Compra fue hecha por trato directo con Gildemeister S.A.
Director de Logística de Carabineros confirma fallas de carros blindados que costaron US$3,5 millones
29.10.2013
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Compra fue hecha por trato directo con Gildemeister S.A.
29.10.2013
El domingo 25 de diciembre del 2011, mientras el país celebraba la Navidad, desde la Dirección de Logística de Carabineros salió firmada la orden de compra de 29 carros blindados Mahindra por trato directo con la empresa Automotores Gildemeister S.A. La adquisición significó un gasto público de US$ 3,5 millones. Seis meses después, los nuevos vehículos, elemento clave para la seguridad de los policías en caso de ataque con bombas molotov o armas de fuego, fueron recibidos en la institución policial. Un nuevo documento se firmó: todo estaba conforme para el pago.
No fue así. A poco andar se descubrirían graves falencias que hasta hoy han provocado dos investigaciones internas y sucesivas reparaciones de los vehículos que resultaron no estar blindados como lo exigían las bases técnicas. A ello se agrega el abrupto retiro de Carabineros del mayor Marcelo Lobos, uno de los primeros que alertaría sobre las fallas de los vehículos siendo jefe del Gope en La Araucanía.
La licitación para la compra de los 29 carros blindados se inició en 2009 y fue declarada desierta dos veces. Hasta que se optó por una licitación privada, la que fue visada por la Contraloría el 21 de julio de 2011. El trato directo con Gildemeister fue suscrito en diciembre y la orden de compra firmada el 25 de diciembre por el coronel Jorge Garrido Díaz, entonces subdirector de Compras Públicas de la institución policial.
Los primeros diez vehículos fueron entregados a Carabineros a comienzos de julio de 2012. Según un documento al que CIPER tuvo acceso, la recepción y el certificado de que todo estaba conforme a lo pedido fue firmado por el general Carlos Carrasco Hellwig, quien por esos días reemplazaba al director de Logística, el general Jorge Rojas Langer.
Los 19 blindados restantes los recibió entre el 18 y el 23 de julio de 2012 el general Rojas Langer, quien también estampó su firma en la recepción. Tres meses más tarde, en octubre, llegó desde la zona policial de La Araucanía hasta el despacho del director de Logística el primer informe de que la compra no se ajustaba a lo que se pedía para garantizar la seguridad de los policías en desplazamientos de alto riesgo.
En agosto pasado, CIPER publicó la investigación sobre las posibles irregularidades que pudieron afectar a esa licitación privada (“Carabineros gasta US$ 3,5 millones en carros blindados que tienen serias fallas de seguridad”). Los nuevos antecedentes obtenidos por CIPER confirman los errores en el proceso de compra y recepción de los 29 carros blindados, cuya reparación se ha convertido en un dolor de cabeza para Carabineros, al punto que podría afectar el proceso de calificaciones que en estos días llega a término.
La primera alerta que encendió la zona policial de La Araucanía respecto del blindaje de los vehículos y otras deficiencias, no provocó una respuesta contundente de parte del alto mando de Carabineros. Otras voces debieron sumarse a las quejas para que finalmente el problema se entregara al Departamento de Transporte. A partir de ahí se inició una dura negociación con Gildemeister para que la empresa asumiera la reparación de los carros con todos los gastos a su cargo. No fue tarea fácil. Mientras Transportes argumentaba que la empresa no cumplió con las bases técnicas, Gildemeister refutaba que la recepción de los vehículos fue firmada en julio de 2012 por dos generales, sin que se detectara ninguna anomalía.
De hecho, entre diciembre de 2012, fecha del primer informe de Transportes, y mayo de este año, no hubo ni un solo avance. Así lo grafica el informe emanado desde la Dirección de Transportes de la institución policial, al que CIPER tuvo acceso (ver informe Nº 1569, del 2 de mayo de 2013). El único vehículo Mahindra que hasta entonces se había devuelto a Gildemeister fue entregado a Carabineros seis meses después sin reparaciones estructurales.
