CINCO CONTRATOS DE LA MULTINACIONAL HAN SIDO RESCINDIDOS EN CHILE POR GRAVES IRREGULARIDADES
USACH cancela contrato con Isolux-Corsán y se querella por fraude al Fisco y cohecho
04.05.2015
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CINCO CONTRATOS DE LA MULTINACIONAL HAN SIDO RESCINDIDOS EN CHILE POR GRAVES IRREGULARIDADES
04.05.2015
Vea también:
– «Isolux-Corsán: su historial de lobby y coimas en contratos por $141 mil millones en Chile»
– «Fiscalía allana oficinas de Isolux–Corsán en Chile por coimas en la USACH»
La Universidad de Santiago (USACH) rescindió un contrato por $10 mil millones con la multinacional española Isolux-Corsán para la construcción de un edificio docente. La casa de estudios estatal presentó además una querella por el delito de fraude al Fisco y cohecho ante el Sexto Juzgado de Garantía de Santiago y una denuncia ante la Fiscalía Nacional Económica por “posible colusión”.
Las drásticas medidas fueron dadas a conocer este lunes 4 de mayo, 14 días después de que CIPER publicara un reportaje que dejó en evidencia el nutrido prontuario de malas prácticas de la compañía en Chile (ver: Isolux Corsán, su historial de lobby y coimas en contratos por $141 mil millones en Chile). En la investigación se detallan las coimas y el lobby que desplegó la compañía ante distintas autoridades para adjudicarse varias de las millonarias licitaciones y obtener prórrogas en los plazos de entrega y omisión de multas por atraso. Allí también se evidencian las pruebas que inculpan al ex director de Administración y Finanzas de la USACH, Mauricio Carrasco Torres, como receptor de coimas por parte de la compañía. Carrasco formó parte de la terna que adjudicó la licitación a Isolux y fue el principal responsable de supervisar la marcha del proyecto.
El término anticipado de contrato cae justo cuando la obra, según los plazos estipulados en la licitación, debía estar terminada. No obstante, recién comenzaba la construcción del segundo de los ocho pisos del edificio.
Se trata del quinto contrato de Isolux-Corsán que es rescindido anticipadamente producto de severas irregularidades en la ejecución de las obras. En el lapso de 24 meses, la empresa había logrado cerrar en Chile siete contratos con distintas entidades públicas por un total de $141 mil millones.
El primero, en marzo de 2012, fue para la construcción del puente sobre el río Maule (Séptima Región), por un total de $13 mil millones, previa licitación del Ministerio de Obras Públicas (MOP). El último, en agosto de 2014 para el desarrollo de una obra vial (“Mejoramiento del Circuito Portales-O’Higgins”) en la comuna de San Antonio (Quinta Región) por $3 mil millones. Entre ambos, figura una larga lista de obras emblemáticas adjudicadas a Isolux en distintas regiones del país: el Puente Bicentenario (Región del Biobío), el Hospital de Pitrufquén (Región de la Araucanía), el Estadio de Calama (Región de Antofagasta), la extensión de la Línea 3 del Metro (Región Metropolitana) y un edificio docente de ocho pisos para la USACH. Tras el anuncio de la universidad estatal, sólo siguen en pie los contratos para la construcción del puente sobre el río Maule, que ya fue entregado y se encuentra en revisión por parte del MOP, y las obras para la extensión del Metro.
El 22 de abril pasado, dos días después de la publicación del reportaje de CIPER, el rector de la Universidad de Santiago, Juan Manuel Zolezzi, envió a la Contraloría General de la República el decreto universitario Nº 789 para la toma de razón del organismo. En él, se dispone “el término anticipado de contrato para la ejecución de la obra” con Isolux.
Este es el quinto contrato, de los siete adjudicados en Chile a Isolux-Corsán en los últimos tres años, que se ha finiquitado de manera anticipada. En todos ellos la principal causal apunta en una dirección: atraso generalizado en las obras. En el caso de la USACH, sin embargo, pesan irregularidades adicionales que resultan más graves. Son estas irregularidades las que motivaron también acciones adicionales al término anticipado de contrato: la presentación de una querella en el Sexto Juzgado de Garantía de Santiago y de una denuncia en la Fiscalía Nacional Económica.
–En relación a la querella, ésta fue presentada por el delito de fraude al Fisco y cohecho en contra de quienes resulten responsables de tales ilícitos, identificándose como posible participante en tales hechos a un ex funcionario de la universidad. Mientras que, la denuncia en la Fiscalía, obedece a una posible colusión en el proceso de licitación pública de la citada obra, que involucraría a dos ex funcionarios del plantel –señala el comunicado publicado hoy por la USACH.
