EL INFORME CRONOLÓGICO QUE ENTREGÓ AL MINISTRO DEL INTERIOR
La bitácora del general Hermes Soto sobre el Caso Catrillanca
14.12.2018
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EL INFORME CRONOLÓGICO QUE ENTREGÓ AL MINISTRO DEL INTERIOR
14.12.2018
Veintiún días después de la muerte de Camilo Catrillanca, el general Hermes Soto Isla entregó al ministro del Interior una bitácora en la que relata minuto a minuto los hechos ocurridos entre los días 14 y 15 de noviembre. El informe provocó la salida de cuatro altos funcionarios de Carabineros, entre ellos el general Christian Franzani, director de Orden y Seguridad. Esa reconstitución incluye la cronología de las reuniones realizadas en la Comisaría de Pailahueque a partir de las 21:00 del 14 de noviembre, en la que se habrían afinado los testimonios falsos, y da cuenta de la entrega de un disco duro con imágenes que hasta ahora se desconocen.
En la tarde del viernes 7 de diciembre, el general director de Carabineros, Hermes Soto Isla, coronó una de las peores semanas desde que el 14 de noviembre se desató la crisis por la muerte de Camilo Catrillanca. Fue entonces que, en una reunión con su alto mando en la Escuela de Carabineros, que se extendió por una hora y media, reconoció ante sus generales lo difícil que había sido hasta ese momento lo ocurrido en La Araucanía y confidenció que su esposa le repetía que regresaran a Concepción y Los Ángeles, donde están su casa y terrenos familiares. “A los 30 minutos desde que asumí, comenzaron los problemas”, les dijo y recordó el episodio de la filtración de su hoja de vida institucional, que detonó una investigación en la Fiscalía Militar.
Frente a sus subalternos, el general Soto se veía agotado. Horas antes, el ministro del Interior, Andrés Chadwick, había anunciado la intervención de su cartera para supervigilar las decisiones de Carabineros.
En las reuniones que sostuvo con el gobierno esa semana, le habían pedido explicaciones por las informaciones a goteo que aparecían en la prensa y por las revelaciones que hizo el domingo 2 de diciembre uno de los imputados en el caso, el ex sargento del GOPE Carlos Alarcón, quien grabó un video en el anexo cárcel de la 2a Comisaría de Temuco. En ese registro, Alarcón denunció que él y sus compañeros de patrulla habían sido obligados a entregar versiones falsas sobre el incidente que terminó con la muerte del comunero mapuche.
El lunes 3 de diciembre, el Ejecutivo le puso un plazo al general Soto para que entregara un recuento detallado. Al día siguiente, CIPER publicó una investigación que reconstruye paso a paso lo que ocurrió desde el robo de sus vehículos a las tres profesoras de Ercilla, hasta que en la madrugada del 15 de noviembre decenas de efectivos de Carabineros llegaron hasta la Fiscalía de Collipulli a prestar declaración (vea La reconstrucción del crimen de Catrillanca deja en evidencia que alguien ordenó mentir).
A esas alturas, en La Moneda ya contaban con información respecto de las indagatorias del fiscal Cristián Paredes, las que apuntaban a establecer si hubo alguna coordinación previa, con participación de altos oficiales y abogados institucionales, para las versiones falsas que inicialmente declararon los funcionarios comprometidos directamente en la muerte del joven comunero.
Particularmente, las pesquisas se orientaban al rol del general director de Orden y Seguridad, Christian Franzani Cifuentes. Los persecutores seguían la pista de las reuniones que había sostenido Franzani en la zona del conflicto, la misma noche de la muerte de Catrillanca, con abogados de Carabineros y con los funcionarios del GOPE que participaron directamente en los hechos, tal como lo informó una nota de El Mostrador.
