AFP responden: afiliados han cuadruplicado el monto de sus cotizaciones en 36 años
20.06.2017
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20.06.2017
Vea la columna de Recaredo Gálvez (Fundación SOL): «El ‘corralito legal’: ¿Quién gana cuando las AFP se hacen ricas?»
La columna de opinión del integrante de la Fundación SOL, Recaredo Gálvez, en Ciper Chile, que encabeza como el “Corralito legal…” (frase que copia del libro de Andrés Solimano sobre las AFP), es una buena muestra de cómo mal unir un par de variables con el fin de justificar un artículo sobre los dueños de las AFP, que para él serían los exclusivos beneficiados del sistema.
Sostiene su tesis usando un bajo promedio de pensión de una fracción de jubilados, los de retiro programado, cifra que contrasta con la suma de los ahorros de los tres mayores fondos de pensiones, monto, por cierto cuantioso, que se eleva a US$136.328 millones. Según Gálvez esa plata “llega” a poder de los dueños de las AFP, especialmente a las compañías Metlife, Principal y Prudential, las últimas en incorporarse al sistema, lo que es abiertamente falso.
En esta particular forma de ver, los ahorros de los fondos de pensiones estarían disponibles a total arbitrio de los dueños de las administradoras, en circunstancias que éstas solo administran el dinero por mandato legal y bajo la custodia del Estado a través de la Superintendencia de Pensiones.
Así, consignando el promedio de pensiones solo de retiro programado, más la suma de los fondos bajo administración de tres AFP, concluye que las AFP “no están funcionando para sus afiliados”.
Las AFP trabajan para lograr el mejor rendimiento de los ahorros, porque buscan que sus afiliados logren las mejores pensiones a la hora del retiro. El monto de las pensiones no les es indiferente. Todos saben que en el mundo actual el éxito o fracaso de una actividad está relacionada con cumplir el objetivo que le encargó la sociedad. Sostener que les da lo mismo es un insulto al sentido común.
El punto de partida es la ley, y las AFP hacen lo que la ley ordena que hagan. Por esta norma se les controla y se les pide cuentas. Mientras mejor les vaya en la gestión del ahorro, habrá más posibilidades de tener mejores pensiones, les irá mejor con sus clientes y será menor lo que tendrá que poner el Fisco a las personas de menores recursos a través del Pilar Solidario.
Los contrarios al ahorro y la capitalización en cuentas individuales, como Recaredo Gálvez (Fundación SOL), no encuentran nada bueno en el Sistema, porque él y su organización quieren volver al Chile del “Reparto”, aunque la evidencia mundial y local muestra que no funciona, especialmente para los trabajadores menores de 45 años y futuros pensionados.
Estas personas interpretan a su antojo cada aspecto del sistema y hacen comparaciones técnicamente incorrectas, pero parece no importarles con tal de impactar emocionalmente al público.
Que las AFP sean sociedades de “giro único”, como pocas en Chile; reguladas y fiscalizadas, y por ello las únicas que administran ahorro previsional obligatorio, es simplemente un “corralito”, como lo tildó Andrés Solimano en su último libro, citado por Galvez.
Olvidan que esto es así porque el giro único es la forma más eficiente de evitar que el manejo de fondos se vea enfrentado a complejos conflictos de intereses, lo cual podría arriesgar el dinero de los afiliados.
A esta actividad puede ingresar cualquiera que lo desee cumpliendo la estricta regulación. Se necesita un capital de sólo $133 millones.
Muchas veces estos críticos toman una parte por el todo y con un poco de exageración buscan impactar al público. Dicen que las AFP prestan la plata a sus amigos de grandes empresas, lo que es falso. Omiten que más del 30% de todo el fondo es ahorro que está en manos del Estado de Chile, a través de bonos de la Tesorería, Banco Central, IPS, Metro, Ferrocarriles, Enap, Codelco, etc., más de US$50 mil millones han prestado los trabajadores al Estado.
Resaltan que han llegado empresas de capital extranjero a la previsión de Chile. Aunque han sido instaladas como la ley manda, para ellos esto es muy negativo. Chile es una economía abierta al exterior al flujo de productos, servicios y capitales. Nuestro desarrollo requiere inversión extranjera, y si se considerara negativo habría impedimentos legales. Simplemente, no es así.
Se sorprende Gálvez y cae en estado de alarma porque las comisiones son la fuente de ingreso principal de las AFP, con 89,4% del total… Pero, cómo entender el sobresalto cuando las AFP son empresas de “giro exclusivo” y, por lo tanto, la actividad única es la que produce los ingresos más importantes, vía comisiones sobre el sueldo imponible.
Tampoco parece tener valor alguno que las comisiones por administrar oscilen en un rango entre 0,41% y 1,45% de la renta imponible; aunque la comisión de 0,41% sea una de las más bajas del mundo, y esté al alcance de cualquier afiliado que lo desee. Dicha comisión no es sólo para los afiliados nuevos, sino para todos los que quieran.
Que en los años 90 hayan existido más de 20 AFP, muchas de ellas de grandes grupos económicos y de gremios de trabajadores, del cobre, profesores, panificadores, trabajadores del sector eléctrico, bancario y otros, no le dice nada a Gálvez. Es natural, parece que no tiene nada que ver con la competencia. Que hayan desaparecido porque tuvieron pérdidas y no resistieron la competencia, para él es algo trivial.
Además, estos críticos remarcan que las cotizaciones son un ahorro “obligatorio”, sin opción de moverse a entidades sin fines de lucro.
Pero cómo entender esta crítica, cuando se hace justamente a los que han logrado sobrevivir a la competencia, porque a esta actividad puede ingresar cualquiera que lo desee con un bajo capital. De hecho las AFP laborales respondían a sus trabajadores, pero todas desaparecieron por la competencia. Sin embargo, se repite hasta el cansancio que este es “un negocio cautivo y muy rentable”.
Técnicamente, la administración de fondos previsionales es un cuasi-mercado, creado por una legislación y regulado y fiscalizado por el Estado, y bien que así sea.
Más adelante el representante de la Fundación SOL consigna con caracteres de primicia una serie de datos de las sociedades propietarias de las AFP, en circunstancias que esos datos están en publicados en las superintendencias de Pensiones y de Valores y Seguros, y son indispensables para el control de inversiones, porque hay un conjunto de prohibiciones respecto de los propietarios y administradores que las AFP deben cumplir bajo el imperio de penas severas.
La evidencia es que las AFP trabajan día a día para sus afiliados, y los buenos resultados de la gestión que cumplen desde 1981, así lo avalan, y además con el beneplácito de los gobiernos democráticos desde el noventa hasta hoy. De 4 UF que un trabajador afiliado en el ‘81 tiene hoy en su cuenta, tres corresponden a la rentabilidad o ganancia y solo uno al aporte de cotizaciones.
Los resultados de estos 36 años son inobjetables y sin que se haya perdido un peso. Los críticos debieran reconocer lo que todos los especialistas fuera de Chile saben, y que la Superintendencia de Pensiones publica regularmente. Los ahorros han tenido una rentabilidad de 17,3% nominal y de 8,28% real por año entre 1981 y abril de 2017, difícil de igualar por otros.
El monto de las pensiones es tema muy importante y, exige ser tratado de la forma más completa. Aunque hace bien simplificar, ese esfuerzo no autoriza a deformar ni a parcelar el análisis para que coincida, aunque sea a la fuerza, con lo que piensa cada uno.
Roberto Fuentes
Gerente de Estudios
Asociación de Administradoras de Fondos de Pensión (AAFP)