Perfil de Norberto Morita
La historia del inversionista argentino que acrecentó su fortuna con La Polar
21.07.2011
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Perfil de Norberto Morita
21.07.2011
El argentino que compró La Polar en 1999 para rescatarla de la quiebra, que controló la compañía hasta 2006, que presidió su directorio hasta 2009 y que puso en la empresa a los ejecutivos hoy cuestionados por el fraude de las repactaciones ilegales, es un hombre de bajo perfil e incluso poco conocido en su propio país. Al menos, lo es fuera del ámbito de los negocios. Lamentablemente, Norberto Oscar Morita no quiso hablar para esta nota. A través de una secretaria de Southern Cross Group dijo que “por ahora” no iba a brindar entrevistas.
¿Pero quién es el misterioso Norberto Oscar Morita? Descendiente de padres japoneses, es un empresario argentino que sabe de riesgos y de la buena vida. Cultor de un bajo perfil a ultranza, reparte su tiempo libre en algunas de sus pasiones: la caza y la pesca con mosca en el río Quilquihué en las cercanías de San Martín de los Andes (provincia de Neuquén), donde tiene un campo en las proximidades del lago Lolog.
Morita también gusta de la práctica del esquí y del golf. Y disfruta especialmente de los conciertos de música clásica de algunas de las orquestas en las que deposita su filantropía haciendo donaciones de dinero. Así se lo menciona en el Comité de Honor de la Asociación Musical de San Martín de los Andes, junto a su esposa que aparece nombrada como Mariel, pero que en realidad es María Elsa Molinero de Morita, con quien comparte el directorio del Southern Cross Capital Management, el grupo de inversiones que encabeza desde hace años.
El gusto de Morita por la música docta se evidencia en sus frecuentes visitas a La Scala de San Telmo, de donde también fue “benefactor”. Además ha colaborado con la Fundación Cruzada Patagónica en la reconstrucción del Centro de Educación Integral San Ignacio, destruido por un incendio el 24 de agosto de 2007.
Con el mismo perfil “filantrópico” de su marido, María Elsa Molinero es vocal de la Fundación Amigos del Teatro General San Martín. Y colabora con la Fundación Leer. Además de hacer lo propio con el Encuentro Global del Fútbol Comunitario Rural. Y en el último Anuario de la Fundación Cruzada Patagónica escribió:
-No sé cuantos años hace que colaboramos con Cruzada Patagónica, pero deben de ser muchos, como diez. Tenemos una casa cerca de San Martín de los Andes y conocemos la realidad de muchas familias que viven en las zonas rurales. Queremos que esos chicos puedan acceder a la educación para poder insertarse en la sociedad y tener oportunidades de desarrollo. El CEI San Ignacio ofrece esas oportunidades y es por esa razón que nosotros colaboramos. Este año estuve invitada a participar de la jornada de Tranqueras Abiertas para conocer los talleres, y a pesar de tener todas las intenciones no pude asistir porque estaba recibiendo a unos invitados.
Asimismo, tanto Norberto como «Mariel» figuran como “pilares” en la Fundación Cimientos.
Otra de sus pasiones son los caballos. De ahí sus tardes de fin de semana en el club anglo-argentino Hurlingham, un selecto y exclusivo refugio, con normas de pertenencia de las más estrictas.
Norberto Morita nació el 6 de diciembre de 1947, tiene 63 años y tres hijas: Dolores, María y Florencia. Ingeniero químico -recibido en la Universidad de Buenos Aires en 1971- y Master of Business Administration de la Universidad de Columbia, en 1975.
En el año 1998 recibió el Diploma al Mérito, como Ejecutivo en la Industria, del Premio Konex. En la breve biografía con el que lo presentaron se señaló que “ocupó diversas posiciones en el grupo Corning Glass, en Estados Unidos, Inglaterra y Francia. Desde 1985 hasta 1997 fue Director Ejecutivo del Grupo Bemberg y de su principal filial, Quilmes Industrial S.A. (Quinsa). En 1997 fundó Southern Cross, un fondo de inversiones directas en Latinoamérica. Es director de Quilmes Industrial S.A. y de la Sociedad Comercial del Plata S.A”.
