Minas Abandonadas II: Andacollo, un pueblo levantado sobre tortas de metales cancerígenos
26.10.2010
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26.10.2010
Largos tubos sobresalen a simple vista de algunas casas de Andacollo. Son chimeneas para la tostación casera del oro que le dan identidad a este pueblo que nació hace más de un siglo como un refugio de pirquineros en la precordillera de la Cuarta Región, cerca de La Serena. Pero lo que definitivamente sorprende en esta localidad de 12 mil habitantes cuya actividad principal sigue siendo la pequeña minería, es aquello que los lugareños denominan “turbias”: más de una decena de tranques de relaves repartidos por el pueblo como grandes lunares salidos de la tierra.
Y es precisamente Andacollo el objeto principal de la investigación que lleva a cabo el doctor Daniel Moraga. Desde la Universidad Católica del Norte ha dedicado los últimos seis años de su vida a estudiar lo que pasa con la salud de las personas que trabajan o viven cerca de una mina y sus desechos.
-Hemos encontrado que hay un alto nivel de enfermedades neurológicas y neurosicológicas en las personas que están mayormente expuestas a fuentes contaminantes de metales pesados, como el mercurio. Y estas tortas de relave tienen toneladas de mercurio -explica Moraga.
Casi todos los habitantes de este pueblo nacieron cuando las tortas tóxicas ya estaban. Y aunque aún no se ha logrado dimensionar totalmente el costo que esto ha tenido para su salud, hay estadísticas que son preocupantes. Como aquella que indica que en 2004 su tasa de muertes por enfermedades pulmonares fue el doble que la del resto de los chilenos.
Aún cuando los expertos indican que los efectos de los metales pesados –como el plomo, el mercurio y el arsénico- suelen hacerse visibles a largo plazo en la salud de las personas, esa estadística indica que algo raro ocurre en Andacollo.
-El principal problema es que se acumulan en distintas partes incluyendo el cerebro, el hígado, el riñón, los pulmones y, en algunos casos, también se acumulan en las gónadas y pueden generar efectos genéticos y malformaciones –explica el doctor Moraga.
Con el apoyo de una universidad alemana, el profesional ha evaluado los efectos de la contaminación por mercurio en los escolares de Andacollo. Sus resultados no son optimistas.
-Se midió el nivel de inteligencia y el nivel de estado general neuromotor. Encontramos que había niveles de inteligencia variable, no voy a decir el resultado de eso porque de cierta manera no quiero mencionarlo públicamente. En el caso de los test neuromotor, quiero decir que sí encontramos que, comparativamente con los estándares europeos, tenemos casi un 60 por ciento de patología neuromotora. Esto significa que nuestros niños, en el 60 por ciento de los casos, no dan el estándar mínimo de sanidad que se exige en Europa.
Sus dos catedrales y su Virgen de los Milagros, que han hecho famoso a este pueblo, no logran mitigar la amenaza que se cierne sobre sus 12 mil habitantes. Según el Sernageomin, en Andacollo existen 11 depósitos de residuos abandonados.
El plan del alcalde de Andacollo, Juan Carlos Alfaro, es eliminarlos, pues son fuente de contaminación del aire, pero además, en caso de lluvias fuertes, pueden generarse aluviones. O que se repita en Andacollo la tragedia ocurrida en Pencahue, tras el terremoto de febrero pasado.
Reprocesar los relaves abandonados es una de las soluciones que las Naciones Unidas propone como alternativa para terminar con estos cerros de basura cancerígena. Pero la operación es delicada. Hay que trasladar el material. Y eso también contamina.
“Hoy Andacollo está declarado zona saturada y por lo tanto, al sacar el relave, obviamente vamos a contaminar. Tenemos que postular a permisos ambientales, hacer todo un estudio de cómo lo vamos a hacer, someternos a la Conama… No es una cosa fácil”, explicó Gastón Di Parodi, representante de la Minera Dayton, una compañía que comenzó a operar hace poco en la localidad.
Toda la información fue recabada por la periodista Carola Fuentes, quien investigó durante 18 meses los peligros que representan para la vida de miles de chilenos las más de 200 minas abandonas a lo largo de Chile. Una realidad que requiere ser regulada y remediada con urgencia.