Ganó licitaciones pese a su historial
Claves de la web de Carabineros y base de datos del personal policial en manos de un estafador
21.03.2012
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Ganó licitaciones pese a su historial
21.03.2012
Si usted vive en el cuadrante Nº 217 de la comuna de Maipú, correspondiente a las calles Avenida Central Gonzalo Pérez Llona, Avenida 5 de Abril, Avenida Melipilla y Avenida Los Pajaritos, perímetro donde en los últimos tres años se registraron 5.983 denuncias -por drogas, hurto, lesiones, robo con violencia, robo con fuerza, violaciones y violencia intrafamiliar- y hoy está siendo víctima de algún delito, no pida ayuda ni denuncie llamando al teléfono del Plan Cuadrante que aparece en la pagina web de Carabineros: el celular Nº 82939856. Lo atenderá el capitán Estrada de una unidad especializada de Carabineros, pero de Iquique.
Estrada dice al teléfono que hace ya varios meses que le entregaron ese celular y que no ha parado de recibir llamadas de personas de Maipú. Muchas de ellas con la intención de hacer denuncias. A todas les dice lo mismo: “Si el número lo sacó de la página web, ¡está mal!”.
Ahora bien, si tiene la mala suerte de vivir en el cuadrante Nº 215 de la misma comuna, el que registra más denuncias (13.254 en los últimos tres años) y que comprende las calles Callejón de los Perros, Lo Errázuriz, Zanjón de la Aguada y Américo Vespucio, y llama al celular 84289167 que aparece en la web de Carabineros, le responderá una voz femenina diciendo: “Usted será transferido a un buzón de mensajes…” Lo que ocurre es que ese número también cambió y hoy debe llamar al 95293770, pero eso no está informado en la web y para enterarse usted debe preguntar a la 25º Comisaría de Maipú, un trámite que puede resultar eterno si está enfrentando una emergencia.
CIPER hizo el ejercicio de llamar a los celulares de los cuadrantes de Carabineros de varias comunas de la Región Metropolitana, los que figuran en la página web institucional junto al nombre de sus respectivos delegados. Pero establecer el contacto fue una misión imposible. En la mayoría de los casos, los nombres ya no corresponden. Otros tantos celulares simplemente están apagados las 24 horas.
Por ejemplo, en el cuadrante Nº 111 de la 17ª Comisaría de Las Condes, limitado por las calles Avenida Las Condes, Chesterton, Cristóbal Colón y Manquehue Sur, figura el celular 99291912 y como delegado el cabo 1º Pablo Aranda Espinoza. Pero ocurre que Aranda ya no trabaja allí: desde el 2 de enero fue enviado a seguir un curso de perfeccionamiento.
La que sigue siendo publicitada como la herramienta más eficaz en la lucha contra la delincuencia, el celular que le da seguridad al ciudadano allí en su propia casa al conectarlo las 24 horas del día con los carabineros de su sector, no está funcionando correctamente. Al menos, a través de la información publicada por Carabineros en Internet.
CIPER constató que quien se adjudicó la delicada misión de mantener actualizados estos datos en la página web institucional, dejó de hacer su trabajo en agosto de 2011 y sencillamente se llevó las claves del servidor, por lo que Carabineros no puede actualizar la información. El servicio había sido entregado al empresario Héctor Alegría Melo, un marino (r) que se adjudicó el contrato a pesar de que tiene problemas con la justicia por diversos ilícitos, como lo comprobó CIPER en su reportaje “Millonarias irregularidades en las compras de una unidad clave de Carabineros”, y que aparece en Dicom con más de 67 documentos impagos por $52,9 millones.
En otras palabras, el sitio web de Carabineros está sin control en línea y sus claves en manos de un sujeto con un amplio historial de causas judiciales.
