Réplica del ex superintendente de Casinos Francisco Javier Leiva a reportaje sobre tragamonedas y respuesta de CIPER
04.10.2018
Hoy nuestra principal fuente de financiamiento son nuestros socios. ¡ÚNETE a la Comunidad +CIPER!
04.10.2018
En el reportaje de fecha 27 de septiembre de 2018 titulado “La explosión de los tragamonedas: la trama oculta de un negocio de US$ 630 millones”, se realizan una serie de aseveraciones en relación con mi persona que pueden conducir a error.
En efecto, el reportaje finaliza señalando que no recibieron respuesta de mi parte al correo electrónico y a los llamados telefónicos con los que se me intentó contactar. Me gustaría señalar que ello no obedece a una reticencia a hablar con los periodistas, sino que al simple hecho de que mi teléfono fue incautado y mi correo electrónico entregado voluntariamente frente a la solicitud del funcionario policial que participó en el allanamiento del que fui objeto, allanamiento del que, por cierto, da cuenta el reportaje.
Respecto de las diversas materias señaladas en el reportaje, es de mi interés aclarar algunos puntos:
(1) Para dar cuenta de un supuesto cambio en mi criterio en relación con la legalización de máquinas de entretenimiento operadas fuera de casinos, se cita de forma parcial y descontextualizada una carta que envié al director de El Mercurio, publicada el 5 de diciembre de 2012. Esta corresponde a un comentario a la editorial “Casinos y tragamonedas”, donde se sugiere regular dicha actividad económica. Lo expresado en mi carta (ver carta completa aquí), muestra un sentido opuesto a lo que se señala en el artículo. En dicha carta expreso claramente que la experiencia internacional muestra que se puede regular este nuevo mercado, pero que al normar utilizando estándares internacionales, las máquinas actualmente en operación deberán cambiarse para poder cumplir con dichas exigencias, tales como: porcentaje mínimo de retorno, monto máximo de apuesta y premio, seguridad eléctrica. Esta postura la mantengo hasta el día de hoy, lo que es conocido por FIDEN.
De igual manera, la transcripción parcial que se efectúa del resumen de la reunión sostenida el 15 de julio de 2011 cuando era Superintendente, también induce a un error, ya que se da a entender que mi posición cuando ocupaba dicho cargo era que las máquinas que pagan premios en dinero solo pueden operar al interior de un casino de juego. Sin embargo, si se revisa la transcripción completa –ver aquí resumen de la reunión– se aprecia claramente que ello no es así, toda vez que dicha caracterización corresponde a una indicación presentada por el Ejecutivo a un proyecto de ley que nunca se tramitó.
(2) También se me sindica como el articulador de un supuesto lobby. Ello es absolutamente falso. A mí se me contrató por mi carácter técnico para la elaboración de una normativa para la regulación de las máquinas de entretenimiento electrónico, lo que es destacado por el mismo reportaje y, consecuentemente, todas mis prestaciones profesionales han sido realizadas en relación con dichas competencias técnicas.
(3) Finalmente, para no seguir extendiendo esta carta, una observación menor. Es preciso aclarar que dejé el cargo de Superintendente el 26 de abril de 2012, fecha en que expiró el decreto que me nombró como Provisional y Transitorio (PyT) mientras se realizaba el concurso del cargo a través del sistema de alta dirección pública. Por tanto, no es correcta la fecha del 31 de mayo de ese año, como lo expresa vuestro reportaje. Ese error quizás se explica porque el siguiente Superintendente, Renato Hamel, asumió el 1° de junio de 2012.
El 27 de septiembre pasado, CIPER publicó el reportaje de investigación “La explosión de los tragamonedas, la trama oculta de un negocio de US$630 millones”. El texto, tiene como personaje central a Francisco Javier Leiva, ex superintendente de Casinos y Juegos entre 2005 y 2012. El 1 de octubre, CIPER recibió una réplica del ex superintendente Leiva para manifestar que parte de las declaraciones de su autoría que exhibe el reportaje, habrían sido sacadas de contexto.
A continuación, la respuesta de CIPER en el mismo orden en que el ex superintendente expuso sus descargos:
(1) El primer término, Francisco Javier Leiva se refiere a una cita incluida en el reportaje y que fue extraída de una carta que el ex superintendente envió a El Mercurio el 5 de diciembre de 2012 –cuando ya había dejado la Superintendencia de Casinos y Juegos– para manifestar su parecer sobre los tragamonedas.
En el reportaje se cita textualmente un extracto de esa carta: “Se debe tener claro que, con cualquier regulación correctamente elaborada, ninguna de las actuales máquinas que están en las calles podrían operar”.
En su réplica, Francisco Javier Leiva indica que esa cita está sacada de contexto (ver carta completa aquí). De acuerdo a lo dicho por el propio ex superintendente en esa carta y en su réplica a CIPER, si se llegara a regular el negocio de los tragamonedas utilizando estándares internacionales, las máquinas en operación a esa fecha deberían cambiarse, de lo contrario no cumplirían con esas exigencias.
Leiva fue contratado como asesor por el gremio de propietarios e importadores de máquinas tragamonedas (FIDEN), en marzo de 2013 y, hasta los allanamientos efectuados por la BRILAC de la PDI (agosto 2018), seguía en esas labores impulsando –a través de la redacción de un proyecto y en distintas reuniones con autoridades de gobierno, políticos y alcaldes–, la regulación del negocio.
