A DOS AÑOS DEL TERREMOTO
Los edificios dañados que aún penan en Santiago: 200 familias sin casa y en litigio con inmobiliarias
27.02.2012
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A DOS AÑOS DEL TERREMOTO
27.02.2012
-Parecía tiza. Era como cuando uno sopla un castillo de arena, algo tan fácil de derribar. Para nosotros era súper importante que se echara abajo ese monstruo para poder superar la angustia. Pero al desaparecer, podía olvidarse lo que había detrás de ese edificio: nosotros, los vecinos. Y eso fue lo que pasó.
Apenas partió en noviembre la demolición del Condominio Don Luis en Maipú, Alejandra Monasterio fue a ver cómo la maquinaria pesada arremetía contra esa mole a medio caer que hasta el 27 de febrero de 2010 fue su casa y la de otras 39 familias. Hoy, el único indicio del condominio son los restos de cimientos, algunos pedazos de muro, números en la pared de lo que antes eran estacionamientos y una puerta que sigue en pie, pero no lleva a ninguna parte. Tres palmeras alineadas sobreviven en una jardinera junto a la entrada de vehículos trasera. Hay también un auto completamente destrozado, retorcido como una madeja de metal, y una pelota de fútbol azul que cayó en algún momento desde la casa de al lado y permanece quieta en medio de maleza seca, piedras y montículos de tierra.
A dos cuadras de allí, también en Maipú, en la calle Tristán Valdés, entre casas enormes, un par de colegios y un centro médico hay un enorme agujero donde hasta mediados de 2011 hubo un condominio llamado Don Tristán. El conserje del edificio contiguo –que antes del terremoto trabajaba en Don Tristán–, dice que Flesan S.A., la empresa a la que el Ministerio de Obras Públicas le encargó la demolición, terminó la obra en julio de 2011. Del edificio de 36 departamentos, sólo quedó la pequeña piscina azul en un rincón del terreno, aunque desteñida, sin agua y llena de piedras.
Los dos edificios demolidos, ambos obra de Constructora Mujica y González Ltda. e Inmobiliaria Francisco de Aguirre Ltda., fueron una de las principales postales que dejó el terremoto de febrero de 2010 en la capital. Don Luis fue desahuciado un par de semanas después, cuando el municipio decretó que había que derribarlo. Con Don Tristán ocurrió lo mismo: luego de un informe que indicaba que el edificio no era recuperable, el alcalde Alberto Undurraga firmó el documento que selló su demolición. Con otro de sus edificios, el Vista Hipódromo, en Independencia, la historia es parecida, aunque no igual. Los estudios realizados a su estructura indicaron que podía ser reparado, pero los vecinos decidieron no volver. Hoy está completamente abandonado.
Durante los días siguientes al terremoto, CIPER catastró los edificios que tuvieron daños serios e investigó cómo las inmobiliarias se negaban a pagar las reparaciones. La nómina arrojó que en Santiago, al menos 24 edificios no soportaron el sismo. Para el primer aniversario del movimiento telúrico, investigamos en qué estado de avance estaba su recuperación. Muchos ya habían sido reparados o estaban siéndolo, principalmente con el financiamiento proveniente de los seguros de los propietarios. Dos años después, algunos edificios de la lista parecen no haber sufrido ningún daño, unos ya ni siquiera existen y otros se mantienen como si el terremoto hubiera sido ayer. Cientos de vecinos afectados han llegado a acuerdos que les han permitido rehacer sus vidas. Para al menos 200 familias, en cambio, el suelo no ha dejado de moverse.
-Las familias están desesperadas. Cada situación es particular, pero todos sentimos lo mismo. Los abogados nos dicen que hay que llegar a un acuerdo económico, pero no hay ninguna propuesta concreta. Yo no puedo esperar más. Lo perdí todo y en dos años no ha pasado nada. No sé cuánto más voy a poder aguantar.
Claudia González vio a su edificio colapsar desde adentro y, a pesar de que hoy no es más que un hoyo, aún siente que en cualquier momento se le va a caer encima. Desde que desalojaron Don Tristán, vive junto a su esposo y su hijo como allegados en la casa de sus padres, también en Maipú. Todavía paga mes a mes el dividendo de un departamento que ya no existe porque el seguro que tenía en el Banco BCI no le cubrió el valor de la propiedad, sino que sólo el crédito hipotecario. Tendrá que seguir pagando el saldo por los próximos 25 años.
Al igual que Claudia, muchos de los dueños de los departamentos dañados todavía viven de allegados en casas de familiares. A muchos el seguro les cubrió la propiedad, pero no son pocos los que aún tienen que pagar el dividendo al mismo tiempo que pagan un arriendo en otro lugar, principalmente los que pagaron al contado. Para cientos ha sido muy difícil obtener otro crédito o un subsidio. Los ancianos son los más perjudicados. Del edificio de Claudia, una mujer tuvo que irse a vivir al extranjero con sus hijos porque simplemente aquí lo perdió todo. Y una vecina del Condominio Don Luis pasó casi dos años viviendo en su oficina en una clínica veterinaria. Allí donde atendía a los animales que le llevaban, tenía un sillón cama que cada noche extendía antes de dormir.
-¿Avances concretos en estos dos años? Sólo la formalización de Álvaro Mujica y la demolición de los edificios. Nada más. En todo lo demás, estamos igual que al día siguiente del terremoto –dice Alejandra Monasterio.
A Mujica, socio y representante legal de las dos empresas responsables de la construcción de los edificios, el fiscal jefe de Maipú, Tufit Bufadel, lo formalizó en octubre de 2010 por estafa. Antes de eso, un mes después de que sus construcciones colapsaran, la empresa ofreció a los vecinos una “ayuda humanitaria” de $200.000. La propuesta fue rechazada por unanimidad. Mientras los vecinos presionaban por medio de su abogado, Alfredo Morgado, para alcanzar algún acuerdo con las empresas de Mujica, los departamentos fueron saqueados. Se llevaron lavamanos, ventanas, cañerías, calefón; todo lo que podía extraerse. Las negociaciones para alcanzar un acuerdo indemnizatorio siguieron mientras se demolían los edificios, pero sin éxito.
Dos semanas atrás, la inmobiliaria hizo una nueva oferta para llegar a un acuerdo. Alejandra prefiere no revelar de qué trató, pero asegura que era “tan ridícula”, que incluso el fiscal Bufadel les recomendó rechazarla.
