CLUBES AVALARON CUENTAS “TRUCHAS” DE SU UNIDAD DE ANALISIS FINANCIERO
Platas de la ANFP: todas las evidencias contra Jadue que los dirigentes dejaron pasar
26.11.2015
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CLUBES AVALARON CUENTAS “TRUCHAS” DE SU UNIDAD DE ANALISIS FINANCIERO
26.11.2015
Vea también: Especial Ciper, «Cronología: Las huellas de la gestión de Jadue al mando del fútbol chileno»
“Todos fuimos engañados por Sergio Jadue”, fue la afirmación que lanzó Jaime Estévez, ex presidente de Cruzados SADP al estallar el escándalo por las millonarias coimas que Jadue recibió en la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol). La frase de Estévez, quien estuvo a cargo de la comisión que investigó las cuentas personales del ex presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), ha sido repetida una y otra vez en estos días por la mayoría de los dirigentes de esa organización. Todos dicen no haber sabido nada de su oscuro historial. La indagación de CIPER muestra que los mismos dirigentes que hoy rasgan vestiduras, dejaron pasar irregularidades groseras, como que Jadue contrató a un arquitecto ligado a su círculo íntimo, Leonidas Laoutari Escaff, para el diseño y construcción de la remodelación de la sede de la ANFP en Quilín, del Complejo Deportivo Fernando Riera y del mausoleo de los ídolos del ‘62, todas obras de cuyo gasto total no hay información. Laoutari es el mismo arquitecto que le hizo a Jadue la ampliación y remodelación de la residencia que compró en Huechuraba y que vendió poco antes de abandonar el país (ver recuadro).
La relación de Jadue con Laoutari es tan estrecha que el entonces presidente del fútbol chileno contrató al hijo del arquitecto, Rodrigo Laoutari Argelery, como subgerente de Estudios y Desarrollo de la ANFP, convirtiéndolo en uno de sus colaboradores de confianza. Entre los funcionarios de la asociación y al interior del Consejo de Presidentes que agrupa a los clubes profesionales, todo el mundo conocía estas relaciones, pero preferían mirar para el lado.
Leonidas Laoutari hoy ya no ocupa la oficina de la que disponía en la sede de la ANFP. Al consultar por él en dichas instalaciones, la respuesta fue: “No, él ya no viene aquí desde el viernes 20 de noviembre. Fue despedido… Tiene un vínculo con Sergio Jadue”.
Esta manga ancha frente al nepotismo de Sergio Jadue se repitió en aspectos mucho más trascendentales. Uno de ellos es el control de las cuentas de la ANFP, una institución que mueve miles de millones de pesos. Sólo en 2015 repartió a los clubes más de $33 mil millones provenientes de las utilidades anuales del Canal del Fútbol (CDF) y recibió otros $7.500 millones de la Conmebol por la Copa América. Además, registra ingresos por US$106 millones (cerca de $72.715 millones) por contratos asociados a la imagen de la selección, y Nike le paga US$7,2 millones anuales (unos $5.132 millones) por vestir a la Roja.
El supuesto garante de que el dinero se repartiera y utilizara correctamente en cada uno de los clubes era la Unidad de Control y Análisis Financiero de la ANFP, una división creada por Sergio Jadue y aprobada por el Consejo de Presidentes en enero de 2013. En los hechos, esta unidad hacía una revisión superficial del manejo de los dineros. Por eso, su principal responsable, Rodrigo Grümberg, gerente general de la ANFP, está ahora en la mira de quienes investigan las jugadas financieras de Jadue.
Para este viernes 27 está programado uno de los Consejos de Presidentes de la ANFP más esperado desde la crisis que, a inicios de 2011, desalojó a Harold Mayne-Nicholls y provocó la renuncia de Marcelo Bielsa. Probablemente, lo que se escuchará en esa reunión será un coro de acusaciones y reproches que buscará acotar las responsabilidades a Jadue y sus dos escuderos: Nibaldo Jaque, secretario general de la ANFP (separado de su cargo desde la semana pasada) y Mauricio Etcheverry, principal asesor de Jadue y quien lo acompañaba a las reuniones de la Conmebol, donde el ahora defenestrado jefe del fútbol recibió coimas por US$2,2 millones.
