Tienen campus en la ex sede central de CEMA y en El Melocotón
Los negocios de Pinochet que beneficiaron a las universidades Mayor y San Sebastián
10.07.2012
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Tienen campus en la ex sede central de CEMA y en El Melocotón
10.07.2012
Entre 1974 y 1990, CEMA Chile recibió gratuitamente de parte del Estado más de 100 terrenos y edificios para cumplir con la labor social indicada en sus estatutos, esto es: “La ejecución de actividades tendientes a proporcionar bienestar espiritual y material a la mujer chilena, especialmente, a aquella afiliada a Centros de Madres u otras organizaciones comunitarias o de bien social”. La fundación era dirigida, igual que hoy, por Lucía Hiriart, la esposa del fallecido dictador Augusto Pinochet, y recibió los terrenos mientras éste gobernaba. Actualmente la mayor parte de los terrenos recibidos por CEMA sin pagar un centavo, no forman parte de esta fundación -que se define sin fines de lucro- pues fueron vendidos.
Ese es el caso del terreno donde se levanta actualmente la casa central de la Universidad Bernardo O’Higgins, episodio que fue detallado en un reportaje de CIPER (vea “Universidad B. O’Higgins: La alianza con CEMA que le permitió crecer de $10 millones a más de $ 6 mil millones”). Esa venta, efectuada en 2002, le permitió a CEMA recibir $760 millones, una cifra inferior al valor de mercado que tenía el inmueble en esa época.
Pero la Universidad Bernardo O`Higgins no fue el único plantel de estudios superiores beneficiado por las ventas de la institución manejada por Lucía Hiriart. Entre los otros terrenos que CEMA Chile recibió como donación del Estado y que terminó vendiendo a buen precio, está su ex sede principal y actual Campus El Claustro de la Universidad Mayor. Ubicado en calle Portugal 351, el inmueble es actualmente sede de su Facultad de Arquitectura, Diseño y Construcción.
La propiedad había sido desde 1860 un claustro de la Congregación de Religiosas del Sagrado Corazón, hasta que en 1968 pasó a manos de una constructora que luego vendió el edificio a la Corporación de Mejoramiento Urbano (CORMU), actual Serviu Metropolitano. El 27 de enero de 1978, el Fisco realizó la transferencia gratuita de la propiedad conocida como “el Claustro del Novecientos”, a la Fundación CEMA Chile, dirigida por Lucía Hiriart. Tal como otras donaciones, ésta se enmarcó en el artículo N º87 del Decreto Ley 1.939 y obligaba a la fundación a no vender la propiedad durante cinco años.
CEMA ocupó «el claustro» como sede central de sus oficinas, hasta que en 1996, dieciocho años después de haber recibido gratuitamente el inmueble, lo vendió a la Universidad Mayor por $1.248.321.000, correspondientes a 99.919,56 UF ($2.260.915.855,16 al valor de la UF al 8 de julio de 2012). Era un precio cercano al avalúo fiscal que tenía el terreno en esa época. Ese inmueble hoy presenta un avalúo fiscal de más de $2.350 millones, aunque si se considera que ese avalúo es siempre mucho menor al precio de mercado, la propiedad podría valer hoy cerca de cuatro mil millones de pesos.
La Universidad Mayor, que se benefició con esta compra, se ubica hoy entre las diez más caras del país, según informó en 2010 el Consejo Nacional de Educación (CNE), siendo sus carreras de Medicina y Odontología las más onerosas ($5.470.000 anuales).
Entre sus fundadores se encuentran ex asesores en Educación del régimen militar: el ex director de Educación Superior del Ministerio de Educación, Rubén Covarrubias; el ex asesor de la misma cartera, Eric Villaseñor; y Francisco Enrique Beltrán Herrera, socio fundador del Instituto Diego Portales. En su directorio actual se encuentran los mencionados Villaseñor y Covarrubias, Ricardo García Rodríguez (ex ministro del Interior y de Relaciones Exteriores de Pinochet), Francisco Varela Noguera (abogado), Mario Arnello Romo (ex diputado del Partido Nacional y ex embajador especial en la ONU y ante la OEA entre 1974 y 1978), Jorge Prado Aránguiz (ex ministro de Agricultura en los años 80), Sergio Melnick Israel (empresario y ex ministro de Planificación entre 1987 y 1989) y Cristián Cortés Póo (abogado y socio del bufete Espina, Zepeda & Acosta).
Actualmente el polémico Campus El Claustro pertenece al Banco Santander Chile, pues la universidad lo usó para realizar una operación de leasback que le reportó más de $1.300 millones. El leasback es una herramienta financiera que consiste en que la empresa le vende al banco un bien -maquinarias o terrenos- y consigue así dinero fresco. La característica del leasback es que la empresa puede seguir usando esos bienes mientras paga mensualmente las cuotas al banco. En la última cuota, que es la más cuantiosa, la empresa tiene, además, la opción de recomprar el bien que ha vendido. Debido a que el banco sólo compra a un 90% del valor del bien y a que los intereses son altos, el leasback es una forma de financiamiento cara que sólo se justifica en momentos de apuro o ante la perspectiva de negocios de muy alta rentabilidad.
