VARELA, JAQUE Y ASFURA LO USARON EN EL MUNDIAL DE BRASIL
El avión privado que arrendó Jadue y que le costó a la ANFP $138 millones
24.05.2016
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VARELA, JAQUE Y ASFURA LO USARON EN EL MUNDIAL DE BRASIL
24.05.2016
Eran las 2:19 de la madrugada del 26 de junio del 2014, cuando el avión Piper matrícula CC-PZB de la empresa Transportes Australis tocó la losa del Aeropuerto Arturo Merino Benítez. La aeronave venía de Cabo Frío, Brasil, donde estuvo 15 días a completa disposición de la directiva y de funcionarios de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) durante el mundial de fútbol. Por ese servicio, la ANFP tuvo que desembolsar $138 millones.
Ese y otros montos –además de las rutas que siguieron los dineros de la ANFP bajo el periodo Jadue– son objeto de una auditoría forense a cargo de Deloitte, que busca establecer responsabilidades en el escándalo financiero que estalló en la corporación a raíz de las malas prácticas contables y administrativas de la pasada administración. Los primeros resultados de la auditoría se pondrán a disposición del Consejo de Presidentes de la asociación el miércoles 25 de mayo.
Uno de los gastos que están bajo la lupa de los auditores de Deloitte es precisamente el del servicio de aerotaxi que contrató la ANFP durante el Mundial de Brasil 2014. CIPER habló con el piloto del vehículo aéreo, Luis Faúndez, y con uno de los socios de Transportes Australis, Pablo Vargas, quienes afirmaron que el servicio fue contratado para saltarse las demoras en los aeropuertos por la gran cantidad de gente que estaría viajando y siguiendo el mundial de fútbol.
El piloto de la nave dijo a CIPER que el avión tenía que estar disponible 24/7 frente a cualquier solicitud del directorio. Y así fue. La bitácora de vuelos del avión muestra desplazamientos que llaman la atención (ver infografía con los trayectos).
Uno de ellos es el vuelo que la aeronave realizó el 22 de junio entre Cabo Frío y Sao Paulo, solo un día antes del partido de Chile contra Holanda en la fase de grupos. El contrato de la ANFP con Transportes Australis, gestionado por Mauricio Etcheverry –mano derecha de Jadue en la ANFP–, establecía un cobro por horas efectivas de vuelo (US$4.500 la hora) y no por pasajero. Lo llamativo de ese viaje del 22 de junio, que tuvo un costo de US$13.500 ($7,4 millones), es que se realizó con un solo pasajero a bordo: Nibaldo Jaque. Los motivos del costoso y exclusivo traslado del ex secretario general de la ANFP en el avión Piper –con capacidad para ocho pasajeros–, aún están bajo una nebulosa.
De acuerdo a El Mercurio, Jaque está en la mira de la actual dirigencia de la ANFP por los millonarios préstamos entregados a Deportes Concepción –club donde Jaque fue accionista– durante el período de Sergio Jadue. Según la misma nota, Jaque sería el primer querellado desde la caída de Sergio Jadue (ver reportaje de CIPER).
CIPER revisó las bitácoras de viaje del avión, los trayectos que realizó y quiénes lo abordaron (tripulantes y pasajeros), durante el periodo que estuvo en Brasil. La indagación da cuenta que la aeronave despegó 14 veces de aeropuertos brasileros, cumpliendo 44,2 horas de vuelo efectivas y trasladando durante esas dos semanas a 12 dirigentes y funcionarios de la ANFP.
Además de Nibaldo Jaque, la nómina de pasajeros que utilizaron la aeronave incluye al ex presidente de la ANFP, Sergio Jadue y al ex vicepresidente del organismo –y uno de los primeros dirigentes en traicionar la confianza del calerano–, Cristián Varela.A ellos se sumó una corte de funcionarios de la ANFP cercanos a Jadue, encabezada por Alfredo Asfura, Yamal Rajab (* ver Nota de la Redacción) y José Antonio Acosta, entre otros (ver lista de pasajeros).
El misterioso viaje de Jaque no es la única interrogante que se abre en este polémico episodio que vuelve a protagonizar la antigua dirigencia de la ANFP. La investigación de CIPER detectó que la empresa que prestó el servicio de aerotaxi en Brasil, Transportes Australis, está vinculada al ex presidente del Canal del Fútbol (CDF) Alberto Eguiguren, quien también es hombre de confianza del propietario de Santiago Wanderers, Nicolás Ibáñez. Una de las empresas que aparece como socia constituyente de Transportes Australis es Inversiones Australis, sociedad creada en enero de 2010 por Asesorías e Inversiones Los Espinos, de propiedad de Eguiguren, y VG Noramco, uno de cuyos socios es Pablo Vargas.