Fue en otra área que las cosas evolucionaron y no para arreglar el problema. El mayor Marcelo Lobos, el primero que informó a sus superiores sobre las deficiencias que presentaban los vehículos blindados, debió irse a retiro en agosto de este año luego de un oscuro episodio con el general Rojas Langer (ver entrevista al director de Logística).
Fue precisamente en esos días de agosto que CIPER publicó su investigación sobre el proceso de compra y recepción de los carros Mahindra. La negociación entre Transportes y Gildemeister cambió de tono. Poco antes, la empresa hizo venir desde la India a ingenieros de Mahindra para que informaran respecto de la viabilidad de los cambios que pedía la institución policial. El primer efecto de esa visita fue que nuevamente uno de los jeep blindado se fue a reparación.
Había expectación el 9 de octubre pasado en el Departamento de Transportes de Carabineros (L-3). En el cuartel de calle Vivaceta 2.700, el coronel Patricio Carrasco y sus asesores técnicos esperaban la entrega del vehículo blindado J028, asignado a Fuerzas Especiales, esta vez reparado. No hubo festejo ni recepción definitiva. Los oficiales que lo revisaron concluyeron que aún falta por subsanar a lo menos siete observaciones. Al día siguiente fue nuevamente devuelto a Gildemeister.
Independiente del curso que siga la reparación de los 29 blindados, el proceso de su compra y recepción está siendo investigado ahora por la Contraloría. La denuncia por la adquisición de carros blindados que no cumplían con las bases técnicas del contrato de licitación privada fue acogida el 23 de octubre (Folio N°W001899/2013).
Uno de los puntos más importantes que deberá investigar el ente fiscalizador es por qué Carabineros aceptó la entrega de los 29 jeeps blindados Mahindra sin el certificado de blindaje respectivo. En el documento que presentó Gildemeister (de 21 páginas y en tres idiomas) no se menciona el punto clave (ver documento).
CIPER entrevistó al general Jorge Rojas Langer, director de Logística de Carabineros, para conocer su versión de los hechos. Cuando aún está pendiente el resultado de la investigación interna de la policía, Rojas afirmó: “Se adoptaran las medidas que haya que adoptar. Nosotros no tenemos ningún reparo en tomar medidas, aplicar multas o devolver de repente material que recibimos”.
-¿Cuál es la misión concreta del director de Logística de Carabineros, cargo que usted asume en diciembre de 2011?
Asesorar al alto mando y al general director en todo lo que se refiere a procesos de adquisición, arriendo, contrato, convenio de los materiales, insumos, vestuario, armamentos, munición y ganado que se requieren para Carabineros.
-¿Usted era el jefe de Logística cuando se firma el contrato de compra de carros blindados con la empresa Gildemeister (6 de diciembre 2011)?
No. Lo firmó el director de Logística anterior, mi general Eduardo Muñoz. Yo asumí el 17 de diciembre.
-Pero cuando usted asume el cargo revisa esa compra. ¿Cuándo revisa la licitación de los carros blindados?
El proceso de la compra de los jeeps blindados tenía dos pasadas por Contraloría y no requería de otra revisión. Nosotros teníamos que revisar una vez que recepcionáramos los vehículos. Era un proceso cerrado.
-Lo que hace la Contraloría, como usted debe saber, es visar lo que le informa la institución. Y una de las cosas raras que aparecen en los documentos que ustedes entregan, es que en agosto de 2010 la Dirección de Logística aprueba US$3,5 millones para la compra de carros blindados, y un año mas tarde se compran esos carros exactamente por el mismo valor.
No, porque precisamente es el presupuesto que existía para ello y esa oferta la respeta quien va a proveer el recurso. Si yo lícito sillones y el que me los provee los ofrece en 100, aunque el proceso se demore dos años me los tiene que vender en 100.