Según las escrituras y contratos que revisó CIPER, el 29 de enero de 2004 la Universidad Mayor vendió el polémico Campus El Claustro al Banco Santander en $1.367 millones (81.054,82 UF) y lo recompró cuatro años después (en octubre de 2007) tras cancelar $3.036 millones (158.092,11 UF). La universidad no conservó el terreno mucho tiempo: ese mismo día firmó un nuevo contrato de leasback y volvió a venderlo al Santander por $2.072 millones (107.897,4 UF), es decir por mil millones de pesos menos que el precio que acababa de pagar unas horas antes.
El Campus El Claustro no es el único con el que la Universidad Mayor ha hecho operaciones de leasback. En el Conservador de Bienes Raíces de Santiago figuran otras ocho propiedades que han pasado por el mismo sistema (ver cuadro). De hecho, el único inmueble que hoy la Mayor posee a su nombre es el de Manuel Montt 367, en Providencia, sede de las facultades de Derecho, Ingeniería y Ciencias Económicas y Empresariales.
Uno de los terrenos donde funciona la universidad llama la atención, pues no pertenece a la universidad ni a un banco y puede dar luces de cuál es el sentido de estas operaciones de leasback. Se trata de la propiedad que ocupa la Facultad de Odontología de la Universidad Mayor, en Avenida Bernardo O’Higgins 2013. En octubre de 1998, la propiedad fue comprada en $544 millones (37.500 UF) por la Sociedad Centro Médico Odontológico Universitario S.A. Revisando la cadena de sociedades que son propietarias de este Centro Médico, CIPER llego a la sociedad Inversiones Matriz S.A., formada en 2007 por Rubén Covarrubias y Erich Villaseñor Maldonado, fundadores de la Universidad Mayor y actuales rector y vicerrector de Desarrollo, respectivamente.
Ocurre que el terreno de Bernardo O’Higgins 2013 fue vendido al banco BBVA Banco Bhif, en un proceso de leasback que le permitió al Centro Médico Odontológico recibir $3.661millones (219.326 UF). No está claro quién pagó el préstamo, pero el hecho es que en el Conservador de Bienes Raíces figura la Universidad Mayor cancelando $1.298 millones (77.801,751 UF), pago con el cual ejerce la opción de compra. El mismo día que la Universidad Mayor adquiere el inmueble, lo vuelve a vender al mismo banco, en una nueva operación de leasback, esta vez por $3.737 millones (178.456 UF).
La Universidad Mayor está acreditada desde 2006. No obstante que no se ubica entre las universidades que recibe la mayor proporción de los fondos del Crédito con Aval del Estado (CAE), de todos modos desde 2006 ha podido contar con más de $11.500 millones de pesos por alumnos que han pagado sus estudios endeudándose con el CAE. Sólo en 2011 la Universidad Mayor recibió $ 2.748 millones por los 1.463 alumnos de esa casa de estudios que accedieron al CAE.
A diferencia de la Universidad Mayor, la Universidad San Sebastián (USS) es de las que más recursos CAE recibe. En 2011 ocupó el séptimo lugar entre 80 instituciones beneficiadas con ese crédito, pues 3.300 alumnos (de sus más de 25 mil matriculados) accedieron a $5.888 millones para pagar carreras en la USS. Desde que en 2007 la USS fue acreditada, ha recibido $24 mil millones por concepto de CAE.
Según una reciente investigación del Centro de Estudios de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Cefech), la Universidad San Sebastián se destaca dentro de las instituciones «no selectivas» (es decir, que no tiene requisitos de ingreso) pues ha conseguido una alta presencia en los sectores medios y bajos. Según el estudio de Cefech, a pesar de que no es cara en comparación con otras instituciones, sí lo es al considerar los ingresos de las familias que acceden a ella.
Poner el foco del negocio en estos sectores sociales genera características académicas complejas. El arquitecto Cristián Boza, ex decano de Arquitectura de la USS, las reveló de manera brutal cuando en una entrevista que concedió a la revista Vivienda y Decoración de El Mercurio le preguntaron si tenían buenos alumnos
-No. Porque el perfil de la universidad es C2, C3. Eso es más difícil. Yo me he pegado dos recorridos por Asia y Europa nada más que para configurar un programa de arquitectura top. Reconozco que me equivoqué en un tema y que estoy remontando, y es que no consideré el segmento y el perfil que va a esta universidad; no tiene cultura, no tiene sofisticación, y con mucho respeto lo digo, porque los adoro y nos hemos hecho muy amigos. Son primera generación en la universidad, son por ejemplo hijos de un camionero, de gente vulnerable. Me equivoqué en plantear un esquema muy sofisticado.
