UN MODELO DE NEGOCIOS QUE BUSCA INCORPORAR NUEVOS SOCIOS
La red de empresas de Alicia Romo que ha crecido junto a la Universidad Gabriela Mistral
04.10.2012
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UN MODELO DE NEGOCIOS QUE BUSCA INCORPORAR NUEVOS SOCIOS
04.10.2012
Vea el mapa de la extensa red de negocios de Alicia Romo y su familia.
-Señora Alicia ¿en cuántos millones consistió la venta del 49% de la Universidad Gabriela Mistral al Movimiento Sodalicio de Vida Cristiana?
– No hay ningún 49%, no hay ningún porcentaje de nada. Ellos son invitados y pare de contar. Y punto. (ver recuadro)
Molesta e incómoda, la rectora de la Universidad Gabriela Mistral, Alicia Romo, respondió a CIPER, cuando la abordamos a la entrada de un seminario en el ex Congreso. Niega categóricamente que exista un acuerdo de venta con el movimiento católico de origen peruano, conocido como los Sodalicios, para traspasar parte del control de esta universidad privada, la más antigua entre sus pares.
Romo habla de “invitación”. Sin embargo, en enero de este año se incorporaron cinco nuevos miembros al directorio de la Corporación –todos ellos representantes de este movimiento católico laico- quedando en igualdad de número con los cinco familiares directos de Alicia Romo. Un paso que, en cualquier organización, significa participación en la propiedad y control efectivo sobre la gestión.
Además, en reuniones ampliadas con profesores de la universidad, Alicia Romo ha dicho que su intención es “traspasar” a los Sodalicios la universidad, con la condición de mantener en el directorio a sus hijos y a algunos académicos de su confianza.
El superior de los Sodalicios en Chile, Alessandro Moroni, es uno de los cinco integrantes del directorio de la UGM. Así intentó explicar a CIPER esta singular modalidad.
“Probablemente en otro tipo de empresa, en una sociedad anónima, por ejemplo, debe haber compra de acciones. Pero en nuestro caso, no hay ninguna compra, ni traspaso ni aporte ni nada. Sólo hemos sido invitados a participar en la gestión de la universidad, tal cual. La familia decidió ampliar el directorio e invitarnos, pero no ha habido ningún traspaso” (Ver entrevista completa).
Alejandro Danús, empresario, integrante del Movimiento Sodalicio y uno de los cinco directores que representa al movimiento en la instancia que controla la Universidad Gabriela Mistral, dijo a CIPER: “Ellos fueron los que negociaron su participación directamente, durante un año o más. A mí me llamaron por mi experiencia”.
El pasado 1 de octubre, Alicia Romo expuso en un seminario organizado por la Comisión de Educación del Senado, frente a sus pares de universidades privadas y públicas. En su alocución, hizo referencia directa a nuestra pregunta sobre la venta de la UGM: “Yo le dije a la periodista que no tengo nada que declarar. Nosotros hemos invitado a un grupo religioso, porque yo estoy muy vieja y mi vida va a terminar pronto, y quiero que la universidad siga siempre siendo lo que ha sido. Entonces los hemos invitado, invitado (recalca) a participar de la universidad. Así es la cosa”.
Romo ha sido férrea defensora del lucro y en esta exposición, habló de la fuerte competencia entre los actores del sistema. “Yo no creo que haya universidades que tengan fines de lucro. Y si hay alguna no deben ser muchas, tal vez ni siquiera sean dos. Qué plata se puede colocar en el bolsillo el que maneja una institución si tiene que competir, tiene que tener calidad para que el público venga a su institución (…) todos esos son costos, costos y costos”.
No es la primera vez que Alicia Romo se refiere al tema. La rectora de la Universidad Gabriela Mistral, en reiteradas ocasiones, ha expresado que no ve problemas en que quienes presten servicios de educación superior puedan retirar parte de las ganancias, admitiendo incluso que los terrenos donde hoy funciona su universidad son de inmobiliarias que los arriendan a la UGM. Esas empresas forman parte de la red de sociedades, vinculadas a Romo y su familia, que están vinculadas a la UGM. En el estado financiero de 2010, que dio a conocer el Ministerio de Educación en agosto pasado, se informó de cuatro sociedades relacionadas: Sociedad Inmobiliaria y Administradora de Establecimientos Educacionales Gabmi Ltda, Servicios Generales Ltda., Servicios Generales de Construcción Ltda. y Asesorías e Inversiones Alicia Romo EIRL. Las dos primeras son dueñas de al menos 13 inmuebles que arrienda la universidad para su funcionamiento y que tienen un avalúo fiscal de al menos $4.215.885.354
Le preguntamos a la rectora de la UGM sobre estas sociedades que declaró ante el Mineduc:
-Señora Alicia, en su intervención usted habló del lucro y mencionó la regulación de las empresas relacionadas. En el informe de estados financieros del Mineduc se informan cuatro sociedades de su familia con las que la UGM tiene relación…
-No conozco ese informe. No lo conozco, no tengo idea.
Alessandro Moroni, máximo representante de los Sodalicios en Chile y miembro del directorio, responde con cautela cuando le preguntamos por la relación contractual de estas sociedades con la universidad. Se apura en aclarar que “no tenemos derecho a voto” y que sólo expresan opinión en temas “administrativos”.
– ¿Conoce las inmobiliarias Gabmi Limitada y Servicios Generales, dueñas de 13 inmuebles donde funciona la universidad y de propiedad de Alicia Romo y su familia?
