Las platas de la Roja: El botín detrás de la guerra del fútbol
25.11.2010
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25.11.2010
“¡Esto va a terminar, señoras y señores! ¡Esto va a terminar!”. Justo cuando radio Cooperativa desparramaba la ansiedad del relator Ernesto Díaz Correa por todo el país, el peruano Víctor Rivero dejó de correr, alzó los brazos y con su pitazo no marcó el término del partido, sino el inicio de una fiesta profundamente roja:
–¡Nos vamos a Sudáfrica! Hemos clasificado, señores… ¡Chi, Chi, Chi, le, le, le, Viva Chile!… Así te quiero y así me gustas, Roja linda… Nos vamos de safari, papá. Veo elefantes, veo leones, veo jirafas, veo cebras, porque ya estamos en Sudáfrica. Celébrenlo de Arica a la Antártida y todos los chilenos repartidos por el mundo… Celébrelo, no más. Descorche, no más, en esta noche mágica, hermosa y única, de fiesta para el pueblo de Chile, porque la Roja de todos ya está en el Mundial… No estamos soñando, es verdad. ¡Grande Bielsa, grande loco lindo!… Esta noche Chile es feliz.
Ernesto Díaz dibujaba con su voz las emociones de una jornada en que la visita había sido maravillosamente descortés con sus anfitriones en Medellín. Era el 10 de octubre de 2009 y Chile amarraba un triunfo por cuatro goles a dos sobre Colombia. La Roja había timbrado, al fin, su pasaporte a la fiesta mayor del fútbol. Y todo parecía indicar que la exitosa campaña había abierto también la aduana para que Harold Mayne-Nicholls transitara sin sobresaltos a un segundo periodo al timón de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP).
Pero en medio de la fiesta, los administradores del club más poderoso de la liga profesional chilena ya habían comenzado a mover los hilos que un año más tarde terminarían desbancando a Mayne-Nicholls y, por carambola, al entrenador Marcelo Bielsa.
¿Por qué los dueños de Colo Colo, cuando aún se jugaban las eliminatorias, habían determinado que uno de sus objetivos prioritarios era sacar del mapa a Mayne-Nicholls, aún corriendo el riesgo de que el más prestigiado de los actores del balompié local, Bielsa, se mandara a cambiar? Fueron varios los factores, pero entre todos había uno más potente: la plata que estaba generando y que generaría la selección.
En octubre de 2009, mientras participaba en el foro “Leader in Football” en Londres poco antes del partido decisivo en Medellín, Mayne-Nicholls ya había bosquejado los años de vacas gordas que se avecinaban en lo relacionado a las platas de la Roja:
–El contrato con Canal 13 fue por US$ 16,1 millones y se incluyeron todos los derechos de la selección. Hablo de TV nacional, TV cable, TV internacional, internet, new media, merchandising, etc. Esperamos recaudar por los mismos derechos, al menos, el doble. Nos deja abiertas las puertas para que en la próxima licitación de los derechos de TV y derechos comerciales se superen los US$ 30 millones. Nuestros cálculos más optimistas hablan de US$ 42 millones por cuatro años.
Y este año, en un encuentro con empresarios de la Sociedad Nacional de Agricultura, el presidente de la ANFP volvió a proyectar cifras increíblemente auspiciosas (vea las láminas de esa presentación).
Hoy es un hecho que los ingresos que sumará la Roja superarán los US$ 60 millones. Con esos números en el horizonte, en los últimos meses de 2009 Colo Colo comenzó a armar la trenza con Universidad de Chile y Universidad Católica para sacar a Mayne-Nicholls y conseguir la “co-gestión” de los ingresos de la Roja. Una jugada que culminó en la articulación de un bloque opositor bajo la candidatura del mandamás de Unión Española, Jorge Segovia.
El programa de Segovia hace una promesa clara respecto a la distribución de los ingresos de la escuadra nacional: “Al igual como ocurre en todas aquellas organizaciones gestionadas de manera eficiente, la selección puede también generar excedentes que deben ser distribuidos entre todos los asociados en forma igualitaria”.