-Lo que sucede es que en agosto de 2010 el proveedor no era Gildemeister, ¿no es así?
No era, pero todos los que ofrecían carros, lo ofrecían en ese valor. El proceso es absolutamente normal, me refiero al proceso de adquisición de estos vehículos.
-Aunque existe una diferencia, porque en agosto de 2010 el dólar estaba a $509 y en diciembre de 2011 a $517.
Y podría haber estado más bajo también después…
-Por eso mismo, ¿cómo se explica que cuando se hace el presupuesto haya un precio y 16 meses más tarde el valor se ajuste exactamente a ese mismo valor?
No, la oferta es la que existe y ese proceso está completamente ajustado. La única revisión que me correspondía a mí después era recepcionarlo.
-Cuando usted recibe los carros blindados, ¿hace una primera evaluación de si efectivamente cumplen con las bases de licitación?
Así es, pero no la hago yo, el ente técnico es el que revisa si está de acuerdo a lo que se pidió.
-¿Cuál fue el resultado de esa revisión?
Que estaba de acuerdo a lo que se pidió. Posteriormente, en el uso de los vehículos aparecen algunas falencias o debilidades.
-Y si le digo que hay un error ahí, porque según las bases técnicas que recibimos vía Ley de Transparencia, y que están en el anexo al contrato, en las que se refieren al carrozado blindado, no se cumplen las bases técnicas…
¿Quién dice que no cumplen?
-Las bases técnicas. Otro ejemplo de cosas que no se cumplen: en las bases técnicas se dice que el motor debe tener un sistema de chapa blindada…
No tengo memoria de que diga como dice usted, pero le insisto, quien revisa esto es el ente técnico y es el que detecta cualquier situación distinta y se supera con el mismo proveedor.
-¿No se le aplica una multa al proveedor por entregar un producto que no responde a las características de la licitación?
Sí, por supuesto que sí, y si fuera una observación grave como dice usted…
-Es grave: no lo entregaron blindado como se pidió en las bases de la licitación.
Tenía piso y techo blindado.
-Y como había una diferencia importante con lo que se pidió, ésta debió haber sido descubierta por el técnico que recibió los vehículos.
Tiene razón, por eso hubo una investigación al respecto y se determinaron algunas situaciones de índole administrativa.
-¿Y de quién es la culpa: del técnico que recibió o de la empresa que entregó los carros que no correspondían a las bases?
Así como usted lo plantea, de los dos, los dos…
-¿Y se va a tomar alguna medida?
En eso estamos: reparando los vehículos, o sea, subsanando aquellas observaciones que se encontraron. Se adoptarán las medidas necesarias. Nosotros no tenemos ningún reparo en tener que tomar medidas o aplicar multas o devolver de repente material que recibimos.
-¿Quién paga la reparación? Porque les entregaron 29 carros blindados en agosto de 2012, y cuando asumen que éstos no cumplen con las exigencias de la licitación, ya están repartidos por todo Chile. ¿Quién carga con estos nuevos gastos?
La empresa.
-¿Y la empresa tendrá que pagar además una multa imagino?
Eso lo determinara el ámbito jurídico nuestro. Yo soy quien firma y hace las veces de contraparte, pero son los asesores financieros, jurídicos y operacionales los que determinan lo que corresponde.
-¿Cuáles son los desplazamientos normales de un vehículo blindado de Carabineros?
Desplazarse en zonas urbanas, por vías despejadas.
-Pero si se presentara un problema de conflicto en la vía, y el carro ni siquiera es blindado, ya no serviría.
El blindado lo que tiene justamente es entregar la protección al carabinero en el marco de seguridad pertinente por si es atacado con armas de fuego, hasta cierto calibre, según las bases técnicas. Y el concepto de este vehículo era de zona urbana, como una medida…
-Claro, general, pero en ese caso preciso de ataque, el carro que les entregó Gildemeister no cumplía con esa función de seguridad al carabinero.
