Réplica de ALSACIA a investigación de CIPER y la respuesta
14.12.2017
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14.12.2017
El viernes 24 de noviembre CIPER recibió carta de ALSACIA, entregada a través de una receptora judicial, y firmada por el presidente del directorio de Inversiones Alsacia, Carlos Ríos; los directores de Express de Santiago Uno, Javier Ríos y Gibrán Harcha; y el gerente general de Inversiones Alsacia y Express de Santiago Uno, Cristián Saphores. En ella se solicita una aclaración y rectificación de los contenidos del reportaje de CIPER titulado “Alsacia Express: Los secretos en islas Bermudas del mayor operador del Transantiago”, publicado el martes 7 de noviembre en nuestro medio, como parte de la serie “Papeles del Paraíso”, en la que participaron 96 medios de todo el mundo y que fue encabezada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), con sede en Washington.
A continuación usted podrá encontrar la transcripción íntegra de la carta enviada por Alsacia y la respuesta punto por punto de CIPER.
(ver carta original en formato PDF)
A raíz del reportaje publicado en el diario electrónico del Centro de Investigación Periodística Ciper Chile, con fecha 7 de noviembre de 2017, denominado ‘PAPELES DEL PARAÍSO’: LAS OFFSHORE DE LA CONCESIONARIA QUE DEMANDÓ AL ESTADO. Alsacia Express: Los secretos en Islas Bermudas del mayor operador del Transantiago”, me dirijo a UD. con el fin de ejercer el derecho de aclaración y rectificación que me concede el título IV de la Ley 19.733 sobre libertades de opinión e información y ejercicio del periodismo.
Para tal efecto, requiero a UD. difundir en la oportunidad y de acuerdo con las formalidades legales, la siguiente aclaración y rectificación:
1) La tesis principal del reportaje es que Alsacia habría enviado utilidades obtenidas fruto de los contratos de prestación de servicios para TRANSANTIAGO a paraísos tributarios, y que ello sería la causa de su mala situación financiera que la tiene al borde de la liquidación. ESTO ES ABSOLUTAMENTE FALSO, y fruto de la desinformación con que actuó el periodista al realizar el reportaje.
2) Las sociedades offshore que hacen parte de la estructura de propiedad de las empresas operativas en Chile, incluido Panamerican Investments Ltd., nunca han recibido pago alguno de las empresas que prestan servicio a TRANSANTIAGO, durante la vigencia del actual contrato de concesión. Esto sin perjuicio de que la existencia de una sociedad en un paraíso tributario no es ilícito alguno, y que el propio Servicio de Impuestos Internos ha dicho que se debe tener presente que la utilización de esquemas internacionales como la creación o utilización de sociedades offshore en regímenes fiscales preferenciales “no constituye en sí misma una conducta ilegal en materia tributaria”.
3) Jersey Re, que no participa en la cadena accionaria de las empresas operativas en Chile, es una reaseguradora cautiva empleada por los brokers de reaseguro en diferentes etapas, como una herramienta para lograr obtener en el mercado internacional de seguros, tasas y condiciones que fuesen más competitivas que las del oligopólico mercado local. Este aspecto benefició a Alsacia y Express obteniendo mejores precios, coberturas y condiciones que se expresan en tasas menores a las de la competencia y/o a las ofrecidas por el mercado asegurador local, y ventajas en aspectos puntuales, como mayores plazos para el pago de primas y/o pago inmediato de siniestros. Eso permitió bajar los costos anuales de seguros, a pesar de los crecientes daños y antigüedad de la flota. Adicionalmente se le requirieron pólizas de garantía para presentación en licitaciones internacionales que no prosperaron, por ejemplo, en Lima. Ello demuestra, una vez más, que las insinuaciones que el reportaje pretende sembrar en la opinión pública son FALSAS.