-No conozco eso al detalle. Son cosas internas de la universidad en las que no puedo opinar. Yo he participado en el directorio como invitado y ese es un tema propio de la UGM, por lo que si necesita información de ese tipo tiene que solicitarla a las autoridades de la universidad. Le insisto, yo soy invitado solamente y a quienes tienen que preguntarle cosas de la universidad son a sus autoridades, no a mí.
– Pero usted pertenece al directorio y asiste a las reuniones donde debieran aprobarse los contratos con estas inmobiliarias, por lo que tiene que conocerlas.
– Como no hay ningún documento firmado ni somos parte legalmente, si alguien me hace alguna consulta personal yo no puedo decirlo. Incluso como consagrado (condición de laico comprometido) me pueden hacer consultas de distintos tipos, pero no puedo publicarlas porque son de dominio privado de la persona que me consulta.
En junio pasado, la Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados que fiscaliza el lucro en la educación superior sólo entregó antecedentes sobre las universidades Andrés Bello, Viña del Mar, Del Desarrollo, Las Américas y del Mar, como planteles a los que se les probó lucro o contratos con empresas relacionadas. En ese informe no hubo mención a la UGM.
En 31 años, la UGM pasó de un terreno de 3 mil metros cuadrados en Providencia y una matrícula de sólo 470 alumnos, a tener hoy una sede en Santiago y otra en Puerto Varas, que en total suman 30.309 metros cuadrados y 2.755 estudiantes. Un crecimiento sustantivo, más aun, considerando que la rectora del plantel se ha negado tajantemente a recibir cualquier tipo de aporte fiscal, aduciendo su derecho de construir la UGM “a su imagen y semejanza” y sin influencias estatales.
Desde 1981, Alicia Romo Román y su familia han construido una extensa red de al menos 12 sociedades con diversos giros: inmobiliario, editorial, publicitario, construcción, asesorías, administración de casinos e inversiones. Según investigó CIPER, a lo menos tres de ellas mantienen un vínculo directo con la UGM. Las restantes tienen una difusa conexión con la primera privada del país y debido a la escasa fiscalización del Ministerio de Educación no es posible determinar con exactitud si prestan servicios para la UGM. Lo que sí está claro es que estas sociedades son propiedad de los directivos de la universidad –todos familiares de Alicia Romo-y que se constituyeron y aumentaron su patrimonio al mismo tiempo que la UGM se expandía.
Antes de transformarse en rectora y controladora de la UGM, el único vínculo de la abogada Alicia Romo Román con el mundo empresarial era la sociedad Proyectos Andinos Limitada, creada en 1972 por su marido Arnaldo Merbilháa Coustere junto a Servicios y Motores Servimotor Limitada, Alex Burns Ramírez, Mario Mery Berríos, Jorge Eurione LLaumet, José Foster Moreno y Smiljan Radic Piraíno, este último quien años más tarde formaría parte de los directorios de Molinos y Fideos Luchetti y la minera Cerro Negro, ambas de propiedad de Andrónico Luksic. Tras el retiro de Arnaldo Merbilháa de Proyectos Andinos en 1974, la familia Merbilháa Romo siguió dedicada al mundo financiero, esta vez desde el mundo político. Como colaboradora de Augusto Pinochet, entre 1974 y 1975 Alicia Romo Román encabezó la Dirección Nacional de Industria y Comercio (DIRINCO) y desde 1973 a 1980 formó parte de la Comisión Ortúzar, encargada de redactar la Constitución de 1980. Desde entonces y hasta 1981, Romo fue vicepresidenta de la Confederación de Cooperativas Agrícolas -controladora del Banco O’Higgins-, negocio que cambió por uno que le reportó más dividendos y en el que incluyó a toda su familia; la UGM y sus empresas controladoras.
Alicia Romo Román siempre se ha referido a sí misma como la fundadora de la UGM, pero lo cierto es que en su creación ni ella ni ningún miembro de la familia Merbilhaá Romo figuran como socios. De acuerdo a los estatutos de constitución de la Corporación de Derecho Privado sin fines de lucro “Universidad Gabriela Mistral”, firmados el 20 de febrero de 1981, los únicos fundadores de la UGM fueron Armando Ortiz Ramírez (comandante en jefe de la Fach entre 1952 y 1955), Nicolás Alejandrópulo Santibáñez (contador general), Sylvia Sailer Millas (profesora), Octavio Le-Fort Levisson (notario público), y los profesores Raúl Blin Necochea y Carlos Blin Arriagada, este último quien sería el primer rector y presidente de la Junta Directiva de la UGM.
Alicia Romo no tardaría mucho en aparecer en la historia de la primera universidad privada de Chile. Pero su ingreso no sería a través de una corporación sin fines de lucro. Cuatro meses después de aprobados los estatutos, Romo constituye Inmobiliaria y Administradora de Establecimientos Gabmi Limitada, junto a Carlos Blin Arriagada, Armando Ortiz Ramírez, Sylvia Sailer Millas, Octavio Le-Fort Levisson, Luis Flores Vera y Elena Larraín Valdés. El objeto de la sociedad sería la “construcción y administración de establecimientos educacionales y toda actividad relacionada con lo anterior” y cada uno de los socios sería dueño del 12.5% de los $20 millones totales de capital inicial.
