UN RETÉN FRENTE A SU CASA Y UN CARABINERO LO ACOMPAÑA DESDE EL ‘2000
Senador Alberto Espina después del robo a su casa: “Yo no he pedido ningún trato especial”
02.08.2013
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UN RETÉN FRENTE A SU CASA Y UN CARABINERO LO ACOMPAÑA DESDE EL ‘2000
02.08.2013
-Senador Espina, ¿cuántas veces han entrado a robar a su casa?
Dos veces. Bueno, dos veces entraron y en una robaron. Tres veces, en realidad…O sea, en total, han entrado a mi casa cuatro veces. La primera, hace unos cinco años: los tipos fueron sorprendidos por el jardinero de la casa cuando ya habían sacado todas las cosas que había en una bodega. Mi casa tenía una reja alta y la saltaron. La segunda vez fue este verano, en febrero, cuando mi hija Francisca, que es periodista, estaba trabajando y sintió ruidos categóricos de que había alguien caminando. Tocó el botón de pánico, no sonó; llamó al Plan Cuadrante y ahí todo indica que los tipos se fueron. La tercera vez, fue el jueves 4 de julio: los tipos escalaron por un costado de la puerta principal, se metieron, trataron de abrir la ventana de una de las piezas del primer piso, entraron, subieron al segundo piso y se fueron directo al dormitorio. Es difícil saber cómo tenían tan identificado dónde estaba el dormitorio. Se metieron directo al closet y sacaron de cuajo una caja fuerte que yo tenía allí. El último fue el martes 16 de julio: los tipos entraron, estaban camino al patio de servicio, y gracias a Dios los perros ladraron, el jardinero salió, los tipos se fueron. El jardinero vio el auto en que arrancaron y salió persiguiéndolos, pero no los encontró y se fue a Carabineros.
-Usted ha ocupado una importante tribuna para combatir la delincuencia, ¿qué siente cuando su propia casa ha sido violada?
La sensación es muy fuerte, porque uno se da cuenta lo vulnerable que es, y sobre todo, el alto riesgo de que puedan golpear e incluso abusar sexualmente a la gente que está dentro de la casa, lo que ocurre mucho en estos delitos. De hecho, en el primer robo, cuando mi señora me llama -y paralelamente la nana llamaba a Carabineros- y me dice que están las puertas cerradas, yo le dije: ¡cuidado, pueden estar adentro! Yo estaba en una peluquería cortándome el pelo, entonces ahí el carabinero que anda conmigo llama al 133 y no conseguía comunicarse porque estaba la señal ocupada…
-Usted dice que no sabe cómo los tipos que entraron directo a su dormitorio conocían la ubicación exacta. ¿Cree que estaban dateados?
Creo que hay dos posibilidades que están investigándose: el modus operandi habitual es ir al dormitorio principal y meterse al closet, donde todos torpemente guardamos las cosas de más valor; la segunda, es que ellos tuvieran la información de alguien que estuvo en mi casa durante los últimos seis meses. Lamentablemente, a mi casa entró mucha gente en estos seis meses, porque hubo que reparar los ventanales, reforzar los sistemas de alarma, pintar los marcos de madera, porque hacia mucho tiempo que no se arreglaban. Todos esos antecedentes, uno a uno, yo se los entregué al OS-9, con los datos y nombres para que los investigaran.
-¿Qué le han dicho en la fiscalía que está a cargo de la investigación?
La fiscalía lleva la investigación a través de Carabineros y me va informando básicamente a través de ellos del avance de las diligencias. Yo colaboro activamente tratando de entregar la mayor cantidad de antecedentes. Por ejemplo, los nombres de todas las personas que estuvieron en mi casa, para que los llamen, los localicen y vean si hay algún dato. O las características del auto que en el segundo robo fue visto y que, curiosamente, a pesar de haber un auto de seguridad ciudadana a 40 metros, no lo vio pasar. Y después, antecedentes de personas que conocían a quienes habían estado en mi casa. Porque una de las personas que estuvo en mi casa tenía un auto de similares características. Todo eso lo está investigando la policía.
– Senador, usted acaba de decir que un carabinero estaba con usted para el primer robo. ¿Por qué tiene a un carabinero en permanencia junto a usted? ¿A causa de los robos que lo han afectado?