-Lo que nos interesa es recuperar la inversión. No queremos ganar más plata, sino recibir lo que es justo –cuenta Alejandra.
El viernes 24 de febrero, Alejandra y sus ex vecinos recibieron una carta. Una semana después del terremoto, varios fueron al Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) para denunciar la mala calidad de la construcción. Un año después los llamaron para solicitar más antecedentes. Ellos los entregaron. La carta que les llegó el viernes decía que el primero de diciembre de 2011 el Sernac declaró admisible la demanda colectiva contra la inmobiliaria. Los demandantes tenían 20 días hábiles para comparecer. Para Alejandra y sus vecinos fue como una mala broma. Llamó al Sernac para preguntar, pero le dijeron que ya se había cumplido el plazo. Al menos por esa vía, ya no podrían hacer nada.
-Esto no es sólo una vivienda, es un proyecto de vida que nos truncaron.
Marcela Leiva sostiene en sus manos un montón de papeles mientras conversa en el edificio Central Park (Balmaceda 2150), una torre de 19 pisos en la comuna de Santiago, frente al río Mapocho, donde los últimos dos años han pasado en vano. En el segundo piso, donde vivía Marcela y que parece como aplastado por el tercero, de una ventana con el vidrio quebrado se asoma una cortina polvorienta. Junto a ella, una enorme grieta cruza el muro de lado a lado, dejando los fierros expuestos. En ambos muros de ladrillo en la entrada hay graffitis. También rayados en contra de las empresas responsables: Inmobiliaria General S.A. (IGSA) –del holding Compañía General de Electricidad (CGE)– y DLP Constructora Ltda. “IGSA DLP CGE ESTAFA”, dice uno de ellos. Desde hace 24 meses que nadie vive allí.
Marcela es la presidenta del comité de vecinos del Central Park, o al menos de lo que queda de él. Y los papeles que tiene en sus manos son las citaciones que envió a fines de enero el municipio a los propietarios para presentarse ante los Juzgados de Policía Local de la comuna y pagar una multa de $3.900.000 cada uno por no reparar el edificio. Los 40 propietarios fueron el martes pasado hasta allá y se negaron a pagar. Alegan que la inmobiliaria es dueña del 73 por ciento del edificio puesto que otras 118 familias que vivían allí aceptaron revenderle –a un menor precio- los departamentos dañados. Por eso, y por la responsabilidad que le cabe a la empresa en los daños, los vecinos creen que es IGSA la que tiene que pagar esas multas.
En marzo de 2010, la inmobiliaria firmó un acuerdo con los propietarios que no quisieron vender. Entonces la empresa se comprometió a pagarle los arriendos alternativos durante un año, mientras duraran las reparaciones. En febrero de 2011, cuando dejaron de pagar los arriendos, el edificio estaba tal y como amaneció el día del terremoto. Ese acuerdo fue la base para que el 6º Juzgado Civil de Santiago acogiera la denuncia que hicieron los vecinos contra la inmobiliaria por daños y perjuicios, una causa que aún está en trámite.
-Hasta ahora, la inmobiliaria no ha fijado una fecha para iniciar las reparaciones –dice Miguel Abarca, un hombre que vivió hasta el 27 de febrero en el quinto piso del edificio y que hoy arrienda un pequeño departamento cercano donde vive con su esposa y su hija de ocho años. Además de pagar ese arriendo y los respectivos gastos comunes, sigue cancelando mensualmente el dividendo del edificio que tuvo que abandonar y los gastos comunes para mantenerlo con luz, agua y los guardias que lo vigilan día y noche para evitar, como ya ha ocurrido, que entren a robar lo que aún no se han podido llevar.
El 23 de enero pasado los vecinos se reunieron con la inmobiliaria para una conciliación, aunque en esa reunión no hubo tal cosa. Sí una promesa de querer llegar a un acuerdo, pero era exactamente la misma oferta que vienen proponiendo las empresas responsables desde septiembre de 2010. Los vecinos no aceptaron. Miguel, al igual que Marcela y los otros 40 propietarios, quiere que el edificio se repare para volver a vivir ahí. Dice que el Central Park nunca fue desahuciado y que por eso la orden del municipio fue repararlo. Hoy, la construcción sigue inclinada entre 10 y 15 centímetros luego de que un pilar en el subterráneo reventara. Los vecinos explican que el hormigón utilizado tenía piedras muy grandes, por lo que no se comprimió lo suficiente y dejó burbujas de aire que con el terremoto explotaron. También que los fierros de la estructura fueron amarrados con alambres delgados, de esos que se quiebran con sólo unas vueltas con un alicate. En las fisuras de los muros de lo que era el gimnasio o en el departamento de Marcela, se notan fácilmente esas fallas.
Hace unas semanas, el alcalde de Santiago, Pablo Zalaquet, se reunió con los vecinos del edificio de al frente, El Panorámico. Allí hay algunos ex habitantes del Central Park arrendando. La comunidad le exigió al alcalde que arreglara el edificio de sus vecinos, y él dijo que en marzo se iba a solucionar, que el primero de ese mes partirían las obras. Ante eso, el comité le envió una carta a Zalaquet para que les explicara eso, ya que ellos no sabían nada. Los citó para el 6 de marzo a una reunión en la alcaldía con Carlos Fabres, gerente de infraestructura de IGSA, y su abogado. Pero el abogado de ellos no podría ir. “Nos pidieron que (Alfredo) Morgado no fuera porque lo enreda todo. Nosotros igual vamos a llegar con él”, cuenta Miguel.
Es poco el tráfico que tiene la calle Hermanos Carrera, en Maipú, y en general, es bastante silenciosa. Se oye el ruido de los árboles meneándose con el viento y los ladridos de un perro que, por lo agudo, debe ser pequeño. Los sonidos del animal provienen de un condominio de cinco torres contiguas de colores pasteles que está entre un enorme edificio de ladrillos (la Catedral Evangélica de Maipú) y un pequeño templo de la Iglesia Metodista de la comuna: Hermanos Carrera 2727.
A primera vista, desde la calle, el complejo se ve normal. Antenas de televisión, tendederos con ropa, un hombre limpiando un ventanal. Al mirar con más detalle, se ven pequeñas trizaduras en los muros y, en la entrada, pintura que se descascaró de las paredes. Pero nada que indique que esta es una de las construcciones más dañadas por el terremoto de 2010 ni que dos de sus cinco torres, las de al fondo, terminaron con orden de demolición. Basta darse una vuelta para ver que todo sigue igual.
