LA MULTINACIONAL ENFRENTA GRAVES PROBLEMAS EN BRASIL, ESPAÑA Y AHORA EN CHILE
Fiscalía allana oficinas de Isolux–Corsán en Chile por coimas en la USACH
27.04.2015
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LA MULTINACIONAL ENFRENTA GRAVES PROBLEMAS EN BRASIL, ESPAÑA Y AHORA EN CHILE
27.04.2015
Vea primer reportaje: «Isolux-Corsán: su historial de lobby y coimas en contratos por $141 mil millones en Chile«
El lunes 20 de abril CIPER publicó un reportaje en el que se dio a conocer la oscura trama de irregularidades de la multinacional española Isolux-Corsán en Chile tras el cierre de siete licitaciones públicas por $141 millones (ver reportaje: Isolux-Corsán: su historial de lobby y coimas en contratos por $141 mil millones en Chile). En la publicación se detallan las coimas y el lobby –cuando aún no entraba en operación la ley que regula la actividad– que efectuó la compañía ante distintas autoridades para adjudicarse las millonarias licitaciones y obtener prórrogas en los plazos de entrega y omisión de multas por atraso.
El mismo día de la publicación, la Fiscalía llegó junto a personal de Policía de Investigaciones (PDI) a las oficinas de Isolux-Corsán, ubicadas en un edificio de calle Concepción 266 (Providencia), para llevar a cabo una serie de diligencias tendientes a esclarecer el pago de coimas por parte de la empresa al ex director de Administración y Finanzas de la Universidad de Santiago (USACH), Mauricio Carrasco Torres. Carrasco formó parte de la terna de directivos de la universidad encargada de evaluar y adjudicar la licitación “Edificio Docente-EDOC” por $10 mil millones a la multinacional.
Tal como reveló CIPER, el 27 de junio de 2014 Carrasco aceptó los pasajes, la estadía y los tickets gestionados por Isolux para ir al Mundial de Fútbol de Brasil junto a su señora, precisamente al partido de octavos de final en el que el conjunto nacional se enfrentaba a los pentacampeones. Dos días más tarde, el ex director de Administración y Finanzas aprobó un adelanto de dinero para la compañía que no correspondía. Para esa fecha, además, la empresa cargaba con una serie de multas por evidentes atrasos en la ejecución de las obras que no habían sido cursadas por la universidad. Así quedó establecido en un informe de la Contraloría General de la República de enero de 2015, en el que se señala que la obra debía llevar 93% de avance, pero que el progreso real a noviembre de 2014 no superaba el 20%.
Carrasco renunció a la USACH el 5 de marzo pasado. Meses antes lo había hecho el arquitecto de la universidad, Felipe Reyes Vergara, ex jefe de la unidad de Construcciones de la USACH, también envuelto en irregularidades, entre ellas, el haber efectuado adelantos de dinero a Isolux pese al nulo avance en la ejecución de las obras.
Pero la USACH no fue la única institución que salió al ruedo con el reportaje de CIPER. Allí también se reveló el modus operandi de la compañía española y el lobby que desplegaba el director para América Latina de Isolux, Juan Carlos de Goycoechea, para torcer decisiones de distintas autoridades y terminar cerrando la adjudicación de media docena de jugosos contratos con distintas reparticiones públicas en Chile.
La ejecución de los trabajos, sin embargo, no corrió al mismo ritmo del lobby y las coimas. De los siete contratos por $141 mil millones adjudicados en Chile a Isolux-Corsán y sus filiales, cuatro han sido terminados de manera anticipada principalmente producto de atrasos en las obras: el Hospital de Pitrufquén, el Estadio de Calama, el Puente Bicentenario (Concepción) y una obra vial en San Antonio.
La licitación de la Universidad de Santiago podría ser la última en caer. Según el rector de la USACH, Juan Manuel Zolezzi, eso se decidirá en los próximos días a partir de los resultados que entregue una comisión investigadora conformada para hacer el control de daños y evaluar alternativas para una nueva licitación.
Pese al nutrido historial de irregularidades de Isolux en Chile, por el momento las diligencias que lleva el fiscal jefe de la Fiscalía Regional Metropolitana Centro Norte, Andrés Montes Cruz, se concentran exclusivamente en uno de los siete contratos: el de la Universidad de Santiago. Lo que se busca es establecer las responsabilidades en el pago de las coimas por parte de Isolux–Corsán a Mauricio Carrasco –principal encargado de supervisar el contrato con la empresa– para la obtención de distintos favores y por hacer vista gorda a los atrasos y multas que por meses acumulaba la compañía multinacional.
El edificio de ocho pisos de la USACH ya tendría que haber sido inaugurado, pero recién se acaba de completar la construcción del primer piso.
En el allanamiento ocurrido el lunes pasado, la Fiscalía intervino tres computadores y tomó declaración a dos altos ejecutivos de la compañía. El viernes 17 de abril, tras la llegada a Chile de Juan Carlos de Goycoechea, el mandamás para Latinoamérica de la compañía con sede en Buenos Aires, el gerente general de Isolux en Chile, Christian Manrique Valdor, fue despedido. Goycoechea realizó un viaje express a Santiago para tomar medidas frente al último traspié de Isolux en un contrato por $3 mil millones (“Mejoramiento del Circuito Portales-O’Higgins en la comuna de San Antonio) que acababa de ser rescindido anticipadamente por atrasos y otros incumplimientos.
Con el cierre del contrato de San Antonio, suman cuatro las obras de la multinacional a las que en el lapso de los 12 últimos meses se les puso punto final antes de plazo por atrasos y problemas con proveedores y trabajadores.