No, yo tengo un carabinero desde hace bastante tiempo porque fui director de FICED, la oficina de fiscalización contra el delito que funcionó entre 2000 y 2010. Fue un convenio entre cinco municipalidades inicialmente, que llegó a tener a casi 15 municipios y que recibía llamadas de vecinos a un número 800, información que derivábamos a Carabineros, Investigaciones o al Poder Judicial. Sabiendo que podía venir esta pregunta, aquí tengo este documento (y lee). En todos estos años a mí me correspondió, bajo mi firma, entregar a los tribunales y a las policías los datos de 3.755 sujetos que supuestamente vendían droga; son 266 bandas, 409 familias que se dedican al tráfico de droga y 2.400 puntos específicos de venta de droga en todo el país. Esto está en la cuenta que hizo FICED el 27 de abril de 2009. ¡Es evidente que yo soy un enemigo de los traficantes!
-¿Por qué ellos lo identifican como su “enemigo”?
Muchas de estas causas significaron que los metieran presos, y si bien otros no cayeron presos, quedaron en la mira. Lamentablemente, siempre se filtró que era yo el que hacia la denuncia. Como yo protegía la identidad del denunciante, yo señalaba que me había llegado una información de un vecino cuyo nombre mantengo en reserva para evitar represalias. Eso significó, particularmente en ese periodo, que tanto los gobiernos anteriores como éste dispusieran un carabinero para que me acompañe. Son mínimas medidas de resguardo, no por ser parlamentario, sino porque en todos los tribunales hay denuncias mías. Sinceramente, creo que no ha habido ninguna persona natural -que no sea policía ni juez- que haya denunciado tanto a traficantes de droga y que haya estado más a mano de alguno de ellos. Y por eso tengo al carabinero desde un poquito antes de 2000… Comencé en esto cuando hice la denuncia del cité de la droga en el programa Contacto (Canal 13), con Emilio Sutherland.
-Pero el periodista Emilio Sutherland no estaba en esa época en el programa Contacto.
Entonces no era Contacto, era Informe Especial (TVN). Ahí me tocó denunciar el cité de la droga, en calle Santo Domingo, donde había un alto nivel de tráfico.
-¿Recibió usted amenazas concretas?
Tuvimos en esa época amenazas concretas. Algunas de ellas fueron cursadas a los tribunales y otras a las policías. De hecho, mi hija mayor estuvo con resguardo policial por un periodo breve de tiempo.
-Uno de sus vecinos me dijo que usted le contó que su hija había sido secuestrada. ¿Eso es verdad?
No, jamás, lo que tuvo ella fueron amenazas, lo que motivó a que la policía considerara por prudencia ponerle resguardo policial durante un periodo breve en 2002.
-Respecto a las amenazas que usted recibió y que llevó a tribunales, ¿se supo quién las hacía?, ¿se descubrió algo?
Me acuerdo que en una de las amenazas hubo un hombre… Mire, estas amenazas, la verdad es que no me acuerdo…, pero provenían básicamente de la cárcel. Recuerdo haber recibido una directamente por teléfono, de una persona que me advertía de estas amenazas. Las amenazas se hicieron, las entregué a la policía y no me correspondía a mí…
-¿Cuándo fue la ultima vez que recibió una amenaza?
¡Gracias a Dios los últimos tres o cuatro años no he recibido amenazas! Pero tengo siempre latente y presente que soy un enemigo público de los traficantes de droga, muchos de los cuales entran y salen de la cárcel, y por lo tanto, las autoridades, tanto el gobierno de la Concertación como el actual, me mantienen un carabinero que está a cargo de mi seguridad.
-¿Hay otros parlamentarios que tengan este mismo tipo de seguridad?
Entiendo que hay otros parlamentarios que la tienen: Lily Pérez, por ejemplo, y otros que han vivido realidades así. Pero es una situación que entiendo, porque la vulnerabilidad que yo tengo cada vez que los traficantes de droga que yo denuncié… Yo sé que soy un punto importante del combate contra ellos, porque cayeron muchos presos. Y bueno, son las reglas del juego. Y tengo el policía porque las autoridades pertinentes han estimado que lo tenga.
-Senador, han aumentado y mucho los delitos de robo a casas. ¿Ha fracasado la política antidelincuencia de este gobierno?
Siento que en materia de robos las políticas que nosotros adoptamos han demorado en dar resultados.
-¿No es un fracaso?
Diría que es menos de lo que la gente esperaba. No hay duda que la seguridad ciudadana está entre uno de los talones de Aquiles de la gestión del gobierno, porque los delitos que a la gente más le impactan son los robos y asaltos a las casas. Es demasiado el daño que se produce y creo que se pudo y se puede avanzar mucho más.