Ese compromiso fue clave para que la elección se inclinara a última hora hacia Segovia. El enfrentamiento pudo haber terminado con su triunfo en las urnas, pero la mediática renuncia del entrenador Bielsa y la decisión del directorio de la ANFP de inhabilitar a Segovia, tienen al fútbol sumido en un marasmo donde los puentes entre ambos bloques siguen cortados.
Mayne-Nicholls convirtió a la Roja en un producto premium. En 2006, cuando asumió, tuvo que bajar al sótano de la asociación a recoger lo que había quedado de la selección en la era de Nelson Acosta y Reinaldo Sánchez. Tres años más tarde, se daba el lujo de clasificar al Mundial cuando aún faltaba una fecha por disputar, de derrotar por primera vez a Argentina jugando por los puntos y de guapearle a Brasil en su casa con un fútbol dinámico, agresivo y vistoso. El fútbol de Bielsa.
La portentosa campaña eliminatoria convirtió a la selección en un activo altamente valorado. Empresas de primer nivel no disimulaban su interés en asociar su nombre a la Roja de Bielsa. Los ingresos de la selección comenzaron a proyectarse en decenas de millones de dólares y a los dirigentes empezó a incomodarles no obtener para sus clubes una tajada de esa torta.
Dice un alto funcionario de uno de los “clubes grandes” –Colo Colo, U. de Chile y UC– que fueron representantes de Blanco y Negro (ByN) los que a fines del 2009 sondearon si Mayne-Nicholls, al postular a su segundo periodo al mando de la asociación, consideraría abrirse a “co-gestionar” la ANFP con los clubes más importantes, especialmente en lo referente a las platas de la selección.
“Co-gestionar” los ingresos de la Roja, no es más que un eufemismo para referirse al deseo de “repartir” esa plata –o parte de ella– entre los clubes. El mismo funcionario señala que la “co-gestión” ponía en riesgo que Mayne-Nicholls contara con los fondos para cumplir los acuerdos que tenía con Bielsa, entre ellos construir un supercomplejo deportivo para la selección –abierto al uso de todos los clubes–, al estilo de las instalaciones de la asociación argentina en Ezeiza. El rotundo “no” del timonel, asegura, selló el camino confrontacional que en adelante seguirían los controladores de ByN: “Harold fue poco diplomático, poco político. Lo mató el estilo”.
El olfato de los dirigentes no falló. Los contratos relacionados con la Roja que suscribió la ANFP para el periodo 2011-2015 casi triplicaron los ingresos que había generado la selección con los acuerdos comerciales firmados por el ex presidente Reinaldo Sánchez y que cedieron los derechos de TV a Canal 13, facultando a la estación a negociar con los sponsors.
Pablo Hoffmann, gerente de O’Higgins y ex gerente general de la ANFP entre 1994 y 2002, asegura que durante ese periodo la selección se consolidó como un producto rentable y se repartieron más de $ 60 mil millones en utilidades a los clubes.
Pero reconoce que el directorio de Mayne-Nicholls ha llevado a la Roja a su máximo rendimiento económico, superando en tiempo récord los efectos de los pésimos contratos firmados por Reinaldo Sánchez:
–Sánchez hizo un 25% del total (de ingresos) que hicimos nosotros. O sea, el fútbol se empobreció un 75%. Aparte de eso, dejó muy mal negociada la selección para 2007-2010, con contratos muy mal hechos (…) Harold tuvo mala suerte, porque tuvo que financiar la ANFP con malos contratos de TV y “esponsoraje”.