Etcheverry ya había enfrentado en marzo de 2011 problemas por irregularidades financieras. En esa fecha fue separado del directorio de la ANFP, luego de que se conociera que siendo presidente de La Serena giró 130 cheques sin fondos. A pesar de esos antecedentes por todos conocidos, nadie en el Consejo de Presidentes objetó que Jadue lo contratara como su mano derecha.
Las críticas que con seguridad se multiplicarán en la asamblea de este viernes 27, vendrán de los mismos que en los últimos cinco años han aprobado todas las cuentas del directorio de Sergio Jadue y de su Unidad de Análisis.
Uno de los que ahora quiere separar aguas es Cristián Varela, vicepresidente de la ANFP en el primer periodo de Sergio Jadue (2011-2014) y miembro del actual directorio que encabezaba el calerano. Jadue lo ungió como responsable del Comité Organizador Local del Mundial Sub 17, lo encumbró hasta la Comisión de Finanzas de la Conmebol en marzo pasado y luego a la Comisión de Disciplina de la FIFA, en mayo último. Varela ocupó todos estos puestos a pesar de su evidente conflicto de interés: es dueño de Chilefilms, la empresa que le arrienda equipos de transmisión al Canal del Fútbol (CDF) y que prestó servicios para Copa América (vea el reportaje de CIPER).
Ahora, después de tantas muestras de confianza entre Jadue y Varela, este último declaró a Tele13 Radio que él y todos los miembros del directorio fueron “pelotudos”, por no haber advertido los enjuagues del ex timonel de la ANFP: “Confiamos en que las cosas se estaban haciendo como yo estoy normalmente acostumbrado a que ocurran”, dijo.
Como Varela, serán varios los dirigentes que intentarán evitar el cartel de haber sido cómplices o, al menos, “cómplices pasivos”.
El mismo Consejo de Presidentes que se reunirá este viernes 27 para rematar en el suelo a Sergio Jadue, tuvo en sus manos la posibilidad de haber advertido desde el inicio de su mandato el desorden en las cuentas de la ANFP, pero nadie levantó la mano. La mayoría prefirió compartir con Jadue el éxito de su gestión por el rendimiento de la selección en el Mundial de Brasil, la obtención de la primera Copa América para Chile y el saneamiento de las cuentas de los clubes endeudados con factorings.
De hecho, le permitieron iniciar su segundo periodo, en enero de 2015, haciendo caso omiso de las pruebas que indicaban que mintió en el proceso judicial contra el dueño de Unión La Calera, Tomás Serrano, acusado de estafa y condenado a 15 años de cárcel (vea el reportaje de CIPER).
El Consejo de Presidentes invariablemente aprobó todos los informes de la Unidad de Control de Análisis Financiero de la ANFP y también aquellos que rendían cuenta sobre los avances de la organización de la Copa América. Aunque hoy la mayoría de los dirigentes dice que esos informes eran muy superficiales, en su momento nadie pidió una revisión o una auditoría.
Ahora, las principales sospechas de “forados” en los fondos de la ANFP recaen justamente en los vacíos detectados en los ingresos por la Copa América. Y también en el eventual abultamiento de los préstamos aportados por la asociación a los clubes, lo que le permitió a Jadue contar con la lealtad de las instituciones favorecidas por esta práctica irregular. De acuerdo con la información publicada por La Tercera, son siete los clubes que recibieron préstamos adicionales al límite de US$1 millón para sacarse de encima a los factoring: Deportes Concepción, Everton, San Luis, Unión La Calera, Ñublense, Antofagasta y La Serena.