-¿Cuál cree que es la razón por la que no se ha podido avanzar?
La verdad, porque primero nos demoramos mucho en sacar el STAD (Sistema Táctico de Análisis Delictual), que es el mecanismo más eficiente porque es la coordinación de la comunidad, de las policías, analizando barrio a barrio. En segundo lugar, porque “Alerta Hogar”, que es tener a los vecinos vinculados por una línea telefónica, también se ha demorado mucho. El acelerador se pudo poner mucho más a fondo. Pero también creo que no percibimos la magnitud de la gravedad del problema, y sobretodo, las dificultades de adoptar políticas públicas que fueran eficientes en el corto plazo.
-¿Cuáles son las fallas del sistema vigente para la lucha contra la delincuencia?
A mi juicio, las policías no cuentan con todas las facultades para realizar las primeras diligencias, para obtener pruebas y detener a los delincuentes en las 24 horas siguientes al robo y que son decisivas. En todas partes del mundo las policías tienen más facultades que aquí en Chile. Aquí, si la policía quiere interrogar a alguien y no se trata de un delito flagrante, la persona se puede negar. Otra cosa: no existe la posibilidad de que las policías, salvo si hay indicios de que la persona está cometiendo un delito, pueda requerirle la entrega de su identidad inmediata. Porque en muchos casos los jueces declaran que esa acción de pedir la identificación es ilegal, porque no hay indicios de que la persona estaba cometiendo un delito o lo fuera a cometer. Ese es un reclamo de las policías que me vienen haciendo, y tengo iniciativas presentadas en proyectos de ley. Usted los puede revisar en el Senado. Hay un déficit muy importante en la labor de coordinación entre fiscales y policías. Los jueces piden estándares probatorios muy altos que la propia policía no puede cumplir. Tenemos jueces de garantía que actúan con un nivel de exigencia que las policías no pueden alcanzar, lo que hace que muchos delincuentes no queden presos. Y por último, la política que se aplica en nuestro país para los menores que cometen delitos, es un fracaso. So pretexto de que los menores no pueden ser detenidos, se transforman en un circuito delictual.
-Yo hablé con varios vecinos suyos, muchos de los cuales también han sido asaltados, y algunos más de una vez, y me dicen que el trato que recibieron de Carabineros no es el mismo que se le ha dado a usted. Incluso reclaman que Carabineros ni siquiera ha llegado a sus casas. ¿A qué se debe esa diferencia en la preocupación de Carabineros por su robo? ¿A que usted es senador?
A ver, no debiera existir ningún trato discriminatorio, y si es así, es muy malo porque todos son vecinos. No hay ninguna razón para que cuando un vecino es víctima de un delito, tenga un trato de menor importancia que cuando afecta a un senador. Eso lo encuentro muy malo, no me gusta. Me parece negativo desde todo punto de vista. Y respecto a mi caso, cuando se produce el primer robo en mi casa el día 4, llegó una cantidad de vehículos policiales bastante grande. En parte, porque el aviso era que los ladrones podían estar aún adentro y por una razón muy simple: porque los tipos salieron y cerraron las ventanas, y cuando le pregunté a mi señora por dónde salieron, ella revisó los vidrios y estaban cerrados. Bastante curioso porque era bien difícil hacerlo después de haber sacado una caja fuerte. Cuando mi señora me dijo que estaba todo cerrado, la verdad es que yo sentí un tremendo susto porque dije: deben estar adentro. Imagino que esa es la información que se entregó a Carabineros, porque yo llegué y me encontré con una cantidad importante de policías. Creo que deberían llegar así para todos los casos igual. Nunca en mi vida he aceptado beneficios ni privilegios porque considero que eso es lo que más puede irritar -y legítimamente- a la ciudadanía. Y mi casa no tuvo vigilancia policial, salvo la que tiene de los policías que circulaban en el Plan Cuadrante. Cuando se produce el segundo robo…
-Perdón, ¿entonces la segunda vez también robaron?
No, en realidad fue un intento de robo. Tengo la impresión que iban en busca de los autos ya que aparentemente se robaron una llave de repuesto de uno de los autos de la casa. Y ahí, en ese segundo intento, llegaron nuevamente los policías. Pero entre el primer y segundo robo, había ocurrido un hecho extraordinariamente imprudente, y es que Canal 7 hizo una nota sobre el robo de mi casa en donde el periodista escala el muro, la reja, señalando cómo se podía entrar a mi casa. Yo no recuerdo haber visto antes que hagan clases de cómo entrar a robar a la casa de un ciudadano.
