BANCARD INTERNATIONAL INVESTMENT FUE CREADA EN 1997 EN ISLAS VÍRGENES BRITÁNICAS
Piñera offshore: las inversiones en Latinoamérica de su sociedad en un paraíso fiscal
25.11.2016
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BANCARD INTERNATIONAL INVESTMENT FUE CREADA EN 1997 EN ISLAS VÍRGENES BRITÁNICAS
25.11.2016
Islas Vírgenes Británicas es un paraíso para quienes disfrutan de bucear, navegar a vela, pescar o simplemente tomar sol. Lo ha sido también para cientos de miles de personas que escogen ese destino de aguas turquesa, verdes montañas y antiguas destilerías de ron con otros fines: crear sociedades de fachada amparadas en la opacidad y en un laxo sistema impositivo.
Situada al norte del Caribe, está compuesta por cerca de 60 islas e islotes donde viven poco más de 30 mil habitantes. La gran mayoría lo hace en Road Town, capital de Tórtola, la isla más grande de todas las del archipiélago, aunque la definición es engañosa: su superficie no supera los 20 kilómetros de largo por cinco de ancho. Más que como destino turístico, ese minúsculo territorio de origen volcánico es conocido principalmente por ser una de las mayores plataformas de la industria de la venta de secreto financiero.
Fue allí donde Sebastián Piñera registró el 16 de septiembre de 1997 su sociedad offshore Bancard International Investment Inc. Así se lee en los registros oficiales de la autoridad financiera de Islas Vírgenes Británicas que CIPER solicitó y obtuvo (ver registro). Bancard International es uno de los principales vehículos a través del que Piñera mueve sus inversiones en el extranjero –Perú y Colombia, especialmente– en áreas estratégicas como la pesquera, marítima, energética, infraestructura y bursátil, entre otras. Esos mismos registros indican que Bancard International figura a la fecha con un capital autorizado de US$103 millones en un refugio donde no existen impuestos sobre la renta o las ganancias de capital.
Son justamente las fichas puestas fuera de Chile, y en las que utiliza como vehículo de inversión su sociedad en Islas Vírgenes, las que tienen hoy al ex Presidente Piñera al centro de una aguda polémica sobre sus potenciales conflictos de interés.
Tal como informaron radio Biobío y El Mostrador, una parte de la fortuna que maneja Sebastián Piñera en el exterior fue invertida en 2012 en la pesquera peruana Exalmar, en la que el ex Presidente posee actualmente un 9,18% de su capital accionario. Un porcentaje de esa inversión, hoy avaluada en US$9,3 millones, se realizó mientras Piñera era Presidente y con el litigio con Perú en la Corte Internacional de Justicia de la Haya como telón de fondo.
La noticia provocó un estremecimiento entre algunos empresarios y políticos. ¿Qué habría pasado si en 2012, en el apogeo del litigio con Perú por la zona pesquera de altamar, se hubiera sabido que una sociedad de Piñera invertía precisamente en esa época en una de las principales empresas peruanas del rubro? Ese fantasma es el que hoy está sobre la mesa. Porque a diferencia de 2009, cuando la fortuna de Piñera estaba concentrada en Chile, la situación hoy es radicalmente distinta. Este reportaje da cuenta de la diversificada cartera en que Piñera ha invertido su fortuna. Y los sectores económicos en los que apostó. Un cuadro que aumenta los riesgos de conflicto de interés si llegara a instalarse nuevamente en La Moneda. A casi un año de la elección presidencial y con Piñera liderando las encuestas, el debate toma fuerza.
Las inversiones en el exterior de Piñera sumarían cerca de US$1.800 millones, equivalentes al 72% de su fortuna, avaluada en US$2.500 millones según Forbes.
La investigación de CIPER arroja que Exalmar no es la única pesquera peruana en la que Bancard International Investment Inc. ha materializado apuestas de inversión. Según un reporte de la clasificadora de riesgo Pacific Credit Rating (PCR) de julio de este año, la sociedad de Piñera con domicilio en Islas Vírgenes es la segunda mayor accionista de Austral Group S.A.A., sociedad de capitales noruegos dedicada a la pesca y comercialización de conservas, harina y aceite de pescado (ver reporte). Bancard International posee el 3,58% de la propiedad de esta empresa que en 2014 tuvo ventas por US$195,2 millones, casi US$28 millones por sobre las de Exalmar ese mismo año (ver ranking de América Economía).