En realidad, por esa época ya se estaba desvinculando de esos roles. A fines de los 90, cuando la Argentina era gobernada por Carlos Menem, Morita fue vicepresidente del Consejo Empresario Argentino (CEA) y en más de una ocasión asesoró desde esa plataforma al ex mandatario. Hoy es vocal de la continuación del CEA, la poderosa Asociación Empresaria Argentina (AEA) que reúne a las compañías más importantes e influyentes del país y que, según lo que ellos mismos aseguran, “en conjunto, facturan 200.000 millones de pesos, exportan por 10.000 millones de dólares y emplean a 300.000 personas”. La facturación equivaldría a US$ 50.000 millones.
Además es miembro de los consejos consultivos de la Universidad de Columbia, del INSEAD (Francia), de la Universidad Adolfo Ibañez (Chile) y de la Universidad Di Tella de Buenos Aires.
Hoy se lo considera uno de los emblemas más desafiantes de lo que se ha dado en llamar los “private equity funds”, fondos de inversión que han ganado terreno en la Argentina post-devaluación de 2002. Estos fondos basan su estrategia en comprar empresas con un gran nivel de endeudamiento pero con una altísima facturación y un potencial de crecimiento enorme a mediano plazo. Refinanciar esas deudas, obteniendo rebajas importantes, y luego venderlas a precios mucho más elevados, es el ABC de su mecánica.
Norberto Oscar Morita se inscribió ante la Dirección General Impositiva (DGI) de Argentina, equivalente al SII chileno, el 1 de septiembre de 1985, cuando comenzaba a dirigir los destinos de Quinsa. Hoy en la Administración Federal de Ingresos Públicos (ex DGI) figura como trabajador autónomo en la Categoría T1 CAT 5, que tiene un piso de facturación de unos US$ 7.500 dólares y que corresponde a quienes ejercen la “Dirección, administración o conducción de sociedades comerciales o civiles, regulares o irregulares, y socios de sociedades de cualquier tipo”. Es la categoría más alta e implica un pago mensual de unos US$ 250 dólares por mes.
Según los registros económicos, Morita declaró que su actividad principal -desde el 1/11/1997, fecha en la que se aleja de Quilmes para zambullirse en su audaz cuentapropismo- es brindar “servicios de asesoramiento, dirección y gestión empresarial”. Y que su actividad secundaria está relacionada con los “servicios inmobiliarios realizados por cuenta propia, con bienes propios o arrendados”.
Como no es empleado, no posee registros en relación de dependencia. Tampoco tiene cheques rechazados. En su vida doméstica opera con el Banco Galicia, el Standard Bank y usa su tarjeta de crédito American Express.
El desfile de domicilios que registra Norberto Morita es enorme. En distintas presentaciones ante las autoridades declara dos viviendas ubicadas en hermosos edificios de estilo en el corazón de uno de los barrios más elegantes y caros de Buenos Aires: La Recoleta. El de la calle Posadas 1671 y el del pasaje Schiaffino 2037, que fue declarado como “Representativo” dentro de la Dirección de Patrimonio Cultural de la Ciudad de Buenos Aires, situados a escasos metros del suntuoso Palais de Glace.
Pero entrecruzando datos -como los registros telefónicos-, aparecen otros dos domicilios que serían para uso particular: uno a nombre del propio Norberto Morita, ubicado en el cerro Basalto, Lago Lácar, en San Martín de Los Andes (provincia de Neuquén), lugar adonde al empresario suele pasar las fiestas junto a su familia y donde despunta sus gustos por la caza y la pesca.