-Lo vimos a usted en un programa el martes 30, contando la historia de su robo y donde el periodista, junto a un delincuente rehabilitado, iba mostrando las facilidades de entrar a algunas casas del sector oriente.
Ya, pero era mi casa. Me llamó mucho la atención lo que hizo este periodista. Lo conversé después con él -lo conozco mucho- y le dije que no me parecía lo que había hecho porque era como decir qué fácil es acceder a mi casa. Y después de ese programa se produce el segundo robo. Y entonces la policía me dice: “mire, este sector está teniendo muchos robos, su casa la han robado dos veces y nosotros hemos ¡dispuesto! (y lo repite) que vamos a dejar un vehículo policial con un funcionario del Plan Cuadrante de este sector”. Eso me lo dice un general de Carabineros que estaba haciendo fiscalización esa noche. Ese general llega a mi casa y me dice que han dispuesto dejar un vehículo aquí por un plazo de 15 días.
-¿Qué general de Carabineros dispuso esa orden?
Me lo dijo el general Víctor Herrera Pintor. A mí me dispuso Carabineros un retén por un plazo que ellos decidieron, y me dieron tres argumentos. Uno, que consideraban que era tremendamente grave que se haya mostrado en televisión lo fácil que era entrar a mi casa…
-¿Eso quién se lo dice?
El general Herrera, pues. Carabineros no pregunta, el general dice: yo voy a dejar un retén aquí. Exactamente lo que dice es: “Nosotros hemos resuelto dejar en su casa una vigilancia especial, que va a ser un móvil con un carabinero del Plan Cuadrante, por un plazo de 15 días, porque esta es una zona que tiene alta vulnerabilidad”. Toda la parte de atrás de nuestras casas da a una quebrada, donde no hay prácticamente barreras y es muy fácil entrar.
-¿Usted se entrevistó con el general director de Carabineros Gustavo González Jure por su robo?
El día que se produjo el robo yo efectivamente lo llamé, porque el primer número que tenía era el del general director. Pero a esas alturas ya estaba comunicado el 133, así que la verdad es que le dije que ya tenía el llamado… Yo llamé al 133, yo llamé al Plan Cuadrante, al mismo número que había llamado mi nana y me sonaba ocupado. Y como el primer número que tengo es el del general director, lo llamé también, pero ya habían llamado al 133 así que ya no tenía ningún sentido.
-Después de ese llamado, ¿volvió a contactar al general González Jure por su tema personal del robo?
He conversado con él, porque yo hablo varias cosas con él…
-¿Le preguntó con respecto al robo a su casa?
Respecto del robo a mi casa, creo haber conversado una o dos veces más con él. Pero no me recuerdo de qué. Pero no fue para solicitarle una cosa especial en el tratamiento de mi casa. No tengo conversaciones distintas que me recuerde…
-¿De dónde viene esa relación tan cercana de usted con Carabineros?
Yo no le he pedido nada a Carabineros respecto de este caso. Y lo digo clara y enfáticamente: ningún trato privilegiado ni preferente. Y si hay alguien que diga lo contrario, que lo diga con nombre y apellido. Efectivamente, el comisario de Lo Barnechea, Pablo Muñoz, fue alumno mío y tengo muy buenos recuerdos de él, pero no le pedí expresamente a Carabineros, bajo ninguna circunstancia, un trato especial.
-Pero se lo han dado. No a todos los ciudadanos les ponen un retén móvil en la puerta de su casa cuando los asaltan una vez y lo intentan una segunda.
Efectivamente, lo pusieron por decisión de ellos, un retén, un radiopatrulla, una especie de retén chico. Y el argumento fue la vulnerabilidad que yo tenía, entre otras cosas, producto de haber aparecido en televisión mi casa, por la facilidad con que se había mostrado que se podía robar. Por eso el carabinero me dijo que lo iban a poner. Yo le pregunté a Carabineros si eso se había hecho en otros lugares y ellos me respondieron que sí, que se había puesto en otros lugares. Pero quiero dejar bien claro: ¡yo no lo pedí! ¡Ni lo solicite! Ni he pedido un trato especial. Las veces que me comuniqué con Carabineros ha sido con los funcionarios del 0S-9 que me asignaron para este caso, para entregarles información que permita esclarecer los hechos.