Desde entonces, Alicia Romo Román inició la compra paulatina de los derechos sociales de cada uno de sus siete socios en Inmobiliaria y Administradora de Establecimientos Educacionales Gabmi Limitada, partiendo por el 12.5% de Carlos Blin Arriagada, quien el 13 de julio de 1981 -a sólo un mes de creada- se retira de la sociedad y transfiere su porcentaje a Romo. Un año más tarde, el 9 de noviembre de 1982, Blin formaría la Universidad Central junto al también socio de Gabmi Limitada, Luis Flores Vera, Hugo Gálvez Gajardo, Gonzalo Hernández Uribe, Pedro Cruzat Fuschlocher, Vicente Kovacevic Poklepovic, Omar Mendoza Palominos y Luis Castañeda Carrasco.
Si bien el capital de Sociedad Inmobiliaria y Administradora de Establecimientos Gabmi Limitada nunca aumentó de sus $20 millones iniciales, su patrimonio se acrecentó notoriamente en los cinco años siguientes a su constitución.
El 1 de julio de 1981, a menos de un mes de creada, Gabmi Limitada adquiere por $41.999.047 su primer inmueble, una casona de 3 mil metros cuadrados ubicada en Avenida Ricardo Lyon 1177. Al año siguiente, en esa misma dirección, la Universidad Gabriela Mistral inicia sus clases con 470 alumnos y 4 carreras: Ingeniería Comercial, Derecho, Psicología, Educación básica y Educación Parvularia. Para esa fecha, Alicia Romo ya había ingresado a la Junta Directiva como única rectora de la UGM hasta hoy.
A las cuatro carreras fundadoras, en 1983 se suma la de Contador Auditor. No existen estadísticas que permitan comprobar un aumento de la matrícula en aquellos años. Sin embargo, la historia de la UGM permite inferir que el negocio ya reportaba dividendos. Tanto, que en 1985 la universidad comienza la creación de su Facultad de Ciencias Sociales, la que abriría al año siguiente con las carreras de Periodismo y Bachillerato.
De la mano de la expansión de la UGM, Inmobiliaria y Administradora de Establecimientos Educacionales Gabmi Limitada siguió aumentando su patrimonio. Al terreno de Ricardo Lyon 1177, se sumaron en 1985 otras tres propiedades cercanas ubicadas en Ladislao ErrázurrIz 2161 al 2171, 2183 y 2189, adquiridas por un total de $59.770.920. Los tres inmuebles se anexaron al de Lyon 1177 y en ellos se instaló la entonces recién inaugurada Facultad de Ciencias Sociales. En 1986, la inmobiliaria agregaría a los terrenos de la UGM la propiedad de Ladislao Errázurriz 2157, adquirida en $25.963.040. En total, entre 1981 y 1985 Alicia Romo Román y sus socios de Inmobiliaria y Administradora de Establecimientos Gabmi Limitada desembolsaron $127.733.007 por las cinco propiedades donde se instaló la UGM. Para el segundo semestre de 2012, el avalúo fiscal de estos inmuebles alcanza los $2.226.863.065, un precio mucho menor al valor comercial que hoy tienen en el mercado.
Pero Alicia Romo Román y su familia no sólo aumentarían su patrimonio a través de las propiedades adquiridas por Gabmi Limitada. Al 25% del capital de la sociedad que Romo poseía en 1981, tras la compra de la participación de Carlos Blin Arriagada, se sumó otro 25%, el que adquirió en marzo de 1983 a Luis Villarroel Gamboa y Armando Ortiz Ramírez. Ese mismo mes y justo cuando la UGM inauguraba su segundo año de clases, Alicia Romo decide incluir en el negocio inmobiliario a su marido Arnaldo Merbilháa Coustere, quien ingresa a Gabmi Limitada tras comprar el 12.5% de la participación a Luis Flores Vera.
En una entrevista de 2006, Alicia Romo Román admitió que construyó la UGM a su “imagen y semejanza”. Por ello no es de extrañar que para esta tarea la ex jefa de DIRINCO sólo confiase en su círculo más cercano. Para 1988, Romo y su marido Arnaldo Merbilháa Coustere poseían el 62.5% de Inmobiliaria y Administradora de Establecimientos Gabmi Limitada, hasta ese momento la única controladora de las cinco propiedades donde funcionaba la UGM. Sin embargo, las ganancias de estos arriendos aún debían compartirse con otros tres socios: Sylvia Sailer, Octavio Le-Fort y Elena Larraín, cada uno con un 12.5% de participación.
Es así como en 1988, y acorde con su afán de hacer de la UGM un negocio familiar, Alicia Romo Román crea una segunda sociedad para controlar los nuevos terrenos donde su universidad se expandiría. Así surge Servicios Generales Limitada, constituida con un capital de $300 mil y de la que Romo y Merbilháa eran únicos dueños. Un año más tarde, el 9 de noviembre de 1989, el matrimonio cede un 20% a Lisandro Serrano Spoerer, socio hasta 2002 de la consultora PricewaterhouseCoopers y esposo de Liliana Romo Román, hermana de Alicia.
Al igual que Inmobiliaria y Administradora de Establecimientos Gabmi Limitada, Servicios Generales sigue sin modificar su capital inicial. Lo que sí aumentó fue su patrimonio, el que hoy consta de al menos ocho propiedades en el mismo sector donde se emplaza la UGM.