La otra vivienda es la que está ubicada en la avenida Teniente General Pablo Ricchieri 1221, en la localidad bonaerense de Hurlingham, allí donde Morita canaliza sus gustos por los caballos. Esta dirección aparece mencionada también en documentación de la Securities and Exchange Comission de Estados Unidos, al tiempo que la empresa Quinsa comenzaba a cotizar en la Bolsa de Nueva York durante la gestión de Morita. ¿De qué se trata esta propiedad? De una enorme casona de estilo inglés, con un parque gigantesco, pero con muestras claras de abandono. La mansión está ubicada a pocos metros de la estación de Hurlingham y a escasas cuatro cuadras del Club donde además se puede practicar golf y cricket.
También, a nombre de su esposa aparece un teléfono ubicado en la avenida Presidente Juan Domingo Perón 10.298, en otra localidad del oeste del Gran Buenos Aires: Ituzaingó. En ese lugar funciona uno de los más exclusivos countries y club de campo llamado “Los Pingüinos”, cuyos 18 hoyos de golf suelen ser visitados por el príncipe Guillermo Alejandro de Orange-Nassau de Holanda, esposo de la argentina Máxima Zorreguieta. El buen vínculo de Morita con la familia de la princesa se pudo retratar públicamente cuando -en las fiestas a beneficio que organiza la elegante Fundación COAS- se fotografió al empresario junto a la madre de Máxima, María del Carmen Cerruti Carricat. Vale recordar que el padre de Máxima es Jorge Zorreguieta, quien fuera Secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la última dictadura militar.
Existen otros domicilios que figuran en distintos registros, algunos de ellos vinculados a las empresas que están relacionadas con Morita. El que fijan para Southern Cross Group (SCG) es de Cerrito 1294, piso 8°. El pasado 9 de julio SCG dejó esas oficinas que venía ocupando hace años. En ese piso hay en estos momentos una oficina en alquiler que estará disponible a partir del 1 de agosto próximo. Por la oficina de 330 metros cuadrados se piden US$ 10.000 mensuales y tiene gastos comunes equivalentes a US$ 1.900 dólares.
La mudanza se produjo a pocas cuadras de allí y SCG se instaló en el 5º piso de Avenida del Libertador 602, tal como lo ratifica la propia página web de Southern Cross. El dato más llamativo es que ese edificio fue también elegido por otros dos fondos de inversión -Pegasus y The Exxel Group- que han competido ferozmente con Morita por la compra de empresas.
El domicilio que apareció en la conformación de SCG es Tucumán 117, 7° piso, donde figuraba la compañía Lux Investment Group, antecesora del Southern Cross Group. En ese piso hoy tienen asiento la Sociedad Latinoamericana de Facility Management (SLFM), la empresa de arquitectura y construcción Metro Building y la de diseño y decoración Contract Ambientes de trabajo, que tiene un gran número de clientes en Chile.
Según los registros que surgen a partir de la consulta de su Libreta de Enrolamiento 8.273.393 y de su Código Ùnico de Información Tributaria (CUIT) 20-08273393-1, Morita ha estado vinculado a distintas empresas.
Tras recibirse de ingeniero químico en la UBA en 1971 y desde sus orígenes como empleado de la firma Alpargatas (entre mayo de 1971 y mayo de 1972) y su estancia por esas fechas (enero-julio 1972) en la empresa Hulytego SAIC (fabricante de telas plásticas) hasta hoy, pasó mucha agua bajo el puente. El destino llevó a Morita -hincha del descendido River Plate- a conducir un fondo de inversión que hoy maneja negocios en la región que involucran entre 1.600 y 2.000 millones de dólares. Para ello Morita se ha rodeado de un grupo de empresarios de confianza que lo acompañan en sus emprendimientos: el chileno Raúl Sotomayor Valenzuela, el cubano-estadounidense Ricardo Rodríguez y el argentino Horacio Reyser Travers.