La persona que se adjudicó el diseño de la web de Carabineros en 2007 y luego su mantención y soporte técnico, es un ex uniformado que mantiene desde hace años estrechos lazos con ciertos generales del alto mando de la institución, al punto de adjudicarse varias licitaciones. Todas ellas dependientes del Departamento de Tecnología de la Información y las Comunicaciones (TIC) de la policía uniformada.
La creación de la página web de Carabineros se decidió en 2006. Fue planteada como el gran paso tecnológico que cambiaría el rostro de la institución a través de un contacto directo con los ciudadanos. Y su ejecución quedó en manos del general Gerardo González Theodor, en ese momento director de Planificación y Desarrollo de Carabineros. Bajo su dependencia estaba el Departamento de Tecnología de la Información y las Comunicaciones (TIC), unidad que González conocía a la perfección pues había ejercido su mando.
El 7 de agosto de 2006 se emitió la primera orden de compra relacionada con el nuevo proyecto: “Rediseño e Implementación del sitio web”, por $27.058.131. Sin licitación y sin mayor trámite, el trabajo se le adjudicó a una empresa de Héctor Alegría Melo, un antiguo amigo del general González.
-No sé cómo la ganamos nosotros, ya que no nos dedicábamos a ese tema. Nuestra empresa no tenía nada que ver con desarrollo de páginas web. Las bases se hicieron en la oficina del General González en Bulnes Nº 80, donde esta la Dirección General de Carabineros –relató a CIPER uno de los empleados de Alegría Melo que trabajó en este proyecto.
Entre quienes participaron de las reuniones de información para el diseño de la web, realizadas en la Dirección General de Carabineros, hay coincidencia en señalar que el ambiente distaba mucho de ser formal. “El trato entre Alegría y el general González era muy coloquial, al punto que los garabatos eran frecuentes”, cuenta un testigo.
Para otros, el recuerdo que les quedó marcado eran los continuos reclamos del general González, quien interpelaba a Alegría Melo por anteriores trabajos institucionales que se le habían encomendado y que no habían sido bien terminados.
Un episodio grafica el nivel de confianza que había entre Alegría y el general González. “Recuerdo una de las veces que entramos a la oficina del general, porque Alegría no hizo más que sentarse y sacó una navaja de estas que se usan en los camping, y le dijo al general: ‘Mira como son tus guardias: ¡ni siquiera me revisaron!’».
Si otros recuerdan las carcajadas en que terminó aquella historia, nadie olvida el enojo que a duras penas ocultaba Gerardo González cuando Héctor Alegría, frente a testigos, lo llamaba “Chico”. La respuesta del general era instantánea: «Ya te dije que no me llames Chico, weón. Soy bajo, no chico». Pero para todos los que los rodeaban estaba claro que Alegría era uno de los pocos, por no decir el único, que se atrevía a tratar así al general.
El primer problema para finiquitar la adjudicación del diseño de la página web a la empresa de Héctor Alegría, fue el cheque de garantía que se les exigió. Uno de los colaboradores de Alegría en esos días cuenta:
-Héctor Alegría no tenía dinero, así que le pidió el cheque a uno de sus empleados. Lo extraño fue que le pidió un cheque por el doble del dinero que le exigían. Ese cheque se lo pasó a la empresa de Factoring Rupanco S.A., los que le adelantaron a Héctor el dinero para que pudiera presentar la garantía. Lo malo fue que después nunca le devolvió el cheque al empleado y hasta hoy éste presenta un cheque protestado por su banco. Ese empleado mantiene un juicio contra Héctor Alegría, el que ganó en primera instancia y segunda instancia, con una sentencia que fijó en $ 90.642.707 lo adeudado por concepto de sueldos impagos, feriados e indemnizaciones.
Esa causa quedó registrada en el Poder Judicial bajo el RUC 10-4-0020023-3, con fecha de ingreso 10 de marzo de 2010. En este proceso, el demandante informó al tribunal que Alegría Melo figura, además, en otros 29 juicios (vea la nómina presentada en ese juicio).