Las dos torres que levantó la constructora Hermanos Carrera S.A. y que debían ser demolidas siguen en pie. Ambas están vacías y las pocas ventanas que tienen están quebradas. Algunas grietas se extienden desde el techo en el quinto piso hasta el suelo y parecen dividir la edificación en dos. Si la estructura sigue donde mismo, es porque en el primer piso, donde los habitantes estacionaban sus vehículos antes de que los desalojaran el 28 de febrero, está lleno de pilares de acero que soportan su peso. Si desde la calle se ve que la vida en el condominio ha seguido normalmente, lo que se ve al fondo es desolador.
La administradora del inmueble, Cristina Segura, explica que la demolición se ha atrasado porque el fiscal que investiga las responsabilidades penales se ha demorado en la realización de los peritajes. “Este era el tercer edificio que sería demolido en la comuna (después de Don Tristán y Don Luis), pero el fiscal se puso a pedir los peritajes y eso lo atrasó todo. Recién hace un mes avisó que ya no necesita más estudios, pero aún no libera el edificio para que se pueda llevar a cabo la demolición”, cuenta.
Según Segura, las primeras dos torres fueron reparadas por completo por la inmobiliaria con los seguros de los propietarios. El acuerdo al que llegaron los vecinos significó además que la empresa le devolviera los deducibles de los seguros y pusiera $6.000.000 para la recuperación de los espacios comunes. La tercera torre no ha sido reparada por completo. No porque haya tenido daños estructurales, sino que, como está unida a las otras dos que deben ser demolidas, no se harán las reparaciones en los departamentos contiguos hasta que sean erradicadas, ya que no se sabe cuál podría ser el impacto de esa acción sobre las viviendas.
Al momento del terremoto, las dos torres desahuciadas estaban sin vacante: sus 36 departamentos estaban ocupados. Como el seguro liquidó esos departamentos, las familias recibieron el dinero del seguro y la empresa negoció con ellos de forma individual para una compensación económica. Alrededor de 20 aceptaron la oferta de $2,5 millones. Los demás, aún podrían dar inicio a una demanda civil.
-Todos los peritajes han indicado que no hubo problemas de construcción, sino que de diseño –dice Segura, y agrega que entre marzo y abril debiera comenzar la demolición.
Por el edificio Geocentro Amunátegui, una estructura de 27 pisos que Inmobiliaria Aconcagua aún promociona en el centro de Santiago, pareciera que jamás pasó el terremoto. Al preguntar en la sala de ventas sobre cómo resistió el sismo, dicen que no pasó nada. No cuentan que uno de los pilares del subterráneo resultó con fierros retorcidos a la vista y que la losa se hundió. Tampoco que en elementos no estructurales los daños se presentaron en los muros de pasillos y en una escalera de emergencia fracturada. Sólo reconocen que las ventas bajaron, pero que después de un mes, era como si nada.
De los 200 departamentos del edificio, quedan 40 aún por vender y los ofrecen en eventos como el coctail que se realizó el jueves pasado por la tarde en la sala de eventos del edificio. Con la reserva de un departamento, la inmobiliaria ofrecía un 4% de descuento y una giftcard de $600.000.
La mayoría de los edificios que catastró CIPER en 2010 y que visitó durante los últimos días, hoy se encuentran reparados luego de que las empresas responsables llegaran a acuerdo con los propietarios. Eso ocurre con proyectos como Don Manuel (Macul), Regina Oriente (Ñuñoa), Dolce I (Santiago) y el Condominio Parque Dorsal (Conchalí). En el Condominio Jardín del Norte, en Huechuraba, los trabajos terminaron en noviembre de 2011. Y el Emerald, el proyecto en Ñuñoa de PAZ Corp que terminó con más daños –una de sus torres quedó inclinada–, fue reparado y desde hace un par de semanas que está nuevamente a la venta con la autorización del municipio. Cuando se aprobó la reapertura, el alcalde Pedro Sabat dijo que ante daños por un posible nuevo terremoto, la municipalidad no se haría responsable, debido a que fue otra la entidad encargada de hacer el estudio que dio como resultado que sí se podía habitar el edificio.
Otros tantos muestran avances, aunque aún no están listos. En el Condominio Los Reyes de Huechuraba, por ejemplo, recién hace dos meses que comenzaron las reparaciones. En el edificio Nuevo Mundo II, en Macul, aún hay departamentos que no han sido arreglados. En varios, después hubo una migración y, como ocurrió en el Condominio El Alto de Maipú, el número de propietarios frente a arrendatarios se invirtió. Hoy, en ese complejo de seis edificios cerca del 70% son arrendatarios. Antes del terremoto era al revés.
Pero en el Condominio Sol Oriente de Macul, no han tenido tanta suerte.
-Estamos mal. Ha sido lento y engorroso el proceso. Ya vamos a cumplir dos años. Hay acumuladas varias causas contra la constructora en los juzgados civiles 24, 21 y 12 de Santiago –dice Mirta Peña, vocera del comité de vecinos del edificio.
El 17 de enero pasado, Peña denunció en Radio ADN el abandono en que se encuentran ella y sus antiguos vecinos del primer edificio que tuvo orden de demolición en la capital. “No hemos tenido respuesta de la inmobiliaria”, decía. Poco más de un mes después, todo sigue igual: el edificio sigue en pie, en las mismas condiciones que hace dos años, porque las empresas responsables de la obra, Inmobiliaria Viva y la Constructora Sigro, presentaron una demanda civil para evitar la demolición. Eso, a pesar de que los estudios dicen que el edificio no es reparable.
Los vecinos que no aceptaron los $200.000 que ofrecieron las empresas, exigen la devolución total del valor de sus propiedades. Pero las demandas que pusieron contra ellas unos 120 propietarios de forma independiente, deben ser aunadas en un mismo tribunal y bajo una misma causa. Mientras, la inmobiliaria sigue cobrando los gastos comunes. Nadie los paga.
Vea las fichas de los edificios catastrados por CIPER:
Dirección: Amunategui 620, Santiago.
Constructora: Ingevec.
Inmobiliaria: Max S.A.
Arquitecto: Pablo Gellona Vial.
Características del inmueble: Edificio de 24 pisos con 250 departamentos, tres subterráneos, estacionamiento, lavandería, piscina, sala de eventos, zona deportiva. Tiene alrededor de un 85% de los departamentos vendidos.
Valor de los departamentos: Desde 900 UF a 2.300 UF
Antigüedad: Tres años.
