CIPER ACCEDIÓ A LA TRANSCRIPCIÓN DE LA AUDIENCIA EN QUE SE DECLARÓ CULPABLE
La confesión de Jadue en EE.UU.: “Participé de un esquema para defraudar al aceptar sobornos”
02.06.2016
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CIPER ACCEDIÓ A LA TRANSCRIPCIÓN DE LA AUDIENCIA EN QUE SE DECLARÓ CULPABLE
02.06.2016
El juez del Distrito Este de la Corte de Nueva York Raymond. J. Dearie aceptó la solicitud de CIPER de liberar la transcripción de la audiencia en que el 23 de noviembre de 2015 el ex presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), Sergio Jadue, se declaró culpable de haber conspirado para cometer delitos de crimen organizado (racketeering conspiracy) y de haber sido parte de una conspiración para realizar fraude con transacciones bancarias (wire fraud) en perjuicio de la FIFA, la Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol) y la Concacaf (Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Fútbol).
Jadue admitió explícitamente haber recibido sobornos para adjudicar la transmisión televisiva de los principales torneos de fútbol de América y arriesga hasta 20 años de prisión en Estados Unidos, aunque por haber llegado a un acuerdo con la Fiscalía es probable que la sentencia sea mucho más leve.
La transcripción de la audiencia tiene 36 páginas en Inglés, pero el juez Dearie accedió también a liberar un documento anexo (identificado como exhibit 3) que contiene la confesión de Jadue en Español. En esa declaración de una carilla y media, Jadue confiesa haber recibido sobornos de empresas para obtener los derechos de transmisión de la Copa Sudamericana y la Copa América, incluyendo la Copa América Centenario que comienza este 3 de junio en Estados Unidos.
Respecto al primer cargo, de crimen organizado, Jadue reconoció lo siguiente:
“Comenzando aproximadamente en 2012, yo acordé con ejecutivos de marketing deportivo y oficiales de fútbol afiliados a FIFA y Conmebol varios esquemas involucrando el pago y recibo de sobornos en conexión con Ia venta de derechos de los medios de comunicación y marketing de torneos de fútbol.
“En particular, yo y otros oficiales de fútbol recibimos sobornos de las compañías de marketing de deportes, las cuales pagaron los sobornos para obtener, mantener y renovar los derechos de televisión en los torneos de Ia Copa Libertadores, Copa Sudamericana, Recopa Sudamericana, Copa América y Copa América Centenario”.
En cuanto al segundo delito, de fraude con transacciones bancarias, Jadue confesó:
“Desde aproximadamente 2012 a 2015, yo, a sabiendas e intencionalmente de acuerdo con otros oficiales de fútbol y ejecutivos de marketing deportivo, acordé participar en un esquema de defraudar a FIFA, Conmebol y Concacaf de su derecho a servicios honestos al aceptar sobornos. Yo y otros oficiales de fútbol mantuvimos posiciones de autoridad y confianza dentro de estas organizaciones de fútbol. A pesar de esto, compañías de marketing deportivo nos hicieron pagos de soborno para obtener y mantener los derechos de marketing en el torneo de Copa América, incluyendo una edición del torneo programada a ser jugada en los Estados Unidos en 2016. Para llevar a cabo el esquema, yo, junto con otros oficiales de fútbol y ejecutivos de marketing deportivo, utilizamos instalaciones de transferencia e instituciones financieras localizadas en Estados Unidos, entre otros países, para hacer y recibir los pagos de soborno”.
Jadue no mencionó en su confesión a las compañías que pagaron los sobornos, pero la investigación de la Fiscalía de EE.UU. reveló que se trató de la empresa Datisa, que opera con el nombre de fantasía de WeMatch. El ex presidente de la ANFP tampoco identificó a los otros dirigentes deportivos que participaron del fraude ni dio a conocer el monto de la coima que recibió. Sin embargo, en noviembre de 2015 el ex presidente de la ANFP aceptó que la Fiscalía le incautara hasta US$2,2 millones, equivalente al soborno recibido. Parte de ese dinero se obtuvo desde la cuenta R201414K1 del Banco UBS a nombre de la sociedad Lisburn Strategies Inc., domiciliada en el paraíso fiscal Islas Vírgenes Británicas (ver reportaje de CIPER: Acuerdo de Jadue con Fiscalía incluye incautación de hasta US$ 2,2 millones y cuenta en banco UBS).
La Fiscalía de Estados Unidos ha presentado cargos similares en contra de los más altos dirigentes de la Conmebol y la Concacaf. No obstante, en su confesión Jadue enfatizó que los co-conspiradores no revelaron a los comités ejecutivos de esas instituciones, así como tampoco al comité de la FIFA, los sobornos que recibían.