4) Camden fue creada para asumir los procesos de compra, abastecimiento y logística de repuestos de ambas empresas operativas, Alsacia y Express, con los objetivos de:
a. Optimizar los stocks de repuestos para garantizar la oportuna disponibilidad de los 2.000 buses de la flota.
b. Conseguir mejores precios y condiciones de pago por los mayores volúmenes de compra.
c. Evitar duplicar el pago de IVA, ya que para las empresas de transporte el IVA es un gasto final y, en caso de traspaso de repuestos de una empresa a otra por necesidades operacionales o de disponibilidad de flota, se debía pagar nuevamente IVA, encareciendo ilógicamente la cadena operacional. Debemos dejar constancia que en modo alguno esto significa elusión impositiva, ni siquiera optimización tributaria, solo racionalidad administrativa y financiera.
d. De acuerdo a lo señalado, es FALSO que dicha sociedad se haya utilizado para sustraer dineros de las empresas que operan el TRANSANTIAGO.
5) Recticenter es una empresa que presta servicios a Alsacia y Express y otras empresas públicas y privadas, básicamente de carácter correctivo: overhaul de motores y reparación de componentes. Sus socios chilenos de amplia experiencia, que administran la compañía, son un gran apoyo para el Área de Mantenimiento de Alsacia y Express. La empresa ha invertido grandes sumas en equipamiento en sus cuatro años de operación. No se divisa cuál sería el ilícito de pagar por las reparaciones y mantenimiento correctivo de los buses.
6) La empresa Lavabus fue creada en 2015 para prestar directamente el servicio de lavado de buses. Es sabido que existe una alta rotación de personal en este tipo de empresas y la externalización no fue una solución. Las altas multas que comenzó a cobrar el Ministerio obligó a las empresas operativas a no depender de terceros, los cuales no le aseguraban un nivel de servicio acorde con sus necesidades y compromisos contractuales.
7) GPS International of Panamá (Agencia en Chile) S.A. es una sociedad chilena, que brindó el soporte y estructura legal y societaria para la puesta en marcha de las mencionadas empresas. Todas ellas –Camden, Recticenter y Lavabus– han sido declaradas relacionadas, tanto a los bonistas como al gobierno, y se ha tenido especial cuidado de que todas sus operaciones se hagan en condiciones de mercado. Estas empresas no han podido repartir dividendos.
8) Los señores Carlos y Javier Ríos, a pesar de la persecución de que han sido objeto por diversas autoridades y parlamentarios, han invertido recursos adicionales para mantener con vida a Alsacia y Express, y así cumplir con sus contratos de concesión, pese a estar declaradas en quiebra en EEUU desde 2014 y sometidas por años a una asfixia financiera por parte del Ministerio de Transportes.
9) El señor Gibrán Harcha trabaja desde el 1 de enero de 2006 en las empresas. Fue gerente general de Alsacia y actualmente es Director de Express. Es uno de los ejecutivos de mayor confianza de los señores Ríos, y representante legal de la mayoría de las empresas que suscribieron la documentación requerida para la emisión del Bono emitido en Nueva York en febrero de 2011. Ninguna de estas sociedades ha realizado nuevas transacciones, generado utilidades, no ha pagado dietas ni honorarios, como tampoco repartido dividendos.
10) Salvo en lo relativo a sociedades que aún no habían sido creadas, similar información, así como otros antecedentes, le fueron expuestos al periodista Alberto Arellano con ocasión del primer reportaje sobre Alsacia y Express de comienzos de 2014, información que jamás consignó en dicho reportaje.
Lamentamos que en este caso, Ciper haya difundido información falsa y tendenciosa; no haya respetado reglas básicas del periodismo investigativo, como contrastar la información con las personas implicadas; y además usando el nombre y buena reputación de la red Connectas. También llama la atención la ausencia de interés por cubrir la querella contra el ex ministro Gómez-Lobo, donde se denuncian los múltiples abusos e incluso delitos cometidos en contra de nuestras empresas, así como los favorecimientos que han beneficiado a otros concesionarios.
