Dueña de U. Iberoamericana y ocho colegios
Disputa familiar revela intimidades de los negocios de Filomena Narváez: Hijos quieren declararla interdicta
08.05.2012
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Dueña de U. Iberoamericana y ocho colegios
08.05.2012
Hasta el año pasado, la Universidad Iberoamericana de Ciencias y Tecnología (Unicit) tenía matriculados a 4.595 estudiantes. Y en los ocho colegios administrados por las sociedades educacionales Galvarino y Los Andes Country Day, están registrados 7.144 alumnos. En total, suman 11.739 estudiantes. Esos son los “clientes” de Filomena Narváez Elgueta, la empresaria de la educación que se inició en los años 80 administrando un par de colegios particulares subvencionados y que -sacándole un extraordinario rendimiento al dinero público que recibió a través de subvenciones escolares- terminó construyendo un verdadero imperio económico. Un imperio cuyo control hoy se disputan sus hijos, dos de los cuales interpusieron una demanda para declarar interdicta a su madre, y que renta unos US$ 2 millones según calculan los mismos herederos.
Son 11.739 los estudiantes que confiaron su educación a la familia Narváez y que concurren a clases sin sospechar que el destino de la U. Iberoamericana y de sus colegios depende de la resolución que adopte el 19º Juzgado Civil de Santiago. Hasta ahora, los alumnos desconocen la cruda trama de acusaciones y descalificaciones que se están ventilando en ese tribunal, donde está radicada la demanda presentada por Hugo y Patricio Cárdenas Narváez. Ambos aseguran que su madre, a sus 82 años, ya no está en condiciones de seguir al frente de sus negocios.
En la audiencia realizada el 27 de abril pasado, Hugo Cárdenas Narváez señaló que a su juicio cualquiera de los hijos de Filomena Narváez “está capacitado para ocuparse de mi madre y sus bienes”, pero de inmediato rayó la cancha y lanzó un misil que dejó en evidencia que la familia está partida en dos: “Haría una excepción con mi hermano Jorge, a quien quiero mucho, pero en varias ocasiones hemos tenido reuniones familiares con él respecto a su adicción a las drogas (cocaína)”.
Las declaraciones de Hugo Cárdenas y de otros ocho familiares de Filomena Narváez, quedaron consignada a fojas 74 en la causa Rol C-6298-2012 que lleva la jueza Jacqueline Benquis. La transcripción original de todos los testimonios entregados en esa audiencia puede ser consultada en la página web del Poder Judicial (descargue aquí ese documento).
Vapuleado por el testimonio de su hermano Hugo, Jorge Cárdenas Narváez también declaró en la misma jornada. Lo hizo para apoyar a su madre y cuestionó en el tribunal las motivaciones que tienen sus hermanos Hugo y Patricio para solicitar la interdicción. Sobre Hugo, Jorge dijo que se hizo cargo hace algunos años de la administración de los ocho colegios de su madre y los recibió con una matrícula de 14.000 escolares, pero “hoy en día no llegan a más de 7.000 alumnos”. Sobre su hermano Patricio, señaló:
-Está actualmente pasando por un estrés, debido a que se está separando de su señora después 20 años de matrimonio y manteniendo juicios con los bancos por deudas que superan los $800 millones.
Y tras esa exposición, Jorge remató: “Queda claro la razón por qué quieren declarar en interdicción a su madre, ya que existen motivos de carácter económicos y personales que los motivan a actuar de esta manera”.
El “imperio” de Filomena Narváez, como lo calificó su hijo Patricio en la audiencia del 27 de abril, está integrado por la Universidad Iberoamericana y la inmobiliaria asociada a ese plantel de educación superior; los ocho colegios administrados por las sociedades educacionales y de investigaciones pedagógicas Galvarino y Los Andes Country Day; los viñedos del fundo Mundo Nuevo, de Casablanca, administrado a través de la Sociedad Frutícola Mundo Nuevo Limitada; y campos en la Región del Maule administrados por medio de las sociedades agrícolas y ganaderas Los Bosques de Cauquenes, Los Quillayes de Cauquenes, Las Colinas de Cauquenes, Los Parronales de Cauquenes, Los Viñedos de Cauquenes y Valle de Cauquenes.