Alegría Melo ha enfrentado un resultado adverso en otros dos juicios, pues fue condenado a tres años y un día por “falsedad en materia administrativa militar con perjuicio para el Estado” (causa ROL 6618-86 de la Fiscalía Naval de Valparaíso) y en un juicio laboral por no pago de cotizaciones, sueldos y feriados legales (causa L-2942/2006).
En los archivos del Poder Judicial, CIPER comprobó que el empresario aparece además en otros 12 juicios, por figuras tales como giro doloso de cheques y protestos (vea la nómina con estas causas). Entre estos procesos se cuenta una querella en trámite interpuesta por Isapre Banmédica por giro doloso.
Sólo cuatro meses después de la primera orden de compra, el general Gerardo González Theodor ordenó emitir una segunda orden que beneficiaba a Héctor Alegría. Esta vez el contrato fue por $20.257.446 y en el documento se lee: “Reestructuración de la página web”. La diferencia entre las dos tareas no queda clara en ningún documento.
Un año después de la emisión de la primera orden de compra, el general Gerardo González Theodor inauguró con un gran despliegue de recursos la página web institucional de Carabineros. El 28 de agosto de 2007, un móvil de Televisión Nacional llegó hasta las oficinas del general González en avenida Bulnes para que desde los estudios del programa “Buenos Días a Todos” lo entrevistaran Tonka Tomicic y Felipe Camiroaga (vea esa grabación).
«El impacto virtual de este portal tecnológico nos va a permitir tener un encuentro virtual con la comunidad a través de información, servicios y trámites en línea”, dijo exultante. Y anunció lo que a partir de ese momento todo ciudadano con un computador a mano podría realizar:
-Después de obtener una clave que la da el propio portal, se podrán hacer certificados de residencia, salvoconductos, copias de constancia, daños de choque para efectos del seguro, abandono de hogar. Al comprar un auto podremos saber si tiene un encargo ya que sólo poniendo la matrícula del vehiculo nos aparecerá si tiene o no encargo. Incluso también, con el permiso de las personas interesadas, podremos conocer las fotos de las personas perdidas o con presunta desgracia. La brecha digital hay que irla bajando y Carabineros esta muy comprometido con esto.
Nada dijo González ni entonces ni después de los problemas no resueltos en el diseño de la página web, respecto de las expectativas y demandas del alto mando de Carabineros.
Uno de esos incumplimientos es, por ejemplo, el recuadro que figura en la parte baja de la página, a la derecha, y que dice “Fronteras” con un mapa chico de Chile al costado. Lo que Héctor Alegría les vendió a los generales del alto mando fue que allí habría una cámara online donde la persona pinchara y pudiera ver en directo el paso de las fronteras.
-Pero nunca se hizo… En cada demostración que nos hizo esto no funcionaba y acabamos colocando una foto de los puestos fronterizos –dice un alto oficial de la institución que pide guardar reserva de su identidad.
Una segunda promesa que nunca se cumplió fue la de los cursos de capacitación para el personal de Carabineros que se encargaría de mantener la página al día. Una de las razones por las que ahora, con Alegría inubicable, no es posible hacer cambios estructurales ni actualizaciones más complejas a la página. Menos aún si las claves para entrar al servidor siguen en manos de Alegría Melo.
Lo grave de la situación es que nadie entiende cómo el alto mando de Carabineros le entregó tal nivel de confianza a una persona que ya tenía prontuario en los tribunales de justicia.
-Mira, yo fui una víctima más de Héctor, un tipo muy hábil que sabe como controlarte psicológicamente. Es un delincuente de cuello y corbata. Todas las empresas que crea acaban teniendo problemas con la justicia, involucrando a otras personas, incluso familiares. Como ocurrió con Airh Software, la empresa donde yo trabajaba. Yo lo demandé y es su hermano el que está en problemas porque Héctor se la traspasó. Gané el juicio y me tiene que pagar $90 millones por conceptos de sueldos impagos, feriados e idemnizaciones –contó a CIPER una de las personas que lo llevó a tribunales.