Quince días después de la creación de Servicios Generales Limitada y a tres meses de que la UGM inaugurara las carreras de Ingeniería Civil Industrial e Ingeniería Civil de Sistemas, la sociedad del matrimonio Merbilháa-Romo desembolsa $23.400.000 para comprar la propiedad de Ladislao Errázurriz 2073, contigua a las adquiridas años antes por Gabmi Limitada y que hoy funciona como la sede de postgrados de la casa de estudios. Un año más tarde, el 13 de octubre de 1989, Servicios Generales compra al Comando Administrativo del Ejército los terrenos de Ricardo Lyon 1331 y parte del 1317, en $130.000.000. Desde entonces, la sociedad fue la única de las dos controladoras que siguió adquiriendo inmuebles que hasta hoy arrienda a la UGM. En total, el avalúo fiscal de las dos propiedades que Servicios Generales Limitada adquirió en esos años hoy alcanza los $1.305.652.347.
La primera de las universidades privadas también fue la primera en operar de forma independiente en Chile. Después de 12 años bajo la examinación de la Universidad de Chile y luego la Universidad Católica, el 15 de mayo de 1993 la UGM obtiene su autonomía por la resolución 624 del Ministerio de Educación. Con ello, la decana de las privadas logró aumentar considerablemente su matrícula. El mismo año de su autonomía, la UGM ostentaba el cuarto lugar de privadas con mayor número de estudiantes, con 3.218 matriculados. La cifra llegó a su máximo nivel en 1995, con 3.397 alumnos, por debajo de los 3.200 y 3.190 de la Universidad Mayor y Santo Tomás, respectivamente.
Con más alumnos en la UGM, Servicios Generales Limitada también obtuvo beneficios. Entre 1993 y 1996, la sociedad del matrimonio Merbilháa-Romo y Lisandro Serrano Spoerer adquiere cuatro inmuebles por un total de $667.640.147, todos ubicados en la misma manzana de Ricardo Lyon donde años antes Inmobiliaria y Administradora de Establecimientos Educacionales Gabmi y Servicios Generales habían comprado otras propiedades. Como esas, las cuatro nuevas también fueron arrendadas a las UGM. Según el Servicios de Impuestos Internos, estos terrenos hoy tienen un avalúo fiscal de al menos $446.715.517.
Pero no sólo los estudiantes y las propiedades de los Merbilháa-Romo aumentaron luego de la autonomía. Si bien el Mineduc sólo cuenta con datos de la Ley de Donaciones a Universidades desde 2000, ese año –entre 34 universidades- la UGM ocupó el 10° lugar de las privadas con mayores ingresos por este concepto, con $170.430.635 recibidos de donaciones privadas y por sobre instituciones como la Santo Tomás, que ese año obtuvo $31.912.000.
Con la UGM en su mejor nivel de donaciones y una matrícula que en 2000 llegaba a los 2.733 alumnos, Alicia Romo Román decide dar el golpe que gestaba desde hace años: transformar las sociedades controladoras de la UGM en empresas familiares. En 2001, y tras 20 años adquiriendo los porcentajes de participación de los otros siete socios iniciales de Inmobiliaria y Administradora de Establecimientos Educacionales Gabmi, Elena Larraín, la última de las fundadoras con participación en la sociedad, vende su 12.5% a los tres hijos de Alicia Romo y Arnaldo Merbilháa; Magdalena, Alicia y Arnaldo, quienes adquieren un 4.1% cada uno. El 87.5% siguió en manos de sus padres, con Alicia Romo controlando el 75% de Gabmi Limitada y su marido Arnaldo un 12.5%.
La buena racha de la UGM también llevó a crear una primera sede fuera de Providencia. En marzo de 2002 y en un terreno de 5.675 metros cuadrados, la universidad inaugura su Campus Puerto Varas, el que en la actualidad imparte seis programas de continuidad de estudios y cuyo rector ha sido desde su inicio el hermano de Alicia Romo Román, Enrique.
Alicia Romo ha sido siempre enemiga de la intervención estatal en la educación. Por eso, cuando en 2003 el ministro de Educación Sergio Bitar decidió dar urgencia al proyecto de ley sobre aseguramiento de la calidad de la educación superior, la rectora de la UGM usó toda su influencia para movilizar al resto de las privadas en contra de la propuesta. Como ferviente opositora de la acreditación obligatoria, Romo encabezó desde ese año y hasta la creación de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) el rechazo de una veintena de rectores de universidades privadas a la iniciativa del Mineduc.
Pero lo que ella creía el legítimo derecho de gestionar a su manera la UGM y libre de toda fiscalización estatal, terminó por costarle caro a sus negocios. Tras hacer público su rechazo a la CNA, ese mismo 2003 la UGM obtiene el menor monto de donaciones de los últimos 12 años: sólo $17.135.212. La oposición de Romo frente a la iniciativa estatal también influyó en la matrícula de su universidad. Si en 1998 contaba con 3.210 alumnos y era la séptima privada con mayor número de matriculados, en 2003 –y aun con la nueva sede de Puerto Varas- sólo llegaba a los 2.672, muy por debajo de los 14.828 de la Universidad Mayor o los 8.432 de la Santo Tomás, esta última sólo entre 2002 y 2003 aumentó su matrícula en casi un 200 por ciento.