Saludan atentamente a UD.,
Carlos Ríos, Presidente del Directorio de Inversiones Alsacia S.A.
Javier Ríos, Director de Express de Santiago Uno S.A.
Gibrán Harcha, Director de Express de Santiago Uno S.A.
Cristián Saphores, Gerente General de Inversiones Alsacia S.A. y Express de Santiago Uno S.A.
En la carta enviada por ALSACIA a CIPER se señala que la tesis del reportaje es que esa empresa “habría enviado utilidades obtenidas fruto de los contratos de prestación de servicios para Transantiago a paraísos tributarios, y que ello sería la causa de su mala situación financiera que la tiene al borde de la liquidación”. Junto con ello, se califica a esa tesis, consignada por quienes escriben la carta y no por CIPER, de falsa.
Debemos señalar que en ningún párrafo del reportaje se afirma esa tesis. Lo que se expone de manera explícita es que la “deteriorada” situación financiera de Alsacia tiene una “contracara” dada por las millonarias transacciones de Inversiones Alsacia con sus empresas relacionadas, en cuya propiedad participan sociedades domiciliadas en paraísos fiscales, como Bermudas o Panamá. Ese fue precisamente el hallazgo que hizo CIPER en la investigación de los “Papeles del Paraíso”.
En concreto, lo que se menciona en el reportaje es lo siguiente:
“Un dato clave aparece entre los documentos filtrados de Appleby (bufete de abogados) analizados por CIPER: el vínculo de Inversiones Alsacia con el paraíso fiscal de Bermudas. Registros chilenos revisados para esta investigación evidencian el nexo de esta compañía y sus empresas chilenas relacionadas con otros paraísos offshore”.
El reportaje se limita –con hechos obtenidos de documentos legales que no se desmienten en la carta de ALSACIA– a exponer esa contracara (deterioro financiero v/s millonarias transacciones entre empresas relacionadas) y a plantear preguntas sobre el rol que cumplen las sociedades offshore de Alsacia en la propiedad y administración de la empresa.
CIPER no afirma que ALSACIA y sus empresas relacionadas hayan enviado utilidades a sus sociedades alojadas en paraísos fiscales. Y ello, porque en los más de 6,8 millones de documentos que fueron obtenidos en el contexto de esta investigación encabezada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), no existen registros y tampoco información sobre las cuentas bancarias y movimientos financieros que pudieron ejecutar estas entidades. En la revisión exhaustiva que hizo CIPER de esos documentos tampoco se encontraron registros o información de los montos de las transacciones entre las empresas de ALSACIA que operan en Chile y aquellas de su propiedad domiciliadas en paraísos fiscales.
Lo anterior no es extraño. Al ser sociedades offshore, cumplen con las características con que ese régimen las beneficia: férreo secretismo tanto de sus propietarios, como de sus movimientos financieros y estructura de negocios.
Los ejecutivos de Inversiones Alsacia afirman que las empresas offshore que forman parte de su estructura de propiedad “nunca han recibido pago alguno de las empresas que prestan servicio a Transantiago”. Sin embargo, en la carta ya mencionada, no se acompaña ningún documento que permita respaldar esa aseveración.
Los ejecutivos de ALSACIA afirman además, que “la existencia de una sociedad en un paraíso tributario no es ilícito alguno”. Y tienen razón, pero solo en parte. Así lo hemos dejado en claro en cada una de las investigaciones realizadas por CIPER relacionadas con paraísos fiscales. Porque, si bien no es ilegal crear y mantener sociedades en este tipo de jurisdicciones, las investigaciones internacionales coordinadas por ICIJ en las que ha participado CIPER (HSBC, “Papeles de Panamá” y “Papeles del Paraíso”) han dejado en evidencia cómo estos territorios son ampliamente utilizados por empresas, multinacionales y propietarios de grandes fortunas para eludir, evadir o minimizar sus impuestos a través de agresivos esquemas de planificación tributaria (con la consiguiente merma de las economías nacionales donde esas riquezas son generadas).