Desde el Ministerio del Interior, en la reunión del lunes 3, le advirtieron a Soto que no había espacio para más errores. El general salió de esa cita con la tarea de confeccionar una plantilla con un cronograma minuto a minuto de lo que había sucedido en los primeros días: el 14 y 15 de noviembre. Esa bitácora, hasta ahora desconocida, fue entregada por Soto Isla al Ministerio del Interior dos días después (el miércoles 5 de diciembre) y derivada a la Fiscalía mediante un oficio.
El documento, al que tuvo acceso CIPER, fue clave en la salida de cuatro funcionarios de la institución: el general Christian Franzani; el jefe del GOPE en La Araucanía, Manuel Antonio Valdivieso; el jefe de la unidad de Fuerzas Especiales de la región, José Augusto Correa Correa, y el abogado Cristián Inostroza Quiñiñir.
El cronograma elaborado por el general Soto da cuenta, en detalle, de las reuniones realizadas en la unidad de Fuerzas Especiales de Pailahueque (Ercilla) donde se habrían ajustado los testimonios falsos. Además, esa bitácora confirma que existe un disco duro con imágenes del operativo en el que murió Catrillanca, grabadas por efectivos de Fuerzas Especiales de Carabineros. Hasta ahora se desconoce el contenido íntegro de ese registro que ya está en manos de la Fiscalía.
La renuncia del general Franzani –un oficial de confianza de Soto–, se cursó luego de que el propio general director le reconociera al gobierno la imprudencia con que había actuado su subalterno en la noche que siguió a la muerte del comunero. En la bitácora que entregó a La Moneda, el general Soto fija el arribo de Franzani a la zona del incidente a las 00:10 del 15 de noviembre. Lo hizo, señala el informe, “en compañía del Cap. Álvaro Sobarzo L., un Suboficial Mayor y una funcionaria C.P.R. (contratada por resolución)”. Todos llegaron vía aérea desde Santiago.
En su recuento, Soto menciona la reunión que Franzani sostuvo 50 minutos después de su llegada a la zona y que terminó sellando su salida:
“01:00-02:00 (aprox.) Reunión en cuartel Pailahueque. Participa General Franzani, General (Andrés) Gallegos, General (Mauro) Victoriano, Coronel (Jorge) Contreras, Cdte. (José) Correa, Cdte. Sotomayor y el abogado de Santiago Capitán Álvaro Sobarzo. A este último se le dispuso concurrir a la Fiscalía Local de Collipulli con la finalidad de apoyar técnicamente la defensa del personal, que había sido asumida por el Abogado (Cristián) Inostroza”.
El nombre de Franzani aparece nuevamente en el informe elaborado por Soto, en un episodio ocurrido una hora y media después:
“03:30 (aprox.) el General Sr. Franzani concurre a la Fiscalía de Collipulli, reuniéndose con fiscal a cargo de tomar las declaraciones y saluda al personal del GOPE que se encontraba en ese lugar”.
Los puntos anteriores forman parte de los 95 hechos que cita el cronograma reconstruido por Soto Isla.
La bitácora se denomina “Informe secuencial relacionado con el procedimiento comuna de Ercilla –Comunidad Temucuicui– del día 14 de noviembre de 2018”. En esta pieza de seis páginas diagramada a modo de plantilla, Soto Isla mezcló las informaciones registradas por la Central de Comunicaciones de Carabineros (CENCO), que se encuentra en uno de los tomos de la carpeta de investigación, con sus propios apuntes.
El cronograma incluye lo que ocurrió entre las 16:18 del 14 de noviembre, cuando se realiza la denuncia del robo de autos que originó el operativo, hasta las 18:00 del día siguiente, donde se da cuenta de una reunión entre abogados de la institución, uno de los pilotos que manejaba el helicóptero esa tarde y los funcionarios del GOPE involucrados en la muerte de Catrillanca.
La relación de hechos, circunscrita a los días 14 y 15, no alcanzó a incluir la visita que el propio general Soto hizo a la zona el día 16 de noviembre, cuando se trasladó a La Araucanía a petición del gobierno. Tampoco a la reunión que tuvo con los funcionarios en Pailahueque junto al actual director nacional de Personal, el general inspector Kurt Haarmann Ritter.