Una idea de los dineros que maneja la familia surge de las declaraciones hechas en la audiencia del 27 de abril por el sobrino de Filomena Narváez, Jorge Cifuentes Narváez, otro conocido “megasostenedor” de colegios particulares subvencionados. Cifuentes, un estrecho colaborador de su tía y quien atestiguó que ella se encuentra lúcida y en condiciones de seguir al mando de sus negocios, dijo que las 50 hectáreas de viñedos que posee la matriarca rentan anualmente más de un millón de dólares.
Cifuentes también sostuvo que su tía se vio obligada a vender la mitad de sus campos en Cauquenes porque “tuvo que pagar un crédito de $400 millones que le había prestado a su hijo (Patricio) por 60 días, que hasta el día de hoy no ha sido devuelto, porque lamentablemente Patricio Cárdenas tiene algunas dificultades económicas y además tiene en el Tercer Juzgado de Familia demandas por pensión alimenticia y tuición de sus hijos”.
Jorge Cárdenas, el hijo que declaró a favor de Filomena Narváez, dijo ante el tribunal que su madre está en condiciones de administrar su patrimonio y sostuvo que “en estos momentos ella tiene ingresos superiores a los US$ 2 millones anuales, generados por su habilidad para los negocios, donde destaca la producción de uvas viníferas en el valle de Casablanca, donde la cosecha de este año fue de total éxito y vendiendo íntegramente su producción”.
Otro dato que da cuenta de los ingresos del clan, de acuerdo con la información expuesta en la sección “Transparencia” de la web del Ministerio de Educación, apunta a que en 2010 los ocho colegios de Filomena Narváez recibieron al menos $4.851 millones por concepto de subvenciones escolares.
El testimonio que prestó el sobrino Jorge Cifuentes ante el tribunal, indica que Filomena Narváez entregó hace varios años la administración de sus negocios a dos de sus hijos: Hugo y Jorge. El primero quedó a cargo del rubro educacional y el segundo de los campos de Casablanca y Cauquenes. Cifuentes precisó que ambos siempre han tomado todas las decisiones en conjunto con la madre.
El menor de los hermanos, Patricio, declaró que no participa en los negocios. La mayor, Gladys, reside en Estados Unidos y es representada en las sociedades familiares por Jorge Cifuentes. Por esa razón el sobrino conoce bien la marcha de los negocios del clan.
En su declaración, Jorge Cifuentes señaló que en agosto del año pasado su tía votó a favor de que su hijo Hugo Cárdenas la reemplazara en la presidencia de la U. Iberoamericana, convirtiéndolo en representante legal del plantel. De esta forma, Cifuentes abrió una interrogante en relación a que el mismo Hugo Cárdenas, que hoy solicita la interdicción de su madre, fue beneficiado por ella con una decisión cuya lucidez nadie cuestionó, adoptada sólo seis meses antes de que se presentara la demanda.
La semana pasada, Filomena Narváez fue sometida a exámenes médicos para chequear su condición física y mental, los que serían adjuntados al proceso. Los trabajadores que cuidan el jardín de su residencia en el exclusivo sector de calle Piedra Roja, en Las Condes, dicen que está lúcida, que conversa con ellos con normalidad. La propia empresaria conversó con CIPER en la U. Iberoamericana, después de participar en una reunión con funcionarios del plantel. “Nadie me ha llamado para declarar aún”, dice de entrada. Y agrega:
-Quieren quedarse con todo, está claro. De Hugo y Patricio sólo puedo decir que son excelentes hijos y pueden hacer lo que quieran. Pero de acá no me van sacar. A mis hijos les he dado todas las herramientas para que puedan desenvolverse solos en la vida, pero no lo han hecho. A Hugo le di los mejores colegios, incluso estuvo en el Grange, para que pudiera desenvolverse solo. Le regalé una casa con siete hectáreas en Las Vizcachas que le deja $50 millones al año. Sólo le puedo decir que es un excelente matemático, pero no sé qué le pasa que no ha podido salir adelante solo.
Filomena Narváez aseguró a CIPER que ella sigue siendo presidenta de la U. Iberoamericana, a pesar de que en las declaraciones contenidas en el expediente que lleva la jueza Benquis se dice que el año pasado le entregó ese cargo a su hijo Hugo:
-Quieren hacerse dueños de la universidad, pero yo soy la presidenta, usted puede verlo en los estatutos. Si intentan hacer otra junta directiva, yo la disuelvo -asegura.
Aunque la empresaria lo niega, todo indica que hay un conflicto de poderes en curso sobre quién tiene el timón de la universidad. En la audiencia del 27 de julio, el sobrino Jorge Cifuentes señaló al tribunal que Filomena Narváez lo nombró a él y al hijo Jorge Cárdenas Narváez “para que administren todos sus bienes y que en conjunto con ella y los (otros) hijos podrían tomar las grandes decisiones en todas sus empresas”.