La Unidad de Control y Análisis Financiero creada por el directorio de Sergio Jadue, tenía como misión fiscalizar las finanzas de los clubes. Para ello, podía solicitar una vasta documentación a cada equipo: contratos y cuentas referidas a ingresos por el CDF, publicidad, merchandising, aportes de la ANFP y remuneraciones, entre otros ítems. Pero lo que mostraba en sus informes ante el Consejo de Presidentes -y solo presentó dos en todo 2014-, era una simple presentación Power Point con cifras someras. Dirigentes consultados por CIPER dijeron que esta revisión superficial impidió que los miembros del consejo se enteraran de que había clubes sobre endeudados, a los que la ANFP les estaba haciendo aportes por sobre los límites permitidos.
Los estados financieros de las sociedades anónimas que administran los clubes deben ser visados por la Unidad de Control de la ANFP y enviados a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS). En la SVS informaron a CIPER que hay 19 sociedades anónimas dueñas de clubes (de un total de 42) que no le han enviado sus memorias y, por consiguiente, sus estados financieros, tal como lo exige la ley. En agosto pasado, la SVS ofició al Instituto Nacional de Deportes (IND) por estos incumplimientos (vea ese oficio).
Ante esas irregularidades, la Unidad de Control creada por Jadue jamás debió haber visado las cuentas de estos clubes. Pero lo hizo, y de esa forma comprometía la lealtad de estos equipos con la gestión del directorio encabezado por el calerano. Y la gratitud debió ser enorme, proporcional a la sanción que se evitaba: el reglamento de la Unidad de Control establece que “si un equipo no hace entrega de información suficiente (…) será sancionado con el descenso a la categoría inmediatamente inferior”. Las mismas normas también contemplan multas para los clubes que entreguen información financiera que resulte rechazada.
De los préstamos que la ANFP facilitó a los clubes, el destino de unos $6.500 millones está en la nebulosa. El Mercurio señaló que fueron 15 los clubes que accedieron a este gran pozo, de manera que superaron el límite de $50 millones que se estableció en 2012 para los préstamos que anualmente puede entregar la ANFP a cada equipo. Según la misma nota de El Mercurio, unos $3 mil millones del monto que ahora está bajo revisión, fueron a parar a los clubes vinculados a Jadue (Unión La Calera) y Jaque (Deportes Concepción).
Los préstamos los autorizaban, precisamente, Nibaldo Jaque y Sergio Jadue. Y los revisaba la Unidad de Control encabezada por el gerente Grumberg. El resto del directorio, de acuerdo con la gráfica y coloquial descripción que ha hecho Varela, asegura que nunca se enteró de tamaño desembolso. Y en el Consejo de Presidentes, donde al menos los dirigentes de 15 clubes sabían que sus instituciones habían recibido más dinero del permitido, todos callaban.
Recién en la reunión de directorio del pasado 5 de noviembre, donde no estuvo presente Sergio Jadue, se presentaron los primeros cuestionamientos por la laxitud de las rendiciones de cuentas de los préstamos. Un día antes se había entregado a la justicia de Estados Unidos el presidente del fútbol colombiano, Luis Bedoya, y Jadue ya sabía que con esa jugada su suerte estaba echada (ver el reportaje de CIPER). En esa cita del directorio de la ANFP, las críticas provinieron de su antiguo aliado, Cristián Varela, con quien ahora estaba en veredas opuestas debido a que diferían respecto del futuro del millonario negocio del CDF. Varela apoyaba la entrega del canal en concesión a Fox Sports, mientras que Jadue se oponía a cerrar el negocio con la poderosa cadena estadounidense.
Al día siguiente, el viernes 6 de noviembre, se efectuó el Consejo de Presidentes. Allí y por primera vez en los cinco años del mandato de Jadue y a seis meses de conocidas las acusaciones de sobornos en la Conmebol, se hicieron severos cuestionamientos a las cuentas que mostró el calerano. Fue uno de los consejos más cortos en la historia del fútbol profesional chileno: duró menos que un tiempo de un partido de fútbol. Antes de que se cumplieran 45 minutos, Jadue se retiró indignado.