-Senador, yo fui tocando el timbre de varios de sus vecinos, y el comentario general es que se “alegran” de que haya sido usted el asaltado, porque a varios les han robado más de dos veces y Carabineros llegó solo el día de la denuncia. Ahora dicen que al fin sienten que podrán tener protección.
Yo considero -y quiero ser claro y bien franco- que los vecinos tienen el justo derecho a sentirse molestos, aunque no los siento molestos conmigo, ya que las reuniones que se han hecho sobre el tema han sido en mi casa. Pero no me gustan las discriminaciones: derechamente nunca me han gustado y nunca las he aceptado. Separo sí el tema de tener un carabinero que me cuide, porque no cualquier ciudadano denuncia. No es habitual que un ciudadano denuncie a tres mil y tantos narcotraficantes. No se trata de que me tengan a un carabinero porque yo sea senador. No lo tienen todos, es sólo que yo denuncié a muchos narcotraficantes, delincuentes, pandillas y bandas y es evidente que eso significa un riesgo latente porque alguno de ellos puede vengarse.
-Quién hace periodismo de investigación también hace estas denuncias y de manera más pública. Por ejemplo, el periodista de Contacto (Canal 13) Emilio Sutherland, a quién en una ocasión le mataron hasta los perros de su casa, que yo sepa no le pusieron a ningún carabinero para que lo protegiera.
Está bien, pero esa es una decisión de Carabineros. Yo nunca he pedido un carabinero a ninguna institución: no hay ni un papel, ningún documento mío que diga eso. En los gobiernos anteriores, el ministro del Interior, a raíz de que yo hacía mucha denuncia y tenía mucha polémica pública, me dijo: mire, usted está expuesto, y consideramos razonable, tal como las autoridades que están en los medios, que denuncian, que van a los foros… Además, yo era demasiado arriesgado, porque daba los nombres, señalaba el nombre de los traficantes. Pero le repito: ¡yo no lo pedí!
-Supongo que ese trabajo de denuncia de traficantes y bandas y pandillas, no lo hacía solo. Las personas que trabajaban con usted, ¿recibieron alguna amenaza?, ¿también tenían seguridad especial?
Es que ellas nunca daban la cara. En la oficina de FICED, efectivamente se pueden haber recibido algunas amenazas, pero esas personas la verdad es que no eran las que daban el rostro. Yo me preocupé de que ellas no tuvieran un rol público, que no pudieran ser identificadas. Ahora, igual siempre tomaba el resguardo de pedirle a Carabineros de Ñuñoa (donde quedaba la oficina de FICED) que por favor pasaran por ahí, hicieran ronda, para no exponerlas, porque eran jóvenes profesionales y de hecho ninguno dio una entrevista.
-¿Hasta cuándo estará el retén en su casa?
El retén se estaría retirando hoy (miércoles 31 de julio), porque eran 15 días.
-¿No retiran el retén porque estuvieron periodistas de CIPER aquí en su barrio indagando por qué lo habían instalado frente a su casa, hablando con los vecinos y con los carabineros de la 53ª Comisaría de Lo Barnechea?
¡No!, ¡no! Quiero ser súper franco y transparente: Carabineros me dijo que eran 15 días, del 16 de julio a hoy son quince días. Y lo retiraron, y si no lo hubieran retirado, yo hubiera dicho: “sabe que más, retírenlo”. Pero la verdad es que no lo pedí, no me gusta ni nunca he pretendido ninguna ventaja especial. Cuando hice clases en Carabineros justamente les decía que la gente más frágil, más débil, es la que debe ser más protegida. Tengo además con los carabineros una buena relación, a todos los trato con la mayor deferencia. Solo al OS-9 he llamado, pero por mi derecho ciudadano. Los ciudadanos tenemos derecho a colaborar con la investigación.
-¿Cuántas veces ha llamado usted al 0S-9 pidiendo resultados de su investigación?
No, resultados nunca. Llamo entregando antecedentes, y para eso los he llamado cada vez que tengo un antecedente nuevo. Cada vez que descubro algo, como por ejemplo, que el vehículo color burdeo que vieron huyendo se parecía a un vehículo de alguien que un tiempo atrás había pasado por mi casa. Ahora, ellos me llaman a mí mucho, permanentemente me informan.
–Un vecino nos dijo que usted es un poco paranoico con la seguridad, que incluso antes de que entraran a robar a su casa, cuando vio que unos maestros bajaban materiales para trabajos frente a su domicilio, usted llamó a Carabineros para que vinieran a fiscalizarlos. ¿Es efectivo?
