Carolina Echeverría (PPD)
El olvidado sumario que tuvo en vilo a la nueva subsecretaria para las FF.AA.
31.01.2014
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Carolina Echeverría (PPD)
31.01.2014
El 26 de agosto de 2010, el Presidente Sebastián Piñera puso fin a la Central Termoeléctrica Barrancones, un polémico megaproyecto energético que la empresa franco-belga Suez Energy pretendía instalar a apenas 25 kilómetros del Santuario de la Naturaleza Punta de Choros e Isla Damas, donde se encuentra la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt, una zona de alto valor de conservación en la región de Coquimbo. La decisión del presidente fue una respuesta directa a un masivo movimiento ciudadano que por medio de marchas multitudinarias en todo el país exigía la paralización del proyecto. En esos convulsionados días, pocos se percataron de que el proyecto aún no contaba con una concesión marítima, una exigencia clave para que pudiera operar, y por el cual la ex subsecretaria de Marina, Carolina Echeverría Moya (PPD), fue objeto de un sumario por supuestas irregularidades en la tramitación de ese permiso.
A casi cinco años del fin de ese sumario, en el cual no se le formularon cargos, Carolina Echeverría volverá al Ministerio de Defensa, esta vez estará a la cabeza de la Subsecretaría para las Fuerzas Armadas, donde nuevamente le tocará tramitar las solicitudes de concesiones marítimas.
La indagatoria en el Ministerio de Defensa tuvo lugar años antes de que Piñera decidera ponerle una lápida a la construcción de Barrancones, cuando la ciudadanía aún desconocía las dimensiones de este megaproyecto, que contemplaba la construcción y operación de tres unidades de generación térmica, de 180 megavatios brutos cada una -en total de 540 megawatts de producción-, con calderas de carbón pulverizado, un puerto para el suministro de carbón y petróleo diesel; obras de captación de agua de mar; obras de descarga de riles y el depósito de cenizas.
La investigación sumaria contra Echeverría se desarrolló durante el primer semestre de 2008, cuando aún era subsecretaria de Marina, y se centró en las gestiones que llevó adelante Suez Energy para obtener las concesiones marítimas y en el rol que tuvo en ese proceso la empresa Osorio & Echeverría Consultores Asociados Ltda., una sociedad que pertenecía a la subsecretaria y su esposo, Clobis Osorio Olave (ver documento).
En esa época, los conflictos de interés no eran un tema instalado en la agenda pública y muchas autoridades aún no internalizaban el cuidado riguroso que debían tener frente a la delgada línea que dividía sus negocios o los de sus familiares con sus obligaciones como funcionarios públicos.
Fue un mail anónimo que llegó a la misma Subsecretaría de Marina el que originó la indagación interna. Según un reportaje publicado en 2009 por La Tercera bajo el título “Los mails que complican a la subsecretaria de Marina”, la subsecretaria estaba en Londres cuando recibió el 28 de mayo de 2008 en su celular el mensaje que decía: “Remite: El Denunciante. Destinatario: subsecretaria de Marina. Asunto: Denuncia de corrupción.”
Al regresar a Chile, fue ella misma quien de inmediato pidió que se abriera una investigación interna por la denuncia de un supuesto pago de coimas en la tramitación de las concesiones marítimas. Varios de los antecedentes recabados terminarían apuntando a la misma Echeverría, a su esposo y al entonces jefe de concesiones marítimas del Ministerio de Defensa, comandante (r) Sergio Lira Arias. Meses después, la indagatoria fue cerrada sin formular cargos.
Dushanka Ropert fue la abogada del Ministerio de Defensa que se hizo cargo inicialmente del sumario. Entre las diligencias que realizó, pidió copia de todos los correos electrónicos enviados y recibidos por Lira entre 2006 y 2009. Recibió 1.182 correos electrónicos sobre consultas respecto a tramitaciones de concesiones marítimas. Entre ellos había cinco enviados por el esposo de la subsecretaria, Clobis Osorio, entre febrero y mayo de 2007. Allí, Osorio le pedía a Lira antecedentes respecto al estado del proceso iniciado en 2007 por uno de sus clientes: Suez Energy.
Entre los mails remitidos por Osorio y publicados por La Tercera, destacan los siguientes:
«Sergio, me demoré en enviar el mail (…) Como te explicaba por teléfono, lo que necesito es tener los antecedentes de Concesiones, así como cualquier otras actividades de uso de los recursos que implique condicionantes para un punto de toma de agua y disposición de aguas de mar (una vez ocupadas en el proyecto) frente al terreno que se muestra en las láminas adjuntas.