Antes de llegar a este presente, Norberto Oscar Morita fue Director Ejecutivo de Quilmes Industrial SA (Quinsa), en esos momentos en manos del Grupo Bemberg. Ocupó ese cargo desde 1985 hasta 1997, pero había ingresado a la firma en 1976. De su gestión aún se recuerda la compra de la firma Bieckert (en US$ 34 millones), por la que Quilmes pasó a tener el 85% del mercado de cervezas. También se le adjudica el enorme crecimiento de la compañía. Según cuenta la revista Fortuna, durante la conducción de Morita Quinsa “creció cuatro veces en ventas, 14 en ganancias operativas y 24 en capitalización bursátil, con el ingreso de la acción en la Bolsa de Nueva York”.
Esos hitos también los subraya la web de SCG y hasta la página de la Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia, donde Morita es miembro de la Junta de Supervisión. En ambos sitios se describe que la gestión del empresario llevó a Quilmes a facturar de U$S 11 millones a U$S 148 millones e incrementó su valoración en el mercado de capital de US$ 50 millones a US$ 1.400 millones.
A partir de allí comenzó su propio camino. El 25 de noviembre de 1997 resultaría una fecha clave para Morita: ese día quedaría constituía la sociedad Lux Investment Group. Sus accionistas eran el propio Morita y Ricardo Urbano Siri. El primero fue nombrado presidente y el segundo, director titular. En el cargo de vicepresidenta resultó designada María Elsa Molinero de Morita y de directora suplente, Adelina Siri. Es decir, todo quedó en familia. El objeto de la compañía era asesorar a inversores en Argentina o en el extranjero.
Por decisión de la Asamblea ordinaria, el 24 de febrero de 2008, Lux Investment Group cambió su denominación para pasar a llamarse Southern Cross Capital Management S.A. Y, a partir de allí, comienza otra historia. En 1999 Morita consolida SCG respaldado por banqueros suizos (UBS-Suiss Bank Corp) y operadores estadounidenses. Armó una alianza estratégica con Merrill Lynch & Co. y adquirieron la empresa Juncadella, la más importante compañía transportadora de caudales de Argentina. Pero se desprendió rápidamente de esa empresa. Un año y medio después la vendió al grupo español Prosegur en U$S 190 millones.
El 26 de diciembre de 2000, cuando Argentina ya empezaba a sentir los síntomas de una crisis que se avecinaba, aumentaron el capital accionario de SCG y luego -según los registros del Boletín Oficial- aparecen otros nombres conocidos en el fondo de inversión, como el de Raúl Sotomayor Valenzuela, un domicilio fiscal nuevo (Tucumán 117, piso 7°) y diferentes modificaciones a los mandatos (sobre todo en 2005), pero que mantienen el espíritu constitutivo del grupo.
En 2003, Norberto Morita, a través de SCG, hizo una de las apuestas más fuertes en el mercado local: le compró al Grupo Soldatti -del que había sido miembro externo de su directorio- la petrolera Compañía General de Combustibles (CGC), que tenía el control de 17 áreas petroleras y gasíferas de Argentina, además de negocios similares en Guatemala, Ecuador y Venezuela. Su jugada fue levantar la convocatoria de acreedores y hacerse cargo de un pasivo de US$ 230 millones, obteniendo una reducción de la deuda del 85%, que debería consustanciarse a partir de negociaciones individuales -fuera de la Justicia- con los acreedores.
La facturación de la empresa petrolera, entonces en manos del Grupo Soldatti (Sociedad Comercial del Plata, SCP), alcanzaba los US$ 70 millones. El fondo de inversión de Morita compró el 81% de la firma, pero aún hay un litigio comercial muy fuerte sobre esa transacción, controversia que llegó a la Corte Suprema argentina. La fiscal de la Cámara Comercial, Alejandra Gils Carbó, duda de la legitimidad de la operación por la que Southern Cross Group se quedó con esas acciones, en medio de un proceso judicial de los acreedores de la deuda de la Sociedad Comercial del Plata. Ellos quieren que su demandada tenga en su capital a la petrolera, ya que así es más seguro poder cobrar algo, dado la importancia que tenía ésta dentro del Grupo Soldatti.