La historia es completamente diferente. Esa versión es enteramente de mala fe.
La cosa es así: yo salgo una mañana de mi casa, y al frente había una construcción donde veo bastante movimiento de vehículos. Lo que hice fue lo que debería hacer todo ciudadano: llamé al Plan Cuadrante. No llamé a ninguna autoridad. Les dije: miren, por qué no se dan una vuelta en el sector de su Plan Cuadrante, porque hay un entrar y salir de gente. Eso es lo que deben hacer todos los ciudadanos. Y fue lo que hice.
-Lo que usted narra no es totalmente opuesto a lo que dice su vecino. Además, otro de sus vecinos dijo a CIPER que después que le entraron a robar a su casa, a él mismo ya le han venido a golpear carabineros tres veces para preguntar los nombres de las personas que están trabajando allí.
No tengo ni idea de eso, y déjeme decirle que como ciudadano yo tengo pleno derecho a pedir que se colabore en el esclarecimiento de una banda que ha robado varias casas de mi cuadra. Incluso, presté mi casa para que se juntaran los vecinos. Llamar a la policía para aportar antecedentes es lo que debiéramos hacer todos. Y usted me dirá, claro, pero no les contestan a todo el mundo. ¡Muy mal! Carabineros debería contestarles a todos. Siento que esta es la verdad: no siempre se trata a la gente igual. Y eso es muy malo por parte de Carabineros.
-Volviendo al tema de tener un retén móvil frente a su casa por 15 días sin que lo haya solicitado, vimos en directo cómo un carabinero pasó 12 horas sin tregua en ese retén, bajo el intenso frío que hizo el martes 30 de julio. Siendo un senador entregado al servicio público, ¿no lo ve como un abuso? ¿No tuvo el impulso de decirles a los jefes de Carabineros: yo no necesito esto?
A ver, Carabineros dispuso ese retén por un plazo de 15 días, que era el plazo y el tiempo, según la policía, para que ellos pudieran tener información ante la eventualidad que pudieran volver atacar mi casa o el sector. Al carabinero yo lo saludaba, lo veía, y en mi casa lo trataron de la mejor manera posible. Cada vez que él necesitaba pasar al baño, lo dejaban pasar. ¿Dónde está mi abuso? Si yo no he pedido nada especial…
-El martes 30 de julio, cuando estábamos reporteando frente a su casa, llegó además un vehículo del OS-9 de Carabineros, que tengo entendido ya han venido más de 10 veces a su casa. ¿Cuál es la razón para esas diez visitas?
El martes el OS-9 fue a pedirle al personal que trabaja en mi casa el chequeo de fotos de sujetos sospechosos para descubrir la banda que nos robó. Fueron específicamente a hablar con el jardinero de mi casa. A mostrarle unas fotos. ¡A eso!
-Ahora, lo que sigo sin entender es que hay vecinos de la misma cuadra donde está ubicada su casa, a los que les han robado tres veces -y hablo de robos, no de intentos- y nunca Carabineros les puso un retén móvil frente a sus domicilios.
Si están molestos, les encuentro toda la razón. Ahora, a mi nadie me lo dijo. Y eso que yo he prestado mi casa para todas las reuniones. Mire, yo le voy a decir una cosa: ¡les encuentro toda la razón! ¡Toda la razón del mundo! Porque no debe existir discriminación en la forma cómo la policía trata a una autoridad y a un particular. Pero a mi favor juega el que yo no he pedido ningún tratamiento especial. Yo jamás he dicho: “oiga, pónganme por favor un carabinero, hagan esto”. ¡Jamás! Y lo que he hecho es colaborar con los investigadores, porque creo que cuando uno colabora las cosas funcionan mejor.
-Es muy serio que usted afirme que le dispusieron un retén móvil frente a su casa y que el OS-9 ha venido diez veces para diligencias a su hogar sin que lo solicitara. Porque entonces, Carabineros deberá dar una respuesta por este comportamiento ante la ciudadanía. Lo que usted dice es muy negativo para Carabineros.
Es evidente que no debe existir ninguna discriminación. A mí lo que me preocupa es que yo no he pedido ningún trato diferente. Y nadie puede decir lo contrario. Tampoco mis vecinos a los que he ayudado y se han reunido en mi casa para que juntos veamos cómo nos organizarnos en algo así como el programa “Alerta Hogar”.