Entre los numerosos testimonios que CIPER recogió entre quienes trabajaron con Héctor Alegría, llama la atención el miedo que éste inspira hasta hoy. Eso se debe a que Alegría hacía alarde de sus contactos con uniformados de alto nivel en sus negociaciones. A ello se suman los diálogos que frecuentemente tenía con uno de sus hombres de mayor confianza, Gabriel Valenzuela Díaz, a quien instruía para amenazar a quienes lo demandaban. Eso fue exactamente lo que le ocurrió a David Oyarzún Farfán.
Los incumplimientos en el diseño y mantención de la página web de Carabineros no fueron obstáculo para que el 28 de enero de 2010, el Jefe del Departamento de Tecnología de la Información y las Comunicaciones (TIC), coronel Iván Cortés Hernández y la empresa Servicios y Asesorías Héctor Hernán Alegría Melo E.I.R.L; firmaran un nuevo contrato de “Prestación de Servicios de Mantención Preventiva y Correctiva de la Pagina Web de Carabineros de Chile”.
Según relató a CIPER uno de los oficiales del TIC, fue una de las tantas licitaciones «express» que pasaron por esa repartición durante 2010. La empresa de Alegría no tenía competencia en precios, ya que ofrecía hacer el trabajo por sólo $10 millones frente a los $18,5 millones que pidió Servicios Publicitarios y Comunicacionales Benapress Lyon y Larraín Limitada. Menos ante los $80 millones que pedía Sentra Software House Limitada.
Pero todos sabían que en materia de competencia profesional, Héctor Alegría Melo resultó favorecido sólo por ser “el ahijado del general”, como lo llamaban en el TIC por su amistad con González Theodor.
-El gestor de ese contrato fue el general González. Y lo ganó Alegría a pesar de que ya todos sabíamos a esas alturas que mantenía un largo prontuario judicial por estafas. Nadie entiende cómo pasaron eso por alto, ya que en el protocolo de Carabineros está establecido que no se puede hacer contratos con personas con antecedentes penales o malos antecedentes comerciales. ¡Y Alegría tenía ambos! –dice un funcionario del TIC.
Una vez en ejecución el segundo contrato que se le entregó a Héctor Alegría para el mantenimiento de la web, los problemas se repitieron. Los requerimientos de la institución no eran cumplidos en los plazos establecidos y fue quedando en evidencia que la empresa de Alegría tampoco contaba con el personal capacitado que ofreció en la licitación. Los incumplimientos quedaron registrados en los innumerables correos que le envió el administrador del contrato por parte del TIC, el teniente Rodrigo Carrasco, a los que CIPER tuvo acceso.
Los errores y fallas no significaron el fin del trabajo de Héctor Alegría en Carabineros. Al año siguiente, a mediados de 2011, volvió a ganar otra licitación por $89.990.000. Esta vez Carabineros le adjudicó una misión mucho más delicada, porque está ligada al proceso de selección del personal y significa que Héctor Alegría Melo tuvo acceso a la base de datos más reservada de la institución, ya que incluye a todo el personal en funciones y en retiro. En esa licitación, extrañamente, no tuvo competencia (vea al contrato de septiembre 2011).
En cuanto al contrato de servicios referido a la página web institucional, nadie puso un solo obstáculo para que, una vez que este caducó, en febrero de 2011, se decidiera extenderle sus funciones por otros seis meses. Se dijo entonces que se haría una nueva licitación, la que fue encargada a la subdirección de Carabineros, y que en el intertanto la página no podía quedar sin un administrador.
La prórroga terminó en agosto de 2011. Desde entonces Carabineros no tiene ninguna empresa externa en la mantención y soporte de su página institucional. Tampoco posee las claves para administrarla. El general Gerardo González Theodor mantiene riguroso silencio. Y eso que hoy es el tercer hombre de la institución como inspector general, un puesto que alcanzó en la última calificación.