En la declaración que prestó ese mismo día, el hijo Patricio Cárdenas Narváez dejó en evidencia el conflicto:
-Quiero dejar claro que los cuatro hijos, junto a don Jorge Cifuentes, en la sala de reuniones de los abogados de mi madre, hace tres semanas atrás todos estuvieron de acuerdo en interdictar a mi madre. Encuentro insólito que a dos días de esta audiencia mi hermano Jorge Cárdenas Naváez mostró un poder notarial que, junto a don Jorge Cifuentes Narváez, manejaban el imperio de mi madre. En ese minuto mi hermano Jorge dice tener el poder y despide a mi hermano Hugo Cárdenas y que el lunes 30 (de abril) debe dejar todos los puestos de la empresa.
Jorge Cárdenas dijo al tribunal que a mediados de 2011, cuando su madre le entregó la presidencia de la U. Iberoamericana a su hijo Hugo Cárdenas, ese plantel tenía casi 5.000 alumnos y más de $1.000 millones “ahorrados”. Y hoy, sostuvo, “no tiene más 3.000 alumnos, por lo que su presupuesto anual se ha visto fuertemente disminuido en este año 2012”.
Filomena Narváez señaló a CIPER que confía “cien por ciento” en su sobrino Jorge Cifuentes y en su hijo Jorge Cárdenas: “Ellos me están ayudando en este momento. Y ahora llega mi hija (Gladys) desde Estados Unidos”.
Durante las protestas estudiantiles del año pasado, se multiplicaron las denuncias acerca de que los propietarios de universidades privadas burlan las normas que les prohíben lucrar. Una de las fórmulas que permite el lucro encubierto, es que las universidades disfrazan sus utilidades como pagos de arriendo a las inmobiliarias que les alquilan las dependencias donde funcionan. Esas inmobiliarias pertenecen a los mismos dueños de la universidad. El dinero pasa de un bolsillo del dueño (la universidad) al otro (la inmobiliaria) y se convierte en utilidades.
En su testimonio ante la jueza Benquis, el sobrino Jorge Cifuentes describió cómo en la Universidad Iberoamericana se usa esa misma ruta financiera cuestionada.
Cifuentes dijo en el tribunal que su tía sólo ha sufrido “un deterioro de su salud” debido a las decisiones que adoptó su hijo Hugo Cárdenas cuando éste se convirtió, a mediados del año pasado, en presidente de la U. Iberoamericana:
-(En) una decisión unilateral del nuevo presidente (de la universidad), despide a todos los decanos, situación que crea un conflicto de inseguridad laboral. La señora Filomena ha tenido que sufrir las consecuencias de esta decisión, bajando la matrícula sobre los 1.000 alumnos y suspendió la cancelación de los arriendos que la universidad debía cancelar a la inmobiliaria -testificó Cifuentes.
Y agregó que, debido a que los arriendos no han sido pagados a la inmobiliaria, “la señora Filomena no ha podido cumplir con la cuotas bancarias de los préstamos adquiridos para el terreno donde funciona la Universidad. Ha tenido que (verse en) la obligación de recurrir a los ingresos de más 50 hectáreas de viñas que tienen una renta sobre el millón de dólares anuales”.
De acuerdo con la exposición que hizo Cifuentes, la familia Narváez no lucra directamente con la U. Iberoamericana, pero sí lo hace con los terrenos que su inmobiliaria le arrienda a la misma universidad. Y esos terrenos, a fin de cuentas, se están pagando con el dinero que proviene -como alquiler- de la universidad. Es decir, la familia está capitalizando su negocio inmobiliario con parte de los aranceles que pagan los estudiantes.
Los alumnos de la U. Iberoamericana provienen de un estrato socioeconómico medio-bajo. En 2010, según los datos que difunde el Consejo Nacional de Educación, de sus 1.705 estudiantes inscritos para cursar el primer año, 534 provenían de colegios municipales (31,3 % del total), 741 de colegios subvencionados (43,4% del total) y sólo 91 de colegios privados (5,3%). Los restantes 338 (19,8%) venía de otros planteles de Educación Superior.
