FISCALÍA INVESTIGA DESTINO DE $113 MILLONES PAGADOS EN EVENTO DE 2014
Fiesta dieciochera: el otro negocio entre Maipú y el empresario acusado de sobornar al alcalde
15.07.2016
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FISCALÍA INVESTIGA DESTINO DE $113 MILLONES PAGADOS EN EVENTO DE 2014
15.07.2016
Entre el 17 y el 21 de septiembre de 2014 la Municipalidad de Maipú organizó la segunda versión de su “Fiesta de la Nueva Chilenidad”. Sobre el escenario de la medialuna municipal desplegaron su show Américo, La Noche, Joe Vasconcellos, Cachureos, Chancho en Piedra y Willy Sabor, entre otros. Fueron en total 15 artistas y el costo del espectáculo fue de $113 millones, lo que incluyó juegos inflables y una granja educativa. La actividad hoy está bajo la lupa del Ministerio Público, porque el dinero fue a parar a una cuenta de Pedro Acevedo Saavedra, el empresario que se hizo conocido el año pasado cuando se supo que le había pagado una camioneta Ford Explorer a la mujer del alcalde de Maipú, Christian Vittori (vea el reportaje de CIPER que dio a conocer esa información).
Acevedo y Vittori están formalizados en el denominado Caso Basura por soborno y cohecho, respectivamente. El empresario compró la Ford Explorer después de haberse adjudicado contratos por más de $1.300 millones en la municipalidad que dirige Vittori. A pesar de que ambos han sostenido que no hay irregularidades en los servicios que Acevedo ha prestado a Maipú, el episodio de la “Fiesta de la Nueva Chilenidad” acrecienta las sospechas de que Vittori le dio un trato privilegiado al empresario. Un antecedente que enturbia aún más el futuro del alcalde, quien insiste en presentarse a la reelección en las municipales de octubre próximo, a pesar de que es investigado por la Fiscalía y que ya no cuenta con el respaldo de la DC, partido al que renunció cuando fue formalizado.
Ni Acevedo ni su empresa fueron contratados por el municipio para la celebración dieciochera, pero él dirigió las negociaciones con los artistas y recibió finalmente el dinero pagado por Maipú. La municipalidad contrató a cinco “productores de eventos”, que debían contactar a los músicos y humoristas, además de dos proveedores de actividades recreativas para niños (juegos inflables y granja educativa), a los que pagó entre $11 millones y $19 millones. Los siete eran personas de confianza de Acevedo, entre ellos la secretaria y la recepcionista de su empresa.
Los cinco “productores” declararon a la PDI que Acevedo los contactó y les aportó el capital inicial para contratar a los artistas. Tres de ellos, además, admitieron que el empresario financió las boletas de garantía que pedía el municipio. La declaración más ilustrativa fue la de la secretaria personal de Pedro Acevedo, Michel Medina, quien aseguró que solo facilitó su firma en el contrato y la boleta de honorarios que se presentó a la municipalidad, todo a petición de su jefe.
La investigación del vínculo entre Acevedo y los “productores” se originó en una causa que lleva el Ministerio Público donde están formalizados los alcaldes Vittori y Luis Plaza (Cerro Navia, RN) y en la que también ha declarado como imputado el edil de Colina, Mario Olavarría (UDI). A ellos se suma casi una veintena de funcionarios municipales y empresarios acusados de participar en una red de corrupción. La pesquisa comenzó por irregularidades en licitaciones de recolección de la basura, pero la indagatoria también detectó anomalías en contratos de infraestructura deportiva, áreas verdes, arriendo de vehículos y luminarias, entre otros rubros.
Durante la formalización de los imputados, en agosto de 2015, la entonces fiscal regional, Solange Huerta, relató que Vittori favoreció a Acevedo con una licitación por mantención de infraestructura deportiva que involucró $1.093 millones. Su única competencia era la empresa de otro imputado: Lorenzo Pérez, vinculado al concejal de Maipú Marcelo Torres (RN), quien fue sometido a prisión preventiva.
“Vittori recibió de Acevedo un beneficio económico consistente en la adquisición de un vehículo Station Wagon, marca Ford, modelo Explorer, color gris plata, año 2013”, continuó la fiscal Huerta. La camioneta fue comprada el 19 de octubre de 2013. Acevedo pagó más de $18 millones y quedó registrada a nombre de de la esposa de Vittori, Pamela Riquelme, también imputada. El pago salió de la cuenta bancaria de la Sociedad de Inversiones Don Óscar. La misma cuenta donde, un año después, Pedro Acevedo recibió más de $102 millones de la “Fiesta de la Nueva Chilenidad”.