En ese consejo, Jadue exhibió las cuentas de la Copa América. En la rendición se aseguró que a los clubes ya se les había repartido un pozo de $3.200 millones, correspondientes a ingresos del torneo continental. Fue el representante de la U. de Chile el que encendió la mecha al afirmar que, en realidad, ese dinero provenía de los ingresos por los derechos de la selección chilena que paga anualmente MegaSports, empresa de la que es dueño el mismo presidente de la “U”, Carlos Heller.
No fue el único reparo que se le hizo ese día a las cuentas de Jadue. Porque hay otros $1.500 millones de ingresos de la Copa América cuyo gasto no fue informado en ese consejo. Sergio Jadue no pudo aclarar el enredo y lo que quedó flotando en el aire era que había un “hoyo” de al menos $3.200 millones en la cuentas de la Copa América.
Ofuscado, el hasta ese momento presidente de la ANFP fue presa de un berrinche y dejó la sala, amenazando con un “nunca más les reparto plata”. El único “nunca más” que se concretó después de esa pataleta, es que los dirigentes no volvieron a verle la cara a Jadue. El lunes 9 de noviembre partió en un misterioso viaje a Brasil donde contactó a la oficina del FBI para América Latina, regresó el jueves 12 y el martes 17 ya estaba camino a entregarse a la justicia de Estados Unidos.
El escándalo de los sobornos pagados a dirigentes de la FIFA y Conmebol por los derechos de la Copa América, investigados por la fiscal estadounidense Loretta Lynch, estalló el 27 de mayo pasado. La acusación que formuló Lynch fue dura y clara: informó que siete dirigentes de la Confederación Sudamericana, a los que no identificó, habían recibido ilegalmente US$1,5 millón cada uno. Rápidamente, se instaló la sospecha de que en esa nómina estaba el nombre del dirigente chileno. Recién entonces se encendieron tímidamente algunas luces rojas sobre la gestión de Jadue. El Consejo de Presidentes formó una comisión que revisó sus cuentas personales, encabezada por el ex presidente de Cruzados, Jaime Estévez, la que concluyó que el patrimonio de Sergio Jadue estaba en orden.
Dos meses después de conocidas las acusaciones de la justicia de Estados Unidos, la ANFP dio el primer paso serio para revisar las cuentas de la Copa América: el 23 de julio se puso en marcha una comisión auditora de los ingresos y gastos relacionados con el certamen continental, la que es encabezada por el ex contralor Ramiro Mendoza y en la que participa el ex ministro Felipe Bulnes.
El miércoles 26 de noviembre, Mendoza informó a la prensa, de manera genérica, que su comisión ha detectado desorden contable, falta de consistencia en las cuentas y dobles ingresos. También dijo que están revisando traspasos de dineros entre la ANFP, los clubes y el Comité Organizador Local de la Copa América. Este último comité estaba formado por los mismos integrantes del directorio que encabezaba Jadue: los vicepresidentes Jaime Baeza (quien asumió la presidencia tras la caída de Jadue) y Antonio Martínez; el secretario Nibaldo Jaque, el tesorero Jorge Fistonic y los directores Cristián Varela y Alex Kiblisky. Como director ejecutivo del comité fue contratado René Rozas, quien además se desempeñaba como gerente de Competiciones de la ANFP, cargo del cual fue despedido el miércoles 25 de noviembre.
La primera palada de tierra que cayó sobre Sergio Jadue, tuvo lugar el 23 de octubre pasado. Ese día los auditores de la empresa RSM firmaron y entregaron su informe sobre las cuentas de la Copa América, el que resultó lapidario para el calerano. Un dirigente que conoció la elaboración de este reporte de 15 páginas, indicó a CIPER que la principal conclusión es que no hay documentos que permitan acreditar cómo y dónde ingresaron los US$7,5 millones entregados por la Conmebol a la ANFP para organizar el campeonato sudamericano de selecciones.