El contenido del informe solo da cuenta de lo que ocurría en La Araucanía, por lo que no consigna cómo se vivía el conflicto en Santiago ni la manera en que se gestó el punto más álgido de la crisis: cuando en la tarde del sábado 17 de noviembre Soto solicitó una cita de urgencia al ministro Chadwick para comunicarle que los uniformados sí tenían cámaras el día del operativo. Esa revelación derrumbó la versión falsa original y terminó en una conferencia de prensa en La Moneda el domingo 18 a las 09:00 con el ministro Chadwick reconociendo los hechos que detonaron un nuevo escándalo en la institución.
El recuento del cronograma del general Soto comienza a las 16:18 con un llamado telefónico de Fernando Sepúlveda –al inicio se habló de un NN–, quien denuncia un robo con intimidación de tres vehículos en el cruce de Quechereguas (Ercilla).
Las siguientes anotaciones dan cuenta de los movimientos de Carabineros al inicio del operativo. A las 16:19 se traslada el mayor Mauricio Campos de la Comisaria de Collipulli al lugar del robo de los vehículos. Minutos después, a las 16:23, el mayor Cristián Fernández Opazo, comisario de Fuerzas Especiales, se une al procedimiento. Al mismo tiempo un helicóptero comienza el sobrevuelo para monitorear la zona y a las 16:25 un equipo del GOPE se traslada al sector Quechereguas para realizar patrullajes. Apenas con dos minutos de diferencia, las víctimas del robo se entrevistaban con el teniente Sebastián Fortes Olivares y son trasladadas a la Subcomisaría de Ercilla.
A las 16:37 el helicóptero informa que en el sector La Laguna “mantiene a la vista a vehículos con las características de los sustraídos”. Un minuto después, el equipo del GOPE se dirige al lugar indicado por la aeronave. También lo hace el comisario de Fuerzas Especiales de Pailahueque, mayor Cristián Fernández.
El relato consigna el momento en que se divisan los vehículos supuestamente robados y a tres sujetos que caminan por el sector La Laguna. También se informa de cortes de caminos y que el prefecto de Fuerzas Especiales, Jorge Contreras, “dispone que el dron sea puesto en servicios al sector del procedimiento”. Hasta ahora se desconoce si existen imágenes captadas por ese dron, pues en su declaración del 26 de noviembre Contreras no hizo mención a la utilización de ese dispositivo.
Entre las 16:52 y las 16:59 se detalla la información que va entregando el helicóptero, vía radial, para apoyar la búsqueda. También el momento en que el equipo del GOPE abre fuego contra Catrillanca, “manteniendo un lesionado en el lugar por impacto balístico. Se procede a la detención del acompañante del conductor del tractor”.
Un dato importante que revela el informe del general Soto es la manera en que se enteró de los hechos la Dirección Nacional de Orden y Seguridad, a cargo del general Franzani. A las 16:57, dos minutos antes de los disparos mortales, esa dirección fue informada del operativo en curso mediante un llamado telefónico del teniente Sebastián Eduardo Fortes Olivares al capitán Baris Ratkevicius Riveros. Según la bitácora del general Soto, existe registro de audio y transcripción de esa llamada.
A las 17:02 se informa de una persona lesionada (Catrillanca) y ocho minutos después, a las 17:10, el personal de la Subcomisaría de Ercilla indica por radio que no había médico en el Cesfam de esa comuna, por lo que se coordina con el mayor Fernández el traslado del joven para que sea entregado al personal del SAMU en el cruce de Collico. A las 17:12 un subprefecto de Fuerzas Especiales agrega que Catrillanca “mantiene un impacto balístico en la cabeza”, mientras se dirigen al encuentro del SAMU.