La pesca peruana no es el único sector económico que coloca al ex presidente y posible candidato a La Moneda bajo potenciales conflictos de interés. Bancard International Investment es propietaria del 6,94% del holding Andino Investment, que agrupa a 16 empresas que operan en áreas estratégicas de Perú, como la marítima y de infraestructura. En 2013 adquirió también -pero esta vez a través de Mediterráneo Fondo de Inversión Privado (FIP Mediterráneo)– el 11,8% de Corporación Lindley, embotellador de Coca-Cola y una de las gigantes en la industria de las bebidas no alcohólicas de ese país, productora de la popular Inca Kola.
Colombia es otro de los destinos en donde la fortuna del ex Presidente tiene una posición relevante. En ese país, Bancard International Investment es la accionista mayoritaria de la Bolsa de Valores y sus inversiones muestran un patrón diversificado en áreas como la energética (Isagen), maderera (Tablemac), construcción (Cemex Latam), combustibles (Terpel) y transporte aéreo (Avianca).
Bancard International Investment es una de las más de 430 mil sociedades offshore –la mayoría de ellas activas– registradas a la fecha en Islas Vírgenes Británicas. Sus verdaderos beneficiarios –cuya identidad se desconoce en muchos casos– no son precisamente virgenenses. Entre ellos se cuentan a magnates chinos, oligarcas rusos y colaboradores o familiares de autoridades políticas de distintas partes del mundo, que las utilizan para administrar sus fortunas bajo estricta confidencialidad.
No es ilegal abrir sociedades en jurisdicciones consideradas paraísos fiscales. Las Islas Vírgenes Británicas no son una excepción. No obstante, el territorio de ultramar del Reino Unido ha sido una atractiva jurisdicción para estafadores asiduos al esquema “Ponzi” o “piramidal”. El caso más reciente en nuestro país es el de Alberto Chang, acusado por el Ministerio Público de lavado de activos e infracciones a la Ley General de Bancos y a la de Mercado de Valores, quien operaba con dos sociedades y ocho cuentas bancarias en esa jurisdicción.
Sociedades registradas en las Islas Vírgenes Británicas estuvieron fuertemente implicadas en el colapso de la multimillonaria trama del ex banquero Bernard Madoff, protagonista en 2008 de uno de los mayores escándalos financieros de la historia de Estados Unidos. En Argentina, al vendedor de seguros Eugenio Curatola se le acusó en 2007 de un fraude de más de US$90 millones en el que utilizó como vehículo una sociedad en ese paraíso fiscal.
“Es muy importante que los paraísos fiscales desaparezcan, porque muchas veces se utilizan para actividades reñidas con la ley o la moral (…) lavado de dineros que provienen del narcotráfico o del crimen organizado, o muchas veces se utilizan para evadir impuestos”, dijo Sebastián Piñera hace poco más de dos meses en una conferencia a la que fue invitado en Ecuador.
Con sus declaraciones, Piñera hizo eco de las críticas que desde abril de este año se extendieron como reguero de pólvora por todo el mundo tras las revelaciones de los “Panama Papers”. Por primera vez autoridades políticas, intelectuales y economistas coincidieron en que los paraísos fiscales le hacían un daño a la economía mundial. A ello se sumó que miles de ciudadanos salieron a las calles en distintos países cuando se enteraron por esa investigación que sus autoridades tenían refugiada su fortuna en esas jurisdicciones. El caso más paradigmático fue el del Primer Ministro de Islandia, Sigmundur Gunnlaugssor, quien debió renunciar por haber ocultado su fortuna precisamente en una sociedad offshore de las Islas Vírgenes Británicas.
Las palabras de Piñera colisionan con la estructura de negocios diseñada para canalizar sus inversiones a través de la sociedad que creó en 1997 en Islas Vírgenes Británicas: Bancard International Investment. También se enfrentan con un pedazo de su historia.
En los registros públicos de Panamá –uno de los paraísos fiscales más opacos del mundo– aparecen dos sociedades vinculadas a Sebastián Piñera. Ambas fueron registradas en esa jurisdicción a mediados de los ’80 por el estudio jurídico Icaza, González, Ruiz y Alemán. En Chine Invesments S.A. e International Card Systems Inc., creadas en 1984 y 1985 respectivamente, figura Sebastián Piñera como director y en una de ellas aparece su esposa, Cecilia Morel, en la misma función. Las sociedades, según esos mismos registros, continúan vigentes aunque no estarían activas.