Consultado por CIPER, Alberto Eguiguren negó ser socio de Transportes Australis, asegurando que la sociedad “pertenece a un cliente de mi oficina de abogados”. Además fue tajante al señalar que no realizó gestiones para favorecer a la empresa aérea en este negocio:
–Yo no tuve ningún rol en este negocio. No lo conversé con el señor Jadue, como tampoco con algún otro dirigente o funcionario de la ANFP –dijo el abogado a CIPER.
Alberto Eguiguren fue uno de los primeros dirigentes en salir en defensa de Sergio Jadue cuando estalló el caso FIFA en 2015. En una entrevista a El Mercurio de julio de 2014, señaló: “Creo que (la ‘comisión sobornos’ liderada por Jaime Estévez) le va a dar la razón a Sergio y la tranquilidad para poder seguir libre de comentarios de personas malintencionadas que lo único que buscan es su salida y dañar su imagen. Son personas que buscan el poder, que tienen ambición y que quieren la figuración que les da este tipo de cargo”, sentenció.
Habían pasado cinco días desde la llegada de la selección chilena a Toca da Raposa II, su lugar de concentración durante el torneo, cuando el avión Piper CC-PZB de Transportes Australis despegó desde el Aeropuerto Arturo Merino Benítez con rumbo a Brasil. Era el 10 de junio de 2014 y en el avión sólo iban sus pilotos. Según información solicitada por CIPER a la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), la nave realizó una parada en Foz de Iguazú, para cargar combustible, antes de llegar a su destino final: Belo Horizonte (vea bitácora de viaje).
Al día siguiente de su llegada a tierras cariocas, el avión volvió a despegar. Esta vez con destino a Cuiabá, sede donde Chile jugaría el 13 de junio su partido inaugural contra el combinado australiano. En ese vuelo iban los funcionarios de la ANFP Alejandro Montoya, Yamal Rajab, Patricio Jerez, José Luis Pino, Marco Antonio Alfaro Maulén y algunos miembros del cuerpo técnico.
Los viajeros eran los integrantes del llamado “grupo de avanzada” de la ANFP, quienes debían llegar con antelación a las sedes donde jugaba la selección nacional para asegurarse de que todo estuviera preparado para el arribo de los jugadores. El avión regresó el mismo día a Belo Horizonte solo con la tripulación a bordo (vea bitácora de viaje).
Al día siguiente, el 12 de junio de 2014, el avión viajó desde Belo Horizonte a Sao Paulo para recoger a Sergio Jadue, Cristián Varela, Nibaldo Jaque, Alfredo Asfura y al periodista José Antonio Acosta. Todos ellos habían asistido a la jornada inaugural del mundial de fútbol en el Arena de São Paulo. Inmediatamente fueron trasladados a Cuiabá justo a tiempo para el primer partido de Chile (vea bitácora de viaje).
Según la información recogida por CIPER, el avión pasó dos noches en Cuiabá, y el 14 de junio los pilotos lo condujeron a Cabo Frío, donde quedó aparcado a la espera de nuevos desplazamientos. Al día siguiente, la nave realizó un viaje a Belo Horizonte solo con la tripulación (vea bitácora de viaje).
El 16 de junio el avión se trasladó a Río de Janeiro, sede en la que dos días después Chile enfrentó a España. Entre los pasajeros se encontraban Manuel Ojeda, Felipe Passi, Patricio Jerez, José Luis Pino y Marco Antonio Alfaro Maulén (vea bitácora de viaje).
Ese mismo día el avión retornó a Belo Horizonte, solo con la tripulación. Y al día siguiente se desplazó a Cabo Frío a la espera de instrucciones.
Para entonces, Chile había jugado dos partidos (contra Australia y España) y su juego deslumbraba a espectadores y comentaristas. El equipo liderado por Bravo, Sánchez, Vidal y Medel marchaba puntero en su grupo, junto a Holanda, y había eliminado al campeón del mundo vigente, España.
El último partido de la fase de grupos fue contra Holanda (23 de junio) en Sao Paulo. Tres días antes, el avión privado contratado por la ANFP se trasladó desde su hangar en Cabo Frío al “búnker” de La Roja en Belo Horizonte. Desde allí emprendió nuevamente viaje a Sao Paulo con Manuel Ojeda, José Antonio Acosta, Patricio Jerez, José Luis Pino y miembros del cuerpo técnico a bordo. La aeronave volvió ese mismo día a Cabo Frío sin pasajeros.
