$4.300 MILLONES EN ANTICIPOS PAGÓ LA USACH A ISOLUX CORSÁN
Rector Juan Manuel Zolezzi: “En marzo de 2015 me enteré que la obra estaba atrasada”
25.01.2016
Hoy nuestra principal fuente de financiamiento son nuestros socios. ¡ÚNETE a la Comunidad +CIPER!
$4.300 MILLONES EN ANTICIPOS PAGÓ LA USACH A ISOLUX CORSÁN
25.01.2016
Vea reportaje: «Usach: las pruebas que complican al rector en el juicio por coimas de Isolux-Corsán«
EL 22 de abril de 2015, la Universidad de Santiago (Usach) puso término anticipado al contrato adjudicado a una filial de la empresa española Isolux-Corsán por casi $10 mil millones para la construcción de un edificio docente de ocho pisos. El contrato alcanzó a estar vigente por más de 17 meses. Pero desde muy temprano comenzaron a evidenciarse irregularidades –graves atrasos en la obra y adelantos injustificados de dinero para la constructora–, las que no fueron objeto de ningún reparo por parte de las autoridades del plantel. Ello pese a que la información estaba en manos del prorrector, Pedro Palominos, y a que al menos en dos oportunidades -en agosto y diciembre de 2014- se le sugirió al rector, Juan Manuel Zolezzi, terminar anticipadamente el contrato y, luego, demandar a la empresa por lucro cesante (ver reportaje).
Pese a las alertas, el contrato siguió en pie por varios meses más, hasta que el escándalo estalló al quedar en evidencia el pago de sobornos de Isolux a un funcionario de la universidad responsable de autorizar los estados de pago a la constructora.
En esta entrevista con CIPER, el rector Zolezzi señala que recién en marzo de 2015 se enteró de las irregularidades, atrasos y adelantos de dinero fuera de norma, aunque luego matiza y señala que en la universidad “hay reuniones permanentes para ver cómo van las construcciones” y que en esas reuniones “pregunté si estamos atrasados, si no estamos atrasados, si el atraso es dentro de lo normal”. Para Zolezzi, las sucesivas irregularidades en la obra, ya visibles a mediados de 2014, “no estaban tan presentes” como para haber finiquitado el contrato ese año.
-Señor rector, hace nueve meses le preguntamos si usted conocía a la empresa Corsán Corviam, filial de Isolux, y usted señaló que de vuelta de vacaciones en febrero o marzo de 2015 se había enterado de que había una empresa española trabajando para la universidad. ¿Cuándo supo usted que había un grave atraso en las obras, además de anticipos de dineros que no se correspondían con el avance real de la construcción?
Tal cual como le dije, en marzo a vuelta de vacaciones y después de pasar por Valdivia y ver el desastre del Puente Caucau, yo llegué preguntando qué empresa está construyendo qué. Porque la verdad es que cuando uno firma los documentos, si bien lee las condiciones o adjudica, en este caso la encargada de la adjudicación era una comisión, en las cuales yo no participo por principio. Tampoco recibo ni a proveedores ni a dueños de empresas. Yo hice las preguntas correspondientes y me dijeron que sí, que había una empresa española y yo dije: “Bueno, pero hay ciertos problemas con algunas empresas españolas, cómo estamos aquí”. Bueno, estamos atrasados, estamos no solo atrasados, no sabemos si efectivamente ha habido alguna indicación sobre esto y yo dije, bueno, averigüen, a gente que es más bien administrativa en este tema.
-¿La persona más cercana a usted que sabía de esto era el prorrector Pedro Palominos?
Sí, a él le corresponde esta parte de la pega. Él es el encargado de toda la parte administrativa financiera, y también de todo lo que son las adquisiciones, infraestructura, y todo lo demás.
-Volvamos a marzo de 2015…
Bueno, ahí nos enteramos, yo me enteré por lo menos, que estábamos atrasados, de que se habían hecho indicaciones de multa y también me fui enterando de que había anticipos. Pero esto de que había anticipos irregulares yo me enteré después de que se fue Mauricio Carrasco (el ex director de Administración y Finanzas). Porque después apareció la denuncia de esta persona que viene de la Contraloría y nos dice: “mire usted, ¿sabe de esto?”. Yo no tenía idea…
-Con “esto” se refiere a las dádivas que recibió Mauricio Carrasco, los pasajes y estadía en Brasil…
Sí. Cuando me entero, pedí que lo trajeran directamente a mi oficina. El asumió lo que hizo.
-Los antecedentes que manejamos nosotros indican una cronología distinta. El 26 de agosto de 2014 usted tuvo una reunión, en la que también participó el prorrector, en la que funcionarios de la universidad y que estaban encima de la obra, le informaron a ambos sobre los atrasos y anticipos injustificados hechos a esta empresa. Eso ocurrió muchos meses antes de que usted llegara de vacaciones.
Sí.
-Y en esa reunión se les explicó que había una serie de incumplimientos por los cuales se podía poner término anticipado al contrato. Se les sugirió de hecho, que una salida era que se relevara a la empresa y que parte de la obra la asumiera el Ministerio de Obras Públicas (MOP). Los antecedentes que recogimos es que usted se enteró bastante antes, al igual que el prorrector. De hecho, en la querella que usted presenta en abril de 2015 por los anticipos de $200 y $300 millones y la devolución de retenciones por $374 mil…
Yo no conozco el texto de la querella en detalle.