Luego de esa incursión, vendrían otras. Desde el Southern Cross Group han manejado The Value Group (que produce artículos de limpieza e higiene como los jabones Federal y Zorro o los productos Plusbelle, y que vendió en 2008 al grupo peruano Romero, en US$ 70 millones) y los laboratorios Northia (de producción de medicamentos, en especial genéricos, vendidos en 2010 al grupo chileno Recalcine en US$ 25 millones). En Chile, desembarcó en las tiendas La Polar y Supermercados del Sur, la concesionaria sanitaria Essbio y la central eléctrica Campanario, además de las plantas energéticas Gas Atacama y Tierra Amarilla. En México, se involucró en las cadenas de cines MM Cinemas (junto a Morgan Stanley). En todos esos negocios hay un mandamiento que el Southern Cross Group nunca resigna: sólo ingresan a las empresas si pueden manejar el management.
Cuando en 2010, Southern Cross Group vendió los laboratorios Northia -que había adquirido en 2002- al grupo chileno Recalcine, el diario La Nación (1/07/2010) explicó que, según fuentes del mercado, “Southern Cross Group vendió el laboratorio Northia por una política de desinversión en la región. El conglomerado, presidido por el empresario argentino de origen japonés Norberto Morita, también se desprendió en el pasado de la telefónica Chilesat, la sanitaria Essbio y la cadena de tiendas La Polar, en Chile. En Argentina, de la transportadora de caudales Juncadella-Prosegur. En el resto de la región, de MM Cinemas, en México. El grupo gerencia actualmente activos por un valor superior a US$ 2000 millones. Southern Cross planea la creación de un nuevo fondo (Southern Cross IV), con recursos que van de 1.200 a 1.500 millones de dólares”.
Dos negocios que se le escaparon de la mano a Morita fueron la compra de la poderosa AT&T Latin America en 2003 (pese a haber logrado una carta de intención favorable para quedarse con el 69% de las acciones, cuando ésta tenía una deuda aproximada de US$ 440 millones) y la adquisición frustrada, en 1997, de Bodegas Peñaflor en Argentina, una empresa con una facturación que entonces alcanzaba los US$ 230 millones, pero con una deuda de US$ 150 millones. Es decir, de esas aventuras que le encantan a Morita.
También se tentó con la posibilidad de avanzar en la compra de la compañía Alpargatas -él había trabajado en Altatécnica, una de sus compañías, a principios de los años 70- que finalmente no se concretó. Esa parece ser otras de las claves en la vida económica de Morita: le apetece mucho más si a la empresa la conoce desde antes y, si es posible, desde adentro.
El 23 de marzo de 1999, Morita participó de la constitución de Armor Acquisition S.A., cuyas socias fueron dos empresas: Transporte Acquisition Corporation y Merrill Lynch Global Emerging Markets Partners LP. Él quedó como presidente, Horacio Reyser Travers como vice y Guido Padovano como director titular. El objetivo: “Realizar inversiones de capital en particulares o sociedades por acciones, financieras y operaciones de crédito en general”. En el domicilio que fijan, Reconquista 336, piso 3º, departamento “h”, coincide, según diferentes registros, con el que ocupó un conocido estudio de abogados (Severgnini, Robiola, Grinberg y Larrechea) que quedó envuelto en un escándalo en la década del 90 por el caso de lavado en el que se investigó al magnate saudí Gaith Pharaon.
Con ese Joint-venture, SCG y Merrill Lynch compraron en 1999 el 100% de la compañía Juncadella, líder en el mercado de transporte de caudales y de sistemas de seguridad y alarmas. Por ese entonces, Juncadella facturaba alrededor de US$ 400 millones anuales y operaba en Argentina, Brasil, Chile, Perú, Uruguay, Paraguay y Bolivia, empleando a 20.000 personas.
En poco tiempo, las personas de confianza de Morita fueron ocupando el management de la compañía, reemplazando a los históricos Amadeo Juncadella y Luis Otero Monsegur. Así, en la Asamblea Ordinaria del 21 de abril de 1999 y, posteriormente, en la del 18 de octubre de 2000, quedó como presidente Ricardo Rodríguez, el empresario cubano-norteamericano de extrema confianza de Morita. Y de vice, Guido Nicola Padovano. Entre los directores titulares aparece el propio Norberto Morita y su mano derecha, Horacio Reyser Travers.