El avión alcanzó a estar dos días en Cabo Frío antes de emprender un nuevo vuelo. Fue un día antes del último partido por la fase grupal que enfrentó a Chile con Holanda el 22 de junio en el Arena de Sao Paulo. Este podría haber sido uno más de la decena de viajes que realizó la aeronave en Brasil con miembros de la ANFP, a no ser porque a bordo iba un único pasajero: Nibaldo Jaque (vea bitácora de viaje).
El viaje de Cabo Frío a Sao Paulo duró poco más de tres horas y tuvo un costo para la ANFP de US$13.500 ($7,4 millones). Si bien no existen vuelos comerciales desde Cabo Frío a Sao Paulo, el desplazamiento de Jaque costó más de 60 veces el valor de un pasaje aéreo en un vuelo comercial estándar de Santiago a Sao Paulo (US$220, aproximados).
Luis Faúndez, piloto del avión privado, dijo a CIPER que este viaje estaba programado desde un comienzo y que desconoce cómo Jaque llegó a Cabo Frío, lugar desde donde el avión despegó. Pero sí asegura que ellos no lo trasladaron al punto de partida. La bitácora de vuelo del avión Piper confirma lo dicho por Faúndez.
CIPER intentó contactar a Nibaldo Jaque, pero hasta el cierre de este reportaje no se obtuvo respuesta.
El 25 de junio, tres días antes del partido por octavos de final de Chile frente a Brasil, el avión privado que se arrendó para trasladar a funcionarios y dirigentes de la ANFP, regresó a Chile. Los registros de la DGAC, muestran que el avión matrícula CC- PZB aterrizó en el aeropuerto Arturo Merino Benítez a las 2:19 am del 26 de junio.
A bordo solo iban los tripulantes de cabina. El viaje era largo, por lo que el avión realizó dos paradas: primero en Asunción (Paraguay), por combustible; y otra en Córdoba (Argentina), por el clima. En total, más de 10 horas de vuelo.
Según la bitácora de la aeronave de Transportes Australis contratada por la ANFP, el avión realizó 14 viajes en Brasil (con y sin pasajeros), completando 44,2 horas de vuelo efectivas. El costo total fue de US$198.900, sin incluir las tasas de aeropuerto (FBO) y el arriendo de un teléfono satelital (obligatorio por regulación aérea). En total, la ANFP desembolsó US$242.109 ($138 millones), por el servicio de aerotaxi.
Tres días más tarde de la llegada del avión a Santiago, el 28 de junio, el travesaño de la Arena Mineirao impidió que Chile continuara con su participación en el Mundial de Fútbol. Nadie imaginó que dos años después del regreso de los directivos de la ANFP a Chile, el aerotaxi que los trasladó por Brasil durante el Mundial provocaría fuertes turbulencias.
Según los antecedentes recogidos por CIPER, la auditoría forense de Deloitte incluirá en la lista de operaciones financieras que podrían configurar delito la contratación de este avión privado. En esa auditoría es probable que se dilucide el oneroso gasto en que incurrió la ANFP para asegurar que un grupo reducido de sus directivos llegara con todas las comodidades a los partidos que jugó Chile en Brasil. Y también, por qué Nibaldo Jaque fue el único que tuvo el privilegio de utilizar el avión para viajar solo desde las hermosas playas de Cabo Frío a Sao Paulo para presenciar el cierre del grupo B del campeonato mundial.
Transportes Australis entregó a CIPER la nómina oficial de los directivos y funcionarios de la ANFP que utilizaron su avión durante la primera fase del Mundial de Fútbol 2014. En ese documento, aparece como pasajero de uno de los vuelos (realizado el 11 de junio de 2014 desde Belo Horizonte a Cuiabá) el coordinador de transporte de la ANFP durante el torneo, Yamal Rajab. Con posterioridad a la publicación de este reportaje, Rajab se contactó con CIPER para señalar que él finalmente no se embarcó en ese vuelo, y que otro funcionario tomó su lugar. Para respaldar sus dichos, envió a este medio un correo electrónico interno de la ANFP, fechado el 10 de junio de 2014, en el que aparece una lista de los pasajeros que abordaron el vuelo del día 11, y en ella en lugar de Yamal Rajab figura Manuel Ojeda, también funcionario de la ANFP.