Tras esas declaraciones, Cristián Boza fue despedido.
En la web www.futurolaboral.cl se puede corroborar cuál es el origen de los estudiantes y también un dato que se ha vuelto cada vez más importante en el debate actual: la rentabilidad que ofrecen las carreras de la USS a los que egresan de ahí. Por ejemplo, la carrera de Psicología que tiene un arancel anual de $3.182.333 y dura seis años: según los datos de futurolaboral.cl el 87% de los alumnos que cursan esa carrera en la USS provienen de colegios municipales o particulares subvencionados. Al cuarto año de haber egresado, el 87% de ellos estará ganando entre $500 mil y $750 mil, por lo que les será difícil solventar una deuda de más de $18 millones.
Mejor suerte corren sus estudiantes de Ingeniería Comercial. La carrera dura en promedio más de seis años y tiene un arancel de $3.123.000. Según la información disponible en futurolaboral.cl, al cuarto año de egreso el sueldo promedio de los que estudiaron en la USS será de entre $1 millón y $1 millón 250 mil. El 78% de los estudiantes de Ingeniería Comercial de la USS cursó su educación escolar en un establecimiento municipal o particular subvencionado.
La Universidad San Sebastián no se vio beneficiada por terrenos donados a CEMA Chile, pero si por una propiedad que pertenece a la familia Pinochet y que fue construida y alhajada usando recursos fiscales, entre ellos de CEMA.
Rodeados de la naturaleza y del microclima especial de la precordillera, los alumnos de la carrera de Ingeniería en Expediciones y Ecoturismo de la Universidad San Sebastián reciben desde octubre de 2010 algunas clases prácticas en la polémica residencia secundaria que en los años 80 construyó Augusto Pinochet para su familia en San José de Maipo: la casa de El Melocotón. La residencia fue abandonada paulatinamente por la familia Pinochet luego del intento de asesinato del general en 1986, perpetrado por integrantes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez en el camino de El Melocotón hacia Santiago.
Desde 2009, tres años después de fallecido el general Pinochet, su familia anunció que buscaba un arrendatario para la propiedad, ya que no pueden venderla debido a las medidas cautelares que restringen esa operación, derivadas de la investigación de la fortuna que ocultaba el general Pinochet en cuentas en el extranjero, principalmente en el Banco Riggs y que salieron a la luz en 2004.
A inicios de 2010 el arrendamiento se concretó con la Universidad San Sebastián, quienes se comprometieron a ocuparla por diez años.
Luego de una inversión de más de $50 millones en el reacondicionamiento de las dos casas emplazadas en el extenso terreno, la USS abrió sus puertas. En septiembre de 2010 el juez Manuel Antonio Valderrama levantó el embargo al predio del Melocotón. Para entonces, los alumnos de Expediciones y Ecoturismo ya disfrutaban de las 13 hectáreas del terreno, y de su piscina, cocinas, habitaciones, caballeriza y huertos, para realizar sus cursos de rafting, caminatas al aire libre y montañismo.
La carrera de Ingeniería en Expediciones y Ecoturismo tiene un arancel anual de $3.980.584 y una duración de cuatro años. Su director, al igual que en el caso de los fundadores de la Universidad Bernardo O’Higgins, también está ligado al mundo militar: Joe Vidal es teniente primero (r) de la Armada. La universidad también tiene descuentos de los aranceles para miembros del Ejército.
El actual directorio de la universidad está compuesto por el ex gerente general de Celco, Alejandro Pérez Rodríguez; una de las dueñas del holding HPD, Inmobiliaria Pie de Monte e hija de uno de los fundadores de la USS, Pilar Zabala Meruane; el ex gerente general de Lan, Andrés Vaccaro Buscaglia; el general en retiro, ex Subsecretario de RR.EE. del régimen militar y quien representó a Chile en la mediación Papal con Argentina en los años 80, Ernesto Videla Cifuentes; el director ejecutivo de la Fundación Banigualdad y ex asesor de Joaquín Lavín, Patricio Cordero Barrera; el dueño de Sonda, Andrés Navarro Haeussler; Margarita Cofré Larraín y Pablo Valenzuela Valdés, bioquímico y Premio Nacional de Ciencias Aplicadas.
La construcción de la casa del Melocotón fue un escándalo en 1984, cuando la revista Cauce investigó la compra de los terrenos del predio y sus alrededores, que fueron financiados a través de un decreto supremo del Ministerio de Obras Públicas y revendidos por un precio menor al general Pinochet.