El 29 de diciembre de 2010, la Comisión Nacional de Acreditación acordó acreditar a la U. Iberoamericana -en los ámbitos de gestión institucional y docencia de pregrado- hasta diciembre de 2013. Eso abrió la puerta para que sus alumnos accedan al Crédito con Aval de Estado (CAE). En 2011 fueron 720 los estudiantes de la U. Iberoamericana que calificaron como beneficiarios del CAE, por un monto total de $1.233 millones. El negocio para la universidad es redondo, porque estudiantes que provienen de familias con alto riesgo de no cancelar los aranceles, pasan a ser clientes de pago seguro por la garantía estatal de su crédito.
Y parte de ese dinero con aval del Fisco, como lo declaró Cifuentes en la demanda de interdicción contra su tía Filomena, va de la universidad a la inmobiliaria y le permite a los Narváez cancelar el crédito con el que adquirieron los terrenos para montar su negocio.
En la audiencia del 27 de abril, Patricio Cárdenas dijo que su madre “ha tenido un revés en su vida con su salud, lo que la ha afectado profundamente en su toma de decisiones, al no estar consciente en su últimos años de la realidad que nos rodea”. Para corroborar que esta supuesta merma en las capacidades de Filomena Narváez se ha traducido en decisiones erróneas que afectan los negocios de la familia, Patricio anunció que adjuntaría “copia del mutuo, copia del decreto de remate y todos los juicios en que ella está demandada en diferentes tribunales de Santiago”.
Al comparecer en la audiencia, Hugo Cárdenas entregó más detalles de los problemas financieros que estarían afectando a su madre:
-Tiene para remate (en) junio su casa, la cual ella ama y se demoró 14 años en construirla. Su abogado, Jorge Balmaceda, en más de tres ocasiones ha tratado de hablar con ella, llevándole las copias de la demanda y ella se niega a leerlas, se niega escuchar a su abogado, diciéndole que ella tiene todo pagado y que no tienen por qué rematarle la casa. Ella tiene todos sus bienes vehiculares embargados. Tiene deudas por pago de imposiciones, fallos de tribunales del trabajo y multas de la Inspección del Trabajo por varias decenas de millones. Esto, debido a que despide gente sin comunicarle a sus abogados, sin solicitarle a sus jefes de personal que haga una carta de despido, (…) sus funcionarios alejados del cargo exponen una denuncia en la Inspección del Trabajo donde nadie va en su representación.
El mismo Hugo Cárdenas aseguró ante el tribunal que su madre olvida rápidamente lo que escucha, que “sólo se puede tener una conversación cuando ella es la única que habla, siendo monotemática y repitiendo la misma conversación en varias oportunidades”. También sostuvo que “su agresividad ha llegado a tal extremo, que tanto mi hermana como el empleador de ella han tenido que salir corriendo para que no les pegue” y que “al antiguo rector de la universidad lo despidió (porque dijo que) la habría tratado de matar”.
-Puedo comentar que mi madre va teniendo sus propias realidades, como por ejemplo: una noche dijo que se habían entrado cinco personas a la casa con claras intenciones de violarla (…). En otra ocasión, hace dos semanas atrás, le comentó a algunos decanos de la universidad que el receptor la habría tratado de besar a la fuerza -declaró Hugo Cárdenas
También refirió al tribunal que su madre creyó que le estaban robando el alimento de sus vacas y optó por “no comprar más alimento, provocando la muerte de más de 60 vacas, por lo cual tiene una denuncia por maltrato animal que está en manos de la PDI”. Y solicitó a la jueza que revisara las cuentas de su madre en los bancos BCI, Corpbanca y BBVA, para que compruebe “la cantidad de gente que la rodea para solicitarle plata a través de manipulaciones emocionales”.
En contrapartida, Jorge Cárdenas cuestionó un informe negativo sobre la lucidez de su madre elaborado “por una psicóloga de la Clínica Las Condes”. Aunque no identifica a la profesional, recalcó que “una psicóloga no puede emitir juicios de carácter psiquiátrico, ya (que) su título profesional no la faculta para ello”. Y aseguró que ese examen se le hizo a Filomena Narváez cuando “estaba pasando por un fuerte estrés emocional, debido a los problemas de la universidad y a que sus hijos la estaban presionando para que vendiera algunas propiedades”.
Frente a CIPER, Filomena Narváez reflexiona: “No creo que un juez me declare interdicta. Yo sigo a cargo de mis cosas. Acá (en la universidad) me tratan súper bien, me quieren harto”. Y, al final, pregunta:
-Usted, dígame, ¿cómo me encuentra?