No, sí las cumplía.
-A tal punto no las cumple que al carro tuvieron que taparle la entrada de aire (encima del capot), que ningún vehículo blindado tiene porque deja un espacio de vulnerabilidad.
Sí las cumple, lo que pasa es que el uso de esos carros determina después que tiene esas falencias, debilidades, que están siendo subsanadas.
-Lo que significa que el carro que les entregaron no cumplía con las exigencias de blindaje para la seguridad de los carabineros.
Sí las cumple.
-General, usted me dice que las cumple para “desplazamientos normales”. Le vuelvo a preguntar: ¿cuáles son los desplazamientos normales de un vehículo blindado y cuál es la diferencia con un radiopatrulla?
El radiopatrulla en cualquier desplazamiento de su servicio puede ser atacado con armas de fuego, y los carabineros en su interior van a resultar lesionados. En un vehículo blindado eso no va a ocurrir, ofrece un marco de seguridad precisamente para lugares en que podría ser atacado con armas de fuego. Esa es la diferencia.
-Los nuevos carros blindados fueron enviados a La Araucanía. ¿No le parece al menos imprudente mandar estos vehículos sin haber detectado todas las fallas que tenían?
No me parece imprudente, porque en ese minuto en La Araucanía se requería de algo que le diera un mayor margen de seguridad al personal. Y el mando determinó mandar estos carros que ofrecen un mayor marco de seguridad para las armas de fuego. Y los enviaron.
-¿Con qué armamento se hizo la prueba de campo de los vehículos?
Con 9 milímetros.
-¿No con AK 47 como decían las bases?
No sé, yo no estuve presente en esa prueba, eso lo ven los estamentos técnicos: armamento y munición.
-¿Pero usted chequeó que esa prueba de campo se haya hecho?
Sí, en el informe final.
-Pero no recuerda el arma que se usó.
No recuerdo el arma que se usó. Nombro el arma normalmente usada por nosotros, pero si dice en las bases que debería ser utilizada esa arma (AK 47), así se hizo.
-General, ¿usted tampoco chequeó qué arma se usó?
No se trata de que yo revise eso, a mí me llega el informe de los estamentos técnicos que lo hacen. Nosotros llevamos más de mil procesos, si yo tuviera que constituirme en la revisión de los mil procesos…
-Veamos, otra de las cosas que no cumplen los vehículos respecto de lo que exigen las bases técnicas es el ducto de combustible…
Está siendo subsanado por la empresa.
-Imagino que esto después traerá una sanción no sólo a la empresa proveedora, sino también al técnico que revisó la entrega de los carros.
Tendrá que ser así.
-¿Quién fue el técnico que hizo esa revisión?
Son los ingenieros…
-¿Cuántas personas participan en este chequeo para confirmar que lo que se compró corresponde a lo pedido?
Depende precisamente del elemento, en este caso puntual tiene que haber estado Fuerzas Especiales, el Departamento L-3 (Transportes) y el Departamento L-5 (Municiones).
-Las fallas en la caja de cambio y embrague, ¿sabe a qué se deben?
Una vez que los carros estaban en uso se cambiaron los discos de embrague de todos.
-Una precisión: el carro que les entregó Gildemeister, ¿es blindado o es un vehículo al que se le acopló un carrozado blindado?
Por supuesto que es un vehículo normal que tiene carrozado blindado.
-¿Por qué Carabineros compra un vehículo blindado a una empresa que no tiene como rubro la venta de vehículos blindados? Porque Gildemeister no vende vehículos blindados.
Los vehículos que nos vende son blindados.
-Además de problemas con la entrada de aire en el capot y la tapa de combustible, las manillas del carro que les entregaron se pueden abrir por fuera. ¿No le parece raro?
Ya, pero el Carabinero la saca y la guarda adentro del carro.
-¿No es un factor de inseguridad para el carabinero que va dentro del vehículo que éste se pueda abrir por fuera y que para subsanarlo deba sacar la manilla y guardarla en el bolsillo?