Según las cuentas que publicó El Mercurio el domingo 21 de noviembre, los contratos que firmó Mayne Nicholls para el periodo 2011-2015 suman ingresos por US$ 58 millones. Los derechos de TV fueron cedidos en US$ 17,5 millones (de ellos, Chilevisión paga US$15,5 y Full Play, que los comercializará en el extranjero, los restantes US$ 2 millones). Otros US$ 25 millones provienen de cinco sponsors. Y Puma puso US$ 15,5 millones para proveer el vestuario del equipo. A eso deben agregarse las recaudaciones en los partidos, que en la era Bielsa sumaron cerca de US$ 9 millones.
En suma, los ingresos de la selección para la nueva clasificatoria no debiesen ser inferiores a US$ 60 millones. A eso, claro, habrá que restar los gastos: sueldos y premios de cuerpo técnico y jugadores (el equipo de Bielsa cobraba US$ 2,7 millones por año para el nuevo proceso), vuelos charter en primera clase para el plantel, alojamiento, alimentación y mantención de los campos de entrenamiento, entre otros factores. Aún así, tras la raya para la suma, de repetirse una campaña virtuosa, el saldo positivo en caja podría ser bastante amplio.
En todo caso, Hoffmann –ejecutivo de uno de los clubes que votó por Mayne-Nicholls–, cree que el actual directorio no entendió que no basta con hacer buenos negocios para administrar la ANFP:
–Pienso que así como este equipo tiene muchas habilidades para los negocios, no tiene ninguna para la política (…) Nunca la U, el Colo y la UC, van a estar con el directorio, porque ellos tienen intereses particulares distintos al resto del fútbol. Y Harold no es de las personas más simpáticas en los consejos. Se pone como toro y ataca. Y los tipos dijeron: “Hay que sacarlo”.
Colo Colo fue un pilar en la campaña que llevó a Mayne-Nicholls al sillón de la ANFP en 2006. De hecho, algunos de sus dirigentes se encargaron de cosechar votos para él en la segunda división. A cambio, querían participar en la gestión de la ANFP y en la designación de su gerente general. En ByN aseguran que hubo un acuerdo formal en tal sentido. Lo cierto es que ese deseo de los controladores de Colo Colo no se cumplió.
–Para venir a Chile, Bielsa puso condiciones a Harold que la única forma de cumplirlas pasaban por que él manejara solo la ANFP. Si los clubes entraban en la gestión, muchas cosas que exigió Bielsa no se habrían aceptado –dice una fuente de uno de los equipos grandes.
Al asumir, según cuenta un dirigente con acceso al Consejo de Presidentes de la ANFP, Mayne-Nicholls hizo una oferta tentadora:
–Cuando llega Harold, el CDF aún no tenía utilidades. El canal le entregaba un monto fijo a la ANFP, poco más de US$ 5 millones, que se repartía entre los clubes, pero no había excedentes. Y en la presidencia de Sánchez, a esa plata además se le recortaban los gastos de la ANFP. Entonces Harold dijo que él no iba a hacer ese recorte: “Toda la plata del CDF es para los clubes”. Y la ANFP se financiaría con la selección. Parecía un trato justo, porque la ANFP no era más que una directiva central, chica, que requería lo mínimo, y la selección estaba muy devaluada.
Fue en 2009 cuando se produjo la avalancha de fervor rojo. Ese año el camino al Mundial se despejó y los dirigentes de distintos clubes comenzaron a sacar nuevas cuentas.
Gabriel Ruiz Tagle, entonces principal socio y timonel de Colo Colo, se había convencido de que la selección competía abiertamente con los equipos grandes. Lo tuvo claro cuando ByN quiso negociar con uno de los sponsors habitual de los equipos de fútbol –la multitienda Johnsons– y la respuesta fue que ya le había puesto plata a la selección. “Harold creó el club 33 de la ANFP”, era el comentario de los líderes de Colo Colo, en referencia a los 32 equipos que forman la asociación.
Un dirigente de primera línea de la UC confirmó a CIPER que en distintas ocasiones le pidieron a Mayne-Nicholls que, deducidos los gastos de la ANFP, el dinero que generaba la Roja se entregara a los clubes:
–Queríamos que Harold colocara un límite, que dijera “ya, Bielsa cuesta tanto” y que el resto de los excedentes de la selección, con una ANFP austera, se repartiera. Tal como se hizo toda la vida, porque son los clubes los que colocan los jugadores y los fondos de la ANFP son de los clubes.