Daños: La escalera de emergencia cedió entre el piso 17 y 18, por lo que no había una vía de acceso para evacuación. También presentó algunas grietas y caída de revestimiento en muros de algunos pasillos y escalera.
27 de febrero de 2012.
Por fuera, el edificio es otro más del centro de Santiago. Por dentro, lo mismo. Nada recuerda que hace dos años la escalera de emergencia cedió entre el piso 17 y 18, dejando a la estructura sin vía de acceso ni evacuación. Tampoco que presentó algunas grietas y caída de revestimiento en muros de algunos pasillos y escalera. Todo parece estar bien. Eso dice un propietario que conversó con CIPER: “Ya está todo solucionado desde el año pasado”.
Dirección: Amunategui 810, Santiago.
Constructora: Novatec.
Inmobiliaria: El Bosque S.A., relacionada con la red societaria de Novatec a través de Constructora Aconcagua.
Características del inmueble: Una torre de 27 pisos con 295 departamentos, dos niveles de estacionamiento, piscina, sauna, lavandería, gimnasio, lavandería, sala multiuso, sala de juegos para adultos y para niños.
Valor de los departamentos: Desde 1.488 UF hasta 2.300 UF, aproximadamente.
Antigüedad: Tres años.
Daños: Uno de los pilares del subterráneo resultó con fierros retorcidos a la vista y la losa hundida. En elementos no estructurales los daños se presentaron en los muros de pasillos y en una escalera de emergencia fracturada.
27 de febrero de 2012.
Hoy no se aprecian rastros del terremoto. Hay plantas en los balcones, antenas de TV, ventanas sin polvo. En la entrada del edificio, pendones de Inmobiliaria Aconcagua anuncian la venta de departamentos de 2 y 3 dormitorios con entrega inmediata.
Según cuentan propietarios, Muchos residentes abandonaron sus departamentos. Con el tiempo fueron llegando arrendatarios. De los 200 departamentos del edificio, quedan 40 aún por vender.
La tarde del jueves 23 de febrero la inmobiliaria realizó un cocktail en el edificio para atraer compradores. Con la reserva de un departamento, la inmobiliaria ofrece una giftcard por $600.000 y un descuento del 4%.
Dirección: Balmaceda 2150, Santiago.
Constructora: DLP Constructora Ltda.
Inmobiliaria: General S.A. IGSA.
Características del inmueble: Torre de 19 pisos con nueve departamentos por piso, lavandería, gimnasio y estacionamientos.
Valor de los departamentos: de $30 a $60 millones.
Antigüedad: Siete años.
Daños: Colapso de los pilares 12 y 13 en el subterráneo. Hay grietas en muro de todos los pisos, rotura de tabiques y cerámica, sobre todo en el sector oriente y segundo piso, donde además las ventanas y puertas cedieron.
27 de febrero de 2012.
A primera vista se puede ver una enorme grieta que cruza el muro del segundo piso, de lado a lado, dejando los fierros expuestos. En los balcones de los pisos superiores hay antenas de TV satelital que desde febrero de 2010 que no se usan y los muros de la entrada hay graffitis alusivos a la “estafa” sufrida por los propietarios.
Todavía hay 40 propietarios que siguen peleando para que les arreglen el edificio, del cual la inmobiliaria es dueña del 73%, luego de haber llegado a acuerdo con las 118 familias restantes. Para los que no quisieron venderle sus departamentos, la inmobiliaria firmó un acuerdo en marzo de 2010 donde se comprometía a pagar los arriendos alternativos durante un año, mientras duraran las reparaciones. Pero éstos nunca se hicieron. En el 6º Juzgado Civil de Santiago está en trámite una denuncia que hicieron los vecinos contra la inmobiliaria por daños y perjuicios.
Por dentro el edificio parece haber sufrido un bombardeo: muros rotos, ventanas quebradas, vidrios en el suelo, polvo, fierros asomados, loza resquebrajada y un pilar colapsado con fierros doblados que parecieran soportar el peso de todo el edificio.
Además del arriendo y los gastos comunes de los edificios donde viven ahora, las 40 familias que no vendieron han tenido que seguir pagando el dividendo de sus departamentos dañados y los gastos comunes para costear la luz, el agua y a los guardias que vigilan día y noche para que nadie se meta al edificio.
El 23 de enero los vecinos se reunieron con la inmobiliaria para una conciliación, aunque no hubo tal cosa. Sí una promesa de querer llegar a un acuerdo: la misma oferta que vienen proponiendo las empresas responsables desde septiembre de 2010. Los vecinos no aceptaron. Ellos dicen que los estudios aseguran que el edificio es reparable y quieren que así se recupere para volver a vivir ahí.
Una semana después de esa reunión, el municipio multó a los vecinos por no reparar el edificio. La multa es por $3,9 millones a cada uno. Aparentemente, en marzo partirían las obras para reparar completamente el edificio, según la promesa que habría hecho el alcalde de Santiago. Sin embargo, hasta ahora, según los vecinos, la inmobiliaria no ha fijado una fecha para el comienzo de las obras.
Dirección Don Tristán: Tristán Valdés 164 (acceso sur) y Bailén 2320 (acceso oriente), Maipú.
Dirección Don Luis: Luis Gandarillas 360, Maipú.
Constructora: Mujica y González Limitada.
Inmobiliaria: Francisco de Aguirre.
Características del inmueble Don Tristán: Dos edificios de cuatro pisos, 36 departamentos, jardines interiores y estacionamientos.
Características del inmueble Don Luis: Dos edificios de 20 departamentos cada uno, jardines interiores y estacionamientos.
Valor de los departamentos:
Don Tristán UF 1.900, aproximadamente – Don Luis UF 1.500 y UF 1.900, aproximadamente.
Antigüedad Don Tristán y Don Luis: Seis años. Se inició la venta en 2005.
Daños Don Tristán: Colapso general de la estructura. Pilares del primer piso reventados por compresión, con enfierraduras a la vista pandeadas o rotas.
Daños Don Luis: Colapso general de la estructura, declarada no recuperable y en proceso de demolición.
27 de febrero de 2012.
En la calle Tristán Valdés hay un enorme agujero donde hasta mediados de 2011 hubo un edificio, un condominio que se llamaba Don Tristán. La demolición terminó en julio pasado. Cuatro meses después, comenzó la obra para echar abajo el Condominio Don Luis, a dos cuadras de Don Tristán.