Sin embargo, Catrillanca finalmente fue trasladado por los efectivos policiales hasta el Cesfam de Ercilla. A las 17:23 el teniente Fortes comunica desde ese centro asistencial que ahí se encuentra “un lesionado vestido de casaca militar, pantalón azul y bigotes”. A las 17:27 “se señala que la persona lesionada es la misma que habría trasladado el (carro) J-062, toda vez que el SAMU no llegó al cruce Collico”. El mismo Fortes indica que Catrillanca está inconsciente y que fue estabilizado por personal del Cesfam.
A las 17:42 la Fiscalía instruye que todo el personal que participó en el “incidente del lesionado se traslade a la 2a Comisaría de Collipulli (vehículos, personal y armamento que se utilizó)”.
Un minuto después se da aviso que en el sector donde quedó el tractor azul de Catrillanca se registran disparos. Pero el helicóptero que sobrevuela el lugar informa que no aprecia individuos en la zona. En su informe, el general Soto indica que a las 17:49 se consultó al GOPE sobre la “participación circunstanciada del lesionado sobre los hechos, quienes se encontraban en el lugar en ese momento”. El cronograma no regresa sobre este punto, por lo que no se indica cuál fue la respuesta del GOPE.
La bitácora establece que recién a las 19:18 el teniente Fortes comunica vía telefónica la muerte de Camilo Catrillanca, pese a que había ocurrido a las 18:16.
En la bitácora del general Hermes Soto quedó constancia de una reunión realizada a las 21:00 en la Comisaría de Pailahueque, cuartel donde se concentraron todos los efectivos que habían participado en el operativo. Esa cita se realizó antes de que el personal partiera a declarar a la Fiscalía y determina un momento clave para establecer dónde fueron coordinadas las versiones iniciales falsas:
“21:00, una vez arribado el personal que participó en el operativo donde resultó fallecido el comunero Camilo Catrillanca, se realizó una reunión en el cuartel de Pailahueque, a la cual habrían asistido los oficiales que se encontraban en el lugar. Entre ellos, el general Mauro Victoriano, el coronel Contreras, el comandante Sotomayor, el mayor Valdivieso y el abogado CPR Cristián Inostroza, disponiéndosele a este último acompañar a los funcionarios del GOPE a prestar declaración a la Fiscalía local de Collipulli”.
La indagación de CIPER arroja que sería en esa reunión en Pailahueque donde Inostroza habría coordinado la primera versión falsa que los efectivos del GOPE entregaron a la Fiscalía.
El cronograma elaborado por Soto consigna otro hecho que ocurría en paralelo en la Comisaría de Collipulli:
“A esta misma hora (21:00) se presentan en la 2ª COM. de Collipulli los abogados particulares Isabel Figueroa Tapia y Daniela Sierra Soto quienes se entrevistan con M.P.C. (el menor que acompañaba en el tractor a Camilo Catrillanca)”.
Más adelante en su informe, Soto Isla da cuenta de la hora en que declara el primer funcionario de la patrulla del GOPE. Fue el suboficial a cargo del grupo, Patricio Sepúlveda, quien entregó su versión en los primeros minutos del jueves 15 de noviembre: “00:08, Suboficial Patricio Sepúlveda Muñoz, acompañado del abogado C.P.R. Inostroza, ante la Fiscalía Local de Collipulli”.
El abogado Cristián Inostroza Quiñiñir sería separado de la institución unos días más tarde. Él, junto al hasta ese momento jefe del GOPE en La Araucanía, mayor Manuel Valdivieso, fueron señalados por el sargento que disparó a Catrillanca, Carlos Alarcón Molina, como las personas que lo presionaron para mentir y ocultar evidencia.
A las 00:10, solo dos minutos después de que se inició la declaración del suboficial Sepúlveda, llega a la Comisaría de Fuerzas Especiales de Pailahueque el general Franzani junto al abogado capitán Álvaro Sobarzo. Entre la 01:00 y las 02:00, ambos sostienen una reunión con efectivos policiales.