La dupla Vittori-Acevedo ahora vuelve a aparecer en la investigación de los pagos relacionados con el evento dieciochero. Los contratos firmados por las siete personas de confianza del empresario dependían de la unidad municipal “Alcaldía-Comunicaciones”, directamente relacionada con el edil.
Christian Brown Yáñez es productor de eventos y actualmente trabaja en el Canal del Fútbol (CDF). El 9 de marzo de este año declaró ante la PDI, donde relató que, a mediados de 2014, Acevedo le informó que lo había recomendado ante funcionarios de la municipalidad de Maipú para organizar las Fiestas Patrias.
En el municipio, declaró Brown, lo recibieron personas del círculo más cercano a Vittori: su jefe de gabinete, Rodrigo Velázquez; el relacionador público, Cristián Díaz, y el jefe administrativo, Héctor Cataldo.
En conversación con CIPER, Brown recordó esa reunión: “Pensé que tenía que llevar uno o dos artistas, que es lo que hago siempre, pero me pidieron como 15. Para eso se necesitan muchas lucas en caja y no las tenía”. Según dijo, Acevedo le ofreció ser su financista.
Christian Brown asegura que al negociar con el jefe administrativo de la municipalidad, este le dijo que no podía hacer un contrato por un monto tan alto solo por una persona. Por eso, incluyeron a la esposa de Brown: Marcia Jaure. El contrato de Christian Brown fue por $19,4 millones y debía “proveer la presentación del grupo La Noche, Pachuco y la Cubanacán y Cachureos”. El contrato de su cónyuge fue por $19,2 millones por “proveer la presentación del grupo Chancho en Piedra, Joe Vasconcellos, Combo Ginebra y Shamanes”.
Brown señaló a CIPER que el jefe administrativo, Héctor Cataldo, le dijo que debía conseguir otras tres boletas: “Necesitaban que les diera tres boletas que no fueran mías, por temas contables internos, me dijeron. No pregunté más, porque yo no pregunto esas cosas”.
A los artistas se les daba un anticipo de 50% y el resto el mismo día de la actuación. Pero la municipalidad entregaría los fondos recién un mes después de la fiesta. Por eso, sostiene Brown, Pedro Acevedo le facilitó el dinero para pagar a los músicos y humoristas, además de $5 millones para costear las boletas de garantía. El empresario, asegura el productor, también le ofreció boletas de honorarios de empleados y amigos para cumplir con los requerimientos de los funcionarios municipales.
Aunque Brown insiste en que el negocio era de él y que Acevedo solo le prestó dinero, en sus declaraciones policiales el productor y su esposa admitieron que cobraron los cheques del municipio y depositaron todo el dinero en la cuenta de la Sociedad de Inversiones Don Óscar. Después, Acevedo le entregó alrededor de $1,8 millón al productor.
La versión de Brown contrasta con la que entregó a la PDI la secretaria de Pedro Acevedo, Michel Medina. Ella dijo que su jefe le pidió una boleta de honorarios para ocuparla en una licitación “en la que se presentaría, en representación de la empresa Don Óscar, el señor Christian Brown”.
En la declaración, Michel Medina explicó que firmó el contrato en las oficinas de Espacio Don Óscar, el complejo deportivo de Pedro Acevedo ubicado en avenida Pajaritos, donde el empresario también tiene una discoteca. Agregó que nunca habló con funcionarios municipales y que solo se presentó a retirar el cheque, el que posteriormente depositó en la cuenta de la Sociedad de Inversiones Don Óscar, por órdenes de Pedro Acevedo.
Su contrato fue por $18,8 por “proveer la presentación de los artistas Patricio Manns y Américo”. En conversación con CIPER, Medina reconoció que nunca habló con esos artistas y que sólo facilitó la boleta, lo que no le pareció raro: “Así funcionan en Don Óscar”, dijo.
Otro de los “productores” pagados por la municipalidad fue Marco Moraga, quien trabajó en Espacio Don Óscar hasta junio de 2015. Ante la PDI, Moraga contó que Pedro Acevedo recibió un correo electrónico de la municipalidad en el que le solicitaban una lista de artistas, pero como estaban ocupados organizando su propio evento dieciochero –la Fonda Don Óscar–, contactaron a Brown. “Nos comentó que en la municipalidad le dijeron que debía conseguirse cinco boletas (…), yo accedí a realizarle el préstamo de una de estas boletas a cambio de la devolución de impuestos”, declaró Moraga.