Le insisto: no recuerdo las bases técnicas en su detalle. Alguna motivación lógica debieron haber tenido usuarios y técnicos en ese minuto. Yo no estaba presente cuando decidieron sacar las manillas. Pero esa es una de las cosas que están dentro de las que hay que reparar.
-Lo que significa que finalmente tampoco sirvió eso de acomodar manillas extraíbles.
Usted compra un auto y lo ve espectacular, y cuando lo está usando se da cuenta que hay varias cosas que reparar. Eso fue lo que pasó.
-Pero esta no es una compra cualquiera: involucra un gasto de US$3,5 millones de dinero público.
Sí, en un proceso que viene de 2009.
-Con mayor razón se debió tener cuidado antes de recepcionar carros que presentaban fallas.
A mí lo que me interesa que le quede claro es que nosotros, todos los que trabajamos en esta institución, ponemos nuestra mejor disposición y esfuerzo para hacer las cosas como corresponde. Cuando hay errores nos esmeramos en superarlos. Cuando ese error significa que alguien no hizo lo que tenía que hacer y hay que sancionarlo, se le sanciona. Y si alguien no hizo lo que tenía que hacer en beneficio personal, damos cuenta al tribunal que corresponde y no tenemos ningún empacho. Yo no aparecí aquí como general de un día para otro: fui aspirante, teniente, subteniente y llegué aquí después de 35 años.
-Precisamente, el hecho que lo hayan puesto aquí después de la salida del general González Theodor, a raíz de que se detectaron varias irregularidades, hace más grave la compra de estos vehículos que se muestran en la revista institucional como de última generación y no lo son.
¿Usted vio el presupuesto que teníamos para comprarlos? ¿Sabe cuánto cuesta un vehículo blindado?: entre US$600 mil y US$800 mil. Con el presupuesto que teníamos nos hubiera alcanzado para cinco vehículos. ¿Sabe por qué se compraron 29 vehículos?, porque son 29 patrullas las que van a tener la seguridad de que van a poder enfrentarse a situaciones difíciles.
-Pero son 29 vehículos que hoy no se pueden usar hasta que sean reparadas todas las fallas que presentan. Por lo que hasta entonces van a estar parados.
No, no están parados. No hay ninguno que esté parado. Se van a ir sacando rotativamente para ir superando las debilidades que tienen.
-General, ¿no le parece que las numerosas fallas detectadas en el uso de los carros, después de que ya habían sido recibidos, es algo que no puede ocurrir en su institución?
Mire, obviamente es en el uso que van a aparecer cosas que es imposible saberlas antes de usarlos.
-Eso se puede aplicar a fallas como la de una luz de freno, pero que el vehículo que se compró como blindado no traiga el motor blindado…
Debo insistir en que se hicieron pruebas balísticas. Obviamente, no puede dispararle en cada milímetro del vehículo para hacer la prueba balística, pero el vehículo es blindado y ha sido útil: ha salvado de lesiones o muerte a algunos de nuestros carabineros. Un objetivo cumplido. Además, no hay ningún vehículo que esté detenido, malo o fuera de circulación. Están en uso. Es más, trajimos de vuelta estos vehículos de La Araucanía y les mandamos los anteriores que tenían y que eran blindados, y ahora hemos tenido que volver a enviarles estos nuevos carros (Mahindra) porque el antiguo no da el mismo resultado. Están volviendo los Mahindra a La Araucanía, porque los prefieren.
-¿Y cómo están solucionando ellos el problema de la entrada de aire?
Lo que pasa es que la entrada de aire es en caso de un ataque con molotov, lo que ocurre en manifestaciones urbanas, pero el vehículo es seguro, el personal no va a ser lesionado al interior de ese vehículo.
-¿En qué momento usted es informado de la vulnerabilidad que presentan estos vehículos blindados?