Apenas un año y medio después, SCG decidió vender Juncadella a la española Prosegur. En la Asamblea ordinaria del 19 de julio de 2001, se aceptaron las renuncias de Morita y su team. El traspaso a Prosegur se haría con participación en los directorios de Morita y su gente. Así la Asamblea Ordinaria del 24 de septiembre de 2001 designaría como presidente a Ramiro Val Magallón, como vice a Horacio Reyser Travers y, entre los directores titulares quedaba el propio Norberto Morita. Lo mismo ocurriría con la fusión Juncadella Prosegur Internacional S.A.
Pero, según los registros financieros de empresas de riesgo crediticio, esa no fue la única fusión de la que participó Morita. El 16 de enero de 2003 se creó Federal Minority Holding de Argentina SRL, cuyos socios fueron dos compañías: Home Holding LLC y Federal Minority Holding II LLC. Su objeto quedó consignado como: “Realizar inversiones o aportes de capital a sociedades constituidas y financieras”. Y la administración quedó a cargo de un gerente titular, Norberto Oscar Morita, y un gerente suplente, Horacio Reyser Travers. La sede social fue un domicilio conocido: Cerrito 1294, 8° A. O sea, donde funcionaba SCG hasta hace unos días.
Otro caso llamativo es el de la compañía General Payments S.A., que en la Asamblea del 18 de septiembre de 2000, decidió la reducción del directorio, junto con la aprobación y el agradecimiento del trabajo realizado en menos de 50 días -entre el 1 de agosto y el 18 de septiembre- por parte de Jeffrey Scott Hobermann, Douglas Lee Albretcht, Mario Eugenio Quintana y Norberto Oscar Morita. No queda claro cuáles fueron esos servicios prestados, pero sí que Morita dejó su huella: como director suplente de la firma se aferraba Horacio Reyser. Y como presidente aparecería Mario Fernando Koehler, un nombre que se repetirá en otras empresas donde Morita hizo negocios.
Morita tiene presencia en otros emprendimientos. Por ejemplo, en BDN S.A. y en Badino Turismo S.A. La Asamblea ordinaria del 12 de diciembre de 2001 de BDN S.A., una empresa vinculada a la industria sin chimeneas, decidió nombrar como directores titulares de la firma -algo que en realidad ya venían ejerciendo- a Héctor Enrique Badino, Juan Manuel Arias, Martín Podetti, Mario Fernando Koehler y Juan Carlos Bourges Capurro. Y como directores suplentes a Ignacio Podetti, Pablo Ariel Musumeci, Matías González Carreño, Ricardo Luis Elicabe y, por supuesto, a Norberto Morita. Con ello también se aceptó un aumento del capital.
Seis años después, por asamblea del 6 de agosto de 2007, se nombró presidente a Juan Manuel Arias, vice a Ignacio Javier Podetti, directores titulares a Fernando Petroni, Fernando Koehler y Ricardo Juan Elicabe. Y como directores suplentes a Pablo Ariel Musumeci, Héctor Enrique Badino, Manuel Elicabe y Norberto Oscar Morita. Situación que se repetiría en la asamblea del 3 de agosto de 2009.
Similar proceso se dio con la empresa hermana, Badino Turismo S.A., que en la asamblea del 12 de diciembre de 2001 nombró casi el mismo directorio, con participación nuevamente de Morita entre los suplentes. Hechos que se repitieron en las asambleas de 2007 y 2009.