Sergio Jadue –que hoy se encuentra domiciliado en Miami- deberá presentarse nuevamente ante el juez Dearie a las 10 de la mañana del próximo 17 de junio en una audiencia en que se dictará sentencia o se controlará el avance del caso. Ese mismo día, no lejos de la Corte de Nueva York, en el Metlife Stadium del vecino estado de New Jersey, se jugará una llave de los cuartos de final de la Copa América Centenario, por cuyos derechos de transmisión Jadue cobró una coima.
El 20 de abril pasado, CIPER presentó una solicitud formal al juez Dearie para que liberara la transcripción de la audiencia en que Jadue se declaró culpable y cuyo contenido había sido declarado confidencial. Se comunicó también la petición a la Fiscalía y al abogado de Jadue en Estados Unidos, William Brodsky,del bufete Fox, Hovan & Camerini. El 2 de mayo ambas partes accedieron a dar a conocer una versión editada –en la que se tarjan textos que aún requieren reserva– de la transcripción. No fue hasta este miércoles 1 de junio que el juez Dearie resolvió acoger la solicitud de CIPER y dar a conocer el documento.
La transcripción tiene cerca de seis de las 36 páginas completamente tarjadas y el relato de la audiencia no permite deducir de qué se habló en los momentos que se mantienen en secreto. De todos modos el documento reproduce en detalle todo lo que pasó en el resto de la audiencia, que duró una hora.
Además del abogado Brodsky, Jadue estuvo acompañado por su defensor chileno, José Pablo Forteza, del estudio Insunza. Brodsky explicó al juez que también asistía el abogado argentino Santiago Sáenz Valiente, quien estaba pasando un tiempo en su bufete para aprender los procedimientos judiciales estadounidenses.
Durante la audiencia, según describen los documentos liberados, el juez Dearie hizo gala de su sentido del humor en un par de momentos, como cuando le explicó a Jadue que los dos delitos por los que estaba acusado implicaban conspiraciones.
–¿Cuál es, señor, según su entendimiento, la naturaleza de una conspiración? ¿Qué es una conspiración? –preguntó Dearie.
–Es llegar a un acuerdo con varias otras personas para cometer un crimen –respondió Jadue, con la ayuda de un traductor.
–Dos A+ hoy, eso es –replicó el juez utilizando la nomenclatura de notas escolares que equivale a un 7. –Está en lo correcto. Quiero enfatizar que el crimen es el acuerdo.
Gran parte del tiempo de la audiencia el juez Dearie lo dedicó a explicar pedagógicamente a Jadue la naturaleza de los delitos por los que estaba por declararse culpable y en asegurarse de que entendía cada una de las implicancias que tendría asumir esa responsabilidad. Antes de comenzar, le preguntó por su salud física, emocional y mental, si estaba bajo algún tipo de medicación, si alguna vez había tenido problemas con el alcohol o las drogas, y si era capaz de concentrarse en lo que le estaba diciendo.
Luego, le explicó en detalle que al aceptar los cargos renunciaba al derecho de ser juzgado por un Gran Jurado –lo que obligaría a la parte acusatoria a probar los delitos– escenario en el que eventualmente podría ser declarado “no culpable” aún si hubiera cometido los delitos. Al renunciar a ese derecho, él como juez procedería como si dicho jurado hubiera presentado una acusación en su contra para llevarlo a juicio, pero tal juicio no se llevaría a cabo.
A continuación se produjo un largo diálogo entre las partes que fue censurado en la transcripción, tras lo cual el juez dijo que aunque normalmente leía los cargos, en esa ocasión se trataba de 17 páginas, por lo que pidió a la asistente del fiscal de distrito, Kristin Mace, que los resumiera. Fue después de que la abogada describiera los cargos de conspiración para el crimen organizado y conspiración para el fraude bancario que se produjo el diálogo en que el juez Dearie le preguntó a Jadue si sabía lo que era conspirar.
Pese a que la audiencia se produjo luego de que Jadue llegó a un acuerdo con la Fiscalía y se supone que se negoció la condena que ésta pedirá el próximo 17 de junio, el juez Dearie se preocupó de que quedara claro que él es quien determina la sentencia. Y que en este caso la ley estipula que la pena máxima es de 20 años, con hasta 3 años libertad vigilada después. Además, arriesga una multa de hasta US$ 250 mil, o el doble de las ganancias que obtuvo al cometer los delitos (US$4,4 millones). Si va a la cárcel, es virtualmente inevitable que después sea expulsado de Estados Unidos, advirtió el juez.
Luego de escuchar el detalle de las penas que arriesgaba, Jadue pidió un minuto para hablar con su abogado, tras lo cual la transcripción tiene dos páginas tarjadas.
Hacia al final de la audiencia, el juez le preguntó a Jadue si se declaraba culpable de cada uno de los cargos, a lo que éste asintió. Aseguró, además, que nadie lo había presionado para que lo hiciera ni le había prometido nada que no se hubiera dicho en la audiencia.