En octubre de 2012 creo, por el jefe de zona de La Araucanía, el general Iván Bezmalinovic, con el informe que había hecho el mayor Lobos y otro de la zonal de mantenimiento de vehículos. Ahí me ponen en conocimiento de estas situaciones que habría que tratar de superar. Nosotros lo informamos a Transporte, desde donde se empieza a tomar contacto con la empresa. Vinieron hasta de la India los ingenieros a ver el vehículo para poder superar los problemas. Y como le digo, hoy día ya se subsanaron las falencias y debilidades en un primer vehículo.
-¿Ya está reparado el primero de los de los 29 carros blindados? ¿Cuánto tiempo demoraron?
Un mes. Y se va a hacer una rotativa con todos los vehículos para poder superar las falencias o debilidades que estaban detectadas en el informe a través del uso.
-General, usted dice que toma conocimiento de los problemas que presentaban los vehículos por el informe que recibe y que hace el mayor Marcelo Lobos, quien fue sancionado por esto.
No, el mayor Lobos no ha sido sancionado, se retiró. Y el informe no es del mayor Lobos, es del jefe de zona de La Araucanía quien me informa a raíz del informe que el mayor Lobos le hizo a él, además del informe que recibe de la zonal de mantenimiento y de usuarios.
-¿Está de acuerdo con el mayor Marcelo Lobos en que la compra de los vehículos blindados estuvo mal hecha?
No, desde el momento que están en uso y han permitido que las patrullas que salen en ellos hayan regresado ilesas, es un objetivo cumplido. Si mando a una patrulla de carabineros a un riesgo de armas de fuego y me matan o lesionan a un carabinero, no tendría el objetivo cumplido.
– ¿Quién inició la investigación contra el mayor Lobos por sus afirmaciones acerca de la compra de los vehículos Gildemeister?
La Zona Metropolitana de Carabineros.
-¿Cómo se entera usted de lo que dijo el mayor Lobos y que mereció una investigación interna?
Tal como lo señala en su reportaje (ver reportaje de CIPER), en esa época un hijo mío trabajaba en la 17ª Comisaría de Las Condes, y cuando lo escucha, le representa al mayor Lobos su molestia. Porque el mayor Lobos no sólo dijo que los vehículos estaban malos, sino que dijo que le interesaría conocer al tal por cual que firmó la compra. Ahí mi hijo le dijo: mi mayor, el tal por cual que firma, lo hizo porque los estamentos técnicos, los asesores jurídicos y operacionales le dijeron que así lo hiciera, y no es un tal por cual. Y se retiró. Después, en la casa, mi hijo me contó lo que había pasado. Yo le dije que diera cuenta a su mando. Y me señaló que al momento de ocurrir el hecho estaban presentes dos oficiales superiores a quienes él estimaba mucho y que pensaba que no era lo más prudente que él diera cuenta. Fueron esos dos capitanes los que dieron cuenta.
-¿Y usted citó a esos dos capitanes?
No, yo llamé al capitán Juan Reyes y le pedí que viniera a mi oficina. Vino con el capitán Baris Ratkevicius, al que también conozco pues jugaba basquetbol con él, y les dije que mi hijo iba a dar cuenta a su mando de la situación ocurrida con el mayor Lobos y en la cual ellos dos estaban presentes.
-Pero usted mismo ha dicho que su hijo le explicó por qué no iba a dar cuenta…
Pero yo a mi hijo le puedo ordenar que dé cuenta, a ellos no. Porque si tu hijo está presente cuando te tratan a ti de cualquier cosa…Además, Lobos no solo hablaba de esto, hablaba de otras situaciones que están contenidas en nuestro reglamento de disciplina: la murmuración o la falta de respeto a los superiores, la divulgación de noticias del servicio sin la autorización de un superior, el trato irrespetuoso. Y más encima con varios agravantes que también están contenidos en el reglamento de disciplina: la antigüedad, el hacerlo premeditadamente y en presencia de subalternos… Tenía cinco agravantes. Esa es la situación que investiga la zona, no yo.