Consultado por CIPER, Moraga sostuvo que él no pidió la devolución de impuestos y aseguró que sí trabajó para el evento de la chilenidad, porque redactó los contratos de los artistas y además consiguió a Los Charros de Lumaco, Millenium Show y Pancho del Sur. Pero este último aseguró a CIPER que fue contactado directamente por Pedro Acevedo. Al igual que Christian Brown, Marcia Jaure y Michel Medina, Moraga también depositó la totalidad del dinero en la cuenta de la empresa Don Óscar.
La tercera boleta fue aportada por Leonor Allende, modelo y amiga de Pedro Acevedo, conocida por organizar eventos de Miss XL . En su declaración ante la policía, Allende explicó que el empresario le ofreció un contrato con el municipio de Maipú y que ella se reunió con Christian Brown para conocer los pormenores. A Leonor Allende le pagaron $13,3 millones y debía conseguir al dúo humorístico Payahop, a Claudio Reyes –conocido por su personaje “Charly Badulaque” – y a Willy Sabor. Los dos últimos aseguraron a CIPER que fueron contactados por Pedro Acevedo, mientras que Claudio Castillo, integrante de Payahop, dijo que la participación del dúo fue negociada por Pancho del Sur directamente con Pedro Acevedo.
Leonor Allende también depositó todo el dinero que le canceló la municipalidad en la cuenta de la empresa Don Óscar. “Luego de eso, Christian Brown me pagó $300.000”, declaró.
Los pagos a Brown, Jaure, Medina, Moraga y Allende no tuvieron el consentimiento del concejo municipal, debido a que cada contrato era inferior al límite de 500 UTM (unos $21 millones en septiembre de 2014) que obliga a someter el trato a la votación de los concejales. Además, sus servicios fueron requeridos a través de “trato directo”, sin licitación pública, algo que los municipios solo pueden hacer en casos excepcionales.
El decreto alcaldicio que autorizó las cinco contrataciones por “trato directo” –firmado por la administradora municipal, Alejandra Bustamante– argumenta que los derechos de propiedad intelectual de los artistas son intransferibles, así como su experiencia y habilidades artísticas. Esto haría “indispensable” contratar a los representantes directamente, ya que “el hecho de actuar representados, lo cual es de común ocurrencia en el ámbito artístico, no modifica esta circunstancia” (ver decreto). Pero ninguno de los contratados era “representante” de artistas.
Consultada por CIPER, la administradora Bustamante explicó que todo el proceso fue llevado por el Departamento de Cultura y Eventos, a pesar de que según los contratos la unidad técnica encargada era “Alcaldía-Comunicaciones”.
–¿Quién supervisó los contratos? Porque los criterios no se cumplen y en los casos de Medina, Moraga y Allende, el trabajo no lo realizaron ellos.
–Es que la supervisión del contrato es que la persona venga a cantar. A mí me basta con que yo comprometo que tengamos tal cantidad de artistas en una parrilla que empieza a las 8:30 de la noche y termina a las 2:00 de la mañana, y tuve los artistas.
–Estas personas han declarado a la policía que facilitaron una boleta y su firma en el contrato. Esas boletas habrían sido solicitadas por el municipio para dividir los pagos.
–No tengo antecedentes de que nosotros hayamos dividido un pago. Trabajo hace 20 años en esta institución y acá hay unidades técnicas que se encargan de traer a los representantes. Siempre ha funcionado así y no conozco otra forma.
–Los artistas dicen que fueron pagados por Acevedo, que firmaron sus contratos en sus oficinas y emitieron las facturas a nombre de su empresa. ¿El municipio no se enteró de eso?
–No tengo antecedentes de eso.
Sobre la relación entre los contratados y Acevedo, la administradora afirmó: “No tengo por qué saber esos detalles”.
CIPER conversó con la mayoría de los artistas que se presentaron durante los cinco días que duró la celebración: La Noche, Chancho en Piedra, Willy Sabor, Patricio Manns, Cachureos, entre otros. Héctor Olivos, representante del grupo Shamanes, aseguró a CIPER que Pedro Acevedo era el que estaba a cargo.
Willy Sabor también negoció directamente con Pedro Acevedo. Ambos se conocían. “El 2013 fui a la disco Don Óscar a una fiesta organizada para los funcionarios de la municipalidad”, asegura el animador.
En algunos casos, como el de La Noche, el acuerdo se cerró de palabra, mientras que los representantes que pedían contrato eran enviados por Brown a las oficinas de Espacio Don Óscar. En ese lugar, Marco Moraga redactaba los contratos en su computador, el que fue confiscado por la PDI en los allanamientos de abril de 2015.