Tras estallar el capítulo Exalmar hace unos días, fue el abogado y asesor de Piñera, Fernando Barros, quien aportó con un dato clave para la estrategia de defensa del ex Presidente. De acuerdo a un artículo de La Tercera, el abogado informó a Piñera que desde hace un año las Islas Vírgenes Británicas ya no era considerado un paraíso fiscal por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos).
El dato que se omitió, y que hasta ahora se desconocía, fue que Bancard International Invesment Inc. había sido registrada 18 años antes –en septiembre de 1997– en Islas Vírgenes Británicas.
El argumento del abogado Barros es discutible. Recién el año pasado la OCDE incluyó a ese territorio británico de ultramar -junto a más de 70 países y territorios- en la nómina de aquellos que cumplen en “gran medida” con estándares de transparencia e intercambio de información bancaria. En esa lista aparece las Islas Vírgenes Británicas junto a otros paraísos fiscales, como Bahamas, Islas Caimán y Seychelles.
Para el consultor de la ONG internacional Tax Justice Network, Andrés Knobel, la calificación actual de Islas Vírgenes debe ser “tomada con pinzas”. Knobel señaló a CIPER vía correo electrónico:
–Por ejemplo, la OCDE concluye lo mismo sobre Suiza y Estados Unidos, dos de los mayores paraísos fiscales del mundo. En el caso de Islas Vírgenes Británicas, aunque su secreto bancario no sea tan grave, especialmente por su participación en el intercambio automático de información, su gran problema sigue siendo la opacidad de sus compañías y fideicomisos, que no deben registrar a sus dueños. Las Islas Vírgenes incluso ofrece los famosos fideicomisos «VISTA trusts» que pueden ser utilizados de manera abusiva.
Tax Justice Network es responsable de elaborar anualmente un índice de secreto financiero, cuya versión 2015 ubica a Islas Vírgenes Británicas en el lugar N°21 (ver reporte). De acuerdo a la legislación chilena, esa jurisdicción sigue integrando la lista de paraísos fiscales o regímenes preferenciales nocivos, según el Decreto Supremo N°628 de 2003 del Ministerio de Hacienda (ver aquí).
Los registros oficiales de la Comisión de Servicios Financieros de Islas Vírgenes que CIPER obtuvo, no dan cuenta ni de los directores ni de los accionistas de la sociedad de Sebastián Piñera. De acuerdo a las leyes locales, las compañías incorporadas a esa jurisdicción no están obligadas a entregar esa información a la autoridad competente. Tampoco sus balances anuales. Quienes deben mantener esos registros son los intermediarios –bufetes de abogados– que se encargan de hacer los trámites para que, en cosa de días y a cambio de poco menos de mil dólares, las sociedades queden oficialmente registradas en ese territorio.
Pese a la importante ofensiva iniciada por la OCDE para provocar un cambio en el secretismo de los paraísos fiscales, Tórtola, capital del archipiélago británico, sigue siendo un paraíso de moda y no precisamente como destino vacacional. Entre enero y junio de este año, se han constituido allí más de 16 mil nuevas sociedades, casi 89 por día (ver aquí).
En sus últimas declaraciones a Radio Bío Bío (Concepción), el ex presidente Sebastián Piñera señaló: “Soy expresidente y siempre voy a estar comprometido con Chile (…) si quisiera dedicar mi vida a proteger los intereses patrimoniales personales o de mi familia, jamás habría sido candidato ni presidente de Chile”. Y respecto de las inversiones de Bancard International, puntualizó: “La actividad que hicimos no está reñida ni con la moral ni con la ley (…) no tengo nada que ocultar (…) todas las inversiones que se hicieron fuera de Chile son absolutamente legítimas y legales”.
Bancard International Investment Inc. fue registrada en Islas Vírgenes Británicas en 1997 por la firma Overseas Management Company Trust, una de las líderes mundiales en la constitución de sociedades en paraísos fiscales. Solo semanas después Piñera se vería salpicado por los coletazos del “Caso Chispas”. A propósito de ese episodio, en noviembre de ese año, el senador Andrés Allamand señaló al diario La Tercera: “(Los empresarios) son valiosos para la política, pero cuando entran de lleno en ella deben dejar los negocios de verdad y no de fachada”.
