fracción sobre el total de la columna.
También se analizaron licitaciones con un oferente único, y su relación con proveedores favoritos, sin poder detectar un comportamiento muy distinto al de las realizadas a proveedores no favoritos; ejemplo de esto es que el porcentaje del monto adjudicado en licitaciones con un único oferente a proveedores no favoritos fue de un 20% entre 2009 y junio 2019, mientras que las adjudicaciones con oferente único a proveedores favoritos en el gobierno de Piñera 1 alcanzaron un 16% y para Bachelet 2 un 21%.
En relación a las características de los proveedores favoritos los resultados muestran que, entre los top 20 que se adjudicaron más licitaciones públicas, la mayoría son empresas nacionales y no transnacionales o firmas pertenecientes a grandes conglomerados.
Esto es complejo, pues aumenta el riesgo de un conflicto de interés. De hecho, este comportamiento se repite al identificar a los 20 proveedores favoritos que mayor monto se adjudicaron en licitaciones donde se presentaron como oferentes únicos.
“Los resultados muestran que, entre los top 20 que se adjudicaron más licitaciones públicas, la mayoría son empresas nacionales”
El estudio revisó también la naturaleza de los proveedores favoritos para ambos períodos. Se comprobó que la proporción de personas naturales es mayor entre los “favoritos” si se los compara con proveedores “no favoritos”, como muestra la Figura 2. Esta tendencia se registra en los gobiernos de Piñera y Bachelet.
Figura 2: Compras por gobierno a proveedores favoritos y no favoritos por naturaleza del comprador, periodo 2009 a junio 2019, datos expresados en porcentajes del total del monto comprado.
Como conclusión se puede señalar que es de suma importancia conocer al beneficiario final detrás de las empresas que aparecen como proveedores favoritos y examinar los posibles conflictos de interés. Un análisis como el presente, entrega información valiosa, en el sentido de que identifica la existencia de un riesgo importante: pero debe ser profundizado.
[1] Este concepto se desarrolló en el Observatorio como resultado del análisis de la totalidad de las compras en el periodo 2009 a junio 2019, donde obtuvimos como resultado que la existencia de proveedores que tengan órdenes de compra solo en los cuatro años de un gobierno y luego desaparezcan, se trata de un fenómeno aislado y, por lo tanto, la existencia de esta anomalía podría indicar que quienes la presentan tienen un rasgo particular, el cual podría estar asociado a favoritismo.
[2] Se tomaron datos desde 2009, ya que los datos de la plataforma de Mercado Público son más confiables a partir de ese año, debido a la madurez de los usuarios en la utilización de la plataforma.
[3] los datos de montos se encuentran corregidos por IPC a Diciembre de 2018
[4] Otro de los puntos importantes a considerar es que, en el caso del análisis de órdenes de compra (OC), no se incluyó al Ministerio de Obras Públicas (MOP), pues éste no genera este tipo de documentos dentro de la plataforma.
[5] Todas las cifras de este informe están en pesos reales, es decir, corregidos por IPC a diciembre 2018.
[6] El convenio marco corresponde a un catálogo de proveedores del Estado, que es licitado abiertamente cada 2 a 4 años para que un conjunto amplio de empresas ingrese para proveer sus bienes y servicios en los distintos rubros que se ofertan en el catálogo. Una vez que se adjudican dichos proveedores, esta modalidad permite que los organismos públicos compren de forma rápida y simplificada los productos y servicios que contiene dicho catálogo, sin ninguna restricción. Por tanto, si bien es un mecanismo que inicialmente es abierto, al momento de comprar puede llevar a ciertos riesgos de compras discrecionales a proveedores específicos, sin ningún tipo de control.
Este artículo es parte del proyecto CIPER/Académico, una iniciativa de CIPER que busca ser un puente entre la academia y el debate público, cumpliendo con uno de los objetivos fundacionales que inspiran a nuestro medio.
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