En todo ese tiempo en que el ex superintendente intentó impulsar una regulación al respecto, las miles de máquinas tragamonedas repartidas en casi todas las regiones del país siguen siendo básicamente las mismas, según pudo constatar CIPER en su investigación. Son esas mismas máquinas las que han sido cuestionadas en reiteradas oportunidades (desde 2012 en adelante) por la Superintendencia de Casinos y Juegos (SCJ), cuya postura es que operan al borde de la legalidad. De hecho, en 2016, la Contraloría instruyó como obligación para todos los municipios del país que, para autorizar o denegar patentes municipales para explotar ese negocio, debían tener peritajes a las máquinas de expertos validados por la superintendencia del ramo. De ese modo, se sabría a ciencia cierta si eran de destreza o de azar.
Para la FIDEN esa instrucción era letal para su negocio. Si esa instrucción de la Contraloría se llegaba a imponer, miles de máquinas, que según criterio de la SCJ no estaban en condiciones de funcionar, tendrían que ser sacadas de circulación, pues, tal como escribió Leiva en 2012, no cumplen con la normativa. La FIDEN, teniendo a Francisco Javier Leiva como asesor, impugnó la instrucción de Contraloría y la llevó a la justicia, que deberá resolver sobre el tema en los próximos días.
En segundo término, Francisco Javier Leiva impugna otro pasaje del reportaje en el que, con una cita de su autoría, se ejemplifica respecto de su preocupación mientras fue superintendente de Casinos y Juegos sobre la proliferación del negocio de tragamonedas. Dice el párrafo:
El registro de varias de las audiencias que sostuvo Leiva mientras fue la autoridad fiscalizadora de casinos, indica que compartía esa preocupación. “Cualquier máquina que reciba apuestas en dinero y pague premios en dinero o en especies canjeables en dinero solo puede operar legalmente al interior de un casino de juego”, fue la respuesta que dio Leiva en julio de 2011 a dos abogados que le pidieron audiencia para conocer su postura sobre el tema.
En su respuesta, Francisco Javier Leiva indica que la cita es parcial (ver cita completa acá) y que fue incluida por CIPER como un modo de dar cuenta “un supuesto cambio en mi criterio en relación con la legalización de máquinas de entretenimiento”.
El entonces superintendente, tal como menciona en su carta a CIPER, hacía referencia a una indicación legislativa en trámite y no a una opinión personal sobre el tema. Son múltiples las evidencias recopiladas por CIPER en las que Francisco Javier Leiva, siendo superintendente de Casinos y Juegos, sí manifiesta preocupación explícita por la proliferación del negocio de los tragamonedas, tal como indica el reportaje.
A continuación, algunos ejemplos de las audiencias que sostuvo el entonces superintendente con varios actores de la industria en los que queda reflejado aquello:
22/01/2010: “El presidente de la Asociación Chilena de Casinos de Juego (ACCJ), Roberto García, entregó al superintendente un documento técnico de peritaje a una máquina tragamoneda que funciona fuera de los casinos de juego, reiterando la preocupación de la entidad gremial ante la proliferación de dichas máquinas. El superintendente compartió la preocupación de la asociación gremial” (ver aquí).
13/4/2010: El presidente de la Asociación Chilena de Casinos de Juego (ACCJ), Rodrigo Guíñez, entregó al superintendente un documento técnico de peritaje a una máquina tragamoneda que funciona fuera de los casinos de juego. El superintendente compartió la preocupación de la asociación gremial” (ver aquí).
4/4/2012: “Rodrigo Guíñez, gerente general de la Asociación Chilena de Casinos de Juego (ACCJ) informó respecto de la proliferación de salones con máquinas tragamonedas en diversas ciudades del país. El superintendente compartió la preocupación por la situación y reiteró con considera que la solución definitiva está asociada a la aprobación del proyecto de ley que se encuentra radicado en la Comisión de Constitución del Senado” (ver aquí).
(2) En su réplica a CIPER, Francisco Javier Leiva indica que el reportaje lo sindica erradamente como el “articulador de un supuesto lobby” de la FIDEN ante distintas autoridades para regular la actividad de los tragamonedas.
Tal como se señala en el reportaje, el ex superintendente Francisco Javier Leiva no solo fue el cerebro del proyecto normativo con el que la FIDEN desde 2013 busca regular las máquinas tragamonedas, sino que también figura en una decena de reuniones de lobby con autoridades de gobierno, parlamentarios, alcaldes y funcionarios municipales a las que asistió con el propósito de impulsar ese objetivo.
Son pocas las audiencias de lobby sostenidas por los dirigentes de la FIDEN a las que no asistan acompañados del ex superintendente Leiva para promover sus intereses. No obstante el carácter técnico de su asesoría, Leiva, de acuerdo a la evidencia recopilada para este reportaje, fue y ha sido pieza clave en la arremetida de la FIDEN ante tomadores de decisión –en el contexto de numerosas reuniones de lobby– para lograr su objetivo: regular su negocio.
(3) Finalmente, Francisco Javier Leiva puntualiza que dejó la Superintendencia de Casinos y Juegos el 26 de abril de 2012. Efectivamente, en su reportaje CIPER cometió un error pues señaló de manera imprecisa que su salida había ocurrido cinco días más tarde, el 31 de abril de 2012.