En la UC, según la misma fuente, reconocen que Mayne-Nicholls agregó valor al fútbol, pero dicen que el tema de fondo es quién determina en qué se gasta la plata que ingresa:
–Es como si Hernán Somerville (presidente de la Asociación de Bancos) dijera: “Lo que ganan los bancos no es para los bancos, sino para este aparato ejecutivo”. Desde que llegó Harold el número de funcionarios se multiplicó. La pregunta es: ¿Qué haces con la plata? Una parte es para pagarle a Bielsa y financiar la selección, pero el resto es de los clubes, pues. Y él ha hecho cualquier cosa menos darle a los clubes.
De acuerdo a las memorias de la ANFP, al comparar sólo el ítem Gastos Administrativos y Gastos Generales entre 2005 –el último año de Reinaldo Sánchez– y 2009, se advierte un fuerte aumento desde $644 millones a $2.200 millones. En contraste, los ingresos el 2005 ascendían a $7.351 millones y cuatro años más tarde eran $12.260 millones.
A fines de 2009, en medio del fervor de la hinchada por el éxito de la dupla Harold-Bielsa, los tres clubes grandes tenían una tarea cuesta arriba: sumar a otros equipos y buscar un candidato para levantar una lista opositora. Entonces pusieron sus ojos en Antonio Bloise, presidente de Everton. Desde fines del año pasado, una vez a la semana los dirigentes de Colo Colo, U. de Chile, UC y Everton se reunían reservadamente en el restaurante Santa Brasa, de Bloise. El “grupo Santa Brasa”, como se le llamó, contó con los oficios de Ruiz Tagle hasta que éste asumió como subsecretario de Deportes. Lo reemplazó el actual presidente de ByN, Guillermo Mackenna.
–Mackenna siguió en contacto permanente con Ruiz Tagle hasta la elección misma, incluso después de que vendió sus acciones. Aquí hay un hecho claro: nada se habría hecho sin el consentimiento de los controladores de ByN, que eran Ruiz Tagle, Sebastián Piñera y la corredora Larraín Vial. Ruiz Tagle estuvo siempre al tanto de todo –dice una persona que conoció las conversaciones en el Santa Brasa.
Consultado por CIPER, Ruiz Tagle respondió, por medio de su encargado de prensa en la subsecretaría, que él tiene una relación de amistad con Mackenna, que efectivamente “han mantenido contactos y a veces le pregunta por el club, pero que en ningún caso ha sido un monitoreo sobre la marcha de la lista opositora a Mayne-Nicholls”.
En el camino, Bloise desistió como candidato. Nadie quería tomar un fierro caliente, porque lo que se estaba jugando de fondo era la continuidad de un verdadero ídolo popular, Marcelo Bielsa:
–Nadie (en Santa Brasa) pensaba que renunciaría altiro, pero era claro que en algún momento se iba a ir, porque a muchas cosas que antes él pedía a Harold ahora le iban a decir “no”. Si algo hay que reconocerle a Segovia es que se la jugó, sabiendo que esto sería contra toda la gente –dice un directivo que siempre estuvo al tanto de las conversaciones.
Aunque no tomó la bandera, Bloise jugó un rol importante porque gestionó la adhesión de otros clubes pequeños. Como en toda elección de la ANFP, a la hora de contar votos la clave estaría en convencer a los equipos chicos y los disidentes lograron que incluso algunos que apoyaban a Mayne-Nicholls se dieran vuelta, consiguiendo el triunfo de Segovia. ¿Cómo lo hicieron?
