LAVANDERÍA ES MANEJADA POR EMPRESARIO QUE HA FACTURADO $2.260 MILLONES AL EJÉRCITO
Las pistas que conectan al negocio de lavandería de Escuela Militar con Fuente-Alba
11.08.2016
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LAVANDERÍA ES MANEJADA POR EMPRESARIO QUE HA FACTURADO $2.260 MILLONES AL EJÉRCITO
11.08.2016
A mediados de 1990, la jefatura de la Escuela Militar decidió externalizar el servicio de lavado de ropas –uniformes, manteles, cubrecamas, entre otros–, hasta entonces a cargo de la propia institución. Fue entonces cuando la sociedad Lavados G y G, creada en 1996, obtuvo una licitación para proveer de ese servicio a la institución castrense. Una mina de oro para su dueño, el abogado Germán Korff Pfeiffer (48 años), quien en los últimos 20 años ha facturado miles de millones de pesos al Ejército.
Ubicada en Los Militares N° 4.500, al interior del mismo recinto militar, hoy la lavandería es una pieza importante en las pesquisas del Ministerio Público que investiga, bajo la figura de presunto enriquecimiento ilícito, el origen del patrimonio del ex comandante en jefe del Ejército, general (r) Juan Miguel Fuente-Alba Poblete.
Fuente-Alba y Korff son viejos conocidos. De hecho, según los antecedentes disponibles, fue el propio Korff quien inició al general en el mundo de los vehículos Audi. El primer auto de esa marca que adquirió Fuente-Alba fue en 2005: un Audi modelo A4 del 2006. Para la compra de ese auto que costó $22,8 millones, se entregó en parte de pago otro auto Audi A4, pero modelo 2004, cuyo propietario era Germán Korff, el mismo dueño de la lavandería que funciona al interior de la Escuela Militar.
La operación tuvo lugar en septiembre de 2005 en Klassik Car, automotora en la que el mismo Fuente-Alba realizó entre 2005 y 2013 una decena de operaciones de compra y venta de autos Audi. El vehículo del “lavandero” del Ejército fue tasado en $18 millones. Fuente-Alba, entonces director del Centro de Estudios e Investigaciones Militares (CESIM), abonó los $4,8 millones restantes en efectivo.
¿A título de qué Germán Korff le entregó a Fuente-Alba su Audi patente YA9083, avaluado en $18 millones, para que lo diera en parte de pago al adquirir un vehículo nuevo? Hasta ahora no hay respuesta. Pero resulta al menos extraño que Korff, quien solo entre 2007 y 2016 le ha facturado al Ejército más de $2.260 millones por sus servicios de lavado, haya convertido su auto casi nuevo en una suerte de crédito a favor del general.
Lavados G y G ha prestado servicios a la Escuela Militar; al Comando de Educación y Doctrina; al Comando de Bienestar; al Estado Mayor General; al Comando de Salud; a la Escuela de Suboficiales y a la Comandancia en Jefe.
Las dos reparticiones castrenses que han desembolsado casi la totalidad de los pagos a Korff son: la Escuela Militar con casi $1.300 millones y el Comando de Educación y Doctrina (CEDOC, ex CIDOC), que ha cancelado casi $950 millones por los servicios de G y G.
La Escuela Militar y el CEDOC son unidades del Ejército que el ex comandante en jefe conoce muy de cerca. A fines de 2001, el general (r) Fuente-Alba, fue nombrado director de la Escuela Militar y, en 2008, antes de ser designado jefe del Estado Mayor del Ejército, asumió la dirección del Comando de Educación y Doctrina (entonces llamado Institutos y Doctrina).
Entre 2010 y 2014, años en los que Juan Miguel Fuente-Alba se desempeñó como la máxima autoridad del Ejército, la lavandería de Germán Korff obtuvo ingresos por $1.288 millones con esa rama de las Fuerzas Armadas. Este no es el único vínculo de Korff con el mundo militar. También integró una sociedad agrícola con Pedro del Fierro, el comerciante de armas que inició la cuestionada negociación para la compra de los tanques Leopard adquiridos por el Ejército en 1998 y que fue acusado de intentar extorsionar al ex ministro de Defensa, Edmundo Pérez Yoma.
Lavados G y G fue constituida en enero de 1996 por Germán Korff Pfeiffer y el militar en retiro Gabriel Carvajal Chaparro.
G y G no fue la primera incursión de Carvajal Chaparro en el rubro de la lavandería. El militar retirado ya administraba un negocio de lavado y planchado de ropa, ubicado en Manquehue Norte con Los Militares. Germán Korff era cliente habitual de ese local. Fue allí donde le propuso a Carvajal crear Lavados G y G.