Aunque fue candidato presidencial en 2005, Piñera recién daría pasos para desligarse del manejo y control de su fortuna en 2009. Pero a diferencia de sus inversiones en nuestro país que, un año antes de asumir como Presidente en 2010, quedaron a resguardo de un fideicomiso ciego, las extranjeras quedaron en manos de su círculo histórico de colaboradores y de su núcleo familiar.
Fue a través de Bancard International Invesment Inc. que el 23 de marzo de 2004, Sebastián Piñera entró a la propiedad de Southern Cone Power Argentina S.A., controladora de Central Costanera, la mayor planta termoeléctrica del país vecino. Lo hizo comprando el 70% de las acciones que Latin America Holding I y II poseían hasta entonces en esa compañía. En esa misma operación Bancard se hizo propietaria también de un paquete de acciones clase B de Central Costanera, equivalentes al 1,33% de su capital social. En virtud de esa compra, Sebastián Piñera quedó como director suplente de Central Costanera y su hermano, Pablo, como titular.
El ingreso de Bancard International a la propiedad de Costanera fue informada así por un medio local: “El atractivo para los chilenos podría ser precisamente la crisis: entrar ahora y esperar que el gobierno autorice el alza de las tarifas (de gas)”. En esa misma nota, a Piñera se le define como líder de la oposición del gobierno chileno y como un empresario “conocido por su buen olfato para los negocios”.
Para entonces (marzo de 2004), los directores de Bancard International –cuya identidad se desconoce gracias a que la legislación de Islas Vírgenes lo permite- habían aprobado el aumento del capital autorizado de la sociedad en tres oportunidades. Un nuevo aumento –junto a un cambio en el número de acciones– tendría lugar el 28 de septiembre de 2009.
No hay registro de operaciones similares realizadas por esta sociedad después de esa fecha. Su capital autorizado asciende actualmente a US$102,9 millones, según los registros oficiales que CIPER obtuvo. Sin tener a la vista la contabilidad de esa sociedad, no es posible saber si ese capital tiene hoy respaldo efectivo o no.
Según la información financiera disponible, el ingreso de Bancard International Investment a Perú es más reciente que las inversiones de Piñera a través de esa misma sociedad offshore en Argentina. En Perú –y también en Colombia– las inversiones de Piñera se canalizaron inicialmente vía el FIP Mediterráneo, entidad gestionada por Administradora Bancorp. Fue a través de este fondo que los intereses del ex Presidente aterrizaron inicialmente en Exalmar, empresa ligada a la familia peruana Matta Curotto. No podría haber sido de otra forma. Entre 2010 y 2011, la pesquera peruana realizó dos ofertas públicas de venta de acciones. En ambas, la empresa estipuló que ningún inversionista domiciliado en paraísos fiscales podía participar de la operación. Entre ellos figuraba Islas Vírgenes Británicas, domicilio de Bancard International Investment Inc.
Lo curioso es que en esa lista de paraísos fiscales, Exalmar incluyó a Panama, jurisdicción donde tiene domicilio Caleta de Oro Holding, la sociedad que la controla.
A agosto de 2012, el FIP Mediterráneo poseía el 1,74% del capital social de la pesquera. A principios de 2015, Bancard International Investment reemplazó al FIP Mediterráneo como titular de las acciones. La sociedad de Islas Vírgenes posee actualmente el 9,18% de la propiedad de la pesquera (cerca de US$ 9,3 millones).
El FIP Mediterráneo también figura como accionista de otra pesquera peruana: Austral Group S.A.A. Un reporte de la clasificadora de riesgo Pacific Credit Rating de febrero de 2015, informa que en septiembre de 2014 Mediterráneo era el segundo mayor accionista de Austral Group con un 2,6% (ver aquí). Un segundo reporte de la misma clasificadora del 20 de julio de 2016 (con estados financieros auditados al 31 de marzo de este año), muestra que el titular de esas acciones es ahora Bancard International Invesment y que la participación de Sebastián Piñera en esa empresa aumentó desde el último informe a 3,58% (ver aquí).