–Hay dos grupos de equipos chicos que apoyaron a Segovia. Uno es el de los que recibieron un cargo en el directorio o van a recibir otro puesto. Ahí están Calera y Serena. Otro es el de los clubes que son SADP (Sociedad Anónima Deportiva Profesional), que siempre han tenido balance negativo. Estas son sociedades pequeñas que todos los años gastan más de lo que reciben y sus dueños tienen que poner plata para mantenerse. Esa gente necesita recuperar su inversión y el que les ofrezca ingresos se lleva sus votos –asegura Miguel Bauzá, partidario de Mayne-Nicholls, presidente de Coquimbo y autor de la denuncia que culminó con la inhabilitación de Segovia.
Arnoldo Grogg es uno de los dueños de la SADP propietaria de Copiapó y disidente del apoyo que dio su club a la lista de Segovia. Él confirma que la promesa de repartir las platas de la selección fue el gancho con que el bloque opositor a Mayne-Nicholls conquistó a los equipos chicos, incluyendo el suyo:
–Es cierto que la selección se convirtió en un producto muy bueno, pero eso se debe a la conducción de Bielsa y nada asegura que se repita. ¿Qué van a repartir si la campaña es mala? Si bien hay contratos fijos (TV y sponsors), hay otros ingresos variables, como la recaudación de los partidos. ¿Qué garantiza que los estadios llenos se van a repetir?
A las diferencias por las platas de la selección, se suma la disputa que ha sido mucho más pública por el Canal del Fútbol (CDF). Mientras no hubo utilidades, el CDF pagó un monto fijo de unos US$ 5 millones a la ANFP para que lo repartiera entre los clubes por sus derechos de imagen, lo que se hacía entregando un monto mayor a los clubes grandes. Pero ahora que hay excedentes, el directorio de Mayne Nicholls estimó que la repartición diferenciada sólo era aplicable al monto fijo y que el resto debía dividirse de manera equitativa entre los 32 socios, lo que enardeció a Colo Colo, la U y la UC.
La decisión desató una guerra y desde 2011 se volverá a la repartición diferenciada, pero antes alcanzó a hacerse como la quería Mayne-Nicholls: a todos por igual. Eso subió los bonos del presidente entre los clubes chicos.
El mismo Grogg cuenta que todos los años Copiapó tenía pérdidas. Este fue el primer año en que no las hubo, porque la ANFP le entregó $ 400 millones provenientes del CDF y el club se financia con unos $ 300 millones:
–Como los grandes reclamaron, ahora habrá repartición diferenciada. El próximo año vamos a recibir como $200 millones, por lo que tendremos que salir a conseguir más. Cuesta entender que Copiapó le vuelva la espalda a Harold, si gracias a él se financió el año.
Cuando Mayne-Nicholls aterrizó en la ANFP, dice Pablo Hoffmann, el CDF aún no se convertía en la fuente de plata que es hoy: “El canal del fútbol, cuando asumió Harold, le había dado al fútbol US$ 30 millones, pero estaba endeudado en US$ 50 millones. O sea, no solo no era capaz de generar excedentes, sino que había tenido que endeudarse. Hoy tenemos un CDF que da más de US$40 millones de dólares de utilidad”.
Con los futuros repartos de excedentes ya decididos, queda otra decisión importante: Entre el 1 de enero y el 31 de marzo, la ANFP tiene la posibilidad comprarle a Jorge Claro el 20% del CDF que éste tiene y quedarse con todo el canal. Si no lo hace, deberá esperar hasta el 2015 para ejercer su opción de compra. El grupo de Mayne-Nicholls ha exhibido una postura clara: quiere comprar ese 20%, cuyo valor Claro estima en unos US$ 100 millones.