Y lo más grave, cómo también los paraísos fiscales son utilizados por estafadores, traficantes de droga, de armas y protagonistas de graves casos de corrupción que, amparados en el secreto y opacidad de esos territorios, albergan allí dineros mal habidos en completa impunidad, fuera del alcance de las autoridades tributarias y judiciales.
Han sido esas mismas investigaciones en las que ha participado CIPER y casi un centenar de medios de varias partes del mundo, las que han llevado a académicos, intelectuales y a organismos internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) a proponer y ejecutar medidas concretas para ponerle fin al secreto, la opacidad y la nula fiscalización que imperan en los llamados paraísos tributarios.
Los ejecutivos de ALSACIA afirman en su carta: “Jersey Re no participa en la cadena accionaria de las empresas operativas en Chile” y se aclara que es “una reaseguradora cautiva”. Luego se insiste en que “las insinuaciones que el reportaje pretende sembrar en la opinión pública son FALSAS”.
En ningún párrafo del reportaje en cuestión se señala que la aseguradora cautiva Jersey Re –domiciliada en el paraíso fiscal de Bermudas– participe de la cadena accionaria de las empresas operativas en Chile. Lo que se establece es que Jersey Re es propiedad de los controladores de Alsacia (Carlos y Javier Ríos Velilla) y que se creó, tal como evidencian los documentos que pusimos a disposición de nuestros lectores, para “aceptar el reaseguro cedido por las aseguradoras chilenas de Alsacia/Express”. Es decir, la aseguradora cautiva es propiedad de los mismos controladores de ALSACIA y, por lo tanto, los precios que fija, los montos de sus transacciones y otros derivados obedecen al mismo interés de su controlador.
Respecto de Jersey Re, la investigación de CIPER plantea una pregunta (cita textual extraída del reportaje): “¿Qué hizo que la mayor concesionaria del Transantiago quisiera trasladar parte o la totalidad del riesgo de su operación, pagando los costos de su mantención, a una offshore cautiva de su propiedad en Bermudas? La pregunta no tiene respuesta. Tampoco está claro si la reaseguradora Jersey cumplió con ese rol o si, tal como lo declaran los controladores de Alsacia, nunca se utilizó”.
Lo cierto es que, según los documentos que CIPER obtuvo, Jersey Re es una empresa relacionada a Alsacia Express. Los ejecutivos de Inversiones Alsacia no proporcionan en su carta evidencias que permitan responder a la pregunta planteada en el reportaje ni tampoco documentos que acrediten que efectivamente Jersey no ha recibido dineros de la operación de la compañía en Chile.
Los puntos 4, 5, 6 y 7 de la carta enviada a CIPER por los ejecutivos de Inversiones Alsacia, se refieren a sus empresas relacionadas: Camden, Recticenter, Lavabus y GPS International of Panamá. Los argumentos que allí se exponen no contradicen ni rectifican los datos expuestos en nuestro reportaje.
En la carta de ALSACIA se lee: “No se divisa cuál sería el ilícito de pagar por las reparaciones y mantenimiento correctivo de los buses”. En el reportaje de CIPER no se cuestiona en ningún momento el necesario mantenimiento y limpieza de los buses. De ello depende también la calidad del servicio que la compañía ofrece a más de un millón de personas diariamente, servicio que, de acuerdo a los propios usuarios y las mediciones del Ministerio de Transportes, está bajo cuestión.