Con menos alumnos y escuálidas donaciones, la UGM no podía solventarse. La situación llegó a un nivel crítico el 30 de julio de 2004, fecha en que Servicios Generales Limitada hipoteca cuatro inmuebles de la casa central de la UGM (Ladislao Errázurriz 2161 al 2171, 2183 y 2189) para garantizar un préstamo de $3.232.641.021 que la universidad recibe del Banco BCI y que terminará de pagar recién en julio de 2016. A estas cuatro propiedades se suman además dos departamentos de propiedad de Alicia Romo Román, ubicados en Ladislao Errázurriz 2149 (avaluados por el Fisco en $139.793.042) y que si bien no son ocupados por la UGM, ese mismo 30 de julio fueron hipotecados por su rectora para garantizar el cumplimiento de las obligaciones que la universidad tuviese con el BCI.
A pesar de los más de $3 mil millones que la UGM obtuvo gracias a estas hipotecas, la situación financiera de Servicios Generales Limitada estuvo lejos de mejorar. El 5 de enero de 2006, su propiedad de Las Violetas 2166 –donde hoy funciona el Centro de Atención Psicológica y los departamentos de Deportes e Inglés de la UGM- fue embargado a solicitud de la empresa de arriendo de maquinaria Royal Rental S.A. por el no pago de $2.329.027, situación que fue subsanada el 7 de mayo de 2007, a más de un año de cursada la orden de embargo.
A pesar del periodo más negro en cantidad de matriculados y donaciones de la UGM, Alicia Romo y su familia continuaron creando sociedades. Pero a diferencia de lo ocurrido en las décadas anteriores con Servicios Generales e Inmobiliaria y Administradora de Establecimientos Gabmi, las ocho nuevas empresas que la familia constituyó entre 2002 y 2009 no arriendan propiedades a la UGM y, a primera vista, es difícil encontrar su relación con la universidad. Principalmente, porque el Mineduc no tiene facultades para exigir los contratos entre universidades y las empresas que les prestan servicios.
Esta sería una de las tareas fundamentales para la nueva Superintendencia de Educación Superior que propuso el gobierno y que aún está en trámite en el Congreso. Eventualmente, podrían fiscalizar los nexos de la UGM con estas sociedades, para determinar si la familia de Alicia Romo lucra o no gracias a la externalización de otros servicios de la UGM.
A pesar de esta incierta conexión entre la UGM y las ocho nuevas sociedades creadas por los Merbilháa-Romo, hay una que entrega un claro indicio de que la familia no sólo obtiene ganancias por los arriendos de la universidad. El 21 de enero de 2009, el hijo menor de la rectora de la UGM, Arnaldo Merbilháa Romo, junto a su esposa María Daniela Caballero del Campo y su prima Liliana Serrano Romo (hija de Lisandro Serrano Spoerer y Liliana Romo Román), constituyen Inversiones y Asesorías Mercab Limitada. Seis meses más tarde, Mercab Limitada adquiere el 25% de Juguetería Pequeño Mundo Limitada, sociedad que en la actualidad administra Cafetería PM, el único casino de la UGM.
Pero Inversiones y Asesorías Mercab no es la dueña mayoritaria de Juguetería Pequeño Mundo. El 50% de la sociedad pertenece a Montreal Inversiones Limitada, de propiedad de Mundos Inversiones y del ex ministro de Planificación Felipe Kast, quien en su declaración de patrimonio e intereses de abril de 2010 incluyó a Juguetería Pequeño Mundo Limitada como parte de las sociedades en que participaba.
La única fotocopiadora de la UGM también sirve para explicar cómo las empresas de los Merbilháa Romo obtienen dividendos por algo más que arriendos. Servicios Generales Limitada, la misma sociedad dueña de ocho de las 13 propiedades donde actualmente funciona la universidad, es también administradora del único centro de copiado de la UGM, ubicado en Ricardo Lyon 1177.
Las otras sociedades creadas por Alicia Romo y sus hijos Magdalena, Arnoldo y Alicia Merbilháa son Ediciones Sankgreal, Opatrading Limitada, Publicitaria MKT, Servicios Administrativos y Casinos Limitada, Servicios Generales de Construcción Limitada, Inversiones e Inmobiliaria Los Lagos, Inversiones Camino La Fuente y Alicia Romo Román E.I.R.L. En el SII todas ellas, menos Servicios Generales de Construcción y Ediciones Sankgreal, presentan inicio de actividades vigente.
Tras la férrea oposición de Alicia Romo Román al sistema de acreditación estatal en 2003, cuesta entender por qué finalmente decide someter a la UGM al proceso. La respuesta está en la crisis que la universidad experimentó desde ese año y que la llevó a perder terreno frente a otras privadas que sí aceptaron acreditarse. En una entrevista de 2011, Alicia Romo Román admitió que la única forma de salvar a la UGM de “la ruina total” era justamente aceptando las nuevas reglas impuestas por la Comisión Nacional de Acreditación. Ello, ya que en sus palabras, “el mercado compró la idea de la acreditación como un sello de calidad, lo que es absolutamente falso, y nos empezó a castigar porque no lo estábamos”.
Es así como el 1 de diciembre de 2010, la CNA -presidida en ese entonces por Eugenio Díaz Corvalán-, otorga por tres años la acreditación a la UGM, únicamente en las áreas obligatorias de gestión institucional y docencia de pregrado. A ella se suman las acreditaciones obtenidas en julio de 2010 para las carreras de Educación General Básica, Educación Parvularia y el Programa de Formación de Profesores de Enseñanza Media, las que dada su obligatoriedad Alicia Romo ha dicho serán las únicas de la UGM en someterse al proceso.