“Dígame, ¿qué es lo que hizo?”, le preguntó el juez a Jadue. Entonces el ex presidente de la ANFP relató el detalle de los delitos que aceptaba haber cometido, tal como está transcrito al comienzo de esta nota (ver documento con la confesión completa y la transcripción de la audiencia). El juez Dearie aceptó su declaración de culpabilidad.
Sólo habían pasado seis días desde su caótica salida de Chile cuando Sergio Jadue se enfrentó al juez Dearie. Atrás quedaba el mito de la era de excelencia dirigencial, respaldada por su éxito económico, contratos millonarios y gloria deportiva con la conquista de la primera Copa América en la historia de Chile. Se iniciaba una de las épocas más oscuras del fútbol nacional. Su caída destapó una caja de Pandora que expuso todas las malas prácticas con las que la administración Jadue actuó: préstamos millonarios a los clubes por sobre lo permitido, contratos exorbitantes y desventajosos para la ANFP.
Los contratos del ex entrenador de la selección chilena, Jorge Sampaoli, se transformaron en la arista más dolorosa para la hinchada y la ANFP, pues terminaron con su salida de “La Roja”. Llegaron a ser más de seis las modificaciones del vínculo laboral que beneficiaron al argentino. Entre ellas, un anexo de contrato para prestar servicios al Instituto Nacional del Fútbol (INAF) para revisar la malla curricular y realizar charlas. No existe informe que avale que el trabajo se haya realizado. Es más, el rector del INAF, Martín Mihovilovic, dijo a CIPER que sólo se trató de un informe oral. Hoy existe una querella interpuesta por la ANFP por este tema (ver reportaje de CIPER «Ultimátum de Justicia: La ANFP cuadra la caja o se querella por las platas ‘perdidas‘»).
Incluso, la ANFP debió rectificar declaraciones tributarias del entrenador por la fórmula de pago que se tenía establecía. En concreto, la mitad del sueldo que recibía el cuerpo técnico se pagaba como “derechos de imagen» a sus sociedades constituidas en Islas Vírgenes: Alta Lake Investing (Sampaoli), Greenboro Investors (Becaccece) y James Bay Investors (Desio). Una fórmula que los ayudó a evadir impuestos, pero que luego regularizaron con un contrato de trabajo y un pago rectificatorio al Servicio de Impuestos Internos (SII) (vea reportaje de CIPER «ANFP paga US$500 mil al SII por contrato con sociedad de Sampaoli creada en paraíso fiscal«).
Parte de las malas prácticas de la era Jadue fueron expuestas por un informe de la consultora Deloitte, cuyo resumen ejecutivo fue dado a conocer el 25 de mayo pasado, aunque el documento íntegro sólo será entregado al fiscal Carlos Gajardo, quien indaga eventuales delitos cometidos durante la gestión de Jadue en la ANFP. Deloitte detalló desórdenes contables en la corporación, dineros entregados al portador, millones de pesos sin rendir, tarjetas de crédito para uso personal de la familia de Jadue y servicios contratados con precios inflados, entre otras irregularidades. Un verdadero despilfarro de dinero que los llevó a contratar un avión privado durante el Mundial de Brasil, en el cual incluso se realizó un viaje con un solo pasajero: Nibaldo Jaque, entonces secretario general de la ANFP (vea reportaje de CIPER “El avión privado que arrendó Jadue y que le costó a la ANFP $138 millones”).
Pero antes de que se destaparan las irregularidades en Chile, el ex presidente de la ANFP cayó en las manos de la fiscal estadounidense Loretta Lynch, quien destapó la red de corrupción del fútbol internacional más grande desde el bullado caso de Joao Havelange. Su investigación tiene en vilo a quienes fueron las principales autoridades de la Conmebol por haber pactado pagos por unos US$100 millones en coimas a cambio de derechos televisivos y comerciales. Uno de ellos es Jadue, quien ante las evidencias llegó al acuerdo con la Fiscalía que lo tuvo en noviembre ante el juez Dearie.
Sergio Jadue estuvo involucrado en la negociación de los contratos realizados por la Conmebol. Así lo relató en el Consejo de Presidentes del 18 de diciembre de 2012 (ver acta), cuando presentó el contrato de la selección chilena con MegaSports, jactándose de su experiencia de negociación de contratos en el ámbito internacional:
“Quiero señalar que yo presidí la comisión de negociación con FOX en la Conmebol para la venta de los derechos de la Copa Libertadores, contrato el cual terminaba el año 2018 y FOX hizo una oferta para subir 10 millones de dólares al año desde ahora hasta el 2022 solamente para crecimiento de cuatro años”, dijo el calerano (vea reportaje de CIPER “FOX: los nexos con la red de sobornos del fútbol de la principal interesada en el CDF”).
El 14 de junio Chile tiene agendado su último partido de la primera fase de la Copa América Centenario. Enfrentará a Panamá en Filadelfia. Tres días después, el 17 de junio, Sergio Jadue se presentará nuevamente frente al juez Dearie, en Nueva York, audiencia en la que es posible que escuche la sentencia por sus crímenes.