ALBERTO PRECHT; DIRECTOR EJECUTIVO DEL CAPÍTULO CHILENO DE TRANSPARENCIA INTERNACIONAL:
“Necesitamos una norma de puerta giratoria real”
12.07.2019
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ALBERTO PRECHT; DIRECTOR EJECUTIVO DEL CAPÍTULO CHILENO DE TRANSPARENCIA INTERNACIONAL:
12.07.2019
El director ejecutivo del capítulo chileno de Transparencia Internacional, llama la atención sobre la falta de mecanismos efectivos que permitan regular el paso de funcionarios públicos al mundo privado, y del mundo privado a los cargos públicos, en los mismos sectores en que se han desempeñado antes. Una práctica llamada “puerta giratoria” o “revolving door”, que preocupa especialmente en el área de salud, dado los elevados riesgos de corrupción en un sistema opaco y altamente especializado que afecta la vida de miles de personas.
Un sistema de alta vulnerabilidad es el que facilitó la inmediata transformación del exdirector de Cenabast, Valentín Díaz Gracia, de funcionario público a empresario farmacéutico (ver reportaje). En el sentido inverso de la puerta giratoria –del mundo privado al público– se encuentra Juan Carlos Corbeaux, ex gerente general en Chile del laboratorio GlaxoSmithKline, quien en 2018 fue nombrado coordinador técnico de Abastecimiento en Cenabast, teniendo como contraparte en las negociaciones de compra de medicamentos al laboratorio que dirigió por años.
El abogado Alberto Precht, director ejecutivo del capítulo chileno de Transparencia Internacional, asegura que el sector salud, en particular, tiene “altos niveles de opacidad”, lo que es favorecido por “la captura de este mercado por muy pocas empresas, muy específicas, y también por muy pocas personas que son los agentes que efectivamente logran esto del revolving door a nivel público y privado”.
-Desde Transparencia Internacional ustedes identificaron que el sector farmacéutico es uno de los sectores de más riesgo de corrupción que existe. ¿Qué pasa en el caso local de Chile?
Sí, también es un tema de constante preocupación nuestra, porque claramente es un sistema que huele muy mal, donde se abusa de las normativas de compras públicas constantemente. Se abusa del trato directo, de decir que el proveedor es único, cuando no lo es, y también por razones de urgencia se retrasan las licitaciones y hay un momento en que tú tienes que comprar el medicamento y lo terminas asignando de manera directa. Eso se repite. Sin cerrar los ojos en que es difícil en un país, sobre todo pequeño, que tú tengas a personas que sean idóneas para estos cargos y que “vengan del cielo”. Tienen que venir evidentemente de la industria y tener algún tipo de experiencia en estas materias; pero si tú le generas niveles de competitividad, efectivamente limitas el trato directo y tienes sobre todo una mejor planificación, que es algo que carece el sector salud hoy día.
Es un mercado que mueve tanta plata, que efectivamente acá puede haber riesgos de corrupción, que no necesariamente tiene que ser el pago de sobornos –pueden haberlos–, pero también puede ser el pago de favores, decir que te voy a contratar. Evidentemente, alguien que sabe que va a salir de su cargo y después tiene que ir al mundo privado no quiere quedar mal con los que pueden ser sus únicos contratantes y eso es un problema grave.
-¿Han detectado esas prácticas en particular?
En compras sí, claro, y revolving door también; pero insisto, un revolving door un poco inevitable, entonces lo que hay que hacer es regular y efectivamente dar transparencia a las decisiones que tomen las personas que tienen a su cargo las adquisiciones de compras de salud. Que no quede ninguna duda de que la compra fue porque era el mejor proveedor, el que daba el mejor precio y el que daba el mejor producto.
“En Chile existen algunas regulaciones que, la verdad, son completamente ineficientes”, afirma Precht, especialmente por la ausencia de normativas capaces de limitar las opciones de los funcionarios públicos que se hayan desempeñado en altas direcciones del Estado. En otros países este tipo de normativas contempla un “congelamiento”, en donde a los exfuncionarios se les prohíbe trabajar por un periodo determinado como lobbistas o en representación de empresas que se relacionen con el sector público. Sin embargo, el periodo de prohibición es compensado, lo que lo transforma en una política pública de alto costo. El “revolving door act” ha sido promulgado en diferentes estados de Estados Unidos. El tema es también uno de los puntos de mayor preocupación para las políticas de transparencia de la Unión Europea.
-¿Está regulada de forma efectiva la práctica de la puerta giratoria en Chile?
Lo que se quiere regular es desde el mundo privado al público, que haya una visación de Alta Dirección Pública. Y de lo público a lo privado, efectivamente casos en que hay un periodo de congelamiento. Pero a nosotros eso nos parece insuficiente, entendiendo que es muy difícil regularlo, porque además es muy caro, porque a esas personas tú les tienes que pagar de alguna forma. Acá se está hablando de periodos que van de seis meses a un año, y tiene que ser mucho más.
En el caso específico del mundo de los medicamentos, y en especial la Central Nacional de Abastecimiento, creemos que quizás debería haber una norma especial, donde evidentemente tú tienes que tener gente que tenga la expertise, que conozca el mercado farmacéutico, pero por ningún motivo se pueda ver que el paso de un ejecutivo de una empresa a la Cenabast puede efectivamente favorecer a esa empresa. Eso es algo que hoy, a pesar de la Ley de Lobby, no queda claro. Hay casos donde efectivamente uno ve que hay una correlación entre donde antes se trabajaba y después.
-¿Cuáles son los desafíos pendientes en materia de regulación de conflictos de interés?
Generar una norma de revolving door real; y eso ha sido un punto que la OCDE nos ha levantado las alertas como algo que Chile no tiene bien regulado. Y arreglarlo es muy difícil. Todos los modelos son caros y también tú no tienes muy claro dónde ejercer el corte, porque podría llegar al absurdo de que todos los funcionarios públicos tengan periodos de congelamiento y eso económicamente no es posible. Entonces, regular el revolving door, pero, sobre todo, darle al sistema de compras públicas mayor transparencia, mayor competitividad y menores posibilidades de, por ejemplo, arreglar bases. Si tú haces que efectivamente eso sea transparente, y que tus riesgos por cometer alguna irregularidad sean muy grandes, no la vas a cometer, y efectivamente te vas a esforzar por tener el mejor producto. Y eso también es muy importante, porque si tú sabes que vas de ganador, no te vas a esforzar por entregar lo mejor. Si sabes que va a ser competitivo, te vas a esforzar por tener el mejor producto y poder efectivamente ganar el mercado.
*Esta entrevista forma parte de la serie «La salud en la mesa del poder» de la plataforma colaborativa Salud con Lupa, apoyada por el Centro Internacional para Periodistas (ICFJ).