En total, son 76 familias las que perdieron sus departamentos en esos dos edificios. Muchos siguen viviendo de allegados y aún pagan el dividendo de un departamento que ya no existe. Y todos se sienten desamparados. Poco después del sismo, la inmobiliaria Mujica y González les propuso una condonación de $200.000. Nadie lo aceptó. “Era una burla. Los gastos comunes del edificio nos costaban $60.000”, dice Claudia González, una vecina que conversó con CIPER. En las conversaciones que han mantenido los ejecutivos de Mujica y González con el abogado Alfredo Morgado, el único avance ha sido que la empresa dice querer llegar a un acuerdo.
Dos semanas atrás, la inmobiliaria hizo una oferta para llegar a un acuerdo. Alejandra Monasterio, la vocera de la comunidad, prefiere no revelar de qué trató, pero asegura que era tan “ridícula”, que incluso el fiscal que investiga las responsabilidades penales de los daños en los edificios les recomendó rechazarla.
El viernes 24 de febrero, Alejandra y sus ex vecinos recibieron una carta. Una semana después del terremoto, varios fueron al Sernac para hacer una denuncia por la mala calidad de la construcción. Un año después los llamaron para solicitar más antecedentes. Ellos se lo entregaron. La carta que les llegó el viernes decía que cumplían con los requisitos para que se denuncia se configurara como una demanda colectiva. Para Alejandra y sus vecinos fue como una mala broma. Llamó al Sernac para preguntar, pero le dijeron que ya se había cumplido el plazo.
Dirección: Hermanos Carrera 2727, Maipú.
Constructora: Hermanos Carrera S.A.
Inmobiliaria: Hermanos Carrera S.A.
Características: Conjunto de cinco edificios de cinco pisos, con patio central y estacionamientos en el primer nivel. Un total de 110 departamentos.
Valor de los departamentos: UF 1.090
Antigüedad: Seis años. Se inició la venta en 2005.
Daños: Colapso general de la estructura de los dos edificios del ala oriente, los que presentan fallas en pilares, grietas en muros, pisos inestables, tabiquería rota, puertas descuadradas
27 de febrero de 2012.
Las dos torres que debían ser demolidas, según un decreto municipal de marzo de 2010, siguen en pie. Si la estructura sigue donde mismo, es porque el primer piso está lleno de pilares de acero que soportan su peso.
La administradora del inmueble, Cristina Segura, explica que la demolición se ha atrasado porque el fiscal que investiga las responsabilidades penales se ha demorado en la realización de los peritajes. Las primeras dos torres fueron reparadas por completo por la inmobiliaria con los seguros de los propietarios. El acuerdo al que llegaron los vecinos significó además que la empresa le devolvería los deducibles de los seguros y pondría $6.000.000 para la recuperación de los espacios comunes. La tercera torre no ha sido reparada por completo porque, como está unida a las otras dos que deben ser demolidas, no se harán las reparaciones en los departamentos contiguos hasta que sean erradicadas, ya que no se sabe cuál podría ser el impacto de esa acción sobre las viviendas.
Al momento del terremoto, los 36 departamentos de las torres desahuciadas estaban ocupados. Como el seguro liquidó esos departamentos, las familias recibieron el dinero del seguro y la empresa negoció con ellos de forma individual para una compensación económica. Alrededor de 20 aceptaron la oferta de $2,5 millones. Los demás, aún podrían dar inicio a una demanda civil.
Dirección: Segunda Transversal 2390, Maipú.
Constructora e Inmobiliaria: Santa Beatriz.
Características: Seis edificios con 504 departamentos.
Valor de los departamentos: Desde 700 a 990 UF
Antigüedad: Fueron entregados entre 2005 y 2007
Daños: Todos los edificios tienen daños, pero no necesariamente estructurales. Hay grietas en las paredes, fisuras en las losas, desprendimiento de cornisas y caída de muros medianeros.
27 de febrero de 2012.
Las cornisas que se desplomaron fueron reparadas y las grietas que antes cruzaban muros completos, también. Por fuera se ve que la vida ha continuado como si nada. Inmobiliaria Santa Beatriz arregló los espacios comunes y los departamentos. Lo único que recuerda al terremoto son los cambios de pintura en las paredes. Eso, y la inconformidad de los propietarios con los trabajos hechos. Algunos vecinos cuentan que las reparaciones son de mala calidad y que no se hicieron reparaciones estructurales.
Catalina Garrido cuenta que antes del terremoto, los habitantes del condominio se repartían en un 70 u 80% de propietarios y lo demás eran arrendatarios. Después del terremoto, la proporción se invirtió.
Aunque la inmobiliaria corrió con las reparaciones de espacios comunes e interiores de departamentos, muchos propietarios usaron el seguro para completar los arreglos.
Los bloques Doña Camila y Doña Marcela son los que resultaron más dañados y en ellos se tuvo que prácticamente rehacer el primer piso. Eso porque los extremos de los edificios se inclinaron unos centímetros. Y aunque se repararon, se han tenido que rehacer varios de los trabajos hechos. Hasta el momento, la Municipalidad de Maipú no ha hecho la recepción de las obras de reparaciones, por lo que oficialmente, el edificio sigue sin repararse.
Gustavo Toro es el abogado que representa a las 110 familias que demandaron a la inmobiliaria para que los indemnice por los daños y la mala construcción. Dice que los vecinos no están conformes con los trabajos hechos porque las deficiencias con la edificación es algo que al menos desde 2008 los vecinos vienen alegando.
La demanda se basa en que el suelo, en un terreno donde antes hubo un tranque, no es apto para la construcción de seis torres de cinco pisos y 504 departamentos. Además, aseguran que el material utilizado es de mala calidad. Que en los edificios se utilizaron hormigón para los tres primeros pisos, albañilería para los últimos dos y fierros muy delgados que con el sismo se quebraron. El juicio ya pasó por la parte documental y ahora queda la etapa de testigos y de peritajes. Toro piensa que este año la jueza del 27º Juzgado Civil de Santiago emitirá un fallo. Pero antes deben realizar los peritajes. Aunque no tienen plata para hacerlo. Por eso, ahora están recolectando entre los demandantes una cuota de $50.000 pesos y así poder realizar los peritajes de suelo y de resistencia de materiales.
Dirección: Irarrázaval 2931/ Duble Almeyda 2942, Ñuñoa.
Constructora e Inmobiliaria: Paz Corp.
Arquitecto: Benjamín Paz Tchimino.
Calculista: Leopoldo Bresci, de VBM Ingeniería.