Lo que la investigación de CIPER releva en este punto es que entre 2013 y 2016 las transferencias entre Inversiones Alsacia y esas empresas relacionadas se cuadriplicaron, pasando de $7.979 millones a $35 mil millones. También, que varias de esas empresas relacionadas que operan en Chile –para mantención, reparación o aseo de buses- tienen vínculos con sociedades registradas en el paraíso fiscal de Panamá. Lo que la investigación de CIPER hizo fue establecer que, en el mismo periodo en el que Inversiones Alsacia aumentó aceleradamente el volumen de sus negocios con empresas relacionadas, la compañía se acogió a un proceso para reorganizar sus pasivos ante un tribunal de quiebras de Estados Unidos, anunciando que haría lo mismo en Chile.
Los ejecutivos de Alsacia formulan una acusación grave en el punto 8 de su carta: haber sido objeto de persecución por “diversas autoridades y parlamentarios”. Y agregan que, a pesar de ello, los propietarios de la empresa, Carlos y Javier Ríos, han invertido recursos adicionales para mantener con vida a Alsacia y Express. Respecto de la primera aseveración, nos hubiera gustado que Alsacia hubiese acompañado esa acusación con evidencias que muestren a los ciudadanos y a las autoridades con claridad ese tipo de discriminación y abuso que por cierto no es justificable.
En relación a los “recursos adicionales” que Carlos y Javier Ríos afirman haber invertido en sus empresas en Chile, para “mantenerlas con vida”, también habría sido óptimo que se entregaran documentos y cifras precisas que respalden la ejecución de esos aportes.
En otro acápite de su carta, los ejecutivos de Alsacia señalan: “El señor Gibrán Harcha, trabaja desde el 1 de enero de 2006 en las empresas”. Al respecto, cabe señalar que esa aseveración se contradice con un informe de la Contraloría General de la República (Informe de Investigación Especial 14-11) fechado el 22 de junio de 2011, el que consigna lo siguiente:
“En relación al posible conflicto de intereses de don Gibrán Harcha Sarrás, se determinó que efectivamente éste prestó asesorías en la Subsecretarías de Transporte y de Obras Públicas, y asistió a las reuniones del Comité de Ministros para el Transporte Urbano de Santiago, hasta abril de 2005. Además, que durante ese año se desempeñó como Gerente de Planificación y Control de Gestión de la empresa Alsacia”.
Si incluimos una mención sobre el rol que le cabe en este negocio al señor Gibrán Harcha, es porque desde sus inicios, el trabajo de CIPER se ha enfocado en alertar sobre la laxitud del sistema chileno en relación a la facilidad con que funcionarios públicos que cumplen labores estratégicas en entes reguladores, pasen casi inmediatamente de terminada su labor en el aparato público, a trabajar o asesorar a las empresas que hasta hace poco regulaban. Un área gris que, a nuestro juicio, debe ser corregida a la brevedad.
Hay un punto de la carta de ALSACIA que a CIPER le parece especialmente reñido con la exactitud de los hechos. En la carta se lee: “Salvo en lo relativo a sociedades que aún no habían sido creadas, similar información, así como otros antecedentes, le fueron expuestos al periodista Alberto Arellano con ocasión del primer reportaje sobre Alsacia y Express de comienzos de 2014, información que jamás consignó en dicho reportaje”.
Efectivamente, CIPER investigó y publicó un reportaje sobre la crisis financiera de Alsacia el 8 de enero de 2014 (ver aquí). Para esa investigación, en la interlocución con ejecutivos de ALSACIA, CIPER no consultó sobre sus vínculos con paraísos fiscales. Y no lo hizo porque en ese momento no eran públicos y en Chile no se conocía que una parte de la estructura societaria de Inversiones ALSACIA funcionaba en paraísos tributarios, protegidos por el secreto. Fue solo a principios de 2017 que CIPER, como parte de la red internacional de medios que encabeza ICIJ, tuvo acceso a la filtración de documentos del bufete Appleby. Y fue entonces que tras una exhaustiva revisión de esos registros apareció claramente la conexión societaria y de negocios de ALSACIA con el paraíso fiscal de Bermudas. En este punto nuevamente los descargos de Alsacia resultan falaces.