-Ese texto dice…
Si tú me lo dices es así, pero yo no conozco el texto…
-El texto dice que ni el rector ni el prorrector ni la división jurídica de la universidad habían sido informados por los canales adecuados de las irregularidades hasta que Mauricio Carrasco se fue de la universidad el 5 de marzo de 2015. Hay un informe de la contraloría interna de la universidad de diciembre de 2014, cuatro meses antes, dirigido a usted, al prorrector y al presidente de la junta directiva de la universidad, donde se impugnan esos mismos pagos. Entonces, vuelvo a hacer la pregunta: ¿Cuál era el conocimiento de las autoridades de la universidad respecto de esta situación?
A ver, yo dije que respecto de que la empresa era española me enteré en marzo, porque llegué preguntando. Ahora, fuera de eso, aquí hay reuniones permanentes digamos, sobre cómo van las construcciones, cómo va ese tema, etcétera, vamos rotando, digamos. Y probablemente tuvimos reuniones y yo pregunté si estamos atrasados, si no estamos atrasados, si el atraso es dentro de lo normal, en fin. Yo no puedo decir que no haya sido así. Eso es normal en cualquier construcción, es decir, hay atrasos por a, b, c y d motivos. En algún momento se nos dijo incluso que había un atraso porque algo estaba mal calculado, una losa, una cosa así, por lo tanto no te queda más que aceptarlo. ¿Qué vas a hacer? No puedes llegar y decir: “Sabe, váyanse ustedes, vengan los otros”. Uno tiene que tratar de presionar para que la empresa haga… hasta que tú encuentres un ilícito realmente que te permita decir sabe qué más, aquí hay que terminar.
-¿No se habían constatado irregularidades suficientes a mitad de 2014 como para tomar esa decisión? No, yo diría que no estaban tan presentes.
-Hay un informe del inspector técnico de obras contratado por la universidad de principios de septiembre de 2014, que fue enviado a algunas autoridades de la universidad, donde dice de manera perentoria que el contrato hay que terminarlo porque la situación ya no da para más. Después, en diciembre, la contralora universitaria señala que los hechos ameritan que se presente una demanda por lucro cesante. ¿Se presentó la demanda?
No, eso no se hizo. Lo que se hizo fue ir evaluando la situación permanentemente desde que se inicia la construcción. Se va evaluando si efectivamente vamos a seguir soportando los atrasos o no vamos a hacerlo, también lo que se hace es evaluar si todas las cosas están al día. Por ejemplo, para poner término anticipado exigí, cualquiera sea la empresa digamos, que las boletas estuvieran al día, cosa que no estaban a diciembre de 2014. Lo que necesitaba era pedirle en buenos términos a la empresa que pusiera las boletas al día y en fecha que fueran un respaldo para la universidad. Las primeras boletas habían vencido, por lo tanto había que renovarlas, eso tomó un determinado periodo de tiempo, porque no es cosa que se pida y que lo hagan altiro. Y una vez que estuvimos seguros… incluso no había acuerdo en el departamento jurídico en esos momentos, si la mejor solución era continuar o ponerle término… Siempre en una obra, cualquiera sean las condiciones, no es una decisión fácil si terminar o seguir adelante. A ver, tú dices, mira, le hemos pasado $300 millones, $500 millones, $1.000 millones; pero si le pasamos $500 más a lo mejor sale adelante o a lo mejor no. Si tú la terminas estás dispuesto a asumir el costo de tener un año -como sucede en este momento- parada la obra.
-¿Fue la prueba de la coima que recibió Mauricio Carrasco lo que los llevó finalmente a poner término al contrato? Hasta ese momento no había ninguna irregularidad manifiesta.
-La gota que rebalsó el vaso fue que si Mauricio Carrasco tenía relaciones de esa índole con esta empresa, el tema era mucho mayor de lo que nosotros imaginábamos. Entonces yo dije pongan todos los antecedentes… Nosotros le pedimos al Consejo de Defensa del Estado (CDE) que se hiciera parte. O sea, el CDE reconoce que la universidad tiene razón en lo que está pidiendo y asume el juicio contra la empresa y contra Mauricio Carrasco. Afortunadamente no le debemos un peso a nadie, nosotros estamos a buen recaudo, hemos tomado todas las precauciones, hemos reestructurado el departamento de construcciones.
-¿Hace algún mea culpa usted u otros directivos de la universidad por esta situación, tomando en cuenta que estaban informados de las irregularidades ocho meses antes de que se finiquitara el contrato y recibieron sucesivas alertas? ¿Se reaccionó tarde?
-Siempre es posible hacer mea culpas y si yo tengo que asumir alguna culpa no tengo problemas. Pero yo creo que la decisión que se tomó no es fácil. Imagínate el daño para nosotros: 40 salas de clase, 2.500 estudiantes…
-Por lo mismo, ¿por qué no se demandó por lucro cesante a la constructora cuando lo recomendó la contraloría universitaria?
-Pero sí se hizo. Se hizo dos meses después, se prepararon todos los elementos y se hizo.
-¿Está demandada Isolux-Corsán por lucro cesante?
-Está hecho todo. Sí, hay una querella criminal, hay…
-Sí, pero ninguna por lucro cesante.
-Pero hay en el juicio, la querella criminal va por el lucro cesante, está calculado y todo. Se entregaron todos los antecedentes. Yo no me voy a quedar tranquilo con el lucro cesante. Tuvimos un paro de cuatro meses y medio de los estudiantes y uno de los principales reclamos fue por salas de clase. Ahora, respecto de por qué las cosas no se hicieron así tan rápidamente cuando abrió la boca el primero, porque resulta que a veces el primero que abre la boca no tiene la razón. Y segundo, porque, mira, hay libros escritos sobre este tema, entre la decisión de cerrar o continuar, y no es llegar y hacerlo.