Características del inmueble: Son dos torres unidas por el subterráneo, estacionamiento y bodegas. La torre A tiene 20 pisos (incluyendo el quincho) y 170 departamentos; la B tiene 8 pisos y 60 departamentos. Aún se encuentra en venta el 30 % de los departamentos, aproximadamente.
Valor de los departamentos: Desde 1.600 a 4.000 UF.
Antigüedad: Dos años y cuatro meses.
Daños: La Torre A se inclinó y presentaba daño estructural en el subterráneo, las murallas y pilares. La torre B no presentaba daño estructural, pero sí destrozos importantes en departamentos y espacios comunes.
27 de febrero de 2012.
El edificio fue sometido a una exhaustiva reparación por más de un año y medio, y fue lanzado al mercado en enero de 2010 sin ofertas ni nada por el estilo ya que la calidad y seguridad del edificio quedó a prueba de casi todo, es decir, está en condiciones de resistir un terremoto de la magnitud del que se tuvo el 27F.
Las reparaciones del edificio fueron supervisadas por la empresa SIRVE y la política de la inmobiliaria ha sido no hacer diferencia entre ese y sus demás proyectos. Tras el reportaje de TVN y otra información aparecida en el diario La Tercera la empresa ha decidido no dar más declaraciones a ningún otro medio para no estigmatizar el edificio.
En estos momentos no hay moradores en la torre A (la que sufrió una importante inclinación), ya que la sala de ventas se abrió hace dos semanas. La torre B no sufrió daños, por lo que algunos propietarios de la Torre A se trasladaron a la B de manera definitiva. Otros dueños que vivían en la torre A se fueron a otros proyectos de la empresa y cerca del 15% exigió la devolución total de los dineros y eso quedó zanjado desde el segundo semestre de 2010. Hoy hay dos departamentos de la Torre A que están vendidos que corresponden a un inversionista que mantuvo sus propiedades. Según los encargados de comunicaciones de PAZ Corp, actualmente no hay ningún proceso legal con ex propietarios puesto que con todos se llegó a acuerdo.
Dirección: Manuel Sánchez 3271, Macul.
Constructora: EBCO.
Inmobiliaria: Banmerchant.
Arquitectos: REC Arquitectos.
Características del inmueble: El edificio tiene 19 pisos y 152 departamentos.
Valor de los departamentos: Desde 1.400 a 2.600 UF.
Antigüedad: Tres años y cinco meses.
Daños: Asentamiento de losas, fisuras ornamentales en los departamentos y espacios comunes. El subterráneo tenía grietas en sus murallas y su techo se curvó.
27 de febrero de 2012.
El edificio está totalmente reparado desde mayo de 2011, lo trabajos demoraron cerca de un año. La empresa cumplió con los acuerdos y los propietarios quedaron conformes. El edificio luce como si el terremoto no hubiera pasado por él. “El edificio lo hicieron prácticamente de nuevo”, cuenta un empleado del edificio. No más de 10 familias son las que se quedaron en el edificio mientras se hacían las reparaciones. Los trabajos partieron desde los pisos superiores –piso19- y en la medida que fueron quedando listos esos departamentos, las familias se fueron trasladando a esos pisos, momentáneamente, hasta que sus departamentos quedaron arreglados. Hay cerca de 130 propietarios y quedan 20 departamentos que son de la inmobiliaria puesto que todavía no los ha vendido. Tras el terremoto se han vendido 4 departamentos.
Dirección: Rafael Prado 222/ Dublé Almeyda 2355, Ñuñoa.
Constructora: Ingevec.
Inmobiliaria: Simonetti.
Arquitecto: Simonetti Arquitectura.
Calculista: Paolo Simonetti Bagnara.
Características del inmueble: Torre de 20 pisos, 76 departamentos, con gimnasio, piscina y sala de eventos.
Valor de los departamentos: De 4.900 a 5.700 UF. Aún hay 7 departamentos sin vender (Se trata de uno de los proyectos inmobiliarios más caros de la comuna)
Antigüedad: Dos años y tres meses.
Daños: Con el terremoto se produjo desprendimiento de cerámica, ventanales quebrados, tabiquería rota, la loza del techo se fisuró y el muro de la salida de emergencia se quebró. El gimnasio y la sala de eventos resultaron seriamente dañados. Un topógrafo contratado por los vecinos y la inmobiliaria aseguraron que no se presentaron daños estructurales.
27 de febrero de 2012.
El edificio luce en buen estado. Según Iara Barrios, las reparaciones se llevaron a cabo prácticamente dentro de los plazos estipulados. Sin embargo, hay versiones disidentes. Mientras los daños en los pisos superiores fueron menores, residentes de los pisos más bajos se quejan de la calidad de las reparaciones y de la respuesta de parte de la empresa.
Marcela Marchant cuenta que su departamento fue reparado por la empresa debido a que de lo contrario no podría solicitar nuevos trabajos en caso de que quedaran mal. Pero el dolor de cabeza ha sido mayúsculo ya que han tenido que haces algunos trabajos más de cinco veces. Uno de los más evidentes, que CIPER pudo comprobar en terreno, es el ventanal que separa el living de la terraza el cual está evidentemente descuadrado y se necesita más que un simple empujón para abrirlo. Además, señala que los arreglos que se han hecho y las terminaciones han quedado peor que al principio.
Marcela debió desalojar el departamento por tres semanas para que se le hicieran los arreglos. A una semana de la entrega, nuevamente tuvo problemas con las mismas reparaciones que le habían hecho. Dice que apenas tenga la posibilidad de abandonar su actual departamento, lo hará.
La inmobiliaria pagó los arreglos de los espacios comunes y los daños estructurales de los departamentos. El acuerdo que se logró es que los daños estructurales de los particulares los pagaría la empresa y los daños arquitectónicos se financiarían con los dineros de los seguros de los propietarios.
Dirección: Macul 2301, Macul
Constructora: Sigro.
Inmobiliaria: Viva.
Características del inmueble: Son dos torres, una tiene entrada por Exequiel Fernández (A) y otra por Macul (B), en total son 280 departamentos.
Valor de los departamentos: Desde 1.100 hasta 3.000 UF. Queda un 10% aún en venta.
Antigüedad: La torre A, cuatro años; y la B, tres años.
Daños que se presentaron: El edificio se hundió 5 centímetros, los muros estructurales colapsaron y el octavo piso se desmoronó. La Dirección de Obras Municipales decretó inhabitable el edificio.