A la 01:50 -continúa la bitácora del general Soto- declara en la Fiscalía de Collipulli otro integrante de la patrulla del GOPE, el cabo 1º Braulio Valenzuela Aránguiz. También lo hace acompañado del abogado Inostroza.
A las 03:15, el abogado capitán Sobarzo –quien había arribado a la zona junto al general Franzani– sostiene una reunión con Inostroza en la Fiscalía. Quince minutos después llega Franzani, quien se reúne con el fiscal a cargo de tomar las declaraciones y “saluda al personal del GOPE que se encontraba en el lugar”.
A las 03:45, presta declaración el sargento del GOPE Carlos Alarcón Molina, autor del disparo mortal, también acompañado de Inostroza Quiñiñir. Luego, entre las 05:15 y las 07:40 es interrogado el sargento de la misma patrulla del GOPE, Raúl Ávila Morales, quien lo hace en presencia del abogado Inostroza. “Él declara como imputado”, dice el cronograma.
A las 09:35, “el menor M.P.C (quien acompañaba a Catrillanca en el tractor) es puesto a disposición del Juzgado de Garantía de Collipulli para ser controlada su detención, siendo entregado a esa hora a Gendarmería de Chile”.
A las 10:30 arriba “desde Santiago el mayor (J) Jorge Parra Aguilar y el abogado Cedrick Patrick Miranda al aeródromo de Victoria, comisionados por el general de Justicia Juan Carlos Gutiérrez Silva”. Si Soto Isla incluyó este antecedente, el Ministerio Público deberá indagar también, en la arista por obstrucción a la justicia, la reunión del día 15 de noviembre a las 11 de la mañana, donde participaron los abogados Jorge Parra, Álvaro Sobarzo, Cedrick Patrick y Cristián Inostroza. Esa cita ha sido catalogada como “técnica”, pero su tema central fue la defensa de los cuatro funcionarios del GOPE.
Otra cita clave que recoge la bitácora es la que se llevó a cabo en Temuco a las 14:00 del 15 de noviembre, en la oficina del jefe de la IX Zona Araucanía. En la cita están presentes el “General Andrés Gallegos, el General Christián Franzani, el General Mauro Victoriano, el Coronel Jorge Contreras, el Coronel Ramos Ebner, el Comandante Sotomayor. Allí se le entrega al General Franzani un disco duro con todos los videos recopilados de la actuación del día 14.11.2018”.
Solo algunas imágenes de ese registro se han conocido. Y entre ellas debería estar el video donde se puede apreciar la detención del menor M.P.C. que estaba sentado junto a Catrillanca en el tractor y que aún no se ha hecho público.
El informe concluye con una reunión realizada en el Grupo de Formación de Temuco y donde participan “el Mayor Parra, el Capitán Sobarzo y el abogado C.P.R. Patrick con el Cap. Hoger, de la Sección Aeropolicial”. Allí, este último, piloto del helicóptero que operó en el procedimiento, narró en términos generales su participación. Luego se entrevistaron, según el cronograma del general Soto, con los funcionarios del GOPE que componían la patrulla involucrada, quienes les informaron acerca de su declaración en la Fiscalía y les comentaron sobre el temor que sentían sus familias.
Fuentes de la investigación indicaron a CIPER que el informe que entregó Soto al ministro del Interior se complementará con la declaración que el mismo general director ya hizo ante el Ministerio Público el lunes pasado. Su testimonio se suma al del subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, que es considerado clave. En él, la autoridad civil ordenó los hechos y también relató minuto a minuto lo sucedido, su visita posterior a la zona y el tráfico de llamadas de esos días, que se reconstruyó minuciosamente recurriendo incluso a un conteo del minutaje de cada una de las comunicaciones.
A diferencia del testimonio prestado por el subsecretario Ubilla, la declaración que hizo el ministro Chadwick fue más bien una mirada general sobre lo ocurrido. Pero el jefe de gabinete aportó a los fiscales un elemento importante: el informe ejecutivo sobre el procedimiento confeccionado por Carabineros, en cumplimiento de los protocolos para operativos relevantes o de connotación nacional.