Casi inmediatamente después de su creación, G y G (siglas de Germán y Gabriel) obtuvo una licitación por 10 años para proveer del servicio de lavado de ropa a los cadetes y oficiales de la Escuela Militar. Y se le permitió instalarse al interior de ese recinto del Ejército. Desde entonces, la lavandería registra domicilio en Los Militares 4.500 y se ubica junto al sector de cocina y cerca de la enfermería del centro de formación militar.
Carvajal asumió como gerente general de G y G; Korff –socio mayoritario de la lavandería–, como su representante legal.
En marzo de 2001, y por desavenencias con Korff, Carvajal se retiró de la sociedad a la que ingresó ese mismo mes el padre del abogado, Horst Korff Kretschmar. Junto al cambio de socios, Lavados G y G aumentó en esa misma fecha su capital a casi $80 millones.
Fue ese mismo año cuando Juan Miguel Fuente-Alba asumió la dirección de la Escuela Militar. El general en retiro ya evidenciaba su gusto por los autos de lujo, aunque los Audi no estaban entre sus preferencias. Fue en 2005 cuando Fuente-Alba se fijó en esos vehículos de alta gama fabricados en Alemania, por las referencias que el propio Korff, propietario de uno, le dio.
La indagación de CIPER indica que Germán Korff fue quien llevó por primera vez al ex comandante del Ejército a Klassik Car, concesionaria de Audi en Chile y automotora donde Fuente-Alba ejecutó sucesivas operaciones de compra y venta de autos de esa marca, según denunció el programa Informe Especial (TVN).
Klassik Car está en la mira de la Fiscalía producto de esas sospechosas transacciones. Una de estas operaciones, desconocida hasta hoy, llama particularmente la atención. El 7 de julio de 2004, el abogado Germán Korff adquirió un Audi A4 gris plata del año, patente YA9083. En septiembre de 2005, 14 meses después, Korff se desprendió de su auto.
Justo en esas fechas Fuente-Alba adquirió su primer Audi, modelo A4 1.8 gris delfín en Klassik Car, cuyo valor fue de $22,8 millones. En el documento de la compra del primer Audi adquirido por Fuente-Alba aparece el auto de Korff –tasado por la automotora en $18 millones– abonado en parte de pago. También allí consta que el ex comandante en jefe del Ejército entregó $4,8 millones en efectivo para completar la compra.
Cuando Germán Korff debió dar explicaciones ante la Fiscalía por esta extraña transacción, habría señalado que el Audi A4 se lo vendió a Fuente-Alba y que el general le habría pagado los $18 millones en efectivo. Lo concreto es que, de acuerdo a la indagación de CIPER, en el registro de propietarios del Audi A4 gris plata patente YA9083, cuyo primer dueño fue Germán Korff, no figura en ningún momento Juan Miguel Fuente-Alba –ni ninguno de sus familiares cercanos–, como propietario. Pero sí quedó el registro en el documento de la compra del nuevo Audi del general que ese auto patente YA9083 fue usado como parte de pago.
Esa no es la única compra y venta de autos Audi de Fuente-Alba y que tiene a Klassik Car como protagonista. A partir de 2005, Fuente-Alba hizo de Klassik Car su automotora predilecta para adquirir y reciclar vehículos.
CIPER pesquisó nueve operaciones realizadas por Juan Miguel Fuente-Alba en la automotora y los dineros involucrados en cada una. Los montos de las transacciones iniciadas en 2005 van en aumento y retratan hasta dónde llegaba la obsesión del general por estar a la vanguardia en el mundo de los lujosos Audi.
Luego de la compra de su primer Audi A4 en Klassik Car con el abono de Korff, el ex comandante en jefe del Ejército adquirió el 31 de enero de 2007 en la misma automotora, un Audi A6 color azul en $31,6 millones. De ese vehículo se desprendió en noviembre del mismo año cuando adquirió un jeep Audi modelo Q7 3.6 color gris, cuyo costo fue de $34 millones. En la factura de Klassik Car se consigna la forma de pago que utilizó Fuente-Alba: tres cheques por un total de $6 millones y un auto en parte de pago –cuya patente y propietario no se especifica– avaluado por la automotora en $28 millones.
El 30 de octubre de 2008 el general en retiro se deshizo de ese auto y ese mismo día adquirió en la automotora ubicada en la comuna de Vitacura, un jeep Audi Q7 4.2 color gris en $45,9 millones. La factura registra que Fuente-Alba entregó el jeep que había adquirido en noviembre de 2007 en parte de pago. Lo extraño es que a pesar de que el general había comprado ese jeep un año antes en $34 millones, la automotora lo tasó en $35 millones.