27 de febrero de 2012.
Inmobiliaria Viva y Constructora Sigro aún no dan soluciones a los propietarios de uno de los edificios más dañados de Macul. Algunos propietarios señalan que “solo hemos sabido de silencio de parte de los responsables”. El edificio está abandonado.
Ante la petición que los propietarios le hicieron a Viva respecto de la devolución total de los dineros, no ha habido respuesta. Tampoco han recibido alguna compensación económica.
La demanda civil presentada en junio de 2010 en el 24° Juzgado Civil de Santiago contra las empresas se ha tramitado lentamente ya que, varios propietarios presentaron demandas por su cuenta y ahora deben ser agrupadas por el tribunal en una misma causa. Hoy son más de 120 personas demandando a Sigro y a Viva. El 25 de noviembre de 2011 el tribunal nombró a Enrique Figueroa Echeverría como perito para visitar y evaluar el edificio dañado.
Tras la orden de inhabitabilidad y demolición de 2010, ni la inmobiliaria ni la constructora han presentando el proyecto para echar abajo el edificio. Sí presentaron una demanda civil para pedir la suspensión del decreto de demolición. Mientras tanto, los informes de las compañías de seguros, en su mayoría del Santander, señalan que este edificio no se puede reparar y que hay una trasgresión a la norma de diseño sísmico 433.
La inmobiliaria sigue cobrando los gastos comunes del edificio, aunque los propietarios no lo cancelan.
Dirección: Los Cerezos Nº 33, esquina Irarrázaval, Ñuñoa.
Constructora: Sigro.
Inmobiliaria: Viva.
Arquitectos: Ruiz Tagle- Vicuña Arquitectos.
Calculistas: Spoerer y Asociados Ingeniería Limitada, representada por Eduardo Spoerer Grez.
Características del inmueble: Edificio de una torre, 26 pisos y 202 departamentos, de los cuales había aproximadamente un 70% habitado a la fecha del terremoto.
Valor de los departamentos: Desde 2.000 UF a 4.000 UF.
Antigüedad: Un año y 11 meses.
Daños: Se presentaron en los niveles inferiores y afectaron a algunos elementos estructurales. Según el ingeniero calculista de la inmobiliaria, eran reparables.
27 de febrero de 2012.
El edificio se ve en buenas condiciones. Un conserje del edifico cuenta que muchos propietarios decidieron dejarlo tras las reparaciones en marzo de 2011. Según cuenta, de los cerca de 90 propietarios sólo quedan 60. De los restantes, ahora sus departamentos están arrendados.
El edificio parece nuevo y en la entrada del recinto hay letreros del departamento piloto de los edificios que quedan por vender –varios de ellos que están deshabitados desde antes del terremoto-. La oferta del dividendo no supera los 200 mil pesos y la tasa de interés es 0% por los dos primeros años. Decenas de personas visitan diariamente el departamento piloto.
Sylvia Yeomans tiene 82 años y vive hace 30 en Canadá. Compró un departamento “en verde” en el séptimo piso por 48 millones con el dinero de toda una vida para quedarse mientras está en Chile. Sin embargo, no le ha salido a cuenta. Tiene una jubilación baja por lo que está pensando en vender el departamento ya que no está conforme con la calidad de éste, pero está afligida porque entiende que el dinero que obtendrá por el departamento será bastante inferior al que pagó inicialmente. En marzo de este año parte nuevamente al país del norte y se indigna cada vez que piensa que todavía suben y bajan maestros desde los pisos superiores, los que todavía no se han vendido.
Dirección: Regina Pacis 760, Ñuñoa.
Constructora: Vital
Inmobiliaria: Penta
Características: Edificio de una torre con 21 pisos, 178 departamentos y piscina.
Valor de los departamentos: Desde 1.280 a 3.900 UF. Aún en venta 61 departamentos.
Antigüedad: Dos años y cinco meses
Daños: Uno de los pilares del primer piso presenta desprendimiento de hormigón por comprensión con enfierraduras pandeadas.
27 de febrero de 2012.
El edificio quedó completamente arreglado desde principios de febrero de 2011. Según Max Monreal, un vecino que habló con CIPER, Penta se sentó a conversar con los propietarios y llegaron acuerdos que satisficieron a la gran mayoría. Los trabajos consistieron en base al análisis del calculista original. Los daños, si bien fueron evidentes, no eran de consideración. La inmobiliaria les hizo una fiesta de bienvenida a los propietarios. “Logramos lo que queríamos. La inmobiliaria reaccionó en virtud de toda la presión que generamos con CIPER y con la demás prensa. Primero conseguimos el alojamiento para toda la gente, también con la devolución de dineros para los que se querían ir, y también para el 40% que nos queríamos quedar”, dice Monreal.
Las reparaciones se hicieron dentro de los plazos estipulados y se instaló iluminaria led para mejorar el edificio. En estos momentos no hay nada pendiente con los propietarios, los acuerdos fueron extrajudiciales por lo que no hay ningún proceso legal pendiente.
Dirección: Gregorio de la Fuente 3268, Macul.
Constructora: Concreta.
Inmobiliaria: Santiago Tres S.A.
Características del inmueble: Edificio de dos torres unidas, 18 pisos cada una y 144 departamentos.
Valor de los departamentos: De 1.450 a 1.750 UF. Aún en venta 44 departamentos.
Antigüedad: Cuatro años.
Daños: Un pilar del primer subterráneo con desprendimiento de hormigón, refuerzos a la vista y deformados. El ingeniero calculista de la empresa, Rodrigo Mujica Vizcaya, realizó una inspección e informe en el que señalaba que había daños estructurales.
27 de febrero de 2012.
El edificio luce por fuera completamente reparado. Los arreglos fueron supervisados por el calculista del edificio. Sin embargo, unos 60 propietarios arreglaron sus departamentos con los dineros del seguro. Otros 30 llegaron a acuerdo con la inmobiliaria y le entregaron los dineros de los seguros para que ella les repare las viviendas. Los que compraron al contado, sólo algunos pudieron llegar a acuerdo con la inmobiliaria Santiago Tres. Otros seis aún no han arreglado sus departamentos y siguen viviendo con la evidencia del 27F bajo sus techos.
La demanda civil presentada por más de 60 propietarios está en proceso. En las semanas siguientes el tribunal hará solicitud formal para que las partes presenten las pruebas.