En la adjudicación de la mayoría de estos contratos intervino la mano de Goycoechea. Así lo evidencia un intercambio de correos electrónicos al que tuvo acceso CIPER, entre el director para América Latina de Isolux y sus superiores en España. Allí se mencionan sus gestiones para quedarse finalmente con los contratos de cuatro obras emblemáticas: los puentes Maule y Bicentenario, el Hospital de Pitrufquén y el Estadio de Calama.
En uno de esos correos electrónicos, Goycoechea alude directamente al presidente de la comisión que adjudicó la obra, al director de Vialidad y al ministro de Obras Públicas de la época como las personas con las que “se sentó para salvar esos contratos”.
–En los puentes Biobío (Bicentenario) y Maule, se escribió el dictamen que nos dejaba afuera (…) y el lobby me llevó a sentarme con el presidente de la comisión de adjudicación de la obra, con el director de Vialidad y con el ministro de Obras Públicas, y por ello se salvó el contrato. Igual el caso del Estadio de Calama que estamos fuera por el presupuesto oficial y lo dimos vuelta en otras reuniones…”, escribió Goycoechea el 27 agosto de 2013 a altos directivos de Isolux en España, entre ellos su presidente, Luis Delso Heras.
Las licitaciones para adjudicar las obras de los puentes Maule ($13 mil millones) y Bicentenario ($36 mil millones) se realizaron cuando el ex candidato presidencial Laurence Golborne se desempeñaba como ministro de Obras Públicas. En cuanto al contrato para la “Normalización del Estadio de Calama” ($10 mil millones) fue adjudicado bajo la modalidad de trato directo y autorizado por el entonces Director Nacional del Instituto Nacional del Deporte (IND), Gabriel Ruiz Tagle.
Respecto de la licitación para la construcción del Hospital de Pitrufquén ($17 mil millones), Goycoechea reconoce en su correo haberla ganado “sin siquiera tener la visita oficial de la obra”. El organismo responsable de licitar la obra fue el Servicio de Salud Araucanía Sur (SASS) dirigido en ese entonces por la doctora María Angélica Barría. En tanto, como director del Hospital de Pitrufquén, se desempeñaba Vladimir Yáñez Méndez quien, además, participó de la comisión de cuatro expertos que adjudicó la licitación.
Los problemas del gigante Isolux–Corsán –que en 2014 tuvo ingresos por más de $2 mil millones de euros y que opera en 40 países– no se remiten únicamente a Chile. A mediados de enero de 2015, Isolux anunció su intención de salir a la bolsa. La oferta de suscripción pública de acciones se estimó en casi $600 millones de euros. No era la primera vez que hacía el anuncio. Hace pocos días –y en lo que la prensa española ha catalogado como un ir y venir de insinuaciones– Isolux canceló la operación. En este nuevo intento frustrado, las causas parecen apuntar en una sola dirección: Isolux atraviesa por un complejo escenario económico. Según medios españoles, pese a los ingentes ingresos de 2014, Isolux cerró el año con pérdidas por más de $38 millones de euros y arrastra una deuda bruta de $1.800 millones de euros.
A los problemas financieros de la compañía española se suma una serie de escándalos que tienen como protagonista a su presidente Luis Delso Heras. El 23 de marzo pasado, Delso tuvo que declarar ante una comisión del Parlamento de Cataluña que intenta esclarecer el origen de la abultada fortuna que ocultaron su viejo amigo, Jordi Puyol Ferragosa, y su padre, el histórico ex líder catalán Jordi Puyol i Soley. Uno de los escándalos de corrupción que ha remecido a España en el último año. Delso, le ha pagado a empresas ligadas a Puyol $1.8 millones de euros por asesorías en el cierre de dos millonarios contratos para Isolux, uno en Gabón y el otro en México.
Delso también aparece ligado al escándalo de la red Gürtel en la que se intenta descubrir quién es el destinatario de dineros ilegales por $72 mil euros provenientes del fondo Real State Equity Portfolio, en el que participa Isolux a través de una de sus filiales.
Actualmente la justicia española también investiga a Isolux por el presunto pago de sobreprecios ($400 millones de euros) en la construcción de un tramo ferroviario del AVE, el tren español de alta velocidad. La obra le fue adjudicada en 2008 y hoy se investiga el pago coimas por parte de Isolux-Corsán a quienes debían fiscalizar el avance de las obras.
El historial de irregularidades de Isolux-Corsán no termina allí. El 20 de marzo pasado, el Gobierno del Estado de Sao Paulo (Brasil), anunció la rescisión de parte del contrato firmado con la multinacional española en 2012 para la construcción de la segunda fase de una de la línea cuatro del metro paulista (ver artículo).
Según se informó ese día, la reducción de los empleados en la faena y el atraso de las obras obligaron a aplicar la sanción. «El contrato para ejecutar la segunda fase será rescindido por el Metro, que hará una nueva licitación para la conclusión de las estaciones Sao Paulo-Morumbí y Vila Sonia«, señaló un comunicado de la gobernación.
En 2010, Greenpeace Argentina acusó a Isolux–Corsán de haber brindado información falsa en un estudio de impacto ambiental para construir una usina a carbón en Santa Cruz y de haber recibido por parte de las autoridades US$142 millones por adelantado, antes de cumplirse los trámites administrativos que le dieron luz verde a la obra.
–Hay una violación a la Ley General del Ambiente y muestra que la realización de la obra estaba en plena proceso de ejecución de manera independiente de los resultados que arrojase el proceso de evaluación ambiental, acusó Greenpeace.