El 27 de enero de 2010, Fuente-Alba vendió el jeep a través de Klassik Car a un particular en $41 millones. Ese mismo día, adquirió un Audi RS6 Turbo color negro por el que pagó $60,5 millones y lo tuvo hasta el 5 de abril del 2010. Ese día, Klassik Car, representada por su entonces gerente general –y reservista del Ejército–, José Miguel Donoso, firmó un peculiar contrato con Fuente-Alba respecto del Audi RS6.
Según consigna el contrato, Klassik Car le recompró al general el Audi RS6 en $66,7 millones. Es decir, a pesar de tener más de dos meses de uso, la automotora le pagó al general $6,2 millones más que el precio al que se lo había vendido. Lo llamativo es que poco después, el nuevo dueño de ese Audi fue ni más ni menos que uno de los principales proveedores de armas del Ejército: Virgilio Cartoni Maldonado (ver reportaje de CIPER).
Luego de esa particular transacción, Fuente-Alba adquirió cuatro vehículos más en Klassik Car. El 2 de septiembre de 2010, un Audi RS6 del año en $60 millones, el que vendió a través de la automotora a un particular 11 meses después en $57 millones. El 3 de septiembre de 2012 compró un Audi A8 4.2 en más de $50 millones, el que vendió ocho meses más tarde, también con Klassik Car como intermediario, a un particular en $45,5 millones.
Fue en ese mismo 2012 cuando Klassik Car hizo negocios con el Ejército. En noviembre de ese año la jefatura de adquisiciones emitió una orden de compra al entonces representante de Klassik Car, José Miguel Donoso, para la adquisición de un jeep Volkswagen Touareg 4×4, pagando $30,6 millones. En la orden de compra aparece como contacto del Ejército la funcionaria Elisabeth Vega Escobar, pareja del cabo Juan Carlos Cruz, hoy sometido a proceso por fraude reiterado al Fisco (ver orden de compra). Según reveló The Clinic, Cruz, quien trabajó en el Departamento de Planificación Financiera del Ejército, y Vega, despilfarraron $2.736 millones en el Casino Monticello entre 2008 y 2014.
El 25 de marzo de 2013, Fuente-Alba volvería a Klassik Car para adquirir un Audi S6 del año color negro, avaluado en $41,9 millones. Cuatro meses y medio después, lo vendió a través de Klassik Car a un particular en $42 millones. Ese mismo mes, agosto de 2013, el general hizo su última transacción en Klassik Car: compró un Volkswagen Passat Highline color blanco en $15,3 millones, el que vendió un mes más tarde a través de la automotora a un particular en $15,5 millones.
Klassik Car no es la única automotora a la Juan Miguel Fuente-Alba ha recurrido para saciar su apetito por los vehículos de alta gama. El 5 de septiembre de 2014 acudió a Kaufmann para adquirir un Mercedes Benz E 500 Avantgarde color gris en $58 millones. En la factura se consigna que el “modo de venta” fue “al contado”.
El general en retiro había recurrido a la misma automotora en septiembre de 2010 para comprar un Mercedes Benz S500 por el que pagó $68 millones. Solo semanas antes, Fuente-Alba había adquirido en $60 millones el Audi RS6 en Klassik Car.
Los contratos que ha firmado Lavados G y G con el Ejército le han reportado a su propietario, el abogado Germán Korff, ingresos por miles de millones. Su principal cliente ha sido la Escuela Militar, institución que solo en los últimos nueve años (2007-2016) le ha pagado a Lavados G y G $1.298 millones por sus servicios. Le sigue el Comando de Educación y Doctrina (CEDOC), ubicado en el Campo Militar de la comuna de La Reina: de 2007 a la fecha, G y G ha facturado $948 millones al CEDOC.
La lavandería de Korff también ha obtenido en varias oportunidades licitaciones del Comando de Bienestar del Ejército (COB), cuya oficina central se ubica en Avenida Libertador Bernardo O’Higgins N°260. La última, con fecha 14 de enero de 2016, fue por $30 millones (ver adjudicación) para proveer del servicio de lavandería al Club Militar de Campo Peñalolén (dependiente de la zona de Bienestar Región Metropolitana).
En octubre de 2014, Lavados G y G ya se había adjudicado una licitación para proveer del servicio de lavandería a ese mismo centro militar de recreación por $15,3 millones (ver adjudicación). Otra de las unidades del Ejército –dependientes del COB– a la que la lavandería del abogado Korff presta servicio es al Centro Recreacional Farellones (CRF). En el portal Mercado Público aparecen dos licitaciones adjudicadas por esta unidad a Lavados G y G. Una en julio de 2014 y otra en abril de 2015 por un total de $8,3 millones.