Según cuenta Mauricio Morales, residente del edificio, “ya hubo un comparendo entre las partes en que la empresa demandada rebatió lo que nosotros demandamos. A vuelta de marzo los tribunales deberían pedir las pruebas. Los abogados nos pidieron declaraciones juradas de nuestros familiares diciendo que tuvimos que vivir de allegados, en otros casos arrendando, llevando las cosas para algún lado”.
Los arreglos principales se terminaron en septiembre del 2010, sin embargo, Morales afirma que todavía se están llevando a cabo arreglos post terremoto, aunque menores.
Dirección: Avenida Hipódromo 1770, Independencia.
Constructora e Inmobiliaria: Nollagam Ltda.
Características del inmueble: Dos torres que cuentan con 21 pisos y 257 departamentos. Dos subterráneos con estacionamientos y un piso de área común.
Valor de los departamentos: Entre UF 900 y UF1400.
Antigüedad: Cuatro años.
Daños: El informe técnico del DICTUC declaró que el edificio presentaba un daño estructural leve, pero que no había tenido inclinación ni destrozos en los pilares. Sí hubo fisuras en muros, losas, escaleras, cerámicas, piscina y vidrios. Los destrozos se centraron en el sexto piso de ambas torres.
27 de febrero de 2012.
El edificio luce completamente arreglado desde afuera, pero por dentro todavía hay algunas cosas pendientes. Cristián Rojas, propietario y parte del comité del edificio, mostró a CIPER como la caja de la escalera sigue con fisuras y trizaduras, las cuales la inmobiliaria no ha querido reparar. Todo lo demás fue reparado y entregado en noviembre de 2010. Las molestias fueron, entre otras, convivir con una veintena de maestros mientras se reparaban los daños. El más grave fue el forado que se hizo en el techo de la recepción.
Dirección: General Gambino 3.200, Conchalí.
Constructora: Viviendas 2000
Inmobiliaria: Viviendas 2000 / Fe Grande Inmobiliaria.
Características del inmueble: Veinte torres de cinco pisos cada una, con un total de 400 departamentos de entre 55 y 68 m2, en un terreno de 32 mil m2.
Valor de los departamentos: Desde UF 1.030
Antigüedad: Seis años. Las últimas etapas tienen tres años.
Daños: En las torres 1 y 2 hay rotura y caída de tabiques (en especial, el que separaba la cocina del living), dinteles, desprendimiento de cerámicas, grietas en los muros, roturas en la juntas de dilatación y daños en las escaleras. En las otras torres, lo que más se repite son grietas en muros, techos y dinteles.
27 de febrero de 2012.
Armando Coloma, encargado de la comunidad, señaló a CIPER que no existe ningún trabajo ni proceso legal pendiente. Todo quedó reparado hace más de un año. CIPER contactó a otros propietarios, quienes aseguraron que los trabajos se hicieron, pero quedaron mal hechos.
Dirección: Santa Marta 6650, Huechuraba.
Constructora: Cypco S.A.
Inmobiliaria: Marafuera.
Arquitectos: Mora y Huberman, de Alejandro Huberman Rodríguez y Antonio Mora Vargas.
Características del inmueble: Dos torres de 20 pisos con 74 departamentos en total, lavandería, gimnasio, piscina y estacionamientos, entre otros servicios.
Valor del departamento: Entre UF 2.650 y UF 3.500.
Antigüedad: Seis años la torre A y cuatro años la torre B.
Daños: No hay compromiso estructural. Grietas y rotura de tabiques, puertas y cerámicas. Caída de dinteles y revestimiento de pintura en algunos pisos.
27 de febrero de 2012.
Elizabeth Barrios, presidenta del comité, explicó a CIPER que los trabajos de reparaciones finalizaron en noviembre de 2011 y que en conjunto la comunidad no tiene ninguna demanda civil presentada contra la inmobiliaria. Sin embargo, existe un reducido grupo de ex propietarios que sí presentaron acciones judiciales. Otros residentes del condominio admitieron que todavía existen filtraciones desde los jardines hacia los estacionamientos subterráneos.
Dirección: Pedro Fontova 7788, Huechuraba.
Constructora: Jahuel Ingeniera y Construcción Limitada
Inmobiliaria: Quinched S.A.
Arquitecto: Cristián Boza & Asociados.
Características del inmueble: Dos torres de ocho pisos, con departamentos de 112 a 165 m2. Los edificios tienen piscina, quincho, spa y jardín.
Valor de los departamentos: Entre UF 3.600 y UF 4.600
Antigüedad: Seis años la torre Rey Arturo y tres años la torre Reina Sofía.
Daños: Se doblaron y cortaron las enfierraduras de pilares en el primer piso. Se destruyeron las calderas. Los ascensores quedaron inutilizados. Algunos balcones se inclinaron y se abrieron grietas en muros y puertas.
27 de febrero de 2012.
Recién hace dos meses comenzaron los trabajos de reparación. Los edificios “Reina Sofía” y “Rey Arturo” parecen en proceso de construcción. Los propietarios decidieron no entablar acciones legales contra la inmobiliaria. De hecho, llegaron al acuerdo que con los dineros de los seguros se harían los trabajos para corregir las fallas. Varios departamentos, al momento del terremoto, no se habían vendido por lo que los gastos en reparaciones de aquellos corren por parte de la empresa. Se estima que la entrega de los trabajos sea en julio de este año. La empresa con que se está trabajando ahora fue licitada por los mismos propietarios. Hasta entonces, no se levantará la clausura.
Dirección: Avenida Hipódromo 1631, Independencia.
Constructora: Mujica y González.
Inmobiliaria: Independencia S.A.
Características: 21 pisos, con un total de 147 departamentos.
Valor de los departamentos: Entre UF 1.600 y UF 1.800
Antigüedad: Tres años.
Daños: Declarado inhabitable por la Dirección de Obras de la Municipalidad de Independencia el 28 de febrero. El viernes 12 de marzo los propietarios recibieron un informe preliminar del Dictuc que rechazó de plano el colapso del edificio. Sin embargo, entregó numerosas recomendaciones para estabilizar la torre.
27 de febrero de 2012.
El edificio se encuentra abandonado y con los evidentes rasgos del terremoto. Además, sin mayores medidas de seguridad que alejen a los transeúntes. Vecinos del edificio cuentan que algunas veces se ve gente adentro cumpliendo labores de vigilancia, pero cuando CIPER visitó el recinto nadie contestó a nuestros llamados. CIPER intentó comunicarse con propietarios para saber en qué situación se encuentran, pero no fue posible. Lo mismo con Independencia S.A.