Tras la acreditación, las donaciones privadas a la UGM remontaron sustantivamente. Si en 2010 alcanzaron los $72.928.350, al año siguiente esta cifra aumentó a $ 129.172.000, es decir, en más de un 77%. La universidad no alcanzaba este nivel de donaciones desde 2006, cuando obtuvo $123 millones (ver evolución de donaciones UGM 2000-2011)
Según el último estado financiero de la UGM, entregado al Mineduc este año, entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2010 la universidad obtuvo utilidades por $181 millones de pesos (ver estado financiero 2010 UGM). En el mismo periodo, la Universidad Finis Terrae consiguió utilidades por $532 millones, es decir, casi un 300% más que la primera privada del país. Si bien en 2010 la Finis Terrae tenía mil alumnos más que la UGM, vale la comparación para situar el lugar que la UGM ocupa en el mercado de las universidades privadas en Chile, bastante lejos del resto de instituciones con las que compite por alumnos.
Pero a diferencia de otras universidades, la UGM no empleó la acreditación para obtener beneficios, como el Crédito con Aval del Estado (CAE). Desde 2011, fecha en que estuvo habilitada para recibir alumnos con este crédito, la universidad no ha percibido ingresos por este concepto (ver nómina de universidades que recibieron ingresos por CAE entre 2006 y 2011). Tampoco Aporte Fiscal Indirecto (AFI) o cualquier otro tipo de ayuda estatal.
Alicia Romo sabe que sin CAE, AFI u otros beneficios estatales, equiparar la UGM con otras privadas es difícil. Por eso ideó otra solución para sacar a su proyecto familiar de la crisis. Para ello, y tras la muerte de su marido Arnaldo Merbilháa Coustere en 2010, la familia Merbilháa-Romo se abre a la posibilidad de incluir nuevos socios en la UGM. De acuerdo a versiones de prensa, en septiembre de 2011, el directorio presidido por su rectora y conformado además por sus tres hijos y su cuñado Lisandro Serrano Spoerer, inicia conversaciones para el ingreso del Movimiento Sodalicio de Vida Cristiana, congregación católica fundada en Perú en 1971 por Luis Fernando Figari.
Con más de 50 mil fieles en 23 países de América, Europa, África y Asia, la historia de los sodalicios en el terreno de la educación no es nueva. Actualmente son dueños de ocho colegios en Perú y Colombia, y dos institutos de educación superior en Ecuador y Perú: la Universidad Juan Pablo II de Costa Rica y la Universidad Católica San Pablo de Arequipa.
A Chile llegaron en 1999, invitados por el cardenal Francisco Javier Errázurriz, y de inmediato iniciaron su labor pastoral en colegios del sector oriente como el Apoquindo, Craighouse y el Santiago College. Tras 11 años en el país, manteniendo un bajo perfil, en 2011 inauguran su primer establecimiento, el Saint Joseph School de Huechuraba. El consejo consultivo es integrado por la hija de Alicia Romo, Magdalena Merbilháa; la ex jefa de la campaña presidencial de Joaquín Lavín, Cristina Bitar; y uno de los propietarios de LAN, Juan José Cueto. Además, entre los fieles del Movimiento Sodalicio destacan otras figuras del mundo empresarial y político como la ex alcaldesa de Lo Barnechea, Marta Ehlers, el gerente comercial de Viña Concha y Toro, Cristián Canevaro y el ex ejecutivo de Enersis y Sal Lobos, Alejandro Danús Chirighin.
Fue Danús quien motivó a los Sodalicios a entrar en el mundo de las universidades chilenas. En 2009, el empresario invitó a la congregación a ofertar por el control del 57% de la Universidad Santo Tomás, adquirido finalmente por el Grupo Hurtado Vicuña y el Fondo de Inversiones Linzor Capital por $38.000 millones. Fue el mismo Alejandro Danús quien se integró –en representación de los Sodalicios- al directorio de la Gabriela Mistral, universidad en la que desde 2010 dirigen la Escuela de Liderazgo Integral Juvenil y el Instituto de Bioética UGM.
El 31 de enero de 2012 la UGM publica en su sitio web el ingreso a la Junta Directiva de cinco nuevos miembros sodalicios: Jaime Baertl Gómez (sacerdote y asistente general en Perú), Juan Carlos Len Alvarez (representante legal de la minera Alma Minerals Perú), Alonso Quintanilla Pérez Witch (pro rector de la Universidad Católica de San Pablo de Perú), Alessandro Moroni Llabres (superior del movimiento en Chile y presidente del directorio del colegio Saint Joseph de Huechuraba), y Alejandro Danús Chirighin.
Las negociaciones para el ingreso de los cinco sodalicios fueron encabezadas por el hijo de Alicia Romo, Arnaldo Merbilháa. Convencida de la continuidad de la UGM como una empresa familiar, tras la muerte de su marido, Romo ha delegado paulatinamente sus funciones en sus tres hijos. Magdalena Merbilháa dirige la Red Cultural a cargo del área de extensión de la UGM y Alicia Merbilháa es la directora adjunta del Magister en Economía y Finanzas. El único hijo de los Merbilháa Romo, Arnaldo, parece ser el heredero de la red de empresas creadas por sus padres. Además de su participación en la sociedad controladora de la cafetería de la universidad, hoy es el gerente general de Servicios Generales de Construcción Limitada, empresa creada en 2010 junto a sus dos padres y que, a pesar de terminar su giro en el SII en abril de 2003, hoy figura con un capital de $30.000.000.