El mismo informe da cuenta de los ingresos que tuvo la ANFP a través de la venta de entradas para la Copa América, las que fueron comercializadas por Ticketpro. Fueron poco más de $19 mil millones la suma que transfirió la empresa ticketera a la ANFP. En total, el torneo reportó ingresos por $23.782 millones y la utilidad final fue de $11.817 millones. En este pozo de plata está sumergido en estos días Ramiro Mendoza. Varios de los dirigentes del fútbol consultados por CIPER señalaron que todo indica que el ex contralor tendrá más novedades ingratas para contar al país.
Las remodelaciones de la sede de Quilín y del Complejo Deportivo Fernando Riera de la ANFP, y la ampliación de la casa que Sergio Jadue habitaba con su familia en Huechuraba, tienen un factor común: las hizo el mismo arquitecto y constructor, Leonidas Laoutari Escaff. Los estrechos vínculos entre Laoutari y Jadue eran ampliamente conocidos entre los dirigentes del fútbol, pero nadie puso reparos a que una persona que gozaba de una relación tan familiar con el presidente del fútbol se adjudicara el negocio de las construcciones financiadas por la ANFP.
Más aún, nadie objetó que Laoutari lo hiciera al mismo tiempo que ejecutaba la ampliación de la casa del propio Jadue.
El “Certificado de recepción definitiva de obra menor” que lleva el Nº 03 y que fue emitido por la Dirección de Obras de la Municipalidad de Huechuraba el 7 de enero de 2014, acredita que la ampliación de una casa ubicada en calle Paineo y que hasta ese momento figuraba a nombre de Sergio Jadue, fue proyectada y construida por Laoutari (vea una copia del certificado). Ese inmueble habría sido vendido posteriormente por Jadue, quien desde esa casa se trasladó a un amplio y lujoso departamento en Vitacura donde residía cuando debió abandonar el país.
En las mismas fechas en que efectuó la ampliación de su casa en Huechuraba, aún estaba en curso la remodelación de las instalaciones de la sede de la ANFP en Quilín, de acuerdo con la información publicada en la Memoria 2013 de la misma asociación de fútbol. “El proyecto ha estado a cargo del arquitecto Leonidas Laoutari Escaff”, señala el texto, sin mencionar el detalle de la inversión que hizo la ANFP en esa construcción.
En la Memoria 2013 también se informa que Laoutari “fue el responsable, entre otros proyectos, del diseño y construcción del mausoleo en el Cementerio General entregado por el presidente Jadue a los jugadores de la histórica selección nacional que obtuvo el tercer lugar en (el mundial de) 1962”.
El mismo Laoutari estuvo a cargo de la construcción del Complejo Deportivo Fernando Riera, ubicado en Macul frente a las instalaciones de Juan Pinto Durán. Así lo informó a CIPER el administrador de ese recinto, Luis Alberto Campos. En la Dirección de Obras de la Municipalidad de Macul informaron que no hay registro de la construcción de ese complejo. Por lo mismo, según explico el director de Obras, Osvaldo Berríos, la edificación se realizó sin los permisos correspondientes y ya se hizo la denuncia al Juzgado de Policía Local. La municipalidad notificó a la ANFP para que subsane la irregularidad y la asociación pidió más plazo.
El arquitecto Laoutari es padre de Rodrigo Laoutari Argelery, quien también forma parte del círculo íntimo de Jadue. Rodrigo Laoutari fue contratado como subgerente de Estudios y Desarrollo de la ANFP bajo la gestión de Sergio Jadue y ocupó ese cargo hasta septiembre de 2013. Dos meses después fue nombrado director de Infraestructura en el Comité Organizador Local del Mundial Sub 17.
Vea la carta enviada por la ANFP a CIPER y la respuesta de CIPER