-¿Usted le dijo al capitán Reyes que debía hacer un informe de los dichos del mayor Lobos?
No, yo a él no le podía decir nada. Lo único que le dije fue que mi hijo daría cuenta de lo ocurrido al día siguiente. Y el capitán Reyes dio cuenta porque sabía que él iba a quedar al medio y porque le correspondía hacerlo, no porque yo se lo ordenara.
-En su declaración los capitanes niegan los dichos que relató su hijo…
No la niegan: no la recuerdan.
-¿No cabe la posibilidad de que su hijo mintió?
No, ¿por qué interés? Si no conocía al mayor Lobos ni yo tampoco. El que no recordaran es distinto a decir “no fue así”. Desconozco en que está este sumario.
-¿No incurrió en abuso de poder al llamar a esos dos capitanes a su oficina siendo usted un oficial superior?
No, en absoluto, porque conozco a uno de ellos y lo único que hice fue decirle que mi hijo iba a dar cuenta. Conozco al capitán Reyes, fue instructor de mi hijo, lo cité para preguntarle si mi hijo había dicho la verdad.
-¿Y le confirmaron que su hijo decía la verdad?
Sí.
-¿Por qué después no dijeron lo mismo en la investigación?
No lo sé, no es mi investigación. Lo único que sé es que no han negado lo que dice mi hijo. Y lo sé por mi hijo, porque lo carearon con él.
-Al final de la investigación, el mayor Marcelo Lobos no fue sancionado. Lobos fue durante nueve años jefe del Gope en La Araucanía. Sus compañeros dicen que es una gran pérdida para Carabineros. ¿No piensa igual?
Bueno, el mayor se fue solo, entonces tendrían que sancionar a mi hijo fíjese… Y por los antecedentes que tengo yo, eso no puede ser, porque tengo la versión de los tres que estaban presentes cuando el mayor Lobos habló y los tres me contaron lo mismo.
Saque sus conclusiones. Ahora, esa investigación no es mía, es de la Zona Metropolitana y el mayor Lobos se fue solo. Él tiene derecho a elegir, aquí en Carabineros no hay nadie irremplazable…
-¿Es efectivo que después que apareció el reportaje de CIPER informando de las deficiencias de los vehículos blindados, el general Jorge Vidal Varas, director de Compras Públicas de Carabineros, llamó a todos sus subalternos e hizo un acto de “reparación” por la ofensa cometida con usted?
Bueno, nosotros nos juntamos todos los meses y celebramos al que está de cumpleaños o si alguien tuvo un hijo, y en esa junta mensual efectivamente mi general Vidal dijo, representando a todos: “Mi general, sepa que si ha pasado un mal rato todos sabemos quién es usted y confiamos en usted”.
-¿El general Vidal sabe todas las fallas que tienen los carros blindados respecto de lo que se exigía en las bases técnicas?
Él llegó este año a la Dirección de Compras de Carabineros… Pero si aquí no hay encubrimiento ninguno, ¿encubrimiento de qué? Si tengo que dejar mi puesto o irme a retiro, lo tengo que hacer por responsabilidad de mando, pero en este caso puntual no hay ninguna. Lo que veo es una mala intención de un tercero que le cuenta cosas a usted y no entiendo por qué…
-¿Está seguro general, de que ha tomado todos los resguardos a los que su cargo lo obliga respecto de la compra de estos vehículos?
Todos los resguardos los hemos tomado. Por supuesto que hemos descubierto falencias, hemos superado falencias. Y dentro de las que hemos descubierto no hay ninguna de gravedad, porque hemos tenido revisiones de Contraloría, de nuestra Inspectoría General… Nada es perfecto. Siempre vamos a tropezar en algo, pero nuestro trabajo está direccionado a no tropezar, o por lo menos no tropezar con la probidad. A mí no me están investigando.