Los Sodalicios aterrizaron en la UGM con paso firme. Ya tienen cinco directores instalados en la máxima instancia del plantel privado, un primer paso relevante, porque participan en el corazón de las decisiones más estratégicas, quizás la puerta de entrada para formalizar su incorporación a la propiedad. Por ahora, las partes son cautelosas y hablan sólo de “una invitación”, una suerte de alianza estratégica. Un acuerdo que podría derivar en un traspaso futuro. Cómo y bajo qué fórmula, está por verse.
El máximo representante Sodalicio en Chile deja abierta la puerta:
-¿Y a ustedes les interesa formar parte de la propiedad de UGM? En Latinoamérica el movimiento ya tiene dos universidades.
-Evidentemente uno de nuestros fines es educativo y el día que nos inviten lo evaluaremos. Hasta hoy no hay ninguna invitación de nada. No sabemos si eso ocurrirá y primero alguien tiene que invitarnos, así que esperemos que lo hagan y veamos qué sucede.
– Señora Alicia, para CIPER Chile, ¿en cuántos millones consistió la venta del 49% de la UGM al Movimiento Sodalicio de Vida Cristiana?
No hay ningún 49%, no hay ningún porcentaje de nada. Ellos son invitados y pare de contar y punto.
– ¿Es un traspaso de propiedad que no conlleva venta?
No, cómo se le ocurre.
– ¿Y en qué consiste el ingreso de los Sodalicios entonces? ¿Cuál es el beneficio?
Nada, no quiero nada, nada (alzando la voz).
– En su intervención ante la comisión del Senado usted habló del lucro y mencionó la regulación de las empresas relacionadas. En el informe de estados financieros del Mineduc se informan de cuatro sociedades de su familia con las que la UGM tiene relación…
No conozco ese informe. No lo conozco, no tengo idea.
– Le puedo nombrar las inmobiliarias Gabmi Limitada y Servicios Generales que le generan beneficios a usted y su familia
(Pausa) No tengo nada que contestarle, nada.
– Y con respecto al ingreso de los Sodalicios…
Nada, yo le dije que son invitados, punto.
-Pero ingresaron cinco sodalicios al directorio, eso tiene que implicar un traspaso de propiedad que le genere beneficios…
Punto, punto. Eso es un problema de nosotros
– Pero eso es un traspaso de propiedad…
No.
– ¿Le genera algún beneficio? Es un traspaso de propiedad que tiene que traducirse en una venta…
¡No, mijita, no! (nuevamente alza la voz). No le voy a contestar nada. Le digo que son invitados, punto.
– Pero ingresaron al directorio, no puede ser sólo una invitación…
Hubo una declaración pública oficial que es donde explicamos todo eso de la invitación. Punto, punto, punto.
-¿En qué consiste el ingreso de cinco miembros del movimiento Sodalicio al directorio de la UGM?
El ingreso de nosotros consiste en que hemos sido invitados a participar y a ser parte del directorio de la universidad, es decir, a colaborar en las labores de gestión o en otras en que podemos aportar como congregación religiosa dentro de la universidad. Desde hace unos meses estamos invitados a esta labor.
– Pero ese ingreso al directorio significa entonces un traspaso de la propiedad de la UGM por parte de Alicia Romo a los Sodalicios…
Es que no ha habido ningún traspaso.
-Este directorio, como en cualquier organización, ejerce el control sobre la gestión de la universidad y da cuenta de su propiedad, por lo que si ingresan cinco nuevos miembros eso implica en cualquier operación similar un traspaso de propiedad, y por consiguiente una venta.
Como bien dice, probablemente en otro tipo de empresa, en una sociedad anónima, por ejemplo, debe haber compra de acciones. Pero en nuestro caso no ha habido ninguna compra, ni traspaso ni aporte ni nada. Sólo hemos sido invitados a participar en la gestión de la universidad, tal cual. La familia decidió ampliar el directorio e invitarnos, pero no ha habido ningún traspaso.
– Entonces, ¿es un ingreso al directorio, al que los invitan sin ningún requisito previo o beneficio?
Tal cual. Es una invitación. No ha habido ningún traspaso, no ha habido ningún aporte, no ha habido ningún cambio accionario o legal. Nada, absolutamente nada.
– Eso significa que ustedes pueden abandonar el directorio o Alicia Romo puede dejar de “invitarlos” en cualquier momento, porque no hay ninguna obligación contractual.
Probablemente. Esa es la realidad. No hay ni aporte, ni traspaso, ni nada. Es literalmente una invitación a poder participar y según eso en el futuro se evaluará. Hoy no nada más que eso: una invitación. Estamos conociendo la universidad, aportando en lo que se pueda como miembros del directorio en la gestión.
– Independientemente de que el ingreso del movimiento al directorio de la UGM no constituya un traspaso de propiedad, ¿por qué no firmaron un contrato o acuerdo, estipulando esa “invitación”? Es extraño que dos instituciones tan importantes como Sodalicios y UGM no establezcan legalmente el ingreso de cinco personas nuevas al directorio.
Porque ha sido una invitación que se hizo de manera personal y de confianza. Y lo que está de por medio es la palabra de las personas. Si en el futuro las cosas cambian y nuestro aporte fuese distinto al de una invitación a colaborar, probablemente haya algún tipo de acuerdo o firma. Pero por lo pronto, eso no existe porque la invitación es literalmente a aportar y ayudar. Y por ello, aunque parezca extraño, no tenemos ninguna responsabilidad legal en la gestión ni en nada de la UGM, porque no somos parte.