La empresa de Korff también ha tenido como cliente –aunque por montos bastante menores– al Estado Mayor General del Ejército, a la Comandancia en Jefe, al Comando de Salud y a la Escuela de Suboficiales. Entre los clientes de la lavandería también aparece la Fuerza Aérea (FACH) y la Dirección General de Movilización Nacional (DGMN). Con esta última repartición, Lavados G y G obtuvo una licitación de $3,5 millones en marzo de 2015 (ver adjudicación).
Lavados G y G también atiende a público externo y para ello ofrece retiro (y entrega) a domicilio de prendas en algunas comunas del sector oriente de la capital.
Además de los contratos por el servicio de lavado de ropa entre G y G y el Comando de Bienestar, a comienzos de 2014 el abogado Korff firmó un contrato de arriendo por un inmueble fiscal ubicado en calle Los Artilleros N°4596 de la Villa Militar Este (Las Condes), administrado por el COB (ver contrato). La Villa Militar Este, está enclavada a pocos metros de la Escuela Militar, casi enfrente del acceso norte del recinto por avenida Presidente Riesco.
El contrato está fechado el 4 de febrero –solo meses antes de que G y G obtuviera en julio y octubre dos licitaciones con el COB por casi $20 millones– y en él Korff se compromete a utilizar el inmueble únicamente para explotar un “local comercial de lavandería”, a cambio del pago mensual de UF 14,4 ($375 mil al valor actual).
En el mismo lugar, cerca del minimarket de la Villa Militar Este, hoy existe una peluquería. Versiones recogidas en ese lugar por CIPER señalan que G y G tuvo allí una sucursal hasta aproximadamente un año.
Lavados G y G también participa de una sociedad de inversiones. En octubre de 2007, Germán Korff creó la sociedad Inversiones Geko con un capital de $200 millones. Sus accionistas en partes iguales son Korff, la lavandería y una sociedad de transportes también perteneciente al abogado. La sociedad de inversiones de Korff tiene bajo su dominio media docena de propiedades cuyo avalúo fiscal supera los $320 millones.
Lavados G y G no fue el primer emprendimiento del abogado Germán Korff Pfeiffer, quien también ha participado,a través de una decena de sociedades, en los negocios inmobiliario, agrícola, ganadero, electrónico y de transporte.
A mediados de 1996, y luego de crear la lavandería junto al ex militar Gabriel Carvajal, Korff se asoció a otro hombre vinculado a las Fuerzas Armadas: el empresario, periodista y comerciante de armas, Pedro del Fierro Carmona (falleció a fines de mayo pasado). En octubre de 1996, Korff y del Fierro (quien fue militante del PS), crearon con un capital de $10 millones la Sociedad Agrícola, Ganadera y Forestal Tres Lirios.
Fue en esos precisos años cuando el Ejército negociaba la polémica compra de una partida de 202 tanques Leopard I con el Ejército Real Holandés. La operación, que se saldó en 1998 por un total de US$80 millones, le valió en 2016 al ex directorde la Fábrica y Maestranzas del Ejército (FAMAE), Luis Iracabal Lobo, y a su gerente comercial, Gustavo Latorre Vásquez –ambos acusados de recibir coimas por un total de US$600 mil–, una condena a firme por el delito de malversación de caudales públicos.
Desde mayo de 1994, Pedro del Fierro, quien también fue cadete de la Escuela Militar a principios de 1970, representaba en Chile a la empresa holandesa RDM Technology, también interesada en venderle al Ejército los tanques Leopard. Finalmente el negocio se zanjó directamente entre RDM y FAMAE en 1998.
En las indagatorias del llamado Caso Leopard también aparecieron dos pagos por US$ 1,6 millones realizados por RDM a quien fuera el albacea de Augusto Pinochet, Óscar Aitken Lavanchy. Los dineros, que Aitken reconoció haber recibido a cambio de asesorar legalmente a la empresa holandesa en la venta de los tanques, fueron depositados en una cuenta de la sociedad offshore Cornwall Overseas, vinculada a Pinochet.
Si bien Pedro del Fierro -el socio de Germán Korff- quedó al margen del pago de comisiones irregulares en el negocio de los tanques Leopard, su nombre volvió a aparecer años después envuelto en un supuesto escándalo de chantaje ligado al mismo negocio. En 2009 Del Fierro y su abogado, Héctor Salazar, fueron formalizados por el Ministerio Público por “amenazas condicionadas” tras ser acusados de querer extorsionar al ex ministro de Defensa Edmundo Pérez Yoma. Del Fierro habría ofrecido al ex ministro no revelar ante el magistrado que investigaba las irregularidades en la compra de los Leopard, Manuel Antonio Valderrama, una serie de antecedentes que perjudicarían a autoridades de gobierno y del Ejército a cambio del pago de US$500 mil.