(…) Te agradeceré que la información que puedas recopilar me la envíes en algún medio magnético, así me sirve para estructurar presentaciones del futuro proyecto. (…) Nota: te agradecería que me puedas indicar las leyes o normas que regulan estas actividades para revisarlas y tener mayores antecedentes”. (Lunes 5 de marzo 2007)
«Comandante, seguimos en la búsqueda de terrenos para el proyecto que tenemos en estudio. Si bien los terrenos en estudio no se han descartado, se está preparando un Plan B, por lo cual me interesa saber si en el sector de Totoralillo existen zonas de manejo o áreas de concesiones marítimas, según plano adjunto». (Lunes 14 de mayo 2007)
Entre los e-mails revisados por Ropert, había también uno que implicaba directamente a la subsecretaria Echeverría: un mensaje que ella misma le enviaba a Lira remitiéndole una consulta de su marido.
Fue la propia Echeverría quien entregó copia de los emails a La Tercera, medio al cual señaló que esos mensajes eran “para un cambio al plan regulador del proyecto Barrancones. Una inversión de US$ 1.100 millones del cual aún tenemos pendiente la concesión marítima. Mi marido tiene derecho a trabajar y no ha hecho nada donde yo tenga poder de decisión, no vio el permiso marítimo y pidió datos que son públicos”.
En estricto rigor, lo que hacía su marido sí la involucraba. Entre los documentos que Suez Energy debía presentar para que le fueran aprobadas las concesiones marítimas y la declaración de impacto ambiental, se encuentra un estudio de uso de suelo que fue elaborado por Osorio. Por ese trabajo, le fueron cancelados $7.000.000. Pero el estudio de abogados Urrutia y Cía., encargado de los aspectos legales en materia ambiental de Suez Energy, no se los depositó en su cuenta personal. En cambio, le fueron endosados a la empresa Osorio & Echeverría, una sociedad en la que, al momento en que se enviaron los correos y se efectuó el pago por el estudio, Echeverría era socia con el 50% de los derechos.
La primera sociedad que aparece en el Diario Oficial vinculada con Clobis Osorio es Osorio & Echeverría Consultores Asociados Ltda., creada por él y su esposa Carolina Echeverría en marzo de 1997 con un capital de $2.000.000 que ambos constituyeron en partes iguales. Según los registros del Servicio de Impuestos Internos (SII), un mes después de su creación inició actividades comerciales, dedicándose al asesoramiento empresarial y en materias de gestión.
A través de esa empresa, Osorio se ha dedicado a desarrollar estudios de uso de suelo y consultorías a distintas empresas y proyectos para la gestión de sus declaraciones de impacto ambiental. En 2001, por ejemplo, preparó la declaración de un proyecto de la empresa Naviera Antártica Ltda. Entre 2003 y 2004 participó en la modificación del Plan Regulador Comunal de Melipilla. En 2005 realizó un estudio de inundación en el Centro Deportivo del colegio Santiago College. En 2007, desarrolló un estudio de inundaciones en el Fundo Panul y una estimación de emisiones atmosféricas para el proyecto inmobiliario del mismo nombre. Y ese mismo año llevó a cabo el estudio de uso de suelo para la Central Termoeléctrica Barrancones, por el cual recibió los $7.000.000.
Para entonces, Suez Energy se encontraba en pleno proceso para obtener la aprobación de su megaproyecto energético en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) y ya había presentado ante la Subsecretaría de Marina las solicitudes para obtener la concesión marítima que requería para poner en marcha sus operaciones. Quien tenía que visar esa última autorización, clave para el desarrollo exitoso del proyecto, era precisamente la subsecretaria Carolina Echeverría, socia de Osorio en la empresa que realizó el estudio de uso de suelos.
Echeverría figuró como socia de la empresa que tenía junto a su esposo hasta el 24 de noviembre de 2008, cuando la investigación sumaria estaba en curso en la Subsecretaría de Marina y más de un año después del envío de los correos electrónicos a Lira. La subsecretaria de Marina se retiró de la sociedad al cederle toda su participación a la ecóloga paisajista Paula Valdés Chandía, quedando esta última y Osorio como únicos socios. En marzo de 2009, Osorio adquirió el control de la empresa al comprarle a Valdés en $900.000 el 49% de los derechos, quedando él con el 99% de la propiedad. Al mismo tiempo, le cambiaron el nombre a la sociedad: Ingenieros Integrales Ltda. La sociedad seguiría sin modificaciones hasta agosto de 2010, cuando Valdés se retiró y le cedió su 1% a Mario Gonzalo Muñoz Olave.
Carolina Echeverría ha contado siempre con sólidas redes políticas. Al comienzo de su historia en el PPD, se vinculó al ex presidente del partido y ex ministro Sergio Bitar. Luego de dejar la subsecretaría, asumió como directora ejecutiva de la Fundación Por la Democracia, una entidad de derecho privado sin fines de lucro creada por el partido del mismo nombre, donde permaneció hasta 2013. Y también mantiene una relación estrecha con su correligionario y recién designado ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, quien la habría apoyado durante el proceso de la investigación sumaria, cuando él se desempeñaba como jefe de gabinete de la ex presidenta Michelle Bachelet.