La querella por fraude al Fisco y cohecho involucra a Mauricio Carrasco Torres, ex director de Administración y Finanzas de la USACH. Tal como reveló CIPER, la dirección de Administración y Finanzas es un cargo de confianza de rectoría. Fue el propio Zolezzi quien en 2012 llevó a Carrasco –que hasta entonces se desempeñaba en la División de Educación Superior del Ministerio de Educación– a la USACH.
En el reportaje publicado el 20 de abril, CIPER exhibió una serie de correos electrónicos que dejaron en evidencia cómo en junio de 2014 altos directivos de Isolux en Chile gestionaron y pagaron los pasajes, la estadía y los tickets para que Carrasco fuera al Mundial de Fútbol de Brasil junto a su señora, precisamente al partido de octavos de final en el que el conjunto nacional se enfrentaba a los Pentacampeones. Dos días más tarde, el ex director de Administración y Finanzas aprobó un adelanto de dinero para la compañía que no correspondía. Para esa fecha, además, la empresa cargaba con una serie de multas por evidentes atrasos en la ejecución de las obras que no habían sido cursadas por la universidad.
Aunque no se entregaron mayores detalles, la denuncia presentada en la Fiscalía Nacional Económica por “posible colusión en el proceso de licitación pública” y que involucra a dos funcionarios, refiere a la actuación del propio Carrasco y del arquitecto de la USACH Felipe Reyes Vergara, quienes formaron parte de la comisión evaluadora de la universidad que adjudicó el millonario proyecto a Isolux-Corsán.
Tal como reveló CIPER las irregularidades se arrastrarían desde antes de que Isolux ganara la licitación. En pleno proceso de evaluación de las propuestas de los dos oferentes (Isolux y la empresa Transportes y Excavaciones), la compañía española manejaba el detalle de oferta de su competidora y ya sabía que el resultado de la licitación se inclinaría a su favor. Fue desde la propia comisión de evaluación –conformada por Carrasco, Reyes y el prorrector de la USACH, Pedro Palominos Belmar– que se filtró la información a los directivos de Isolux. Así se lee en un correo electrónico al que tuvo acceso CIPER enviado por el director de Isolux–Corsán para América Latina, Juan Carlos de Goycochea, a sus superiores en España:
“Ni el plazo ni los antecedentes son públicos, pero te puedo decir que tuvimos mejor plazo de ellos (…) pero estamos unos US$ 4 millones por encima del presupuesto oficial (…) No obstante, por la misma vía que sabemos todo esto, hemos logrado un dictamen de la comisión que obra en mi poder, que aconseja la adjudicación a Corsán. Esto por supuesto es absolutamente confidencial y no debe ser transmitido a nadie, menos en Chile”.
Es en ese mismo correo electrónico, en el que Goycoechea reconoce haber hecho gestiones en Chile para que Isolux se quedara finalmente con los contratos de otras cuatro obras emblemáticas: los puentes Maule y Bicentenario, el Hospital de Pitrufquén y el Estadio de Calama.
“En los puentes Biobío (Bicentenario) y Maule, se escribió el dictamen que nos dejaba afuera (…) y el lobby me llevó a sentarme con el presidente de la comisión de adjudicación de la obra, con el director de Vialidad y con el ministro de Obras Públicas, y por ello se salvó el contrato. Igual el caso del Estadio de Calama que estamos fuera por el presupuesto oficial y lo dimos vuelta en otras reuniones…”, escribió Goycoechea.
Junto con ponerle la lápida de manera anticipada al contrato con Isolux, la USACH ejecutó el cobro de las boletas de garantía entregadas por la multinacional como resguardo para el cumplimiento del contrato. En total suman $3.200 millones. Según el rector Zolezzi, el dinero recuperado, sumado a lo construido hasta el momento, “representa una positiva defensa” del patrimonio de la universidad.
El cobro de la garantía motivó que el 24 de abril pasado Isolux presentara un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de Santiago para obtener una orden de no innovar que permitiera congelar la liquidación del dinero por parte de la USACH. El recurso, sin embargo, fue desestimado por la justicia.
Paralelamente a las acciones judiciales presentadas por la USACH, el Ministerio Público ya ha ordenado una serie de diligencias para esclarecer la participación de Carrasco y otros funcionarios de la universidad en la presunta red de corrupción montada por Isolux para adjudicarse el contrato y obtener adelantos de dinero y omisión en el cobro de multas por atraso. La causa, originada por una denuncia anónima ante la Fiscalía, está a cargo del jefe de la Fiscalía Metropolitana Centro Norte, Andrés Montes Cruz.
El 20 de abril pasado, el mismo día de la publicación del reportaje de CIPER, el Ministerio Público junto a funcionarios de la PDI allanaron las oficinas de Isolux–Corsán en Chile, ubicadas en la comuna de Providencia. El procedimiento concluyó con la incautación de computadores y con la toma de declaración a dos funcionarios de la compañía (ver reportaje: Fiscalía allana oficinas de Isolux-Corsán en Chile por coimas en la USACH).