-¿Tienen derecho a voto en el directorio?
El control lo sigue teniendo la familia Romo y nosotros les aportamos.
– Pero mi pregunta es si ustedes pueden votar en las decisiones que se toman en el directorio.
Nosotros opinamos y aportamos, pero las decisiones las sigue teniendo la universidad, como siempre ha sido. No tenemos ningún voto. Hemos sido invitados, se nos consulta y aportamos desde lo que sabemos y según nuestra experiencia.
– ¿Qué es lo que se le ha pedido específicamente como miembros del directorio? Porque el Movimiento Sodalicio trabajaba mucho antes con la UGM, a través de la Fundación CEC Chile, el Instituto de Bioética y en la construcción de casas luego del terremoto.
Esas han sido iniciativas puntuales que realizamos, que son temas muy afines directamente con la congregación religiosa, tanto el servicio de caridad como el trabajo que se pueda aportar en la bioética. En la misma línea, en el directorio aportamos de acuerdo a los temas que son propuestos en las reuniones y que son de diversa índole, desde académica o administrativa, y según eso vamos literalmente aportando con nuestra opinión y nuestras sugerencias.
-¿Hay algún interés de la congregación de ingresar legalmente al directorio de la UGM ya no sólo como invitados?
Lo que hay hoy es esta alianza en la que estamos aportando. En el futuro, si existe alguna variante, será comunicada, pero hoy no lo sabemos. Estamos contentos por el aporte que podemos hacer y evaluaremos cuando se nos pida algo distinto a lo que hoy hacemos.
-¿No los han invitado a formar parte de la propiedad de la UGM?
No ha ocurrido nada por lo que hoy no tengo nada que evaluar. Supongo que en el futuro nos tendrán que convidar, si es que hay alguna pretensión de parte de ellos, pero por lo pronto es sólo una invitación.
– ¿Y a ustedes les interesa formar parte de la UGM legalmente? En Latinoamérica el movimiento ya tiene dos universidades.
Evidentemente uno de nuestros fines es educativo y el día que nos inviten lo evaluaremos. Hasta hoy no hay ninguna invitación de nada. No sabemos si eso ocurrirá y primero alguien tiene que invitarnos, así que esperemos que lo hagan y veamos qué sucede
– En 2009 el Movimiento Sodalicio ofertó por el 57% de la Universidad Santo Tomás, por lo que me imagino que uno de sus intereses es tener representación porcentual al interior de una universidad, como puede ser la UGM
En 2009 nosotros como congregación no hicimos ningún aporte y ni siquiera tuvimos la intención de comprar la Santo Tomás. Fue un grupo económico el que quiso hacer la compra de esa universidad. Y si hubiese resultado se nos invitaría en términos de gestión pastoral.
– Alejandro Danús, uno de los cinco sodalicios que ingresaron al directorio de la UGM, fue el que ofertó en esa ocasión.
Claro, pero no el Sodalicio. Fue Alejandro Danús, como representante de un grupo económico, el que hizo la propuesta económica. Él forma parte del movimiento, pero nosotros no íbamos a ofertar. No tenemos recursos para eso ni por asomo. Él solo nos iba a invitar a participar.
-¿Es efectivo que fue el empresario Alejandro Danús quien hizo las gestiones para que ustedes ingresaran al directorio de la UGM?
Él no lideró ninguna conversación. Eso es mentira. Alejandro Danús forma parte del movimiento, es amigo de la comunidad. Cuando la familia Merbilháa Romo nos invitó a participar en el directorio, nosotros lo invitamos a ser parte de esa invitación, conociéndolo a él y su recorrido profesional.
-¿Cómo se designó a los cinco integrantes Sodalicios para el directorio de la UGM?
La invitación de la UGM fue directamente a la congregación. Nosotros le expresamos que las personas adecuadas eran las que son ahora, entre ellas Alejandro Danús. Él fue convidado de nuestra parte para poder participar de esta alianza. Vuelvo a insistirle, aquí no hay ningún traspaso, ningún acuerdo, ninguna firma.
– Y con respecto a esa misma labor en el directorio, que como aclara también se relaciona con los temas administrativos de la UGM, ¿conoce las inmobiliarias Gabmi Limitada y Servicios Generales, dueñas de 13 inmuebles donde funciona la universidad y de propiedad de Alicia Romo y su familia?
No conozco eso al detalle. Son cosas internas de la universidad en las que no puedo opinar. Yo he participado en el directorio como invitado y ese es un tema propio de la UGM, por lo que si necesita información de ese tipo tiene que solicitarla a las autoridades de la universidad. Le insisto, yo soy invitado solamente y a quienes tiene que preguntarle cosas de la universidad es a sus autoridades, no a mí. Si tiene alguna duda de cómo se organiza la UGM, de sus propiedades, yo no tengo nada que ver.
– Pero usted pertenece al directorio y asiste a las reuniones donde debieran aprobarse los contratos con estas inmobiliarias, por lo que tiene que conocerlas.
– Como no hay ningún documento firmado ni somos parte legalmente, si alguien me hace alguna consulta personal, yo no puedo decírselo. Incluso, como consagrado, me pueden hacer consultas de distintos tipos, pero no puedo publicarlas porque son de dominio privado de la persona que me consulta.