Otra de las compañías peruanas donde Bancard International Invesment ha comprometido inversiones es Andino Investment, holding donde la sociedad de Islas Vírgenes Británicas figura en diciembre de 2015 con un 6,94% de las acciones. Andino Invesment Holding reúne a 16 empresas del ámbito marítimo, logístico y de infraestructura portuaria y aeroportuaria. Una de ellas es Aeropuertos Andinos del Perú (AAP), sociedad que maneja bajo contrato de concesión los aeropuertos de Arequipa, Ayacucho, Juliaca, Puerto Maldonado y Tacna.
Andino posee además el 50% de Kuntur Wasi, consorcio encargado de construir el nuevo aeropuerto de Cuzco. Paralizado desde hace meses, el Presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski –cercano a Piñera y que en 2015 figuraba como uno de los directores de Exalmar– anunció hace unos días que la construcción del proyecto podría comenzar en enero de 2017 y comprometió ayuda gubernamental para el movimiento de tierras (ver nota del Diario El Comercio).
En 1935, Corporación Lindley creó una de las marcas de bebidas más reconocidas y populares de Perú: Inca Kola. Hoy la empresa es la embotelladora oficial de Coca-Cola en ese país. El FIP Mediterráneo habría puesto los ojos sobre esta compañía en 2013. Fue a fines de ese año cuando adquirió el 11,8% de su propiedad, en una operación que habría rozado los US$60 millones.
Una de las apuestas más fuertes de Bancard International Investment es la Bolsa de Valores de Colombia (BVC). La sociedad de Piñera en Islas Vírgenes Británicas es hoy la mayor accionista de la BVC con un 9,93% de los títulos que allí se transan.
Los registros históricos que consultó CIPER indican que el FIP Mediterráneo adquirió en junio de 2013, cuando Piñera era aún Presidente de la República, el 1,37% de la Bolsa colombiana. Un año más tarde, Mediterráneo aumentó a 2,93% su participación. A diciembre de 2014, con Piñera fuera de La Moneda, ya se ubicaba como el quinto mayor accionista con un 3,94%. Para entonces, ya no era Mediterráneo el vehículo de inversiones, sino Bancard International Investment.
En junio de 2015, la sociedad offshore de Piñera casi duplicó su peso en la Bolsa de Colombia adquiriendo el 7,91%. Y en septiembre del mismo año se convirtió en el principal accionista de esa plaza bursátil con un 9,93%, posición que se mantiene hasta hoy.
A diciembre de 2015, Bancard International aparece como el propietario del 1,63% de las acciones de Terpel, la distribuidora colombiana de productos derivados del gas y petróleo. A la misma fecha, figura también como accionista del consorcio aerocomercial Avianca Holdings, con el 0,20% de su capital social. Posición similar tiene en Cemex Latam Holdings, compañía de materiales para la industria de la construcción ligada a la gigante mexicana del mismo nombre, donde al 31 de marzo de este año figura con el 0,49% de su propiedad.
El sector energético colombiano también atrajo el interés de Bancard International Investment. En diciembre de 2015, la sociedad offshore de Piñera figuraba con el 0,23% de la propiedad de Isagen, compañía que opera siete centrales de generación de energía –principalmente hidroeléctrica–, en cuatro departamentos de Colombia. Según una versión de prensa, Piñera habría vendido sus acciones en Isagen en mayo de este año. Pero información oficial no se encontró.
En abril de 2015, Termocandelaria Power Limited, controladora de las termoeléctricas colombianas Termocandelaria y Termobarranquilla, informó a la Superintendencia de Industria y Comercio de ese país la venta del 60,7% de su capital accionario. Entre los adquirientes figuran varias sociedades. Bancard International Invesment es una de ellas, aunque no se informó del monto de la transacción, ni del número de acciones compradas.
Los estados financieros que CIPER tuvo a la vista, indican que en julio de 2013 el FIP Mediterráneo poseía el 4,11% de la propiedad de la colombiana Tablemac, dedicada a la explotación maderera.
CIPER también encontró una minúscula apuesta de Bancard International, lejos de Sudamérica. Se trata del fondo de inversión escocés ASF VI L.P., creado en julio de 2013. En abril de 2014 el FIP Mediterráneo invirtió US$1.300 en ese fondo. El 3 de diciembre del mismo año, Mediterráneo transfirió el total de sus intereses a Bancard International Investment. El monto que Piñera tenía a esa fecha invertido en el fondo escocés, no aumentó.