Relacionado con el mismo tema ético, que para CIPER es piedra angular de su trabajo, en la carta enviada por los ejecutivos de Alsacia se afirma que el periodista autor del reportaje (Alberto Arellano), no respetó las reglas básicas del periodismo investigativo, como contrastar la información con las personas implicadas.
La verdad difiere radicalmente de lo que se afirma en esa carta. Y hay registros que la avalan. CIPER le solicitó a Alsacia Express –al igual que a los representantes de todas las empresas involucradas en los “Papeles del Paraíso” y que fueron objeto de investigación (Alsacia, Glencore y Walmart)– entrevista para que entregaran su versión sobre los antecedentes surgidos en el desarrollo de nuestra investigación. En el caso preciso de ALSACIA, la petición se hizo con al menos un mes de anticipación a la publicación del reportaje. Para ello se contactó vía telefónica y por correo electrónico a la empresa de comunicaciones que los representa (Azerta).
El primer correo enviado por CIPER data del 28 de septiembre de 2017 y fue enviado al responsable comunicacional de la empresa en esa agencia a las 16:21 horas. En ese correo –que fue antecedido por una conversación telefónica con el mismo responsable– se le plantearon varias preguntas de modo de que tuviera una aproximación a los temas sobre los que versaría la entrevista.
Cuatro días después, el 2 de octubre, CIPER recibió respuesta de Azerta. En ella señalaron que Alsacia Express no participaría del reportaje. CIPER contestó ese mismo día el correo electrónico: “Una lástima, la información con la que contamos es sensible y hubiese sido óptimo tener algún tipo de pronunciamiento de parte de ellos”.
Pese a la insistencia de CIPER y teniendo la oportunidad con varias semanas de anticipación a la publicación del reportaje de responder a nuestras consultas (varias de ellas fueron adelantadas, no era una entrevista “a ciegas”), Alsacia declinó participar.
Por último, se señala en su carta que CIPER “utilizó” el “nombre y buena reputación de la red Connectas”. Entendemos que Alsacia se refiere al cuestionario de preguntas que –en vista de la negativa de Alsacia en Chile de participar en la investigación– fue enviado directamente a los dueños de Alsacia en Colombia y que fue escuetamente contestado (y cuyas respuestas por cierto fueron consignadas en nuestro reportaje).
Ese cuestionario efectivamente fue enviado por Connectas, sin embargo, nuevamente la aseveración de Alsacia es errónea: CIPER no “utilizó el nombre” de Connectas. Connectas es una red asociada al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), del cual es parte CIPER y, en el contexto de los “Papeles del Paraíso” (tal como ha sucedido con otras investigaciones, “Papeles de Panamá” y HSBC) se trata de un trabajo mancomunado en el que todos los medios involucrados (casi 100) trabajan de la mano.
Por todas las consideraciones aquí expuestas, es evidente que la carta en la que Inversiones Alsacia solicita rectificación, no corrige el contenido del reportaje, por el contrario, deja abiertas las principales interrogantes que formulamos en nuestra investigación y que requieren respuesta.
Si CIPER hasta ahora no ha podido obtener esas respuestas de ALSACIA, esperamos que sí se las den a la autoridad tributaria de Chile. Según la indagatoria realizada por CIPER con posterioridad a la publicación de nuestro reportaje, este ha dado origen a la apertura de una investigación en el Servicio de Impuestos Internos (SII) sobre los negocios de la concesionaria (la más grande del Transantiago). Hace solo algunos días, fuentes que conocen de cerca el trabajo del SII, indicaron que el organismo está avanzando en el levantamiento de información de las redes de empresas e intermediarios que aparecen en conexión con Alsacia. Para apoyar esa investigación, se creó una fuerza de tarea con funcionarios de diferentes áreas especializadas del SII, incluyendo personal experto en auditorías de sistemas.
Mónica González
Directora de CIPER