Ese informe ejecutivo contiene las primeras versiones que se entregaron ese día y que la investigación ya ha determinado que son falsas. Un punto que ya había sido insinuado por el prefecto de Fuerzas Especiales, Jorge Contreras Figueroa, en su declaración ante el Ministerio Público el 26 de noviembre:
“Al leerlo me di cuenta que este informe contenía varios errores tanto de redacción como en su contenido, pues faltaban antecedentes que a mi juicio debían incorporarse. Por eso es que me aboqué a corregirlo con la información que fui recabando tanto de los funcionarios de Fuerzas Especiales; yo nunca hablé con personal del GOPE para realizar dicho informe. En cuanto a lo que sucedió concretamente con la persona herida y que después falleció, yo me quedé con lo que contenía el mismo borrador, pues solo ellos sabían qué había efectivamente pasado, y esa versión consistía en que la persona se había cruzado en la línea (de fuego), y así quedó estampado en dicho informe. Ese informe fue visado por el general Victoriano y también por el general Gallegos. También fue revisado por un abogado que acompañaba al general Franzani, quien llegó hasta el lugar de manera urgente desde Santiago y se incorporó en horas de la noche. Una vez completamente corregido fue enviado a la Dirección Nacional de Orden y Seguridad, a cargo del general Franzani”.
Según pudo recabar CIPER, los ojos de los fiscales están puestos en el ex jefe del GOPE en La Araucanía, Manuel Valdivieso, por el eventual rol que pudo tener en la destrucción de evidencia y obstrucción de la investigación. Más aún después de la declaración que hizo el imputado Carlos Alarcón, publicada por La Tercera, en la que aseguró que Valdivieso y el abogado Inostroza lo presionaron para que mintiera:
“Luego de prestar declaración la madrugada del 15 de noviembre, el día 16 de noviembre concurrió a Pailahueque mi General Director de Carabineros Hermes Soto. Yo estaba muy angustiado por decirle a mi General la verdad de lo que había pasado, pero el abogado Inostroza y mi mayor Valdivieso me insistieron que tenía que mantener la versión que habíamos señalado al principio. Recuerdo que mi mayor me vio muy complicado y me llamó la atención, me trató de débil, me decía que estuviera tranquilo, que todo iba a salir bien, pero al decirle la verdad él me preguntaba ¿te querí ir preso? Me decía que no fuera débil y que me mantuviera firme”.
Aunque ha reconocido los errores, ha colaborado con la Fiscalía y el Ministerio del Interior, es en el flanco interno donde el general Soto navega por aguas agitadas. En los pasillos institucionales, altos oficiales han hecho comentarios sobre la “intromisión” del gobierno en las decisiones internas, mientras algunos ven con malos ojos las constantes visitas de Soto a dar explicaciones a La Moneda. Aunque no hubo “ruido de sables”, en el Ejecutivo hay preocupación por el contenido y el clima de la cita que sostuvo Soto con su alto mando el viernes 7 en la Escuela de Carabineros. Si bien en esa reunión los generales lo escucharon con atención, en algunos se apreciaron gestos de incomodidad y hasta molestia.
El general Soto aprovechó esa instancia para hacer un fuerte llamado a su alto mando a mantenerse dentro de los límites que las normas imponen a Carabineros. Tal como reconocen al interior de la institución, parte de esa intervención sirvió de insumo para el inédito mensaje que envió esta semana a todas las unidades, donde llamó a parar con los abusos, el uso excesivo de la fuerza y las mentiras.
Cuando el general director se reunió con su alto mando, ya había trascendido entre algunos asistentes que en el gobierno se había analizado la posibilidad de hacer cambios legislativos que apuntarían a una reforma profunda en Carabineros, incluyendo a civiles en decisiones que históricamente son privativas de los más altos oficiales.