La investigación sumaria que la propia Echeverría instruyó tras la denuncia anónima por corrupción, se volvió sorpresivamente en su contra. La abogada Dushanka Ropert estimó que los antecedentes recopilados por la involucraban directamente en irregularidades, tanto por los mails como por sus vínculos comerciales con la empresa a la que debía concederle o rechazarle la solicitud de concesiones marítimas. En definitiva, Ropert estaba investigando por vulneración de secreto de funcionario público (artículo Nº246 del Código Penal) a su superior directa.
El 10 de septiembre de 2008, la abogada Ropert se presentó ante el entonces ministro de Defensa, José Goñi, y se inhabilitó. Según publicó La Tercera, Ropert le entregó a Goñi una resolución de tres páginas donde señalaba que había detectado “diversas anomalías en la tramitación de algunos expedientes” y que no había podido “cumplir su obligación de investigar y determinar la responsabilidad administrativa” que podía recaer en sus superiores. Además, escribió que tuvo «limitaciones» en su investigación.
De acuerdo a ex funcionarios del ministerio de Defensa, en el sumario Echeverría nunca entendió por qué la estaban investigando y solía repetir que ella no había robado nada.
En reemplazo de Ropert, Goñi le pidió al entonces subsecretario del Interior, Felipe Harboe (también PPD), que le recomendara a una persona externa al ministerio para que continuara con el sumario. Así fue que, a partir del 24 de noviembre de 2008, Patricia Muñoz, una abogada con 33 años de carrera en el Ministerio del Interior, se hizo cargo de la investigación. Cinco meses después, la fiscal Muñoz cerró la causa sin formular cargos a Echeverría ni a ningún otro funcionario de la Subsecretaría de Marina. Los antecedentes sobre el comandante (r) Sergio Lira, los remitió a la Armada.
Según consigna la prensa de la época, el ex jefe de delitos económicos de la Fiscalía Centro Norte, Iván Millán, solicitó a la Subsecretaría de Marina todos los antecedentes sobre el sumario. Consultado por CIPER, Millán señala que recuerda haber recibido información respecto a irregularidades en la entrega de concesiones marítimas, pero no está seguro si la investigación apuntaba o no a Echeverría. Tampoco recuerda en qué estado quedó la indagatoria cuando dejó la fiscalía en abril de 2010. En el Ministerio Público señalaron a CIPER que no existen registros sobre esa investigación.
El 21 de octubre de 2009, cuando Carolina Echeverría aún era subsecretaria de Marina y sólo unos meses después de que La Tercera publicara el reportaje sobre los mails, la subsecretaría denegó las dos solicitudes de concesiones marítimas presentadas en agosto de 2007 por la empresa Suez Energy para su proyecto Central Termoeléctrica Barrancones.
En la resolución, Echeverría afirmaba que no contaba con los antecedentes suficientes que dieran una seguridad legal y administrativa para resolver favorablemente la solicitud. Sin esa autorización, y aún cuando el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto fuera aprobado, Suez Energy no podría concluir la termoeléctrica, ya que requería de la aprobación para todas las operaciones relacionadas con la llegada y descarga del carbón.
El 9 de enero de 2010, el otorgamiento de las concesiones nuevamente fue rechazado. Luego de eso, la empresa presentó un recurso de invalidación que fue acogido por las nuevas autoridades en la administración Piñera y junto con acogerlo, pidieron el pronunciamiento de la Comisión Regional de Uso del Borde Costero (CRUBC) de la IV región. Para septiembre de 2010, aun después de que Piñera había acordado con la empresa la paralización y reubicación del proyecto, la Subsecretaría para las Fuerzas Armadas aún estaba a la espera de que la CRUBC contestara, por lo tanto, seguía en curso la solicitud.
Lo extraño es que en el Ministerio de Defensa aseguran que en los últimos meses del gobierno de Bachelet la concesión fue aprobada por el entonces ministro de Defensa, Francisco Vidal, y por la subsecretaria Carolina Echeverría, y que al inicio del gobierno de Piñera se retiró de la Contraloría antes de la toma de razón. Esta información es negada categóricamente por el ex ministro Vidal. “Carolina Echeverría actuó como una muralla frente a las presiones recibidas por el ex ministro de Energía, Marcelo Tokman, y por el jefe de gabinete del ministro Pérez Yoma, Carlos Mladinic, quienes hicieron un intenso lobby para que esas concesiones marítimas se aprobaran. Pero la subsecretaria resistió estoicamente”, dijo a CIPER.
Una versión similar entregó Carolina Echeverría al término del encuentro de ministros y subsecretarios de Bachelet que se realizó este viernes 31 en las Termas de Jahuel. Aseguró que el decreto firmado por Vidal y que lleva su visto bueno rechazó la entrega de las concesiones marítimas a Suez Energy. «En ese tiempo, yo no alcancé a dimensionar el poder que tenía la empresa. Ellos presentaron un recurso de reposición en la Contraloría y así esperaron que llegara el gobierno de Piñera para que esa administración se lo otorgara. Pero nosotros nunca le entregamos la concesión marítima», indicó a CIPER.