Con oficinas, entre otros lugares, en la calle Paraguay 930, en Santa Fe 919 y Leandro N. Alem 651, estas empresas se dedican a ofrecer opciones turistícas (Badino) y a mejorar la gestión hotelera o gastronomía (BDN S.A.) en lo que venden como “el campus para capacitación integral para el desarrollo profesional” con un “hotel escuela”. BDN tienen cómo clientes a hoteles VIP en el Valle de Las Leñas (Mendoza), Ushuaia (Tierra del Fuego), countries exclusivos en Villa La Angostura (Neuquén) y restaurantes top en Buenos Aires. Y reconocen el ingreso de nuevos accionistas luego del año 2000.
Hace tiempo que Norberto Morita se viene entusiasmando con el negocio del turismo y con la posibilidad de desarrollo de sitios de reservas por Internet. Así lo ha hecho a través del sitio www.hotelDo.com, que se promociona como “la primera central de reservas online de América Latina con más de 12.000 hoteles en todo el mundo”. Y que dice pertenecer a Southern Cross Group, “un Private Equity Fund con filiales en Argentina, Brasil, Chile y EE UU. El Fondo maneja U$D 200 Millones en Latam. Entre otras inversiones es dueño de Northia (Ar), CGC (Ar), Chilesat (Cl), The Value Brand Company (Ar) y Mayoristanet.com (Ar)”. Aunque claramente esos datos están desactualizados, www.mayoristanet.com sigue en funcionamiento y es un sitio para comprar mercadería al por mayor.
Por si todo eso fuera poco, en los registros consultados, Norberto Morita también aparece asociado a otras dos empresas: Compañía Natural S.A. y Myweb S.A.
En la primera, la que figura en un lugar preponderante es su mujer, María Elsa Molinero, que es su presidenta. Así se dictaminó en la asamblea celebrada el 24 de noviembre de 2005. El director suplente es el propio Morita. En la constitución de la sociedad fijaron domicilio especial en la calle Moldes 2175, Buenos Aires. Allí funciona en realidad una empresa de soportes y servicios de Internet llamada Apernet S.A.
El cargo de “Mariel” al frente de la compañía fue ratificado en la asamblea del 27 de octubre de 2008 , como así también el de Morita como director suplente. Sólo que en esta ocasión el domicilio se trasladó a la calle 25 de mayo 459, en plena city porteña. Sin embargo, allí funciona en realidad un conocido estudio contable (López Castro, Ferrari & Asociados) que simplemente los tiene como clientes.
En tanto, Myweb Argentina S.A. fue constituida el 14 de abril de 2000 y los socios fundantes fueron Horacio Reyser Travers (además director suplente) y Norberto Oscar Morita (presidente). El objeto fijado fue, entre otros, la compra-venta de artículos de terceros a través de Internet o por otros medios, además del acceso a redes de telecomunicaciones, plataformas ideales tanto para mayoristanet.com como para hoteldo.com.
Pero los negocios de este empresario van atravesando nuevos horizontes. Hace poco tiempo empezó a incursionar en el mercado inmobiliario de elite. Se asoció con otros colegas para formar el «Grupo 6» para construir complejos de oficinas AAA –las más exclusivas- en las zonas más onerosas de la Capital Federal y del Gran Buenos Aires. La primera experiencia fue en 2006 cuando con sus socios se lanzaron a la construcción de Working Ocampo, un suntuoso complejo de oficinas de baja altura, tipo loft y AAA, donde invirtieron unos US$ 25 millones. Está ubicado en uno de los lugares más caros de Buenos Aires: Barrio Parque.
En Grupo 6, además de Morita, figuran como accionistas los ex Bemberg José Ignacio Miguens y Miguel de Larminat, Alberto Hojman -director de la empresa de electrodomésticos y telecomunicaciones BGH-, Martín Goldstein (que se acerca desde el negocio agropecuario) y Daniel Oks (el único con experiencia en este nicho)
Así, Norberto Morita extendió sus negocios a las geografías más impensadas: retails, energía, combustibles, turismo, Internet, construcciones. Cualquier espacio parece apto para este cazador de oportunidades que no siempre deja buenos amigos en el camino. Y, como se sabe, la filantropía es un buen gesto, pero no alcanza para redimir todas las acciones.