De acuerdo con un estudio hecho por PricewaterhouseCoopers Consultores para la ANFP (vea el resumen ejecutivo), hoy el CDF está valorado en más de US$ 600 millones. Aunque el bloque opositor a Mayne-Nicholls cree que el monto es exagerado y esperan un estudio que encargaron a IMTrust, no hay duda de que el CDF es una mina de oro. De hecho, Claro confirmó en una entrevista a Qué Pasa en septiembre de 2009 que Chilevisión, cuando estaba en manos de Piñera, manifestó su interés por ingresar a la propiedad del CDF. El contacto, dijo Claro, lo hizo Juan Luis Rivera, asesor de Piñera, cuando el ahora Presidente de la República y accionista de Colo Colo “acababa de comprar Chilevisión”. Eso ocurrió en 2005 y aunque no compró, Piñera una vez más mostró su buen olfato para los negocios, porque entonces el CDF estaba lejos de alcanzar las millonarias utilidades que logró cuatro años después.
El programa de Segovia no consigna si piensa o no ejercer la opción de compra sobre el CDF. Miguel Bauzá es el encargado de verbalizar lo que algunos en el haroldismo dan por hecho: que el grupo de Segovia pretende vender una parte del CDF y repartir ese dinero entre los clubes.
–Lo he dicho públicamente y nadie me ha desmentido: Tanto Harold como Segovia quieren comprar el 20% de Claro. Harold quiere pagarlo con un flujo en un tiempo determinado y que al final todo el CDF sea patrimonio de la ANFP. En cambio, Segovia quiere comprar el 20% de Claro y sumarle un 10% para formar una sociedad nueva, para venderla o sacarla a la bolsa. Es decir, la ANFP disminuiría su participación en el CDF a 70%. La venta o salida a la bolsa del restante 30% en unos dos años puede generar ingresos por sobre los US$ 200 millones. Y la repartición de eso es lo que se ha ofrecido a los clubes chicos.
Pero en la vereda opositora nadie da señales de que quieran vender. Un alto dirigente de la UC asegura que al bloque de Segovia en primer lugar le preocupa que la valoración del canal sea correcta, razón por la cual solicitaron el estudio a IMTrust: “No hay ninguna razón para sacar a Claro del negocio a un costo de US$ 100 millones (…). Nos dicen que el CDF vale US$ 500 ó US$ 600 millones. Un monto con el que se podría comprar el Canal 13, Chilevisión y TVN. ¿Es razonable que el CDF valga más que todos los canales juntos?”.
Para los opositores a Mayne-Nicholls, asegura la misma fuente, lo primordial antes de decidir la compra es asegurar que la administración del CDF quedaría a cargo de una entidad autónoma y calificada. Hasta ahora la exitosa gestión ha sido responsabilidad de Claro. Y los clubes que apoyaron a Segovia se resisten a que el timón del canal quede al arbitrio de una asamblea, como lo es el máximo órgano resolutivo de la ANFP: el Consejo de Presidentes.
Juan Ramírez, ex miembro del directorio de Ñublense y candidato a director de la ANFP en la lista de Mayne-Nicholls, dice que hay total claridad en los proyectos del actual presidente, pero no así en los de Segovia:
–El programa de Harold tenía dos ejes: construir un complejo de primer nivel y comprar el 20% del CDF. Es decir, ampliar infraestructura y patrimonio. ¿Qué dice Segovia sobre la compra del 20% del CDF? ¿Si no se construye el complejo, qué va a hacer con las platas de la selección? (Arturo) Aguayo, presidente de Huachipato, lo preguntó el día de la elección, pero le dijeron que no era el momento de consultar esas cosas. ¿Entonces, cuándo?
Desde ByN responden que los proyectos de Mayne-Nicholls son “socializantes” y que los dueños del espectáculo, los clubes, tienen derecho a decidir el destino de la plata que administra la ANFP: “Harold no quiso entender que este es un negocio de entretención que manejan empresarios. Podemos discutir si el fútbol es un bien social, pero al final del día si hay 32 equipos, es porque 32 empresarios arriesgaron su capital”.
Y desde las oficinas principales de la UC explican en pocas palabras el fondo de su decisión de sacar a Mayne-Nicholls:
–Nosotros dijimos “vamos a distribuir más, porque los fondos de la ANFP son de los clubes”. Eso es lo que los clubes piden y quieren, si la gran mayoría están quebrados.