Era Pedro Acevedo el que les pagaba el 50% de anticipo para asegurar la presentación y los artistas emitían una factura a la Sociedad de Inversiones Don Óscar. Así lo aseguran los representantes de Patricio Manns y Cachureos. La esposa de Brown, Marcia Jaure, declaró a la PDI que también había una factura por $8 millones emitida por Joe Vasconcellos a la empresa Don Óscar.
Además de los contratos para proveer artistas, Pedro Acevedo gestionó dos contrataciones directas más para la Fiesta de la Nueva Chilenidad: Patricia Jara Bravo, recepcionista de su oficina, y Roberto Orellana Osorio, amigo de Acevedo y productor de eventos en Don Óscar.
El contrato de Patricia Jara alcanzó los $14.900.000 por “juegos tradicionales, premios y seis juegos inflables” y también fue por “trato directo”. El decreto que lo autorizó argumenta que este es un servicio especializado, de manera que quien lo provea debe ser “experto” (vea el decreto). Algo que no se cumplió en este caso, porque en su declaración a la PDI, Jara relató: “Lo más probable es que le haya escuchado a Pedro Acevedo que la municipalidad requería una prestación de servicios relacionada con juegos inflables. Me interesó el negocio, porque tiempo antes había celebrado un cumpleaños en la familia con juegos inflables, así que conocía un poco del tema”.
Patricia Jara explicó a la PDI que cobró el cheque y depositó el dinero en la cuenta de la empresa Don Óscar. Su justificación se lee en la misma declaración: “En la empresa Don Óscar se requería pagar compromisos económicos, por lo que tomé la decisión de prestar dicho dinero de manera íntegra a la empresa (…) A los siguientes cuatro o cinco días me devolvieron dicho dinero en su totalidad, pero en efectivo”.
La última contratación directa para la Fiesta de la Nueva Chilenidad de 2014 fue la de Roberto Orellana Osorio. Conoce a Pedro Acevedo hace años y desde fines de 2014 hasta diciembre de 2015 fue contratado por la Sociedad de Inversiones Don Óscar para producir algunos eventos. A través de una contratación directa, el municipio de Maipú acordó pagarle $16,2 millones por instalar una granja educativa en la celebración de Fiestas Patrias.
Roberto Orellana, al igual que el resto de los productores, depositó el dinero en la cuenta de la empresa Don Óscar. Frente a la PDI, explicó: “Acevedo me había facilitado préstamos para realizar otros eventos (…) además, en agosto le volví a solicitar más dinero para financiar producciones de granjas educativas en la Municipalidad de Maipú, Colina (mediante licitación) y de Quilicura”.
Al revisar el historial de contrataciones que figuran a nombre de Roberto Orellana en el portal de Mercado Público, saltan a la vista datos relevantes que podrían ser considerados en la investigación del Caso Basura. Entre 2009 y 2016, ha ganado licitaciones por un total que supera los $175 millones en Colina. Mario Olavarría, alcalde de esa comuna, también es imputado en el Caso Basura (ver reportaje de CIPER). Durante los últimos siete años, Colina ha contratado la granja educativa de Orellana para la celebración de Fiestas Patrias, además de arrendarle ovejas para el pesebre de Navidad y desde 2013 ha sido contratado una vez al año para la instalación de un parque acuático.
Pero el que partió con el parque acuático en Colina, un año antes que Orellana, fue Pedro Acevedo. La Sociedad de Inversiones Don Óscar ganó una licitación por más de $22 millones en 2011 para instalar juegos acuáticos en la comuna (ver decreto adjudicación).
En agosto de 2015, durante la formalización de los imputados por el Caso Basura, la fiscal Tania Mora presentó un audio que puede estar relacionado con estas contrataciones. Era un contacto telefónico entre el ex concejal de Maipú Carlos Richter (RN) y el actual alcalde de Cerro Navia, Luis Plaza (RN), ambos imputados.
En la conversación, que tuvo lugar a fines de 2012, el ex concejal le ofreció a Plaza un parque acuático “como lo tuvo Colina”. “Hay que ver los costos y de dónde sacamos las platas”, le respondió Plaza. Entonces, Richter sugirió: “Se puede hacer por contratación directa, porque los costos no son tan altos, Luchito” (escuche el audio wav).
La escucha telefónica fue presentada en la audiencia para demostrar que los involucrados instalan una necesidad artificial en el municipio, aseguran el proveedor y definen el método de financiamiento. “Es una organización criminal que tiene la función de producir riqueza a través de las licitaciones”, aseveró la fiscal Mora.