Según el procesamiento que dictó el ministro Carlos Cerda en octubre de 2007 por las cuentas ocultas en el Banco Riggs, también se usaron fondos de CEMA Chile para financiar la ampliación de la casa que el general y la presidenta nacional de la fundación, Lucía Hiriart, levantaron en San José de Maipo. La fundación de centros de madres aportó “tanto en la compra de materiales como en los pagos de los trabajadores”. Los obreros que llevó CEMA hasta el predio para la costrucción de los dos inmuebles, fueron pagados por el Ministerio del Interior. Así lo declararon el fiscal y el administrador de CEMA ante el juez. El mayor de Ejército Álvaro Romero Reyes, administrador de CEMA en la época, confirmó también que la vinoteca de El Melocotón se hizo con uso de fondos fiscales. El mismo fallo establece que gastos reservados de la Comandancia en Jefe del Ejército se usaron en compra de propiedades, explotación agrícola, gastos médicos, compra de “estatuas o bustos de Napoleón Bonaparte” y aportes directos a la Fundación CEMA Chile.
En el mismo juicio, existen pruebas de los vasos comunicantes entre los dineros que Augusto Pinochet ocultó en cuentas secretas en el exterior y los fondos de CEMA CHILE, una arista que hasta ahora se investiga en tribunales. De allí la importancia de determinar si los más de $2 mil millones de pesos que le reportaron a CEMA las ventas de inmuebles a la Universidad Bernardo O’ Higgins y a la Universidad Mayor ingresaron efectivamente a la caja de esa fundación sin fines de lucro. La investigación que llevó a cabo CIPER no encontró esa constancia.
Entre los colaboradores de Pinochet interrogados en el juicio por los dineros ocultos del Banco Riggs figura Julia Hormazábal, quien fue representante legal de CEMA Chile en la sociedad que esa fundación constituyó para controlar la Universidad Bernardo O’Higgins, institución que se vio beneficiada con la venta de un terreno que CEMA había recibido gratuitamente en el Parque O’Higgins. Una parte de los $760 millones que CEMA cobró por el terreno, debió salir de la hipoteca que hicieron los controladores de dicha universidad una vez que se inscribió la propiedad a su nombre. La hipoteca de su casa central con Scotiabanck les reportó 16.510 UF ($268.997.430 al valor de la época y $373.541.557 al actual), según consta en documentos rastreados por CIPER.
La abogada Julia Hormazábal es la actual albacea de los bienes de Augusto Pinochet, según el testamento que dejó en 2005. Ese documento sólo tuvo un cambio con respecto al testamento inicial que el ex gobernante estipuló en 2000. Esa modificación fue sacar a Oscar Aitken como albacea y en su lugar poner a Julia Hormazábal. El cambio lo ejecutó Pinochet dos días después de que el Servicio de Impuestos Internos agregara a Aitken en la querella que inició contra Pinochet y miembros de su familia por fraude al Fisco.
Dos integrantes del primer consejo de la UBO, los generales (r) Jorge Ballerino y Guillermo Garín, fueron procesados por el juez Carlos Cerda en el mismo juicio por los dineros del Riggs.
Siempre con el ánimo de contribuir a la memoria histórica deseo complementar la información entregada por CIPER respecto al llamado Claustro del 900, ya que se ha omitido lo siguiente:
Efectivamente el Claustro que alojó a la Congregación de religiosas del Sagrado Corazón, fue adquirido por CORMU el año 1968. En noviembre de 1970 asumimos los nuevos ejecutivos designados por el Presidente Allende para dirigir la institución, constatando que el edificio estaba comenzando a ser demolido en el marco del programa de la Remodelación San Borja.
Detuvimos dicha demolición y evaluamos la posibilidad de restaurarlo, dado su indiscutible valor patrimonial.
Así fue como se recuperó el edificio y en 1971 se habilitó como sede central de la CORMU, institución que hasta entonces estaba repartida en diferentes lugares de la capital.
Cuarenta y cuatro funcionarios de la CORMU permanecimos allí, en nuestro lugar de trabajo, el 11 de septiembre de 1973, siendo asaltados al día siguiente por una compañía de Carabineros que irrumpió en el Claustro con ráfagas de fusiles ametralladoras, arrasando con puertas y ventanas y castigando duramente a todos quienes permanecíamos allí, los cuales fuimos conducidos detenidos al Estadio Chile.
El Claustro continuó siendo la sede de la CORMU, hasta que doña Lucía Hiriart decidió en 1976 que ese era el sitio ideal para alojar a CEMA Chile. En un solo día, sin previo aviso, los funcionarios de CORMU se encontraron con sus muebles, archivos y asuntos personales depositados en plena calle Portugal. Fueron desalojados por orden de doña Lucía Hiriart, que se instaló en el lugar ultrajando un sitio de tan digna historia.
Miguel Lawner
Ex Director Ejecutivo de CORMU: (1970-1973)